Quizás este sea el relato de una de las historias más emocionantes que he

vivido con una mujer, quizás se acaban de car cuenta cómo va a ser esto y se
pregunten “¿Por qué lo va a hacer así?”, quizás no consigan la respuesta dentro de
estas tapas de cartón, quizás estaba destinado a que sucediera, aunque no creo que
el destino esté escrito, quizás fue ella quien se me atravesó en mi camino sin darse
cuenta, quizás mi primera impresión sobre ella no fue de atracción por notar
ciertos detalles que no eran de mi agrado, quizás debí averiguar mejor lo que ella
decía sobre sí misma a pesar de mostrarse como una persona agradable, quizás

me interesé en ella solo por ser bonita, quizás quería conocerla bien para poder
evaluar si valdría la pena esforzarme un poco más, quizás no debí poner más
esfuerzo en tratar de llamar su atención y no solo hacerle preguntas esporádicas
sobre cualquier cosa que se me ocurriera, quizás respeté demasiado el hecho de
que sabía que tenía pareja, quizás, simplemente, no lo recordaba y lo utilicé como
excusa para justificar mi falta de capacidad para hablar con ella, quizás si hice las
cosas bien, quizás los diez meses que tardamos en vernos personalmente fueron
demasiados, quizás nunca hubiese llegado a entablar una conversación fluida con
ella, quizás deba agradecerle demasiado a un anónimo que indirectamente me
ayudó a acercarme a ella, quizás