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La primera de las cuatro etapas de Piaget para describir el desarrollo cognoscitivo es la ETAPA
SENSORIO-MOTRIZ. Abarca desde el nacimiento hasta aproximadamente los dos años. Durante esta
etapa los niños desarrollan el conocimiento sobre sí mismos y su mundo a través de las actividades
sensoriales y motrices. Durante esta etapa, las estructuras cognoscitivas iniciales con las cuales nacen
los niños que son los esquemas reflejos (succión, visión, audición y prensión), se convierten en
esquemas voluntarios, los cuales cada vez son más complejos y elaborados, para luego dar paso a las
reacciones circulares primarias, secundarias y terciarias, hasta llegar al desarrollo de la capacidad de
representación, que posibilita la imitación diferida, el juego simbólico y la resolución de problemas.
Pasar de la conducta refleja al pensamiento es un proceso largo y lento. Durante los primeros 18 meses
de vida los niños conocen su mundo a través de sus sentidos y movimientos; entre los 18 y 24 meses
desarrollan el pensamiento conceptual.
La ETAPA SENSORIO-MOTRIZ. consta de 6 subetapas, las cuales se suceden una a otra en la medida que
los esquemas se hacen más complejos. Los esquemas son patrones de organización del pensamiento y
de las acciones. Durante las primeras cinco sub-etapas, los niños desarrollan la capacidad de coordinar la
información que obtienen a través de sus sentidos, y desarrollan la capacidad de organizar sus
actividades en relación con su mundo. En la última sub-etapa pasan de un conocimiento por ensayo y
error al uso de símbolos y conceptos para resolver problemas
Abarca las primeras cuatro semanas de vida. Ejercicio de los reflejos. Progresivamente el niño va
desarrollando control sobre sus actividades reflejas. Los esquemas reflejos son la base de la inteligencia:
succión, visión, audición y prensión. Los esquemas reflejos están determinados biológicamente. “Los
neonatos empiezan a ejercer cierto control sobre los reflejos innatos y realizan una conducta cuando el
estímulo normal no está presente. Por ejemplo, los neonatos succionan por reflejo cuando se tocan sus
labios . Pero, pronto aprenden a encontrar el pezón aunque no lo toquen e incluso succionan cuando no
tienen hambre” Papalia .
SEGUNDA SUB-ETAPA: REACCIONES CIRCULARES PRIMARIAS
Entre el primer y el 4to. mes de vida. Las reacciones circulares primarias son acciones voluntarias que
los niños repiten. Son acciones centradas más en el propio cuerpo que en sus efectos sobre el mundo.
Durante este período ocurren las primeras adaptaciones (asimilaciones y acomodaciones) (por ejemplo:
succionar distintos objetos de manera diferente). Los niños comienzan a coordinar la información de los
sentidos (actividad sensorial) y a tomar objetos (actividad motora). “ los bebes aprenden a repetir de
manera deliberada una sensación corpórea agradable que primero ocurrió al azar… Por ejemplo, cuando
le dan la mamila, Dylan (que por lo general toma pecho) puede adaptarse para succionar el chupón de
hule” Papalia.
Definición de reacciones circulares: “ Término de Piaget para denominar los procesos por los cuales un
infante aprende a reproducir las situaciones deseadas (agradables o interesantes), que primero
descubrió por accidente o casualidad.”
Entre los 4 y los 8 meses de vida. Se interesan más por el ambiente. Los niños a través de sus acciones
demuestran interés en manipular objetos y conocer sus propiedades. Los niños repiten de manera
voluntaria las acciones que producen resultados interesantes (por ejemplo: agitar un sonajero). Los
niños ponen en práctica las acciones desarrolladas. Las acciones son voluntarias pero no enfocadas aún
en una meta. Durante esta etapa se inicia la construcción de la permanencia del objeto.
