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1. Escoge una especie que se adapte a tu clima.

No todos los árboles bonsái son


iguales. Muchas especies perennes e incluso algunas plantas tropicales se
pueden convertir en árboles bonsái, pero no todas las especies son apropiadas
para tu ubicación específica. Cuando selecciones la especie, es importante
considerar el clima en el que el árbol va a crecer. Por ejemplo, algunos árboles
mueren en climas fríos, mientras que otros necesitan temperaturas heladas para
poder entrar en estado de reposo y prepararse para la primavera. Antes de
empezar, asegúrate de que la especie que escogiste puede vivir en tu zona,
especialmente si planeas dejar el árbol en el exterior. El personal en la jardinería
te puede ayudar si no estás muy seguro de tu decisión.
 Una buena variedad de bonsái para los principiantes es el enebro. Estos árboles
de hoja perenne son resistentes y se hallan distribuidos por todo el hemisferio
norte e incluso en las regiones más templadas del hemisferio sur. Además, los
enebros son fáciles de cultivar, responden bien a la poda y a otras "técnicas" y por
ser de hoja perenne rara vez pierden sus hojas.
 Otros coníferos que normalmente se cultivan como árbol de bonsái incluyen los
pinos, los abetos y los cedros de distintas variedades. Los árboles de hoja caduca
(con muchas hojas, también llamados caducifolios) también son buena opción, el
arce japonés es increíblemente hermoso, al igual que las magnolias, los olmos y
los robles. Finalmente, algunas plantas tropicales no leñosas (como el jade y la
serissa japónica) son buenas opciones para ambientes hogareños en climas
templados o fríos.
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Decide si vas a dejar tu árbol bonsái al interior o al exterior de tu hogar. Las
necesidades del árbol pueden variar drásticamente dependiendo de su entorno.
Por lo general, los ambientes caseros son más secos y reciben menos luz que los
ambientes al aire libre, así que querrás elegir un árbol con menos necesidades de
luz y humedad. A continuación se listan las variedades más populares de árbol
bonsái, agrupados de acuerdo a su adaptación al entorno:[2]
 En el interior del hogar: ficus, cheflera, serissa, gardenia, camelia, buxus
microphylla.
 En el exterior: enebro, ciprés, cedro, arce, abedul, haya, ginkgo, alerce, olmo.
 Ten en cuenta que algunas de las variedades más resistentes (como el enebro) se
adaptan al interior y al exterior del hogar, asumiendo que reciben el cuidado que
necesitan.
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Escoge un tamaño para tu bonsái. Los árboles bonsái vienen en distintos
tamaños. La altura de los árboles completamente desarrollados puede variar
desde 15 cm (6 plg) a 90 cm (3 pies) de altura, dependiendo de la espacie. Si
decides sembrar el árbol de bonsái de una plántula o esqueje, al principio tendrá
un tamaño incluso más pequeño. Los árboles más grandes necesitan más agua,
tierra y luz solar, así que asegúrate de tener todo lo necesario antes de hacer tu
compra.
 Algunas cosas que debes tener en cuenta antes de decidir el tamaño del árbol
son:
 El tamaño del recipiente que vas a utilizar
 El espacio disponible en tu casa u oficina
 La disponibilidad de luz solar en tu casa u oficina
 La cantidad de tiempo que puedes invertir en el cuidado del árbol (se tarda más en
podar un árbol grande)
