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Revisando las transiciones democráticas de Chile y

Argentina, dos casos distintos del mismo proceso en el cono


sur.
Carlos Ramírez Araya

Estudiante de cuarto año de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales, de la universidad


academia de humanismo cristiano.

Santiago, Chile

Abstracto:

Este artículo analizara el proceso de transición en los países de Chile y Argentina (apertura
democrática en América Latina). Estos dos países vecinos presentan múltiples diferencias
al momento de realizarse este proceso. Se presentan aspectos generales en torno a al
proceso de transición, estableciendo una diferencia en los procesos judiciales que se
llevaron a cabo en contra de los militares acusados de cometer crímenes en contra de los
DD.HH.

Abstract:

This article analyzes the transition process in the countries of Chile and Argentina
(democratic opening in Latin America). These two neighboring countries present multiple
differences at the time of this process. General aspects are presented around the transition
process, establishing a difference in the judicial processes that were carried out against the
military accused of committing crimes against human rights.

Palabras claves: Democracia, Argentina, Chile, Militares, Transición, Impunidad,


Justicia.

Keywords: Democracy, Argentina, Chile, Military, Transition, Impunity, Justice.

Introducción

Es importante analizar este proceso cuando ya ha transcurrido un poco de tiempo desde que
estos se dieron origen en el cono sur –específicamente en los dos países que vamos a tratar
Revisando las transiciones democráticas de Chile y Argentina, dos casos distintos del
mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
a continuación-. Por un lado, Argentina vive dos fases de transición enmarcadas por una
dura crisis económica, sin embargo es capaz de llevar al banquillo de acusados a distintos
militares culpables de cometer crímenes de lesa humanidad. Por otro lado, Chile vive un
proceso de transición democrática enmarcado por la impunidad hacia los militares acusados
de crímenes en contra de los derechos humanos, además por la continuidad del modelo
económico instaurado por la dictadura y por una nula reforma en la constitución que nació
en el seno de este periodo de dictadura militar.

Una breve descripción sobre el concepto de democracia y como se manifestó está a


finales del siglo veinte americano.

El concepto de democracia ha generado mucha controversia a lo largo de la historia,


mucho más aun después de que los países del cono sur adoptaran este modelo luego de las
distintas dictaduras de seguridad nacional que azotaron la región. Weber nos señala que
democracia significa simplemente que no existe disparidad formal de derechos políticos
entre las diversas clases de la población y además nos dice que, a los gobiernos se los
llamaba democráticos cuando se estima que todos los ciudadanos se hallaban igualmente
calificados para ejercer la dirección de los asuntos comunes y el jefe puede considerarse
como un ‘servidor’ de los dominados. Además podríamos entender que “la transición
representa los momentos fluidos y confusos en que están a punto de surgir las nuevas
estructuras democráticas, pero al mismo tiempo permanecen algunas estructuras propias
del antiguo régimen.” (Meser 2005, 8) Por otro lado el autor Ricardo Sidicaro nos señala
un aspecto muy relevante1 en relación a los gobiernos democráticos.

Lo que anteriormente señala el sociólogo argentino es bastante relevante para el análisis


que se pretende realizar en este artículo. En primer lugar me gustaría señalar la amplia
participación que la sociedad argentina le otorga a las diversas manifestaciones que se
realizan en el país, las marchar por el alza de la bencina por ejemplo, o todos los coletazos
que trajo consigo el corralito en 2001. Esto demuestra la gran participación de la sociedad
transandina en los procesos en los cuales se ven envueltos como país. Al otro lado de la
cordillera, en Chile, las manifestaciones por la educación marcaron un punto de
inflexibilidad al desarrollo político, social y económico del país. La población chilena,
luego del miedo que se vivió en los noventa, sale a la calle nuevamente para protestar por
sus derechos. Ahora, durante los dos últimos años se ha ido experimentado una politización
de la población. La fantasía de la falsa democracia en ambos países se está desvaneciendo y

1
“No es suficiente promulgar una constitución razonable para que una comunidad viva para la
razón. No es suficiente tampoco hablar de la democracia para que los ciudadanos sean capaces o
al menos deseen tomar parte de las decisiones que regulan la marcha de la comunidad (…) Si se
designa como democrático todo gobierno que cuenta con la adhesión de los ciudadanos, las
diferencias de forma no entran más en consideración, el gobierno más autocrático puede ser más
democrático que el del régimen constitucional.” En Ricardo Sidicaro. 2013. 1983-2012: las etapas
de la transición a la democracia argentina (en claves sociológicas). Temas y debates (Junio 2013):
25

