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Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito

Carrera / Semestre: Ing. Industrial / 4to – Ing. Sistemas / 6to


Materia: CIPP-26
Título: Cicatrices de una guerra interminable
Nombre: Natalia Camacho / Felipe Marín

A lo largo del tiempo se puede notar las secuelas y cicatrices de la violencia en Colombia en los
campesinos, los indígenas, las personas de más escasos recursos, en general en las minorías,
esto no quiere decir que algunas personas citadinas no hayan vivido en carne propia la violencia,
tales pueden ser los casos de las guerras entre carteles del narcotráfico, pero si una gran parte de
esta es ajena al conflicto.

Es así como los artistas colombianos, entre pintores, escritores y músicos, se encargan de realizar
obrar que ilustren una parte de lo que han vivido las víctimas. Gracias a esto se mantiene memoria
dando conciencia del pasado, luchando contra el olvido, denunciando las injusticias, brindándole a
las victimas sanación del dolor y reconocimiento de la verdad.

En Colombia se tiene registro de 14 tipos de violencia, ejercidas por la guerrilla, paramilitares y


miembros de la fuerza pública, entre los que se cuentan los combates, masacres, asesinatos
selectivos, desapariciones forzadas, tortura, secuestro, reclutamiento infantil, violencia sexual y
desaparición completa de pueblos. Todo esto con intereses territoriales, económicos y políticos,
solo para ganar poder oprimiendo a las masas. Y sembrando el terror y el caos.

Las victimas por décadas han confiado en la democracia, siendo ésta definida como el
reconocimiento de la diferencia, mientras la guerra es su opuesto, negando la diferencia entre las
personas, desapareciendo a aquellos quienes piensan diferente. Bajo este marco del gobierno se
han ideado leyes que respaldan a las víctimas.

La constitución de 1991 busco crear las reglas para llegar a la paz por el poder entre diversos
partidos, para que la oposición pudiera ganar elecciones. Debido a que después de 1946 nunca el
poder fue elegido democráticamente ya que hubo golpe militar en 1953, derrocamiento de un
dictador y el Frente Nacional.

La Constitución de 1991 fue un pacto de paz y un esfuerzo por superar una democracia limitada,
alejada de los ciudadanos y manejada por dos partidos políticos centralistas y autoritarios, intentó
renovar y reforzar principalmente el cumplimiento de la democracia y la credibilidad ciudadana en
la representación política, la capacidad del Estado para enfrentar a la guerrilla y la violencia y la
capacidad del Estado para satisfacer las necesidades sociales y económicas de la población.

Se transformó la cultura política del país. Haciendo que el pueblo sintiera que tiene poder real, que
puede ejercer a través de mecanismos políticos, ya sea en elecciones al gobierno, o para la
defensa de sus derechos.

Sin embargo, se puede decir que en vez de esto se condujo a la desaparición de los partidos y a su
reemplazo por poderes locales que controla la gran parte de los ámbitos políticos.

En sí, se intensifico el clientelismo, la corrupción y la violencia, aunque esto no impidió a que la


población fuera atraída a la defensa de sus candidatos, mediante el soborno por parte de los
candidatos y el temor a la guerrilla y violencia.

La constitución cambio en lo económico, debido a que amplio la cobertura de los servicios públicos
de educación y salud, aunque sin calidad y mediante corrupción.

Pero el gran reto de la paz en Colombia no se encuentra en los problemas políticos que siempre el
gobierno menciona, se trata de lo que no se nombra y no se sabe de la violencia por ejemplos los
“falsos positivos”, las “falsas desmovilizaciones” y todos los homicidios sin nombre y sin un porque
se cometen en Colombia.

Sin embargo, las respuestas son claras para la mayoría de los colombianos, pero sin pruebas y
actores políticos dentro de la justicia que defiendan a las victimas muy difícilmente se va a
esclarecer estos hechos y se seguirán cometiendo debido a que los que están en el poder no van a
castigar o poner pena a ellos mismos.

Bibliografía (Textos, videos, revistas, páginas web, etc.)

Arias, Ricardo, (2011) Historia de Colombia. Constitución del 91.


Texto: Centro Nacional de Memoria Histórica, (2013) No hubo tiempo para tristeza.

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