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NOMBRE: LUIS GILBERTO ARANGO GUTIERREZ

CICLO: 4

CIUDAD: BOGOTA

TELEFONO: 7140577

CELULAR: 313 7943762

SEDE: CHICALA
LA CRONICA

Género literario que se basa en los hechos verdaderos


relacionados con la historia. Los eventos que se relatan en las
crónicas son presentados de manera cronológica, de tal forma
que el lector pueda saber el origen de ciertos hechos y el final de
los mismos. Es decir, que la crónica narra un evento ocurrido en
el tiempo específico, descubriendo como sucedió desde el inicio
hasta el fin.

Las crónicas son escritos, por lo general, por personas que han
sido testigo ocular de hechos o por contemporáneas que han
registrado cada detalle que ha visto. Para redactar una crónica es
necesario utilizar un lenguaje sencillo, directo, dándole un toque
personal y adoptando un lenguaje literario, haciendo énfasis en
descripciones.
CRÓNICA DE UNA TRAGEDIA ANUNCIADA

Tenemos noticia de miles de militantes perseguidos por


dictaduras que implantaron regímenes de terror, hambre,
enfermedad. Gentes que buscan nuevos horizontes económicos
ante la falta de empleo o miseria.

Miguel salió de Venezuela, recuerda hoy como su país, era uno


de los mas ricos poseedor de petróleo, se daba el lujo de adquirir
gasolina barata.

Poseía una gran casa, tiene tres hijos con su esposa y una gran
carrera militar. Un día se levantó con un Gobierno Castrista
comandado por Maduro, atacando empresas, su casa también y
sembró en él y su familia, el miedo, y se revelaba con el gobierno
por el puesto que ocupaba y que le permitía vivir muy cómodo él
y su familia.

Un día vi a mis compatriotas tener hambre, estar enfermos, así


tuviéramos una carrera universitaria no valía mucho. Salía a
caminar en las calles de Venezuela y ver caras de las personas
hizo cambiar mi forma de pensar, me revelé y ya la vida buena
no era igual, me persiguieron y reprimieron junto con el vecino
de la tienda de abarrotes, la fama, una panadería que quedaba
en una de las esquinas.

Dejé a mi esposa, pasé a Colombia lleno de sueños y esperanzas


y es demasiado duro el cansancio, el frío, el calor, la lluvia y la
indiferencia de algunas personas. Llegué en el 2018 en
Diciembre, yo corrí con suerte, en Enero una persona me ofreció
trabajo en una fábrica de pantalones; gano muy poco pero trato
de poder mandar algo de dinero a mi esposa.

Hace poco sé que algunos países mandaron una ayuda


humanitaria, desafortunadamente las quemaron, pero en mi
corazón hay alguna esperanza de que algún día vuelva a mi país a
reunirme con mi familia, amigos, compatriotas.

Todos estos sucesos me hicieron reaccionar que en un momento


de mi vida tuve confort, no me preocupaba nada, todo me lo
facilitó Dios y nunca me acordé de él.

En los momentos más difíciles por fin le di el valor a nuestro


creador y el único ser que nos sacará de esta crisis es Dios.

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