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mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
la gente está luchando por lo que merece. Ahora es cuando el falso pacto democrático se
está haciendo añicos.
Estados Unidos, luego de abalar los golpes y del posterior debacle comunista, inicia los
procesos para que los países de Latinoamérica recuperen su “democracia”, pero no
cualquier democracia, esta democracia liberal que Estados Unidos le entrega al cono sur
está acompañada por un modelo económico que esté al servicio de los intereses del
imperialismo. “Las recientes retiradas militares del poder han estado acompañadas por
políticas diseñadas para eliminar las razones originales que motivaron la intervención
militar.” (Mira y Pedrosa 2016, 428). Por su parte los mimos actores agregaran una
característica fundamental respecto al pensamiento o posicionamiento de las elites
nacionales en respecto a Estados Unido. 2 Y también los autores nos plantean el
posicionamiento de la sociedad Latinoamericana en relación a la democracia.3

Marcos Roitman Rosenmann, por otro lado nos dice que “en América Latina, la salida de
las dictaduras se producía lentamente. Desde mediados de los años ochenta los procesos
de transición se generalizan. El peligro comunista había sido abortado y solo restaba darle
una salida decorosa a las fuerzas armadas.” (Rosenmann 2013, 179). La siguiente
observación realizada por el autor no es algo que se escape de la realidad. Los militares se
retiran a los cuarteles, luego de haber desempeñado la lucha contra el marxismo y la
subversión comunista, no obstante, muchos de ellos no se retiran de la escena política y aún
mantienen garantías políticas dentro de los gobiernos que empezaban un tránsito a la
democracia.4

Los militares hicieron el trabajo sucio mientras que las elites políticas y económicas que se
involucraron en las dictaduras se enriquecieron aún más, en este proceso de transición
política ahora les tocaba devolver y lavar la mano a quienes se las habían ensuciado con
sangre. Por ejemplo, se me viene a la cabeza el hecho de que Augusto Pinochet, luego del

2
“El pensamiento de Estados Unidos es un paralelo aproximado al de las elites nacionales: el
gobierno autoritario se consideró preferible a un supuesto colapso o comunismo, pero una
democracia con un candado moderado era mejor que cualquiera de las dos anteriores.” En
Guillermo Mira Fernando Pedrosa. Extendiendo los límites. Nuevas agendas en historia reciente
(coord.) (Argentina: Eudeba/Universidad de Buenos Aires, 2016), 428.
3
“Muchos latinoamericanos se alejaron de la democracia popular hacia una democracia
protegida, o al menos más próxima al punto de vista de Estados Unidos sobre la democracia como
una forma de organizar al gobierno.” En Guillermo Mira Fernando Pedrosa. Extendiendo los
límites. Nuevas agendas en historia reciente (coord.) (Argentina: Eudeba/Universidad de Buenos
Aires, 2016), 428.

4
“En esa entrega <<voluntaria>>, la transición fue benévola cuando no generosa; las nuevas
autoridades políticas procedieron a llamar a retiro a generales, comandantes y militares
implicados en delitos de sangre. Como premio, se les jubilo con el mayor rango posible que
permitieran las ordenanzas.” En Rosenmann Marcos, Tiempos de oscuridad: Historia de los
golpes de Estado en América Latina (Akal, 2013), 182.

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mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
plebiscito este personaje no fue juzgado, se mantuvo en el cargo de comandante en jefe del
ejército chileno y además salió del país bajo el amparo de la ley de amnistía. ¿Qué quiere
decir esto? Es el claro reflejo de una transición –por lo menos en el caso chileno- marcada
por la impunidad. La democracia en Chile se pactó bajo cuatro paredes, por lo cual no es
raro que un golpista como Patricio Aylwin hubiese asumido la tarea de reconciliar a la
población chilena y encaminar a los dominados a un nuevo proceso de democracia,
marcado por el olvido y el perdón a los torturadores. No es raro tampoco que la
constitución de 1980, aquella que fue construida en dictadura por el fundador de la UDI,
Jaime Guzmán. La democracia y su tránsito en Chile está marcada por cuestiones
paradojales, cuestiones que hasta el día de hoy siguen latentes, volver a la democracia pero
mantener la misma constitución.

Pero si miramos al otro lado de la cordillera, Argentina fue uno de los primeros países en
iniciar proceso de transición democrática en América Latina. Este proceso de regímenes
militares no es algo nuevo en el país vecino.5

La historia política de Argentina ha estado marcada por la presencia castrense dentro de las
cúpulas políticas. No es casualidad tampoco que los seis golpes de Estado argentinos sean
parte de la amplia gama golpista que sufrieron los países latinoamericanos en el siglo
veinte. Al igual que Chile, el país vecino experimenta una la de regímenes militares
anteriores al de 1976, no obstante, Chile no experimenta la misma cantidad de golpes de
Estado que Argentina. No obstante, en esta oportunidad solo hablaremos acerca de la
última intervención militar en Argentina. Es inevitable no revisar esta transición luego de la
amplia gama de golpes que azoto al país vecino.

