es un proceso natural que se produce cuando la radiación
solar es absorbida por algunos gases en la atmósfera y nuevamente es devuelta
hacia la superficie interior del planeta, resultando en un aumento de la temperatura promedio. El efecto invernadero hace posible la vida en nuestro mundo permitiendo mantener una temperatura adecuada y agradable para los seres vivos, reteniendo parte de la energía del sol y liberando otra parte hacia el espacio. Pero actualmente este balance está en peligro debido a las prácticas humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles y la deforestación, que han alterado este proceso causando un calentamiento global por el exceso de gases aislantes que se concentran en la atmósfera y no puedan volver al espacio, generando un cambio climático.
Los principales causantes de este efecto son el dióxido de carbono y el gas
metano. Aunque estos gases han existido siempre de manera natural en el planeta, su presencia en la atmósfera se ha incrementado en al menos un 35 % con el uso de combustibles como el carbón, el gas natural y el petróleo desde los años de la revolución industrial, y se estima que las emisiones de estos gases a la atmósfera siguen aumentado cada año en un promedio de 0,4 %. Los resultados dejados hasta ahora por el efecto invernadero son el derretimiento de los casquetes polares, inundaciones, huracanes, tifones, sequías prolongadas, desertización, y deforestación, son parte de los problemas generados por este fenómeno.
La previsión de que la temperatura media de la Tierra aumente 0,2 ºC cada
diez años. Reducción de los glaciares a nivel mundial, lo que aumentará el nivel del mar. El aumento del nivel de mares y océanos, llevará consigo inundaciones de algunas zonas próximas al mar o de islas. Los ecosistemas se verán afectados negativamente, los que no se puedan adaptar acabarán extinguiéndose. Aumentarán las sequías y la evaporación del agua, lo que cambiará el clima de algunas zonas, convirtiendo antaño zonas fértiles en desiertos. Las sequías y la mayor evaporación del agua afectará irremediablemente a la agricultura de algunas zonas. Como respuesta, en el año 1997 la Organización de Naciones Unidas (ONU) impulsó la firma del Protocolo de Kyoto en Japón. En este los países más industrializados causantes de la mayor parte de la contaminación del planeta se comprometen a adoptar medidas para minimizar en al menos un 5,2 % las emisiones de dióxido de carbono y demás gases, no obstante algunos países se han negado por considerar que la medida perjudicaría sus economías. Para esto se hace una especie de división de la atmósfera por país y cada uno tiene un “permiso” máximo de contaminación, calculado según el caso de cada nación. Hasta ahora el Protocolo de Kyoto es el único convenio internacional para enfrentar y minimizar el impacto del efecto invernadero. Este protocolo pretende crear conciencia e impulsar a los gobiernos a establecer leyes para cumplir con el objetivo y que también se exija a las industrias y empresas tener una responsabilidad con el medio ambiente.