Está en la página 1de 4

Luján, Juan David (2013) ¿Se puede aprender mediante los sueños? Creadores (7): pp. 10-12.

ISSN: 2145-
9665.

¿Se puede aprender mediante los sueños?


Por: Juan David Luján Villar
Docente Escuela Pedagógica Experimental (E.P.E.), Bogotá- Grupo de Investigación Literatura,
Educación y Comunicación (LEC) Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
lujanvillar@gmail.com

El estudio de la conducta humana en estado de sueño profundo tiene por lo menos dos
nombre esenciales en la actualidad Robert Stickgold y Matthew P. Walker, de la Escuela de
Medicina de Harvard, ambos investigadores llevan más de una década concentrados en al
experimentación basada en lo que ellos definen como el „rol del sueño‟. Su teoría
básicamente propone la importancia del perfeccionamiento del aprendizaje cuando se
duerme (un sueño dependiente), atribuido a la plasticidad neuronal desarrollada en el
cerebro1, el cual como se pudo comprobar, aún continua trabajando y procesando
información, debido a la consolidación y reconsolidación de la memoria.2

Stickgold y Walker (2005) recuerdan como el sueño dependiente (sleep-dependent) procesa


la memoria y se concentra en los efectos que durante el sueño desarrolla talentos
procedimentales. Para ello recurren a la argumentación basada en algunos estudios
precedentes al respecto, los cuales demuestran en distintos casos, el incremento de las
capacidades cognitivas de distintos individuos cuando efectivamente poseen un sueño
inducido o programado a la resolución de un problema o a compensar este esfuerzo con
buenas dosis de sueños. Ellos diferencian por lo menos dos tipos de memoria; „la memoria
implícita‟ (o no declarativa) y „la memoria explicita‟. La primera serían sistemas de la
memoria, que incluirían eventos episódicos y semánticos. La segunda incluiría, los
desarrollos de las fases de la memoria comprendidos por procedimientos de capacidades,
condicionamiento, no asociación y perfeccionamiento. El proceso de la memoria no
declarativa puede ser catalogado como „inconsciente‟. Es justo decir que ambos procesos
trabajan en sí, juntos y con el mismo fin; almacenar y archivar objetivos cognitivos
(Stickgold y Walker, 2005: 302-303).

1
El hipocampo se encarga de la memoria y el lóbulo parietal de la gestación de los sueños.
2
En realidad serian Karni y otros (1994), quienes indicarían sobre la importancia de los sueños en el proceso
de aprendizaje de manera sistemática y experimental. A este tipo de aprendizaje se le conoce bajo el nombre
de „aprendizaje perceptual‟.
Luján, Juan David (2013) ¿Se puede aprender mediante los sueños? Creadores (7): pp. 10-12. ISSN: 2145-
9665.

Además, señalan que el proceso de aprendizaje se agudiza cuando estamos conscientes en


un estado de concentración perceptual, atentos a la estimulación externa y próximos a la
conciencia de la respuesta motriz. Las capacidades del aprendizaje motor son clasificadas
en dos formas básicas; motor de adaptación (por ejemplo, aprendiendo a usar el mouse de
un computador) y motor de las secuencias del aprendizaje (por ejemplo, aprendiendo las
escalas del piano) (Stickgold y Walker, 2005: 303). S. Fischer y otros (2002) demostraron
la importancia del sueño realizando pruebas en deportistas y, volviendo a probar después de
otorgar a estos mayores tiempos de sueño REM.3 En cambio la dependencia del sueño se ve
consolidada críticamente por el proceso de dependencia del sueño con las primeras veinte y
cuatro horas después del entrenamiento.

En algunos animales además se pudo comprobar a mediados de la década del noventa del
siglo pasado, que las ratas también poseen la capacidad de aprender durante el sueño, en
1994, los neurocientíficos Matthew A. Wilson y Bruce L. McNaughton de la Universidad
de Arizona, se dieron cuenta que las neuronas de estos animales seguían activas cuando
estaban dormidas. Para su sorpresa, resultó ser, las mismas neuronas que estaban activas
mientras aprendían algunas tareas, las cuales se les estaba enseñando en su entrenamiento,
cuando estaban despiertas (Wilson y McNaughton, 1994; Martínez Borrayo, 2010, junio
14). En 1995 igualmente Hennevin et al. Usando estimulación cerebral directa en ratas
durmiendo, pudieron demostrar que el cerebro también puede codificar y consolidar
recuerdos, durante el sueño REM (Stickgold, 2012: 1322).

Wilson y McNaughton después de su hallazgo hablaron de como la información adquirida


durante la conducta activa de las ratas es de esta manera re-expresada en los circuitos del
hipocampo durante el sueño recordando la importancia de algunas teorías que defienden lo
que se conoce como „consolidación de la memoria‟ (Wilson y McNaughton, 1994: 676).

