Sube a Nacer Conmigo Hermano Arriba Quemando El Sol
Violeta Parra Los Jaivas
Cuando fui para la pampa
Sube a nacer conmigo hermano Llevaba mi corazón Dame la mano desde la profunda zona Contento como un chirigue De tu dolor diseminado. Pero allá se me murió; No volverás...del fondo de las rocas. Primero perdí las plumas No volverás...del tiempo subterráneo. Y luego perdí la voz No volverá... tu voz endurecida. Y arriba quemando el sol. No volverán... tus ojos taladrados. Cuando vide los mineros Sube a nacer conmigo hermano... Dentro de su habitación
Mirame desde el fondo de la tierra, Me dije mejor habita
Labrador, tejedor, pastor callado En su concha el caracol Domador de guanacos tutelares, O la sombra de las leyes Albañil del andamio desafiado. Refinado ladrón Y arriba quemando el sol Aguador de las lágrimas andinas, Las hileras de casuchas Joyero de los dedos machacados, Frente a frente !sí, señor! Agricultor temblando en la semilla, Las hileras de mujeres Alfarero en tu greda derramado. Frente al único pilón Traed a la copa de esta nueva vida Cada una con su balde Vuestros viejos dolores enterrados. Y su cara de aflicción Sube a nacer conmigo hermano... Y arriba quemando el sol
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco, Paso por un pueblo muerto
Decidme: "...aquí fui castigado!..." Se me nubla el corazón Porque la joya no brilló o la tierra Pero donde habita gente No entregó a tiempo la piedra o el grano. La muerte es mucho peor Enterraron la justicia, Señaladme la piedra en que caiste Enterraron la razón. Y la madera en que os crucificaron, Y arriba quemando el sol Encendedme los viejos pedernales, Si alguien dice que yo seño Las viejas lámparas, los látigos pegados, Cuentos de ponderación A través de los siglos en las llagas, Digo que esto pasa en Chuqui Y las hachas de brillo ensangrentado. Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta... Pero en Santa Juana es peor; El minero ya no sabe Contadme todo, cadena a cadena, Cuánto vale su dolor. Eslabón a eslabón, paso a paso Y arriba quemando el sol Afilad los cuchillos que guardasteis. Me volví para Santiago Ponedlos en mi pecho y en mi mano Si comprender el color Como un rio de rayos amarillos, Con que pintan la noticia Como un rio de tigres enterrados, Cuando el pobre dice no Y dejadme llorar, Abajo la noche oscura, Horas, días, años, Oro, salitre y carbón. Edades ciegas, siglos estelares. Y arriba quemando el sol Y arriba quemando el sol.