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Ahora procederé a hablar sobre la terapia gestáltica y su aplicación en el tratamiento

del alcoholismo. Esta e​s un tipo de terapia dentro del enfoque existencial-fenomenológico,
creado y desarrollado mayoritariamente por Friederich y Laura Perls. Toma su nombre de la
escuela de la Gestalt alemana, al igual que influencias teóricas de esta misma y de otras
corrientes como el psicoanálisis, de la fenomenología y el existencialismo. El término gestalt
no tiene un homólogo en nuestro idioma, pero aproximadamente puede traducirse como
“forma, estructura y totalidad, propiedades que no pueden ser derivadas de la suma de sus
partes”. Desde este enfoque se concibe al ser humano como una totalidad, un ente en el cual
lo racional, emocional, físico, intelectual y afectivo no se encuentran aislados, sino que están
interrelacionados.
La terapia gestáltica se basa en una serie de principios que le otorgan una base teórica al
modelo de terapia que consiste más bien en una serie de técnicas eclécticas relacionadas con
estos principios y que buscan avanzar en la auto-conciencia del individuo. El principio del
ahora consiste en fomentar la consciencia del presente, para de esta forma facilitar el proceso
del darse cuenta, con este fin es que se prefiere que en las sesiones se comuniquen las
experiencias en tiempo presente, ya que se considera que la forma más efectiva de reintegrar
a la personalidad las experiencias pasadas es traerlas al presente, para esto el terapeuta se
puede ayudar de preguntas como “¿Qué deseas? ¿Cómo te sientes en este momento?”,
etcétera. Luego está el principio del yo-tú, se asume que toda comunicación verdadera
incluye un receptor y un emisor, y la tarea del terapeuta es hacer que el cliente se de cuenta
de a quien le está hablando. Otro principio es el de asumir la propiedad del lenguaje y la
conducta, o responsabilizarse de lo que se dice y/o se hace, se busca que el cliente se vea más
como un ser activo que hace cosas que un sujeto pasivo al que le suceden cosas. La
preferencia del “no quiero” por sobre el “no puedo”, o más bien el ser asertivo a la hora de
comunicar nuestros deseos, se busca que el cliente se responsabilice por lo que hace tanto
como lo que evita hacer. El continuum del darse cuenta, se debe dejar a la experiencia
presente fluir sin ser juzgada ni criticada, esto es imprescindible para integrar diversas partes
de la personalidad. No se debe murmurar en las sesiones grupales, para evitar malos
entendidos. Se han de aceptar las conversaciones como vayan sucediendo. Y finalmente se
debe asumir la confidencialidad de todo lo hablado.
En este enfoque se prefiere el uso del término cliente más que paciente, ya que paciente es un
enfermo que busca a alguien que lo cure, mientras que el término cliente solo indica que se
acude a la consulta de un terapeuta. La idea de la terapia es que el cliente sea quien se
“autocure”, mientras que el terapeuta actúa solo como un guía que lo ayuda a conseguir esto,
funcionando como observador externo más que como el que cura.
En términos generales, el objetivo de la terapia gestáltica es, además de ayudar al cliente a
sobreponerse a los síntomas, permitirle llegar a ser más completa y creativamente vivo y a
liberarse de los bloqueos y asuntos inconclusos que disminuyen la satisfacción óptima,
autorrealización y crecimiento de la persona.
El fin de la terapia con el drogodependiente, específicamente con el alcohólico, es lograr el
dominio figural de la droga (alcohol) en el campo perceptual del paciente. El trabajo
terapéutico con el uso y dependencia de sustancias necesita comenzar con una valoración del
terapeuta de la severidad del uso y su funcionalidad, es decir, se debe determinar el grado de
severidad del uso de la droga y su impacto en la vida de la persona, al mismo tiempo que no
se debe perder de vista la utilidad que tienen las drogas para el usuario en el manejo de la
experiencia. Cuando los clientes recurren a sustancias como el alcohol, se encuentran
haciendo algo por ellos mismos, se debe hacerles entender qué metas buscan alcanzar con
estas conductas y así ayudar a desarrollar apoyos distintos a la intoxicación para cumplirlas.
El enfoque de la terapia Gestalt es ayudar al individuo a ampliar el rango y desarrollar
procesos alternativos para manejar su experiencia y sus sentimientos.

La terapia Gestalt, pretende que la persona pase del apoyo ambiental, al auto-apoyo.
Salama “El pasaje del apoyo ambiental al auto-apoyo implica el proceso del pasaje de lo
"enfermo" a lo "sano"… El auto-apoyo es poder reconocer mis necesidades y satisfacerlas.
El hecho de buscar satisfacerlas implica la sensación de poder que se vivencia como
centrada en uno mismo. Cuando nos arriesgamos estamos posibilitándonos el crecimiento.
Cuando una persona logra desarrollar ese centro de auto-apoyo en sí misma, entonces
podemos decir que el proceso terapéutico ha concluido. Montano, (2005).
Acompañar en este proceso de auto-apoyo es alentar al paciente a que se conozca, a que
descubra sus necesidades, a que asuma sus elecciones, a que el dolor o el miedo no le
paralice A que descubra lo válido y capaz que puede ser y que ya es. García, (2002).
Autodependencia es: Puedo pedirte ayuda, pero dependo de mí mismo. Dependo de mis
partes más adultas para que se hagan cargo del niño que sigo siendo. Dependo de mis
partes más crecidas para que se hagan cargo de mis aspectos más inmaduros. Dependo de
ocuparme de mí. Dependo de poder ocuparme de ser capaz de depender del adulto que
soy sin miedo a que me vaya a abandonar. Montano, (2005). El terapeuta Gestalt debe
entender que su tarea como cuidador de la salud, es entendida como. “…cuidar la salud no
es “luchar” contra nada, ni aun contra las enfermedades. Es conocer lo que somos y aceptar
límites y posibilidades”

Los pasos que propone Téllez para la sanación de las dependencias son los siguientes.

• Ir a un lugar desde donde se pueda ver el problema con objetividad


• Reconocer la enfermedad y aceptar que uno es parte del problema
• Reconocer que no se puede hacer nada por sí mismo
• Aceptar que es necesario pedir perdón
• Escuchar los sentimientos
• Aceptar la necesidad de contar la propia historia
• Buscar las raíces
• Vivir el proceso de duelo por las pérdidas sufridas durante la vida
• Buscar la sanación de las heridas y del “niño interior”
• Aceptar plenamente al “niño interior”
• Sanar y liberar las manifestaciones de la enfermedad, cambiando las conductas negativas
•Satisfacer la necesidad de apoyo y seguimiento
• Satisfacer la necesidad de equilibrio en la vida. Téllez, (2005).

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