Está en la página 1de 10

HISTORIA DE ESPAÑA. 2 DE BACH.

EXAMEN
GUERRA CIVIL

1. Clasifica y contextualiza ambas fuentes.

TEXTO 1:

Este texto es una fuente primaria y por lo tanto es directa ya que se ha


elaborada al mismo tiempo que los acontecimientos que narra el autor. Se
trata de una carta colectiva de carácter político, al mismo tiempo, posee, por
sus consecuencias, un fondo social ya que analiza las repercusiones del
levantamiento militar. El autor es colectivo ya que ha sido escrito por los
obispos del Episcopado (órgano supremo de representación de la Iglesia
católica), no obstante fue redactada por el cardenal primado de Toledo Isidro
Gomá. El objetivo del texto era justificar a los católicos de fuera de España
la postura que había tomado la Iglesia Católica en España en la Guerra Civil
española. El texto fue publica el 1 de julio de 1937, había pasado un año
desde el inicio de la guerra.

TEXTO 2:

Este texto es una fuente secundaria y por lo tanto indirecta ya que se ha


elaborado a partir de fuentes primarias y proceden de etapas posteriores al
desarrollo de los hechos, centrándose en la investigación histórica. Se trata
de un texto historiográfica de carácter político internacional. Se trata de la
obra de un historiador, en concreto el historiador Payne quien defendía que
el franquismo constituyó un régimen “semifascista”, pero nunca un régimen
fascista al cien por cien. La fuente la publica en su manual de Historia
Contemporánea de año 2000 un artículo de prensa publicado en el diario
ABC el 18 de julio de 1996. El destinatario del texto es una colectividad,
nacional e internacional y es público. El objetivo del texto es hacer un
trabajo de investigación sobre la dimensión internacional española durante
la Guerra Civil.

2. Identifica las ideas principales del texto y sitúalas en su contexto


histórico.

TEXTO 1:

La sublevación militar de julio de 1936 fracasó dando comienzo a una guerra


que se prolongaría durante tres años. La iglesia católica apoyó a los militares
sublevados, lo que facilitó el respaldo a la causa de una buena parte de los
católicos españoles. La jerarquía católica justificó el golpe denominando la
guerra como la Santa Cruzada iniciada por el pueblo para salvar al país y a
la religión. La idea principal que engloba la fuente es la justificación del
episcopado español a partir de una carta acerca de su posición no neutral
durante la guerra ya que miles de católicos se habían alzado en armas para
salvar los principios de la religión y la justicia cristiana. La idea principal que
podemos observar a lo largo del texto es la demostración de que la iglesia
es una institución no bélica y que en ningún momento ha querido que
España estuviera en guerra.

Otra idea a destacar es que la Iglesia pretende convencer al pueblo que la


revolución comunista es “antidivina”, materialista y destructiva. Los
eclesiásticos denominan la guerra como un plebiscito armado que divide al
pueblo español. Según ellos la sociedad se divide en: por un lado los
sublevados defensores del orden, la paz social, la civilización tradicional, la
patria y la religión y por otra lado están los materialistas, marxistas,
comunistas y anarquistas que pretenden destruir la civilización.

Históricamente, la Iglesia y los católicos decidieron apoyar al bando


franquista para defender sus privilegios y devolver la religión a la nación.
Solo un pequeño sector de la Iglesia se mantuvo a favor de los republicanos
como por ejemplo el Partido Nacionalista Vasco que era católico y apoyo al
clero manteniendo las iglesias abiertas e impidiendo que se quemaran, y
Antonio Pildaín, Obispo de Canarias, que prohibió a sus sacerdotes que
colaboraron con las autoridades.