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Imagina cómo se verá el producto terminado cuando vayas a seleccionar
una planta para convertirla en árbol bonsái. Una vez hayas decidido el tipo y
tamaño de árbol bonsái que quieres, puedes ir a un vivero o tienda de árboles
bonsái y escoger la planta que se convertirá en tu árbol bonsái. Cuando vayas a
escoger la planta, busca que la hoja tenga un color verde vibrante para que estés
seguro de que es una planta sana (sin embargo, ten en cuenta que los árboles de
hoja caduca pueden tener hojas de diferente color en otoño). Finalmente, cuando
hayas reducido la búsqueda a las plantas más saludables y hermosas, imagina
cómo se verá cada planta después de podarla. Parte de la diversión de cuidar un
árbol bonsái es podarlo y darle forma hasta que se vea exactamente como quieres
(aunque es un proceso que puede tardar años). Escoge un árbol cuya forma
natural ayude para podarlo o darle forma con las ideas que tienes en mente.
Muchos bonsáis están hechos para verse como si fueran árboles adultos,
incluyendo en proporción, forma y follaje.
 Ten en cuenta que, si decides cultivar tu árbol bonsái desde su semilla, tendrás la
capacidad de controlar el crecimiento del árbol en casi todas las etapas de su
desarrollo. Sin embargo, puede tomar hasta 5 años (dependiendo de la especie
del árbol) para que el árbol crezca desde su semilla hasta su tamaño
completo.[3]Debido a esto, si lo que quieres es podar o darle forma al árbol
relativamente rápido, lo mejor es comprar una planta adulta.
 Otra opción es cultivar el árbol con un esqueje. Los esquejes son ramas que se
cortan de árboles en crecimiento y se trasplantan para crear una nueva planta
genéticamente idéntica.[4] . Los esquejes también son buena opción, no necesitan
tanto tiempo para crecer como las semillas, pero siguen ofreciendo un buen
control en el crecimiento del árbol.
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Escoge una maceta. El rasgo distintivo de los árboles bonsái es que se plantan
en macetas que restringen su crecimiento. El factor más importante para decidir
qué maceta utilizar es asegurarse de que la maceta sea lo suficientemente grande
para que la tierra cubra las raíces del árbol. El árbol absorbe la humedad del suelo
a través de las raíces. No querrás que la tierra sea insuficiente de forma que no
permita al árbol retener la humedad. Para evitar que las raíces se pudran, también
querrás asegurarte de que la maceta tenga uno o más agujeros de drenaje en la
parte inferior. Si la maceta no tiene agujeros de drenaje, puedes crearlos con un
taladro.
 Aunque la maceta debe ser lo suficientemente grande para aguantar el peso del
árbol, también querrás que tenga un aspecto estético y prolijo. Las macetas muy
grandes hacen que el árbol se vea demasiado pequeño, dándole un aspecto
bizarro o poco artístico. Compra una maceta suficientemente grande para las
raíces del árbol, pero no te sobrepases, la idea es que la maceta complemente el
árbol estéticamente siendo relativamente discreta a la vista.
 Algunas personas prefieren sembrar su árbol bonsái en recipientes planos y luego
transferirlos a recipientes más bonitos cuando han crecido. Este es un proceso
realmente útil si tu especie de bonsái es frágil, ya que te permite posponer la
compra de la maceta "bonita" hasta que tu árbol esté completamente hermoso y
saludable.

