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Energías Alternativas para El Uso Motor
Energías Alternativas para El Uso Motor
MONOGRAFIA
Año: 2019
MÁQUINAS ALT. Y TURBO MÁQUINAS
INGENIERÍA MECÁNICA
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 2
RESEÑA HISTÓRICA .............................................................................................................. 3
MOTORES ELÉCTRICOS ....................................................................................................... 8
MOTORES HÍBRIDOS ........................................................................................................... 15
VEHÍCULOS A HIDRÓGENO ................................................................................................ 20
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE ENERGÍAS ALTERNATIVAS EN EL TRANSPORTE ..... 23
PROYECCIÓN A FUTURO .................................................................................................... 26
IMPACTO AMBIENTAL .......................................................................................................... 34
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................... 37
INTRODUCCIÓN
En los últimos años se ha establecido la necesidad de contar con alternativas sobre la forma
de producir energía, ya sea para consumo doméstico, industrial o de cualquier otra índole.
Esta necesidad del cambio del sector energético, se basa principalmente en dos razones
fundamentales. La primera es la ecología y la segunda es la sustentabilidad.
En la publicación “Revolución Energética” de Greenpeace, el Dr. Vidente Barros sostiene que “la
energía está en el centro mismo del problema del cambio climático, ya que no solo es el sector
de mayor emisión de gases de efecto invernadero, sino el que genera el más rápido crecimiento
de estas emisiones”.
Desde el punto de vista de la sustentabilidad, no se conocen con precisión las reservas y
existencias de combustible fósil en el mundo, sin embargo, el planteo es que están disminuyendo
y se debe contar con alternativas para reemplazarlo.
Los motores de combustión interna tradicionales, utilizados en la gran mayoría de los vehículos
en la actualidad, no poseen altas eficiencias por lo que desaprovechas gran parte de la energía,
desperdiciando combustible. Si la tecnología logra aumentar dicha eficiencia, el desperdicio sería
menor y las reservas se consumirían más lentamente.
Al referirnos a combustión hablamos de una reacción exotérmica de oxidación, donde además
de la energía, se obtienen otros productos que componen los gases de combustión los cuales
son contaminantes del ambiente.
Por todo lo dicho anteriormente, es que se plantea el uso de energías alternativas en el
transporte motor.
RESEÑA HISTÓRICA
Desde que el inventor francés Denis Papin en el año 1687 construyera su primera máquina de
vapor capaz de moverse por sí sola, hasta el triunfo del ingeniero James Watt con su otra máquina
de vapor con un notable y mejorable rendimiento, hubo muchas modificaciones, que cada vez
mejoraban más esta tecnología, pero había otro competidor que iba a llegar mucho más lejos, el
motor de combustión interna.
A mediados del siglo XIX la máquina de vapor funcionaba bien, pero tenía el problema de su
gran volumen para la aplicación en vehículos. Se necesitaba un motor que combinase el hornillo,
la caldera y el cilindro de la máquina de vapor en una unidad pequeña y ligera. La máquina de
combustión interna en la cual el combustible inyectado, mezclado con aire, se hace estallar para
mover un pistón dentro de un cilindro, resultó ser la solución más adecuada.
La patente más antigua registrada para un motor de explosión se remonta al año 1800, cuando
Philippe Lebon propuso e ideó un motor cuya mezcla de aire y gas alumbrado se quemaría dentro
de un cilindro con el objetivo de mover un pistón.
Aunque Lebon no llevo a la práctica su idea, ésta fue aprovechada en 1807 por Rivaz. Aunque
el motor de Rivaz progresó notablemente, aún no rendía lo suficiente como para llevarlo a la
práctica. En 1852, el francés de origen belga, Ettiene Lenoir, construyó una máquina equipada
con un motor de explosión de dos tiempos con autoencendido capaz de moverse por sí sola, el
cuál consiguió con éxito un viaje de diez millas entre París y Joinville-le-Port a la pobre velocidad
de 3 quilómetros a la hora. Aun así, era muy poco potente para competir con la máquina de vapor
de Watt. En 1862, Alphonse Beau de Rochas, mejoró notablemente esta máquina, comprimiendo
la mezcla antes de su combustión e ideó un ciclo de cuatro tiempos.
La idea de Rochas fue adaptada por esa época por el ingeniero alemán Nikolaus August Otto,
quien fabricó eficientes motores fijos de gas, y enunció con claridad sus principios de
funcionamiento.
En 1876 perfeccionó el motor construido en 1861 mediante los conocimientos estudiados por
Alphonse Beau de Rochas sobre el ciclo de cuatro tiempos.
Este motor, logró superar la eficacia del motor de combustión externa a vapor de Watt, por lo
que se empezaban a montar estos motores en la industria. A pesar del éxito económico inicial de
sus motores, Otto perdió la patente en Alemania en 1886, al descubrirse la anterioridad del
invento del ciclo de cuatro tiempos por Alphonse Beau de Rochas.
Entre los colaboradores de Otto se encontraba Gottlieb Daimler, quien sería el que sustituyó
el motor de gas construido por Otto, por un motor alimentado con gasolina.
Antes que él, en 1875 el austríaco Siegfried Marcus construyó un motor de gasolina lento de
cuatro tiempos con un dispositivo magnético de encendido. Desafortunadamente para él y para
el progreso de la técnica de esa época, su motor hacía un ruido tan desagradable al funcionar
que las autoridades de Viena le prohibieron seguir con sus experimentos.
Siete años más tarde, en 1883, Daimler, en compañía de Maybach, empezó a ensayar los
primeros motores de gasolina. Su construcción era tan compacta que resultaron adecuados para
vehículos ligeros, y alcanzaron regímenes de novecientas revoluciones por minuto.