Entre los 8 y los 12 de meses de vida. Las acciones son más deliberadas e intencionales. Se evidencia la
coordinación de esquemas desarrollados para alcanzar metas (ver un objeto-gatear para alcanzarlo-
tomar el objeto). Los niños pueden anticipar los sucesos. Los niños buscan los objetos donde los vieron
antes de ver que las escondieron, aún si después observaron que las cambiaron de lugar.
Entre los 12 y los 18 meses de vida. Los niños muestran curiosidad y experimentan, son más activos
(experiencia física con los objetos). De manera deliberada varían sus acciones para ver resultados.
Exploran activamente su mundo para determinar qué tiene de nuevo un objeto, suceso o situación.
Ensayan actividades nuevas y resuelven problemas por ensayo y error. Modifican una acción para
obtener un resultado semejante. En relación a la permanencia de objetos, según Piaget : buscan un
objeto en el último lugar en el que lo vieron.
SEXTA SUB-ETAPA: COMBINACIONES MENTALES
1. IMITACIÓN.
La imitación es una forma importante para desarrollar la inteligencia; adquiere valor hacia el final del
primer año, cuando el niño ensaya habilidades nuevas.
a) Imitación visible. Imitación con partes del cuerpo que el niño ve, como las manos y pies.
b) Imitación invisible. Imitación con partes del cuerpo que el niño no ve, como la boca, (a partir de los 9
meses).
Saber o conocer que un objeto o persona existe aun cuando no está en el campo visual. Se desarrolla de
manera gradual entre la tercera y la sexta subetapa.
3. DESARROLLO SIMBÓLICO.
Implica la capacidad de simbolizar la realidad, implica asociar objetos y símbolos. Simbolizar es darle
nombre a los objetos del mundo. Depende de la capacidad de representación mental. Depende del
pensamiento representacional, que se desarrolla en la sexta subetapa, entre los 18 y 24 meses.
4. CATEGORIZACIÓN.
Capacidad para clasificar objetos por su función. Depende del pensamiento representacional, que se
desarrolla en la sexta subetapa, entre los 18 y 24 meses . “Dividir el mundo en categorías significativas
es vital para pensar en los objetos o conceptos y sus relaciones. Es la base del lenguaje , razonamiento,
solución de problemas y memoria; sin esta capacidad el mundo sería caótico y sin sentido.” (Rakison
2005)
5. CAUSALIDAD.
Capacidad que se desarrolla de manera progresiva entre los 6 y los 12 meses, basada en el
descubrimiento del niño de los efectos de sus acciones. “Se basa en el principio de que los sucesos
tienen causas identificables, es importante porque así las personas pueden predecir y controlar su
mundo”Papalia
6. NOCIÓN DE NÚMERO.
Esta capacidad depende del uso de símbolos, que se desarrolla en la sexta subetapa, entre los 18 y 24
meses.
La noción de permanencia del objeto es una estructura cognoscitiva que se desarrolla de manera
gradual durante la etapa sensorio motriz, totalmente operacional entre los 18 y 24 meses. Es la
comprensión de que un objeto o persona sigue existiendo aún cuando no está a la vista.
PREGUNTAS CLAVES:
¿Cómo explica Piaget el desarrollo cognoscitivo en los primeros tres años de vida?
Aunque los niños comparten patrones comunes de desarrollo, desde el nacimiento cada niño muestra
una personalidad distinta. La personalidad se puede definir como una integración relativamente
constante de emociones, temperamento, pensamiento y conducta que hace única e irrepetible a cada
persona. La personalidad incluye formas características de SENTIR, PENSAR y ACTUAR, que reflejan
influencias de factores biológicos y factores ambientales; estas características repercuten en la manera
en que las personas responden a las otras personas y se adaptan a su ambiente. Desde la infancia, el
desarrollo de la personalidad se entrelaza con las relaciones sociales; esta combinación es llamada
Desarrollo Psicosocial.
1. EMOCIONES. Las emociones son reacciones subjetivas ante diversas experiencias que se asocian con
cambios fisiológicos y conductuales. Las personas difieren en la frecuencia con que experimentan una
emoción particular, en los tipos de sucesos que las producen, en las manifestaciones físicas que
muestran y en la manera en que actúan como consecuencia a lo que experimentan emocionalmente. La
cultura influye en lo que sienten las personas acerca de una situación y en la forma en que expresan sus
emociones.
