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Resumen Final Didactica PDF
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Unidad 1.
El docente y la política.
El docente tiene un lugar político, es decir, es un representante de la polis,
ocupa un lugar público.
La escuela es una microsociedad donde se instala una fuerte lucha de poderes.
Los maestros y los profesores deben ser críticos, pero también promotores de
la vida democrática, de la justicia social, de la equidad entendida como darles
más a los que menos tienen; deben ser defensores de la dignidad humana,
militantes de los Derechos Humanos en el sentido de pregonarlos y
concretarlos.
El docente y la diversidad.
La diversidad es inherente a los seres humanos; la diversidad hace que las
aulas se tornen divergentes y esto sea fuente de conflictos. Existe más
diversidad porque son más los que ingresan en la escuela, porque hay mayor
movilidad social (alumnos de otros países, de otras provincias, etc.); también
por la inclusión de alumnos con necesidades educativas especiales (NEE).
El docente y la enseñanza.
La tarea central de todo docente es la enseñanza, pero enseñar no es sólo
instruir, informar, sino también “formar”, contener, acompañar.
Para la construcción de la subjetividad deben lograrse los cinco aprendizajes
fundamentales:
• Aprender a aprender. • Aprender a vivir juntos.
• Aprender a hacer. • Aprender a emprender.
• Aprender a ser.
El docente y la investigación.
Es fundamental la actitud de curiosidad y capacidad indagatoria del docente.
Debe hacerse una reflexión en, sobre y con relación a su propia práctica y rol
docente.
La actitud de investigación siempre tiene un objetivo común que es
comprender los procesos de enseñanza y de aprendizaje que se producen en
las aulas para entender las necesidades de sus alumnos y adecuarse a ellas.
El docente y la introspección.
La introspección pone en juego la capacidad de autoanalizarse, supone una
reflexión personal sobre los propios sentimientos de impotencia-omnipotencia
que se dan en determinado momento de la historia escolar.
La buena enseñanza.
En éste contexto la palabra “buena” tiene tanto fuerza moral como
epistemológica. Preguntar qué es buena enseñanza en el sentido moral
equivale a preguntar qué acciones docentes pueden justificarse basándose en
principios morales y son capaces de provocar acciones de principio por parte
de los estudiantes. Preguntar qué es buena enseñanza en el sentido
epistemológico es preguntar si lo que se enseña es racionalmente justificable
y digno de que el estudiante lo conozca, lo crea o lo entienda.
Ésta significación de la buena enseñanza implica la recuperación de la ética y
los valores en las prácticas de la enseñanza.
La enseñanza comprensiva.
Para que la enseñanza sea comprensiva debería favorecer el desarrollo de
procesos reflexivos, el reconocimiento de analogías y contradicciones y
permanentemente recurrir al nivel de análisis epistemológico.
La preocupación por la comprensividad reconoce además que las formas más
frecuentes del conocimiento son frágiles, es decir que el conocimiento se
genera de manera superficial, sin una comprensión auténtica, se olvida, no se
puede aplicar o se ridiculiza.
El contrato didáctico.
Es una situación de enseñanza preparada y realizada por el maestro, la tarea
del alumno consiste, en general, en resolver el problema que se les presenta,
pero el acceso a la tarea se realiza a través de una interpretación de los
problemas planteados, de las informaciones proporcionadas, de las
limitaciones impuestas, las cuales son constantes en la forma de enseñar de
ese maestro. Estos hábitos del docente esperados por el alumno y los
comportamientos del alumno esperados por el maestro conforman el
contrato didáctico. Éste contrato no es explícito, sólo cambia de carácter, es
decir, se explicita en ocasiones en que se producen rupturas y/o
transgresiones, por lo que se hace necesario evidenciarlo.
La transposición didáctica.
Chevallard desarrolla la teoría de la transposición didáctica, centrándose en la
problemática del contenido a enseñar y su interjuego con los otros
componentes de la tríada.
A través de este concepto se puede comprender el proceso por el cual un
saber científico o erudito sufre una serie de transformaciones que se
manifiestan como deformaciones, creaciones o sustituciones de conocimientos
hasta ser un objeto de enseñanza para una clase y luego, un objeto enseñado.
La interacción educativa.
Las interacciones escolares son educativas porque las influencias que
promueve el docente están definidas por intenciones u objetivos explicitados y
justificados como formativos para todos los alumnos.
Cuando los docentes enseñan ponen en juego representaciones previas acerca
de sus alumnos, que derivan de su pertenencia social.
El docente tiene que crear las condiciones para que el trabajo grupal sea
provechoso. Los compañeros son una fuente de conocimiento y ayuda. Cuando
los alumnos se ayudan entre sí, tanto el que ayuda como el que la recibe están
aprovechando la actividad.
