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ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS

Secretariado General de Apostolado Educativo y Pastoral Juvenil

De Tagaste a Hipona

Instructivo
Taller Milán I
TALLER MILAN I

“Tu corazón siempre abierto”


HORA ACTIVIDAD RESPONSABLE MATERIALES
9:00 am Llegada a la casa
10:00 am Distribución de las Guías Listas de
habitaciones Distribución
10:30 am Bienvenida/ Cantos Apoyo de un
guía con los
instrumentos
11:00 am Entrega de distintivos, Cada precomunidad
expectativas personales realiza sus
distintivos.
11:30 am Juego Rompe hielo
12:00 pm Almuerzo
1:30 pm Normas del taller
2:00pm Presentaciones de las Cada precomunidad Entregar videos,
precomunidades preparará música, pancarta y
(Cada presentación sólo previamente una material a utilizar
tendrá 10 min.) presentación para este antes de comenzar
día. las presentaciones.
3:00pm La Comunicación
6:00pm Motivación al
¿Quién soy yo?
6:30pm Realización del Cartel Todos Revistas
7:30pm Cena
9:30pm ¿Quién soy yo? Grupos de Cada grupo Oración
Trabajo Grupal comunicación inicial y dinámica
de confianza
11:30pm Acostada
Evaluación equipo guía

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Conócete, acéptate, supérate
HORA ACTIVIDAD RESPONSABLE MATERIALES
6:30 am Levantada-Ejercicios Música
6:50 am Aseo personal Todos
7:30 am Oración de la mañana Precomunidad
8:00 am Desayuno/ Servicios Todos
9:00 am Cantos
9:15 am Eco Fraterno
9:40 am ¿Quién soy yo? Grupos de
Trabajo grupal comunicación
1:00 pm Almuerzo/ Servicios Todos
2:00 pm Actividades Creativas Cada grupo
de encargados
organiza su
actividad creativa
3:00 pm Dios Misericordioso Se propone que esté
un sacerdote presente
en el tema o en su
defecto lo dé uno
4:30pm Jesús, el Reino de Dios Todos
7:00 pm Cena/ Servicios
8:00pm Estrellas de camino
9:30 pm Celebración de la Vida Preparar con
anticipación. Si
fuese necesario,
pedir ayuda
previamente
11:00 pm Acostada
Evaluación equipo guía

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“Nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”
HORA ACTIVIDAD RESPONSABLE MATERIALES
6:30 am Levantada - Ejercicios
6:50 am Aseo personal Todos
7:30 am Oración de la mañana Precomunidad
8:00 am Desayuno/ Servicios Todos
9:00 am Cantos
9:15 am Eco Fraterno
9:30 am La Oración 30 min Sacerdote - Centrarse en la
Ejercicio de visita a la (preferiblemente) Palabra
casa - Lectio Divina
Ejercicio de Imaginación Resaltar eucaristía
Plenaria
10:45 am Receso
11:00 am Lectio divina
(Explicación) y Desierto
12:30 pm Almuerzo/ Servicios Todos
2:00 pm Descanso Todos
2:30 pm Celebración Agustiniana SABER DE LA
VIDA DE SAN
AGUSTIN
LIBRO
Preparar
previamente
4:30 pm Actividades Creativas Cada grupo
de encargados
organiza su
actividad creativa
6:30pm Preparación Eucaristía Sacerdote
7:00pm Eucaristía Sacerdote
8:00 pm Cena/ Servicios Todos
9:00 pm Actividades Creativas/
Preparación Noche
Especial
10:00 pm Noche Especial Al final preparar
serenata
11:30 pm Acostada
Evaluación equipo guía

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“Que quien me vea te vea”
HORA ACTIVIDAD RESPONSABLE MATERIALES
6:30 am Levantada – Ejercicios
6:50 am Aseo personal Todos
7:30 am Oración de la mañana Caravana
8:00 am Desayuno/ Servicios Todos
9:00 am Cantos
9:15 am Eco Fraterno
9:30 am Espiritualidad
Eucarística
11:00 am Nuestra Realidad
1:30 pm Almuerzo/Recogida
3:00 pm El taller comienza
mañana
4:30 pm Salida Todos

Actividades creativas sugeridas:


Pantomima/Teatro:
Danza Litúrgica:
Recuerditos cinta con bordado líquido:
Denarios
Canción:
Llaveros
Coreografía

Ambientación:
Para las ambientaciones
Títulos: Taller Horizonte de Aventura / Tu corazón siempre abierto.
Conócete, acéptate, supérate / Nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti.
Que quien me vea te vea / Noche Especial

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RESPONSABILIDADES VARIAS
ACTIVIDAD RESPONSABLE OBSERVACIONES
CRONOMETRISTA
DEL THA
Distintivos Cada localidad
Hoja de servicios Limpiar el comedor
Salón y alrededores
Baños
habitaciones
(Se hace por grupos de
vida para que todos
pasen por el servicio de
forma rotativa)
Distribución de los
grupos de comunicación
Distribución de los
cuartos
Cancionero
Ambientación
Sonido Amplificador
Micrófonos
Cable de conexiones
Cable que va de la
laptop o celular a la
consola
Plus
Cruz Roja Todos deben llevar
medicamentos
Música Instrumental/
Cristiana
Video Beam
Instrumentos Guitarra
Guitarra electro-acústica
Pandereta
Batería
Fotocopias Cada Localidad
Laptop Cada Localidad
Extensiones Eléctricas Todos

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LISTA DE MATERIALES

MATERIAL CANTIDAD RESPONSABLE


Marcadores 10 Cada localidad
Sobres 50
Lápices 2 Cajas
Sacapuntas Cada caminante
Copias 50 Cada localidad
Papel bond 30 10 Cada Localidad
Hojas Blancas 1 Resma
Pega 1
Cinta Adhesiva Uno por localidad Uno por Localidad
Grapadora 1
Grapas 1 caja
Globos 1paquete de 50 globos
(colores surtidos)

LOS CAMINANTES DEBEN LLEVAR


• Biblia
• Ropa de cama (esquinero, sábana y funda)
• Toallas
• Implementos de aseo personal.
• Papel Bond o cartulina
• Cartuchera Equipada e Identificada (Tijera, lápiz, borra, sacapuntas, colores,
marcadores, pega de barrita y revistas).
• LOS GUÍAS DEBEN LLEVAR LAS INSTRUCCIONES DEL TEMA QUE
VAN A FACILITAR.