En 1885 fue montado uno de estos motores en una especie de bicicleta de madera, y al año
siguiente en un carruaje de cuatro ruedas. En 1889, Daimler, dio otro paso fundamental al
construir el motor definitivo para automóvil. Al mismo tiempo, otro alemán, el mecánico Karl Benz,
de Mannheim, estaba trabajando en el mismo sentido, y en 1885 patentó un automóvil con un
motor de cuatro tiempos y estructura de tubos, lo cual representaba un peso total más
conveniente en relación a la capacidad del motor.
Estos dos hombres empezaron sus primeros ensayos entre 1890 y 1891. Una vez acabado su
primer vehículo, realizaron un viaje de ida y vuelta entre la Porte d’Ivry y el viaducto de Auteuil,
en Francia, el cual se realizó con total éxito. Juntos, dieron comienzo entonces a la industria del
automóvil con la fundación de la primera empresa de automóviles del mundo, Panhard-Levassor.
El motor de gasolina desarrollado por Daimler en aquel entonces era el más eficaz y el que
dominaba toda la maquinaria industrial y de la industria automovilística, pero, por otra parte, otro
ingeniero trabajaba con el fin de superar el motor ideado por Otto.
Ese ingeniero francés, llamado Rudolf Diesel, patentó en 1892, lo que iba a ser la máquina
térmica más eficiente de todos los tiempos, el motor Diesel.
En 1890, se trasladó a Berlín para ocupar un nuevo cargo en la empresa de Von Linde. Allí
estudió la idea de diseñar un motor de combustión interna, con la capacidad de superar al motor
de Otto, y acercarse lo máximo posible al rendimiento energético teórico ideal enunciado por
Carnot.
En 1892, obtuvo la patente alemana de su motor, y un año después publicó, con el título
Theorie und Konstruktion eines rationellen Wäremotors, una detallada descripción de su motor.
Entre 1893 y 1897 estuvo llevando a cabo en MAN (perteneciente al grupo Krupp), el desarrollo
y construcción de sus motores Diesel.
El primer motor que construyó, explotó durante la primera prueba, pero Rudolf sobrevivió y
continuó su trabajo, hasta 1897, después de varios estudios y mejoras, cuando construyó un
motor Diesel, con una potencia de 25 caballos de vapor y un rendimiento del 10%.
Al año siguiente, mejoró este motor, alcanzando un rendimiento del 18%, donde superó con
creces la eficacia del motor de Otto, fue entonces cuando se implementaron sus motores a la
industria.
Años más tarde, otro ingeniero alemán, ideó otro tipo de motor de combustión interna, el motor
rotativo, aunque años antes ya se había propuesto de hacer, nunca se había llevado a cabo, pero
ese ingeniero alemán en 1936, Félix Wankel, patentaría el diseño de un motor rotativo que llevaría
su nombre, el motor rotativo Wankel.
MOTORES ELÉCTRICOS
En 1936, Raoul Dufy demostró con “La Fée Électricité”, (una inmensa pintura de 624 m2), que
con la energía eléctrica podíamos soñar. Cien años antes, Thomas Davenport construyo el primer
vehículo eléctrico en miniatura, con ello demostró que podíamos utilizarla también para
desplazarnos. Hoy en día, electricidad rima con realidad y motricidad y goza además de unas
perspectivas con todos los indicadores “en verde”. Ha pasado mucho tiempo desde que el precio
del barril de crudo oscilaba entre los 20 USD$ y los 30 USD$. Tras la breve calma registrada en
los precios del “oro negro” desde el vertiginoso ascenso experimentado en 2008, los precios del
petróleo han vuelto a alcanzar altas cotas, rozando a menudo la barrera simbólica de los 100
USD$. Un incremento en los precios de los carburantes que, en la delicada situación económica
actual, acarrea sus correspondientes problemas para el poder adquisitivo de los europeos.
La desaparición del petróleo, ya sea a medio o largo plazo, suscita entre los especialistas
ciertas disputas, no sólo sobre el acontecimiento en sí, sino más aún sobre su advenimiento. La
perspectiva del “peak oil” (o el descenso de la producción de petróleo) podría allanar el camino a
los vehículos de propulsión y a las energías alternativas para el automóvil. Al mismo tiempo, la
presión del calentamiento climático nos obliga a reducir considerablemente y de manera rápida
las emisiones de gases de efecto invernadero. En muchos países se esperan para los próximos
años, nuevas medidas de refuerzo de las restricciones en materia de medio ambiente. Incluso los
países más «contaminantes» se han puesto a ello, no solo por convicciones políticas sino también
económicas, y prueba de esto son las acciones emprendidas por Estados Unidos y China
respectivamente.
A principios de 1990 se inició una década de interés de la sociedad por los vehículos eléctricos,
debido al incremento de los costos de la gasolina y su dependencia en otras naciones, junto con
la reciente atención sobre el daño climático creado por las máquinas de combustión. Los
vehículos a gasolina han sido etiquetados como la mayor fuente de emisiones que crean la
contaminación del aire, 43 % de gases orgánicos (NMOG), 57% de óxido de nitrógeno (NOX) y
82% de monóxido de carbono (CO) [1]. Recientes investigaciones, sitúan a México con una
contaminación superior a Hong Kong, India, Vietnam e Indonesia [2].
Los vehículos que se desarrollen de ahora en adelante deberán ser propulsados por una forma
de energía de fácil distribución y que pueda provenir de distintas fuentes. La única forma de
energía que reúne todas estas condiciones es la electricidad. En efecto, cualquiera dispone de
energía eléctrica en su propio domicilio, especialmente en áreas urbanas y suburbanas.
