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Tecnologías de Generación Convencional

Profesor: José Maldifassi

La energía nuclear en Chile y el mundo


Análisis basado en los textos:
El mundo sin energía nuclear
Coal, Nuclear, Natural Gas, Oil, or Renewable: Which Type of Power Plant Should We
Build?

Rosario León K.
12-11-18

Introducción
La alta dependencia que existe en la vida diaria a la disponibilidad de energía ya sea como
electricidad, calor o para transporte ponen a la generacion de energia como uno de los
temas centrales de preocupación de los distintos países, cuyo desarrollo (económico y
social principalmente) está estrechamente ligado al consumo y disponibilidad de esta. La
demanda de energía sigue aumentando como resultado de nuestra dependencia a ella y del
aumento de la población mundial, tendencia que continuará y por consecuencia, debido a la
necesidad de las fuentes primarias de energía para la generación, el impacto ambiental
crece con ella. Junto a la tendencia creciente de consumo energético, por lo tanto, nacen
también las preocupaciones ambientales sobre las futuras consecuencias que las
actividades de esta industria traerian, debido a la erosión de la tierra, la emisión de gases
de efecto invernadero, los accidentes en los transportes de combustibles, entre varias más.
El efecto que esta y muchas otras industrias tienen en nuestro alrededor es innegable y
cada vez más preocupante, por lo que cada vez que se evalúa un proyecto es necesario
considerar todos los posibles efectos tanto que este tiene en los diversos sistemas así
como las condiciones, disponibilidades y regulaciones tienen en el proyecto.
Dada la cantidad de estudios complementarios necesarios para la evaluación de un
proyecto, la elección y realización de un proyecto energético es un proceso extenso. Como
el texto Which kind of power should we build expone, no solo se trata de examinar las
alternativas de fuentes de energía primaria disponibles para utilizar en la generación, sino
que también los factores asociados que pueden tener consecuencias a futuro, por ejemplo,
la variabilidad de precios y disponibilidad de materias primas involucradas en la
construcción y funcionamiento de las centrales, abundancia de combustibles, dependencia
de recursos internacionales, posibles impuestos o penalizaciones por las emisiones de
gases contaminantes, los avances tecnológicos, el financiamiento, entre varios otros. A
partir de esto, una de las opciones que suele ser rápidamente descartada nace como una
alternativa llamativa que indica viabilidad en algunos ámbitos así como poca factibilidad en
otros , pero no deja de ser digna de considerar y evaluar, la generación con energía nuclear.
En definitiva, la situación nuclear en los distintos países varía como respuesta a las
diferentes políticas energéticas, necesidades, requerimientos, recursos y capacidades que
cada país dispone.
En cuanto a Chile, no contamos con generación a partir de energía nuclear, y los únicos dos
reactores nucleares en el territorio nacional son para estudio, investigación y formación de
profesionales. Sin embargo, la implementación de una central nuclear en Chile ha sido una
alternativa prolongadamente contemplada y estudiada.

