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EL CAPITAL, LA PLUSVALIA Y EL SALARIO

Hoy en día algunos planteos del marxismo en lo que respecta al comportamiento del capital
pueden parecer pasados de moda, pero es importante recordarlos por la importancia que
tuvieron en la historia del siglo XX. Básicamente su planteo es que las ganancias del
proceso de producción se reinvierten en maquinarias y mejores mecanismos que provocan
una mejor capacidad de producción y una baja en el requerimiento de trabajo humano. De
esta manera, cada vez se tiene la capacidad de producir más bienes de consumo a la vez
que hay menos gente con capacidad de adquirir esos bienes. Según Marx esta
contradicción del sistema llevaría inevitablemente a una abolición del mismo, surgiendo una
nueva forma de organización que derivaría en una sociedad sin clases.

La capacidad de atraer capitales es una de las tareas fundamentales de un país que quiere
fortalecer su economía. Además de que la radicación de capitales provenientes del exterior
aumentaría la producción de bienes, una de las consecuencias más positivas sería la
cantidad de empleo que podría crear. Es por ello que los países deben tomar medidas en
esta dirección.

La acumulación del capital es un concepto relativo a la creación y paulatina acumulación


de capital económico en el sistema capitalista.

El capital es uno de los factores de producción conjuntamente con el trabajo y la tierra. No


obstante, es importante considerar que el concepto se ha manejado de forma diversa en el
ámbito de la economía. En términos genéricos podemos decir que es todo elemento que
tiene un valor y que sirve de alguna manera para producir bienes o servicios; esto puede
agrupar tanto a bienes físicos como a efectivo, siempre que el mismo sea utilizado para
producir o para obtener una renta. La finalidad del capital es generar un interés, un valor
que se sumaría al valor ya existente.

Las sociedades occidentales actuales se caracterizan por un aumento constante del capital.
Esta circunstancia en buena medida explica la alta productividad de las mismas, hecho que
sin lugar dudas se relaciona con la capacidad de producir en gran escala. En síntesis, a
mayor capacidad de producción, mayor capacidad de acumulación y viceversa. No
obstante, a pesar del peso que el capital tiene en nuestro mundo, hubo momentos de la
historia en el que hubo un corte abrupto en este sentido. Esto significa que, en estos
momentos claves, la capacidad de acumulación se acrecentó como una consecuencia del
aumento exagerado de la productividad. La revolución industrial puede ser un buen ejemplo
de esta circunstancia.

Algunas áreas de la economía son intensivas en el uso de capital, es decir, dependen


primariamente de este factor de producción antes que de otros. La industria es un buen
ejemplo de esta circunstancia, haciendo de la mano de obra un elemento menos relevante.
En este caso el capital en consideración es el denominado capital fijo, es decir, la suma de
inmuebles, maquinarias y elementos tecnológicos de los que disponga la empresa. En otras
circunstancias, empero, el énfasis puede estar puesto en el capital financiero.

En el último tiempo se ha puesto en el tapete una serie de consideraciones acerca


del capital que sugieren que existe una tendencia acumulativa en detrimento del bienestar
de la población por un fuerte efecto negativo en la distribución de lo producido. Este tipo
de planteamiento dista de ser nuevo, pero nunca había sido puesto en evidencia con datos
exactos tomados de la realidad. La muestra es ciertamente abrumadora y hace cuestionar
a muchas de las teorías hegemónicas que han atravesado la economía por los últimos cien
años. En efecto, la conclusión de dichas evaluaciones establece que el crecimiento
del capital es superior al crecimiento de la economía.

El término en su sentido clásico se refiere al aumento disponible no solo de los bienes de


capital propiamente dichos (maquinarias, plantas, etc.) sino también de capital financiero y
de capital humano (educación, capacitación, desarrollo profesional, experiencia, etc.). Este
aumento de capital se basa en el ahorro y la inversión, que debidamente utilizados
(empresarialmente bien invertidos) produce un aumento de la riqueza de la sociedad. Esto
se produciría gracias a un aumento de la productividad por trabajador, por la incorporación
de mejores o más abundantes bienes de capital y por la caída general de precios que implica
tal aumento de productividad.