TEXTO 2:

El texto presenta 5 temas fundamentales, coincidiendo cada uno con la


actitud de cada potencia internacional hacia el conflicto: Gran Bretaña,
Francia, Italia, Alemania y la URSS.  La actitud británica fue sin duda la más
neutral de todas, es cierto que el gobierno británico trató de evitar la
internacionalización del conflicto pues vio en la guerra civil española la
posibilidad de una expansión europea. De hecho las primeras
conversaciones destinadas a garantizar la no-intervención se celebraron en
Londres en julio de 1936, cuando se reunieron Blum y Chamberlain, y se
plantearon el peligro que podría suponer, para la precaria paz europea, la
posible cooperación del Frente Popular francés con la República española.
El acuerdo de no-intervención se firmó los días 4 y 5 de agosto de 1936,
cuando la participación de alemanes e italianos era ya evidente, cada
gobierno se comprometió a prohibir el envío a España de cualquier tipo de
suministro bélico. EEUU se adhirió a la propuesta francesa, aunque la
TEXACO concedió un crédito al régimen de Franco. El acuerdo fue violando
en muchas ocasiones por todos, en especial por la URSS, Alemania e Italia. 

Las potencias fascistas decidieron desde un primer momento ofrecer una


ayuda importante a los rebeldes dirigidos por Franco. Mussolini y Hitler no
solo podía conseguir beneficios estratégicos, Italia continuaba su política de
expansión mediterránea y Alemania podía obtener un aliado ideológico en su
lucha contra los sistemas democráticos y las ideologías obreras. Portugal se
unió desde un principio a esta ayuda a Franco.

La URSS, por otro lado, tuvo muy claro desde un principio su compromiso
de ayuda a la República. No sólo se enfrentaba a la expansión del fascismo,
sino que alejaba el centro del conflicto entre las potencias al otro confín de
Europa, alejando el interés de Hitler de sus fronteras.

3. Explica las causas de la Guerra Civil.

Son varias las causas que dieron inicio a la guerra civil española. Las más
importantes son:

Causas sociales:
• La diferencia entre las clases privilegiadas y las menos favorecidas, que
provocaba tensiones entre ellas.

• Enfrentamientos entre los monárquicos y los republicanos.

• Los enfrentamientos entre clases y entre ideologías políticas, además de la


influencia internacional (Italia y Alemania principalmente), permitió que se
produjera un movimiento fascista que se conoció como la falange de
España, éste movimiento defendía la vuelta a la tradición.

Causas económicas:
• La revolución industrial, que se hallaba en su apogeo en ese momento, no
se sintió reflejada en una sociedad poco favorecida que veía que el control
de los campos y las pocas fábricas de manufacturas se hallaban al control
de la iglesia, la burguesía y la nobleza, lo que ocasionaba que una parte de
la sociedad viviera en pobreza insoportable.

Causas religiosas:
• Los defensores de la sublevación utilizaron términos
como cruzada y guerra santa, lo que permitió diferenciar a ambos bandos
en la cuestión religiosa. La iglesia recelosa por el elevado anticlericalismo
de la población pobre, que al mismo tiempo era la más numerosa,
encontró en los golpistas que eran religiosos y defensores de las
tradiciones católicas, el bando al cual apoyar; lo que causó que, utilizando
la justificación religiosa, los partidarios del cambio se sintieran con poder
para continuar con sus pretensiones.

• La república no trató de “prohibir” una religión que, como la católica,


implicaba a la mayoría de los españoles, sino ubicarla en su verdadero
espacio, de tal forma que hasta el católico más practicante pudiera
defender la existencia de un estado laico y aconfesional. Pero la iglesia se
integró en el grupo oligárquico “Círculo Monárquico Independiente” y este
posicionamiento, provocó importantes tensiones (como el de la Asamblea
que eligió la junta ejecutiva del Círculo en el periódico ABC)

Causas políticas:
• Enfrentamientos entre monárquicos y republicanos extremistas.

• Enfrentamientos entre patronos y el movimiento obrero, que se vio liberado


tras las fuertes presiones de las dictaduras anteriores.

• Con el fin de las dictaduras de Primo de Rivera y Dámaso Berenguer, y la


caída de la monarquía de Alfonso XIII, entró en España la II República de la
mano del gobierno provisional de 1931.