Sistema Económico
Es necesario siempre que estudios complementarios se realizan, mantener en
consideración la rentabilidad del proyecto, puesto que, lamentablemente, en muchos casos
los efectos negativos que el proyecto puede tener suponen una disminución de los costos
para la empresa si esta no los evita. Además, se debe encontrar un punto en que el
beneficio que otorgue el proyecto sea mayor a los costos, tanto monetarios como sociales.
En cuanto a los costos relacionados a la energía nuclear, como ambos textos indican,
presenta uno de los menores costos de generación por MWh, que incluyen combustible,
operación y mantenimiento, además de una superficie para la construcción
considerablemente menor a centrales eólicas, solares o hidráulicas para una misma
cantidad de energía generada, por lo que este costo también es menor. Además, al ser la
producción de energía nuclear constante los precios de esta son mucho más estables que,
por ejemplo, cualquier producción que demande algún tipo de combustible fósil cuyos
precios tienen mayor variabilidad. Sobre los combustibles para la generación, cabe
mencionar también que según la relación materia prima-cantidad de energía producida, la
energía nuclear es barata gracias a las grandes cantidades de energía que es capaz de
producir con mucha menos materia prima que otras alternativas.
No obstante, la inversión necesaria para la construcción de una central nuclear es alta,
siendo indispensable algún tipo contribución gubernamental para que sea viable, y al
requerir extensos periodos de construcción se eleva la cifra necesaria para la realización del
proyecto. Igualmente, los costos vinculados a las tecnologías de generación y principales
componentes son elevados, pero los costos de decomisionamiento, del tratamiento
(almacenamiento o reprocesamiento) de los residuos radiactivos y de externalidades
agregan un porcentaje menor al costo de generación. Como comparación, gracias a las
ínfimas cantidades de emisiones producidas durante la operación de una central nuclear, no
se incurren en impuestos o costos relacionados a restricciones ambientales de este tipo
como una central a carbón lo haría, que además operan bajo la posibilidad de una
restricción cuantitativa de emisiones futura que limite las condiciones de operación y
generación pudiendo existir un impacto en la factibilidad de su funcionamiento. También, la
complejidad e importancia de una operación segura de estas centrales hacen necesario una
gran cantidad de personal capacitado, que añade costos.
En Chile, sería necesario que el financiamiento de este proyecto sea con deuda, no
contamos con la tecnología por lo que se compraría al extranjero, y al estar recién
introduciendo la energía nuclear a la matriz nacional es imprescindible una considerable
inversión en la capacitación de personal. Tampoco contamos con lugares destinados a la
disposición de residuos radiactivos por lo que, o se implementa un proyecto que gestione
los residuos debidamente, o se debe considerar el costo de enviar estos a un país que
cuente con esta capacidad. Por otro lado, las centrales nucleares requieren cercanía a un
cuerpo de agua para la refrigeración pero no dependen de este de la forma que una
hidroeléctrica lo hace por lo que se limita mucho menos que esta última sobre la ubicación
de la construcción, tampoco depende de que exista una alta radiación solar ni fuertes
vientos, abriendo la posibilidad de ser construida cerca de los centros de consumo
disminuyendo así los costos de transmisión.
Por último, según algunos estudios realizados por la CChEN, podría ser posible la
extracción de uranio en territorio nacional, creando un nuevo mercado y ofreciéndonos
mayor independencia de combustibles extranjeros.

Sistema Ambiental
El estudio del impacto ambiental debe certificar que el proyecto se realiza con el mínimo
efecto negativo que al mismo tiempo permita mantenerlo rentable, investigando las distintas
especies afectadas y categorizando el daño según diversas características para solicitar los
permisos necesarios que certifiquen que ningún daño mayor será realizado, presentando las
declaraciones de impacto ambiental correspondiente, análisis de la factibilidad del proyecto
respecto a las condiciones ambientales como sobre el daño que puede causar, las
restricciones ambientales que lo rigen, etc.
Como se ha mencionado anteriormente, la energía nuclear es la que presenta menor
emisión de gases contaminantes de forma directa e indirecta de la generación y la que
menos espacio necesita para producir la misma cantidad de electricidad que otras formas
de generación, por lo que en cierta forma, representa una contribución a frenar la emisión
de gases de efecto invernadero al reemplazar otro tipo de centrales contaminantes. Un
estudio realizado en España sobre la utilización de energía nuclear indica que con el parque
nuclear mundial se está evitando la emisión de cerca de 2000 millones de toneladas de
CO2 al año y que para el 2025 se podrían estar evitando emisiones de entre 3300 y 9000
millones de toneladas de CO2/año. La pequeña cantidad de CO2 atribuible a la energía
nuclear proviene de la extracción del mineral y la construcción. Por esto es que la EN es
una alternativa llamativa para el cumplimiento de restricciones ambientales y la disminución
de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, las centrales nucleares generan también residuos tóxicos altamente
radioactivos que sin la gestión óptima pueden traer graves consecuencias a la salud y al
medio ambiente. Es por esto que la regulación de los procesos de disposición de residuos
radiactivos es muy específica y requiere de mucha seguridad, ya que correctamente
almacenados no significan daño alguno para el planeta mientras estos se mantengan
aislados por el tiempo necesario para el decaimiento, aunque esto contempla un horizonte
temporal extenso (más de 10.000 años).

