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ARTE, AUTORECUPERACIÓN Y EQUILIBRIO

Doctorante
LUIS EDUARDO GARCÍA SOLARTE

UNIVERSIDAD DE LA SALLE, SAN JOSÉ DE COSTA RICA


DOCTORADO EN EDUCACIÓN
ÉNFASIS EN MEDIACIÓN PEDAGÓGICA
FUNDAMENTOS CIENTÍFICOS
CALI, COLOMBIA, ABRIL 18 DE 2015

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CONTENIDO
Pág.

Presentación del Ensayo 3


Ensayo. “Arte, autorecuperación y equilibrio” 4
Acróstico “El punto crucial” 7
Referencias 8

3
PRESENTACION DEL ENSAYO

El ensayo presenta, en una visión panorámica, un concepto personal del arte y del objeto artístico,
así como la relación entre el sujeto y el objeto de la obra de arte y el entorno; insiste en “la
artisticidad” como aquella característica vital que produce el efecto artístico (lo artístico como
sistema simbólico de construcción de significados).

Se apoya en Capra cuando afirma que “como seres humanos, podemos plasmar nuestro
ambiente de manera eficaz…Logramos hacerlo con ayuda del lenguaje abstracto, pero también de
manera no verbal, a través de cuadros, música y otras formas de arte…”, y que “…la mente humana
puede crear un mundo interior que refleja la realidad exterior…- lo que supone o implica la
aparición de unos fenómenos típicamente humanos como “…el pensamiento conceptual, el
lenguaje simbólico, los sueños, el arte, la creación de la cultura…”.

Finalmente, en coherencia con el rizoma, el ensayo grupal sustenta la idea del arte, en
cualquiera de sus manifestaciones, como un medio que posibilita la curación de un organismo vivo
o sistema viviente y que difiere de la medicina tradicional o medicina blanca y de cualquier otra
alternativa de curación no holística, tanto en el abordaje y la metodología como en la
fundamentación teórica.

Al final se coloca un acróstico hecho por mí, a partir de frases textuales tomadas del libro “El
Punto Crucial” de Fritjof Capra.

4
ARTE: AUTO RECUPERACIÓN Y EQUILIBRIO
Lo salvaje no lo hace la selva
sino las distintas relaciones que se dan
entre los que allí habitan.

Así como “la actividad de los sistemas supone un proceso llamado transacción… 1, lo artístico es
un sistema simbólico en el que se da un proceso de significación artística, mediado por un
intercambio de significados en el que lo artístico lo es porque produce un efecto artístico en el
observador – la artisticidad del objeto – quien a su vez “siente” o “vive” ese afecto artístico de una
manera particular resultante de las relaciones anteriores y potenciales entre el objeto observado y
el observador.

Lo que para unos es “arte”, para otros no; la obra de arte no es obra de arte más que por la
existencia del sujeto con el que se relaciona y que la interpreta; es decir, lo es por la percepción
que de ella hace el sujeto frente al objeto. Eso hace, entre otras cosas, que lo artístico como sistema
simbólico de construcción de significados artísticos, sea un sistema cambiante, obedeciendo a “su
naturaleza dinámica”. 2 Lo artístico, cualquiera que sea su expresión – pictórica, musical, manual,
literaria, plástica, escénica o teatral, cinematográfica o visual –como sistema obedece a ciertas
normas intrínsecas determinadas por las relaciones que se dan entre el sujeto, el objeto y el entorno.

Por un lado, dice Capra3 que “la actividad mental no sólo es típica de los organismos individuales
sino también de los sistemas sociales y ecológicos”. Por otro lado Coghill4 afirma que la estructura,
la función y la actividad mental corresponden a tres modelos de los organismos vivientes, y que
toda actividad mental se da por niveles, desde la actividad metabólica hasta la actividad neural del
cerebro, constituyendo ambas lo que se conoce como “mente humana”. Si el órgano de la actividad
mental – el cerebro y su sistema nervioso – es un sistema viviente muy complejo, multinivelado y
multidimensional, si el entorno cambia “el cerebro se modela respondiendo a esos cambios”
(Capra, p. 340).

Afirma Capra (p. 342) que “…la mente humana puede crear un mundo interior que refleja la
realidad exterior, pero que al mismo tiempo tenga una existencia propia y pueda indicar a un
individuo o una sociedad a actuar en el mundo exterior”, lo que supone o implica la aparición de
unos fenómenos típicamente humanos como “la conciencia de sí mismos, la experiencia
consciente, el pensamiento conceptual, el lenguaje simbólico, los sueños, el arte, la creación de la
cultura, su sentido de valores, el interés por el pasado más remoto y la preocupación por el futuro5.
A este tenor, es necesario considerar que ese mundo interior, ese “reflejo de la realidad” exterior,
no es la realidad real sino una abstracción que el sujeto hace de la Realidad y la convierte en lo
real; esa abstracción está determinada tanto por la consciencia de sí mismo y de su experiencia

1
CAPRA, Visión integral de la vida, pág. 308, EN: El Punto Crucial, Editorial Estaciones, Argentina, 982)
2
Ibíd., p. 309
3
Ibíd., p. 339
4
EN: El punto Crucial, Capra F, op. Cit., p. 338
5
Capra, F. El punto crucial, op. Cit., pág. 342.