• Los problemas a los que tuvo que enfrentarse el gobierno provisional y los
posteriores gobiernos, tanto progresistas como conservadores, siempre
provocaron tensiones entre los grupos de las dos diferentes ideologías, y
las tensiones fueron constantes, los aspectos políticos que generaron
mayor tensión fueron:

o La democratización del estado con el sufragio universal


o La reforma agraria
o Las reformas territoriales
o La reforma de la educación
o Las reformas que afectaban a la iglesia
o Las reformas militares.

Causas internacionales:
• Se generó una importante influencia extranjera.

• Tanto Italia como Alemania eran vistos por el bando de sublevados como
regímenes ideales (fascismo italiano y nacional-socialismo alemán), y
como un peligro latente para la paz para los republicanos.

• Rusia, con la consolidación del comunismo, era un régimen que se veía


peligroso para la oligarquía y burguesía española, y en cambio, se veía
como un régimen ideal para el movimiento obrero.

Causas militares:
• La imprescindible transformación del estamento militar no se hizo con el
ánimo que crear una institución militar republicana, y quizá este aspecto
fue el más determinante para la consecución de la guerra civil y la victoria
en el bando sublevado.

• Aunque a los oficiales se les hizo jurar lealtad a la república y se permitió la


retirada voluntaria con paga incluida, Franco, fue uno de los dirigentes que
aconsejó abiertamente la permanencia en el ejército a los oficiales
defensores de la tradición. Maniobra que influyó a que muchos oficiales no
republicanos se quedaran.

• La revolución de octubre de 1934:

o La posible entrada de la CEDA en el Gobierno se identificaba desde la


izquierda como el triunfo del fascismo; hacía un año y medio del ascenso al
poder de Hitler en Alemania, y la CEDA no ocultaba su admiración por el
nazismo alemán; utilizaba una simbología similar en sus manifestaciones
públicas y se declaraba abiertamente antidemócrata.

o El 1 de octubre se produjo la crisis ministerial y el día 4 se formó Gobierno


con tres dirigentes cedistas incluidos. Esa misma tarde los dirigentes
socialistas dieron la orden de huelga.

o Tras los graves conflictos que se produjeron, el balance fue trágico:


▪ Más de 1.000 muertos
▪ Fusilamientos sin juicio, torturas y más de 30.000 detenidos

• La España dividida:

o La división era inevitable

o La caída posterior del gobierno derechista por la corrupción, y la victoria


posterior del frente popular enfrentado políticamente con el bloque nacional,
dibujó un panorama de una España dividida.

o El frente popular se destinó inmediatamente a los generales más


peligrosos a zonas alejadas del mando central.

o Los líderes políticos conservadores iniciaron la conspiración.

o Los grupos defensores del frente popular empezaron a ocupar fincas y el


gobierno popular perdió el control.

o La primavera trágica de 1936 con los asesinatos de Calvos Sotelo (líder


de los monárquicos ultraconservadores del Bloque Nacional) y Jiménez
Asúa (socialista), fue determinante para que los grupos militares
conservadores no tuvieran dudas que la sublevación era la única vía. Sólo
faltaba decidir cómo y cuándo.

4. Explica el papel De la Iglesia durante la Guerra civil y porqué dio su


apoyo al régimen franquista.

