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Cabe resaltar que el nuevo polímero podría aplicarse sobre cualquier superficie capaz de ser
deformada, o fracturada. El material, gracias a su capacidad autorreparadora y a sus
propiedades de memoria, es capaz de conseguir que todo vuelva a su estado original, por
ejemplo. En este sentido, el polímero autorreparable es capaz de restaurar el 50% de las
propiedades originales (forma, fuerza de unión) Pasadas 24 horas, la superficie vuelve al
mismo estado anterior a producirse el daño.
EL HORMIGÓN AUTORREPARABLE
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos), desarrollaron
un biohormigón capaz de repararse a sí mismo.
La adición de bacterias y nutrientes a la mezcla original permite que dichos elementos liberen
su efecto paulatinamente. Las cápsulas se rompen (por la acción del agua que penetra en las
grietas) De primer momento, se ha conseguido reparar pequeñas fisuras que evitan el paso del
agua y la humedad, lo que prolonga la vida de la estructura original del edificio.
¿Y Cómo? Consiste en introducir en el hormigón unas cápsulas que contienen bacterias y lactato
de calcio. Ejemplo: Sí en el edificio tratado con esta tecnología aparece una grieta, la próxima
vez que llueva el agua romperá las cápsulas que liberarán a las bacterias que una vez libres
crearán una reacción química que crea caliza solidificada e insoluble, y repara por completo la
grieta.