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SUSAN SONTAG Los FLUIDOS EN WAGNER TRaDUCcrON DE RAUL ORTIZ UA, SANGRE, BALSAMO medicinal, po- clones mAgicas —loe fluidos desempefian un papel decisivo en esta mitologia. Loa relatos de Wagner surgen con frecuen- Gia de un mundo scuético. Un arribo y una partida sobre agua enmarean la trama de El holandés erran- te y de Lohengrin. La saga de El anillo se inicia lite- ralmente en el agua, bajo In superficie del rio Rin, para concluir, cuatro 6peras despuse, en tin dueto cfs mico entre agua y fuego. Tristan und Ieolde, la més delirante exploracién de Wagner en el dmbito de los {luidos, se inicia y concluye con travesias sobre agua. El primer acto se desarrolla a bordo de tn noble na- ‘vio que, comandado por Tristén, lleva a la princess Ieolda, prometida del rey Marcos, tio de Tristén, de Irlanda a Cornualles. En anterior viaje, Tristén, solo y herido de muerte, habia surcado los mares en fré- ‘Gil emberescién rumbo a Irlanda, esperanzado en que Josalvara lsolda, renombrada por sus artes curativas. No podia Tristan revelar su identidad porque el can- trincante que lo hirié, y al que é1, a su vez, mat, era prometido de Isolda. (Golitarios de identided velada ‘© misteriosa, Lohengrin, el holandés, Tristén herido ‘acto tervero tiene lugar en las murallas que dan al mar; alls, Tristdn, herido una vec més al final del ac- to segundo, aguarda la nave que ha de traer, no a Isol- da la bienamada, sino a la que otrora le salvé la vida. Luego de aparecer Isolda, muere Tristdn y ella ne red- ‘ne com 61 en la muerte. Lon viajes a travéa de ins aguas se asocian en la mi- tologia wagneriana con una redencién que no se con- solida, segin ocurre en Lohengrin, 0 que llega en condiciones distintas de las originalmente anheladas, como en Tristan und Ieolde, donde casi todos perecen, ‘unos beatificamente, otros en una muerte que carece de sentido. Parsifal, lo mismo que Tristan und Isol- de, ¢0 también, con mucho, un relato sobre fluidos. No obstante, en ésta, Gltima de las trece Speras de ‘Wagner, lo que se define como redencién, encontrar ‘alguien que sane y suceda al herido rey Amfortas, ‘curre en Jos términos anhelados. Un varén, virgen, tun necio bienaventurado aparece al fin. Tal vez por- ‘que las expectativas se cumplen, el mundo acudtico esté casi del todo ausente de la épera. Un majestuceo exterior, el bosque, y un amplio interior sacrosanto, ¢1 recinto del Grial, son loe doe émbitos positivos; los ‘negatives, imperio de Klingsor, eon Ia torre de un castillo y un jardin de flores peligrosas. En el primer acto, claro esté, existe agua fuera del escenario: el la- go donde llevan al monarca herido para su cura de inmersign en el agua, y un manantial del que Kundry toma agua para volver en sf a Pérsifal que se desva- nece al enterarse, por boca de Kundry, de que ha muerto au madre; y en él acto tercero hay agua para tuna consagracién, para un bautismo. Pero el relato fundamental acerca de loe fluidos ataiie a la sangre. a ls irestatiable hemorragia que mana de la herida ‘en el costado de Amfortas y la sangre de Cristo que ha de brotar en el céliz del Grial. El deber esencial ‘que, como rey de loe caballeros del Grial, desempefia Amfortas: hacer que la sangre de Cristo re gularmente en el céliz para eucaristia de los eaballe- 0s, se ha convertido en tortura para Amfortas, de- Dilitado por esta herida que le infligié Klingsor con la flecha misma que atravess el costado de Jests mientras pend{a de la cruz. La trama de Parsifal po- dria resumirse como la bésqueda y, a la larga, la apa- rricién de alguien que sustituye & quien esté incapa- citado para hacer que el fluido brote. Varios tipos de fluido penetran en el cuerpo de las narraciones wagnerianas, pero sélo bajo una forma emergen de él: la sangre, y ello, tinicamente en los ‘cuerpo masculinos. Las mujeres sufren muertes in- cruentas; por lo general, nada m&s expiran; de ma- nera abrupta (Elsa, Elisabeth, Isolda, Kundry) 0 #e inmolan, en agua Senta) o en el fuego Brunnhilda). ‘Solo los hombres sangran hasta la ultima gota (por ‘ende, no pareceria demasiado extravagante conside- rar al semen como implicito metaféricamente en la sangre). Aunque, segin Wagner, el cuerpo maaculi- no sangrante y atravesado yace abatide a resultas de algin combate épico, suele existir una herida erdtica ‘tran la que infligieron lanza y espada. El amor, como Jo experimentan los personajes masculinos en Tris- tan und Isolde y en Parsifal, equivale a una herida. Isolda habia sanado a Tristén pero Tristén se enamo- rade Iaolda. Por escandaloso que parezca, para sefia- lar la necesidad emocional de una nueva herida fisica ‘Wagner hace que inexplicable, virtualmente, ella mis- ma la inflija. (Tristén suelta la eapeda al final del se- ‘gundo acto y deja que el traidor lo atraviese.) Como ‘Amfortas ya habia sido seducide por Kundry, Ia lan- za de Klingsor sélo vuelve literal la herida. En la logica misdgina de Wagner, una mujer que desempetia caracteristicamente el doble papel de ‘Voeks 1461 22 Agosto de 1908 Los ruuipos ex WAGNER seductora y salutifera es con frecuencia el verdadero asesino. Esta figura que Isolda encarna en veraién po- sitiva, aparece en Pérsifal revestida de