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Es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en su trabajo de 1943.

Una teoría
sobre la motivación humana, posteriormente ampliada. Maslow formuló una jerarquía de las
necesidades humanas y su teoría defiende que conforme se satisfacen las necesidades básicas,
los seres humanos desarrollamos necesidades y deseos más elevados

Teoría jerárquica de las necesidades de Maslow


La jerarquía de necesidades de Maslow se describe a menudo como una pirámide que consta de 5
niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como necesidades de déficit (déficit needs);
el nivel superior se le denomina necesidad del ser (being needs). «La diferencia estriba en que mientras
las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, las necesidades del ser son una fuerza impelente
continua». La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan
nuestra atención sólo una vez que se han satisfecho necesidades inferiores en la pirámide. Las fuerzas
de crecimiento dan lugar a un movimiento hacia arriba en la jerarquía, mientras que las fuerzas
regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía. En términos
de economía se usaba mucho este método de jerarquización, hasta que se simplificó en una sola
"felicidad". Según la pirámide de Maslow dispondríamos de:
Necesidades fisiológicas básicas
Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (referido a la salud del individuo),
dentro de estas se incluyen:
 Necesidad de beber agua.
 Necesidad de alimentación.
 Necesidad de dormir.
 Necesidad de eliminar los desechos.

Necesidades de seguridad
Surgen de la necesidad de que la persona se sienta segura y protegida. Dentro de ellas se encuentran:
 Seguridad física.
 Seguridad de empleo.
 Seguridad de ingresos y recursos.

De pertenencia y afecto
Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades de asociación,
participación y aceptación. En el grupo de trabajo, entre estas se encuentran: la amistad, el afecto y el
amor. Se satisfacen mediante las funciones de servicios y prestaciones que incluyen actividades
deportivas, culturales y recreativas. El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse,
de agruparse; en familia o con amigos o formalmente en las organizaciones.
Estima o reconocimiento
En ocasiones las empresas no toman muy en serio este punto, ya que sólo se enfocan en la
remuneración económica y se olvidan que las personas también tienen sentimientos. Esto no sólo
afecta benéficamente al individuo, sino a toda su familia. Un ejemplo bien claro es cuando un padre
de familia asiste a la firma de boleta de su pequeño y al término de ésta la maestra se acerca al padre
de familia y felicita al niño por su gran desempeño; no sólo se siente bien el niño sino toda su familia,
porque se refleja el esfuerzo de cada uno de los miembros y por ende el niño tendrá una motivación que
lo invitará a seguir esforzándose.
Autorrealización
Son las más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, a través de su satisfacción personal,
encuentran un sentido a la vida mediante el desarrollo de su potencial en una actividad. Se llega a esta
cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados y completados.
¿QUÉ ES EL BIENESTAR PSICOLÓGICO? FACTORES DE LA FELICIDAD
SUBJETIVA.

Existen tantos tipos de bienestar psicológico como personas hay en el mundo.


El bienestar psicológico o también llamado subjetivo, es un constructo complejo
y multidimensional relacionado directamente con la propia experiencia personal
y el consecuente funcionamiento vital óptimo que cada uno cree más acertado
en cuanto a sus necesidades y deseos.

Los especialistas en bienestar mental son los psicólogos, los auténticos


profesionales en el comportamiento y cognición humana. Por este motivo, no
tengas miedo en ponerte en contacto con un psicólogo profesional si necesitas
mejorar tu bienestar psicológico. Existen grandes profesionales ya
busques psicólogo o psicóloga en Madrid o psicóloga en Sevilla, hoy en día y
gracias a Internet puedes buscar al psicólogo que más se adapte a tus
necesidades en diversos formatos de asistencia, ya sea presencia o virtual.

1. El bienestar psicológico desde diferentes perspectivas.


2. Perspectiva hedónica del bienestar subjetivo.
3. Pespectiva eudainómica del bienestar psicológico.
4. Emociones positivas y bienestar.
5. 10 factores que afectan al bienestar psicológico.

El bienestar psicológico desde


diferentes perspectivas.
Para entender mejor el concepto de bienestar psicológico podemos enfocar dos
perspectivas diferentes la hedónica y la eudaimónica.

Perspectiva hedónica del bienestar subjetivo.


Desde este punto de vista se equipara la felicidad con el bienestar. ¿Que cuándo
estamos felices? Cuando logramos el placer y evitamos el dolor, pero no
referido al componente físico sino a la consecución o no de las metas o los
resultados a los que aspiramos y el reporte que nos supone. Es decir, sentirnos
valorados por nuestros méritos.

Este tipo de bienestar psicológico es más conocido como subjetivo y se


compone de:

 Satisfacción vital: lo que cada uno piensa sobre su propia vida.


 Satisfacción específica: como se encuentran determinados aspectos
importantes par la vida del sujeto (trabajo, salud, pareja, familia,
amistades, economía…)
 Afecto positivo: experimentar muchas emociones positivas placenteras.
 Afecto negativo: experimentar pocas emociones negativas
displacenteras.

Lo que para mí es bienestar, no tiene porqué serlo para el vecino.

Perspectiva eudaimónica y bienestar psicológico.


En este caso, como diría el afamado humanista Abraham Maslow, el bienestar
psicológico se centra en la autorrealización y el desarrollo del verdadero
potencial individual. El bienestar psicológico se consigue cuando una persona
vive de acuerdo a su propio self. Es decir, cuando las actividades de su vida son
coherentes a sus valores personales. En este caso los componentes del bienestar
psicológico son:

 Autonomía.
 Crecimiento personal.
 Autoaceptación.
 Relaciones positivas.
 Competencia.
 Propósito vital.