Una revisión del proceso de transición democrática al otro lado de la cordillera.

“La Argentina más que inaugurar una transición a la democracia luego de un “accidente”
autoritario inició en 1983 la salida de cincuenta y tres años de una república de
predominio militar en cuyos intersticios se habían originado los partidos que en distintos
momentos dirigieron gobiernos precedidos y/o auspiciados por golpes castrenses y
clausurados por la misma vía.” (Sidicaro 2013, 14)

El país vecino inicia un proceso en el cual cierra cincuenta y tres años de predominio
militar en la política. También dan inicio al primer proceso de transición en América latina.
Debemos mencionar que este proceso en el país vecino encuentra sus motivos en dos
aspectos relevantes a mi parecer, uno es la derrota frente a Inglaterra en la guerra de las

5
“El período argentino 1930-1983 puede definirse como una república militar en la que diferentes
elites castrenses conservaron posiciones predominantes en la dinámica política nacional, sea
ocupando los altos cargos estatales, escogiendo y/o condicionando a sus sucesores a los que luego
desalojaron del gobierno mediante un nuevo golpe. Ricardo Sidicaro. 2013. 1983-2012: las etapas
de la transición a la democracia argentina (en claves sociológicas). Temas y debates (Junio 2013):
22.

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mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
Malvinas y por otro lado la crisis económica que experimentaba el régimen militar. Sin
embargo podríamos definir a la transición argentina como una provocada por un colapso.6
Sin embargo llamar a la transición argentina como una por colapso no es algo que nos
explique mucho, además la derrota en la guerra de las Malvinas tampoco es una explicación
que nos logre develar él porque del proceso democrático que, luego de 505 días de la
perdida de la guerra, se realiza en Argentina7

“En 1983, las primeras elecciones libre dan triunfo al candidato radical Raúl Alfonsín.
Con él se inicia el Juicio a las Juntas, proceso como se conoció la imputación de crímenes
de lesa humanidad cometidos por las tres juntas militares en el periodo de reorganización
nacional.” (Rosenmann 2013, 181). No obstante luego del fracaso del plan austral, la
hiperinflación y el clima de ingobernabilidad, Alfonsín deberá dejar el cargo luego de seis
meses de mandato. No obstante es con este presidente donde se dan los procesos de justicia
en contra de quienes resultaran responsables de los crímenes de lesa humanidad. Una
Autora como Melina Mecer nos señala la primera fase de la transición argentina y además
los problemas que esta presentaba8

La transición del país transandino recupera su democracia y también da paso a resolver las
problemáticas sociales que aquejaban a su población –las cuales tampoco fue capaz de
solucionar al régimen militar-. Como nos menciona el autor, el colapso y crisis económica
se había originado en la dictadura y se había prolongado al periodo de democracia que

6
“La transición argentina osciló entre una ruptura total con el régimen militar y cierta continuidad
en la medida que no existió un corte abrupto con el mismo (…) Desde este punto de vista la
transición argentina constituye un hibrido, donde si bien no hubo una continuidad legal con el
régimen anterior tampoco existió un corte abrupto con el mismo-De hecho, en la estructura de las
fuerzas armadas y de la burocracia del Estado se produjeron cambios solamente en los niveles
superiores de ambas organizaciones.” En Guillermo Mira Fernando Pedrosa. Extendiendo los
límites. Nuevas agendas en historia reciente (Argentina: Eudeba/Universidad de Buenos Aires,
2016), 434.
7
“Si los militares no permanecieron más tiempo en el gobierno fue por su incapacidad para
manejar la situación económica; pero al mismo tiempo, procuraron prolongar al máximo su
estancia en el poder para dejar las cosas atadas y bien atadas.” En Guillermo Mira Fernando
Pedrosa. Extendiendo los límites. Nuevas agendas en historia reciente (coord.) (Argentina:
Eudeba/Universidad de Buenos Aires, 2016), 435.
8
“Se dio prioridad a la reconstrucción del régimen de gobierno, sin embargo, no se afrontó, con la
misma necesidad, la reconstrucción de la economía. La democracia institucional estaba en
condiciones de proveer respuestas adecuadas a las demandas sociales postergadas durante el
proceso militar. El problema fue que el modelo económico había colapsado durante la dictadura y
no fue suficiente con la reconstrucción del modelo político-jurídico. El pacto político era el medio
viable para disminuir las presiones socio-económicas y asegurar la gobernabilidad en el período
de transición a la democracia.” Melina Meser, “Transición y consolidación democrática en la
Argentina: una lectura desde la intelectualidad (Tesis presentada para la obtención del grado de
Licenciada en Sociología, 2005), 7.