Unidad 2.
Comunicación humana.
La humanidad necesitó desde sus orígenes de la comunicación para acrecentar
sus posibilidades de lucha en un medio hostil. Se presume que el primer
intento de comunicación del hombre fue el gesto, pasando después al sonido
gutural y más tarde comenzó a utilizar las capacidades sonoras de sus vías
respiratorias y cuerdas vocales.
En una acepción general comunicar es hacer a otro partícipe de lo que uno
tiene, en el sentido de transmitir a los demás significados de pensamientos,
ideas, acontecimientos o cosas.
Comunicar es algo más que informar, es informar y significar, transmitir
notificaciones de hechos, y a la vez hacer compartir sentimientos e ideas a un
receptor que conserva sus derechos de aceptar, rechazar, mantenerse
indiferente o pasivo, o bien crítico o activo frente a los mensajes que recibe.
Para los investigadores norteamericanos Schramm y Porter la comunicación es
el proceso social humano más importante. La comunicación es la herramienta
que hace posible las sociedades. Sin comunicación no podrían existir las
comunidades y sin comunidades o podría haber comunicación.
Habermas propone que el proceso de comunicación intersubjetiva, entre las
personas, es una relación que asumen sujetos capaces de lenguaje y de acción
en el mundo de la vida, mundo que se articula con tres componentes
estructurales: la cultura, la sociedad y la persona.
Anticipación y predeterminación.
El rasgo proyectivo es cuando el individuo es tomado como lo ve la mayoría de
las personas. El futuro comportamiento de los demás que, de alguna manera
resulta desconocido, se explica en término de probables reacciones de uno
mismo en situaciones similares.
El carácter anticipatorio se manifiesta en diversas formas. El sujeto en
comunicación se anticipa a lo que pudiera objetar el destinatario para refutarlo
de antemano.
Hay que agregar a los dos rasgos anteriores, el rasgo predeterminativo que
consiste en que el comunicador asuma circunstancialmente el rol del
destinatario, para imaginarse de éste modo como actuaría el otro y
comportarse de acuerdo con lo que desearía el receptor.
Comunicación e información.
La acepción técnica proveniente de la informática define al término
información como: escrito, hecho, noción e instrucción cuya totalidad o algunos
aspectos son susceptibles de ser tratados por medios generalmente
informáticos.
La información se relaciona con el conocimiento, fenómeno psicológico del que
es uno de sus elementos, y con el que suele confundirse. Al ser el conocimiento
inmaterial, no puede manifestarse a los sentidos sino por medio de un soporte
material, objeto o fenómeno que se llama mensaje porque establece una
comunicación entre la persona que lo emite y las que lo reciben.
La comunicación de información se presenta como una acción en la que el
emisor pone al corriente al receptor, por medio del mensaje, de algo. Ese algo
es lo que se denomina información.
Bruner señala que el aspecto más característico de la información es la
postura, a la que Feldman denominó como aquello que las personas hacen con
el conocimiento y la información, la perspectiva desde donde la miran,
describen, evalúan y transmiten.
La noción de toma de postura es de gran importancia para los comunicadores y
en especial los educadores, ya que permite reconocer un aspecto crucial de la
comunicación educativa: no alcanza con la meta de transmisión de
conocimientos o informaciones, sino que es necesario el esclarecimiento de
una intencionalidad comunicativa, una negociación con el interlocutor y un
manejo apropiado de la situación comunicativa, sin los cuales es posible que
hasta la información más sencilla pueda no ser entendida por los destinatarios.
La comunicación didáctica.
Caracterizamos la comunicación didáctica como:
• Institucionalizada.
• Intencional.
• Forzada.
• Jerárquica.
• Grupal.
El docente es una fuente de información privilegiada e integradora.
Corresponde al docente regular el sistema de comunicación y desarrollar las
capacidades cognitivas del alumno mediante dicho sistema. El docente realiza
una transposición didáctica con la que adapta los contenidos disciplinares para
transformarlos en contenidos de enseñanza.
Patrones de interacción.
• Observadores y no participantes: les cuesta transmitir información,
tienen gran dificultad para participar sumada a una urgencia por
observar. Son desconfiadas, revelan un comportamiento frío y distante
en lo afectivo y en una situación de diálogo se muestran impacientes:
hacen preguntas incisivas y a veces inquisitorias.
• Depresivas y cíclicas: revelan marcadas oscilaciones en sus estados de
ánimo. Durante el período en el que predominan los sentimientos
depresivos, disminuyen sus mensajes, y por supuesto, ocurre todo lo
contrario durante las fases en que tienen buen humor.