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LISTA DE TEMAS

TEMA RESPONSABLES
Bienvenida
La Comunicación
Motivación al ¿Quién soy yo?
Dios Misericordioso
Celebración de la vida
Jesús y el Reino de Dios
Estrellas del camino
La Oración
Celebración agustiniana
La Espiritualidad Eucarística
Nuestra Realidad
Noche Especial
El Taller comienza mañana
Evaluación de la convivencia

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PUESTA EN MARCHA DEL TALLER

Bienvenida:
Para iniciar dicho taller es importante resaltar nuestro carisma y alegría en la
bienvenida, por eso se inicia con mucho ánimo y con algunos cantos que sean de
referencia y que conozcan los chicos.
Es importante que desde el inicio los chicos vayan rompiendo el hielo, y
creando un clima de confianza entre sí.
Seguidamente, se realiza una dinámica para la entrega de distintivos (queda a
la creatividad del charlista o facilitador de ese momento); asimismo, se comparten
las expectativas que cada uno trae para el Taller.
Se continúa con las normas del taller.

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Normas del Taller Milán I

1. Buen uso del agua y las luces. No demorarse en la ducha (¡Somos muchos!).
2. Orden y aseo en los dormitorios: es responsabilidad de todos el mantener
en perfecto orden nuestras cosas personales, ropa, cama, etc., y deber de
cada uno recordarlo a los demás.
3. La puntualidad es indispensable y se presenta como un reto para todos.
4. Silencio en la noche. Es indispensable para llevar un ritmo exigente. Al
acostarse se dejarán 30 minutos para aseo personal y disponerse a descansar.
Después, el silencio es “sagrado”.
5. RECREACIONES: Son tiempos de sano esparcimiento y de hacer grupo.
Todos deben asistir a ellas, salvo urgente necesidad o caso de enfermedad
6. CAPILLA: Nuestro amigo JESÚS está presente en todo momento. Dentro de
la Capilla y en los contornos debe haber un ambiente de paz y tranquilidad
que llame a la oración y al encuentro con Dios.
7. Un buen caminante demuestra su sentido de Familia Agustiniana en los
pequeños detalles: cuidado del material, carpetas, hojas, útiles de limpieza,
libros de canto, marcadores, etc. Dejar cada cosa en su lugar.
8. Levantarse sin dudar es signo de la disponibilidad y el entusiasmo del
caminante.
9. Cerrar las puertas del dormitorio en la noche. Nadie debe salir. Si alguien
se sintiese mal, avise al guía responsable de los primeros auxilios.
10. Nadie debe medicarse a sí mismo, salvo en aquellos casos en que se sigue
un tratamiento prescrito por un médico.
11. Tener especial cuidado de no rayar, escribir en las paredes, muebles.
12. Sólo los guías pueden tocar los aparatos de sonido.
13. Pedir la palabra antes de hablar.
14. Las cosas privadas que podamos conocer de los compañeros queda como
secreto. Al igual que los actos que vivamos. “Lo que se dice acá, queda acá”
15. Todos deben cumplir sus respectivos servicios.
16. Celulares en el cuarto.
17. Ten sentido común y sentido de los demás.
18. Actúa con libertad, creatividad y responsabilidad
Comer juntos es un signo de FRATERNIDAD. En lo posible, esperar a que todo
el grupo termine de comer para hacer la acción de gracias. Al terminar, ayudamos
al grupo de fregadero dejando totalmente limpios los platos y vasos, y retiramos las
cosas de las mesas.

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PRESENTACIÓN POR PRECOMUNIDAD

Para este momento es necesario que haya un moderador.


Cada precomunidad debe preparar con antelación dicha presentación
(reuniones previas al taller Milán I). En la misma se debe plasmar lo que los identifica
como grupo. Ésta queda a libre creatividad de cada caminante en compañía de sus
acompañantes.
Para estas presentaciones se pueden utilizar: danzas, videos, pancartas,
dramatizaciones, exposiciones, etc.
Cada presentación sólo tendrá 10 minutos.

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LA COMUNICACIÓN

Objetivos:
• Lograr asimilar el Eco fraterno como medio de superación.
• Valorar la comunicación como medio de superación.

Ambientación:
Ambientar el salón con afiches alusivos al día. También se pueden colocar,
además de la agenda, el pensamiento y los objetivos de la reunión, la siguiente frase
de Agustín.
“No ha de entrarse en el negocio de la corrección, si ante Dios y la
conciencia, no se hace por amor” (Agustín)

Materiales a utilizar durante la reunión:


• Agenda, Objetivo y Pensamiento de la Reunión (Ambientadores).
• Graficar en papelógrafos o con tizas (piso o pizarrón) o video beam la:
“Ventana de Johari”.
• Marcadores.
• Dos papelógrafos que digan: ¿Qué es la comunicación?
• Hoja: “Ventana de Johari” (para evaluación personal).
• Material de apoyo para la segunda parte de la catequesis sobre eco fraterno.

Recepción:
Comenzar la reunión con una representación. El recepcionista pedirá
participación, comentarios acerca de lo que han visto, realizará la siguiente pregunta:
¿Qué obstáculos observaron ellos? Luego reparte el documento “Oración para descubrir
al otro” (ANEXO 1). El servidor creará un clima de oración. Luego de hacer una
invocación al Espíritu Santo con un canto apropiado, para ser leído a dos coros, el
que desee podrá hacer “Eco” de aquellas frases que más le llamaron la atención.
1. Dos personas sin hablar tratan de mover una caja (por ejemplo) y cada uno
hala para su lado y al final no avanzan.
2. Dos personas de nuevo tratan de mover el objeto hacia un lugar determinado,
pero tampoco se ponen de acuerdo.
3. Dos personas que quieren mover un objeto, pero cada uno dice la dirección
en la que quiere dirigir, hasta que ambos logran un acuerdo.