Revisando las transiciones democráticas de Chile y Argentina, dos casos distintos del
mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
estaba a punto de inaugurarse en el país vecino. Además este pacto político en sí mismo no
fue un fin sino un medio para poder reducir las presiones y poder gobernar el país.

Otro aspecto importante que podríamos sumar al análisis para la transición argentina es el
carácter antimilitarista9 que empieza a adoptar el país. La enorme afiliación a este
pensamiento empezó a cooptar las mentes de la sociedad argentina

Luego podemos encontrar una segunda fase de transición, esta podemos enmarcarla durante
la llegada de Menem al poder y también coincide con la reforma constitucional de 1994,
además de la reaparición de los partidos políticos10 como actores relevantes en el campo
político y también debemos mencionar la importante cultura política que empieza a formar
parte de la realidad de la sociedad argentina.

Revisando el proceso de transición desde nuestro lado de la cordillera.

“El modelo político de transición a la democracia en Chile ha sido ampliamente validado


por la comunidad internacional. Su hito de inauguración se encuentra en el plebiscito de
octubre de 1988, en el cual el dictador, Augusto Pinochet Ugarte, fue derrotado por un
amplio margen electoral. A pesar de su derrota, las fuerzas armadas chilenas se
convirtieron en garantes de un proceso político que favoreció el restablecimiento gradual
de la institucionalidad democrática, bajo el liderazgo de una alianza política moderada (la
Concertación de Partidos por la Democracia).” (Goicovic 2010, 60)

Las protestas contra el régimen dictatorial de Pinochet se empiezan a generar a principio de


la década de los ochenta, el descontento a este régimen se hacía sentir en el país. Un año
antes de la caída del muro de Berlín, en Chile se cae la dictadura y se abre paso un proceso
de transición democrática, que de democracia traía muy poco porque hasta el día de hoy la
alegría aún no ha llegado. Los manifestantes en contra del régimen dictatorial solo se
conformaron con la salida del dictador, lo cual fue perjudicial ya que de haber direccionado

9
“El antimilitarismo inexistente hasta entonces como representación colectiva, se resumió en el
reclamo “que se vayan” y se lo identificó con el restablecimiento del régimen democrático. Así, los
dirigentes partidarios que en 1981 comenzaron a concertar con el general-presidente Viola un
retiro pactado y dosificado del poder castrense se encontraron con el derrumbe de la dictadura y
con la aparición de una opinión pública que exigía las instituciones pluralistas faltantes desde
hacía mucho tiempo.” Ricardo Sidicaro. 2013. 1983-2012: las etapas de la transición a la
democracia argentina (en claves sociológicas). Temas y debates (Junio 2013): 24.

10
“En términos formales, las dos alternancias gobierno oposición registradas en 1989 y 1999
podrían tomarse como ejemplo de consolidación democrática. El acuerdo parlamentario entre
gobierno y oposición que sancionó las leyes neoliberales que propuso Menem fue el comienzo de
una coincidencia que alcanzó su expresión máxima en la constituyente de 1994 que le permitió a
todos los partidos obtener beneficios.” Ricardo Sidicaro. 2013. 1983-2012: las etapas de la
transición a la democracia argentina (en claves sociológicas). Temas y debates (Junio 2013): 25.

Revisando las transiciones democráticas de Chile y Argentina, dos casos distintos del
mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
el proceso de transición, este hubiese adquirido otro carácter. Sin embargo se pone fin a una
de las etapas más oscuras que se conozca en la historia de Chile.
La transición democrática que vive el país se da desde arriba11, incluso con la participación
en el gobierno de alguien que fue un defensor de la intervención militar en el país, Patricio
Aylwin. Se realiza un plebiscito para derrocar o mantener el régimen militar, gana el No
con una amplia gama de votantes pero el proceso democrático se pacta desde arriba. Luego
de este proceso de transición se viven años duros para la sociedad chilena, la década de los
noventa.

Esa estuvo marcada por el terror de un posible retorno a las páginas más oscuras de nuestra
época. Durante el gobierno de Aylwin, uno de los acontecimientos que reflejan esta especie
de terror e influencia de los militares chilenos12 post dictadura es el llamado boinazo. Ver,
ya en 1993 cuando se suponía que no se iban a repetir más los episodios de sangre que
tuvieron origen en 1973, los militares armados y con sus uniformes correspondientes,
rodean el palacio de la moneda para brindar su apoyo al general Pinochet, producto de las
acusaciones por malversación de cheques.