• Características infantiles: reaccionan con un código somático, el cuerpo
es el medio a través del cual expresan sus preocupaciones. Utilizan el
beneficio secundario de la enfermedad: reconocer la existencia de
malestares físicos es una forma de gratificarse, dado que logran que los
demás les presten atención y les brinden algún tipo de afecto y
compañía. Les cuesta explicar con palabras lo que están sintiendo, su
capacidad de simbolización verbal es pobre y predomina en ellas un
pensamiento de tipo operatorio concreto.
• Se comunican a través de la acción: tienen serias dificultades para las
comunicaciones verbales. Son sujetos con una profunda necesidad de
imponer sus ideas y creencias, y tratan siempre de lograr que los otros
hagan lo que ellos quieren, de manejar o manipular a las demás
personas. Algunos autores denominan a este tipo de estructura de
personalidad psicopática o personalidad antisocial. Son de alguna
manera desadaptados sociales como consecuencia de un déficit en el
aprendizaje de la comunicación verbal. Para estas personas, el lenguaje
verbal carece de la función instrumental de transmitir información. Sus
habilidades para establecer relaciones interpersonales son escasas y
generalmente pasan, casi sin transición, de la percepción a la acción.
• Lógicas y obsesivas: son muy meticulosas, detallistas y brindan
información, durante el transcurso de una comunicación, con excesivo
orden, llegando a producir la sensación de tedio. Exigen mucha atención
cuando están hablando y, a cambio, dicen poco. Las personas obsesivas
sienten mucha ansiedad ante cualquier situación que implique un
cambio, y todo proceso comunicativo, al significar la posibilidad de
cambio, produce ansiedad. Controlan la ansiedad transmitiendo la
información en forma obsesivamente lógica, casi sin expresión
emocional. Los afectos son vividos como algo fuera de lugar que debe
ser excluido.
• Atemorizados y huidizos: les preocupa básicamente evitar la angustia
que les produce la sola idea de dialogar. Escuchan poco y mal, tienden a
responder en forma tangencial, sin comprometerse con la respuesta. Las
conversaciones con este tipo de personas, en quienes predominan
estructuras histéricas y fóbicas, se caracterizan por la pobreza de los
mensajes verbales. Aparecen signos como enrojecer, transpirar,
retorcerse las manos.
• Extremadamente demostrativas: hablan mucho, gesticulan, pueden
caminar, levantarse, sentarse, mientras dialogan. Tienen necesidad de
llamar la atención casi en forma permanente. Logran dominar el
ambiente en el que actúan en forma de amenazas, tienen una fuerte
tendencia a las dramatizaciones. En las personas con histeria de
conversión es frecuente este tipo de patrón; el histérico lo que hace es
transformar pensamientos e ideas verbales en somatizaciones y utiliza
las funciones fisiológicas para expresar fantasías diversas.
El trabajo grupal.
Riviere caracteriza al grupo como “conjunto restringido de personas que,
ligadas por constantes de tiempo y espacio y articuladas por su mutua
representación interna, se proponen, en forma explícita o implícita, una tarea
que constituye su finalidad, interactuando a través de complejos mecanismos
de asunción y adjudicación de roles”.
Toda conducta supone un contexto y solo en él adquiere significación y
coherencia.
Nos referimos a la clase como grupo cuando existen expectativas recíprocas,
cuando hay intercambios efectivos de mensajes que permiten una modificación
interna de cada uno de los actores. Tal modificación es posible si existe el
reconocimiento del otro diferente a mí.
Un grupo que posibilite los aprendizajes posibles se constituye sobre la base
de:
• Necesidades.
• Objetivos.
• Tareas.
Los objetivos, definidos sobre la base del reconocimiento de necesidades
reales, permiten la satisfacción de las mismas. La tarea es el proceso, el
conjunto de acciones destinadas a lograr el objetivo, y supone transformar la
ausencia de algo (una necesidad) en aquello que logre satisfacerla; implica
básicamente una transformación de la realidad externa e interna. De lo que
expuesto surge que las interacciones sociales eficaces están centradas en las
realizaciones de tareas, potenciando la importancia de la acción en la
estructuración de lo grupal, tratando de visualizar, abordar y resolver los
obstáculos que impidan el logro de objetivos.
Es a través del proceso de mutua representación interna recíproca que puede
emerger la vivencia del nosotros.
La vivencia del nosotros se transforma en sentimiento de pertenencia en la
medida en que los miembros sientan que integran un grupo y puedan
identificarse con todo lo que al grupo le suceda, la pertenencia permite lograr
la identidad grupal.
Unidad 3.
Poner en juego el saber- Alicia Fernández.