LOS PRIMEROS SIGNOS DE EMOCIONES son el llanto, la risa y la sonrisa y representan los indicadores
más importantes del desarrollo psicosocial en los primeros meses de vida. Otros indicadores son las
expresiones faciales, la actividad motriz, el lenguaje corporal y los cambios fisiológicos.
Llanto. Es la manera más eficaz en que los niños pueden comunicar sus necesidades. Se han identificado
cuatro patrones de llanto: de hambre, de enojo, de dolor y de frustración.
Sonrisas y risas. Las primeras risas y sonrisas ocurren de manera espontánea como resultado de la
actividad subcortical, son involuntarias y aparecen durante el sueño; pierden frecuencia en la medida
que madura la corteza. Las primeras sonrisas de vigilia pueden ser provocadas por sensaciones suaves.
En la tercera semana, casi todos los bebés empiezan a sonreír cuando están alertas y prestan atención a
la voz y gestos del cuidador. Aproximadamente partir de la 5ta semana aparecen las sonrisas sociales.
Durante el 2do. mes, a medida que se desarrolla el reconocimiento visual, los niños sonríen más ante
ciertos estímulos visuales, como los rostros familiares. En el cuarto mes, los bebés se ríen a carcajadas
cuando los besan o les hacen cosquillas en el estómago.
El desarrollo emocional es un proceso ordenado que despliega una serie de emociones complejas a
partir de otras más simples. Después del nacimiento los niños muestran signos de satisfacción, interés y
aflicción. Son respuestas reflejas, difusas, principalmente fisiológicas a la estimulación sensorial o a
procesos internos. Durante los siguientes seis meses, esos primeros estados emocionales se diferencian
en verdaderas emociones.
EMOCIONES BÁSICAS o Primarias. (Alegría, Sorpresa, Tristeza, Repugnancia, Enojo, Temor). Durante los
primeros seis meses, los primeros signos de emociones empiezan a diferenciarse en verdaderas
emociones como reacciones a sucesos que tienen significado para el niño. Estas emociones básicas o
primarias están relacionadas con la maduración neurológica.
EMOCIONES AUTOCONSCIENTES. (Bochorno, Empatía, Envidia). Aparecen después que los niños han
desarrollado la conciencia del sí mismo (conocimiento que poseen una identidad reconocible, separada
y diferente del resto de su mundo). La conciencia del sí mismo parece surgir entre los 15 y los 24 meses
y es necesaria para que los niños puedan percatarse de que no son el centro de atención, puedan
identificarse con lo que otros sienten, puedan desear lo que tienen otras personas.
EMOCIONES AUTOEVALUATIVAS. (Orgullo, Culpa, Vergüenza). Aparecen en los niños alrededor de los 3
años, cuando adquieren la capacidad de evaluar sus pensamientos, sus planes, sus deseos y su conducta
en relación con lo que se considera socialmente apropiado.
PATRONES DE TEMPERAMENTO
Los patrones de temperamento parecen ser en buena medida innatos y tener una base biológica. Por lo
general son estables, pero pueden ser modificados por la experiencia. La bondad del ajuste entre el
temperamento de un niño y las demandas del ambiente contribuye a logar la adaptación.
a) Niños con Temperamento fácil: temperamento por lo general feliz, ritmos biológicos regulares y con
disposición a aceptar las nuevas experiencias. Se adapta pronto a las rutinas.
b) Niños con temperamento difícil: temperamento irritable, ritmos biológicos irregulares y respuestas
emocionales intensas. Se ajusta con lentitud a las nuevas rutinas.
c) Niños con temperamento lento: temperamento por lo general afectuoso, pero vacilante respecto de
la aceptación de nuevas experiencias. Desarrolla de manera gradual un agrado a los nuevos estímulos
después de exposiciones repetidas y sin presión.
