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Editorial

La Primavera
Cada 23 de septiembre, se celebra en el Perú el inicio de la primavera, de la amistad y de
la juventud. El día de la primavera es el símbolo de la renovación de la naturaleza y la
creatividad del espíritu humano.

Durante esta jornada, la juventud es la protagonista, pues en el desarrollo del ser humano,
es la edad que equivale a la primavera de la vida, los jóvenes de edad y espíritu despiertan
a la vida llenos de energía, proyectos y optimismo.

ESTACIÓN SONRIENTE

La primavera es una de las cuatro estaciones de las zonas templadas. Astronómicamente,


comienza con el equinoccio de primavera (entre el 20 y el 21 de marzo en el hemisferio
norte; entre el 22 y el 23 de en el hemisferio sur), y termina con el solsticio de verano
(alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte y el 21 de diciembre en el hemisferio
sur). Sin embargo, se considera que la estación ocupa los meses enteros de marzo, abril y
mayo en el hemisferio norte y de setiembre, octubre y noviembre en el hemisferio sur.

Durante la primavera los días se alargan, el sol sale un poquito antes y se pone otro
poquito después. Por eso la noche se hace mas corta cada día. La palabra primavera es
sinónimo de vida, juventud, sol, aire y color. Asimismo, se identifica con el tiempo en que
las cosas están en su mayor vigor, hermosura y frescura.

El inicio de la primavera es ideal para preparar la tierra y sembrar la mayoría de los


cultivos básicos. Con ello se aprovecha la llegada próxima de las lluvias. Se plantan
también una gran variedad de árboles frutales, hortalizas y legumbres. Como es la
estación que sigue al invierno, representa un cambio de clima que se refleja en las plantas.
Aparecen numerosas flores que visten alegres y llamativos colores, acompañadas de
sugestivas fragancias.
Poema
Doña Primavera
Doña Primavera
viste que es primor,
de blanco,
tal como limonero en flor.

Lleva por sandalias


una anchas hojas
y por caravanas
unas fucsias rojas.

¡Salid a encontrarla
por esos caminos!
¡Va loca de soles
y loca de trinos!

Doña Primavera,
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo...

No cree al que le hable


de las vidas ruines.
¿Cómo va a entenderlas
entre los jazmines?

¿Cómo va a entenderlas
junto a las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?

De la tierra enferma
en las hondas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.

Pone sus encajes,


prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...

Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:

Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño
y de abnegación.

Gabriela Mistral

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