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ESTRATEGIAS DE CRECIMIENTO POBLACIONAL “R” Y “K”. CURVAS DE SUPERVIVENCIA.

El número de individuos de las poblaciones está en relación directa con su capacidad de reproducirse,
pero condicionado por las características del ambiente en el cual se desarrolla cada especie.
Consecuente con ello, los diferentes organismos, animales o vegetales, utilizan variadas estrategias
de sobrevivencia para conservar su población.
Al respecto, los científicos han expresado la llamada teoría de la selección r/K, según la cual las
fuerzas evolutivas operan en dos direcciones diferentes: r o K en relación con la probabilidad de
supervivencia de individuos de diferentes especies de plantas y animales.
Esto signifca que algunos organismos utilizan lo que se define como la estrategia r, y otros la estrategia
K, donde las letras r y K provienen de los símbolos utilizados para representar la rapidez o tasa de
reproducción (r), y la capacidad de carga del ambiente (K).

ESTRATEGIA K
Propia de organismos de ambientes estables, con una tasa reproductiva baja, que producen un
pequeño número de crías a las que ofrecen cuidados paternos, lo que reduce su mortalidad al mínimo.
Esto significa que se trata de organismos que invierten gran cantidad de recursos en unos pocos
descendientes, cada uno de los cuales tiene una alta probabilidad de supervivencia. Esta estrategia
puede resultar exitosa, pero hace a la especie vulnerable respecto a la suerte de un pequeño número
de individuos.
Generalmente son especies de grandes dimensiones corporales, con edad prolongada y reproducción
tardía, que desarrollan mecanismos defensivos y que suelen enfrentar competencia interespecífica.
Su curva de sobrevivencia característica es de tipo convexo.
Entre los estrategas K se encuentra la mayor parte de los mamíferos, como los elefantes, el
rinoceronte, la jirafa, el ganado y los seres humanos. También árboles con pocas semillas, grandes,
ricas en nutrientes, cargadas de alcaloides o con defensas mecánicas (espinas, cortezas duras, etc.),
son típicas de estrategia K, v. gr., palma de coco, aguacate, zapote.
Por su estrecha dependencia en el hábitat, y su poca facilidad para adaptarse a nuevas situaciones,
las especies en peligro de extinción son por lo general estrategas K. Por el número bajo de individuos
y la lentitud de su reproducción, los estrategas K rara vez sirven de fuente principal de alimento para
otras especies bajo condiciones naturales.
Debemos notar que aves y mamíferos que invierten tiempo y energía en el cuidado de sus hijos,
durante períodos prolongados, son el ejemplo clásico de los estrategas K.

ESTRATEGIA R
Típica de organismos cuyo hábitat es inestable, tiene una tasa de reproducción elevada, produciendo
un gran número de crías. Sin embargo, no proporcionan cuidados paternos, por lo cual se observa una
gran mortalidad.
Suelen ser especies de tamaño pequeño, con edad corta y de reproducción temprana. No desarrollan
mecanismos defensivos y suelen enfrentar competencia intraespecífica.
Su curva de sobrevivencia es de tipo cóncavo.
Ejemplos: roedores, tortuga marina, insectos. Las plantas anuales o perennes, con abundantes
semillas, pequeñas, sin compuestos secundarios ni otras defensas contra la depredación son típicas
de estrategia r, v. gr., pinos, robles, ceibas, pastos y yerbas en general. En forma análoga, lo hacen
los invertebrados terrestres y acuáticos, muchas especies de peces, producen innumerables
propágulos que se dispersan pasivamente, sufren altas tasas de depredación.
La población de estas especies consideradas estrategas r depende mayormente de la rapidez con que
se reproducen, y no de la capacidad de carga del hábitat. Las mismas sirven por lo general de fuente
de alimento para las especies consideradas como estrategas K.
Una acotación: Los ejemplos entregados, en ambas estrategias, subrayan el hecho de que r y K son
extremos de un espectro de adaptaciones; de hecho, la mayoría de las especies tanto de plantas como
de animales emplean estrategias intermedias.

CURVA DE SUPERVIVENCIA
Son las representaciones gráficas de los índices de sobrevivencia y muestran cuál es la edad más
vulnerable de una esepcie: es decir, cuándo tienen menos posibilidades de sobrevivir y mayor
mortalidad.
Existen tres tipos de durvas de sobrevivencia: convexa o Tipo I, recta o Tipo II y cóncava o Tipo III.
Convexa o Tipo I: es común en poblaciones donde la mortalidad se acentúa cuando los organismos
alcanzan el estado adulto, y se la conoce como de pérdidas tardías, pues son los individuos de mayor
edad los más vulnerables. El ser humano y muchos mamíferos de gran talla muestran este tipo de
curva.
Recta o Tipo II: característica de sobrevivencia de las poblaciones con una mortalidad constante
durante su vida. Es el caso de la hidra, algunas plantas como las palmas o de muchas aves.
Cóncava o Tipo III: Característica de poblaciones con un alto índice de mortalidad en atapas jóvenes.
Por ejemplo: las de muchos invertebrados, entre ellos los moluscos e insectos; de vertebrados
comoolos peces, y las plantas que producen numerosas semillas pero cuya descendencia en su
mayoría no sobrevive.

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