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ANEXO 1

ORACION PARA DESCUBRIR AL OTRO


Señor, enséñame a ver detrás
de cada palabra, un hermano.
Alguien que se esconde.
Que posee la misma profundidad o mayor que la mía.
Con sus sentimientos y alegría.
Alguien que tiene vergüenza, a veces,
de mostrarse cual es,
que no le gusta mostrarse a los demás
por timidez o porque... quizá
se mostró una vez y fue lo mismo que nada.

Señor, hazme descubrir detrás de cada rostro,


en el fondo de cada mirada, un hermano
semejante a ti y, al mismo tiempo,
completamente distinto de todos los otros.

Quisiera, Señor, tratar a cada uno a su manera,


como Tú lo hiciste con la Samaritana,
con Nicodemo, con Pedro...,
como lo haces conmigo.

Quisiera empezar hoy mismo


a comprender a cada uno en su mundo,
con sus ideales, con sus virtudes y debilidades
y, también, ¿por qué no?, ¡con sus chifladuras!

Ilumíname también para comprender


a los que me dirigen ,
a los que tienen autoridad sobre mí.
Que comprenda a aquellos a quienes estoy sujeto,
de quienes, en cierta medida, dependo.

Ayúdame, Señor, a ver a todos como Tú los ves,


a valorizarlos no sólo por su inteligencia,
su fortuna o sus talentos,
sino por la capacidad de amor y de entrega que hay en ellos.

¡Que en el otro te vea a Ti, Señor!


¡Señor, que te vea detrás de cada rostro!

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Motivación:
Ha de hacerse lectura de los objetivos antes planteados.
Pensamiento:
“Conócete, Acéptate, Supérate” (Agustín)

AGENDA
Recepción.......................................................................... 10 min.
Motivación........................................................................ 10 min.
Catequesis (1ª parte)........................................................ 45 min.
Recreación......................................................................... 15 min.
Catequesis (2ª parte)........................................................ 80 min.
Lectura de conclusiones y entrega de los informes.... 2 min.
Orientación....................................................................... 5 min.
Despedida......................................................................... 1 min.
Cronometrista y Ambientador

Catequesis (1ª parte):


Se comenzará la catequesis haciendo una conexión con el día anterior, en el que
nos presentábamos y nos conocíamos entre todos. Ahora nos toca conocernos un
poco más a nosotros mismos y a los demás compañeros, y aprender a comunicarnos
mejor con ellos.
A continuación se te presenta un esquema de esta parte:
Concepto de comunicación, niveles y formas de comunicación... 20 min.
Dinámica de la comunicación............................................................ 15 min.
Plenaria de la comunicación............................................................... 10 min.

La reunión se iniciará propiamente a partir de la pregunta: ¿Qué es la


comunicación?, la cual se plantea a los caminantes para que mediten su respuesta
y la expresen luego en dos papelógrafos que previamente se han preparado; en
este momento es adecuado el uso de música de fondo. No es necesario que todos
participen. El catequista debe leer en alta voz las opiniones planteadas y, apoyado
en el material ANEXO 2, debe dar una conclusión definitiva.
A continuación el catequista explicará las diferentes formas de comunicación,
partiendo de la ventana de Johari (ANEXO 3).

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Se procede entonces a la realización de la dinámica de la comunicación, para la
cual los grupos de trabajo son los pautados para el ¿Quién soy yo? Esto permitirá que
el grupo vaya teniendo apertura y se vaya fomentando la comunicación entre ellos.
Una vez terminado el trabajo en grupos, se hace una plenaria donde libremente
algunos caminantes puedan expresar:
1. Dificultades o barreras que tuvieron para comunicarse con sus compañeros.
2. ¿Hubo entre ustedes una verdadera comunicación?
Luego de este compartir, cuando el catequista lo estime conveniente dará por
concluido este momento y cederá su servicio al recreador.

Recreación:
Se dejará a la imaginación del servidor. Se puede, en caso necesario, obviar y
tener un tiempo libre.

Catequesis (2da parte):


A continuación se presenta un esquema de trabajo para esta parte:
Catequesis sobre eco fraterno........................................ 20 min.
Dinámica de la ventana de Johari................................... 45 min.
Plenaria de la ventana de Johari..................................... 10 min.
Conclusión del catequista................................................ 5 min.

En esta parte el catequista, apoyado en el material anexo y en la ambientación,


explicará lo que es el Eco Fraterno, desarrollando los siguientes puntos: concepto,
componentes, qué no es eco fraterno, objetivos, criterios para dar eco fraterno,
criterios para recibir eco fraterno. Y así, explicar cómo se aplica el Eco Fraterno a
partir de la ventana de Johari, basándose en el material ANEXO 4.
Posteriormente, se inicia la explicación de la dinámica de “dar y recibir eco
fraterno”, a partir de la ventana de Johari. Para la cual es indispensable el previo
conocimiento por parte de los guías de la misma, ya que da a conocer muchos
aspectos personales de gran utilidad para el trabajo posterior en el ¿Quién soy yo?
Para esto se les ha entregado previamente a los guías de caravana un material de
apoyo para que estudien antes del taller; sin embargo, es recomendable que el
encargado de este día recuerde a sus hermanos guías la importancia de aprovechar
al máximo esta dinámica.
Finalizada esta dinámica, se procederá a realizar una plenaria general donde
los caminantes podrán compartir las cosas que han podido descubrir a través de esta
dinámica, para lo cual el catequista se puede ayudar con el siguiente cuestionamiento:
¿Cuáles son las barreras que han descubierto, qué les dificulta dar y recibir eco fraterno?

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Para este momento el catequista dará el tiempo del que disponga, motivando sólo a
la participación de algunos.
La conclusión debe resaltar lo importante que es reducir nuestra área oculta
y abrir el área del yo - abierto.