Para la escuela marxista, que ha sido especialmente crítica con respecto a este concepto,
la acumulación de capital responde obligatoriamente a la explotación y
consecuente pauperización de otros. Tiene una fase directa (expansión de corto alcance)
en la cual se programa una dominación regional (que es la que analizó Karl Marx) y otra
de largo alcance en la cual se desbordan las regiones y se conquistan mercados lejanos.
Esto último se emparenta totalmente con el imperialismo.
El Capital es uno de los cuatro factores de producción junto con la tierra, el trabajo y
la tecnología. Comprende todos los bienes durables que se utilizan para la fabricación de
otros bienes o servicios. Así, por ejemplo, un horno es un bien de capital para un panadero
ya que lo utiliza para la fabricación de pan (otro bien) y los servicios que le entrega durarán
por varios años.

Para producir bienes o servicios el capital debe combinarse con otros factores productivos.
La combinación precisa dependerá de la tecnología utilizada y de las características del bien
o servicio producido. El capital aumenta la productividad de los otros factores productivos
pero a medida que este se mantiene fino y el resto de los factores aumenta, el aumento de
productividad será decreciente (ley de productividad marginal decreciente).

El capital también se refiere a los recursos financieros que se invierten en un determinado


proyecto para fabricación o venta de servicios, las ganancias de intereses u otras ganancias
financieras.

Objetivo del Capital

El capital tiene como objetivo la obtención de ganancias o intereses sobre la actividad


económica o instrumento financiero donde se invierte el dinero. Su característica principal
es que es un valor que se puede utilizar para generar más valor. Aunque la mera tenencia
o la inversión de este en un proyecto no asegura que el resultado será exitoso.

En el caso de las empresas, los socios hacen un aporte de dinero, bienes o conocimientos
con la expectativa de que este crezca en el futuro. En el caso de los instrumentos
financieros, las personas que invierten en ellos esperan obtener ganancias por los intereses
generados durante el tiempo o la reventa en condiciones beneficiosas.

Público: de propiedad del Estado o gobierno. Así, por ejemplo, los edificios de gobierno.

Privado: donde los propietarios son agentes privados como personas particulares,
empresas u organizaciones. Así por ejemplo la maquinaria agrícola de un agricultor.

Físico: que es tangible y visible. Así por ejemplo maquinaria agrícola, ordenadores,
estructuras, edificios, etc.

Intangible: que no es tangible, pero es real. Así, por ejemplo: ideas, conceptos, marcas,
imagen, etc. que generar valor.
Corto plazo: del que se espera obtener ganancias en el corto plazo (usualmente en el
período de un año). Así, por ejemplo, el capital que se invierte para la reventa de productos
que se esperan vender en su totalidad en un año. En contabilidad se incluye en el activo
corriente.

Largo plazo: el que se invierte con una perspectiva de ganancias en varios años. Así por
ejemplo, la inversión en la construcción de una infraestructura cuyos beneficios se verán en
varios años. En contabilidad se incluye en el activo no corriente.

Capital humano: es una medida del valor económico de las habilidades profesionales de
una persona.

Capital financiero: representa la totalidad del patrimonio de una persona a precios de


mercado.

Capital social: son las aportaciones que los socios de una empresa entregan y por las que
obtienen una parte de la propiedad de la misma.

Capital riesgo: se trata de la inversión en el capital de empresas privadas (que no cotizan


en bolsa).

Capital flotante: es el porcentaje del accionariado en circulación de una compañía


susceptible de ser adquirido por los inversores minoristas

PLUSVALIA

El concepto de plusvalía, que fue desarrollado ampliamente por Karl Marx a finales del siglo
XIX, es el excedente monetario originado por el trabajo humano presente en cualquier
acción productiva.

La plusvalía, también conocida como plusvalor, apareció definido por Marx en su obra ‘El
Capital’ y es básicamente, el valor no pagado del trabajo del obrero que crea un plus
producto del cual se hace propietario el empresario. Originando así la esencia de la
explotación o acumulación capitalista.