3. GENERO. El género es el significado de ser hombre o mujer. Ser hombre o ser mujer influye en el
aspecto físico y en la conducta de las personas (la manera en que se mueven, en cómo y que juegan y en
la forma cómo interactúan). Así mismo el género influye en lo qué piensan de sí mismas y en lo que
otros piensan de ellas. Los padres promueven la tipificación de género, que es el proceso de
socialización mediante el cual los niños aprenden a una edad temprana los roles apropiados de su
propio género.
1. RELACIÓN MADRE-HIJO. Al principio, los cuidados maternos suponen sólo la satisfacción de las
necesidades básicas del niño, pero casi inmediatamente, la relación madre-hijo sobrepasa la satisfacción
de estas necesidades para dar origen a una relación afectiva. La relación madre-hijo es la primera
relación humana desde un punto de vista social y afectivo. Como base del desarrollo afectivo y de la
personalidad debe ser FIRME (fija y segura), ESTABLE (sólida e inalterable) y PERMANENTE (siempre). Es
una relación muy compleja, la madre aporta su carga afectiva, actitudes, valores y creencias; el niño
aporta su temperamento y su aspecto físico. La madre es la intérprete de la percepción, acción y
conocimiento que tiene el niño del mundo. Las prácticas de crianza y el rol de los cuidadores varían de
acuerdo a la cultura y el contexto social. Los niños requieren que se satisfagan de manera adecuada y
oportuna sus necesidades básicas y sus necesidades afectivas. La sensibilidad materna es de vital
importancia. Una madre que responda con prontitud y calidez promueve el desarrollo psicosocial y
cognoscitivo. Por lo que es determinante en el desarrollo de la personalidad la relación madre-hijo.
2. DESARROLLO DEL APEGO. El apego es un vínculo emocional recíproco y duradero entre el niño y su
cuidador primario, cada uno contribuye a enriquecer la calidad de la relación. Desde un punto de vista
evolutivo, el apego tiene un valor adaptativo para el niño, pues asegura la satisfacción de sus
necesidades físicas, psicológicas y sociales. Los niños y los padres tienen una predisposición biológica a
apegarse entre sí, relación que fomenta la supervivencia del niño. Existen diferentes patrones de apego:
apego seguro y apego inseguro; el apego inseguro puede ser evasivo, ambivalente o desorganizado. Los
patrones de apego pueden depender del temperamento del niño así como de la calidad de la crianza y
tienen implicaciones a largo plazo.
EFECTOS A LARGO PLAZO DEL APEGO. La seguridad del apego influye en el desarrollo emocional, social y
cognoscitivo del niño. Mientras más seguro sea el apego de un niño con un adulto cariñoso más
probable será que desarrolle adecuadas y satisfactorias relaciones con otros. Si el niño tuvo una base
segura y pudo contar con la sensibilidad de los padres o cuidadores, suele contar con la confianza
suficiente para tener una participación activa en su mundo. Por lo general, los niños con apego seguro
tienen un vocabulario más amplio. Sus interacciones con sus compañeros son más positivas y es más
probable que sus acercamientos amistosos sean aceptados. Los niños con apego inseguro tienden a
mostrar más emociones negativas (miedo, aflicción e irritabilidad), mientras que los niños con apego
seguro son más alegres. Entre los 3 y los 5 años, por lo general, los niños con apego seguro son más
curiosos, competentes, empáticos y seguros, se llevan mejor con otros niños, sus interacciones con
padres y maestros de preescolar y pares son más positivas; pueden resolver mejor los conflictos y su
autoimagen es más positiva. El apego seguro prepara a los niños para la intimidad de la amistad. En los
años escolares y durante la adolescencia, los niños con apego seguro suelen formar amistades más
estrechas y más estables. El apego seguro también influye en la adultez temprana en la calidad del
apego hacia una pareja romántica.
