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CAPITULO I.-
I.1. Definición.-
I.2.1. Egipto.
I.2.3. Grecia.
I.2.4. Roma.
I.1. Definición.-
Sobre el origen del notariado, algunos tratadistas sostienen que se trata de una
institución muy antigua, que ha existido aun en las culturas y civilizaciones más
primitivas, aunque en forma rudimentaria, pero que de todas maneras la función
notarial es permanente a través de la historia.
"En todo proceso histórico, alcanzando ya determinado estado de civilización, las
resoluciones legislativas, como así mismo los pactos que pudieran interesar a los
hombres en materia privada, las comunicaciones y entendimientos internacionales,
sea por vía de tratados o convenios entre los distintos Estados, hicieron precisa la
existencia de un prolijo redactor de esos documentos."
El Documento.- que es el modo o manera en que el ser humano pudo valerse para
configurar su evolución al lo largo de la historia, y de alguna manera, dejar
constancia de los hechos históricos.
Son diversas las maneras de que se ha valido el ser humano para transmitir los
acontecimientos y estas han dado lugar a diversos tipos de documentación:
I.2.1. Egipto.-
Opinión que comparte Ponde, aunque parcialmente, puesto que no acepta que
tuvieran poder fideifaciente.
I.2.3. Grecia.-
Eduardo Bautista Pondé, en la obra citada, señala que es muy difícil encontrar algún
personaje que en el pueblo griego desempeñara función notarial como hoy la
conocemos. Algunos autores sin embargo señalan que los singraphos y apographos
de alguna manera al ser redactores de documentos y llevaban un registro de los
contratos, ejercían función notarial. Sin embargo existieron unos funcionarios
llamados MNEMOS, que al decir de Luis Carral y de Teresa, en su tratado de
derecho notarial y registral, citado por Pondé, eran los encargados de formalizar y
registrar los tratados públicos y las convenciones privadas, las transmisiones de
bienes inmuebles, las donaciones, ventas, testamentos, que debían elaborarse casi
sin excepción por escrito, y quienes además tenían la custodia de tales
documentos, aunque también esta custodia estaba encomendada a los sacerdotes
que eran los guardianes de los archivos públicos y privados. Esta conservación era
la que le daba al documento su carácter de autentico. Estos sacerdotes eran
conocidos como los HYEROMNEMON. Algunos autores como el italiano Pietro
Someda De Marco, habla de los taquigraphos y semiographos, tomadores de notas,
labor realizada por personas de baja condición e incluso mujeres, pero cita también
este autor, a los "basiliscos ipografi" que eran funcionarios seleccionados entre
personas de alto rango y cuya competencia residía en redactar actos de los
magistrados, y como en esa época la fe judicial y la extrajudicial estaban unificadas,
permitiría asignarles a estos funcionarios el carácter de antecesores del notario.
I.2.4. Roma.-
Tabula, era el nombre que se dio a los documentos, en razón de que primitivamente
estos se redactaban sobre pequeñas tablas cubiertas con cera y con la utilización
de un punzón o buril. El Tabulari, era el oficial de redactar las listas de impuestos
pero además se desempeñaban como redactores de algunas convenciones
privadas o particulares y llegaron a tener función de contadores en la administración
de las provincias y en los municipios, y se les encargo la custodia de los archivos de
la comuna y tenían el carácter de funcionarios públicos. Según algunos autores
como Carlos Mayns, recibían las declaraciones de los nacimientos y todo lo que se
refería al estado civil de las personas, hacían inventarios, además de las funciones
que ya se han mencionado. Intervenían en los censos. Como por su función y
posición en la sociedad romana habían adquirido buena fama y se confiaba en ellos,
es que también se les encomendó el ser depositarios de los testamentos que ellos
mismos habían redactado.
De la utilización de las tabellas, o sea tabulas más pequeñas que servían para
comunicaciones privadas, a sus redactores se les denominó tabeliones, que
además eran técnicos en aspectos de derecho que redactaban documentos
relacionados con la actividad privada y también ofrecían asesoría jurídica en
algunos casos. Su actividad no estaba vinculada oficialmente con el Estado. Dada la
recargada labor de los funcionarios oficiales, se recurrió más a los tabeliones para la
redacción de las escrituras y testamentos para darles forma legal y
encomedándoles el archivamiento de los documentos en los archivos públicos; es
decir los tabeliones actuaban con carácter particular en la redacción de los actos
jurídicos y de los contratos además de servir de asesores jurídicos, encargados del
archivamiento de los documentos para su eficaz conservación. Por ello, es de los
tabeliones de quienes se puede decir sean los personajes que pudieran
considerarse como auténticos antecesores del notario latino.