>> Artículo relacionado: 25 canciones sobre la felicidad.

Aspectos comunes a ambas perspectivas:

La felicidad depende de las dimensiones frecuencia e intensidad. Las personas


que experimentan más felicidad no son aquellas que lo hacen de manera
intensa sino aquellas que experimentan emociones positivas más
frecuentemente a pesar de ser de manera menos intensa.

Las personas somos capaces de adaptarnos a las situaciones del entorno (ya sea
en positivo o negativo) pero retornamos a nuestra línea base de bienestar
psicológico o felicidad.

Si trabajamos con nuestras emociones y estado anímico podemos conseguir


que esa línea base de felicidad se incremente paulatinamente, sobretodo en
aquellos casos en los que no se percibe bienestar como tal o existe alguna
carencia.
>> Artículo relacionado: La energía emocional y los estados de ánimo.

Emociones positivas y bienestar.


Distinguir entre emociones positivas y negativas es de vital relevancia para
saber nuestro umbral de bienestar psicológico. Cuantas más emociones
positivas sintamos más bienestar físico y psicológico. Eso sí, debemos tener en
cuenta también la función adaptativa de las emociones negativas.

Las emociones positivas tienen efectos sobre la salud física, el sistema


imnológico se ve incrementado gracias a ellas por lo que forman parte de
nuestra barrera defensiva contra enfermedades. Además, las emociones
positivas proporcionan información que se refuerza de forma placentera por lo
que influye directamente en nuestra conducta y estado interno.

Existen cientos de emociones que se combinan entre ellas, como se representa


en la rueda de las emociones de Plutchik, pero vamos a mostrar algunos
ejemplos entre emociones positivas y negativas para que quede el concepto
claro:

Emociones positivas.

1. Amor
2. Alegría
3. Afecto
4. Compasión
5. Esperanza
6. Libertad
7. Logro
8. Justicia
9. Agradecimiento
10. Aceptación
11. Acompañamiento
12. Bondad
13. Admiración
14. Amabilidad
15. Alivio
16. Orgullo
17. Empatía
18. Apego
19. Aprobación
20. Honestidad
21. Humildad
22. Tolerancia
23. Motivación
24. Felicidad
25. Firmeza
26. Fortaleza
27. Autonomia
28. Honorabilidad
29. Optimismo
30. Satisfacción
31. Seguridad
32. Simpatía
33. Cariño
34. Estima
35. Comprensión
36. Entusiasmo
37. Solidaridad
38. Respeto
39. Pasión
40. Paz
41. Placer
42. Compromiso
43. Ilusión
44. Interés
45. Confianza
46. Apoyo
47. Contento
48. Dignidad

Emociones negativas

1. Tristeza
2. Melancolía
3. Abandono
4. Aburrimiento
5. Abuso
6. Ausencia
7. Necesidad
8. Desmotivación
9. Angustia
10. Agresión
11. Agobio
12. Ansiedad
13. Asco
14. Venganza
15. Vergüenza
16. Vacío
17. Hostilidad
18. Humillación
19. Temor
20. Terror
21. Traición
22. Lastima
23. Manipulación
24. Miedo
25. Frustración
26. Furia
27. Soledad
28. Rencor
29. Rabia
30. Pena
31. Odio
32. Enfado
33. Engaño
34. Estrés
35. Duelo
36. Enojo
37. Envidia
38. Desconfianza
39. Impotencia
40. Desconcierto
41. Inferioridad
42. Ira
43. Irritación
44. Celos
45. Culpa
46. Derrota
47. Dolor
48. Decepción

10 Factores que afectan al bienestar psicológico.


A modo de resumen mostramos algunos de los factores más importantes de
cara a conseguir un estado psicológico de bienestar óptimo:

1. El bienestar, la felicidad y el afecto positivo están relacionados con


componentes de la personalidad como la extraversión y la afabilidad.
2. Se podría decir que la felicidad se explica en un 50% por factores
genéticos.
3. El incremento de la riqueza personal no se asocia a aumentos en la
felicidad.
4. La consecución de metas, más que en el dinero, es lo que más se asocia
con el bienestar psicológico.
5. El crecimiento personal hacia metas intrínsecas está más asociado que el
progreso relacionado con metas extrínsecas.
6. A nivel colectivo y de sociedad, existe una correlación positiva entre
riqueza y felicidad. Sin embargo, no es del todo cierto ya que en los
países ricos el nivel económico no correlación tan positivamente con la
felicidad que en los países pobres. Esto es debido a que en los pobres el
dinero facilita el acceso a necesidades primarias que ya tienen como
habituales en países desarrollados, por lo que pierde su capacidad de
relación subjetiva con la felicidad.
7. Tener relaciones interpersonales íntimas correlaciona con un estado
positivo de bienestar psicológico al ser las relaciones sociales una
necesidad humana básica, siempre y cuando éstas sean de calidad. Se ha
demostrado que tener relaciones íntimas mejora los niveles
de afrontación frente al estrés.
8. El afecto positivo relacionado con la consecución de metas es menor
cuando éstas son demasiado fáciles o demasiado difíciles, es decir su
nivel de reto no es apropiado a la situación.
9. Las metas de evitación (quiero conseguir no fumar) se asocian con menor
bienestar que las de aproximación (quiero terminar mis estudios
universitarios).
10. Las metas personales relacionadas con la automotivación o la autonomía
personal (self) se relacionan más directamente con la felicidad que las
que no. Por ejemplo, lograr un objetivo de tu propia empresa no es lo
mismo que lograr un objetivo de venta si eres comercial de otra empresa.