Lo anteriormente mencionado no es algo casual, los militares ocuparon el miedo todavía


latente para poder incidir en las decisiones políticas del país, este miedo o terror es
producto de lo vivido con anterioridad, En otras palabras “se buscaba fortalecer la imagen
de que Pinochet disponía de un poder no regulable por la ley o por otro poder. El objetivo
estratégico era dar sustento simbólico a la autonomía política de las Fuerzas Armadas.”
(Moulian 1998, 29)

Por otra parte debemos tener en cuenta como la constitución de 198013 sigue vigente hasta
el día de hoy, lo cual se transforma en una traba enorme al momento de generar cambios
cualitativos en la política, economía y sociedad chilena. Este aspecto es algo bastante

11
“El proceso de transición chileno no tiene, pese a los equívocos sembrados por el mito, un
carácter único o singular. Comparte las condiciones globales de las transiciones llamadas
sistémicas, institucionales o “desde arriba”, cuyo desarrollo está determinado por las reglas y
procedimientos establecidos por los gobiernos autoritarios precedentes.” Tomas Moulian,
Limitaciones de la transición a la democracia en Chile, Proposiciones, 25 (Julio, 1994), 8.

12
“Los militares chilenos influyeron en el curso de las decisiones del gobierno de Aylwin, sobre los
temas cruciales de los derechos humanos y de las reformas constitucionales, a través de gestos
políticos y simbólicos destinados a fomentar el temor a la involución, para con ello incentivar la
conducta moderada de las elites” Tomas Moulian, Limitaciones de la transición a la democracia en
Chile, Proposiciones, 25 (Julio, 1994), 29.
13
“Por su parte, el eje articulador de la institucionalidad política heredada de la dictadura militar,
la Constitución Política de 1980, tampoco experimentó cambios sustantivos. Y ello porque la Ley
Orgánica Constitucional, que contempla los mecanismos para su modificación requiere, a su vez,
de altos quórum parlamentarios.” Carmen Gonzales Martínez y Nicolás Marín “Procesos de
construcción de la democracia en España y Chile”: Transición y violencia política en Chile (1988-
1994), Igor Goicovic Donoso, Universidad de Santiago de Chile (Enero, 2010), 72.

Revisando las transiciones democráticas de Chile y Argentina, dos casos distintos del
mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
relevante de ser analizado como un elemento de continuidad en lo que respecta el fin de la
dictadura y su herencia vigente hasta el día de hoy.

Otro aspecto significativo que debe ser analizado en este apartado es el de la mantención de
la constitución de 1980. Esto refleja que aun la dictadura está presente en el desarrollo
político del país. Además debemos destacar un factor bastante importante, que “en Chile se
sigue viviendo bajo la institucionalidad pinochetista, porque las derechas existentes se
mantienen básicamente fieles al legado del “antiguo régimen” y le otorgan espacio a las
pretensiones políticas de Pinochet y del Ejército.” (Moulian 1998, 29). Lo anteriormente
señalado no es algo aislado. Todavía existe en el mundo político defensores de la doctrina
pinochetista, por nombrar a políticos como Andrés Chadwick, Ivan Moreira, Jovino Novoa
o Cristian Labbe.

Pareciera ser que la democracia que llega al país luego del golpe militar no es más que una
fachada. La dictadura militar en Chile realizo un trabajo que, lamentablemente, resulto
exitoso. A los ojos internacionales, la dictadura de Augusto Pinochet no era bien vista, la
inversión extranjera se sentía inquieta al momento de depositar sus arcas en un país que
estaba convulsionando para poder derrocar a una dictadura sangrienta y terrorífica. Llego el
día del plebiscito y se cumple el objetivo, adiós Pinochet, pero de nada serviría ya que un
adherente a Pinochet –aunque con algunas mínimas diferencias- asumiría el poder. Las
elites del régimen autoritario conservarían el suficiente poder como para guiar el cambio
hacia una democracia tutelada. Podemos establecer una diferencia general en torno a los
procesos de transición14 en el cono sur y el realizado en argentina.

El neoliberalismo como resultado de la transición democrática en ambos países.

Los dos países anteriormente mencionados viven sus respectivos procesos de transición
democrática, sin embargo “recuperar la democracia servía para instaurar un nuevo orden,
bajo el dogma del libre mercado y la libertad de elegir. América Latina saldría del túnel
del tercermundismo abrazando sin temor la revolución neoliberal.”(Rosenmann 2013,
186). Pero ¿Qué significa este proceso construcción de un Estado, una economía y una
política neoliberal?15