La ley romana, empezó a ser desplazada, y así aparecen los Fueros, el Fuero Real,
en Castilla, en 1255, y en el que se afirma que el oficio de escribano "es publico e
honrado e comunal para todos", después el Fuero Juzgo, del que se desprende que
existieron Notarios Reales, (Escribanos reales), Notarios Públicos no reales
(escribano comunal del Pueblo) y Notarios que no tenían Fe Pública, por lo que eran
meros transcriptores o copistas. Los monjes, actuaron durante la edad media como
notarios privados, por la confianza que inspiraban y por su cultura. En las Siete
Partidas de Alfonso X el Sabio, otra recopilación de leyes, Partida Tercera Títulos 16
y 19, presentan al Notariado como una función pública y las disposiciones
contenidas en ellas, tendrán vigencia hasta la Ley de 1862.
El aporte de los Arabes, fue sin duda uno de los más significativos para la función
notarial, el papel, ya que sustituyo al papiro y al pergamino, posibilitando una
configuración documental escrita que abrió nuevos horizontes a la cultura en
general.
En la baja edad media, entre los siglos XI al XV, es que el notariado va adquiriendo
la configuración que la da ese carácter definido de función legitimadora,
consejera y autenticadora
En la antigua ciudad romana de Felsina, que luego sería conocida como Bolonia, se
dio un hecho de gran trascendencia para el notariado, la Universidad de Bolonia, en
la que en el año de 1228, se funda la que fue tal vez la primera escuela notarial,
por Ranieri di Perugia, quien además dicta los cursos de notariado y escribió la
Summa artis Notariae o Ars Notariae, que era un estudio interpretativo de las leyes
romanas y longobardas. Entre las artes mayores se consideraba a los jueces y los
notarios, en ese orden, luego los mercaderes, los banqueros, los fabricantes de
paños de lana, los médicos y los drogueros, los fabricantes de sedas y mercería y
los peleteros.
En esta universidad también destacan dos grandes personajes Salatiel y Rolandino,
hombres de derecho y adversarios políticos, el primero gibelino, defensor del
Imperio y el segundo güelfo, defensor del papado.
Salatiel, escribió también su Ars Notariae, en la que trata sobre lo que debe ser el
notario, condiciones de orden moral y ético que debe tener el aspirante a notario,
buenas costumbres y conocimientos, sistemas de designación, obligaciones y
prohibiciones, sanciones y penalidades, señalando con precisión el objeto del oficio
notarial. Contiene un concepto de notario como persona "que ejerce el oficio público
y a cuya fe públicamente hoy se recurre con el fin de que escriba y reduzca a forma
pública, para su perpetua memoria, todo lo que los hombres realizan... varón de
mente sana, vidente y oyente y constituido en íntegra fama y que tenga pleno
conocimiento del arte notarial o tabelionato."
5. - Las enseñanzas del nuevo régimen, que comprende el primer cuarto del siglo
XX.
"En resumen, con muchos defectos de organización, con una función diversificada y
dispersa, al apuntar el siglo XIX, la Institución notarial en los países del sistema
latino está consolidada. Ha adquirido la madurez plena que consagra
definitivamente la ley francesa del Ventoso. El texto de esta ley, como la nuestra (la
española) de 1862, es notoriamente superior en calidad a las precedentes. Mas lo
importante en estas leyes orgánicas fue cómo el uso las recibió: fueron cumplidas. A
diferencia de lo que ocurrió en etapas anteriores en que ni el propio legislador, ni los
Tribunales, ni los propios notarios, se atuvieron con rigor a las normas corporativas
y orgánicas."
Ley francesa del 25 Ventoso, año de XI, del calendario de la Revolución Francesa,
16 de marzo de 1803, que se da a la luz de las nuevas ideas políticas que han de
cambiar al mundo como consecuencia de la revolución política, resolvió en forma
definitiva la confusión existente entre la fe publica judicial y extrajudicial, definiendo
perfectamente el campo de acción de cada una de ellas, tendencia que fue copiada
a consecuencia de las tendencias reformistas, en casi todos los países, tanto de
Europa como en América del Sur, a lo que se sumo la influencia del Código
Napoleónico, que serviría de modelo a nuestra legislación. Esta ley marca el fin de
una etapa y el comienzo de una nueva. Contiene un estatuto completo sobre el
notariado, con todas las características actuales del notariado latino, disposiciones
que fueron adoptadas por la legislación española y las diversas legislaciones de
América.