Mientras los seres humanos nos desarrollamos y nuestras necesidades


evolucionan, convirtiéndose en su fuente de motivación, en aquello que
nos lleva a actuar tal y como lo hacemos.
Seguramente, uno de los teóricos más importantes respecto a las
necesidades humanas y la motivación es Abraham Maslow, un psicólogo
humanista que propuso la “Teoría de las Necesidades Humanas”, más
conocida como la Pirámide de Maslow.

 Si quieres saber más sobre esta figura de la psicología humanista, puedes


leer nuestro artículo: “La teoría de la personalidad de Abraham Maslow”
Tipos de necesidades humanas
En su famosa pirámide, Maslow nos habla de cinco necesidades humanas
que están ordenadas en distintos niveles, de la base de la figura a la parte
más alta de ésta. Estas necesidades deben ir cubriéndose de una en una
poder para llegar a sentirnos satisfechos con nosotros mismos y nuestra
vida. Según él, solamente es posible acceder a la parte alta de la pirámide
si se han ido cubriendo las necesidades anteriores de una en una.
Sin embargo, existen otros criterios para clasificar las necesidades
humanas. A continuación te mostramos las diferentes formas de
clasificación de estas necesidades. Son los siguientes:

 Artículo recomendado: “Pirámide de Maslow: la jerarquía de las


necesidades humanas”

Según su importancia o naturaleza


Las necesidades pueden ser vitales o no, es decir, pueden conllevar un
riesgo orgánico si no se sacian en algunos casos, y pueden ser accesorias
para la superviviencia del individuo en otras.

1. Necesidades Primarias
Son las necesidades vitales, es decir, son aquellas cuya satisfacción
depende la supervivencia de la persona. Por ejemplo, comer, dormir,
respirar, hidratarse, etc. Se trata de necesidades relacionadas con el
mantenimiento de los estándares mínimos que le permitan al cuerpo
funcionar bien.

2. Necesidades Secundarias
No son vitales pero aumentan el nivel de satisfacción y bienestar de la
persona. Suelen tener un componente cultural, por lo que pueden ser
diferentes dependiendo de la cultura e incluso el momento temporal. Por
ejemplo, tener un coche, tener un teléfono móvil. etc.

Según su origen
Dependiendo de la procedencia, las necesidades humanas pueden ser:
3. Necesidades individuales
Son las necesidades que tiene un individuo o persona, y pueden ser de
dos clases:

 Naturales: Son las necesidades primarias: comer, beber agua, etc.


 Sociales: Las de carácter cultural: llevar reloj, celebrar una boda, usar
corbata, etc.

4. Necesidades colectivas
Son las necesidades de los individuos como grupo o sociedad, es decir,
como ciudadanos: transporte público, seguridad y orden, etc.

Según su significación económica


Según si tienen una función económica o no, las necesidades pueden ser...

5. Necesidades económicas
Son las necesidades que para llevarlas a cabo es necesario realizar una
actividad económica. Por ejemplo, el móvil o comer (comprar alimentos
en el mercado).

6. Necesidades no económicas
Estas necesidades no requieren una actividad económica. Por ejemplo,
respirar, y fundamentalmente cualquier ámbito de la vida que se
encuentre más allá de las transacciones comerciales.

Según su naturaleza
En la teoría de Maslow también se habla de necesidades deficitarias y del
desarrollo de la persona.

7. Necesidades deficitarias
Se refieren a que hay una carencia si no las satisfacemos, es decir, no
podemos vivir sin ellas. Son las necesidades fisiológicas, de seguridad, de
afiliación y de reconocimiento. Satisfacer las necesidades deficitarias es
importante para evitar consecuencias o sentimientos displacenteros.

8. Desarrollo del ser


Son importantes para el crecimiento personal, y no tienen que ver con el
déficit de algo, sino con el deseo de crecer como persona. Por
consiguiente, se fundamentan básicamente en ideas sobre el Yo y el modo
en el que estas tienen un efecto sobre los estados emocionales de la
persona.

Según Abraham Maslow


Según la teoría de Maslow, existen diferentes necesidades humanas:

9. Necesidades fisiológicas
El primer nivel de la pirámide de Abraham Maslow se compone de las
necesidades básicas quelos seres humanos requieren todos los días:
comida, ropa y refugio. Estas necesidades diarias son primarias y
fisiológicas, y consisten en los requisitos físicos para que el cuerpo
humano funcione correctamente, incluyendo el aire, el agua y el sueño. En
otras palabras, son necesarias para nuestra supervivenci, y de no
satisfacerlas, no podríamos mantenernos vivos. Por lo tanto, los seres
humanos necesitan cubrirlas siempre.

10. Necesidades de seguridad


En la Pirámide de la Jerarquía de las Necesidades de Maslow, las
necesidades de segundo nivel son las necesidades de seguridad. Los seres
humanos necesitan estar seguros de su bienestar y seguridad. Por ejemplo,
no nos gusta preocuparnos de que ladrones en nuestro hogar o que no
tengamos una casa donde estar seguros. Las personas valoramos la buena
salud, así como la seguridad personal y financiera.

11. Necesidades de afiliación


El tercer nivel en la jerarquía de las necesidades humanas son las
necesidades de afiliación o necesidades sociales. La gente necesita amar y
ser amado a cambio, necesita sentir que los demás le valoran y necesitan
afecto. Los seres humanos también sentimos la necesidad de pertenecer a
grupos sociales y, en consecuencia, nos gusta tener un sentido de
conexión y pertenencia con los demás.
Todos necesitamos encajar, interactuar y ser aceptados por la gente que
nos rodea. La familia, la amistad y la relación de pareja son importantes
para que podamos satisfacer nuestras necesidades sociales.