El uso masivo de los vehículos eléctricos (VE) en principio no obligaría a incrementar
rápidamente la capacidad de generación eléctrica, ya que sus baterías se podrían cargar de
noche, cuando la demanda de energía eléctrica disminuye considerablemente. Para inducir al
usuario a esta costumbre, en algunos países ya existe la legislación que establece tarifas de
electricidad más económicas para los horarios nocturnos
Actualmente en los países de Suiza, Alemania, Austria, Francia e Italia existe una red de
energía solar llamada “Park & Charge®” que utiliza el concepto de estaciones públicas para
cargar los vehículos eléctricos.
Figura 7: P&C
Baterías:
Una batería es un acumulador de energía donde se almacena electricidad que será transmitida
al motor eléctrico para el funcionamiento del vehículo.
La energía y potencia específicas de baterías electroquímicas son mucho menores a las
entregadas empleando gasolina. Por esa razón, un número grande de baterías son requeridas
para asegurar un nivel de potencia aceptable. Sin embargo, un VE con muchas baterías presenta
varios inconvenientes: La reducción de espacio disponible en el interior, el incremento del peso y
costo del vehículo y la degradación del rendimiento del vehículo. Así, el desarrollo de tecnologías
de baterías se ha visto acelerado en los siguientes aspectos: eficiencia, razón de carga, ciclo de
vida, entorno operativo, seguridad, costo, reciclaje. Los tipos de batería principalmente
empleados han sido de ácido de plomo (Pb-Acido). Otras se basan en Níquel (Ni), presentando
resultados interesantes en cuanto al peso. Otro tipo de baterías Zinc-Halógeno tales como Zinc-
Bromino (Zn-Br). Avances recientes emplean Ion-Litio (Io-Li), sin embargo, requieren cobalto, que
es un material caro y térmicamente inestable. Una alternativa es sustituir el cobalto con
manganeso, ya que los electrodos de óxido de manganeso son más estables y más baratos.
Capacidad: Es la carga que puede almacenar. Se mide en amperios-hora (Ah). Por ejemplo,
una capacidad de carga de 1 amperio-hora significa que la batería puede suministrar una
intensidad de corriente de 1 A durante 1 hora antes de agotarse.
Densidad: La densidad es la relación de la masa por unidad de volumen del electrolito. A nivel
práctico y de usuario, una elevada densidad de energía en una batería permitirá acumular mucha
mayor carga por unidad de peso y volumen. Cuanto mayor sea la densidad de la batería, menor
peso y tamaño podrá tener la batería.
Ciclo de vida: Ciclos completos de carga y descarga que soporta la batería antes de ser
sustituida. Cuantos más ciclos mejor, ya que será más duradera.
1. Ácido-Plomo: Las baterías de plomo-ácido de ciclo profundo son las baterías que más
se utilizan en los vehículos eléctricos de hoy en día. Particularmente usada en equipos
montacargas, carros de golf y en automóviles eléctricos. Esta es una batería que opera
a temperatura ambiente y que utiliza un electrolito acuoso. Las baterías de plomo-ácido
son una tecnología barata, de fácil acceso y son altamente reciclables. Sin embargo,
estas baterías presentan una baja densidad de energía y una baja energía específica,
por esto, para un vehículo eléctrico se necesita un paquete muy grande y pesado de
baterías.
2. Níquel-Acero & Níquel-Cadmio: Las baterías de Níquel-Acero (células de Edison) y
Níquel-Cadmio (NiCd), han sido usadas por muchos años. Ambas baterías tienen una
energía específica de alrededor 55 Wh/kg, que es más alta que las baterías de plomo-
ácido avanzadas. Además, estas baterías tienen un largo ciclo de vida. Ambas baterías
son reciclables, es decir, a partir de una de estas baterías desechadas se puede
construir parte de una nueva batería. presentan una desventaja importante en costos.
Las baterías duran por lo menos 160.900 kilómetros en servicio normal.
3. Sulfuro de Sodio: La empresa estadounidense Ford Motor Company utiliza baterías de
Sulfuro de Sodio en su modelo Ecostar, la cual es una Mini-Van que se vende
actualmente en Europa. Las baterías de Sulfuro de Sodio están disponibles sólo para
los fabricantes de vehículo eléctricos. Esta batería es una batería de alta temperatura,
con un electrolito que funciona a temperaturas de 572°F (300°C). Los materiales de esta
batería deben ser capaces de soportar las altas temperaturas internas que se generan,
por lo tanto deben soportar también los cambios de temperatura. Esta batería tiene una
energía específica muy alta: 110 Wh/kg. En cuanto a seguridad, la batería presenta un
riesgo importante, puesto que el Sulfuro explota en contacto con el agua.
4. Litio-Hierro & Litio-Polímero: El USABC considera las baterías de Litio-Hierro como una
solución a largo plazo para los vehículos eléctricos. Las baterías tienen una energía
específica muy alta 150 Wh/kg. Tienen un electrolito de sal fundida y muchas de las
características de una batería bipolar sellada. Las baterías de Litio-Hierro también se
destacan por tener una vida por ciclo muy larga. Estas baterías pueden permitir que en
el futuro, un vehículo tenga rangos de recorrido y aceleraciones comparables con los
Propulsión Eléctrica.
La propulsión eléctrica es la interfaz entre las baterías y las ruedas del vehículo, transfiriendo
energía en la dirección requerida, con alta eficiencia y controlando la etapa de potencia todo el
tiempo. Desde el punto de vista funcional, un sistema de propulsión eléctrico puede ser dividido
en 2 partes: eléctrico y mecánico. La parte eléctrica incluye el motor, el convertidor de potencia,
y el controlador electrónico. La parte mecánica se forma por el dispositivo de transmisión y las
ruedas. Algunas veces el dispositivo de transmisión es opcional. El límite entre las partes eléctrica
y mecánica es el núcleo del motor, donde la conversión de energía electromecánica toma lugar.
El flujo de potencia se representa con las flechas más gruesas, mientras que las delgadas
representan señales. Se ve que el flujo de potencia es reversible por cuanto generalmente se
utilizan frenos regenerativos.