Freud propuso que la personalidad se forma a partir de los conflictos infantiles inconscientes entre los
impulsos biológicos y las necesidades de la vida civilizada. Estos conflictos ocurren en una secuencia
invariable de cuatro etapas (Oral, Anal, Fálica y Genital); durante estas etapas el placer sensorial pasa de
una zona del cuerpo a otra. En cada etapa cambia la fuente principal de gratificación (o frustración).
ETAPA ORAL. Desde el nacimiento hasta los 12/18 meses. La principal fuente de placer del niño implica
actividades orientadas a la boca (succión y alimentación). Recibir muy poca o demasiada gratificación, se
manifiesta en la personalidad del adulto. Los bebés cuyas necesidades no quedaron satisfechas durante
la etapa oral, al crecer se muerden las uñas, fuman o tienen una personalidad hipercrítica.
ETAPA ANAL. Entre los 18 meses y los 3 años. La principal fuente de placer implica la retención o la
expulsión de las heces. La forma del entrenamiento de los esfínteres repercute en la personalidad del
adulto. Un control de esfínteres muy riguroso podría convertir a un niño en una persona obsesivamente
limpia, se apegaría con rigidez a calendarios y rutinas o sería un provocador desaseado.
CRISIS CONFIANZA vs. DESCONFIANZA. Desde el nacimiento hasta los 12/18 meses. El niño desarrolla un
sentido sobre sí puede o no confiar en el mundo. La clave del desarrollo de la personalidad está en las
experiencias tempranas. Los niños necesitan desarrollar un equilibrio entre la confianza (que les permite
formar relaciones íntimas) y la desconfianza (que los habilita para protegerse). Sí predomina la
confianza, los niños desarrollan la virtud ESPERANZA (la confianza que pueden satisfacer sus
necesidades y cumplir con sus deseos). Si predomina la desconfianza, los niños sentirán que el mundo es
un lugar poco amistoso e impredecible y les resultará difícil establecer relaciones interpersonales. El
elemento crucial para el desarrollo de la confianza es un cuidador atento, sensible y constante. Erikson
consideró que el momento de la alimentación es el escenario para establecer el equilibrio entre la
confianza y la desconfianza.
CRISIS AUTONOMÍA vs. VERGÜENZA Y DUDA. Desde los 12/18 meses hasta los 3 años. El niño desarrolla
un equilibrio entre su autonomía y el control de otros. El niño intenta hacer las cosas por sí mismo, no
solo caminar, sino alimentarse, vestirse y explorar su mundo. La virtud que se desarrolla en esta etapa
es VOLUNTAD. En la medida que el niño es capaz de dar a conocer sus deseos, se vuelve más poderoso.
Pero la libertad ilimitada no es segura ni saludable, por lo que la vergüenza y la duda son necesarias. Los
niños pequeños necesitan que los adultos establezcan límites apropiados y la vergüenza y la duda les
ayuda a reconocer la necesidad de esos límites.
SOCIALIZACIÓN. Es el proceso por el cual los niños desarrollan hábitos, habilidades, valores y motivos
que los convierten en miembros productivos y responsables de la sociedad. Acceder a las expectativas
de los padres es el primer paso hacia el acatamiento de las normas sociales de conducta. La socialización
se basa en la INTERNALIZACION (proceso por el cual los niños durante la socialización aceptan como
propias las normas de conducta de su contexto social). Los niños que socializan con éxito ya no
obedecen las reglas sólo por obtener recompensas o evitar castigos, sino que han hecho suyas las
normas de la sociedad a la que pertenecen. El éxito en el proceso de socialización durante los primeros
tres años de vida está asociado a la relación afectiva del niño con sus cuidadores. El agente socializador
por excelencia en los primeros tres años es la familia, representado básicamente por la relación madre-
hijo.
UNIDAD IV
CARACTERÍSTICAS DEL DESARROLLO EN LA EDAD PREESCOLAR
(INFANCIA TEMPRANA)
Jean Piaget denominó a la niñez temprana como ETAPA PREOPERACIONAL, porque en esta etapa los
niños todavía no están listos para realizar operaciones mentales lógicas. Se extiende aproximadamente
entre los dos y lo siete años, y se caracteriza por la generalización del pensamiento simbólico, o
capacidad representacional, que surgió durante la etapa sensorio-motriz.
