Está en la página 1de 3

El objetivo de esta práctica es lograr una vocalización, y evitar cualquier alteración en sus

componentes, extensión vocal y su dinámica.

El desarrollo de esta práctica se logran emisiones más suave, se controla el ataque vocal, se
Reducen tensiones en el espacio glótico y se evitan bloqueos articulatorios. Es necesaria la
Sistematización de la ejercitación para conocer con precisión el órgano vocal y optar por la
práctica más conveniente al propio organismo.

Se ejecutan sonidos de apoyo en distintas frecuencias, intensidades y velocidades. Se


utilizan Sonidos aislados, también series memorizadas, lecturas de prosas y versos con
modulación marcada.

Se realiza la siguiente práctica:

Tomar aire cómodamente, retenerlo unos segundos, espirar por la boca abierta diciendo una
vocal, Sin sonido. (Realizar esta práctica cinco veces con cada vocal.)

Bostezar con la boca abierta moviendo brazos y cuello

Realizar una emisión vocálica masticando exageradamente un bostezo.

Emitir las vocales masticando exageradamente cada una de las vocales.

Efectuar la emisión vocálica masticando, combinada con recuento de números, emisión de


Secuencias memorizadas o lectura de textos.

Morder con las muelas y sobre articulando con los labios decir: A/O/U. A/O/A/O/A/O, a

Diferentes velocidades; también con días de la semana y meses del año.

Leer únicamente las vocales eliminando las consonantes, de manera enlazada y modulada.
SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR LO QUE AMA (autor, Luis Cernuda)

Si el hombre pudiera decir lo que ama,

Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo

Como una nube en la luz;

Si como muros que se derrumban,

Para saludar la verdad erguida en medio,

Pudiera derrumbar su cuerpo,

Dejando sólo la verdad de su amor,

La verdad de sí mismo,

Que no se llama gloria, fortuna o ambición,

Sino amor o deseo,

Yo sería aquel que imaginaba;

Aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos

Proclama ante los hombres la verdad ignorada,

la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien

Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;

Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina

Por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,

Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu

Como leños perdidos que el mar anega o levanta

Libremente, con la libertad del amor,


La única libertad que me exalta,

La única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:

Si no te conozco, no he vivido; Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

Autor del poema: Luis Cernuda.

https://poemas.yavendras.com/romanticos.php?pagina_actual=2

También podría gustarte