CAPITULO II.
EL NOTARIADO EN EL PERU.-
Si bien de las culturas preincas, solo podemos imaginar, o predecir por asimilación
con otras culturas primitivas, no sucede lo mismo con la cultura Inca, de la que si
tenemos algunas referencias como la que nos trae Pedro Cieza de León, en sus
Crónicas del Perú: "Para muchos efectos concuerdan los Orejones que en el Cuzco
me dieron la relación, que antiguamente, en tiempo de los reyes incas, se mandaba
por todos los pueblos y provincias del Perú, que los señores principales y sus
delegados supiesen cada año los hombres y mujeres que habían sido muertos, y
todos los que habían nacido; por que así para la paga de los tributos, como para
saber la gente que había para la guerra y lo que podía quedar por defensa del
pueblo, convenía que se tuviese ésta; la cual fácilmente podían saber, porque cada
provincia en fin del año, mandaba asentar en los quipos por la cuenta de sus nudos
todos los hombres que habían muerto en ella en aquel año, y por el consiguiente los
que habían nacido. Y por principio del año que entraba, venían con los quipos al
Cuzco, por donde se entendía, así los que en aquel año habían nacido, como los
que faltaban por ser muertos. Y en esto había gran verdad y certidumbre, sin en
nada haber fraudes ni engaños. Y entendido esto, sabían el señor y los
gobernadores los indios que de éstos eran pobres y las mujeres que eran viudas, y
si bien podían pagar los tributos, y cuanta gente podía salir para la guerra; y otras
muchas cosas que para entre ellos se tenían por muy importantes."
De otro lado, si bien no es de aceptación general no por los historiadores ni por los
científicos, que los quipos hayan constituido una suerte de "escritura", coincidiendo
en su mayoría en que se trataría mas bien de su sistema mnemotécnico, no se
puede dejar de citar a José Fernández Nadal, autor de una gramática quichua, de
comienzos de siglo, que al tratar de los elementos de la lengua de los Yncas, dice.
"Los conocimientos actuales de la Filología son insuficientes, para decidir si también
eran fonéticos, o que representan los sonidos de la voz humana, los signos
ideográficos de la escritura denominada QUIPO, esto es, el sistema usado entre los
Tahuantinsuyanos para perpetuar el pensamiento por medio de la combinación de
hilos de diversos colores" y cita al primer Concilio Provincial Limense que en el
capitulo 37 de la sesión tercera celebrada el 22 de setiembre de 1583 registra la
siguiente prohibición: "Han de evitarse los libros profanos y lascivos. Los libros que
tratan, refieren o enseñan las cosas lascivas y obscenas, cuya lectura suele
fácilmente corromper no solo la fe, sino también las costumbres, debe cuidarse que
sean absolutamente prohibidos, y que aquellos que los retuvieren sean con
severidad castigados por los Obispos; y aunque los escritos, legados por los
Gentiles, son permitidos por la elegancia y pureza de su dicción, con todo eso, no
se consentirá que los muchachos los lean. Y por cuanto entre los Indios, que
desconocieron las letras, se hallan en lugar de libros, ciertos signos, compuestos de
varios ramales, que ellos denominan QUIPOS, y de los cuales no menos resaltan
los monumentos de la superstición antigua, en los que está conservada la memoria
de sus ritos, ceremonias y leyes inicuas, por eso, los Obispos deben cuidar de que
todos esos instrumentos perniciosos sean completamente exterminados."
