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Runas
Runas
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«runa» redirige aquí. Para otras acepciones, véase runa (desambiguación).
Futhark antiguo.
Los alfabetos rúnicos son un grupo de alfabetos que comparten el uso de unas letras
llamadas runas, que se emplearon para escribir en las lenguas germánicas,
principalmente en Escandinavia y las islas Británicas, aunque también se usaron en
Europa central y oriental, durante la Antigüedad y la Edad Media, antes y también
durante la cristianización de la región.
Las variantes escandinavas del alfabeto se conocen también como futhark o fuþark
(pronunciación AFI: ['fuθark]), término que deriva de las seis primeras runas:
Runic letter fehu.svg Runic letter uruz.svg Runic letter thurisaz.svg Runic letter
ansuz.svg Runic letter raido.svg Runic letter kauna.svg que se transliteran como
F, U, Þ, A, R y K. La variante anglosajona se conoce como futhorc, debido a los
cambios producidos en la pronunciación de estas mismas seis letras en el inglés
antiguo.
Las inscripciones rúnicas más antiguas encontradas datan de alrededor del año 150,
y a grandes rasgos, el alfabeto fue reemplazándose por el latino con la
cristianización, alrededor del año 700 en la Europa central y al finalizar la época
vikinga, alrededor de 1100, en Escandinavia. Sin embargo, el empleo de runas
persistió en Escandinavia hasta entrado el siglo XX, especialmente en la Suecia
rural, empleándose especialmente en la decoración con runas y en los calendarios
rúnicos. Los tres alfabetos rúnicos más conocidos son:
Futhorc anglosajón.
El futhark antiguo (c. 150-800)
El futhorc anglosajón (400-1100)
El futhark joven o futhark escandinavo (800-1100)
A su vez existen varias versiones del futhark joven:
Índice
1 Contexto
1.1 Mitológicos
1.2 Históricos
2 Variedades de alfabetos
2.1 Futhark antiguo
2.2 Futhorc anglosajón
2.3 Futhark joven
2.3.1 Runas de Helsingia
2.3.2 Runas islandesas
2.4 Runas marcómanas
2.5 Runas medievales
2.6 Runas dalecarlianas
3 Uso mágico
4 Runas de Bluetooth
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Contexto
Las runas empezaron a ser usadas por los pueblos germánicos en el siglo I o II. La
inscripción rúnica más antigua data de alrededor de 160 y se encuentra en un peine
hallado en la ciénaga de Vimose, Funen, en ella se lee harja (peine). Otro
candidato disputado a ser la más antigua es la inscripción del siglo I de la fíbula
de Meldorf. Este periodo se corresponde con las últimas etapas lingüísticas del
idioma protogermánico o germánico común, que evolucionaba hacia los dialectos de
sus tres vertientes en las siguientes centurias, todavía no claramente separados:
las lenguas germánicas septentrionales, lenguas germánicas occidentales y lenguas
germánicas orientales.
Mitológicos
En la antigua creencia escandinava, las runas eran de origen divino (nórdico
antiguo: reginkunnr), obra de los dioses, un regalo de Odín hacia los hombres.1
Esto se atestigua ya alrededor del s. VII d. C. en la inscripción de la piedra de
Noleby, en Suecia (Runo fahi raginakundo toj[e'k]a..., que significa "Preparo la
adecuada runa divina..."2) y en la piedra de Sparlösa del siglo IX (Ok rað runaR
þaR rægi[n]kundu, que significa «interpretar las runas de divino origen»2). Más
notablemente, en Hávamál, verso 80, se describe también a las runas como
reginkunnr:
La Edda poética Rúnatal explica que su creador fue el dios Odín, y los versos 138 y
139 describen cómo Odín recibió las runas a través de su propio sacrificio. El
texto es como sigue:
Nórdico antiguo
Castellano
Existen dos relatos sobre cómo las runas se dieron a conocer a los mortales. El
Rígsþula cuenta como Ríg, identificado como Heimdall en la introducción, tuvo tres
hijos de mujeres: Thrall (esclavo), Karl (hombre libre) y Jarl (noble). Estos hijos
se convirtieron en los ancestros de las tres clases de hombres que indican sus
nombres. Cuando Jarl alcanzó la edad de comenzar a manejar armas y mostrar otros
signos de nobleza, Rig volvió y, habiendo reconocido a Jarl como su hijo, le enseñó
las runas. En 1555, el exiliado arzobispo sueco Olaus Magnus registró una tradición
sobre un hombre llamado Kettil Runske que había robado tres bastones rúnicos de
Odín y aprendido así las runas y su magia.