Sistema Social y Político


El creciente interés e involucramiento de las comunidades en la toma de decisiones como
en la protección ambiental hacen necesario un estudio social que refleje los efectos que el
proyecto tiene en la sociedad y en la comunidad local, siendo responsabilidad de la
empresa crear instancias de participación ciudadana en orden de que la toma de decisiones
resulte como un acuerdo y con el mínimo efecto negativo en la calidad de vida de las
comunidades locales, lo cual beneficia a ambas partes.
Es común que al hablar de este tema se nos vengan a la mente los trágicos hechos
históricos que han tenido a la energía nuclear como protagonista, causando miedo y
rechazo por parte de la población, potenciado por la desinformación que avala prejuicios
tales como lo peligrosa y contaminante que es, sin embargo, esta nos proporciona acceso a
energía limpia, confiable y rentable. Por lo mismo, particularmente en Chile, sería primordial
tomar una serie de medidas para prepararse ante la utilización de EN en la generación
eléctrica, así como, por ejemplo, la creación de las medidas legislativas correspondientes
que aseguren el uso responsable y eficaz de la potencia nuclear, educar a la población
sobre los beneficios y riesgo involucrados en esta industria, fomentar la transparencia y la
participación ciudadana en la toma de decisiones que permitan el desarrollo de estos
proyectos de forma expedita, entre otras.
Como es de esperar, tras el último accidente nuclear ocurrido en Fukushima se acrecentó la
preocupación y miedo a este tipo de energía seguido por el cierre de plantas nucleares en
distintos países. No obstante, por el aumento en los precios del gas natural y las altas
emisiones contaminantes fruto de la quema de carbón, la EN no dejó de ser considerada y
varios países continuaron con la construcción de centrales para poder satisfacer la
necesidad de seguridad eléctrica.
A la mano del tema ambiental, la decisión sobre la disposición de residuos radiactivos
también es un tema socio-político ya que, existiendo alternativas que solucionen esto, nadie
quiere almacenar residuos tóxicos en su territorio y si algún mandatario tomará la decisión
de almacenarlos, por ejemplo, en las profundidades de una mina estable, la cantidad de
oposición que se crearía basada en miedo y prejuicios no hacen de esta una campaña
llamativa para ningún político. En Chile, la oposición que se presenta frente a la EN viene
principalmente de grupos ecologistas, a pesar de que a nivel mundial ya hay muchos
ecologistas que han cambiado su posición frente a la EN comprendiendo que las amenazas
del cambio climático son más urgentes.
Tomando en cuenta la necesidad de un marco regulador, una discusión política y pública,
etc… el tiempo en que se desarrollaría una planta nuclear puede llegar a rodear los 10
años, más aún para un país como el nuestro que recién estaría introduciendo esta
tecnología. En Estados Unidos fue necesario una serie de modificaciones en los permisos
de construcción de las plantas nucleares aun teniendo ya en operación plantas con
anterioridad puesto a que los procesos de certificación eran muy largos e inciertos, dejando
de ser conveniente para las empresas arriesgarse a enfrentarse a la posibilidad de no
obtener los permisos para operar la planta una vez la construcción esté muy avanzada. Es
decir, una vez que volvieron a ver esta alternativa como una solución a la demanda
energética y al problema ambiental, fue necesario ajustar las políticas vigentes para
optimizar el proceso de certificación de estos proyectos, puesto que el tedioso proceso
anterior restaba puntos a la EN disminuyendo la preferencia de las empresas de invertir en
estas.
En general, la aceptación pública de la EN permanece como uno de los ámbitos más
atrasados en esta materia y muy necesaria para su implementación. A nivel mundial se ha
estado trabajando arduamente para lograr mayor credibilidad como industria al accionar de
manera transparente y a pesar de que aún es un gran desafío cambiar la percepción pública
atrapada en la memoria social de los grandes accidentes nucleares, en los países en que
más se ha trabajado con EN y al mismo tiempo en mejorar la imagen ya muestran menores
porcentajes de oposición.
En la siguiente imagen se representa la percepción pública nacional sobre las distintas
formas de generación eléctrica obtenida por un estudio realizado por el Ministerio de
Energía en el 2009.