La Iglesia española, que vivía a espaldas de la sociedad obrera y a sus


demandas sociales, estaba inmersa en su estilo tradicional y temerosa que
el anticlericalismo, el republicanismo y el socialismo, provocasen una
pérdida de sus privilegios.
La Iglesia asistió impasible ante las reivindicaciones proletarias y utilizó su
poder para combatir las oleadas de anticlericalismo que recorrían Europa
con tendencias liberales y socialistas La Iglesia acabó convirtiéndose en el
arma moral de los intereses de la oligarquía.
Con la II República los temores de una rápida pérdida de influencia en favor
de las tesis anticlericales se hicieron realidad. Los gobiernos republicanos
fueron legislando en ese sentido a partir de la separación entre Iglesia y
Estado, y se fueron sucediendo normas que proclamaban la libertad de
cultos, la prohibición de la dedicación a la enseñanza de las órdenes
religiosas, la retirada del crucifijo en las escuelas o la secularización de los
cementerios.
Con el estallido de la Guerra Civil la casi totalidad de la jerarquía eclesiástica
se puso de parte de los militares rebeldes, en una clara confluencia de
intereses, más allá de lo meramente religioso, hubo un posicionamiento
evidente por un clero resentido que entendió la sublevación como una
defensa de sus intereses y una posible vuelta a la tradición y por supuesto a
su influencia.
Para la sociedad supuso esto un factor determinante en su inclinación hacia
la causa del bando denominado nacional. Así mismo se produjo una
participación activa, tanto en el frente como en retaguardia de numerosos
sacerdotes, y desde los púlpitos se manifestaban en contra de los enemigos
de la religión y de Dios.
Abiertamente el clero condenó a la República como una "horda roja" y
ensalzaron las acciones del ejército sublevado, transformando así una
evidente guerra de clases en una "Cruzada de Salvación".
Durante el tiempo que duró la contienda los rencores no hicieron sino
acrecentarse. En las zonas controladas por cada uno de los bandos se
ejerció la represión.
La Iglesia católica sufrió una desmedida persecución y violencia en el bando
controlado por la república, pero al mismo tiempo, Iglesia tomó parte de
forma categórica en la guerra y en la represión organizada por la dictadura
franquista, no sólo porque la sangre de sus mártires clamara venganza, sino
también, y sobre todo, porque el triunfo franquista cortaba el avance del
laicismo anterior al golpe militar y otorgaba a la Iglesia una hegemonía y un
monopolio, materializados en enormes ventajas económicas y jurídicas.
La Iglesia justificó su toma de posición alegando que se había
desencadenado una brutal persecución contra ella y afirmando que el
pueblo español era católico en su inmensa mayoría, por lo que la respuesta
bélica era obligada, justa y necesaria.
Con el final de la guerra y la instauración definitiva de la dictadura, la Ley de
Responsabilidades Políticas de febrero de 1939, dio la oportunidad a la
Iglesia, por medio de sus párrocos, de convertirse en un organismo de
investigación cuasi policial, al mismo nivel que los ayuntamientos o los
dirigentes locales de Falange. En este sentido, durante la posguerra, los
curas redactaron informes, denunciaron y delataron a todo sospechoso de
deslealtad al nuevo régimen, renunciando de este modo a la posibilidad de
transformarse en un instrumento de reconciliación nacional.

5. Explique la intervención militar extranjera que se da en ambos


bandos.