Es decir, según la teoría desarrollada por Karl Marx, al trabajador se le paga menos de lo
que realmente produce. Así pues, la diferencia entre lo que realmente produce y su salario
es lo que se conoce como plusvalía. Esta plusvalía constituye la ganancia extra del
empresario.

Este plus producto o plus valor al ingresar al mercado se convierte en mercancía y se vende,
convirtiéndose en dinero que no retorna a los bolsillos del empleado en manera de sueldo.

De acuerdo con lo expuesto por Marx, la plusvalía consiste en el valor que el obrero que
percibe un salario por su labor genera por encima del dinero que representa su esfuerzo
laboral. Dicho valor, que podría definirse como trabajo no pagado al obrero, queda en poder
del capitalista, quien ve en la plusvalía la base de la acumulación monetaria.

Para entender la noción de plusvalía, hay que tomar en cuenta que a cada mercancía le
corresponde un precio que guarda relación con el tiempo de trabajo socialmente
necesario para su producción. La fuerza de trabajo también es considerada por el marxismo
como una mercancía, cuyo valor está vinculado a lo esencial para que el trabajador pueda
subsistir y reproducirse.

Veamos este concepto a través de un ejemplo práctico: si una persona debe trabajar nueve
horas diarias para satisfacer sus necesidades básicas y las de su familia, recibiendo una
paga un 60% por debajo de lo normal en su rubro, el porcentaje restante de salario queda
en manos de su empleador, y representa la plusvalía generada por la labor. Dicho valor es
un nuevo y adicional, un plusvalor, ya que no forma parte de ningún otro componente del
proceso productivo.

Esta apropiación de la plusvalía es la explotación del capitalismo. Según Marx, el capitalista


puede incrementar el nivel de explotación por medio de la maximización de la plusvalía
absoluta (a partir de extender la jornada laboral) o de la plusvalía relativa (recortando el
valor de la fuerza de trabajo).

Impuesto de plusvalía

En España, cuando se transmite la propiedad de un inmueble, o bien los derechos reales


sobre el mismo (como ocurre en el caso de un usufructo), se debe abonar el impuesto sobre
el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana, que se conoce como plusvalía.
Luego de una venta, el impuesto corre a cargo de la persona, entidad o empresa que vende,
por el aumento de valor que ha atravesado el terreno durante su posesión, a menos que se
trate de un vendedor no residente en el país (en este caso la obligación recae sobre el
comprador).

El impuesto de plusvalía se debe pagar dentro de los primeros 30 días laborales desde el
momento de la transmisión. En el caso de herencias, ante las cuales también es el receptor
quien debe abonar el impuesto, el plazo se extiende a seis meses a partir del día del
fallecimiento, con la posible prórroga a un año, mediante la pertinente solicitud por escrito
antes del vencimiento del primer período.

La plusvalía es la ganancia que genera la venta de un bien por un precio mayor a aquel a
que fue comprado. La plusvalía es un término asociado generalmente a la compra y venta
de inmuebles y sus transacciones comerciales.

El concepto plusvalía fue por primera vez definido por Karl Marx (1818-1883) como la
diferencia entre el valor de uso y el valor de cambio, que resulta en un beneficio para el
capitalista y es el motor del capitalismo.

El valor de uso es el valor que un objeto tiene para realizar una necesidad. El valor de
cambio es el valor que un objeto tiene en el mercado medido en dinero. Para que funcione
el capitalismo el valor de cambio (precio de un producto en el mercado) debe ser mayor al
valor de uso del objeto que creó el producto, o sea el valor del trabajador (el salario del
trabajador). A la diferencia entre el precio del producto en el mercado y el costo del
trabajador se le llamó plusvalía.

Plusvalía en economía y contabilidad se refiere específicamente al aumento del valor de un


objeto o inmueble por factores externos como las especulaciones de mercados, siendo el
mercado inmobiliario uno de los más impredecibles y dinámicos.

Ninguna persona o empresario invertiría su dinero para perderlo o no generar ninguna


ganancia. Así que debe obtener una recompensa por el riesgo que representa invertir su
capital en un negocio. Parte de las ganancias del capitalista son de la plusvalía que generan
sus trabajadores.