AVANCES DEL PENSAMIENTO PREOPERACIONAL. Los avances hacia el pensamiento simbólico son
acompañados por una comprensión cada vez mayor del espacio, la causalidad, las identidades, la
categorización y la noción de número.
1. LA FUNCIÓN SIMBÓLICA. Este logro cognoscitivo permite que sin señal sensorial el niño pueda pensar
en algo. Es la capacidad para usar símbolos o representaciones mentales, palabras, números o imágenes
a las que el niño atribuye significado. El uso de símbolos es una característica universal de la cultura
humana. Sin símbolos las personas no podrían comunicarse de manera verbal. Los símbolos ayudan a los
niños a recordar y pensar en cosas que no están físicamente presentes. Los niños en edad preescolar
demuestran la función simbólica por medio del incremento de la imitación diferida, el juego simbólico y
el lenguaje.
b) Juego simbólico: llamado también juego de fantasía, juego de representación o juego de simulación.
Los niños pueden hacer que un objeto simbolice o represente otra cosa.
2. COMPRENSIÓN DE LOS OBJETOS EN EL ESPACIO. Captar de manera confiable las relaciones entre
dibujos, mapas o modelos a escala con los objetos o espacios que representan.
3. COMPRENSIÓN DE LA CAUSALIDAD. Los niños con pensamiento preoperacional aún no son capaces
de razonar lógicamente acerca de la causalidad. Razonan por transducción, es decir, relacionan
mentalmente dos sucesos, en especial sucesos cercanos en el tiempo, exista o no una relación causal
lógica. Por ejemplo, un niño puede pensar que sus “malos” pensamientos o conductas ocasionaron la
enfermedad de su hermana o el divorcio de sus padres. Los niños preescolares parece que consideran
que todas las relaciones causales son iguales y absolutamente predecibles. A diferencia de los adultos, lo
niños están seguros de que persona que no se lava las manos antes de comer se va enfermar, o que una
persona que salta va a caer.
1. CENTRADO. Esta característica implica la tendencia a centrarse (enfocarse) en una solo aspecto o
característica de la situación o del objeto, ignorando el resto, lo que lleva al niño a conclusiones ilógicas
porque no pueden descentrarse, es decir, pensar en varios aspectos de la situación de manera
simultánea. Esta característica puede limitar el pensamiento de los niños en relación a relaciones
sociales y físicas con los objetos.
2. EGOCENTRICO. Es una forma de centración. Los niños se concentran tanto en su propio punto de vista
que no pueden considerar el de otra persona. El pensamiento egocéntrico es lo que explica por qué a los
pequeños les resulta difícil separar la realidad de aquello que sucede dentro de sus cabecitas y por qué
muestran confusión respecto a qué causa los eventos de su mundo. El pensamiento egocéntrico se
expresa a través del animismo y el artificialismo.
3. IRREVERSIBILIDAD. El niño no puede entender que algunas operaciones o acciones pueden revertirse
para restablecer la situación original.
4. CENTRACIÓN EN LOS ESTADOS MÁS QUE EN LAS TRANSFORMACIONES. Los niños no pueden
entender la importancia de las transformaciones entre los estados.
PREGUNTA CLAVES.
¿Cuáles son los avances cognoscitivos del pensamiento de los niños en edad preescolar?
¿Cuáles son los aspectos inmaduros característicos del pensamiento de los niños en edad preescolar?
CARACTERÍSTICAS DEL DESARROLLO PSICOSOCIAL EN LA EDAD PREESCOLAR
2. AUTOESTIMA. Por lo general, los niños pequeños no hablan acerca de un concepto de autoestima
sino hasta los 8 años. Pero, los niños menores demuestran con su conducta que poseen este concepto.