En el caso de los motores eléctricos, este objetivo se puede alcanzar a través del control de la
energía entregada al motor al utilizar conversores DC-DC o variadores de frecuencia. Existen
diversos sistemas de tracción eléctrica en uso en la actualidad, entre ellos, los vehículos con un
motor eléctrico de alta potencia, acoplado al diferencial de las ruedas posteriores, de manera
similar a la arquitectura típica de los vehículos convencionales. Existen otros diseños más
complejos que utilizan dos motores de menor potencia, los cuales accionan cada una de las
ruedas por separado, que son controlados de tal forma que permite simular un diferencial, con el
fin de asegurar el desplazamiento seguro y estable del vehículo.
Motores.
Los motores eléctricos han estado disponibles por más de un siglo. La evolución de los motores
ha sido lenta y larga, a diferencia de las ciencias de la electrónica y computación. Sin embargo,
el desarrollo de motores es continuamente estimulado por la invención de imanes permanentes
de alta energía (Permanent Magnets, PM), topologías sofisticadas y poderosas técnicas de
diseño (CAD). La clasificación de motores para VE’s se divide principalmente en dos grupos, los
conmutados y no conmutados. Los motores de CA con conmutador han quedado obsoletos para
la propulsión de VE. En la figura 1.2 se muestra la clasificación de los motores para VE’s. Los
tipos de motor que se observan en óvalos han sido empleados en VE’s [3].
aplicado al motor sin incurrir en pérdidas como era el caso del sistema reostático utilizado
antiguamente. Esta regulación se basa en el recorte cíclico del voltaje continuo, proporcionado
por el banco de baterías, que logra un voltaje acorde con los requerimientos de velocidad o
aceleración.
Configuraciones:
- Chopper (Trozador): Esta configuración permite proporcionar un voltaje promedio inferior
al proporcionado por la fuente de alimentación. Esto se logra al recortar el voltaje de la
fuente, así proporciona un voltaje pulsante. El control opera directamente sobre el
interruptor semiconductor, el tiempo de encendido y apagado mediante la técnica PWM.
Con este trozador se logra el control de velocidad, pero no se logra invertir el sentido de
giro.
- Medio puente H: Esta configuración está conformada por dos interruptores que funcionan
con la misma técnica PWM, similar al caso anterior. Al utilizar en forma inteligente estos
dos interruptores se logra utilizar el motor, no solamente como freno eléctrico, sino,
además, como generador que obtiene un flujo de energía desde el motor hacia el banco
de baterías. Esta operación se denomina freno regenerativo.
- Puente H: Esta configuración consta de cuatro interruptores semiconductores controlados
por PWM. Un sistema de control inteligente y más complejo que el anterior permite operar
el freno regenerativo y adicionalmente, cambiar el sentido de giro del motor.
MOTORES HÍBRIDOS
Se denomina motor hibrido a aquel que está constituido por un motor de combustión interna
y uno o varios motores eléctricos. El vehículo hibrido nace por la necesidad de lograr una
autonomía sostenida de los vehículos eléctricos a largas distancias. Para ello, un motor de
combustión interna es quien asiste al sistema solventando el problema de la falta de autonomía
de las baterías. Si bien, presentan una mayor eficiencia que un vehículo de combustión interna,
las potencias alcanzadas aún están por debajo respecto a un vehículo de combustión interna
convencional. Sin embargo, una de las grandes virtudes está en la reducción de la emisión de
gases nocivos para el medioambiente sobre todo en el desempeño urbano donde generalmente
funciona únicamente el motor eléctrico.
El primer motor hibrido fue desarrollado por un fabricante de vehículos de Bélgica, Henrie
Piepe, en 1899. Luego, siguieron muchos años de desarrollo y hoy en día grandes compañías
(Toyota, Ford, etc.) diseñan sus vehículos híbridos personalizados. Sin embargo, una de las
grandes limitaciones que presentan los autos híbridos es su alto costo debido a la cantidad de
componentes que presenta.
Partes principales.
Cualquier hibrido puede presentar algunas o todas de las siguientes partes.
Motor térmico. Suele ser naftero (ciclo Otto, Atkinson o Miller) o diesel. También podría
funcionar con gas o biocombustibles. Tienen generalmente poca cilindrada respecto a un
modelo equivalente de motor convencional (menor eficiencia) y prima el par máximo sobre
la potencia.
Motor eléctrico. Pueden ser de corriente continua o corriente alterna trifásica. Hoy en día,
se busca utilizar motores de corriente alterna debido a su alto rendimiento, pero la
complejidad del diseño y el control encarecen el vehículo. Pueden ser uno o más y van
conectados a la transmisión que hace mover las ruedas. Son de sonoridad prácticamente
nula y dan casi todo el par en régimen muy bajo de revoluciones. Cuando se presenten
dos motores eléctricos, uno se encarga de cargar las baterías y generar el arranque del
vehículo solo o cooperando con el motor térmico y hace la función de generador durante
el freno, mientras el otro sirve para a la tracción del vehículo.
Tanque de combustible. Fuente de energía del motor de combustión interna.
Almacenamiento del combustible (no de energía).
Baterías. Fuente de energía para el motor eléctrico y de almacenamiento de energía. Son
de alto voltaje y son generalmente de: ion de litio (mayor densidad de energía) o hidruro
de níquel (mayor densidad de potencia/más costosas).
Generador. Trabaja para producir energía eléctrica en forma de corriente alterna trifásica.
Su función es recargar las baterías gracias al motor térmico (a través de un conversor) o
a la recuperación de energía en las frenadas, retenciones y aceleraciones en las que el
motor térmico entregue potencia de más (frenos regenerativos-recuperación del 30% de
energía cinética). Puede ser un generador propiamente dicho o el motor eléctrico que no
empuja el vehículo.