negatividad y erotismo en grado mucho més explicite. El perso- inaje que aparece al iniciarse el primer acto llevando veloc un recipiente con bélsamo medicinal para el rey herido —puede reducir el dolor pero no sanar— es el mismo personaje que hirié al rey. Wagner hace que Kundry aparezca sistemdticamente con doble natu- raleza: como sirvienta que lleva fluides, con su alter €g0, el de la seductora que 1 Cunndo fracasa la méxima elocuencia de Kundry (ou intento por seducir a Pérsifal en el acto segundo), 8¢ aparece sin que le quede nada que decir. Dienen! Die- nen! (lervir! jservir!) son las Gnicas palabras que pro- fiere en todo el tercer acto. En contraste, Isolda, primero salutifera que administra el balsamo con éxi- to (trasfondo de la accién de la Opera), 2e torna luego, ‘como foco de deseo, cada ver mis elocuente. De he- cho, Wagner concluye la obra con el torrente de arro- ‘bados acentos de Isolda. E! fluido adminiatrado por Ieolda en ou papel salut fero se da en el pasado. Segin Wagner, ambos creen que el fluido que ofrece a Tristan es una pocién letal. Y sin embergo, al desatar en ellos Las fuerzas que am- ‘bos han reprimido, los lleva —-precisamente cuando la nave esté a punto de tocar tierra— a confesar su amor. Un fluido~que-todo—lo—transforma es esencial en la leyenda céltica de Tristén ¢ Inolda que circulé du- Fante siete sigloe por las venas de la cultura europea. Enel relato més completo, la epopeya en vereo de di- mensiones novelisticas que Gottfried von Strassburg escribié en el siglo Xiu, durante la travesia, un sir- viente incauto ofrece al sobrino del rey Marcos y a la prometida, como vino, el filtro amoroso que habia mezclado ln madre de Isolda (también de nombre Isol- da y quien sana o Tristén en el relato original) para Vuelta 161 que lo bebieran su hija y el rey Marcos en la noche de bodas. Wagner, en au versién, torna el infortunio accidental en necesidad. “Der Liebestrank” (el brebaje ‘amoroso) que Branganie, sirvienta de Isolds, a sabien- das ha sustituido por el veneno, no es la causa de que Tristén e Isolda experimenten su paaién, puesto que ya la sienten y los martiriza. Simplemente vuelve im- posible que ambos no reconozcan su amor. Al néctar amoroso se da un tratamiento cémico en otra 6pera, L’Elisir d’Amore (1832) de Donizetti, que comienza cuando la rica herofna lee a un grupo de campesinos una versin simplificada de la leyenda éltica de un cuento acerca de un amor no correspon- dido, que tiene un final feliz. El apuesto Tristén ob- tiene de un Saggio incantatore (un sabio hechicero), certo elisir d’ amore; pero no bien la bella, aunque in- diferente, Isolda ha llevado a sus labios la bebida, autométicamente se genera un reciproco amor. Cambiata in un instante (Cambiada en un momento) quella bela crudele (aquella cruel beldad) fu di Tristano omante (fue de Tristén amante) Vise Tristan fedel Y fue a Tristén fiel) El brebaje por el que alguien se enamora pertenece 1 le familia de pociones, encantamientos y hechizos que transforma a los principes en ranas y a las sire- nnas en princesas: se trata de la instantdnea metamor- fosis de los cuentos de hadas. Simples cuenton de hadas. Segiin el realismo buffo de Donizetti no silo no existe semejante magia; es més, no es necesaria. El fluido que vende un charlatén itinerante al prota- gonista de la 6pera para que pueda cortejar a 1a mu- Jer que, erréneamente, piensa que no lo ama, es vino ‘de Burdeos, En vez de que lo que se da como vino sea tuna bebida mAgica, lo que #o simula como bebida mé- ggica es lisa y anamente vino —inevitable y o6mico desinflamiento de Ia fantasia. ‘Wagner habré de consumar Ia tragica disolucién de la fantasta un cuarto de siglo después: el brebaje que, en vez de hacer algo posible, acentéa la imposi bilidad al eflojar los laze con la vida. El fluido que Brangania ofrece e-la infortunada pareja no s6lo re- vela y (por ende) desata una emocién. Destruye un mundo. E] amor sustrae inmediata y totalmente a am- bos de la sociedad, de los lazos y obligaciones nor- males, pera arrojarlos a una vertiginosa soledad (en ver de la romAntica soledad de dos) que scarrea un inexorable oscurecimiento de la conciencia. ‘estamoe?, pregunta Isolda al principio de In épera. (Donde estoy?, pregunta al final del acto primero, des- [puss de que ambos han bebido la pocién cuando el bar- co toca tierra en Cornualles. He allf al rey, afirma alguien. :Qué rey?, inquiere Tristdn. Y Tristén igno- ra dénde se halla cuando vuelve en si en el tercer acto, Pregunta jqué rebaiios, qué castillo, qué luga- refios?, cuando su leal escudero le explica ebmo lo han Nevado a su patria en Bretafia, su propio reino, y que yace en las murallas de su propio castillo. El amor ‘es una anti~gnosis, un no saber. Cada acto ge inicia cuando uno aguarda en espera angustiosa, aterrado- ray torturante, al otro, para luego dar sitio al arribo 23 Agomo de 1988 Susan Sontag ‘anhelado y, finalmente, concluir con otras Hegadas no previstas que no s6lo estallan sino que resultan ‘apenas comprensibles a los amantes. {Qué deber? Qué vergiienza? Pasién significa exaltada pasividad. Al iniciarse el primer acto, Isolda recostada, oculta el rostro entre

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