14
“Todas las transiciones en el cono sur fueron por pacto (en el modelo de transición por
transacción) entre los gobiernos militares y las elites civiles que serían su recambio. Menos en
Argentina. El efecto Malvinas descartó una transición pactada, puesto que los partidos políticos no
quisieron negociar el retorno del orden constitucional con una dictadura militar desprestigiada y
repudiada tras la derrota.” Guillermo Mira Fernando Pedrosa (coord.). Extendiendo los límites.
Nuevas agendas en historia reciente (Argentina: Eudeba/Universidad de Buenos Aires, 2016), 436.
15
“La construcción del Estado neoliberal tiene como condición necesaria, eliminar la libertad de
acción del Estado nacional. Es decir, crear restricciones tales que, la libertad de maniobra de las
políticas públicas quede severamente recortada. Como el objetivo político del neoliberalismo es
permitir el libre despliegue de las fuerzas del mercado y consolidar los intereses hegemónicos
establecidos, es imprescindible maniatar al Estado. Para tales fines, es preciso realizar reformas
internas y crear compromisos externos que condicionen las políticas públicas. En este último
aspecto, un ejemplo clásico son las condicionalidades de los acuerdos para conseguir el apoyo del
Revisando las transiciones democráticas de Chile y Argentina, dos casos distintos del
mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
Tanto en Chile como en Argentina, las políticas neoliberales empezaron a gestarse en los
gobiernos de las dictaduras militares, por un lado, Chile ha mantenido el predominio de esta
economía neoliberal y por otro lado, Argentina ha vivido distintos giros que intentan
revertir esta realidad económica –mirando los casos del kirchnerismo-. Sin embargo la
agudización del neoliberalismo en el país trasandino se vive bajo el amparo de un gobierno
de democracia representativa. Es en el gobierno de Menem16 donde este personaje revierte
el discurso del Peronismo y lo transforma para dar solución a una crisis económica del país
y la posterior instauración del modelo neoliberal. Básicamente este personaje actúa
pragmáticamente para dar respuesta al mal momento económico de la Argentina, sin
embargo, fue un terreno fértil para que aflorara el modelo neoliberal.

Por otro lado, en Chile, la escuela de los Chicago Boys venia pensando en el modelo con
anterioridad al golpe de Estado, desde 1950 venían pensando en un modelo que plantara
una regulación desde el mercado y no desde el Estado, solamente les faltaba un régimen
político que fuese compatible con sus ideas económicas, el cual encajo a la perfección con
el “crecimiento hacia afuera” que traía consigo la dictadura militar. La escuela de chicago,
planteaban un proyecto que transformaría la economía chilena17.

Podemos apreciar que el factor exportador de materias primas es algo que distingue a la
económica chilena hasta el día de hoy. Y así también la inversión extranjera18, la cual se
radicalizo mucho más a lo largo del tiempo tanto que podemos apreciar que todos los
recursos básicos, los cuales deberían estar bajo el alero del Estado, se encuentran en manos

FMI.” Aldo Ferrer, “La construcción del Estado neoliberal en la Argentina,” Revista de trabajo
(Diciembre, 2012): 99.
16
“El gobierno de Menem optó por un esquema ortodoxo de política económica neoliberal
aceptando la crisis final del modelo estadocéntrico y transformó su herencia discursiva hacia el
credo neoclásico. Ejemplo de ello, fueron las privatizaciones, que tuvieron como finalidad la
retribución hacia los grandes grupos económicos que habían perdido su posición como
proveedores estatales.” Melina Meser, “Transición y consolidación democrática en la Argentina:
una lectura desde la intelectualidad (Tesis presentada para la obtención del grado de Licenciada en
Sociología, 2005), 9.
17
“La economía chilena debía concentrarse en aquellas actividades en las que el país tuviera
“ventajas comparativas” en el mercado internacional. La industrialización sería definida como
poco relevante para el crecimiento del país, lo que permitió que la inversión privada (grupos
económicos y la inversión extranjera) se concentrara en actividades extractivas: minería, pesca y
sector forestal.” Carlos Zuñiga, “Modelo neoliberal y diseño sociopolítico. Comentarios sobre el
caso chileno,” perspectiva de la comunicación (2011), 152.
18
“Quizás uno de los aspectos más controvertidos de la instalación del modelo fue el de las
privatizaciones, que al implementarse sin controles políticos fueron -por decir lo menos-
“irregulares” y afectaron a todas las actividades productivas. “El proceso de privatizaciones de
empresas del Estado desarrolladas en Chile entre 1985 y 1989, fue el primero en América Latina y
mucho más radical que el de Inglaterra, considerada la cuna de las privatizaciones” Carlos
Zuñiga, “Modelo neoliberal y diseño sociopolítico. Comentarios sobre el caso chileno,” perspectiva
de la comunicación (2011), 152.
Revisando las transiciones democráticas de Chile y Argentina, dos casos distintos del
mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
de privados extranjeros, esto presente en distintos ámbitos como la electricidad, el agua, la
empresa forestal o la agropecuaria.
En ambos países, las reformas, las privatizaciones y extranjerización de las empresas
públicas, los compromisos internacionales y el actual modelo político-económico alejado
de la regulación de la economía, dieron paso un modelo económico que hasta el día de hoy
se mantiene vigente y que agudiza aún más las desigualdades sociales en ambos países. Y
al igual que en Argentina, durante el gobierno de Ricardo Lagos –una democracia
representativa- es donde se agudiza el proceso de privatización y consolidación del modelo
neoliberal.