12. Necesidades de reconocimiento o estima


La gente necesita ser respetada y estimada. Esta necesidad de respeto y
autorrespeto constituye el cuarto nivel de la jerarquía de necesidades de
Maslow. Igual que ocurre con otras necesidades de las personas, estas
necesidades están interrelacionadas con otras necesidades humanas y
construyen un continuo con éstas. Como consecuencia, las necesidades de
estima tienen dos fases.
La primera, que se extiende desde las necesidades sociales de una
persona, es la necesidad de ganar el respeto de los demás. Este tipo de
necesidad de respeto impulsa a los individuos a buscar fama, honor y
prestigio. La segunda, que exige el respeto hacia uno mismo, no solo por
parte de otras personas.

13. Necesidades de autorrealización


Estas son las necesidades que se encuentran en el nivel más alto de la
pirámide. Tienen que ver con lo que las personas desean llegar a ser.
Cuando los individuos han satisfecho sus necesidades anteriores, sienten
un fuerte deseo de ser la persona que sueñan con ser.
Dicho de otra manera, sienten la necesidad de autorrealizarse, de
actualizar sus potencialidades y de sacar a relucir su talento y la plenitud
de su naturaleza. Maslow piensa que sea cual sea el potencial que la
persona posee, debe sacarlo a relucir. Es para lo que el individuo nace y lo
que le hará feliz.
Pirámide de Maslow: la jerarquía
de las necesidades humanas
Analizando uno de los artefactos teóricos más
famosos: la jerarquía de necesidades.
La pirámide de Maslow forma parte de una teoría psicológica que inquiere
acerca de la motivación y las necesidades del ser humano: aquello que
nos lleva a actuar tal y como lo hacemos. Según Abraham Maslow,
un psicólogo humanista, nuestras acciones nacen de la motivación
dirigida hacia el objetivo de cubrir ciertas necesidades, las cuales pueden
ser ordenadas según la importancia que tienen para nuestro bienestar.

Es decir, que Maslow proponía una teoría según la cual existe


una jerarquía de las necesidades humanas, y defendió que conforme se
satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollamos
necesidades y deseos más elevados. A partir de esta jerarquización se
establece lo que se conoce como Pirámide de Maslow.

Abraham Maslow introdujo por primera vez el concepto de la jerarquía


de necesidades en su artículo “A Theory of Human Motivation” en 1943 y
en su libro “Motivation and Personality”. Más tarde, el hecho de que esta
jerarquía soliese ser representada gráficamente en forma de
pirámide hizo que el núcleo de la teoría pasase a ser conocido
como pirámide de Maslow, cuya popularidad es notable incluso hoy en
día, décadas después de que fuese propuesta por primera vez.

La Pirámide de Maslow
Mientras que algunas escuelas existentes a mediados del siglo XX
(el psicoanálisis o el conductismo) se centraban en conductas
problemáticas y en el aprendizaje desde un ser pasivo y sin demasiadas
opciones de influir en el entorno más de lo que este influye en él, Maslow
estaba más preocupado en aprender sobre qué hace a la gente más feliz y
lo que se puede hacer para mejorar el desarrollo personal y la
autorrealización.

Como humanista, su idea era que las personas tienen un deseo innato
para autorrealizarse, para ser lo que quieran ser, y que cuentan con la
capacidad para perseguir sus objetivos de manera autónoma si se
encuentran en un ambiente propicio. Sin embargo, los diferentes
objetivos que se persiguen en cada momento dependen de qué meta se
han conseguido y cuáles quedan por cumplir, según la pirámide de
necesidades. Para aspirar a las metas de autorrealización, antes han de
cubrirse las necesidades anteriores como la alimentación, la seguridad,
etc. Por ejemplo, solo nos preocupamos de temas relacionados con la
autorrealización si estamos seguros que tenemos un trabajo estable,
comida asegurada y unas amistades que nos aceptan.

En la Pirámide de Maslow, desde las necesidades más básicas hasta las


necesidades más complejas, esta jerarquía está compuesta por cinco
niveles. Las necesidades básicas se ubican en la base de la pirámide,
mientras que las necesidades más complejas se encuentran en la parte
alta.

Así pues, las cinco categorías de necesidades de la Pirámide de Maslow


son: fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de reconocimiento y de
autorrealización; siendo las necesidades fisiológicas las de más bajo nivel,
y subiendo niveles en el orden indicado.

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Tipos de necesidades
En la pirámide de Maslow, este investigador habla acerca de
las necesidades instintivas y hace una distinción entre necesidades
“deficitarias” (fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de reconocimiento)
y de “desarrollo del ser” (autorrealización). La diferencia existente entre
una y otra se debe a que las “deficitarias” se refieren a una carencia,
mientras que las de “desarrollo del ser” hacen referencia al quehacer del
individuo. Satisfacer las necesidades deficitarias es importante para
evitar consecuencias o sentimientos displacenteros.

Las necesidades del “desarrollo del ser”, por su parte, son importantes
para el crecimiento personal, y no tienen que ver con el déficit de algo,
sino con el deseo de crecer como persona.

Así pues, la pirámide de Maslow tiene 5 niveles de necesidades:

1. Necesidades fisiológicas
Incluyen las necesidades vitales para la supervivencia y son de orden
biológico. Dentro de este grupo, encontramos necesidades como:
necesidad de respirar, de beber agua, de dormir, de comer, de sexo, de
refugio.

Así pues, en este estrato de necesidades se encuentran aquellas que hacen


posibles los procesos biológicos más fundamentales que hacen que la
existencia del cuerpo sea viable. Proporcionan cobertura a las funciones
fisiológicas que mantienen el equilibrio en nuestros tejidos, células,
órganos y, especialmente, nuestro sistema nervioso.