Funcionamiento básico/general.
Los híbridos se equipan con un motor de combustión interna y uno o varios motores
eléctricos. El objetivo es trabajar de forma independiente o simultánea con los mismos según sea
la potencia requerida maximizando la eficiencia. Generalmente, en situaciones de baja velocidad
y potencia funciona únicamente el motor eléctrico alimentado por un grupo de baterías
recargadas previamente. Cuando el vehículo demande más potencia o los trayectos rebasen la
autonomía de las baterías, un motor de combustión interna se encarga de auxiliar al sistema.
Este puede acoplarse directamente al sistema de tracción (configuración paralela) o comandar
un generador de corriente para el funcionamiento del motor eléctrico y recargar las baterías de
simultáneamente (configuración serie). Además, en algunos híbridos es posible recuperar la
energía al frenar (que se disipa en forma de calor), convirtiéndola en energía eléctrica a través
de frenos regenerativos.
El motor eléctrico es quien realiza el arranque del vehículo, evitando las perdidas
energéticas y disminuyendo el consumo especifico de combustible que presentaría un motor
térmico. Se dispone de un sistema eléctrico para determinar que motor utilizar y en qué momento.
Arranque. El motor eléctrico es quien mueve el vehículo con o sin la asistencia del motor
térmico. Este arranque se realiza con poca demanda de aceleración y por lo tanto se realiza
de forma suave. En algunos híbridos, alcanzada cierta velocidad, el motor térmico entra en
funcionamiento si aún no lo ha hecho.
Conducción normal/velocidad de crucero baja. En zona urbana y en determinadas
circunstancias el motor eléctrico puede realizar toda la labor de empuje mientras el nivel de
carga de las baterías lo admita. El consumo de combustible pasa a ser cero, no hay
emisiones y el sonido del vehículo se limita al ruido de rodadura de los neumáticos.
Frenado. La energía perdida por calor por parte de los frenos se recupera como energía
brindada por el generador para recargar las baterías. Esto aumenta la eficiencia del hibrido.
Si la potencia de frenada exigida es baja, en vez de utilizarse los frenos de disco el
generador ofrece una gran resistencia al avance y convierte el movimiento del vehículo en
electricidad para recargar baterías. Si exigimos más potencia de frenado actúa el sistema
convencional además del regenerativo.
Configuraciones o estructuras.
La configuración de un vehículo híbrido depende de la disposición de los elementos que lo
componen. Pueden presentar configuraciones en: serie, paralelo o combinadas.
Hibrido en serie. El motor eléctrico es únicamente el que realiza la función de arrastre del
vehículo (pueden ser uno o más motores). La mayoría de los kilómetros se realiza con las baterías
(al igual que un vehículo eléctrico convencional). Cuando las baterías alcanzan un nivel de
descarga predeterminado, el motor térmico entra en régimen asistiendo a un generador
(generalmente, alterno trifásico) que se encarga de brindarle energía al motor eléctrico y por otro
lado recarga las baterías, mediante un inversor.
Así, la energía eléctrica que permite recargar las baterías proviene únicamente de la
combustión del motor térmico (hoy en día existen híbridos enchufarles). Por lo tanto, es justificable
este tipo de propulsión o tracción hibrida, cuando el 80% de los kilómetros recorridos son
alimentados por energía de las baterías previamente recargadas.
Podemos decir entonces que se trata de un vehículo eléctrico con recarga de batería
autónoma asistida con un motor de combustión interna. Además, durante el frenado, los frenos
regenerativos ayudan a recuperar parte de la energía cinética perdida para recargan las baterías.
El motor térmico además de generar la tracción recarga las baterías a través de un generador
(configuración serie/paralelo) o utilizando el mismo motor eléctrico como generador, además del
sistema de frenos regenerativos.
Ventajas.
No hay conexión mecánica entre el motor térmico y las ruedas.
Debido a que los motores eléctricos tienen un perfil torque-velocidad que está muy cerca
de ser ideal para tracción, la trasmisión puede no necesitar trasmisión de múltiples
velocidades (construcción simple y menos costosa).
Estrategia de control de la transmisión simple.
Emisión de gases nocivos mucho menor que otras configuraciones.
Desventajas.
La energía desde el motor térmico, cambia su forma dos veces para alcanzar la
transmisión (energía mecánica a eléctrica en generado y energía eléctrica a mecánica en
el motor de tracción). Lo cual es inherente la presencia de pérdidas energéticas
significativas.
El generador agrega peso y costo adicionales.
Hibrido en serie/ paralelo: El vehículo híbrido paralelo con generador independiente también
se le clasifica como vehículo híbrido "paralelo-serie". Esta configuración combina las
características serie y paralelo. Tanto el motor térmico como el motor eléctrico sirven a la tracción
del vehículo, de forma simultánea o independiente. El motor térmico hace funcionar el generador,
que, mediante un inversor, carga las baterías. Si bien utilizar un generador independiente
involucra más componentes y encarece el vehículo, mejora la eficiencia del mismo.
Esta configuración es la que mayor eficiencia tiene, pero es la más costosa debido a la
cantidad de componentes y al difícil control del sistema.
VEHÍCULOS A HIDRÓGENO
Los vehículos impulsados mediante pilas de hidrógeno son aquellos cuyo combustible es,
justamente, hidrógeno, el cual se encuentra debidamente almacenado en un tanque en el
vehículo. El principio básico de funcionamiento consiste en emplear el hidrógeno para generar
energía eléctrica, la cual posteriormente alimenta un motor eléctrico, para la impulsión del
vehículo.