La plusvalía es el valor que un obrero asalariado, produce por encima de su esfuerzo


laboral. Ese valor, que se define como trabajo no pagado, pasa a ser del capitalista.
La plusvalía es uno de los conceptos claves dentro de la teoría marxista. Tuvo una fuerte
influencia para toda la economía posterior, siendo uno de los puntos claves para explicar la
explotación y el proceso de acumulación propio del sistema capitalista.

La plusvalía se define como «el excedente no remunerado al trabajador por su trabajo


realizado». Ahora bien, esta fórmula puede resultar un tanto vacía si no se tienen en cuenta
ciertos conceptos esenciales en la teoría marxista. Entre ellos se destacan el concepto de
«valor de uso» y «valor de cambio», además del de «mercancía». Para esto, haremos un
pequeño resumen de la teoría marxista para entender mejor el concepto de plusvalía.

Karl Marx revolucionó casi todos los ámbitos dentro de los cuales trabajó. Tanto la economía
como la política e incluso la filosofía sufrieron un punto de inflexión luego de las ideas
introducidas por este pensador, junto a su compañero Engels. Sin embargo, debemos
considerar la obra de Marx como una totalidad, ya que toda su teoría está destinada a la
toma de consciencia del proletariado, ya que la escisión de la teoría con la práctica es uno
de los puntos más criticados por la teoría marxista.

En su análisis de la sociedad capitalista, Marx entiende que su origen se debe


principalmente a la aparición de la propiedad privada. Luego de la liberación de las comunas
y el comercio con Medio Oriente, la burguesía hace su aparición en la historia. Esta nueva
clase social eran hombres libres que acumularon grandes porciones de tierra y propiedades,
mientras que un grueso de la población se vio despojada de sus tierras y en posesión tan
sólo de sus fuerzas de trabajo. Esto generó un nuevo panorama, totalmente novedoso por
primera vez en la historia. Ya no eran los terratenientes (aunque todavía conservaban parte
de su poder), sino hombres libres con los medios de producción (primero la tierra, luego la
fábrica) que se enfrentaban a una gran masa de desposeídos.

La teoría liberal entiende que dos hombres se encuentran en el mercado para intercambiar
bienes, pero lo curioso de la sociedad capitalista es que la fuerza de trabajo se presenta
como una mercancía más. Esto es una parte de lo que se conoce como «fetichismo de la
mercancía», donde el carácter real del trabajo se presenta como un objeto más en el
mercado, mientras que las mercancías se presentan objetividades, es decir, despojadas de
su carácter histórico, no como el resultado del accionar de los hombres, sino como objetos
en sí.
Como vimos, tenemos personas que poseen los medios de producción y otros que sólo
poseen su fuerza de trabajo. Esto genera la división de clases conocida como burgueses y
proletarios. La burguesía utiliza al proletariado, pagándole un salario básico suficiente para
su subsistencia para que trabaje dentro del sistema productivo.

El trabajador se presenta alienado (retomando este concepto que Marx usa de Hegel) o
separado de los medios de producción, y se ve forzado a vender su fuerza de trabajo. Como
vemos, el proletariado necesita del burgués para subsistir, ya que no posee los medios para
subsistir por sí solo.

Una vez dentro del engranaje de producción, el burgués contrata a un trabajador por una
determinada cantidad de horas. Ahora bien, esto no tiene nada que ver con la cantidad de
riqueza producida por el trabajador. Por ejemplo, un trabajador cobra un salario mínimo por
ocho horas, mientras que lo producido seguramente exceda esa cantidad. Ese excedente
producido se conoce como plusvalía.

Es una de las piezas centrales dentro del capitalismo, ya que al apropiarse de esto el
capitalista lo reinvierte en el proceso productivo, ya sea en nueva maquinaria o contratando
nuevos trabajadores. Como vemos, cuanto más rico es un capitalista, más pobre es el
trabajador. Esto se acentúa aún más cuanto más se extiende la jornada laboral.

Dicho en otras palabras, al obrero no se le da un pago por el trabajo que produce, sino por
su valor como trabajador, ya que la fuerza de trabajo se considera también como una
mercancía.

