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SALMO 104: 1.
¡Bendice al Señor, alma mía! ¡Eres muy grande, oh Señor, mi Dios, vestido de
gloria y majestad, 2.envuelto de luz como de un manto. Tú despliegas los cielos
como un toldo,
LA TRANSFIGURACION: LUC 9:
28. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan y subió a un cerro a orar.
29.Y mientras estaba orando, su cara cambió de aspecto y su ropa se volvió de
una blancura fulgurante. 30.Dos hombres, que eran Moisés y Elías, conversaban
con él.
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ROMANOS 3: 23.
EFESIOS 1: 7-9.
1 PE 1: 18-19
No olviden que han sido rescatados de la vida vacía que aprendieron de sus
padres; pero no con un rescate material de oro o plata, 19.sino con la sangre
preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha ni defecto.
Gen 3: 16-21:
16.A la mujer le dijo: «Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos y darás a luz
a tus hijos con dolor. Siempre te hará falta un hombre, y él te dominará.“
17.Al hombre le dijo: «Por haber escuchado a tu mujer y haber comido del árbol
del que Yo te había prohibido comer, maldita sea la tierra por tu causa. Con fatiga
sacarás de ella el alimento por todos los días de tu vida.
18.Espinas y cardos te dará, mientras le pides las hortalizas que comes. 19.Con
el sudor de tu frente comerás tu pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella
fuiste sacado. Sepas que eres polvo y al polvo volverás.»
21.En seguida Yavé Dios hizo para el hombre y su mujer unos vestidos de
piel y con ellos los vistió
2
DE QUE NOS REVESTIMOS? Apoc 3: 18
GALATAS 3:
26.Ustedes están en Cristo Jesús, y todos son hijos de Dios gracias a la fe.
27.Todos se han revestido de Cristo, pues todos fueron entregados a Cristo por el
bautismo.29.Y si ustedes son de Cristo, también son descendencia de Abrahán, y
los herederos de la promesa
“21.Un día fue bautizado también Jesús entre el pueblo que venía a recibir el
bautismo. Y mientras estaba en oración, se abrieron los cielos: 22.el Espíritu
Santo bajó sobre él y se manifestó exteriormente en forma de paloma, y del cielo
vino una voz: «Tú eres mi Hijo, hoy te he dado a la vida.»
LUC 1: 34-36
34.María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?»
35.Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será
llamado Hijo de Dios.
.
HECH 1: 8
Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán
mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la
tierra.»
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HECH 2:
LA PROMESA:
“Sucederá en los últimos días, dice dios, que derramaré mi espíritu sobre toda
carne. tus hijos y tus hijas profetizaran y los jovenes veran visiones” joel 3: 1-2
Juan 15: 26 “Cuando venga el Protector que les enviaré desde el Padre, por ser
él el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí.
Y ustedes también darán testimonio de mí, pues han estado conmigo desde el
principio.
Hech 4: 29-31
“Ahora señor, concede a tus siervos anunciar tu Palabra con toda valentía,
mientras tu manifiestas tu poder y multiplicas tus intervenciones, realizando
curaciones, señales y prodigios por el nombre de tu santo siervo Jesús.
Terminada la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos. Todos quedaron
llenos del Espíritu Santo y se pusieron a anunciar con seguridad la Palabra de
Dios”
Luc 24: 49
6.El que adora a Dios con todo su corazón encontrará buena acogida, su clamor
llegará hasta el cielo. 17.La oración del humilde atravesará las nubes, no se
consolará hasta que no sea escuchado. 8.No se desistirá, será necesario que el
Altísimo se ocupe de él, que el Señor intervenga en favor de los justos. 19.Pero el
Señor no tardará; no hará demorar la espera.
