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PALABRAS ~ ALOS INTELECTUALES FIDEL CASTRO RUZ athe Fidel EDICION: Departamento de Ediciones. Ia Bibtloteca Nacional * José Marti". CORRECCION: Roynaldo Escobar Casas y Urania Pérez RNoro. DISENO Y REALIZACION: Lourdes Heméndez Brito. COMPOSICION: Elolsa Rizo Barzaga. Esta edicion se raallza en el afto del 90 Aniversario de la Biblioteca Nacional * José Mart!*. Bal toe - ITEE C273 Hl 4g CTE 1901-1991 Aniversario Fi picd 16 23 y30 de junio de 1961 en el sal6n-teatro de Ia Biblioteca Nacionat Primer Ministro; Osvaldo Dorticés Torrado, Presidente de a fo Hart Davalos, Ministro de Educacién, entre oirs dirigentes tuvieron una profongada reunion con representantes de la pauta para ta poltica Prneros aitos de vidax nza la actuatidad. (eca Nuctonal "José Mant” con la presente edicién especial ha querido iversario de la importante reunidn en minutos en que la ta la bisqueda de sus ralces y las claves de su auten- 5 2 PALABRAS A LOS INTELECTUALES FIDEL CASTRO RUZ Compatieros y Compaiteras: Después de tres sesiones en la que so discutloron distintos problemas relacionads con a cultura y eltrabalo creador; enlas que Se plantearon muchas cuestiones interesantes y se expresaron los diferentes crterios representados, nos toca a nosotros cubrir nuestro tumo. No lo haremos como la persona més autorizada para hablar ‘sobre la materia, pero sf, traténdose de una reunién de ustedes y ‘nosotros, por la necesidad de que expresemos aquf algunos puntos de vista, Tenfamos mucho interés en estasdiscusiones, y creo que lohemos demostrado con eso que podria liamarse ‘una gran paciencia". Pero en realidad no ha sido necesario realizar un estuerz ydifa sinceramente {que también ha resultado amena. Desde luego que en este tipo de discusién no somos nosotros, los hombres de gobiemo, los ms aventajados para opinar sobre cuestiones en las cuales ustedes se hhan especializado, Por lo menos... este es mi caso. Elhecho de ser hombres de gobiemo y agentes de esta Revolucién ho qulere decir que estamos obligados (aunque acasoo estemos) a ser peritos en todas las materias. Es posible que si hublésemos levado a muchos de los compafieros que han hablado aqula alguna ‘eunién del Consejo de Ministros a discutir los problemas con los cuales estamos més famillarizados, se habrian visto en una situacién similar ala nuestra. Nosotros hemos sido agentes de esta Revolucién, delaRevolucién econémico-social que esté teniendo lugar en Cuba. A su vez esa Revoluctén econémica y lene que producir inevitablemente también una Revolucién ct Por nuestra parte hemos tratado de hacer algo (quizés en los primeros Instantes de la Revolucién habla otros problemas mas Urgentes que atendet). Podriamos hacernos también una auto-crtica alaflrmar que hablamos dejado un poco de lado la discuisi6n de una ‘cuestién tan importante como ésta. No quiere decir que la hablamos fo; esta discuslén -que quizés el incidente a que se ha hhecho referencia aqul reiteradamente contribuyé a acelerar., ya estaba en la mente del Gobiemo. Desde hacta meses tenfamos el ppropésite de convocar a una reunién como esta para analizar ol problema cultural. Los acontecimiontos se han Kdo sucadiendo y ‘s0br0 todo os titimos fueronia causa de quanose hublese otectuado ‘con anterloridad. Sin embargo, el Gobierno Revoluctonario habla ido tomando algunas medidas que expresaban nuestra preocupacion ‘por ese problema, Algo se ha hacho y varios compafieros dl Gobler- Ro en més de una ocasién han insistdo en la cuestién. Por io pronto. puede decirse que la Revolucion en si misma trajo ya algunos cam- blos en ol ambiente cultural las condiciones de trabajo de los artistas ‘han vatiado. Yo creo que aqul se ha insistido un poco en algunos aspectos pesimistas; creo que aqulha habido una preocupacion queseva més ‘allé de cualquier justiicact6n real sobre este problema, Casino 98 ha Insistdo en la realidad de tos cambios que han ocurrido con