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ANEXO 2

LA COMUNICACIÓN
MATERIAL PARA EL CATEQUISTA

La comunicación y sus factores:


Sólo es posible el amor cuando dos o más personas se comunican entre sí,
desde el centro mismo de sus propias experiencias.
La comunicación es el hecho primario de la experiencia humana. Cuando
los individuos se encuentran con anterioridad a toda reflexión, lo primero que se
establece es siempre la comunicación. El hombre existe “ex - poniéndose”, abriéndose
a los demás, siendo capaz de asumir el destino de los otros en la alegría y en el dolor.
La vida humana no se sostiene en el aislamiento, en la soledad.
“La comunicación es una operación que pone en relación los sujetos humanos
y consiste en hacer pasar un conocimiento, una información o una emoción de unos
a otros, es decir, realizar un intercambio de significaciones” (Paul Grieger).

Obstáculos en la comunicación:
Es importante conocer los principales obstáculos que originan diversos
bloqueos e interferencias en la comunicación. Podemos resumirlos en 3 núcleos
fundamentales:
1. Culturales: puede dificultar el mensaje un deficiente conocimiento del
mismo (cuando no se sabe de lo que se está hablando), la formulación del
mismo, los términos empleados, la inteligencia y comprensión.
2. Personales: dependerá también de la forma de ver las cosas de cada persona,
de su marco de referencias, de su actitud ante responsabilidades (estudio,
trabajo), y en general de su perfil personal (humor, convicciones, etc.).
3. Psico-sociales: su estatus social y expectativas sobre el rol que cumple en
su medio, clima psicológico que lo rodea, usos de lenguaje rebuscado, la
simpatía.
Es importante saber que estos obstáculos son comunes tanto al receptor como
al emisor.

Niveles de comunicación:
Si echamos un vistazo a nuestras comunicaciones ordinarias, seguramente nos
daremos cuenta que la mayoría de las veces se mueven en el ámbito de lo que los
psicólogos denominan “relaciones secundarias”, es decir, aquellas que exponen una

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relación entre “personajes” más que entre personas; celamos lo más posible nuestra
intimidad con mil mecanismos de defensa con el fin de impedir la penetración de los
otros en nuestro mundo íntimo, el mundo de los valores, aspiraciones, sentimientos,
actitudes ante la vida... Y todo esto, porque tenemos miedo al compromiso que
dicha comunicación conlleva. Preferimos movernos en un campo fácil de relaciones
superficiales, donde nuestra personalidad puede desenvolverse sin los riesgos de un
compromiso de los otros.
En una descripción muy elemental, podríamos distinguir los siguientes niveles
de comunicación:

I.- NIVEL NEUTRO


Se realiza de imagen social a imagen social, de rol a rol, de función a función.
Coincide de las relaciones secundarias de las que anteriormente hablábamos.

II.- NIVEL EXTERIOR DE PERSONALIDAD


Nos comunicamos sobre nuestro entorno exterior, que no implica en nosotros
ningún riesgo. En este nivel se colocan nuestras conversaciones sobre el tiempo, la
política, la moda, etc.

III.- NIVELES INTERIORES DE LA PERSONALIDAD


A este nivel, se afecta a la personalidad directamente y supone alguna
manifestación de nuestra intimidad. Estos niveles pueden ir de menos a más
profundidad:
a. La periferia de la intimidad: en este nivel hay que colocar las comunicaciones
sobre nuestras experiencias de trabajo, nuestros intereses personales, nuestros
hobbies, nuestras relaciones familiares, nuestras amistades.
b. El centro de la intimidad. Sería el campo de las vivencias.
• Sentimientos y emociones: lo que sentimos sobre los otros, los acontecimientos
y sobre nosotros mismos.
• Valores: cómo valoramos el mundo y las personas. Nuestra jerarquía de
valores.
• Experiencias vitales: nuestra historia con sus éxitos y sus fracasos, deseos y
esperanzas.
• Actitudes ante la vida: posiciones íntimas ante la vida. Actitudes que
explican nuestra reacción.

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IV.- NIVEL DE REVELACIÓN, FE
REVELACIÓN
Comunicarse no es decir cosas, si no “decirse”. No es revelar secreto sino
“revelarse”. La persona es diferente de las cosas que pueda decir, aun refiriéndose
a sí misma. Por otra parte, ella se revelará a través de las cosas. Es posible decir
muchas cosas – aun personales – y no decirse.
Tampoco es necesario para la revelación personal el demostrar de buenas a
primeras todas las intimidades.
El otro o el grupo puede no estar preparado para aceptar o comprender.
La revelación de lo íntimo debe corresponder por la aceptación y comprensión
que la persona encuentra en el otro o en el grupo.
La comunicación de lo íntimo debe ser progresiva. Así como ha sido progresiva
la revelación de Dios al hombre.
Ciertamente se puede llegar a revelar cosas muy íntimas, pero tiene que ser en
un ambiente de libertad y de gran confianza. Si no, podría dar lugar a una revelación
traumatizante.

FE
A la revelación corresponde en el otro una actitud de fe. Cuando una
persona nos habla sobre cosas o datos objetivos, creemos en lo que dice.
Cuando una persona se revela, creemos en la persona. Esto incluye una actitud
de acogida, de total aceptación del otro como persona. Sin rechazos ni perjuicios.
Saber aceptar y acoger al otro es el mejor modo de aprender a comunicarse.
En el doble movimiento de revelación – fe se resume toda la vivencia de la
comunicación: una revelación de centro a centro de la persona para caminar juntos
en la superación personal.
Se da la comunicación a nivel más profundo cuando cada uno se expresa como
se ve a sí mismo no solo a través de sentimientos y emociones, sino especialmente
de valores que le orienten y de actitudes de la vida.
COMUNICAR ES ENTREGAR. No se comunica el que no tiene nada que
entregar.
A nivel de valores, este dar significa que entrego un mensaje del que doy
testimonio.
A nivel de la persona, comunicar no sólo una disposición de ayuda y
cooperación, sino de entrega incondicional de lo que tengo y soy para que el otro
pueda llegar a ser él mismo. La comunicación es un medio imprescindible para la
comunión.

