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En el país no hay partidos con ideología,

coinciden sociólogos con visiones


contrapuestas
Aunque con visiones ideológicas contrapuestas Edelberto Torres-Rivas y
Armando de la Torre coinciden en que hay grupos que no se ponen de
acuerdo, pues solo buscan sus intereses.
Edelberto Torres-Rivas y Armando de la Torre dos estudiosos de la
realidad nacional.

Entrevista a Edelberto Torres-Rivas


Durante más de cuatro décadas, Edelberto Torres-Rivas se ha dedicado a la
investigación social. Es uno de los académicos más reconocidos del país por su
enorme producción de trabajos relacionados con las ciencias sociales. En
entrevista con Prensa Libre afirma: “Soy de izquierda, y cuando esto se dice se
tiene que evidenciar”.

¿Cuál es la principal crisis de los partidos?

Que en realidad no son partidos. Para que lo sean tiene que haber un sistema
político formado por el Tribunal Supremo Electoral y las estructuras políticas
trabajando por lograr cambios, pero no ha habido participación efectiva libre
porque todo ha sido pagado.

Cuando la elección pasa, la persona se va a su casa. En cambio, cuando existe


un verdadero partido, después de perder sigue trabajando; falta continuidad.

¿Hay partidos de derecha y de izquierda en el país?

Lo que sucede aquí pasa en todo el mundo, aunque talvez es menos agudo el
debate o la identificación. Por supuesto que hay, pero durante cien años no
hubo política porque estuvo prohibida por los militares, a quienes no les gustan
las elecciones. Entonces ¿qué cultura podría haber? Incluso hasta el pueblo se
considera conservador.

Muchos países organizaron el Estado con base en el trabajo industrial, entonces


los actores son trabajadores y empresarios, pero aquí fueron durante mucho
tiempo agricultores y campesinos analfabetas, a los que casi no se les pagaba.
Entonces, construir una estructura política en estas condiciones no es posible;
sin embargo, hay izquierda y derecha.

En la actualidad hay unos cinco partidos de centro derecha, conservadores, que


están tratando de captar a los electores, pero no definen los problemas sociales.
Hablan de educación, de salud, pero la cuestión social es saber decir: para
terminar con esta situación de pobreza, que se reproduce en cada generación,
hay que tener una política de largo plazo.

Pero en el país la izquierda no levanta vuelo.

Porque fue derrotada durante la guerra interna, y la represión de los años de


1970 y 1980 la acabó físicamente. Entre ellos 27 intelectuales de la Universidad
de San Carlos fueron asesinados, quienes valían muchísimo. Ha sido muy débil,
pero estamos formando un partido social demócrata que yo definiría de centro
izquierda, y en las próximas elecciones nos mediremos para ver quién es quién
en el debate ideológico, siempre y cuando las elecciones muevan esa cultura.
Vamos a vivir un periodo nuevo que va a requerir mucho conocimiento y
sabiduría de los políticos para que cumplan sus promesas y ofertas.

¿Por qué en otros países como El Salvador y México


lo han logrado?

Porque —en el país— la han perseguido —a la izquierda— y después de la


represión continuó el control. En las primeras elecciones de 1985 se eligió un
partido de izquierda —Democracia Cristiana Guatemalteca—, pero nunca se
dijo así. La organización de Vinicio Cerezo no era un partido conservador, tenía
una ideología y buenos candidatos.

¿Por qué siempre gana la derecha?

Porque practica el clientelismo de la manera más descarada. Nosotros hemos


recorrido el interior, encontramos grupos de campesinos donde solo uno habla
y dice: estamos con doña Sandra porque ella nos da tamales los fines de
semana.

Tampoco ha habido condiciones para que la izquierda participe. Cuando quiso


hacerlo lo hizo de manera violenta y perdieron. Cuando terminó el conflicto
armado, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca fue incapaz de
trabajar como en partido político. Entonces nunca ha habido uno fuerte.
Primero porque la población es conservadora, y segundo porque la izquierda es
inútil, nunca ha podido ordenarse. Se organizan y luego se dividen en grupos.

Si los partidos pequeños quieren ganar las elecciones tienen que plantear una
alianza; si no, nada. Hace un tiempo había un proyecto de unir a tres grupos de
izquierda, pero no aceptaron, cada uno quería ser el jefe y cada grupo era de
unas 20 personas.

Dentro de un año ya tendremos a los dos finalistas


presidenciales del proceso eleccionario. ¿Cómo ve
el panorama?

Las próximas elecciones van a tener varios puntos nuevos, y eso hace que uno
se pregunte cómo irán a ser finalmente. Estará la Ley Electoral de Partidos
Políticos con cambios, no como queríamos, pero la estructura de la votación va
a cambiar. Van a haber partidos nuevos. No se sabe si habrá un candidato
militar, pero se conoce que hay un partido castrense formándose, el cual podría
ser muy grande y con mucha plata. O sea que vamos a tener sorpresas.