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ESTER 13:
La carta enviada a todo el imperio decía: «El gran rey Asuero les escribe a sus
súbditos, a los gobernadores de las ciento
veintisiete provincias y a los jefes de distrito de su
imperio, que se extiende desde la India a Etiopía:
2.Aunque soy dueño del mundo entero y gobierno a
incontables naciones, me he propuesto no dejarme
llevar por el orgullo del poder y gobernar siempre
con dulzura y bondad para que mis súbditos puedan
gozar continuamente de una vida tranquila. Al
mismo tiempo he procurado restaurar la paz
deseada por todo el mundo, ofreciendo durante mi
reinado los beneficios de la civilización y permitiendo el libre tráfico dentro de
nuestras fronteras.
3.Con este fin les he pedido la opinión a mis consejeros, y uno de ellos, Amán,
conocido por su elevado criterio, por su total dedicación y por su fidelidad a toda
prueba, que es la segunda persona importante del imperio, nos ha hecho la
siguiente denuncia: 4.Según él, mezclado con las diversas tribus de la tierra, se
halla un pueblo que es enemigo de todos, cuyas leyes son contrarias a las de las
otras naciones y que constantemente está desobedeciendo nuestras
disposiciones, de tal manera que impide que podamos gobernar como conviene
para el bien de todos.
5.Comprobamos, en efecto, que esta nación es distinta a las demás, que está en
abierta oposición con toda la humanidad, que debido a sus leyes lleva un tipo de
vida extraño, que es contrario a nuestros intereses y que comete los peores
crímenes, hasta el extremo de amenazar la seguridad de nuestro reino. 6.En vista
de esto hemos ordenado, como lo menciona en sus cartas Amán, nuestro
colaborador en el gobierno y nuestro segundo padre, que toda esa gente sea
exterminada por la espada, incluyendo a sus mujeres y niños, sin consideración
ni miramiento alguno 7.Así irán a parar al infierno el mismo día los enemigos del
orden de ayer y de hoy, y tendremos en adelante un régimen estable y
tranquilo.»
8.El. (Mardoqueo) Recordando delante del Señor todas sus grandes obras, se
expresó en estos términos: 9.«Señor, Señor, Rey todopoderoso, todo está
sometido a tu poder y no hay nadie que pueda oponerse a ti si tú quieres salvar
a Israel. 10.Pues tú has hecho los cielos y la tierra y todas las cosas
asombrosas que están bajo los cielos. 11.Tú eres el Señor del Universo y no hay
nadie que pueda resistirte.
12.¡Tú lo conoces todo! Tú sabes bien, Señor, que no ha sido por orgullo ni
soberbia, ni por un falso prestigio, por lo que me he negado a agacharme delante
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de ese creído de Amán; 13.pues si la salvación de Israel me lo exigiera, le
besaría la planta de los pies.
18.Y todos los que pertenecían a Israel se pusieron a clamar a Dios con todas
sus fuerzas, pues veían que su fin era inminente.
ESTER 14:
La reina Ester también fue a pedirle auxilio al Señor ante el peligro que
amenazaba su vida. 2.Se había quitado su elegante vestido y se había puesto
ropa de luto hecha tiras. En lugar de sus caros perfumes se había cubierto la
cabeza de cenizas y polvo. Humilló ásperamente su cuerpo y con las desatadas
trenzas de su cabellera cubrió su atrayente figura. 3.En seguida oró al Señor,
Dios de Israel, de esta manera:
4.«¡Oh Señor, nuestro rey, tú eres el Unico! Ven, pues, en mi socorro, que estoy
sola y no tengo otra ayuda sino a ti, ahora que mi vida está en peligro. 5.Yo
aprendí desde niña, en mi familia, que tú, Señor, has elegido a Israel entre todas
las naciones y a nuestros padres entre sus antepasados para que fueran por
siempre tu heredad, y has cumplido con ellos tus promesas.
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12.¡Acuérdate, Señor, déjate ver por nosotros, ahora que sufrimos! Y a mí
dame valor, rey de los dioses, tú que estás sobre toda autoridad. 13.Pon en mi
boca palabras armoniosas cuando encare al león, y haz que su corazón odie al
que nos persigue para que muera con todos sus secuaces. 14.Sálvanos con tu
mano y ven a socorrerme, que estoy sola, pues yo no tengo a nadie más que a
ti.