relacion al ambienta y a las condiciones actuales de los artstas y da fos ‘escritores. Comparéndolo con el pasado tionable que los. atistas y escritores cubanos no se pueden mo en el pasado Y¥ que las condiciones del pasado eran verdaderamente doprimentos fen nuestro pals para los artistas y escritoras. SI fa Revolucion ‘comenzé trayendo en sf misma un camblo profundo en el ambiente yen las condiciones, tpor qué recelar de que la Revoluclén que nos tialo esas nuevas condiciones para trabajar pueda ahogar esas ‘condiclones? Por qué recelar de qua la Revolucion vaya precisamente a liquidar esas condiciones que ha traldo consigo? Es clerto que aqul se'esté discullenco un problema qu no es un problema sencilo. es. Es una madeja, pudlévamos deci, bastante la desenredar. Es un problema que tampoco Los distintos compaferos que han hablado exprosaron aqui un sinnémero de puntos de vista fos expresaron con sus arguments. 1 primer dla habla un poco de temor a entrar en el tema y por eso {fue necesatio que nosotros les pidiéramos a los compafieros que ‘abordaran el tera; que aqul cada cual dljera lo que le Inquictaba, Enel fondo, s!no nos hemos equvocado, el problema fundamental {que flotaba aqut en el ambiente era of problema de la libertad para la creacion artstica, También cuando han vistado a nuestro pals distin- tos escritores, sobre todo, escritores polticos abordaron esta ‘cuestion mas de una vez. Es Indudable que ha sido un tema discutido {en todos los pafses donde han tenido lugar ravoluclones profundas ‘como la nuestra. Casualmente, un rato antes de volver a asta sal6n, un compafiero ‘08 trafa. un folleto donde en la portada oa! final aparece un pequefio ‘cual nosotros lo mitamos todo es se: para nosotros serd bueno lo ‘que sea bueno para ellas; para nosotros serd noble, serd bello y sera All, todo fo que sea noble, sea itil y sea bello para ellas. Sinose plensa ast, s! no se piensa por el pusblo y para el pueblo. es decir, sl ‘no so plensa y no se acta para esa gran masa explotada del pueblo, para esa gran masa a la que se desea redimir, entonces, sencilla: Monte, no se tiene una actitud revolucionaria. ‘Al menos 688 es el cristal a través del cual nosotros analizamos Jo ‘bueno, lo itl y lo bello de cada accion. Comprenciemos que debe ser una tragedia cuando alguien entien- da esto y, sin embargo, tenga que reconocerse incapaz de luchar por allo, Nosotros somos 0 creemos ser hombres revolucionarios. Quien sea mds artista que revolucionatio, no puede pensar exactamente Igual que ‘Nosotros tuchamos por el pusblo y no padecemos ‘ningdn confilcto porque tuchamos por el pueblo y sabemos que odomos lograr los propésitos de nuestras luchas. El pueblo es fa ‘meta principal. En ef pueblo hay que pensar primero que en nosotros mismos y ésa es a nica acttud que puede definirse como una actitud verdaderamente revolucionatia. Y para aquellos que no puedan tener (© no tengan esa actitud, pero que son personas honradas, es para uines existe el problema a que haclamos referancta, y dela misma manera que los la Revolucién constituye un problema, Constituyen también para la Revolucion un problema del cual la Revoluclén debe preocuparse. Aqui se sefial6, con acterto, el caso de muchos escrtores y artistas {que no eran revotucionarios, pero que, sin embargo, eran escritores Yartistas honestos, que ademds querian ayudar a la Revolucién, que ‘ademas ala Revolucién te nteresaba su ayuda; que querlan trabejar para la Revolucién y que a su vez a la Revolucién le interesaba que ellos aportaran sus conocimientos y su estuerzo en beneficio de la risa. Es més facH apreciar esto cuando se analizan los casos peculiares Y entre esos casos peculiares hay muchos que no es facil analizar. ro aqui habié un escrtor cat6lico. Plantes lo que a lle preocupaba lo dijo con toda claridad. El pregunté si podfa hacer una icién desde su punto de vista idealista de un problema

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