Maslow piensa que estas necesidades son las más básicas en la jerarquía,
ya que las demás necesidades son secundarias hasta que no se hayan
cubierto las de este nivel.

2. Necesidades de seguridad
En esta parte de la pirámide de Maslow se incluyen las necesidades de
seguridad son necesarias para vivir, pero están a un nivel diferente que
las necesidades fisiológicas. Es decir, hasta que las primeras no se
satisfacen, no surge un segundo eslabón de necesidades que se orienta a
la seguridad personal, al orden, la estabilidad y la protección.

Puede decirse que las necesidades que pertenecen a este nivel de la


pirámide de Maslow tienen que ver con las expectativas y con el modo en
el que las condiciones de vida permiten desarrollar proyectos a medio y a
largo plazo. Se fundamentan en una especie de "colchón" basado tanto en
bienes como en derechos y capital social.

Aquí figuran: la seguridad física, de empleo, de ingresos y recursos,


familiar, de salud, etc.

3. Necesidades de afiliación
Maslow describe estas necesidades como menos básicas, y tienen sentido
cuando las necesidades anteriores están satisfechas.

Para Maslow, esta necesidad se expresa cuando las personas buscan


superar los sentimientos de soledad y sentir que hay vínculos afectivos
entre ellas y ciertas personas. Es decir, cuando se intenta trascender el
ámbito individual y establecer vínculos con el entorno social.

Estas necesidades se presentan continuamente en la vida diaria, cuando


el ser humano muestra deseos de casarse, de tener una familia, de ser
parte de una comunidad, ser miembro de una iglesia o asistir a un club
social. La pertenencia a un colectivo, ya sea más o menos pequeño, ayuda
a aportar sentido a lo que se hace en el día a día, y además el contacto
personal y las relaciones sociales que favorecen estos lazos nos
estimulan de un modo que, para Maslow, la experiencia resultante puede
ser calificada de necesidad.
Ejemplos de estas necesidades son el amor correspondido, el afecto y la
pertenencia o afiliación a un cierto grupo social.

4. Necesidades de reconocimiento
Este nivel de la jerarquía de necesidades humanas también es conocido
como necesidades de estima, y tiene que ver con el modo en el que nos
valoramos nosotros y nos valoran los demás, el resto de la sociedad.

Tras cubrir las necesidades de los tres primeros niveles de la Pirámide de


Maslow, aparecen las necesidades de reconocimiento como aquellas que
favorecen el fortalecimiento de la autoestima, el reconocimiento hacia la
propia persona, el logro particular y el respeto hacia los demás; al
satisfacer dichas necesidades, la persona se siente segura de sí misma y
piensa que es valiosa dentro de la sociedad. Cuando estas necesidades no
son satisfechas, las personas se sienten inferiores y sin valor.

Esta necesisad de la jerarquía de Maslow se entiende mejor como una


manera de sentirse bien con el propio autoconcepto a través de esas
cosas de nosotros mismos que vemos reflejadas en el modo en el que los
demás nos tratan.

Según Maslow existen dos necesidades de reconocimiento: una inferior,


que incluye el respeto de los demás, la necesidad de estatus, fama, gloria,
reconocimiento, atención, reputación, y dignidad; y otra superior, que
determina la necesidad de respeto de sí mismo, incluyendo sentimientos
como autoconfianza, competencia, logro, independencia y libertad.

5. Necesidades de autorrealización
Por último, en el nivel más alto se encuentran las necesidades de
autorrealización y el desarrollo de las necesidades internas, el desarrollo
espiritual, moral, la búsqueda de una misión en la vida, la ayuda
desinteresada hacia los demás, etc.

Este nivel de la pirámide de Maslow es uno de los rangos de la jerarquía


de necesidades más difíciles de definir, porque tiene que ver con
objetivos altamente abstractos y que no se consiguen con acciones
concretas, sino con cadenas de acciones que se producen durante
periodos relativamente largos. Por consiguiente, cada individuo tendrá
necesidades de autorrealización diferentes y personalizadas.

Críticas a la Pirámide de Maslow


Pese a que algunas investigaciones dan soporte a la teoría de Abraham
Maslow, la mayoría de los datos recopilados en muchas
investigaciones no parecen ir en la misma línea que la pirámide de
Maslow. Por ejemplo, Wahba y Bridwell (1986) concluyen que hay poca
evidencia para demostrar la jerarquía postulada por Maslow, a pesar de
que aún hoy en día es muy popular.

Además, la Pirámide de Maslow también ha recibido críticas por ser difícil


de probar su concepto de autorrealización, ya que es muy abstracto. A fin
de cuentas, en ciencia es necesario especificar muy bien el significado de
las palabras y proponer unas implicaciones "operacionales" de ellas, y si
un concepto deja mucho margen para la interpretación, no es posible
realizar investigaciones orientadas a estudiar lo mismo, ni extraer
conclusiones claras. Muchos de los conceptos y categorías descritas en la
pirámide de las necesidades de Maslow son demasiado ambiguas como
para poder ser estudiadas científicamente.

En un estudio publicado en 2011, investigadores de la Universidad de


Illinois pusieron a prueba la pirámide de Maslow y descubrieron que la
satisfacción de las necesidades de la pirámide correlacionaba con la
felicidad de la persona. Pero esta investigación, al contrario que la teoría
de Maslow, concluyó que las necesidades de reconocimiento y
autorrealización también eran importantes pese a que no estuvieran
cubiertas las necesidades más básicas. Por lo tanto, cuestionaba la
secuencialidad que Maslow propuso en su teoría: no hacía falta tener
cumplidas necesidades básicas para aspirar a alcanzar los objetivos
relacionados con las necesidades más refinadas.