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Formas de comunicación:
Para esto, imaginemos un rectángulo cuya área total representa todo aquello
que describe a una persona: su apariencia, su conducta, su pensamiento, sus
opiniones, sus sentimientos, sus actitudes, sus motivaciones, etc.
Al ponernos en comunicación con otros, intervienen 4 clases de contenidos en
la comunicación:
• Lo conocido por mí y por los demás (área abierta).
• Lo que yo sé de mí y los demás no saben (área oculta).
• Lo que yo no conozco de mí y los demás sí saben (área ciega).
• Lo que yo ni los demás sabemos de mí (área desconocida).

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Ventana de Johari

YO
CONOZCO DE MI NO CONOZCO DE MI
1 2
NO CONOCEN DE MI CONOCEN DE MII

YO ABIERTO YO CIEGO
Las ideas que manifiesto.
Las actividades abiertas, Todas las formas de
concientes... mecanismos no controlados,
LOS DEMÁS

pero que los demás descubren


Los sentimientos que comunico.
en mi.
Los proyectos que todos saben.

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YO CERRADO YO OCULTO
Sentimientos escondidos. Mecanismos de defensa
inconscientes.
Secretos de mi actuación.
Toda una serie de actos
Todo lo que no quiero que otros
inconscientes que funcionan en
sepan de mi.
mi interior y que no vemos ni yo
ni los demás.



En nuestra personalidad hay, pues, unos sectores que son conocidos tanto
por el sujeto como por los demás y que llamamos “Yo o Área abierta” (primer
cuadrante). Hay sectores que son conocidos por los demás y que yo desconozco: “Yo
o Área ciega” (segundo cuadrante). Sectores que yo conozco, pero no doy a conocer
a los demás: “Yo o Área cerrada” (tercer cuadrante). Sectores que ni yo conozco ni
los demás: “Yo o Área oculta” (cuarto cuadrante).

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ANEXO 3
LA COMUNICACIÓN
LA VENTANA DE JOHARI
FORMAS DE LA COMUNICACIÓN

MATERIAL EXPLICATIVO PARA GUÍAS Y CATEQUISTA

La “Ventana de Johari” pretende ilustrar el proceso de “dar y recibir eco


fraterno”. Tal vez el esquema que nos ofrecen Josph Luft y Harry Ingham, tal
como aparece en la figura que reproducimos a continuación, sirva de ayuda
para formarnos una idea de muchos de nuestros comportamientos; y tal vez nos
ofrezca también alguna solución para hacer frente a nuestras dificultades en las
relaciones interpersonales y para que hagamos de nuestra participación social en la
comunidad una expansión realizadora, tanto para nosotros como para aquellos que
viven con nosotros. El modelo puede ser presentado también como una ventana de
comunicación a través de la cual se dan o se reciben informaciones sobre uno mismo
y sobre los demás.

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EL YO
recibe “eco fraterno”
Conocido por el “yo” No conocido por el “yo”

Conocido por los demás

AREA LIBRE AREA CIEGA


da “eco fraterno”
EL GRUPO

No conocido por los demás

AREA OCULTA AREA DESCONOCIDA

Si tomamos las cuatro áreas o cuadrantes en sentido vertical (columnas) o en


sentido horizontal (franjas), las dos columnas representan el yo, y las dos franjas
representan a los demás (el grupo). La primera columna contiene lo que yo sé de mí;
y la segunda lo que desconozco de mí, la franja superior contiene lo que los demás
(el grupo) saben de mí; y la franja inferior lo que los demás desconocen de mí. Las
informaciones contenidas en dichas franjas y columnas no son estáticas, sino que se
desplazan de un cuadrante a otro, en la medida que varían dentro del grupo el grado
de confianza recíproca y el intercambio de eco fraterno. Como resultado de dicho
movimiento, el tamaño y el formato de los respectivos cuadrantes experimentarán
otras tantas modificaciones en interior de la ventana.
1. Área libre: El primer cuadrante (espacio superior izquierdo) es el único
claro y libre. En él se encuentran los datos y las experiencias conocidos por
la propia persona y por quienes la rodean. Es un área que se caracteriza por
el intercambio libre y abierto de informaciones entre el yo y los demás. En
ella el comportamiento es público y accesible a todos. Por ej.: nuestro modo
de trabajar en cualquier actividad que desempeñemos, nuestra manera
habitual de comportarnos, etc. El “Área libre” aumenta de tamaño en la
medida en que crece el nivel de confianza entre los participantes o entre el
participante y su fruto; y también en la medida en que se comparten más
informaciones, especialmente si se trata de informaciones importantes de