Se autoperciben de manera positiva o negativa en aspectos tales como apariencia física, competencia
escolar, aceptación social y comportamiento. Entre los 5 y los 7 años, la autoestima de los niños no se
basa necesariamente en la realidad; tienden a aceptar los juicios de los adultos, que por lo general les
proporciona retroalimentación positiva y acrítica, por lo que pueden sobreestimar sus capacidades. El
autoconcepto y la autoestima en la niñez temprana tienden a ser de todo o nada, “soy bueno” o “soy
malo”.
La necesidad de lidiar con sentimientos contradictorios acerca del yo está en el centro de la tercera
etapa del desarrollo de la personalidad descrita por Erikson. El conflicto surge del deseo cada vez mayor
de planear y realizar actividades y de los crecientes remordimientos de conciencia ante este deseo. Los
niños en edad preescolar pueden y quieren hacer cada vez más cosas. Al mismo tiempo están
aprendiendo que algunas cosas obtienen aprobación social pero otras no. Los niños que aprenden cómo
regular esos impulsos contrarios desarrollan la virtud del propósito, el valor de prever y perseguir metas
sin inhibirse demasiado por la culpa o el temor al castigo.
De acuerdo a Freud, durante la edad preescolar, los varones desarrollan apego sexual a su madre y las
niñas a su padre y sienten impulsos agresivos contra el padre del otro sexo, al que consideran un rival. A
estos fenómenos Freud los denominó Complejo de Edipo y Complejo de Electra, respectivamente. A
final de los años preescolares, los niños resuelven la ansiedad que les ocasionan estos sentimientos
cuando lograr identificarse con el padre del mismo sexo.
El desarrollo social se manifiesta a través de un proceso de socialización, por medio del cual el niño
adquiere aquellos de patrones de conducta social que son aceptados por su contexto social. El niño
aprende las conductas sociales adaptándose a las normas de la familia y del grupo social. La socialización
está determinada por la influencia cultural influyendo sobre aspectos como la motivación, las actitudes y
los valores. Al comienzo el entrenamiento o socialización se concentra en la inhibición y restricción de
conductas no adecuadas o no aceptadas por el contexto familiar y social. Se enseña al niño a controlar
esfínteres, a desarrollar los hábitos de higiene y aseo, hábitos de alimentación, al control de las rabietas,
a no destruir los juguetes. El éxito del entrenamiento social en los años preescolares está directamente
relacionado con las características de las relaciones entre los niños y sus padres, y de los motivos que lo
lleven a complacerlos y a evitar el sentimiento de rechazo que produce el castigo. La aceptación, el
respeto y la tolerancia respecto a las exploraciones y autonomía del niño desarrollarán su confianza,
espontaneidad e independencia. El principal agente socializador durante los años preescolares está
representado por el contexto familiar.
EL JUEGO: EL TRABAJO DE LA NIÑEZ TEMPRANA. El juego es una actividad que le permite al niño
“crecer” y afianzar su desarrollo motor, cognitivo, social y afectivo. A través del juego el niño aprende a
utilizar sus músculos y a controlar sus movimientos; descubre cómo es el mundo, adquiere destrezas y
aprende cuáles son las situaciones en las que puede utilizarlas. El juego es una forma de consolidar y
ampliar conceptos, y un medio para integrar el pensamiento a la acción. La forma como el niño juega
expresa su desarrollo cognoscitivo; el niño juega con objetos que no existen, inventa, crea, juega con su
imaginación. Los cambios en la conducta social del niño observados a través del juego, pueden atribuirse
en parte al aumento de la capacidad de participar en actividades más complejas, cooperativas, y a la
presión del grupo (padres, maestros y pares) para que participe. El juego es una de las primeras y más
importantes expresiones de participación social en el desarrollo humano. A través del juego, los niños
desarrollan madurez, hacen frente a emociones complejas y expresan sus conflictos.
PREGUNTAS CLAVES
¿Cómo juegan los preescolares? Cómo contribuye el juego al desarrollo y cómo lo refleja?