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REFLEXION SOBRE

LA SOCIOLOGÍA DE LAS AUSENCIAS


Y LA SOCIOLOGÍA DE LAS EMERGENCIAS:
PARA UNA ECOLOGÍA DE SABERES

HELBERT ALEXANDER MEDINA SANDOVAL

UNIVERSIDAD DEL CAUCA


FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES ECONOMICAS Y ADMINISTRATIVAS
EPISTEMOLOGIA E INVESTIGACION CONTABLE
POPAYAN –CAUCA
2019
REFLEXION SOBRE LA SOCIOLOGÍA DE LAS AUSENCIAS
Y LA SOCIOLOGÍA DE LAS EMERGENCIAS:
PARA UNA ECOLOGÍA DE SABERES

Emancipación social

La presente reflexión pretende abordar algunos aspectos relevantes de los


planteamientos expuestos por Boaventura de Sousa Santos quien hace una crítica al
concepto y visión de racionalidad que orienta nuestra forma de pensar, de ver el mundo
y la vida; lo cual resalta que se ha construido a partir de las influencias de la cultura
occidental al tiempo que sugiere que es una racionalidad que excluye y limita la
posibilidad de asumir una racionalidad integral que permita reconocer la amplia
diversidad epistemológica de comprender y razonar sobre nuestro mundo en el presente.
En este sentido, señala que eso ocasiona que se tenga una visión homogenizada y
reduccionista de la realidad guiada por conceptos ya establecidos por lo tanto sugiere
que, se debe valorar más la experiencia y lo particular.

De acuerdo con lo anterior, se hará énfasis acerca de la emancipación social, que


podríamos retomar como “las acciones que permiten a las personas o grupos acceder a
un estado de autonomía, política, cultural, económica o social frente a la imposición
implícita o explícita de alguna autoridad u orden establecido socialmente y que para el
autor si “hay emancipación social, sin embargo hay que reinventarla” en este sentido se
enfocara la reflexión en resaltar también aspectos generales del proceso de resistencia
social que representa a los pueblos indígenas del Cauca, que podría relacionarse con la
idea de emancipación social y que se ha convertido en su lucha social en medio de la
realidad que los acoge y trata cada vez de estandarizarlos en el orden de las cosas.

De acuerdo con lo anterior, empecemos por abordar algunas ideas planteadas por De
Sousa Santos quien plantea que emancipación social debe entenderse desde tres
dimensiones: epistemológica, teórica y política. El autor parte de considerar que el
concepto es central en la modernidad occidental y que existe en una discrepancia entre
las experiencias y expectativas de las personas, ya que ha sido pensada en una sociedad
con diversos problemas y a la vez con expectativas de mejorar en una línea de orden y
progreso. Además, se habla de la poca importancia que se otorga a lo que él denomina
ausencias entendidas como lo que hasta ahora no se considera importante o se suele
desechar por alguna razón a la realidad considerada valida o importante.

El autor considera que es importante que exista una discrepancia entre experiencias y
expectativas para poder comprender y reflexionar acerca del concepto de la
emancipación social en la sociedad moderna. El autor invita a reconocer que existe una
crisis en dicha discrepancia ya que la experiencia no garantiza necesariamente que las
expectativas sean positivas para todas las personas y viceversa. En este orden de ideas,
el autor nos invita que no es motivo para desmotivarse en resaltar el sentido de la
emancipación social, más bien señala que se debe es reconsiderar o reconstruir el
concepto y no desde la realidad moderna ya que la forma como se planteó inicialmente
no es aterrizada y aplicable a la realidad actual, ya que por ejemplo se puede decir que
tenemos problemas modernos para lo cual ni siquiera tenemos soluciones modernas.

Según de Sousa en este panorama no se debe perder de vista que la sociedad en


términos de expectativas y aspiraciones, siempre tiene sueños, aspiraciones,
necesidades de justicia social y deseos de un mundo mejor en todo sentido. Aquí, la
emancipación social, parece no ayudarnos mucho en encontrar respuestas o acciones
efectivas y duraderas. Por lo cual, se hace necesario reinventar “la emancipación social”;
he aquí el dilema, para lo cual el autor señala que hay contradicciones entre los
conocimientos que se expanden desde el Norte en la cultura Occidental y las influencias
en las zonas del Sur.

A nivel teórico el autor, indica que representa también una crisis para la emancipación
social, que las Ciencias Sociales tengan aun visiones e ideas hegemónicas a la hora de
comprender o explicar la realidad social algunas con teorías eurocéntricas y fuera de
contexto a la hora de interpretar la realidad social que se vive en el Sur. Así mismo,
asegura De Sousa “va a constituir un enfrentamiento entre Norte y Sur, es el del
multiculturalismo: la diversidad cultural, la ciudadanía cultural, los derechos indígenas,
etc.”1. Que a su vez está relacionado con lo que Sousa de Santos señala como los
“conocimientos rivales”, es decir, la “existencia de conocimientos alternativos al
conocimiento científico, populares, indígenas, campesinos, etc.”2.