5
consciente como por las relaciones culturales, ideológicas y de sentido que el ser pensante
establece con sus semejantes y su entorno. De este modo, el lenguaje, el arte y la cultura también
están determinados por la forma como esa persona humana percibe esa realidad y se relaciona con
ella.

Los fenómenos, acciones, procesos y eventos que se dan en la realidad operan sobre ella y sobre
los objetos y sujetos reales, humanos o no humanos. Las leyes que determinan el funcionamiento
del mundo interior (que refleja la realidad exterior) son completamente diferentes a las de éste
aunque se complementan.

El arte, como construcción cultural es una manifestación exterior que tiene en sí dos
características, aparentemente contradictorias: Es simbólico y concreto. Es simbólico porque su
expresión vehiculiza las experiencias conscientes e inconscientes del artista, la forma como ha
construido su pensamiento conceptual alrededor de una realidad o de la percepción que tiene de
ella; su lenguaje es simbólico, portador de múltiples sentidos, de muchas significaciones, lo que
no es debilidad sino fortaleza en tanto responde a las también múltiples interpretaciones que de un
mismo objeto artístico pueden hacer multiplicidad de lectores u observadores, los que a su vez -
como se dijo arriba – han sido mediados o determinados por la lengua como unidad productora de
significación, por el contexto y por la cultura.

Dice Capra que “como seres humanos, podemos plasmar nuestro ambiente de manera
eficaz…Logramos hacerlo con ayuda del lenguaje abstracto, pero también de manera no verbal, a
través de cuadros, música y otras formas de arte…”6. No sé por qué razón Capra no incluye el
canto; tal vez lo deja implícito en las otras formas de arte. El ser humano tiene consciencia y eso
lo distingue de los organismos vivientes no humanos. El ser humano es el único ser viviente que
en medio de la desesperanza, tiene esperanzas.

¿Por qué o cuándo se dan las crisis? Cuando se llega a un punto límite en un proceso y se rompe
el equilibrio, se genera la crisis, que no significa más que peligro y oportunidad. Las culturas han
cambiado, los modos de producción, las corrientes, los enfoques, los movimientos, las tendencias.
Todos han tenido sus crisis. La sociedad ha evolucionado a “estados superiores”, en los cuales lo
viejo da paso a lo nuevo, “todos esos ámbitos (interacción del mundo interior y del mundo exterior,
entre individuos y sociedades, entre la naturaleza y la cultura) …son sistemas vivientes que se
influyen recíprocamente…Las instituciones sociales evolucionan hacia una creciente complejidad
y diferenciación, como también lo hacen las estructuras orgánicas, y los modelos mentales reflejan
la misma capacidad creadora y la misma tendencia hacia la autotrascendencia típicas de todas las
formas de vida. <<La mente es creativa por naturaleza – observa el pintor Gordon Onslow Ford -
. Cuanto más se sondean las profundidades de la mente, más abundante es su creación>>”. 7

El arte, trasciende la percepción humana natural de las cosas, se establece como un lenguaje
simbólico, que trasciende lo cotidiano, va más allá. La especificidad de la obra artística es lo
artístico, así como la especificidad de la obra literaria es la “literaturiedad”.

6
Ibíd., p. 344
7
Onslow-Ford, Gordon. Painting in the instant. London: Thames &Hudson. Pág. 36. 1964 EN: Capra, F. op. cit. p.
348

6
El ensayo grupal sustenta la idea del arte, en cualquiera de sus manifestaciones, como un medio
que posibilita la curación de un organismo vivo o sistema viviente y que difiere de la medicina
tradicional o medicina blanca y de cualquier otra alternativa de curación no holística, tanto en el
abordaje y la metodología como en la fundamentación teórica. Desde esta óptica se logra la
sanación, la regeneración y la auto-renovación hasta posibilitar la auto-trascendencia. ¿Qué es lo
que hace que determinada música o melodía impacte, transforme, reduzca la sintomatología o
“cure” a determinado paciente? ¿Qué hacen las ondas sonoras, en concreto, sobre la parte afectada?
De pronto no hay respuestas científicas claras hasta el momento; son cosas que van más allá de la
ciencia, de lo científico, desde el concepto tradicional. Son metafísicas – van más allá de una
explicación física -.