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carácter personal.
2. Área ciega: En la parte superior derecha hay una zona denominada “Área
ciega” que contiene informaciones respecto de nuestro yo que ignoramos,
pero que son conocidas por los demás. Es lo que nuestros amigos saben de
nosotros, más que lo que nos dicen. Al comenzar nuestra participación en
un grupo, comunicamos todo tipo de informaciones de las que no somos
conscientes, pero que son observadas por las restantes personas del grupo.
Por ejemplo: nuestra manera de actuar, nuestro modo de hablar, nuestro
estilo de relacionarnos, etc.
3. Área oculta (o privada): El espacio inferior izquierdo, es decir, el área
oculta para los demás, contiene informaciones que uno mismo sabe respecto
de sí, pero que son desconocidas por el grupo. Es en esta área donde se
encuentra gran parte de lo que conocemos de nosotros mismos y que
ocultamos a los demás. Tenemos miedo de que, si el grupo llegara a saber
nuestros sentimientos, percepciones y opiniones respecto del propio grupo
o de sus integrantes, o respecto de nosotros mismos, tal vez el grupo podrá
rechazarnos, atacarnos o ejercer respecto de nosotros algún tipo de acción.
Consiguientemente no revelamos tales informaciones. Muchas veces, una
de las posibles razones por las que mantenemos el secreto es porque no
encontramos elementos de apoyo en el grupo. Suponemos que, si revelamos
nuestros sentimientos, pensamientos y reacciones, los integrantes del
grupo podrían juzgarnos de manera negativa. Sin embargo, al menos que
revelemos algo sobre nosotros y verifiquemos si es cierta nuestra suposición,
no tendremos posibilidad de saber cómo van a reaccionar realmente los
integrantes del grupo. Es decir, que si no asumimos ciertos riesgos, jamás
sabremos nada acerca de la realidad o la irrealidad de nuestras suposiciones.
Por otra parte, también tratamos de mantener el secreto cuando nos motiva
el deseo de controlar o manipular a los demás.
4. El Área desconocida: El cuadrante de la parte inferior derecha representa
aquellos factores de nuestra personalidad de los que no somos conscientes
y que también son desconocidos para las personas que se relacionan con
nosotros. Es el área de nuestras motivaciones inconscientes; área que
representa nuestro aspecto “desconocido” o “inexplorado” y que puede
incluir cosas como la dinámica interpersonal, acontecimientos de nuestra
primera infancia, potencialidades latentes y recursos aún por descubrir.
Lo que la ventana de Johari trata de explicar es cómo procurar tolerarse
mutuamente estas diferencias en las distintas áreas de nuestra personalidad, con
el fin de mejorar las relaciones interpersonales, a través del conocimiento de uno
mismo y de los demás; e intenta explicarlo de la manera siguiente:
El entrecruce de las líneas muestra cuál es la situación al comenzar el proceso
de relación, en orden a ampliar el “área libre”, la cual, a medida que se va ampliando
gracias a su mayor comunicación, hace que se reduzcan las restantes áreas. Y lo ideal
es que la mencionada “área libre” vaya precisamente ampliando su radio de acción,

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de forma que se reduzca al mínimo el “área desconocida”, tanto de los demás como
de nosotros mismos.
DIVERSAS MODALIDADES DE LA VENTANA DE JOHARI
Es fácilmente observable que, si reducimos nuestra “Área ciega” y nuestra
“Área oculta” a base de dar y recibir “Eco Fraterno”, estaremos aumentando al
mismo tiempo el tamaño de nuestra “Área libre”.
En el proceso de dar y recibir “eco fraterno”, hay personas que tienden a
dar mayor énfasis en uno de los dos aspectos (dar o recibir), originando con ello un
desequilibrio entre ambos. Tal situación puede acarrear determinadas consecuencias,
según sean la influencia del individuo en el grupo y las reacciones de los integrantes
de éste con respecto a él. De este modo, el tamaño y el formato del área libre están
en función no sólo del alcance del eco fraterno compartido, sino también de la
proporción existente entre el dar y recibir eco fraterno. Para hacernos una idea de
cómo interpretar las “ventanas”, podemos describir cuatro tipos característicos
en posiciones extremas en el dar y recibir “eco fraterno”. Tales descripciones nos
permitirán intuir cómo aparecerían a los ojos de los demás, en el contexto del grupo,
las personas caracterizadas por cada una de dichas “ventanas”.
Es importante que como guías de grupos del ¿Quién soy yo?, tengamos claras
estas diferentes posiciones que se exponen a continuación, ya que a medida que
conozcamos estas formas de comportamientos o más bien perfiles de las diferentes
personas (incluso nosotros), podremos ayudar más y mejor a nuestros caminantes
en su proceso de conocerse y aún más en su proceso de apertura, que como vemos es
el estado ideal al que todos debemos llegar. Debemos, entonces, cultivar de manera
especial en nosotros los guías este grado de comunicación amplio, tomando en cuenta
que lo que más puede llegar a los jóvenes es lo que hacemos y no lo que decimos,
es decir, lo que más llega es nuestro ejemplo (para esto aprovechemos mucho éste
tiempo previo al taller).

1. La “Ventana Ideal”
Este esquema representa la “ventana ideal”
en una situación grupal o en cualquier otro tipo
de relación que sea significativa para la persona.
El tamaño del “Área libre” aumenta a medida que
aumenta el nivel de confianza en el grupo, y a AL AC
medida que también los criterios desarrollados en el
sentido de dar y recibir “Eco fraterno” facilitan este
intercambio. Un “Área libre” amplia indica que una
gran parte del comportamiento de una persona está AO
liberada y abierta a los restantes miembros del grupo.
AD
Consiguientemente, será mejor la tendencia de los
demás a interpretar (o mal interpretar) o proyectar significados personales en el
comportamiento de dicha persona. No se requieren grandes dotes adivinatorias

25
para caer en la cuenta de que la persona está intentando hacer o comunicar cuando
sus interacciones son abiertas, tanto en el aspecto de dar como en de recibir eco
fraterno. Ahora bien, no es preciso mostrar un “Área libre” amplia para con todo
el mundo. Las personas con las que entramos en contacto casualmente pueden
interpretar este tipo de apertura como algo amenazador o impropio de las relaciones
que mantenemos con ellas. No obstante, sí es importante subrayar que en el grupo,
o en algunas de las relaciones más significativas, cuanto mayor sea el número de
sentimientos, percepciones y opiniones que se manifiestan abiertamente, tanto
menos habrá que recurrir, por parte de uno mismo y de los demás, a actitudes
tramposas de comportamiento.