Entre el perdón, el olvido y la justicia; ¿Qué paso con los criminales de lesa
humanidad en ambos países?

Sin duda alguna, la impunidad ha sido la norma sobre la cual se dieron los procesos de
transición democrática en los países del cono sur. No obstante, en los dos casos que
analizamos podemos encontrar diferencias sustanciales en torno a este tema. Cabe destacar
el ejemplo argentino19 como uno que rompe esta norma de la impunidad frente a los
militares que cometieron crímenes de lesa humanidad.

Argentina logra llevar a cabo procesos en los cuales se castiga a los distintos perpetradores
de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura. Conocido es el Juicio a las juntas en el
cual se juzgaran por crímenes en contra de los derechos humanos a los participantes de las
tres juntas militares que azotaron al país vecino. En este juicio fue sentenciado a cadena
perpetua, por ejemplo, Juan Rafael Videla.

No obstante, mediante avanza el tiempo se daría paso a la ley de punto final la cual fue
promulgada en 1986 por el presidente Raúl Alfonsín, y estableció la paralización de los
procesos judiciales contra los imputados como autores penalmente responsables de haber
cometido crímenes de lesa humanidad. Por otro lado, la ley de obediencia debida fue
estableció una presunción sin admitir prueba en contrario respecto de que los delitos
cometidos por los miembros de las fuerzas armadas durante el terrorismo de Estado no
eran castigables, por haber actuado en virtud de la denominada "obediencia debida".

En el mismo país también se darán distintas iniciativas de indultos, llevadas a cabo por el
gobierno de Carlos Menem, en el cual serán liberados 1.200 personas, entre ellas civiles y
militares acusados de haber participado en la dictadura militar, sin embargo, estas serán
derogadas el año 2006, junto con la ley de obediencia debida y punto final, las cuales
perdieron su vigencia el año 2003.

19
“La democracia argentina consiguió acumular un aplastante volumen de pruebas, acusar
judicialmente, procesar, llevar a juicio y condenar a algunos de los máximos responsables del más
temible poder militar que el continente americano haya conocido en el presente siglo.” En
Rosenmann Marcos, Tiempos de oscuridad: Historia de los golpes de Estado en América Latina
(Akal, 2013), 183.

Revisando las transiciones democráticas de Chile y Argentina, dos casos distintos del
mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
Además de los juicios de la verdad (1998) a lo largo de la trayectoria histórica del siglo xxi
en Argentina, se empiezan a gestar diversos procesos judiciales en contra de quienes
resultaran culpables de estos crímenes cometidos durante la dictadura.

Al otro lado de la cordillera el panorama es distinto, la gran deuda que tiene Chile en
respecto a este tema es el no haber condenado a los perpetuadores de estos crímenes, y si lo
hizo, disfrutan de un agradable retiro en el centro de reclusión de punta peuco. Sin
embargo, podríamos decir que en Chile se presentaron dos informes conocidos como el
informe Retting y el Informe Valech20

Sin embargo el alcance de la impunidad va a llegar demasiado lejos en el caso chileno.


Durante el informe Valech no se realiza una publicación completa de las declaraciones y
testimonios por parte de las víctimas y miembros de las fuerzas armadas que declararon,
esto para no afectar el honor de los militares activos que resulten implicados en las torturas.
Además, el ex presidente Ricardo Lagos señala que estos documentos tendrían un carácter
confidencial por un periodo de cincuenta años, lo cual en mi opinión es para que la muerte
proteja a los perpetuadores de estos crímenes.

Mientras tano al otro lado de la cordillera y en relación al informe “Nunca más”, el cual
consto con un prólogo del escritor Ernesto Sábato, “dio muestra cabal de los crímenes de
lesa humanidad cometidos durante las juntas militares desde 1976. En este caso, han
servido para detener, enjuiciar y castigar a los culpables. Es la excepción que confirma la
regla.” (Rosenmann, 184; 2013)

