Sin embargo la arqueología ha demostrado un desarro-
llo cultural progresivo y constante en el altiplano Boli- M U S E O
O RIGEN: ¿ INV ASIÓ N viano, de una riqueza nada envidiable al Perú Andino A N T R O P O L Ó G I C O
O CONTINUACIÓ N DE T IWA NACU? Es importante mencionar que durante la Arqueología de Bolivia.
Continuidad cultural de Tiwanaku y sus predeceso-
Señoríos Aimaras o Reinos lacustres época de desarrollo de Tiwanaku, también res (Albarracín-Jordán1996), Stanish(1997), se nota un existieron sociedades emplazadas en dife- cambio estilístico gradual de la cerámica con motivos rentes áreas geográficas que interactuaron Tiwanaku, en los señoríos del altiplano Norte. de varias maneras con este estado, o llega- La tradición cerámica y estilo “Carangas” comienza cer- ron a conformar señoríos y confederaciones ca del 400 d.C., la tradición y estilo “intersalar: Taltape- de carácter preestatal . Entonces en el Quillacas ”, (considerado intrusivo) comienza alrededor periodo comprendido entre el 400 a 1100 del 900-1000 d.C. y el “intersalar puqui” de 700 –1000 d.C. no solamente debe ser visto como la d.C. (todos estos estilos anteriores al período tardío post- época de auge o expansión de Tiwanaku Tiwanaku) el ultimo con influencia Tiwanacu expan- sivo sino como un lapso en el que diferentes ambos asociados a la Federación Quillacas- Azanaques culturas interactúan entre si con particulari- Patrice Lecoq dades propias que recién comenzamos a estudiar. Lic. Marcos R. Michel López Evolución constructiva demostrada de las torres funera- rias (Chullpas), pasando por cámaras subterráneas, prototipos de torres, y finalmente torres.
Fuertes conflictos interregionales provocaron el surgi-
miento de GRUPOS POLÍTICOS SOBRE IDENTI- DADES ÉTNICAS PREEXISTENTES, con cons- Area: ccss trucción de pucaras.
Invasiones Aimaras Prof Maria Elena Rodriguez Borjas
La Etnohistoria y los lingüistas sugieren invasiones de los pueblos de habla aimara Nombre de los estudiantes: que desplazan a los de habla puquina, Quisbert (1987) sugiere una invasión sur, -Kelvin Ramos Palacios Alfredo torero sugiere una invasión norte, existen signos de invasión en la región de -Edwin Pacheco Velasquez la costa. Los cronistas hablan de barbaros incivilizados, cuyas invasiones destruyeron -Julio Sanchez Guanilo Tiwanacu, justificando la supremacía Inca (etnocentrismo) Trujillo— Perú 2019 Reinos Aimaras A LT I P L A N O N O RT E Collas, Lupacas, Pacajes se observa una continuidad cultural de Tiwanaku El modelo de archipiélago vertical: Carrera de Antropología Se caracteriza por el control del máximo de pisos eco- A LT I P L A N O CENTRAL lógicos para aprovechar los productos que solo se dan Carangas: se observa grandes construccio- ahí, los cuales quedan a muchos días de camino del nes de chullpas de adobe, a los pies de ce- núcleo de poder. rros importantes, en los cuales se encuentran grandes verdaderas ciudadelas, sus relacio- Aunque el grueso de población se mantenía en el nes a la costa por productos sigue vigentes altiplano, se mantenía colonias permanentes para en la actualidad, mediante el triangulo econó- controlar los recursos alejados, estas “Islas” étnicas , mico del altiplano. separadas físicamente de su núcleo pero mantenien- do con este un contacto social y un trafico continuo, Federación Quillacas-Azanaques: En un formaban un archipiélago, patrón típicamente Andino. principio seminomadas, con circuitos de lla-
John Víctor Murra mas de la costa - al altiplano y los valles,
creadores de la tradición intersalar. - Arqueología de Bolivia Soras: relaciones con los valles El registro arqueológico a identificado para esta época características comunes: patrón de asentamiento dis- A LT I P L A N O SUR perso, construcción de Pucaras (fortalezas), entierros Región Lipez completamente adaptado a una en tumbas subsuperficiales (chullpas), y cuevas orien- cultura de frio, tradición Mallku recientemente tadas hacia el poniente, viviendas circulares- estudiada. rectangulares, con cimientos de piedra, uso de corra- les, uso de terrazas de cultivo, uso de silos, se induce por los enterramientos diferencias de jerarquía entre gobernantes y gobernados.
Por otra parte existen claras diferencias en las carac-
terísticas arquitectónicas, cerámicas y de tejidos entre diferentes zonas del altiplano, las que curiosamente coinciden con las zonas descritas en las crónicas para los grandes señoríos aimaras o reinos altiplánicos. Lic. Marcos R. Michel López