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Pero cuando Ambrosio me volvió a hablar de ello, supe que había visto más

cosas que las que había en la pintura. Había visto al Dios de los soldados, la
Palabra, la Luz, el Buen Pastor, el Mediador entre Dios y los hombres; había
visto a Mitra que había venido de Asia hacía mil años. Ambrosio me contó
que había nacido en una cueva, en pleno invierno, mientras los pastores
guardaban sus rebaños y una estrella brillaba; había nacido de tierra y de luz;
había surgido de la roca con una antorcha en su mano izquierda y un cuchillo
en la derecha, había matado al toro para dar vida y fertilidad a la tierra con su
sangre y entonces después de su última comida de pan y vino, había
ascendido a los cielos; era el Dios de la Fuerza y de la Gentileza, del Valor y
del dominio de sí mismo.
El Dios de los soldados, dijo Ambrosio de nuevo; y por eso hemos
restablecido su veneración aquí, para establecer como hacían los ejércitos
romanos un vínculo entre lo jefes y los reyes de todas las lenguas y creencias,
que luchan con nosotros. No puedo hablarte de su veneración porque está
prohibido.
‘’LA CUEVA DE CRISTAL’’ (Mary Stewart)

En la literatura y en la historia se ha escrito mucho sobre la leyenda de Mitra,


el Dios Sol, el Cristo de los persas, griegos y romanos. En la enciclopedia
(Spasa) y también en Internet se puede encontrar información.
Este Cristo que alcanzó su mayor esplendor durante el periodo del imperio
greco macedonio, no es otro que aquel que fue adorado por el faraón egipcio
(Aquenaton), el cual prohibió la adoración a sus deidades nativas para que se
adorase solamente al Sol, su nuevo ídolo, al cual le construyó una ciudad y un
suntuoso Templo donde adoraba junto a su esposa Nefertete.
Es en tiempo de Ezequiel durante la cautividad babilónica entre los años 613-
591 A.M describe la visión y las palabras del Eterno sobre tres grandes
abominaciones que se cometían por parte de los ancianos, las mujeres y los
jóvenes de Yisrael; la mayor abominación consistía en que los jóvenes de
Yisrael postrados de espalda al Templo adoraban al Sol (Ezequiel 8) como es
evidente en tiempos del imperio babilónico también se adoraba al Sol y es
precisamente en este momento en que se establece sensiblemente la
adoración al astro rey por parte de los yisraelitas, luego el Dios Sol se
convierte en el Cristo, el Salvador, el Protector de los soldados persas en la
batalla; después lo heredan los griegos y lo convierten en su Cristo, el
mediador entre ellos y las divinidades olímpicas. Se oficializa su adoración. Se
le construyen templos, y se realizan ceremonias en su honor, se establece un
día semanal para su adoración, el cual aun lleva su nombre entre los días de
la semana occidental y cristiano. Además se le veneraba con una gran fiesta
durante el solsticio de invierno en el día más corto del año; esto se hizo oficial
durante el periodo romano, pasado el año 250 D.M cuando el cristianismo
había establecido casi todas las transformaciones de la Escritura y la
veneración a figuras santas. Su nombre es Mitra, llamado el Cristo, quien fue
venerado como el Salvador, el protector, el intercesor de los soldados
romanos como antes lo fue de persas y griegos. Cierto es que infinidad,
millares de baales quedaron olvidados en el curso de la historia. Desaparecen
pueblos, sus culturas y también sus divinidades; sin embargo, existe un gran
misterio alrededor del Sol, el cual es venerado y heredado por cada imperio,
por cada cultura clásica, pero si venimos a la historia de América todos
nuestros ancestros veneraban al Sol. ¿Quien estaría detrás de él? Habla Shaul
(Pablo) en su carta a los Efesios del ruah que opera en los hijos de
desobediencia tal como lo describe la novelista inglesa Mary Stewart.

El objetivo de Mitra el Dios Sol era aglutinar a todas las gentes de toda tribu,
lengua y nación para que lo adorasen; esto a su vez lo revela Yohanan en su
vision de los últimos tiempos, donde todas las naciones y los reyes adorarían
a la bestia y a su imagen… bien tienes ante ti la imagen misma de la bestia, a
la cual adoran todos los pueblos del mundo a través de su imagen, la cual
recorre todos los tiempos, cultura, latitudes y prevalecen hasta hoy. Esta
imagen es Mitra: El Venerado Sol Invicto.
La nueva religión originada a partir de los obispos del mundo gentil, que se
separaron de las enseñanzas del Mashiah y los Shaliahim, estableciéndose
ellos como cabeza de la comunidad, y con total autoridad sobre la Escritura
Kadosh, usurpando de este modo un lugar que solo le corresponde al
Mashiah de Yisrael, el cual es un fundamento imprescindible en nuestro
pueblo, YISRAEL. El fundamento episcopal de la predicación del Mashiah era
precisamente lo establecido en los fundamentos mitraicos. La iglesia y todo el
que no esté de acuerdo con su Obispo no está dentro de la iglesia. El Concilio
de Cartago en el 250 declaró que el Obispo tenía potestad para perdonar
pecados, incluyendo el de Apostasía, la completa autoridad episcopal los
llevó a considerar que desobedecerles a ellos era lo mismo que desobedecer
al Creador; por lo tanto esto sería un pecado de muerte, y se pagaría con la
propia vida. Esto a los propios yehudi fieles, a los hijos filiales del Olivo
Natural, pues bien ya fueron cortados, pero ¿Por qué perseguir a los yehudi?
Simplemente porque se oponían a la profanación cristiana de las Escrituras
Kadosh. La nueva política del episcopado era completamente opuesta a los
mandamientos del Eterno. Los yehudi seguidores del Mashiah tanto naturales
como injertados constituían una sería amenaza para sus planes.
La Palabra de Verdad era un obstáculo, y era necesario eliminarla; de esta
forma los yehudi se encuentran cara a cara con sus hermanos gentiles,
aquellos que deberían sentir gratitud, pues de los yehudi vino la salvación y la
vida, pero nos volvimos arrogantes despreciando a los yehudi y su cultura, y
les perseguimos hasta la muerte. Así los yehudi encontrarán una peligrosa
fuerza y sistema antisemita en toda la historia: ‘’BABILONIA LA GRANDE, LA
MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA’’; la que
está sentada sobre muchas aguas, y con la cual han fornicado los reyes de la
tierra (Revelación 17). Es entonces que para el 270 la apostasía ha tomado el
dominio de algunas comunidades. Los fieles que se oponen y luchan por la
verdad mueren por millares; Adonay los cubre con su Talit de Justicia y los
lleva para ser tentados en el desierto por 1260 años. {BY: PEDRO}

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