Sembrar árboles adultos


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Prepara el árbol. Si acabas de comprar un árbol bonsái y viene en un recipiente
plástico antiestético o si quieres moverlo a una mejor maceta, debes prepararte de
antemano antes de trasplantarlo. Primero, asegúrate de que el árbol ha sido
podado de la forma que quieres. Si te gustaría que el árbol creciera de cierta
forma después de trasplantarlo, envuelve un alambre resistente alrededor del
árbol o retoño para direccionar cuidadosamente su crecimiento. Querrás que el
árbol esté en plena forma antes de trasplantarlo a una nueva maceta, ya que
puede ser un proceso agotador para la planta.
 Debes saber que es mejor trasplantar en primavera los árboles con ciclos de vida
estacionales (por ejemplo, los árboles de hoja caduca). El aumento de
temperatura en primavera ocasiona que muchas plantas entren en un estado de
mayor crecimiento, lo que significa que se recuperan de la poda y el recorte de
raíces mucho más rápido.
 Tal vez quieras reducir la cantidad de agua que le das al árbol antes de
trasplantarlo. La tierra seca y suelta es mucho más fácil de trabajar que la tierra
húmeda.[5]
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Saca el árbol y limpia las raíces. Saca cuidadosamente la planta de su maceta
actual, asegurándote de no romper o rasgar el tallo principal. Puedes utilizar una
pala de jardinería para sacar la planta con más facilidad. Se cortarán la mayoría
de las raíces antes de trasplantar la planta a la maceta bonsái. Sin embargo, para
tener una visión clara de las raíces, normalmente es necesario limpiar cualquier
suciedad que tengan adherida. Limpia las raíces, limpiando con un cepillo
cualquier grumo de tierra que obstaculice tu visión. Los rastrillos de raíz, los
palillos, las pinzas y herramientas similares son útiles para este proceso.
 Las raíces no tienen que quedar impecables, pero sí lo suficientemente limpias
para que puedas ver lo que haces mientras podas.
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Poda las raíces. Si no se controla su crecimiento adecuadamente, los árboles
bonsái pueden superar fácilmente el tamaño de la maceta en la que se
encuentran. Para asegurarte de que tu árbol permanezca manejable y limpio, poda
sus raíces cuando lo vayas a poner en la maceta. Corta cualquier raíz grande y
gruesa o cualquier raíz que crezca hacia arriba, dejando un conjunto de raíces
grandes y alargadas que se asienten cerca de la superficie del suelo. El agua se
absorbe por la punta de las raíces, por lo que en un recipiente pequeño muchas
raíces delgadas generalmente son mejores que una sola raíz grande y profunda.
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Prepara la maceta. Antes de colocar el árbol en la maceta, asegúrate de que
tiene una base fresca de tierra para asentarse que le dé la altura deseada. Al
fondo de la maceta (vacía), coloca una capa de tierra de grano grueso como base.
Luego, coloca un medio de cultivo o tierra más delgada y suelta encima de la capa
base. Utiliza tierra o un medio de cultivo con buen drenaje, la tierra normal de
jardín retiene mucha agua y puede ahogar el árbol. Deja un pequeño espacio en la
parte superior de la maceta para que puedas cubrir las raíces del árbol.
 Si la planta viene con una textura de suelo recomendada, será mejor utilizar esa.
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Siembra el árbol. Posiciona el árbol en su nueva maceta en la orientación que
desees. Termina de colocar la tierra de grano fino o el medio de cultivo en la
maceta, asegurándote de cubrir el sistema de raíces del árbol. Si lo deseas,
puedes colocar una capa final de musgo o grava. Además de ser visualmente
agradable, ayuda a mantener el árbol en su lugar.
 Si el árbol no permanece de pie en la nueva maceta, pasa un cable de calibre
grueso por la parte inferior de la maceta a través de los agujeros de drenaje. Ata el
cable alrededor del sistema de raíces para mantener el árbol en su lugar.
 Tal vez quieras instalar una cerca de malla alrededor de los agujeros de drenaje
de la maceta para evitar la erosión del suelo, la cual ocurre cuando el agua lleva
tierra fuera de la maceta a través de los agujeros de drenaje.
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Cuida tu árbol bonsái. El árbol acaba de atravesar un proceso radical y
traumático. Durante 2 a 3 semanas después de trasplantar el árbol, déjalo en un
área con sombra semipermanente, protegido del viento y la luz solar
directa.[6] Riega el árbol, pero no utilices fertilizantes hasta que las raíces se hayan
restablecido. Al darle al árbol un "respiro" después de trasplantarlo, permites que
se adapte a su nuevo hogar para que prospere.
 Como se dijo anteriormente, los árboles de hoja caduca con ciclo de vida
estacional experimentan un periodo de mayor crecimiento durante primavera.
Debido a esto, es mejor trasplantar los árboles de hoja caduca en primavera
después de terminado su letargo invernal. Si el árbol de hoja caduca es una
especie de planta hogareña, después de dejarlo que eche raíces y luego de
trasplantarlo, querrás moverlo afuera cuando el aumento de la temperatura y la luz
solar activen su "súper crecimiento".
 Cuando el árbol se establezca, puedes experimentar colocando en la misma
maceta otro tipo de plantas pequeñas. Si las arreglas y cuidas (al igual que tu
árbol bonsái), estas nuevas plantas te permitirán crear un pequeño mini jardín
perfecto. Utiliza plantas que sean nativas de la misma zona que tu árbol bonsái
para que un mismo régimen de luz y agua sirva para todas las plantas.

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