Como se puede observar, en ese entonces el conocimiento sobre el tema era casi nulo, y
que el hecho de que este tipo de generación presenta mayor potencia el único atributo en
que un mayor porcentaje de la población poseía una percepción correcta al respecto.

Sistema Tecnológico
La generación eléctrica mediante la energía nuclear utiliza la fisión nuclear para calentar el
fluido de trabajo que posteriormente moverá la turbina resultando en la generación eléctrica.
El desarrollo de esta tecnología se puede dividir en tres períodos, primero, entre 1950 y
1960 se diseñan los primeros reactores nucleares para la generación de energía y se
sentaron las bases futuras sobre el manejo de los residuos nucleares. Luego entre los 60 y
90 se diseñan y construyen los principales modelos de reactores nucleares que operan
comercialmente hasta el dia de hoy (como el PWR) y finalmente, en este último tiempo se
trabajan con diseños más avanzados y se pone mayor énfasis en la seguridad.
Según la Comisión Chilena de Energía Nuclear, los diseños de la tecnología de Generación
lV “utilizarán el combustible de manera más eficiente, reducirán la producción de desechos,
serán económicamente competitivos y cumplirán con estrictos estándares de seguridad y
resistencia a la proliferación.”, además de esto, existen los SMRs, reactores modulares
pequeños, que pretenden solucionar la alta inversión de capital inicial y la necesidad de
abastecer pequeñas redes eléctricas.
En Chile, a diferencia de lo que muchos creen, la sismicidad del país no representa un
limitante para la implementación de una central nuclear gracias a que la tecnología actual
ha alcanzado el punto en que pueden operar de modo seguro a pesar de esta
característica, aprendiendo de los errores pasados que también nos advierten el tipo de
preparación que debe existir. Al respecto, las tecnologías antisísmicas supondría un
aumento de cerca del 10% de los costos de inversión del proyecto.