Los escribanos que trajo Pizarro, intervenían en las actas de fundación de las
ciudades y después tenían por función de autorizar actos y contratos como lo
hacían en España. La legislación aplicada era las siete partidas, la nueva y la
novísima recopilación y las leyes de Indias. Se consideran como en España,
diversas clases de escribanos, algunos radicados en la Metrópoli con funciones en
ella y en las Indias; y desempeñaba funciones o cargos de índole administrativa al
servicio del Rey o de las funciones públicas. Otros, radicados en las Indias, tenían
funciones gubernativas, de justicia, de hacienda pública, eclesiástica y de régimen
municipal y finalmente, las escribanías públicas numerarias, estos últimos los que
ejercían la función del notario actual. A pesar de considerarse esta muchas clases
de escribanos, por la legislación española que fue a que se aplico en nuestro medio,
esencialmente se trasplantó de España dos tipos de notarios a las Indias, los
Escribanos de Reinos o Escribanos de Indias, y los Escribanos del Número o
Escribanos Públicos. Los primeros carecían de oficio propio y de registro o protocolo
y por tanto sus funciones se limitaron a determinadas comisiones dadas por los
escribanos públicos como notificaciones, embargos, etc. Y por ello se les llamó
también Escribanos de Diligencia. El Notario del Número, fue el que
verdaderamente ejerció la función notarial pues tenia a su cargo la escribanía del
número con facultad de actuar a requerimiento de los interesados en la facción de
escrituras, autorización y otorgamiento de actos y contratos privados, que asentaba
en su registro o protocolo.
Los requisitos para ser escribano estaban previsto en las Leyes de España y la
designación correspondía al Rey, pero en razón de las distancias y dificultades de
comunicación y transporte, el nombramiento fue practicado por los Virreyes,
Gobernadores, Audiencias y otros organismos gubernamentales, lo cual fue
prohibido en 1680 por la Ley I de Indias, Titulo VIII del libro V, de la Recopilación de
las Leyes de Indias, con una excepción para el caso de que fuera necesario
nombrarlos para nuevos territorios descubiertos o nuevas ciudades fundadas,
mientras el Rey hacia el nombramiento de oficio. El nombrado tenia que someterse
a un examen por la Audiencia y pagar una fianza. Los oficios podían ser vendidos,
por lo que fue costumbre sacar a licitación las vacantes para otorgarlas al mejor
postor, y a pesar de estar expresamente prohibida la venta de oficios, no se cumplía
con la prohibición porque era una forma de obtener recursos fiscales.
Tenemos noticia de algunos escribanos, porque sus registros se conservan como
Domingo de Presa, Ruy Díaz, Juan Tello, Antonio Picardo. Y como nota curiosa, no
está de más señalar que los primeros notarios que aparecen en Arequipa son
Alonso de Luque (1539 a 1544), Antonio Ceron (1548), Gaspar Hernándes (1549),
encontrándose en el Archivo Departamental de Arequipa el registro de este último
compuesto de 469 escrituras.
En el año de 1889, se dio una disposición sobre aranceles judiciales y en ella por
primera vez se denomina a los funcionarios de la fe pública como NOTARIOS,
nombre que será ratificado por la ley de 4 de octubre de 1902.
Estas disposiciones estuvieron vigentes hasta 1912, 28 de julio, fecha que entró en
vigencia la ley 1510 promulgada el 15 de diciembre de 1911, productos de una
comisión conformada por juristas como Luis Felipe Villarán, Francisco Eguiguren,
J.Matias Manzanilla, Manuel Vicente Villaran, Alfredo Solf y Muro, entre otros. A
partir de su puesta en vigencia, se inicia el proceso de independización de la función
notarial del ámbito judicial, estableciéndose la diferencia entre la función notarial y la
jurisdiccional, se consolida definitivamente la denominación de Notario para la
persona depositaria de la fe pública, permitiendo la diferenciación entre los
escribanos, auxiliares de justicia, hoy secretarios de juzgado, con los Notarios.
Consta de ocho títulos y 96 artículos y con muy pocas modificaciones, más que todo
adecuaciones a las nuevas circunstancias, tuvo vigencia hasta el año de 1992.
El 27 de diciembre de 1992, fue promulgada la Ley 26002, Ley del Notariado, sobre
la base de diversos proyectos presentados por el Colegio de Notarios de Lima, la
Junta de Decanos de los Colegios de Notarios y diversos grupos políticos,
considerando que la ley 1510 no respondía a las actuales necesidades del ejercicio
de la función notarial y tratando de dotar a esta institución de una ley acorde a los
nuevos tiempos y circunstancias de nuestro país. Pero no siempre se basaron estos
proyectos en buenas intenciones, por un desconocimiento de la función notarial y su
importancia, en algunos casos y por hacer eco de las tendencias anglófilas o
sajonizantes, la legislación de nuestra patria en general, se vio invadida de
disposiciones tomadas del derecho sajón, por mera imitación a lo que se considera
mejor o más perfecto por provenir de países o realidades donde existe un mayor
desarrollo tecnológico y económico, olvidándose muchas veces de la especial
idiosincrasia de los peruanos. Después de arduos debates en las cámaras y de no
pocas concesiones de los defensores de la función notarial del sistema latino en
nuestra patria, se promulgó la ley que ahora rige la función notarial, ley que desde
su promulgación sufrio muy pocas modificaciones.