El hidrógeno almacenado reacciona con el oxígeno ambiente en la que se conoce como “pila
de combustible”, ubicada dentro del vehículo. A continuación, se detalla el funcionamiento la
reacción mencionada. Tenemos que el combustible (hidrógeno) se suministra a un electrodo
(ánodo) sobre el que hay depositado un catalizador que permite acelerar la reacción de oxidación
del combustible. Por otro lado, el oxidante (oxígeno) se suministra a otro electrodo (cátodo)
diferente sobre el que también se encuentra un catalizador que permite aumentar la velocidad de
la reacción de reducción.
Como puede verse, entre ambos electrodos hay una membrana la cual tiene una doble función,
por un lado, separa el flujo de reactantes y en segundo lugar hace las veces de electrolito, lo que
quiere decir que tiene iones libres que pueden desplazarse. Habitualmente esta membrana es de
tipo PEM (Proton Exchange Membrane) lo que quiere decir que tiene protones (H+) libres. Las
reacciones pertinentes se muestran a continuación:
Á𝑛𝑜𝑑𝑜: 2𝐻2 → 4𝐻 + + 4𝑒 −
𝐶á𝑡𝑜𝑑𝑜: 4𝐻 + + 4𝑒 − + 𝑂2 → 2𝐻2 𝑂
𝑅𝑒𝑎𝑐𝑐𝑖ó𝑛 𝐺𝑙𝑜𝑏𝑎𝑙: 2𝐻2 + 𝑂2 → 2𝐻2 𝑂
Vemos que para que se produzca la reacción del cátodo serán necesario 4 electrones, para
los cual tendrá que cerrarse el circuito, luego de que la corriente recorra circulará por el circuito
eléctrico.
Al analizar cada una de las energías en estudio por separado, podemos resaltar ciertas
ventajas y desventajas.
Cuando a vehículos eléctricos nos referimos hablamos de vehículos cuyo motor obtiene la
energía de baterías, que previamente habrán sido cargadas desde una instalación eléctrica, la
cual puede ser doméstica o estar en un emplazamiento público. La mayor ventaja de éstos es la
no emisión de CO2 durante su funcionamiento. Su coste por kilómetro es muy inferior al resto de
alternativas. En contra tiene un precio de compra alto, una menor autonomía y, la inferior
disposición de puntos de carga. Además, cualquier gasto encaminado a la instalación de un punto
de recarga sería un coste añadido.
El vehículo eléctrico puede ser una excelente opción para el uso urbano. Además de los
aspectos medioambientales y de las facilidades para aparcar en zonas de estacionamiento
controlado, disminuyen los inconvenientes derivados de la menor autonomía y de los puntos de
carga, ya que se pueden controlar mejor los desplazamientos y las distancias, y será más fácil
encontrar un punto para una recarga rápida de emergencia.
Resumiendo, las ventajas y desventajas de los vehículos eléctricos son:
Ventajas:
Contaminación nula de gases de escape, durante su funcionamiento.
Sustantiva simplificación mecánica.
Par-motor constante (incluso en el arranque).
Alta eficiencia.
Bajo ruido.
Bajo costo de operación y mantenimiento.
Además, presenta una amplia variedad de fuentes de energía.
Desventajas.
Contaminación indirecta según la procedencia de la energía que se utiliza
Contaminación directa por el uso de Baterías.
Mayor peso que un coche convencional (hay que sumar el motor eléctrico y, sobre todo,
las baterías), y por ello un incremento en la energía necesaria para desplazarlo.
Costo.
Los híbridos, al igual que los eléctricos, se aprovechan mejor en uso predominantemente
urbano, donde se puede llegar a amortizar de forma rápida el mayor desembolso del momento
de la compra.
Ventajas.
Tanto el motor eléctrico como el de combustión suministran torque a las ruedas sin
conversión de energía, por lo cual las pérdidas de energía pueden ser menores.
Es compacto debido a que no hay necesidad de un generador adicional y el motor de
tracción es más pequeño que otras configuraciones.
Presenta mayor eficiencia que la configuración serie debido que adquiere participación el
motor térmico.
Desventajas.
Acoplamiento mecánico (torque y acoplamiento de velocidad) entre el motor térmico y las
ruedas no puede ajustarse en una región acotada de par-velocidad.
Complejidad de la estructura y el control.
El mayor número de componentes y acoplamientos encarecen la configuración. El
generador agrega peso y costo adicionales.
PROYECCIÓN A FUTURO
Algunas grandes marcas contradicen los pronósticos de estos expertos, Toyota por ejemplo,
está preparando el lanzamiento de un coche 100 % eléctrico y de baterías de estado sólido para
2022.
Por otro lado, un grupo de investigadores alemanes del Instituto Jülich de Energía e
Investigación Climática ha desarrollado una batería de electrolito sólido que admite una
intensidad de carga 10 veces superior a las actuales y tarda menos de una hora en recargarse.
A pesar de las fuertes inversiones del sector, el mercado está de momento a la expectativa y
los fabricantes están viendo cómo adaptarse a la limitada producción de baterías para coches
eléctricos a fin de atender la demanda.
Varios fabricantes como Volkswagen, Renault o Jaguar, han declarado Durante el Nordic EV
Summit 2019. Uno de ellos fue el Dr Ralf Speth, CEO de Jaguar Land Rover, ha comentado que
existe una gran demanda, pero están limitados por la provisión de baterías. Toda la industria de
coches eléctricos tiene este problema y se mantendrá así durante 2 o 3 años. Una postura
compartida por Ulrich Eichhorn, director de I+D del grupo Volkswagen, que en
2017 aseguraba que "la industria necesitará añadir una capacidad de producción de baterías
equivalente a 40 Gigafactorías de Tesla", algo que según las previsiones del propio fabricante no
se alcanzará hasta 2025.
Gilles Normand, VP de coches eléctricos de Renault, declaraba a principios de año en una
entrevista que las ventas en Europa de coches eléctricos han crecido un 31% en 2018, según
datos del European Alternative Fuels Observatory. Sin embargo, también comenta, que ha
habido varias tensiones con los proveedores de baterías.