En la referencia al cuerpo creemos que no es el arte el que cura sino el que posibilita el equilibrio
dinámico en el sistema viviente que está en desbalance; en el organismo hay un desequilibrio y
por medio del arte el sistema encuentra el camino para el equilibrio deseado. Es el propio
organismo el que se autorregula en sus procesos internos y su relación con lo externo hasta lograr
la homeóstasis. El sistema está creado y diseñado para curarse a sí mismo, los sistemas vivientes
insertados en la dinámica del consumo de la producción desarrollista, han perdido ese poder de
auto-curarse, de auto-renovarse. El arte mueve sentimientos, sensaciones, espiritualidad, cambia
la energía, la persona y renueva esta posibilidad de redescubrir aquellos que siempre estuvo allí,
su propia capacidad de curarse.

El proceso nos lleva a aproximarnos a comprender la complejidad y las conexiones ocultas,


aumentando en cada paso el nivel de complejidad, no todos tenemos la misma sensibilidad para
conmovernos ante una pintura, un sueño, una canción una escultura. Los niveles de percepción y
de sensibilidad frente al objeto artístico son diversas y de ellas surge el descubrimiento de lo nuevo
y el auto-descubrimiento.

El hombre, el sujeto observador, debe desarrollar la sensibilidad artística, como característica


mínima que le permite percibir lo artístico en los objetos considerados arte. Esta sensibilidad nos
permite la interpretación de, el conocimiento de, el acercamiento a. ¿Por qué determinada pintura,
por ejemplo, es significativa, “una obra de arte”, para unos y para otros no? ¿Nacemos todos
sensibles a la pintura? ¿A la escultura? ¿A la arquitectura, como forma de arte? ¿A la música, al
canto, al teatro, a las artes plásticas? ¿El artista nace o se hace? Esta fue una de las ideas más
discutidas en el grupo Polifonía. El arte es único, el artista tiene características poco comunes que
le permiten trascender en práctica artística, el arte es subjetivo, el artista no nace, se hace. Como
la onda sonora incide en la parte afectada del sistema. No es la onda sino lo que se hace con ella,
su color; la onda es una vibración matemáticamente determinada, lo importante es determinar
quién o qué instrumento la produce, porque el efecto es diferente.

Termino con la frase que inicié este breve ensayo: “Lo salvaje no lo hace la selva sino las
distintas relaciones que se dan entre los que allí habitan”. Cuestionable y discutible, por cierto,
pero para mí es una metáfora, con relación al arte, a la percepción artística.

7
EL PUNTO CRUCIAL
Luis Eduardo García Solarte
Estabilidad: consiste en mantener la misma estructura general a pesar de los continuos cambios y
sustituciones que tienen lugar en sus componentes.
Las actividades de una máquina vienen determinadas por su estructura. En un organismo, su estructura
orgánica es determinada por los procesos.
Principio de autoorganización: un organismo viviente es un organismo que se organiza a sí mismo; el
orden de su estructura y de sus funciones viene determinado por el mismo sistema (p. 312)
Una biología integral que vea el organismo como como un sistema viviente y no como una máquina
(p.308)
Nacemos y morimos, ¿significa que somos parte de unos sistemas más grandes que se renuevan
continuamente? (la autorrenovación del sistema superior es su propio ciclo de nacimiento y muerte).
Transacción: interacción simultánea y recíprocamente dependiente entre componentes múltiples
Orden estratificado en la naturaleza: lo importante no es la transferencia del control sino la organización
de la complejidad (p.328)
Cuando el entorno cambia, el cerebro se modela respondiendo a esos cambios. El cerebro y su sistema
nervioso, es un sistema viviente muy complejo, multinivelado y multidimensional
Retroacción negativa: estos mecanismos (llamados también mecanismos de regulación) tienden a reducir
cada desviación del estado de equilibrio. La retroacción positiva amplifica ciertas desviaciones en vez de
reducirlas.
Una concepción integral de la vida es una concepción espiritual en su esencia más profunda (p. 353)
Conciencia de sí mismo, experiencia consciente, pensamiento conceptual, lenguaje simbólico, sueños,
arte, la creación de la cultura, un sentido de valores, interés por el pasado y preocupación por el presente:
fenómenos típicos de la naturaleza humana.
Idea: todo el ser está de alguna manera contenido en cada una de sus partes. Esta holonimia bien pudiera
ser una propiedad universal de la naturaleza (p- 351)
Autotrascendencia (capacidad de superar de manera creativa los límites físicos y mentales en los
procesos de desarrollo, aprendizaje y evolución) y autorrenovación (capacidad de los sistema vivientes de
sus componentes.
Los organismos vivientes presentan un par de fenómenos dinámicos complementarios, esenciales de la
autoorganización: el automantenimiento y la autotransformacion y la autotrascendencia.

8
REFERENCIAS
CAPRA, Fritjof. (1982). Visión integral de la vida, pág. 308, EN: El Punto Crucial, Editorial
Estaciones, Argentina

ONSLOW – FORD, Gordon. (1964). Painting in the instant. London: Thames &Hudson. Pág.
36. EN: Capra, F. op. cit. p. 348

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