3
Martínez Borrayo (2010, junio 14) recuerda sobre el proceso conocido como REM, lo siguiente: “(E)n 1953
se descubrió que al dormir pasamos por una serie de fases (la más conocida de todas es la de movimientos
oculares rápidos, muy conocida como sueño REM, por sus siglas en inglés) que en conjunto forman ciclos de
90 minutos a lo largo de las siete u ocho horas de sueño”. la sigla (REM) es la abreviación del término en
inglés „rapid eye movement‟. Una característica importante de este estado, es la descendencia del tono
muscular del cuerpo al nivel cero. O sea, el cuerpo queda completamente relajado con todas sus funciones
paralizadas.
Luján, Juan David (2013) ¿Se puede aprender mediante los sueños? Creadores (7): pp. 10-12. ISSN: 2145-
9665.

También Karni et al (1994); “indicaron que sus voluntarios mejoraban su desempeño en


una tarea de discriminación de objetos, siempre y cuando tuvieran una cantidad normal de
sueño REM” (Martínez Borrayo, 2010, junio 14). Como estos autores explican, en sus
propias palabras:
Una disrupción selectiva del sueño REM resultó en la prueba perdida durante un
intervalo comparable de sueño, aunque sin REM una onda lenta de disrupción del
sueño no afecta el mejoramiento. En la otra mano, la pérdida del sueño REM no tuvo
efectos detrimentales en la presentación de una prueba previa y similar de aprendizaje.
Esos resultados indican que un proceso de la consolidación de la memoria humana, que
se activa durante el sueño, es fuertemente dependiente del sueño REM. (Karni et al,
1994: 679).

Stickgold (2012: 1322) recuerda que no solo se consolidó esta teoría, sino lo que es aún
más, durante el sueño se puede aumentar la memoria reteniendo selectivamente elementos
emocionales de escenas complejas e integrando nuevas memorias en las memorias
existentes e interconectadas. Extrayendo lo esencial de un complejo set de estímulos y
acogedores insights. Esto, según los experimentos de J.D. Payne, K. Swanberg y E. A.
Kensinger, N. Dumay y M. G. Gaskell, U. Wagner, S. Gais, H. Haider, R. Verleger, y J.
Born, y los del mismo Stickgold.

Sin duda este mundo secreto, parece estar en constante en evolución. La pregunta ¿Por qué
soñamos? Seguirá siendo por largo tiempo, asociada de modo directo a deseos sexuales,
eventos religiosos, premociones y demás asuntos propios de la vida humana. Ahora
sabemos que aquel que sueña con algo específico, tiene una probabilidad elevada de
enfrentarse a eso con mayor eficacia durante la vigilia. Todo parece indicar, que cuando
dormimos el cerebro continúa activo superando distintas fases o etapas del sueño y yendo a
otras, en humanos y animales. Se presume también que es en el lóbulo parietal donde los
sueños nacen y se consolidan, ya que distintas enfermedades en esta zona del cerebro
arrojaron como resultado distintos trastornos del sueño REM, provocando así la
imposibilidad de soñar y un estado parecido al de la mente en blanco, durante el periodo de
dormir en los pacientes. Ni que hablar de la importancia de las pesadillas en nuestras vidas
oníricas. Los sueños son una estrategia evolutiva no una tecnología, la cual podríamos
comprender mejor a la manera de una fina y rica „adaptación mental‟.
Luján, Juan David (2013) ¿Se puede aprender mediante los sueños? Creadores (7): pp. 10-12. ISSN: 2145-
9665.

Bibliografía

Fischer, S, Hallschmid M, Elsner AL, et al. (2002). Sleep forms memory for finger skills.
Proc Natl Acad Sci USA 99 (18): 11987– 11991.

Hennevin, E., Hars, B., Maho, C. & Bloch, V. (1995). Processing of learned information in
paradoxical sleep: Relevance for memory. Behavioural Brain Research (69): 125–35.

Karni Avi, Tanne David, Rubenstein Barton S. Askenasy Jean J.M. & Sagi, Dov. (1994).
Dependence on REM Sleep of Overnight Improvement of a Perceptual Skill. Science, 265
(5172): 679– 682.

Martínez, Borrayo, Juan Gerardo (2010). Dormir y memoria, lecturas de la mente. La


Gaceta, p. 15.

Stickgold, Robert y Walker, Matthew P. (2005) It‟s Practice, with Sleep, that Makes
Perfect: Implications of Sleep-Dependent Learning and Plasticity for Skill Performance.
Clin Sports Med, 24: 301– 317.

Stickgold, Robert. (2012). to sleep: perchance to learn. En Nature Neuroscience 15, (10):
1322-1323.

Wilson, M.A. & McNaughton, B.L. (1994). Reactivation of hippocampal ensemble


memories during sleep. Science 265 (5172): 676–679.

También podría gustarte