Por otro lado, la investigación de Maslow estaba basada en una muestra


de individuos muy pequeña y, potr lo tanto, poco representativa. La
crítica a su metodología hace referencia a que él mismo eligió a las
personas que consideraba autorrealizadas, tras leer sobre ellos o hablar
con ellos y llegar a conclusiones acerca de lo que es la autorrealización.
De hecho, las personas a las que Maslow entrevistó a la hora de realizar
su pirámide de necesidades difícilmente pueden representar a la mayoría
de la población humana, ya que eran personas pertenecientes a la cultura
occidental, ricas o muy influyentes. Algunas de las personas a las que
investigó son Albert Einstein o Eleanor Roosvelt. La pirámide de Maslow
fue creada a partir del estudio de los casos excepcionales, más que de lo
que resulta normal en las poblaciones humanas.

La relevancia y el legado de esta teoría


Independientemente de estas críticas, la pirámide de Maslow representa
un aporte importante en un cambio de visión dentro de la psicología y
contribuyó a establecer una tercera fuerza dentro de la profesión (las
otras dos fuerzas principales eran el psicoanálisis y el conductismo). Su
enfoque con respecto a la psicología y de la vida en general inspira
entusiasmo, ya no parte del supuesto de que las personas son seres
pasivos, ni se centra en las conductas patológicas. El estudio de las
motivaciones y de los patrones de conducta no vinculados a los
trastornos mentales llegó a ser una muestra de que la psicología no tiene
por qué limitarse a la salud mental.
Por otro lado, los trabajos de Maslow fueron un primer intento de
estudiar algo de suma importancia: el bien común, esos elementos
contextuales que son prioritarios para todas las personas. Si la necesidad
de tener acceso a alimentos es uno de los aspectos más importantes para
las personas, es posible proponer modelos de gestión de los espacios que
tengan en cuenta este principio.

Además, la pirámide de Maslow ha tenido una gran repercusión no


solamente en la psicología, sino que también ha sido importante en el
mundo empresarial (especialmente en el marketing, pero también en el
mundo de los Recursos Humanos) o en el deporte, por ejemplo. El hecho
de que establezca una jerarquía de necesidades aporta una manera fácil e
intuitiva de establecer planes para motivar y para generar productos
atractivos dependiendo del tipo de personas sobre las que se pretenda
influir.

La Psicología científica actual debe seguir investigando sobre qué es


aquello que nos motiva y nos lleva a aspirar a objetivos, y puede que la
pirámide de Maslow no sea un constructo que permita explicar bien cómo
actuamos, pero por lo menos es un primer ladrillo en este tipo de
estudios y puede ser utilizado como referencia. Eso sí, hace falta seguir
trabajando para generar conceptos concretos que se presten a la
investigación científica, más allá de la apelación a ideas vagas que pueden
significar cosas diferentes para cada individuo.

La teoría de la personalidad de
Abraham Maslow
¿Cómo conceptualizó los rasgos de personalidad
humanos?
A lo largo de la historia de la psicología, son muchos los psicólogos que
han formulado teorías de la personalidad. Uno de los conocidos es
Abraham Maslow, junto a Carl Rogers, por ser máximos exponentes de lo
que se conoce como la tercera fuerza de la psicología, el humanismo. Esta
corriente surgió en contraposición con el Psicoanálisis y el Conductismo.

A diferencia de estas escuelas, el humanismo ve a la persona desde una


visión holística y positiva, donde el centro de atención es es la experiencia
subjetiva del sujeto. Las personas son seres activos que tienen la
capacidad de desarrollarse, y su instinto básico y su dignidad residen en
la confianza que se tienen en sí mismos.

 Artículo relacionado: ”60 frases de Abraham Maslow (y las necesidades


humanas)”

Quién fue Abraham Maslow


Abraham Maslow fue un psicólogo estadounidense que nació en Brooklyn
(Nueva York) el 1 de abril de 1908. Sus progenitores eran judíos no
ortodoxos de Rusia que llegaron a la tierra de las oportunidades con la
esperanza de lograr un mejor futuro para sus hijos. Abraham Maslow
nunca fue un tipo muy sociable, y ya desde niño, se refugió en los libros.

Antes de interesarse por la psicología, primero estudió derecho en la City


College de Nueva York (CCNY). Tras casarse con Berta Goodman, su
prima mayor, se mudó Wisconsin para asistir a la universidad de esa
ciudad. Fue aquí donde comenzó a estudiar psicología. Trabajó con Harry
Harlow, famoso por sus experimentos con crías de mono y el
comportamiento del apego. Tras graduarse y doctorarse en esta
disciplina, volvió a Nueva York para trabajar con E.L. Thorndike en la
Universidad de Columbia, donde empezó a interesarse en la investigación
de la sexualidad humana. En este periodo de su vida, comenzó a dar
clases en el Brooklyn College y entró en contacto con muchos psicólogos
europeos que llegaban a Estados Unidos, por ejemplo, Adler o Fromm.

La teoría humanista de Carl Rogers


La psicología humanista es, sin duda, una de las corrientes de
pensamiento más importantes de la psicología. Pero para saber de qué
trata, es necesario conocer el trabajo de otra gran figura de esta escuela.
Es difícil entender el humanismo sin Rogers y Maslow. Por eso, antes de
profundizar en las propuestas teóricas de Maslow, vamos a adentrarnos
en la teoría de Carl Rogers.