Después de continuos reclamos por parte del Notariado Peruano, para que se
incluyera en la función notarial, los asuntos de la llamada jurisdicción voluntaria, por
los beneficios que esto representa para el ciudadano usuario del servicio, en cuanto
a ahorro en costos y tiempo, entre discusiones y recortes, se dio el 22 de setiembre
de 1996 la Ley 26662 Ley de Competencia Notarial en Asuntos No Contenciosos.
Consta de siete títulos: Titulo I Disposiciones Generales. Titulo II Rectificación de
Partidas. Titulo III Adopción de Personas Capaces. Titulo IV Patrimonio Familiar.
Titulo V Inventarios. Titulo VI Comprobación de Testamentos Cerrados. Titulo VII
Sucesión Intestada. Todo ello en 44 artículos tres disposiciones complementarias y
tres disposiciones finales.
III.1. Generalidades.
-Características.
III.1.- Generalidades.-
Los países que pertenecen a este sistema son Inglaterra, Estados Unidos, con
excepción del Estados Louisiana, que pertenece al sistema latino; y en América del
Sur, el notariado venezolano.
Los países que siguen este sistema son entre otros, en Europa: Francia, Italia,
Portugal, Alemania, Austria, Holanda, Estado Vaticano, Luxemburgo, algunos
cantones suizos, Grecia, Polonia, Rusia; en Asia, Turkía, Japón; y, en América:
Argentina, Brasil, Bolivia, Canadá, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador,
Guatemala, Haití, Honduras, Louisiana (EEUU), Méjico, Paraguay, Perú, Puerto
Rico y Uruguay.
CAPITULO IV. -
Sin embargo podemos afirmar que la función notarial es la autoridad del Estado,
puesta al servicio de las convenciones particulares y esta se realiza por medio de
los funcionarios públicos autorizados para ponerla en practica, a requerimiento de
parte, guardando las normas que establecen procedimientos tal especiales como
característicos; como lo señala José Máximo Paz. O también podemos decir que es
una exteriorización documentada y autenticada de una manifestación de voluntad,
con la intervención de un funcionario público, en la que se establecen, crean,
modifican o extinguen relaciones jurídicas, o por la que se hace constar la existencia
de hechos o actos que afectan tales relaciones.
Esta función emana del concepto de soberanía del Estado, cae dentro del campo
del poder Ejecutivo de éste y se caracteriza porque convierte al acto jurídico en
autentico, cierto y exigible.
Podemos resumir diciendo que hay tres elementos que surgen de todo lo dicho, y
que concurren en la función notarial: la función surge con la necesidad social de
contar con una prueba cierta e indiscutible de sus convenciones, la
necesidad de un colaborador con el desarrollo normal de las reglas jurídicas
que regulan tales convenciones y la necesidad de un colaborador para la
producción formal del negocio que garantice su eficacia.
Como dice Enrique Giménez Arnau, " En definitiva, entre las tres posiciones no hay
incompatibilidad: de las tres resulta que el Notario es un funcionario que, por
delegación del Estado, ejerce una función cuya finalidad es contribuir a la normal
realización del derecho".
- TEORIA FUNCIONARISTA
TEORIA PROFESIONISTA
El hecho de recibir, interpretar y dar forma a la voluntad de las partes es un
quehacer eminentemente profesional y técnico.
TEORIA ECLECTICA
El notario ejerce una función publica sui generis, porque es independiente, no esta
ligado a la administración publica, sin embargo, tiene respaldo del estado por la
veracidad, legalidad y autenticidad que otorga.
TEORIA AUTONOMISTA
Se confía en la capacidad del profesional que ejerce la función como conocedor del
derecho.
TEORIA DE LA FE PUBLICA
TEORIA DE LA FORMA
Considera que la función consiste en dar forma a los actos jurídicos sea porque lo
exige la ley o porque lo quieren las partes.
