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La investigación busca reducir el cáncer de mama que es el tumor maligno más

frecuente en el mundo, llegando a ser la primera causa de mortalidad en mujeres,

dejando como resultado a los médicos con fármacos quimioterapéuticos citotóxicos

como la única opción de tratamiento debido a que la mayor parte de los casos se

diagnostican en fases avanzadas. (Naldini, 2015)

Con bajas probabilidades de curación y se encuentran que no se puede erradicar por

completo la enfermedad, es incapaz de mantener una protección sostenida y se

acompaña de efectos secundarios graves, como la citotoxicidad para las células no

cancerosas. (Sharp, 2013)

Hace alrededor de 10 años se descubrió una nueva estirpe de ácidos ribonucleicos con

estructura y función peculiares. Se trata de moléculas de RNA de doble cadena con

apenas unos 19-31 nucleótidos. Por su tamaño se les denominó RNAs pequeños que

tiene dos características; la primera es que son no codificantes para proteínas y la

segunda es interferir postranscripcionalmente con el RNAm complementario, se les

conoce genéricamente como RNA de interferencia (RNAi). (Bregain, 2012)

Recientemente, realizaron una pantalla de ARN interferente pequeño (siRNA) en todo

el genoma para identificar vulnerabilidades genéticas selectivas que causan letalidad

en este subtipo de cáncer de mama. Los vectores virales adeno-asociados

recombinantes (rAAV) han sido cada vez más exitosas como plataformas de

administración de terapia génica y tienen demostrado ser un enfoque prometedor para

tratar una variedad de enfermedades humanas, también se ha demostrado el potencial

de los vectores rAAV sirven para aplicaciones de cáncer, varios estudios de cáncer in

vitro, cáncer preclínico in vivo modelos y ensayos clínicos, con una amplia variedad

de enfoques, como la entrega de factores anti-angiogénesis, genes suicidas, moléculas

inmunoestimulantes, pequeñas moléculas de ARN codificadas por ADN para la


postranscripción regulación de oncogenes, moléculas inmunogénicas de la superficie

celular y antígenos tumorales. (Bryant, 2013)

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