Si el psicoanálisis freudiano veía a la persona desde sus conductas


problemáticas y el conductismo visualizaba a la personas como seres
pasivos, es decir, que no tenían demasiadas opciones de influir en el
entorno. La visión de Carl Rogers y el humanismo, en cambio, era
totalmente distinta, porque el ser humano es visto como un individuo
activo y dueño de su propia realización. Para Rogers, una persona que
presta atención al proceso de valoración orgánica es una persona
plenamente funcional o autorrealizada.

Rogers pone énfasis en la libertad de los individuos a la hora de tomar el


rumbo de sus vidas. Según éste, la personalidad de las personas puede
analizarse según como se acerca o se aleja de lo que considera un
individuo altamente funcional.

La persona que es plenamente funcional, es decir, más sana, cuando


posee una serie de características. Son las siguientes:

 Vivencia existencial: Las personas con apertura a la experiencia tienen


más posibilidades de vivir en plenitud.
 Confianza orgánica: Estas personas confían en su experiencia interna para
guiar la conducta.
 Experiencia de libertad: La persona tiene libertad para elegir.
 Creatividad: La persona se muestra creativa y siempre encuentra nuevas
alternativas para vivir. Son mentalmente inflexibles.

Puedes profundizar en las ideas de Rogers en este artículo: ”La Teoría de


la Personalidad que propuso Carl Rogers”

La teoría de la personalidad de Maslow


Maslow añade a la teoría de Rogers su concepto de las necesidades. La
teoría de este psicólogo gira en torno a dos aspectos fundamentales:
nuestras necesidades y nuestras experiencias. En otras palabras, lo que
nos motiva y lo que buscamos a lo largo de la vida y lo que nos va
ocurriendo en este camino, lo que vamos viviendo. Es aquí donde se
forma nuestra personalidad. De hecho, Maslow es considerado uno de los
grandes teóricos de la motivación.

La teoría de la personalidad de Maslow tiene dos niveles. Uno biológico,


las necesidades que tenemos todos y otro más personal, que son aquellas
necesidades que tienen que son fruto de nuestros deseos y las
experiencias que vamos viviendo.

Sin duda, Maslow se asocia al concepto de autorrealización, porque en su


teoría habla de las necesidades que tenemos las personas de
desarrollarnos, de buscar nuestro máximo potencial. Y es que, según éste,
las personas tienen un deseo innato para autorrealizarse, para ser lo que
quieran ser, y tienen la capacidad capacidad para perseguir sus objetivos
de manera autónoma y libre.

En cierto modo, el modo en el que un individuo enfoque su


autorrealización se corresponderá al tipo de personalidad que manifieste
en su día a día. Eso implica que para Maslow la personalidad está
relacionada con los aspectos motivacionales que tienen que ver con los
objetivos y las situaciones que vive cada ser humano; no es algo estático
que permanezca en el interior de la cabeza de las personas y se
manifieste unidireccionalmente, de adentro hacia afuera, tal y como
podría criticarse de algunas concepciones reduccionistas y deterministas
de este fenómeno psicológico.

Las implicaciones de esto son claras: para estudiar la personalidad hay


que conocer también el contexto en el que habitan las personas y el modo
en el que este responde a las necesidades motivacionales de los
individuos. Centrarse simplemente en administrar varios test para obtener
una puntuación no nos da una visión acertada sobre esto, ya que se parte
de un sesgo al considerar que la personalidad es lo que pueda ser captado
por estas pruebas de recogida de datos. Se trata de un punto de vista
parecido al que aplican al ámbito de las capacidades mentales psicólogos
como Howard Gardner y Robert J. Sternberg, críticos con la concepción
psicométrica de la inteligencia.

La personalidad autorrealizada
Maslow piensa que alcanzar las necesidades de autorrealización está en
las manos de todo el mundo, sin embargo, son pocos los que lo
consiguen. Las personas que logran satisfacer sus necesidades de
autorrealización son personas autorrealizadas. Ahora bien, Maslow afirma
que menos del 1% de la población pertenecen a esta clase de individuos.

Las personas autorrealizadas se caracterizan porque:

 Muestran un nivel alto de aceptación de sí mismos


 Perciben la realidad de manera más clara y objetiva
 Son más espontáneas
 Piensan que las causas de los problemas son externas
 Disfrutan de la soledad
 Tienen una mentalidad curiosa y creativa
 Disfrutan de experiencias cumbre
 Generan ideas genuinas
 Tienen un gran sentido del humor
 Poseen un gran espíritu crítico y se rigen por valores éticos
 Son respetuosas y humildes
 Son tolerantes, no tienen prejuicios y disfrutan de la presencia de los
demás

Si quieres saber más sobre este tipo de personas, puedes leer nuestro
artículo:

 ”13 características de las personas autorrealizadas según Abraham


Maslow”

La teoría de la pirámide de necesidades


humanas
Maslow es famoso por su teoría de la Pirámide de Necesidades porque,
según él, las necesidades siguen una jerarquía, de más básicas a más
complejas, y su pirámide está construida por cinco niveles.

En la base de esta figura se encuentran las primeras y en la parte más alta


las segundas. De abajo arriba éstos son los distintos niveles de
necesidades:

 Necesidades fisiológicas: comer, respirar, beber...