Sistema Eléctrico
Actualmente hay 454 reactores nucleares operativos en el mundo, que suponen 400.285
MWe de capacidad neta instalada total, además de 54 reactores nucleares más en
construcción. En el 2014, la energía nuclear representaba cerca del 4,8% de la matriz
energética mundial.
En el pasado nos hemos visto enfrentados a crisis energéticas como sucedió, por ejemplo,
entre 1998-1999 cuando una sequía provocó dificultades en el SIC que se resolvió mediante
la diversificación de la matriz al incluir la generación con Gas Natural, cuando se firmó el
acuerdo con Argentina, hecho que dio pie a la segunda crisis el 2005 por el corte de
suministro de gas natural por parte de Argentina, volviéndonos a hacer una matriz apoyada
fuertemente en los recursos hídricos, así cada sequía se vuelve una potencial amenaza, por
lo que actualmente, gran parte del suministro se confía a la generación mediante quema de
carbón y gas natural, que a diferencia de la energía eólica y solar, no depende de factores
climatológicos. Dada la necesidad de contar con un suministro de energía confiable, seguro
y limpio es que la energía nuclear entra como alternativa a considerar.
Dentro de la Estrategia Nacional de Energía 2012-2030 del Ministerio de Energía se
destaca la importancia de contar con los recursos energéticos suficientes para abastecer la
demanda creciente de electricidad que tiene además relación directa en la economía,
debiendo potenciarse la competitividad en este ámbito, asegurarse su disponibilidad y
abastecimiento, mediante fuentes de energía confiable. En otras palabras, destaca la
importancia de garantizar el suministro y sostenibilidad, es por esto que es necesario ver a
la nucleoelectricidad como una fuente confiable, que reduce la dependencia del Gas Natural
y el carbón, por lo tanto estabiliza los costos de generación y reduce la emisión de gases
contaminantes, además de potenciar el desarrollo económico, social y tecnológico
En el mundo, la nucleoelectricidad en América del Norte y Asia representa un aporte de
alrededor de un 30% de la generación de electricidad, en Europa cerca de un 40% mientras
que en África y América latina no alcanzan el 1% (información basada en datos de IAEA
PRIS). Estados Unidos es el país con mayor número de reactores nucleares (98), pero
Francia es el país cuyo mayor suministro eléctrico proviene de la generación en centrales
nucleares ( un 71,62% de la cuota energética en nuclear, con 58 reactores nucleares
operativos y uno más en construcción)
Geografía y territorio
A la hora de hablar sobre la localización de una planta nuclear son varios puntos que se
deben contemplar. La densidad de la población, la posibilidad de transferir materiales
radiactivos al medio ambiente por las características físicas del lugar, la disponibilidad de
agua para refrigeracion, asi como el peligro de inundaciones y posibles efectos de
fenómenos meteorológicos, la distancia con los sistemas de transmisión y centros de
consumo, entre otros. Una de los factores más evaluados sobre la ubicación de una planta
en Chile es su condición de país sísmico. Sobre el tema, esta condición no excluye a Chile
de tener como opción la utilización de la EN, aunque se debe considerar que la
implementación de las tecnologías aptas para asegurar la seguridad ante sismos
representan un aumento de los costos. Al respecto, un estudio realizado por alumnos de la
Universidad de Chile, (Estudio exploratorio para la localización de una central
nucleoeléctrica en Chile), luego de exponer un listado de eventos sísmicos en lugares
donde se encontraba un reactor nuclear indica lo siguiente: “considerando el conjunto de
eventos sísmicos que han provocado movimientos del terreno en emplazamientos con
centrales nucleares a lo largo de las últimas décadas, puede extraerse que no ha habido
ningún sismo registrado de cierta magnitud (ni de altas intensidades), ni cuando las
aceleraciones que éste ha provocado han sido mayores que las aceleraciones previstas en
el diseño, el cual haya comprometido o afectado la seguridad de las centrales nucleares, en
ninguna de las barreras físicas establecidas en la defensa en profundidad, ni en ninguna de
las funciones fundamentales de seguridad”. Esto considera hasta el 2008, por lo tanto no
considera lo ocurrido en Fukushima, pero es conveniente considerar que las fallas ocurridas
en este accidente no se atribuyen a un defecto de la seguridad de la central nuclear en sí.
Se debe considerar también que en algunos yacimientos de la gran minería se produce
concentración de uranio en los circuitos primarios de lixiviación, lo cual puede representar
una variable de importancia en la evaluación de estos proyectos. Según el geólogo de la
CChEN, cifras de información técnica de las empresas indican que se pierden cantidades
significativas de uranio que podrían abastecer un reactor de potencia si se acumularan.
“Aquí no habrá un reactor de potencia en los próximos quince o veinte años. Si el Estado
formará un stock, comprando este uranio barato, habría suficiente cuando entrará en
operaciones para abastecer por años”. Además, una carta pronóstico presentada por esta
misma organización en 1985 afirma que “Chile presenta condiciones para la explotación de
uranio que van de medianamente favorables a favorables”, sobre lo que el presidente de la
CChEN en el 2002, Roberto Hojman, comenta habrian 5 mil toneladas, siendo conservador
al respecto.
Como parte de la evaluación de la EN en Chile, para un estudio sobre el rol de la geología
realizado por el colegio de geólogos, la CChEN presenta un extracto en que se mencionan
alguno de los trabajos realizados sobre el estudio de las materias primas de interés nuclear:
Se ha prospectado 150.000 km2 (20% del territorio continental), con técnicas
radiométricas, geoquímicas y geológicas, detectandose 1200 anomalías
radiométricas y 800 anomalías geoquímicas. Se comprobaron 900 anomalías y se
investigó 54 sectores de interés. Se definieron 160 ocurrencias de U magmático,
40 de U sedimentario, 6 prospectos de U, 3 prospectos de Th, 3 prospectos de U,
Th, Re, un yacimiento de U, protegido con propiedad minera CCHEN (URANIO 1-
70) de donde se extrajeron 54 ton. de mineral con 1400 g/t de U. Se definió un
yacimiento de fosforitas uraníferas, licitado y actualmente en explotación. Se
detectó uranio en 6 yacimientos de cobre tipo exótico y se participó en la
evaluación mediante sondajes en dos de ellos. Se realizó un estudio de
favorabilidad geológica nacional, donde se priorizó el territorio y se definieron
28.000 km2 de primera prioridad; se creó una base computacional de datos
geológicos y geoquímicos con 6000 muestras de roca y sus procedimientos de
consulta. Los recursos actuales de uranio han sido estimados en 3.000 t. de U y
una potencialidad superior a 50.000 t. de U contenidas en recursos especulativos
en todo el país.