Cuando se inició la planta de LG Chem en Polonia, la capacidad a principios de 2018 era de
100.000 vehículos eléctricos. Esto acabó suponiendo el doble del plan inicial de 2015, cuando la
fábrica se anunció. Pero no termina aquí, ya que LG Chem ha anunciado que invertirá 500
millones extra para aumentar la producción hasta los 300.000 vehículos al año. Un aumento que
pretenden tenerlo listo en 2021.
Por el momento, China tiene la mayor capacidad de producción de este tipo de baterías.
Un mercado dominado por Panasonic, LG y Samsung. Fabricantes como Nissan o Tesla han
construido sus propias fábricas y en el caso de esta última, en un solo trimestre de
2018 produjeron más que en todo 2016.
Figura 12
Según los datos de Bloomberg para 2018, la capacidad de manufacturación total de baterías
de Litio-Ion es de aproximadamente 131 GWh al año, pero basándose en las fábricas anunciadas
y bajo construcción, en 2021 se dará un salto hasta los 400GWh, con el 73% de la producción
global concentrada en China. Pero este salto no serviría, ya que, según el mismo informe de
Bloomberg, para 2030 se espera que la demanda supere los 1.500 GWh.
Amperex Technology: CATL, el fabricante de baterías más grande de China está construyendo
en el sur de China una fábrica de 24GWh, prevista para 2020 y que aumentaría la producción
total de la compañía hasta los 88GWh al año. Otro gran fabricante como es BYD tendrá en 2019
una fábrica de 24GWh en Qinghai, aunque la capacidad de producción por el momento se
quedará en unos 10GWh este año según informa Quartz.
Otro de los polos a desarrollar de cara al futuro de estas tecnologías radica en la carga de la
batería y su duración.
¿Qué ocurre con las promesas de cargar una batería en el mismo tiempo que tardamos en
llenar el depósito de combustible? ¿Son realistas?
La carga muy rápida debería ser siempre un recurso a utilizar durante de una emergencia y no
el 'modus operandi' normal porque ello disminuiría la vida útil, la cual cambiará en función de lo
exigentes que sean los ciclos de carga y descarga y cuanto mayor sea la temperatura de
operación.
El objetivo es que las baterías no pierdan más de un 20 % de su capacidad en la vida útil del
vehículo, unos 15 años.
En cuanto al concepto de autonomía, debemos de entender la relación proporcional entre
autonomía y tamaño: cuanta más autonomía, la batería será de mayor tamaño y también pesará
más. en este contexto es interesante ver como el nuevo Renault ZOE ha aumentado de
autonomía gracias a una mejora en materiales y también en ingeniería que ha permitido poner
una batería con más energía en prácticamente el mismo espacio.
Como ya se comentó, las baterías de litio-ion traen aparejadas grandes dificultades es por eso
que Europa comenzó o planea centrarse en la denominada era post-litio, donde existe una
oportunidad real de liderazgo intentando así, superar la hegemonía asiática respecto a la
fabricación de baterías. Para ello se ha embarcado en un proyecto a través del cual se pretende
fabricar un SUV con 1.000 km de autonomía entre cargas cuyo objetivo es desarrollar
componentes eléctricos para conseguirlo de aquí a 2021. Esto, unido a un sistema de recarga
rápida que permita recuperar toda la autonomía en menos de 90 minutos.
Sin embargo, Óscar Miguel considera que al litio aún le queda mucha cuerda aún, de ahí que
Europa deba desarrollar también capacidades propias de fabricación y suministro que minimicen,
o al menos reduzcan, la dependencia con respecto a otras regiones.
Toyota ha confirmado planes de lanzamiento de 10 coches eléctricos entre 2020 y 2025, autos
que por el momento no han sido confirmados en tanto a modelos o mercados objetivo más allá
de China, pero que sí plantean el primer paso en una senda donde el fabricante japonés comienza
a mirar más allá del coche híbrido que ha sido su principal apuesta durante años.El objetivo de
Toyota es alcanzar los 5,5 millones de coches electrificados para el año 2030, aunque todavía
queda por desvelar cómo pretende acometer esta electrificación más allá de la hibridación en
Europa y USA.
Según las palabras del CEO de Volvo Cars, Håkan Samuelsson, la actual familia de motores
de gasolina será la última que desarrollará la marca. Esto no quiere decir que se dejen de fabricar
los motores de combustión interna, sino que no se van a desarrollar nuevas familias en el futuro
porque el futuro de la compañía es eléctrico. Será posible optimizar los consumos de la parte de
combustión, sí, a la par que se desarrollan los motores eléctricos más potentes y versátiles que
vengan para quedarse con nosotros.
importación para los modelos extra-zona. Todos los vehículos importados que no hayan sido
fabricados en Brasil o México (países con los que hay un acuerdo de libre comercio).
En el Salón de Ginebra 2019, la cita europea más importante del año, 24 coches eléctricos e
híbridos enchufables (muchos de ellos aún en fase de prototipo) fueron protagonistas. Por su
parte, los modelos de pila de hidrogeno podían contarse con los dedos de una mano, entre ellos
estaba el chino Aiways RG Nathalie, un deportivo aún concept que utiliza esta tecnología.
¿Será suficiente el interés en esta tecnología en Japón para impulsarlo y democratizarlo a nivel
global? ¿Convivirán a la par los coches de hidrógeno con los eléctricos en las próximas décadas?
En Japón se han marcado el ambicioso objetivo de llegar a 2020 a los 40.000 coches de pila
de combustible en su parque móvil, además de lanzar 200 autobuses de hidrógeno con la vista
puesta en los Juegos Olímpicos que se celebran ese año.