2. El “Entrevistador”
La amplitud del “Área oculta de esta
segunda ventana es propia de una persona cuyo
estilo característico de participación consiste en
preguntar constantemente al grupo, pero sin dar
AL AC
a éste informaciones o ecos fraternos. De este
modo, el tamaño del “Área oculta” es inversamente
proporcional a la cantidad de informaciones o ecos
fraternos proporcionados por el individuo. Frente
a la exigencia del grupo de que cada integrante AO AD
del mismo dé muestras de un nivel razonable de
participación, el “entrevistador” participa solicitando
informaciones. Gran parte de sus intervenciones son
del tipo de que: “¿Qué es lo que tú piensas de este asunto?”, ¿cómo habrías actuado
tú en mi lugar?”, “¿qué opinas de lo que acabo de decir?”, “¿qué opinión te merece el
grupo?”... Es decir, quiere conocer la postura de los demás antes de comprometerse
él. En la “ventana” del entrevistador puede observarse que la flecha que indica la
cantidad de eco fraterno que recibe es larga, mientras que la que indica el eco fraterno
que él da es bastante corta. Dado que éste individuo no se “posiciona” en el grupo,
resulta difícil saber cómo percibe él las distintas situaciones y problemas. En algún
momento de la andadura del grupo, otros miembros del mismo podrán exponerle
abiertamente el asunto y decirle: “Escucha bien: siempre estas preguntándonos
nuestra opinión sobre lo que ocurre, pero tú nunca dices tú opinión”. Este estilo que
hemos llamado de “entrevistador” puede, eventualmente, engendrar reacciones de
irritación, desconfianza y retraimiento.

3. El “Matraca”
En esta tercera ventana, el “Área ciega es muy amplia. Este individuo mantiene
fundamentalmente su nivel de interacción dando ecos fraternos, pero solicitando
muy poco. Su estilo de participación consiste en decirle al grupo su propia opinión
del mismo, cómo se siente ante lo que ocurre en el grupo y cuál es su postura respecto
de las cuestiones y problemas de éste. En determinadas ocasiones podrá agredir

26
a los miembros del grupo o criticar a éste en su
conjunto, convencido de que con ello está siendo
abierto y dándose a conocer a los demás. Pero, por
una razón o por otra, o bien parece ser insensible
al “eco fraterno” que le es dirigido, o bien no “da
oídos” a lo que los demás dicen. Podrá ser un mal AL AC
oyente, o podrá también reaccionar al “eco fraterno”
de tal modo que los integrantes del grupo se
mostrarán reacios a seguir proporcionándole dicho
eco fraterno. Si, por ejemplo, se enfada, protesta y
amenaza con marcharse, resulta que no sabe cómo AO AD
le están viendo los demás y cuál es el impacto que
produce en ellos. Como no parece hacer uso de la función correctora (realismo)
del eco fraterno del grupo, muchas de sus reacciones o aperturas parecen fuera de
lugar, extemporáneas o extravagantes. El resultado de esta comunicación unilateral
(casi exclusivamente de él hacia los demás) es que el individuo se estanca en un
comportamiento ineficaz. Como es insensible a la función “direccional” del grupo,
no sabe cuál es el comportamiento que necesita modificar. Su flecha de recepción
de eco fraterno es muy corta, mientras que la de transmisión de eco fraterno es muy
larga.

4. El “Tortuga”
Esta ultima ventana en la que el “Área
desconocida” es muy amplia, representa aquellas
personas que no saben gran cosa de sí mismas y a AL AC
las que, además, el grupo conoce muy poco. Podrá
ser el participante ”mudo” o el “observador” del
grupo, que ni da ni recibe “eco fraterno”. Como
puede observarse, en esta cuarta ventana, ambas
flechas, la de dar y la de recibir “eco fraterno”, son AO AD
muy cortas. Es la persona misteriosa del grupo,
porque a los miembros de éste les resulta difícil
saber cuál es su posición en el grupo en relación a
él. Parece tener un caparazón en torno a sí que lo aísla del resto de los componentes
del grupo. Si se le pregunta por su falta de participación, podrá responder con un
“yo aprendo más oyendo”. Los miembros que no se implican activamente o que no
participan en el grupo, reciben muy poco “eco fraterno”. Porque no suministran al
grupo los necesarios datos para que éste reaccione. Por el contrario, la persona que
es activa en el grupo, expone más facetas de su personalidad y proporciona a los
miembros del grupo más informaciones sobre las que poder darle eco fraterno. Y
aun cuando este tipo de intercambio pueda ocasionarle cierto tipo de incomodidad
al participante activo, éste aprende. Sin embargo, mucho más que el participante
“apagado”, que ni da ni recibe eco fraterno, denominamos “tortuga” a éste último,
porque su caparazón evita que las personas penetren en él y que él pueda salir de sí y

27
exponerse. Hace falta mucho esfuerzo para mantener una tan reducida “Área libre”,
en una situación grupal, debido a la presión que las normas del grupo ejercen sobre
este tipo de comportamiento. La energía que se emplea en mantener un sistema
cerrado no puede emplearse para el auto análisis y el crecimiento individual.
El objetivo de recibir “eco fraterno” y de exponer o dar “eco fraterno” consiste
en movilizar informaciones del “Área ciega” o del “Área oculta” hacia donde
puedan quedar al alcance de todos. Además, mediante el proceso de dar y recibir
“eco fraterno”, nuevas informaciones pueden pasar del “Área desconocida” al
“Área libre”.
Una persona puede tener una experiencia del tipo “eureka” (descubrimiento), si
de pronto recibe una relación existente entre una transacción que esté teniendo lugar
en el grupo y algún acontecimiento anterior. La transferencia de informaciones del
“Área desconocida” al “Área libre” puede denominarse “inspiración o introvisión”.
No es fácil dar “eco fraterno” de tal modo que éste pueda recibirlo sin la
menor sombra de amenaza para otra persona. Esta técnica requiere práctica en
desarrollar la sensibilidad respecto a las necesidades de los demás y en ser capaz
de ponerse en el lugar de los demás. Hay personas que piensan que este proceso
de dar y recibir “eco fraterno” no puede ser aprendido únicamente a través de la
práctica, sino que requiere una filosofía básica o un conjunto de valores que hay que
aprender previamente. Esta filosofía básica consistiría en la aceptación individual
de uno mismo y de los demás. En la medida que esta aceptación crece, disminuye la
necesidad de dar un “eco fraterno” dotado de ponderación y de juicio.