Este concepto fue desarrollado por Karl Marx a finales del siglo XIX para criticar al sistema
capitalista y también es conocido como plus-valor.

Características de la plusvalía

Entre las características podemos encontrar:

Permite el funcionamiento económico del capitalista.

Es el motor del sistema capitalista.

La plusvalía se capitaliza, es decir, se cuenta como una inversión.


El valor de cambio o precio de un producto en el mercado, es mayor al valor del trabajador,
es decir, al salario del trabajador.

Tipos de plusvalía

A la hora de clasificar a la plusvalía, podemos encontrar 3 diferentes tipos: La plusvalía


absoluta, relativa y extraordinaria. Se describen a continuación.

Plusvalía absoluta

La plusvalía absoluta consiste en aquella que se logra aumentando las horas de jornada de
trabajo más allá del tiempo necesario de producción. Es decir, aquella en que el trabajador
emplea más horas para fabricar más productos a pesar de ya haber cubierto lo necesario
para cubrir los determinados gastos.

Este tipo de plusvalía, tuvo su gran momento durante el inicio del capitalismo, cuando el
trabajo era manual. Hoy en día, este tipo de plusvalía absoluta está presente en las horas
extras de trabajo.

Plusvalía relativa

Surge al disminuir las horas de trabajo necesario para cubrir los gastos de producción, ya
sea por nuevos métodos, aceleración de trabajo por parte de los empleados o por menos
demanda, el cual con el mismo tiempo que antes, producirá más y por ende, generará más
plusvalía.

Por ejemplo, un obrero con una jornada laboral de 8 horas, antes tardaba 4 horas en producir
lo necesario para cubrir su gasto, pero ahora tarda 2 porque se acostumbró al trabajo y logra
realizarlo más rápido. Sin embargo, la jornada laboral no se reduce 2 horas, lo que significa
más plusvalía para el empleador.

Plusvalía extraordinaria

La plusvalía extraordinaria surge al usar las innovaciones tecnológicas como la principal


forma de disminuir la cantidad de fuerza de trabajo que se requiere. Por lo que ahora el
empleado podrá producir más, generando más ganancia o plusvalía.
SALARIO

Se denomina salario al dinero que una persona recibe como consecuencia de realizar un
determinado servicio, dinero que se concede de forma regular cada cierto período de
tiempo. El salario recibe su nombre debido a una práctica de entregar sal a cambio de una
determinada actividad en el pasado, circunstancia que se comprende si se considera que la
sal era un elemento escaso y necesario, circunstancia que elevaba su precio. El salario de
un trabajador generalmente está relacionado con su productividad, aunque por supuesto
esta relación es en muchas ocasiones digna de ser puesta en duda.

El salario puede considerarse desde dos perspectivas. Así, puede hacerse referencia
al salario nominal cuando se da cuenta de un número determinado de una determinada
moneda circulante. El otro modo de referirse al salario es haciendo alusión a la cantidad de
bienes y servicios propios de una canasta básica que con éste pueden adquirirse: es el caso
del salario real. El salario real puede ir decreciendo si el país en donde se encuentra un
trabajador sufre de inflación. En este caso, si las recomposiciones salarios son menores al
aumento generalizado de los precios, puede decirse que el trabajador perdió poder
adquisitivo. Para dar cuenta de este tipo de variaciones suelen existir estadísticas tanto
privadas como oficiales que dan cuenta de este tipo de fenómenos.

El estado suele fijar un salario mínimo debajo del cual el trabajador no puede ser
remunerado. Esta circunstancia puede parecer humanitaria, pero existen algunas voces en
su contra alegando que esta circunstancia redunda en la falta de contratación de los
trabajadores menos productivos, aquellos que no llegarían a cubrir con su trabajo el costo
de ese salario mínimo. Más allá de este planteo, no obstante, la mayoría de los países
ponen un monto mínimo a partir del cual se pueden realizar contrataciones.