 Necesidades de de seguridad: seguridad física, empleo, ingresos...
 Necesidad de afiliación: casarse, ser miembro de una comunidad...
 Necesidades de reconocimiento: respeto de los demás, estatus,
reputación...
 Necesidades de autorrealización: desarrollo moral, espiritual, búsqueda
de una meta en vida...
Las necesidades han de ir cubriéndose para poder aspirar al nivel
superior. Por ejemplo, si no tenemos las necesidades fisiológicas
cubiertas no podemos aspirar a las necesidades de afiliación. En el nivel
superior se encuentran las necesidades de autorrealización. Es esta
jerarquía la que según Maslow marcaba el modo en el que la personalidad
se adapta a las circunstancias, dependiendo de cada situación vivida. Se
trata, en definitiva, de una concepción de la personalidad que abarca
aspectos psicológicos muy extensos y que va más allá del enfoque
psicométrico que dominaba en su época.

NECESIDADES DE LA INFANCIA
Las necesidades infantiles son el criterio de referencia obligado para una comprensión
adecuada del bienestar infantil, de las situaciones que suponen riesgos al mismo y, por tanto,
de las intervenciones encaminadas a promover tal bienestar o a paliar sus posibles carencias.

Las necesidades infantiles permiten contextualizar las deficiencias o formas de maltrato


a partir de una teoría positiva de las necesidades del niño/a y de las relaciones intrafamiliares,
además de orientar la intervención hacia la prevención y el apoyo a la familia de origen.
El ser humano, a lo largo de su ciclo vital, necesita de determinadas condiciones para
desarrollarse adecuadamente. Estas necesidades son de naturaleza biológica y psicosocial y
deben ser consideradas como características de la especie humana, aunque algunas de ellas
son compartidas con otras especies.
Los adultos debemos responder a estas necesidades de los menores porque ellos no
tienen la misma capacidad de autoprotección: son más vulnerables, no pueden decidir sobre su
vida de la misma forma, no se saben defenderse de los peligros y las consecuencias, en
ocasiones, tienen efectos irreversibles. Estos hechos, entre otros, hacen necesaria la función
protectora de las personas adultas.
Tampoco debe entenderse al niño/a como un receptor pasivo en la satisfacción de sus
necesidades. Él es un agente activo en las decisiones que le afectan y en todas las actividades
de interacción con los demás. Desde pequeño, en la medida de sus posibilidades, deben tenerse
en cuenta sus peticiones, hacerle partícipe de las decisiones que le afectan y conseguir que sea
agente activo que contribuya eficazmente a satisfacer sus propias necesidades y las de los
demás.
Pero qué necesidades especiales tiene el niño que no tenga cualquier otro ser humano. Una de las
clasificaciones más reconocidas a nivel internacional de necesidades humanas es la elaborada
por Abraham Maslow. Esta clasificación está basada en la teoría de la jerarquía motivacional del mismo
autor. Según Maslow las necesidades superiores sólo desplegarán su potencialidad motivadora cuando las
inferiores estén mÍnimamente cubiertas.
La clasificación la desarrollamos a continuación:

1. Necesidades fisiológicas: hambre, sed, sueño, sexo, descanso, ejercicio, evacuación, evitar el dolor... Tienen
que ver con los impulsos fisiológicos relacionados con el concepto de homeostasis. Estas necesidades son
primordiales y el ser humano tiende a satisfacerlas antes que el resto de necesidades.
2. Necesidad de seguridad: alojamiento, protección del bienestar físico, económico o psicológico.
3. Necesidad de filiación: amor y afecto, amistades, asociación con otros... El amor no es en este grupo un
sinónimo de sexo.
4. Necesidad de autoestima: autoconfianza, independencia, logros, status, reconocimiento personal, respeto...
5. Necesidad de autorrealización: realizar los propios potenciales, comportamiento creativo, identificación
con los problemas de la humanidad...
Pero seguimos con la duda, ¿cuáles son las necesidades diferenciales de la infancia?
Quizá sean las mismas que señala Maslow pero adaptadas y desarrolladas de forma específica
al momento evolutivo en el que se encuentra la infancia. Félix López realiza la siguiente
clasificación de necesidades específicas de la infancia:
La taxonomía que propone Félix López en el libro Las necesidades de la infancia y
protección infantil, recoge las siguientes:
1. Necesidades de carácter físico-biológico:
• Alimentación.
• Temperatura.
• Higiene.
• Sueño.
• Actividad física: ejercicio y juego.
• Integridad física y protección de riesgos reales.
2. Necesidades cognitivas:
• Estimulación sensorial.
• Exploración física y social.
• Comprensión de la realidad física y social.
• Adquisición de un sistema de valores y normas.
3. Necesidades emocionales y sociales:
• Sociales:
– Seguridad emocional, identidad personal y autoestima.
– Red de relaciones sociales.
– Participación y autonomía progresiva, a la vez que necesidad de establecer unos límites al
comportamiento
• Sexuales:
– Identidad sexual.
• Con el entorno físico y social:
– Protección de riesgos imaginarios.
– Interacción lúdica.

Por consiguiente, las diferentes formas de maltrato infantil pueden ser ubicadas en
relación a la teoría de las necesidades expuesta por este autor. Esta teoría no sólo permite
comprender mejor las diferentes formas de maltrato infantil, indicando la necesidad que está
amenazada o se impide satisfacer, sino que permite hacer una evaluación global teniendo en
cuenta no sólo los riesgos que vive el niño, sino también el grado en que sus necesidades están
cubiertas.
Además de esto, el desarrollo sano de un niño o niña es la consecuencia del predominio
de experiencias de buen trato que han conocido en su vida. Por lo tanto, el bienestar infantil es
producto del buen trato que el niño recibe, y éste a su vez es el resultado de las capacidades de
los padres para responder adecuadamente a las necesidades de sus hijos. Para que esto pueda
producirse, deben existir, así mismo, recursos comunitarios que ayuden a los padres a cumplir
su tarea y a los niños a satisfacer sus necesidades.

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