15.Tú estás al tanto de todo lo que pasa y bien sabes que aborrezco la gloria de
los paganos, que detesto la cama de los incircuncisos y de cualquier extraño.
16.Sabes que por necesidad estoy aquí, que no quiero este emblema de
grandeza con que ciño mi frente cuando aparezco en público, que no me lo
coloco los días de descanso y que, en fin, me
repugna como pañito de mujer indispuesta.
Latif era el hombre más pobre de la aldea. Cada noche dormía donde podía, bajo
un improvisado techo o bien frente a la plaza del pueblo. Cada día se recostaba
debajo de un árbol, con la mano extendida y la mirada perdida esperando que
algún transeúnte le dejara una minima limosna y solo comía de lo que la gente
del pueblo le traían.
Sin embargo, a pesar de su aspecto y de su forma de vida, Latif por ser anciano
era considerado como el hombre más sabio del pueblo. Una mañana el rey
rodeado por sus guardias apareció en la plaza, caminaba entre los puestos con el
deseo de hacer algunas compras y de repente tropezó con Latif, que dormía a la
sombra de una encina. Alguien le dijo al Rey que Latif era el hombre más pobre
del pueblo, pero que era muy respetado por su sabiduría.
Latif era el hombre más pobre de la aldea. Cada noche dormía donde podía, bajo
un improvisado techo o bien frente a la plaza del pueblo. Cada día se recostaba
debajo de un árbol, con la mano extendida y la mirada perdida esperando que
algún transeúnte le dejara una minima limosna y solo comía de lo que la gente
del pueblo le traían.
Sin embargo, a pesar de su aspecto y de su forma de vida, Latif por ser anciano
era considerado como el hombre más sabio del pueblo. Una mañana el rey
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rodeado por sus guardias apareció en la plaza, caminaba entre los puestos con el
deseo de hacer algunas compras y de repente tropezó con Latif, que dormía a la
sombra de una encina. Alguien le dijo al Rey que Latif era el hombre más pobre
del pueblo, pero que era muy respetado por su sabiduría.
El rey se acercó al mendigo y le dijo: -Si me contestas una pregunta te doy esta
moneda de oro. Latif lo miró, despectivamente, y le dijo: - No hace falta, puedes
quedarte con tu moneda, para qué la querría yo. Dime, ¿cuál es tu pregunta?
Había un problema que el rey no podía solucionar y hacía varios días que lo
angustiaba. Un problema de bienes y recursos que sus analistas no habían
podido solucionar. La repuesta de Latif fue justa y creativa. El rey se sorprendió
dejó la moneda de oro a sus pies y se fue meditando sobre lo sucedido.
Al día siguiente el rey volvió a ver a Lafit, este como de costumbre descansaba,
debajo de un árbol. Otra vez el rey hizo otra pregunta, a lo que Latif la respondió
sabiamente. El soberano volvió a sorprenderse de tanta sabiduría. Se sentó
en el suelo frente a Latif, y le dijo:
-Querido amigo te necesito a mi lado, estoy agobiado por las decisiones que
como rey debo tomar. No quiero perjudicar a mi pueblo y tampoco ser un mal
soberano. Te pido que vengas al palacio y seas mi asesor. Te prometo que no te
faltara nada, y serás respetado.
Esa misma tarde llegó Latif al palacio, en donde inmediatamente le fue asignado
un lujoso cuarto a escasos metros de la alcoba real. En la habitación, una tina
llena de agua tibia con esencias lo esperaba.
Esto desencadenó los celos de todos los cortesanos que veían en el mendigo
una amenaza para su propia influencia y un perjuicio para sus intereses.Un día
todos los demás asesores pidieron audiencia al rey.
-Tu amigo Latif, como tú llamas, está conspirando para derrocarte, dijo uno de
ellos.
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-No puede ser, dijo el rey. No lo creo.