Podría decirse que tal como lo refiere el autor, hace falta reconocer la existencia, fuerza
y capacidad de construir la sociedad, que no logra sentirse representada y acogida por
las teorías occidentales y sus ideas de sociedad, orden y progreso. Por lo cual, esa falta
de representatividad ha conllevado a que sea estigmatizada cualquier acción, idea o
pensamiento que vaya en contra del orden ya establecido y estandarizado. Es así que la
sociedad ha ido configurando su sed de justicia social, de integralidad política,
económica, social y cultural; a través del surgimiento de diversas organizaciones, grupos
y luchas sociales y políticas, que surgen de manera inminente. En el caso de
Colombiano, es un ejemplo de estas sociedades que han desarrollado diversas acciones

1
Santos, Boaventura de Sousa, (2006) p: 107. Capítulo I. La Sociología de las Ausencias y la Sociología de las
Emergencias: para una ecología de saberes. Buenos Aires.
"http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/clacso/coediciones/20100825033033/2CapituloI.pdf"
2
Ibid.
como un proceso de resistencia social el caso de las comunidades o pueblos indígenas
Nasa; quienes llevan en su consigna la idea de recuperación y ejercicio de la autonomía
política, cultural, económica y social como pueblos ancestrales, la protección de sus
culturas, y el desarrollo de un proyecto político.

En el Departamento del Cauca es donde más se han vislumbrada las acciones de


resistencia social frente al orden establecido a nivel del Estado y que en la actualidad
claman de los gobiernos de turno cumplimiento a los acuerdos asumidos en asambleas,
inclusión y reconocimiento como actores políticos, alternativos, culturales y ancestrales.
Tales ideas se han convertido en procesos de lucha y de resistencia colectiva que a la
fecha aunque evidencian fortaleza frente al orden estructural del estado, apoyados por
unos sectores y estigmatizados por otros, no parecen ser realmente legitimados por las
estructuras de la hegemonía estatal. También puede verse estigmatizada por la misma
sociedad, por otros grupos o sectores sociales.

Desde el Estado a nivel estructural se requiere que empiece a dejar de lado esa posición
de resistencia, rechazo y hostilidad frente a todo aquel que piense diferente, De Sousa
nos invita a que debería reconocerse que hay pensamientos alternativos que podrían
aportar a la construcción de sociedad. Sin embargo, estamos mecanizados a rechazar
todo lo diferente y cuestionar todo lo que este por fuera del orden de ley establecido. Se
estigmatiza, invisibilidad y desperdicia dice de Sousa y que la diversidad del mundo es
inagotable por lo tanto, “no hay una teoría que logre dar cuenta de toda la diversidad del
mundo”.

En el caso de las comunidades indígenas, reinventar la emancipación social iría más allá
de proclamarse, reconocerse y legitimarse como una única comunidad ancestral,
organización o pueblo, considero que coexisten otros grupos, organizaciones,
comunidades y sectores que convivimos en un mismo espacio, por lo cual se requiere
que la emancipación aplique para todos. El camino estaría en la responsabilidad del
Estado, pero además se necesita que cada uno de nosotros asumamos el rol de
generadores de cambios desde nuestras posibilidades, haciendo procesos de reflexión,
tolerancia, valores y principios de justicia social aplicables desde los espacios más
pequeños de interacción social con nuestros semejantes y demás seres con quienes
compartimos espacio.

En los espacios de realidad virtual, por ejemplo podríamos decir que inundan nuestras
mentes, ocupan nuestro tiempo y en gran medida han logrado invadirnos de información
que unos de manera libre y otros cada vez menos responsable, interiorizamos. Nos
hemos convertido en consumidores de ideas de otros, de sentimientos de otros, odios,
alegrías etc. como ocurre con el proceso de resistencia de las comunidades indígenas
frente a la idea de la territorialidad, emancipación y autonomía frente al estado capitalista.
Retomando una de las inquietudes que plantea el autor, al indicar que caímos en una
trampa al enfocarnos en “una preocupación exclusiva por las condiciones objetivas que
nos condujo a una trampa: desmoralizamos la voluntad de transformación social. Si las
condiciones objetivas son tan poderosas, ¿cómo podemos transformar la sociedad?”3.

Entonces diríamos que hay avances significativos en el proceso de resistencia social


como actores sociales, políticos y con una cosmovisión cultural, sin embargo, persisten
dificultades ante los sistemas hegemónicos del estado, que también se niegan a
reconocer el valor de las experiencias particulares de conocimiento llamadas por Sousa
como ausencias, que les ha dificultado conservar espacio y pervivencia a los pueblos
ancestrales en sociedades ya estandarizadas que deberían ser desmodernizadas para
que sean más incluyentes. Por ahora, vemos que persiste la exclusión y rechazo ante
este tipo de movilizaciones procesos de resistencia y aun luchan por la negación de sus
acciones, saberes y procesos sociales.

Esa idea de emancipación que ellos luchan por mantener debería ser un ejemplo para
nosotros en términos de emanciparnos frente al estado pero también frente a la sociedad
misma, frente a lo que nos oprime a lo que no nos representa. Incluso si es frente a la
Minga de resistencia indígena, pero que nuestra posición sea coherente con nuestra
historia de vida, nuestras necesidades y no desde una posición que promueva la guerra,
la estigmatización, la indiferencia. Haría falta también emanciparnos de odios ajenos y
mediáticos, recordemos que compartimos un mismo espacio, necesidades, a veces
sueños similares de vivir en sociedades emergentes que nosotros mismos podemos
construir, cambiar y reconstruir en una realidad variante y que exige cambios constantes
de todo y de todos.

En palabras de Sousa sería necesario promover también el concepto de Ecología de


saberes, considerando que de esta manera se descoloniza el saber y así se reconoce la
pluralidad de pensamientos y conocimientos diversos que existen en la sociedad más
allá del impuesto saber científico. Es así como la idea de emancipación representaría ya
un reto para todo aquel que se atreva a pensar diferente, pero es y será siempre una
forma efectiva y real de promover un verdadero cambio social a beneficio personal y
colectivo en sociedades estandarizadas con estructuras patriarcales, colonialistas.

3
Ibid. P:19

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