Si bien los coches de hidrógeno tienen notables ventajas, sobre todo de cara al usuario con un
repostaje similar en tiempo al de combustión, no necesitan enchufe en el hogar/garaje, más
autonomía, la batería no se ve afectada por temperaturas extremas. Asimismo, también cuentan
con varios inconvenientes, aunque un mayor impulso por parte de los fabricantes o las
administraciones podría ayudar a paliar varios de ellos. El problema fundamental es la falta de
hidrolineras (en España, por ejemplo, solo hay seis, aunque se planea llegar a las 20 en 2020),
es decir, se requiere de mucha inversión lograr una buena infraestructura de distribución.
En 2017, la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2), durante la Jornada de "El hidrógeno
en el transporte: infraestructuras y vehículos", adelantó que España contaría en 2020 con un total
de 20 hidrodineras. Pero a siete meses de llegar a 2020 y con el número actual de puntos de
repostaje para pila de combustible, la meta se antoja cuanto menos optimista.
Además, estiman que en 2030 circulen por España unos 140.000 vehículos de pila de
combustible, meta muy optimista.
A los inconvenientes ya mencionados, poca oferta y una infraestructura muy escasa, también
se suman otros inconvenientes.
El primero es su precio: los modelos de hidrógeno son incluso más caros que los eléctricos
puros, Incluso con los subsidios del gobierno. El Hyundai Nexo, por ejemplo, parte de los 69.000
euros. Por su parte, el Toyota Mirai, que se comercializa en Alemania, llega hasta los 79.000
euros con impuestos incluidos y el Honda Clarity Fuel Cell tiene un coste en Japón de 61.000
euros al cambio. Esto es producto de los costos de producción elevados lo que viene de la mano
de su aún lejana democratización (la propia tecnología y su necesidad de recurrir a metales
preciosos como el platino encarecen mucho el producto final). No obstante, las marcas japonesas
están dispuestas a incluso a perder dinero con tal de impulsar esta tecnología y que vaya
penetrando en el mercado, incentivando tanto su compra para los usuarios como la instalación
de hidrolineras de cara a las empresas. En el transcurso de los años veremos si su impulso se
replica en Europa, es decir, el tiempo nos dirá si son capaces de convivir o no con los eléctricos,
aunque todo apunta a que por sus características serán necesarios para la ambicionada
descarbonización.
Por otro lado, hay que considerar que, aunque el hidrógeno es el elemento más abundante en
la tierra, no existe en estado puro, se lo obtiene descomponiendo los hidrocarburos de las
energías fósiles (proceso que libera grandes cantidades de CO2 y otros contaminantes) o bien
del agua mediante hidrólisis a altas temperaturas (lo que requiere mucha energía). Además, el
almacenaje de hidrógeno necesita mucho espacio. En concreto tres veces mayor que el utilizado
para depositar la gasolina o el gasóleo, disminuyendo la habitabilidad del vehículo.
IMPACTO AMBIENTAL
ii. Por otro lado, la utilización de determinadas fuentes de energía renovable, como la
solar, la eólica o la energía mareomotriz, no entraña riesgo ninguno de agotamiento.
Con otras, como la biomasa o la energía geotérmica, es necesario ajustar el ritmo de
utilización a sus ciclos de renovación, para evitar su agotamiento y la degradación de
los ecosistemas naturales.
Problemas ambientales.
Por otro lado, la energía nuclear genera residuos radioactivos muy difíciles de eliminar, y
además las centrales podrían entrañar algún riesgo para la población, a pesar de que las de los
países desarrollados son seguras y están mu controladas.
Las energías alternativas están consideradas como “energías limpias” ya que, aunque también
provocan impacto ambiental, por ejemplo, el deterioro del paisaje ocasionado por las centrales
eólicas o la emisión de gases contaminantes en las instalaciones de biomasa térmica, su
contaminación es inferior al de las energías renovables.
A continuación, vamos a describir el impacto ambiental que tienen las energías alternativas
usadas en el transporte motor.
Impacto ambiental de los coches híbridos: Los coches híbridos, como ya vimos, son una
combinación entre los coches eléctricos y los de combustión interna. Según donde se genere la
energía eléctrica consumida por estos vehículos, mayor o menor será su contaminación, ya que,
si la energía eléctrica es generada a partir de petróleo, su contaminación será igual o incluso
superior a la contaminación generada por los vehículos a combustión interna, ya que además
también producen una gran cantidad de desechos tóxicos en la fabricación de las baterías.
Impacto ambiental de los vehículos que funcionan a partir de la pila de hidrogeno: Las células
de combustible de hidrógeno sólo liberan calor radiante y agua como subproductos, de acuerdo
con el Sistema de Radiodifusión Pública. Este tipo de combustible, que genera una "combustión
limpia" ayudaría a reducir en gran medida, la contaminación de carbono al ambiente.
El gran inconveniente de este tipo de tecnología es que gran porcentaje de la producción de
hidrogeno proviene de combustible fósiles. Esto significa que la producción de hidrógeno actual
todavía contribuye la contaminación de carbono a la atmósfera.
Además, algunos especulan que el vapor de agua (un gas de efecto invernadero conocido) a
partir de hidrógeno podría calentar la Tierra más que el dióxido de carbono (ya que el agua puede
contener una gran cantidad de calor). La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de
Estados Unidos cree que el vapor de agua del hidrógeno haría formar nubes que podrían reflejar
aún más radiación solar.
En definitiva, para lograr una menor contaminación de parte de los vehículos eléctricos e
híbridos, la energía eléctrica debería producirse en su mayoría a partir de energías renovables
(eólica, solar, hidráulicas, etc.), esto quiere decir, que para emplear este tipo de energía y que
sea amigable con el medio ambiente, debería buscarse la manera de pensar en un plan de
incorporación de energías alternativas no solo desde la perspectiva económica, sino también
integrada a una visión de desarrollo sostenible.
BIBLIOGRAFÍA