Históricos
Artículo principal: Futhark antiguo
Codex Runicus, un pergamino de c. 1300 que contiene uno de los textos más antiguos
y mejor conservados de Leyes provinciales de Scania, escritas enteramente en runas.
Las runas se desarrollaron de forma tardía, siglos después de los alfabetos
mediterráneos de los cuales probablemente descienden. Existen similitudes con los
alfabetos de origen fenicio (latino, griego, etrusco) que no pueden atribuirse a la
mera casualidad. Uno de los antiguos alfabetos itálicos, el alfabeto rético de
Bolzano, suele citarse frecuentemente como candidato a ser el origen de las runas,
con sólo cinco runas del futhark antiguo (Runic letter ehwaz.svg e, Runic letter
iwaz.svg ï, Runic letter jeran.svg j, Runic letter ingwaz.svg ŋ, Runic letter
pertho.svg p) que no tienen su correspondencia en el alfabeto de Bolzano.5 Esta
hipótesis suele ser denegada por académicos escandinavos, que frecuentemente
favorecen el origen latino de la mayoría de las letras rúnicas.678
La tesis del origen itálico antiguo o etrusco del norte se apoya en la inscripción
del casco de Negau que data del siglo II.9
Las formas angulares de las runas son compartidas con la mayoría de los alfabetos
contemporáneos de la época empleados en grabados sobre piedra o madera. Una
peculiaridad del alfabeto rúnico, en comparación con la familia del itálico
antiguo, es la ausencia de trazados horizontales. Las runas se escribían
normalmente en los bordes de pequeñas piezas de madera. Los surcos primarios
grabados recorrían la pieza de forma vertical, en dirección contraria a la de la
veta de la madera: las curvas son difíciles de trazar, y las líneas horizontales se
pierden entre las vetas naturales de la madera. Esta característica es también
compartida con otros alfabetos, como las primeras formas del alfabeto latino
empleadas en la inscripción Duenos.
La hipótesis del origen germano occidental especula con que el alfabeto rúnico
fuera introducido por tribus germánicas del oeste. Esta hipótesis se apoya en que
las inscripciones más antiguas (c. 200 d. C.), encontradas en ciénagas y tumbas en
la zona de Jutlandia (las inscripciones de Vimose), muestran terminaciones de
palabra que, siendo interpretadas por filólogos escandinavos como protonórdico, no
han sido aún resueltas y son objeto de disputas entre lingüistas. Inscripciones
como wagnija, niþijo y harija representan supuestamente los nombres de tribus. Como
hipótesis se han propuesto los nombres de los Vangiones, los Nidensis y los Harii,
tribus situadas en la zona de Renania.10 Dado que los nombres terminados en -io son
una adaptación de la morfología germánica de la terminación latina -ius, y el
sufijo -inius se convierte en germánico -inio-,1112 la problemática terminación en
-ijo en la declinación masculina del protonórdico podría resolverse asumiendo la
influencia romana en la zona de Renania, mientras que el extraño final en -a de
laguþewa (cf. Syrett 1994:44f.) puede resolverse aceptando que el nombre pueda ser
germano-occidental.10
El génesis del Futhark antiguo se completó para principios del siglo V, con la
piedra de Kylver convirtiéndose en la primera evidencia del orden del futhark, así
como de la runa peorth.
Variedades de alfabetos