Es interesante observar que en el caso de una crisis que redunde en un aumento de la


desocupación considerable, el salario experimentará una variación leve y paulatina a la
baja, circunstancia que da a entender un comportamiento inelástico. En efecto, una primera
aproximación que tenga en cuenta el normal comportamiento de la oferta y a demanda
debería llegar a la conclusión de que una baja abrupta en el número de contratados debería
llevar a que los desocupados estén dispuestos a tomar un empleo por una menor paga. No
obstante, gracias a algunas aportaciones de Keynes a la observación de distintas
circunstancias similares, se puede concluir que esta situación no se da de esa manera.
El salario, remuneración, sueldo o estipendio es la cantidad de dinero que recibe
regularmente un trabajador, a cambio de un tiempo de trabajo estipulado (en la realización
de tareas o la fabricación de bienes específicos), de acuerdo a lo explícitamente acordado
en un contrato laboral voluntario, ya sea formal o informal. En menos palabras, es la
remuneración económica que una persona recibe a cambio de su fuerza de trabajo.

El pago del salario puede tener lugar mensualmente, quincenalmente, semanalmente o


incluso diariamente (en este caso pasa a llamarse jornal), dependiendo del arreglo laboral
que ordene la dinámica de trabajo. Similarmente, el monto del pago está usualmente
determinado por una relación de valor del trabajo por hora, es decir, por cuánto dinero
cuesta una hora de labor o de un servicio determinado.

Sin embargo, en esto último intervienen otros factores que deben tomarse en consideración
a la hora de calcular el monto del salario, como son el nivel de profesionalización necesario
para llevar a cabo el trabajo, el horario en que éste deba llevarse a cabo o las condiciones
de higiene o riesgo a las que el trabajador pueda verse expuesto.

la palabra Salario viene del latín que significa pago de sal, esto se debe a que la sal era un
producto de suma importancia en tiempos antiguos, porque construyeron las vías salitreras
de ostia en la ciudad de Roma, eso fue unos quinientos años antes de Cristo.

Este camino fue llamado vía salaria, y es de allí de donde viene la palabra salario, hoy en
día salario es la remuneración de dinero y otros pagos en especies que recibe de una forma
periódica un trabajador por su esfuerzo dedica a la producción de bienes y servicios, esto
pagos incluyen los ingresos, por hora, día o semana trabajada de los trabajadores manuales
sino también por los ingresos semanales, mensuales o anuales de los profesionales y
gestores de la empresa.

El salario es el elemento monetario principal de la negociación de un contrato de trabajo,


aunque también toman en cuenta otras condiciones laborales como vacaciones, jornada
laboral, etc. que influye en la vida diaria de cada trabajador, desde sus primeros años de
existencias.

Salario mínimo es la remuneración establecida en un país o un territorio por cada periodo


laborado, día, hora o mes, los patrono tiene que pagarle a sus trabajadores.
Salario máximo es considerado a la hora de establecer topes salariales para las
cotizaciones en los sistemas públicos de seguridad social que pueden recibir un trabajador
por cuenta ajena y en este caso un representante político, un miembro de un gobierno, un
inversor, un directivo o ejecutivo empresarial, un financiero e incluso un empresario que se
utiliza para establecer el salario máximo que puede devengar un empleado o servidor
público.

Durante la época del Imperio romano, la sal era un elemento muy valioso ya que resultaba
imprescindible para la conservación de los alimentos a través del método conocido
como salazón. Dado su valor, la sal se empleaba como medio de pago e incluso los
soldados solían recibir su remuneración en sal.

El salario, por lo tanto, era el pago hecho con sal. Hoy entendemos este término como un
sinónimo de sueldo: el dinero que un individuo recibe por el trabajo que realiza. Las
características del salario están reguladas por la ley través de los contratos de trabajo.

Aunque la contraprestación del trabajo suele ser monetaria (es decir, dinero), el salario
también puede incluir otros componentes, como tickets o bonos que pueden canjearse por
alimentos.

Para evitar abusos por parte de los empleados, existe la noción de salario mínimo, que es
una paga mínima por periodo (mes, día u hora) que fija la ley para todos los trabajadores.
Esto quiere decir que, si el salario mínimo mensual en un país es de 2.000 pesos, ningún
trabajador puede ganar menos de dicha suma por mes. De lo contrario, el empleador estará
violando la legislación.

