¿EL fin de la Ilustración?

La duda radical de l posibilidad de una historia científica está estrechamente ligada al creciente
malestar provocado en la sociedad y las culturas modernas. Esta sociedad ha sido consederada
como el legado de la ilustración, la cual fue entendida originariamente como una emancipación.
Que debía llevarse a cabo en el enfrentamiento guiado por la razón.
La crítica al carácter emancipador de la Ilustración y a su idea de hombres iguales derechos
procedió de pensadores que, desde un punto de vista elitista, rechazaban tales ideales, como así
también la noción de superación de la violencia.
La crítica a la Ilustración fue luego adoptada por los representantes de la Teoría Crítica
(Horheimer y Adorno), quienes veían en la razón el instrumento con que los hombres dominan
la naturaleza, sino también a los hombres. La razón se habría convertido en un nuevo mito.
Esta nueva actitud crítica frente al mundo moderno determina una gran parte de la nueva
historiografía antropológico cultural. Las nuevas tendencias rechazan las ideologías que
pretenden arreglar el mundo, las cuales, en su opinión, han conducido a los sistemas totalitarios
del siglo XX.
La nueva historiografía se ha comprometido con el objetivo de un mundo más humano en el que
hay lugar para las ideas ilustradas de una sociedad de hombres autónomos.
Esta nueva historiografía no ha renunciado científicamente del pasado, peor es consciente de la
complejidad del pasado y su investigación, particularmente en la necesidad de penetrar en las
estructuras profundas de la conciencia y del comportamiento humanos
La multiplicidad de estrategias de investigación y de perspectivas cognitivas a finales del siglo
XX son una ganancia y han enriquecido nuestro acceso el mundo histórico