Entrevista a Armando de la Torre


“La gente es de izquierda o derecha por instinto”
El académico liberal Armando de la Torre considera que en Guatemala no hay
verdaderos partidos políticos, sino agrupaciones que lo único que persiguen es
llegar al poder y luego buscan cómo enriquecerse y repartirse los puestos del
Gobierno.

¿Hay partidos políticos en Guatemala?

No. En el pasado lo fueron el Partido Guatemalteco del Trabajo y el


Movimiento de Liberación Nacional. Ahora solo hay agrupaciones
desorganizadas que dicen tener motivación política, pero lo que en realidad
persiguen es cómo enriquecerse y repartirse los puestos cuando lleguen al
poder.
Sin embargo, algunos dicen ser de izquierda y otros
de derecha.

Con fundamento, ninguno. Lo que existen son prejuicios. Hay algunos mal
formados e informados como Encuentro por Guatemala, Winaq, Semilla y la
Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, que dicen serlo, como yo
también podría decir que soy bailarina de ballet. No sé qué entienden por
izquierda; tal vez solo subir o quitar impuestos, o a los ricos.

Los de derecha defienden el orden constitucional, tal como está. También


buscan proteger los derechos de la propiedad y aceptan la ley religiosa o moral
por encima de la ley positiva o laica.

Desde un punto de vista serio, el hombre o la mujer de derecha es la que


antepone la libertad individual a la seguridad, mientras que el de izquierda, a la
inversa. Cuando yo impartí clases en la Universidad pedía a los estudiantes que
investigaran la diferencia de pensar entre un asalariado y un empresario. El
primero antepone la seguridad con empleo, ingresos, salud y seguridad social,
mientras que el segundo busca el fin supremo de la vida, que es la libertad de
acción. Son dos mentalidades de fondo, las dos honorables. Una quiere
seguridad para su familia y la otra, libertad de acción.

¿Por qué en Guatemala no ha ganado la izquierda?

En los procesos eleccionarios siempre sacan el dos o tres por ciento de los votos
y aun así pregonan que son los que representan al pueblo. Nunca ganan los
comicios porque lo que ofrecen no es lo que quiere el pueblo, quien tampoco
confía en ellos. Siempre ofrecen seguridad social, pensiones y salarios seguros a
través del Gobierno, y el mundo está acabado por estos. Mientras sigan
ofreciendo seguridad a toda la gente no votarán por ellos, porque saben que es
un cuento, pues lo primero que hacen al llegar al poder es mirar su bolsillo,
preocuparse de ellos y de su posición económica.

La derecha también propone seguridad, pero de otro tipo, mano dura o firme, y
ya vimos el desastre de desastres que resultó ser Otto Pérez, con una visión
retrógrada.
Un propósito de derecha, por ejemplo, que nadie cumple en el país es
proporcionar seguridad jurídica a los derechos de propiedad, a todos. La
mayoría de guatemaltecos no tienen segura su casa o su terreno de cultivos. No
hay seguridad a la propiedad, ni para los millonarios ni para los pobres, ¿y a
quién le preocupa esto? A nadie. Todos los días se roban propiedades, ganado o
invaden terrenos, y eso nunca se sabe.

¿Incide que haya al menos cinco partidos con esa


visión?

No se unen porque tienen intereses personales diferentes. La gente no está


preparada para manejar el poder. Aquí la gente es de izquierda o derecha por
instinto, por el interés de que no le quiten tal cosa o porque va a obtener tales
beneficios. Eso no es ideología, es prejuicio.

¿O sea que no tienen futuro?

No. Hay unos cuantos, de gran corazón, pero hay otros de mucha maldad como
Sandra Torres. El juicio sobre las personas debe separarse del de las ideas
vacías, las buenas pueden estar equivocadas y las malas o egoístas, muy
acertadas. Trump es desagradable, pero tiene razón. Obama es encantador, pero
estaba equivocado y por poco quiebra a Estados Unidos.

Si Hilary Clinton hubiera llegado a la presidencia, Corea del Norte se hubiera


comido a Corea del Sur y Putin sería gobernador de toda Europa.

La izquierda ha ganado en varios países de


América. ¿Podría tener alguna oportunidad en
Guatemala?

No. Lo que va a incidir en las próximas elecciones es la situación de Venezuela,


porque la gente siente horror por lo que está pasando en ese país, y en menor
escala los sucesos de Nicaragua. Países como Brasil, Argentina, Chile, Ecuador
y Perú se han ido a la derecha después de la experiencia con esa ideología.

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