A finales de agosto de 1936 los 27 estados europeos (todos menos Andorra,


Liechtenstein, Mónaco, Suiza, y el Ciudad del Vaticano) que suscribieron el
"Acuerdo de No Intervención en España" decidieron "abstenerse
rigurosamente de toda injerencia, directa o indirecta, en los asuntos internos
de ese país" y prohibían "la exportación... reexportación y el tránsito a
España, posesiones españolas o zona española de Marruecos, de toda
clase de armas, municiones y material de guerra". Para el cumplimiento del
acuerdo se creó en Londres el 9 de septiembre un Comité de No
Intervención en el que estaban representados todos las principales
potencias europeas, incluidas Alemania, Italia y la Unión Soviética.
Se buscaba evitar la intervención extranjera en la Guerra Civil Española y la
internacionalización del conflicto en un momento de máxima tensión
entre  democracias  y  dictaduras  en Europa. A pesar de las sucesivas
adhesiones de varios países, los compromisos adquiridos no fueron
respetados ni por la Alemania nazi ni por la Italia fascista ni por el Portugal
salazarista que apoyaron desde el inicio de la contienda al bando sublevado,
ni por la  Unión Soviética  que ayudó a la  República Española  a partir de
octubre de 1936.
En Gibraltar y Tetuán se pusieron obstáculos a la república. La creencia de
que se avecinaba una revolución en España fue la causa de la negativa a
suministrar combustible a la flota del gobierno internacionalmente
reconocido. Tánger era una ciudad bajo control internacional según el
Tratado de París de 1924. La compañía Shell se negó a abastecer a la flota y
el cónsul de EE.UU. aconsejó a otra empresa de su nacionalidad que hiciera
lo mismo. Los miembros del Comité de Control de Tánger solicitaron a sus
respectivos gobiernos que presionaran por la vía diplomática a Madrid.
Querían evitar un ataque de las tropas situadas en Marruecos a los buques
gubernamentales.
Defendiendo al bloque nacional, se produjeron reuniones tripartitas junto a
Italia y Alemania, a bordo del crucero Nürnberg en 1936 y en la reunión de
1937, los contraalmirantes alemán e italiano definieron la estrategia del
bando sublevado. Los alemanes sugerían una política mucho más agresiva y
un mando conjunto. Se decidió continuar con el dispositivo de vigilancia
para informar de la situación de todos los barcos gubernamentales en cada
momento. Algunos de los cañones de los golpistas  fueron montados en
astilleros italianos. En 1936 Mussolini ya había ordenado el envío de más de
3.000 camisas negras a España.
En noviembre de 1936, los submarinos alemanes e italianos se relevaban
mutuamente y compartían un servicio de información, una red de emisoras
informaban del paso por puertos europeos de mercantes con posible
destino a puertos españoles (para abastecer a las tropas del gobierno
republicano. El 22 de noviembre de 1936 el submarino Torricelli, acertó con
2 torpedos sobre el  barco “Miguel de Cervantes”, el informe técnico
concluyó que los torpedos eran de fabricación italiana. Se negó la
investigación, constatando la renuencia británica y del Comité de No
Intervención a profundizar en el asunto del hundimiento, a partir de
diciembre Italia envía hasta 24 submarinos. En febrero de 1937 había 13
cruceros italianos, 22 destructores, 2 lanchas torpederas, 7 buques y 42
submarinos. Las tropas italianas ascendían a 48.000 hombres al año
siguiente. Los futuros planes navales de Mussolini tenían un gran obstáculo
en la base británica de Gibraltar, que esperaba que Franco la tomara cuanto
antes. Las numerosas unidades extranjeras seguían a los barcos
republicanos, obstaculizaban sus operaciones e informaban a los nacionales
directamente y sin disimulos. El nivel de detalle alcanzado en el control de
movimientos y la continua demostración de fuerza afectaba a la moral de las
tripulaciones republicanas.
Por parte del bando republicano, Rusia entregó carros de combate a cambio
de 500 toneladas con lingotes y monedas de oro.

6. Explica cómo se produjo el fin de la Guerra Civil


 

Son muchos los factores que contribuyen a explicar el resultado de la


guerra. Principalmente dos:
• El desequilibrio militar de ambos bandos
• El apoyo exterior.
 

El desequilibrio militar de ambos bandos:


La República española tenía pocas unidades militares y sobre todo escasos
jefes y oficiales preparado. Frente a un enemigo organizado, con regimientos
íntegros, y con mandos profesionales suficientes, las fuerzas de la República
estaban en su mayoría desintegradas, sin mandos y sin capacidad de
actuación inmediata, y que fueron suplidas principalmente por las
voluntariosas milicias obreras.
Transcurrieron bastantes semanas hasta la militarización de las milicias y la
formación de las primeras Brigadas Mixtas, que solo estuvieron en
disposición de ser efectivas en combate cuando se inició el asedio de
Madrid. Para entonces, la República había encadenado ya una serie de
derrotas y las pérdidas territoriales eran enormes.
Pese a la resistencia de la capital durante 1937, el ejército popular de la
República no tenía iniciativa bélica y tenía insuficiente coordinación
estratégica. La conquista del norte por las fuerzas nacionalistas se hizo
contra ejércitos que predominaban los milicianos.
Cuando el ejército popular adquirió el nivel suficiente para pasar a la
ofensiva, era ya tarde. En Teruel primero, y en el Ebro, después, las fuerzas
republicanas perdieron el terreno conquistado tras un ataque bien
planificado por falta de apoyos artilleros y aéreos suficientes.
El ejército nacionalista concentró sus fuerzas en la contraofensiva y el
ejército popular aunque demostró estar a la altura en la defensiva, careció
siempre de capacidad de ataque suficiente.
 