En un sentido similar, en algunas regiones existe el salario máximo: la paga máxima que se
permite abonar a un trabajador. Lo habitual es que el salario máximo se fije para funcionarios
públicos.

A lo largo de una entrevista de trabajo, lo normal es que el potencial empleador pregunte a


sus candidatos «cuánto desean cobrar», y uno de los errores más comunes es responder
con cuánto pueden subsistir, cuál es el mínimo que necesitan para justificar sus horas de
trabajo. Además de no ser una respuesta precisa, ya que la pregunta busca otro dato, se
trata de una expresión de falta de seguridad y de respeto por la propia capacidad: si bien
no se recomienda mencionar una cifra exagerada o difícil de alcanzar, es importante la
sinceridad, para que el entrevistador vea que tiene frente a él a una persona que confía en
sí misma, que se considera valiosa.

Además de este primer momento, el salario suele ser el foco de otros «problemas» a lo
largo de la vida de un trabajador. Por ejemplo, es uno de los principales puntos de
comparación entre dos personas, y puede suscitar peleas o envidia, situaciones muy
nocivas para el ambiente de una empresa. A pesar de que el monto que cobra un empleado
no siempre refleja la calidad de su labor ni el nivel de conocimientos que posee, puede
resultar desalentador para alguien descubrir que no percibe un salario justo en comparación
con el de uno de sus compañeros.

Por otro lado, después de haber trabajado durante un tiempo en una empresa, llega el
momento de pedir un aumento de salario, algo para lo cual nadie está preparado. Si bien
algunos individuos con un nivel impecable de autoestima no parecen tener problema en
plantarse frente a su empleador y decirle que ya es hora de ofrecerle una paga mayor por
su trabajo, la mayoría pasa mucho tiempo dándole vueltas a la situación antes de dar el
paso, y otros ni siquiera se atreven a hacerlo.

Uno de los factores que vuelven difícil pedir un aumento es que muchos empleadores
parecen creer que pagar a sus empleados es algo opcional, un gesto de generosidad por
su parte que debería ser agradecido, como si de un favor se tratase. Esto se transmite en
el trato cotidiano, y alimenta lentamente esa sensación de incomodidad tan propia de esta
situación.

4. Tipos de salario

Comúnmente se habla de formas de salario, de acuerdo a la lógica o la norma que sirve


para su cálculo. Por ejemplo:

Salario nominal. Es el tipo de salario que integra las “nóminas” o listados de trabajadores, a
los cuales se les asigna un cargo y una serie fija de responsabilidades, y en base a dicho
peldaño organizativo, también, un monto de pago.

Salario por unidad de obra. Esta forma de salario se recibe únicamente cuando la obra o el
servicio ha sido culminado y/o prestado. Es decir, paga al final del trabajo.
Salario por unidad de tiempo. Esta forma de salario, en cambio, paga por cada hora de
tiempo transcurrida en las labores propias del trabajo, agrupadas por día, semana, quincena
o mes.

Salario mixto. Una forma de salario intermedia entre el de unidad de obra y el de unidad de
tiempo.

Sin embargo, también puede distinguirse entre dos formas de salario, dependiendo de cómo
se efectúe el pago:

Salario en metálico. Aquel que se paga mediante la moneda legal del país en curso, es
decir, en dinero contante y sonante.

Salario en especies. Aquel que se paga mediante otro tipo de bienes no metálicos, como
productos, fichas, bonos, alimentos, etc.

5. Salario mínimo

El salario mínimo es susceptible a las variaciones inflacionarias y al valor de la moneda


local. El salario mínimo o sueldo mínimo es la cantidad mínima de dinero establecida por la
ley de un país determinado que debe pagarse a un trabajador, a cambio de un período de
trabajo contemplado en horas, días o el mes. Se aspira que un salario mínimo sea la
cantidad mínima de dinero requerida para que un jefe de familia satisfaga sus necesidades
alimentarias (canasta alimentaria), vitales y educativas durante dicho período de tiempo.

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