Esta es la gran deuda que mantiene nuestro país en relación a este tema. La impunidad en la
cual se mantienen los culpables de estos crímenes es algo que no se puede seguir
sosteniendo. En lo personal, me parece inconcebible que un personaje como Manuel
Contreras haya muerto sin recibir su castigo, o como un personaje como Alvaro Corbalan
se mantienen recluidos en un centro penitenciario que no se asemeja en nada a la
penitenciaria de alta seguridad de Santiago, o también alguien como Cristian Labbe pudo
ejercer el cargo de alcalde de providencia siendo que también estuvo involucrado en
torturas durante el régimen de Augusto Pinochet. Espero que algún día la justicia tome
cartas en el asunto y pueda llevar a cabo procesos reales en donde los culpables cumplan

20
“El primero, realizado en 1990 por la denominada comisión nacional de la verdad y la
reconciliación, su resultado será conocido como informe Retting. En él, se llegó al deshonroso
acuerdo de consignar solo a los ciudadanos muertos y asesinados, consecuencia de la violencia de
Estado ejercida por agentes de las fuerzas armadas, desde el mismo día 11 de septiembre de 1973.
Recoge un total de 2.279 casos. El segundo fue elaborado en 2003. Su labor amplío su campo de
actuación hacia aquellas personas que habían sufrido torturas. Su nombre: Comisión sobre prisión
y tortura. Igual que el anterior será divulgado como informe Valech. En él se comprueban y relatan
más de 40.000 casos de tortura y violaciones a los derechos humanos.” En Rosenmann Marcos,
Tiempos de oscuridad: Historia de los golpes de Estado en América Latina (Akal, 2013), 183.

Revisando las transiciones democráticas de Chile y Argentina, dos casos distintos del
mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
condenas reales, en espacios reales de reclusión y sin los privilegios que hasta el día de hoy
mantienen, y algún día poder asemejarnos al país vecino.

A modo de conclusión.

Se hace necesario revisar estos procesos mediante avanza el devenir histórico de ambos
países. Hoy por hoy, por un lado, Argentina vive un proceso en el cual su economía y
política se han visto alteradas con la llegada de Mauricio Macri –teniendo en cuenta
también que, los/as Macri también están involucrados en crímenes de lesa humanidad
durante la dictadura argentina-, el cual pretende agudizar aún más las reformas neoliberales,
lo cual ha traído sus coletazos en la sociedad argentina. Por otro lado, en Chile estamos
próximos a saber quién será el próximo presidente, ambos muy distintos en su programa
pero con una similitud sustancia, la defensa de la inversión privada, sello fundamental de la
política y la economía neoliberal. En ambos países los derechos humanos se ven
vulnerados, aún bajo regímenes democráticos, la represión contra el wallmapu se ha
agudizado en tal punto que ambas naciones trabajan en conjunto para organizar operaciones
represivas en contra de los mapuches. En tiempos en donde los debates ciudadanos se han
agudizado es necesario volver a diseñar una democracia que permita realizar cambios
significativos en la realidad. La democracia que se pactó con la salida de los militares ya
está oxidada, se hace necesario que se vuelva a replantear el modelo económico y político
en ambos países para que puedan superar sus trababas sociales, económicas y políticas. Por
otro lado, se hace imperativo que en Chile se logre castigar a los criminales de lesa
humanidad que todavía siguen caminando impunes por el país o encerrados en un retiro
cinco estrellas, necesitamos aprender de nuestro país vecino y castigar a los culpables de
tortura y homicidios durante la dictadura.

Este articulo realizo un trabajo en el cual tocamos múltiples puntos que se empezaron a
desencadenar con la llegada de la democracia en ambos países. La instauración de un
modelo neoliberal que coopta amplias cúpulas de la realidad de ambos países. Una cultura
política que se empieza a desarrollar en los dos países, aunque en Argentina esta se origina
de manera prematura, quizás, esto último se origina por los quiebres de las dictaduras
militares, recordando que en Argentina la dictadura cae cinco años antes que la chilena. El
trato que se le ha dado a los militares que actuaron torturando, desapareciendo y asesinado
a la población en los regímenes dictatoriales de ambos países, ha sido algo distinto en
Argentina, el cual puso la vara alta al sentar en el banquillo de acusados s los culpables,
cuestión que nuestro país todavía mantiene en deuda, lamentablemente.

Revisando las transiciones democráticas de Chile y Argentina, dos casos distintos del
mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.
Bibliografía:

Mira Guillermo, Pedrosa Fernando, coord. 2016. Argentina: Extendiendo los límites.
Nuevas agendas en historia reciente: Eudeba.

Rossenman, Martin. 2013. Tiempos de oscuridad, historia de los golpes de Estado en


América Latina. España: Akal.

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desde la intelectualidad [en línea]. Trabajo final de grado. Universidad Nacional de La
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http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.662/te.662.pdf

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Revisando las transiciones democráticas de Chile y Argentina, dos casos distintos del
mismo proceso en el cono sur. Carlos Ramírez Araya, Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. América latina, revolución, democracia y globalización. 2017.

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