Pero desde la perspectiva que la función notarial tiene por finalidad la protección y
seguridad de los derechos jurídicos, autorizándolos y dándoles forma, y también
intervenir en la creación y en el ejercicio y extinción de derechos y relaciones
jurídicas, se establece un parentesco con la jurisdicción contenciosa ya que ambas
tienen esa finalidad para asegurar la eficacia de los derechos y servir así a la
justicia, pero en un caso, función notarial, de forma preventiva y en el otro de forma
reparadora. A la primera se accede por decisión o voluntad de las partes, a la
segunda por imperio de la ley.
Sin embargo, no todos los actos de jurisdicción voluntaria son función notarial, ni
toda función notarial es jurisdicción voluntaria.
IV.3. Fe Pública.-
Entendemos por fe, tanto una creencia, como una convicción, una persuasión,
certeza, seguridad o confianza; que responde a una relación de verdad entre el
hecho y lo que se dice del hecho y que puede depender de cada sujeto, en cuyo
caso estamos frente a un caso de fe individual y cuando expresa el sentir de una
colectividad o una sociedad, estamos frente a la fe publica.
El hombre para alcanzar la certidumbre se vale de medios intrínsecos, que son una
serie de procesos intelectuales relacionados con el conocimiento, la inteligencia y la
voluntad. Y, otros medios extrínsecos como los sentidos externos y la autoridad
humana. El hombre es un ser limitado en el tiempo y en el espacio, de allí que no le
sería posible conocer de manera directa y a través de sus sentidos, otras realidades
o verdades que se encuentren fuera de la esfera o fuera del alcance de sus
sentidos; y si solo creyera lo que directamente percibe, su patrimonio intelectual
sería escaso y reducido. De allí la necesidad de creer o tener en fe en hechos,
situaciones o dichos que escapan a su limitada esfera sensorial, aquellos que nos
llegan a través del dicho ajeno, de la experiencia de otros, como las tradiciones, los
testimonios, o por la credibilidad que atribuimos a determinados documentos que a
su vez son pruebas de otros hechos.
• FE PUBLICA Y VERDAD
•
• LA FE PUBLICA NO NECESARIAMENTE ES SINONIMO DE VERDAD.
• EN UNA ESCRITURA, SERA SINONIMO DE VERDAD, LA MANIFESTACION DE
VOLUNTAD, SU OTORGAMIENTO, LA FECHA, ETC.
• PERO LA SOLA MANIFESTACION DE VOLUNTAD PUEDE TENER UNA RESERVA DE LAS
PARTES Y CONTENER UN HECHO NO VERDADERO.
• AUN LA VERDAD DE LA ASEVERACION NOTARIAL QUEDARA SOMETIDA A LAS
IMPUGNACIONES DE LA FALSEDAD O SIMULACION.
•
• LA FE PUBLICA Y LA PLENA FE
•
• PLENA FE Y FE PUBLICA TAMPOCO SON SINONIMOS.
• LA PLENA FE ES UNA MEDIDA DE EFICACIA PROBATORIA. LA MAXIMA MEDIDA DE
EFICACIA PROBATORIA.
• LA FE PUBLICA ES UNA CALIDAD (AUTORIDAD) DEL DOCUMENTO, DERIVADA DEL
HECHO DE LA PARTICIPACION DEL NOTARIO.
•
• CONCLUSIONES:
•
• A) LA FE PUBLICA NO ES UN ESTADO DE CREENCIA COLECTIVA Y CUANDO EL
CODIGO PENAL REPRIME CIERTAS CONDUCTAS POR CONSIDERARLAS
ATENTATORIAS A LA FE PUBLICA, SE REFIERE A LA BUENE FE.
• B) LA BUENA FE Y LA FE PUBLICA NO DEBEN SER CONFUNDIDAS. LA BUENA FE ES
UNA CREENCIA. LA FE PUBLICA ES CALIDAD Y AUTORIDAD DE UNA ATESTACION.
• C) EL CONTENIDO DE LA FE PUBLICA NO ES, NECESARIAMENTE UN CONTENIDO DE
VERDAD. EN ALGUNOS CASOS EL DERECHO LIMITA LA EFICACIA DE LA ATESTACION.
• D) TAMPOCO FE PUBLICA ES SINONIMO DE PLENA FE. LA LEY OTORGA EFICACIA DE
PLENA FE A LOS ACTOS OFICIALES REGULARMENTE EXPEDIDOS. PERO ESA FE NO
ES LA FE PUBLICA. LA PLENA FE ES UNA MEDIDA DE EFICACIA Y NO UNA CALIDAD
DEL DOCUMENTO.
• CARACTERES DE LA FE PUBLICA