El apoyo exterior:
El otro factor decisivo en la victoria nacionalista fue el diferente apoyo
exterior recibido. Tanto Alemania como Italia mantuvieron su ayuda militar y
económica de forma constante. Mussolini envió cerca de 70.000 soldados a
lo largo de la guerra, además de abundante munición y material de guerra.
La Alemania nazi facilitó el traslado del ejército de África, vendió armas y
envió a España la Legión Cóndor, la unidad de elite de la aviación alemana,
además de numerosos técnicos y asesores militares.
Los suministros fueron constantes, y la colaboración de Portugal facilitó
mucho que llegaran sin dificultad. El gobierno nacionalista tuvo siempre
líneas de crédito abiertas.
Por su parte, la República vio pronto cómo la inicial ayuda francesa quedó
cortada por el Acuerdo de No Intervención. Sólo más tarde comenzó a llegar
la ayuda soviética, cuando la URSS aceptó vender armamento y enviar
asesores ante el temor a una expansión fascista en el Mediterráneo. El
gobierno de la república decidió utilizar las reservas de oro para pagar las
compras, pero la ayuda soviética fue bastante más dispersa, tuvo serias
dificultades para llegar a la zona republicana, y obligó a dedicar la flota a
labores de escolta, perdiéndose así una importante baza militar.
El contexto internacional había favorecido siempre a los sublevados, ni
Inglaterra ni Francia estaban dispuestas a arriesgar una nueva guerra
europea por España.
La actitud estadounidense fue que mientras el gobierno de Washington se
declaraba neutral y prohibía a sus nacionales apoyar a ninguno de los
bandos, permitía que la compañía Texaco suministrara combustible al bando
nacionalista durante toda la guerra.
 

El final de la guerra
Las dramáticas circunstancias del asedio de Madrid obligaron al Gobierno a
trasladarse a Valencia y a crear una Junta de Defensa que asumió todo el
protagonismo de la resistencia de la capital.
Lentamente, los reveses militares fueron minando la moral en la retaguardia
republicana. Desde marzo de 1938, cuando las tropas nacionalistas llegaron
al Mediterráneo, una parte de las fuerzas del Frente Popular comenzó a
plantear la posibilidad de una negociación, pero Negrín se negó
rotundamente, apoyado por el PCE. Su tesis era la de resistir a ultranza, con
la esperanza de que el ascenso del fascismo provocaría una guerra europea
que cambiaría el curso de la contienda en favor de la República.
Pero en otoño de 1938 sobrevino la crisis checoslovaca y la claudicación de
las democracias con la firma del Pacto de Munich.
Tras la caída de Cataluña, las opiniones favorables a la negociación se
extendieron. El Presidente Azaña permaneció en territorio francés, y sólo los
comunistas, que controlaban muchas unidades del Ejército del Centro,
mantenían su apoyo incondicional a Negrín. Pero el cansancio de la guerra y
la escasez de alimentos en las grandes ciudades hacían muy difícil la
situación. El golpe del coronel Casado, en marzo de 1939, acabó con
cualquier posibilidad de resistencia.
El conjunto del nuevo Estado totalitario se culminó con el restablecimiento
legal de la pena de muerte y la Ley de responsabilidades políticas de febrero
de 1939, que declaraba “rebeldes” a todos cuantos se hubieran opuesto al
Movimiento y apoyado, por acción u omisión a “la subversión roja”. En los
años siguientes, la represión fue durísima.

También podría gustarte