Sobre otro tema, las centrales nucleares ocupan una superficie considerablemente
pequeña por cantidad de energía producida por lo que resultan una buena alternativa
para países con reducida superficie territorial.

Conclusión
La presencia de la EN en el mundo varía mucho según las distintas políticas, recursos
y conocimiento al respecto. Los beneficios que la implementación de una central
nuclear para generar electricidad son bastantes, entre los cuales destacan la
disminución de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, la
estabilidad de los costos de generación, los bajos costos de operación, la
independencia de combustibles fósiles contaminantes y con precios muy variables,
otorgandonos mayor autonomía como país y la gran cantidad de energía que una
pequeña cantidad de materia prima puede producir, pero las desventajas, a pesar de
no ser una extensa lista, contiene puntos de mucho peso, como los posibles peligros
relacionados, los residuos radiactivos y el alto costo de inversión inicial. Aún así, en
países se utiliza de manera correcta y a probado otorgar los beneficios mencionados,
y en operación normal, no han presentado ningún peligro.
Para llevar a cabo un proyecto energético que involucra a la nucleoelectricidad son
necesaria una serie de estudios, reformas, reparaciones, etc… para que sea exitoso,
para lo cual existen organizaciones nacionales e internacionales que acompañan y
guían el desarrollo del proyecto para que este cumpla con las normas internacionales
y nacionales de seguridad de la población y el medio ambiente.
La tecnología existente está constantemente evolucionando, a partir de errores del
pasado y de los nuevos recursos disponibles.
La opinión pública tiene a ser negativa pero influye considerablemente de
desinformación existente y el miedo generado por los accidentes nucleares ocurridos,
donde la mayor presión en contra de la EN proviene de grupos ecologistas. Aún así,
se nota una creciente tendencia a aceptar esta como una alternativa viable y con
beneficios importantes, lo que sugieren que el rol que jugará la EN en el mundo en la
generación de electricidad irá aumentando su participación e importancia.
Por lo tanto, la energía nuclear debidamente fiscalizada, regulada, gestionada y operada
ofrecen múltiples beneficios en diversos aspectos para la población y el medioambiente, y
podría ser la solución clave a la estrategia nacional de energía y preocupaciones
mundiales.

Algunas fuentes extras:


http://www.mch.cl/2006/11/28/como-chile-esta-perdiendo-su-uranio/
http://www.tesis.uchile.cl/tesis/uchile/2008/lara_s/sources/lara_s.pdf
http://www.colegiodegeologos.cl/Documentos/rol-de_la-geologia.pdf
http://www.cchen.cl/
https://energia-nuclear.net/
https://erenovable.com/energia-nuclear/
https://www.iaea.org/topics/energy
https://pris.iaea.org/PRIS/WorldStatistics/WorldTrendinElectricalProduction.aspx

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