28
ANEXO 4
ECO FRATERNO

1. ¿QUÉ ES?
La palabra Eco fraterno es sinónimo de la palabra feed back, que traducida
literalmente significa “retroalimentación” o “mecanismo de rebote”, la cual se utiliza
en diversas ramas. En cuanto a la comunicación o a las relaciones interpersonales,
consiste en: “Comunicar de forma verbal o no a la otra persona o grupo sobre su
conducta y cómo ésta nos está afectando, ofreciendo dicha información lo más cerca
del momento en que percibimos esta conducta y reaccionamos ante ella.

2. ELEMENTOS DEL ECO FRATERNO:


Tiene dos elementos: perceptual y emocional.
Perceptual: “lo que yo observo en la conducta del otro”. Con lo que se quiere
decir que el eco fraterno parte de lo que yo puedo observar que otra persona hace
(ej. Desorden, apatía) o deja de hacer (ej. Los servicios), y que yo al percibirlo tengo
la inquietud o el deseo de comunicar.
Emocional: “qué sentimiento produce en mi la conducta observada”. Aquí
nos muestra el segundo elemento, que se refiere a lo que me hace sentir la conducta
que he observado, que puede ser tanto positivo (ej. “Me sentí muy bien al ver tu
servicialidad”) como negativo (ej. “Me sentí incómodo al verte así, apático”).
Por ejemplo, una persona le dice a otra: “he observado que has mantenido
silencio durante toda la sesión, y eso me preocupa”.
El elemento perceptual es: “he observado que has mantenido silencio durante
toda la sesión”. Y el elemento emocional es: “y eso me preocupa”.

3. ¿QUÉ NO ES ECO FRATERNO?


“Lo que yo imagino sobre el otro”, sobre sus sentimientos, problemas, actitudes,
por ejemplo: “está aburrido”, “no tiene interés”, “se siente rechazado”.
“Lo que yo pienso del otro”, la idea que yo me he formado sobre él. Por ej.: “Es
un inmaduro e infantil”, “este grupo no profundiza”.
“La interpretación que doy a la conducta y sentimientos del otro” (juzgar),
basándome en suposiciones que bien podrían ser reflejo de mis propios conflictos.
Por ej.: “lo que a ti te pasa es que, como te han llamado la atención, te has disgustado
y lo demuestras haciendo como que no prestas atención”.

29
4. OBJETIVOS DEL ECO FRATERNO.
Crear en la persona a quien se le ofrece una mayor conciencia de cómo él afecta
a los demás, y estimular cambios positivos en su conducta, sentimientos, actitudes
y percepciones.
Chequear que las percepciones de la persona que ofrece el eco fraterno se ajusten
a la realidad y saber cómo se está percibiendo el mensaje que envían los demás.
Nuestra percepción está matizada por nuestros pensamientos y sentimientos, lo que
puede llevarnos a distorsionar lo que percibimos en el otro.
Establecer entre el emisor y el receptor una comunicación bidireccional
(comunicarse).

5. CRITERIOS PARA OFRECER UN ECO FRATERNO ÚTIL Y


EFECTIVO
Es descriptivo más que evaluativo. Al describir una conducta y cómo nos
afecta, dejamos a la persona en libertad de hacer uso de la misma en la forma que
considere más adecuada; y al evitar la evaluación se reduce la necesidad de que la
otra persona reaccione de forma defensiva y cierre la comunicación.
Ejemplos:
Es eco fraterno: “Pedro, desde hace unos minutos estás haciendo gestos a Luis
y ambos se están riendo”
“Ana, mientras estoy explicando éste punto, le has pasado un papel a María y
ella al mirarlo se han sonreído”
No es eco: “Pedro y Luis con su actitud están saboteando la sesión”
“Ana y María, dejen los chismes, si no les importa el tema, váyanse”.
Es específico, más bien que general. Se refiere a un caso concreto, no
generaliza. Señala lo que ha observado aquí y ahora.
Ejemplos:
Es eco: “Jesús, veo que te estás riendo y tienes gestos irónicos porque Marisela
se equivocó”
No es eco: “Jesús, eres burlón, desconsiderado y arrogante”.
Toma en consideración las necesidades del que lo recibe y del que lo
ofrece. Si sólo tiene en cuenta al que lo ofrece, puede ser destructivo para el que lo
recibe.
Ejemplos:
Es eco: “Mónica (tímida y callada), no te he oído hablar en toda discusión y me
gustaría escuchar tu opinión”.
No es eco: “En este grupo hay personas que no se comprometen con nada

30
porque son muy egoístas. Y una de ellas eres tú, Mónica”.
Se dirige hacia comportamientos modificables. Si señalamos alguna
limitación incontrolable para la persona, sólo aumentamos su frustración.
Ejemplos:
Es eco: “Maribel, estoy observando que con frecuencia te pones el cuaderno en
la cara y pareciera que le dices algo a tu compañero”.
No es eco: “Sonia, trata de controlar tu tic nervioso, porque de tanto repetirlo
me pones nervioso”.
Debe ser solicitado antes que impuesto. Es mucho más útil cuando la propia
persona interesada lo solicita de palabra o por sus actitudes.
Ejemplos:
Es eco: “¿Cómo se han sentido al exponerles este tema así?
Debe ser ofrecido en el momento oportuno. Es más efectivo si se ofrece
inmediatamente después de haber ocurrido la conducta, teniendo en cuenta la
preparación de la persona o grupo para recibirla.
Ejemplos: Es eco: “Rebeca y Juan, en este momento puedo observar que están
durmiéndose y siento que no están aprovechando esta actividad”.
No es eco: “Creo que hemos perdido el tiempo esta mañana. Me siento
decepcionado de ustedes porque durante la sesión han estado medio dormidos, sin
participar, y varios se levantaron para tomar agua como si el tema no les interesara”.
Compruebe si el eco fraterno es correctamente captado. La comprobación
se efectúa analizando la reacción del interlocutor o pidiéndole que repita fielmente
las palabras que se le han dicho.
Ejemplo: “Claudia, ¿quieres repetir lo que acabo de decirte?”.
Explique los motivos que le impulsan a dar el eco fraterno. Manifieste con
franqueza qué sentimientos le provocan las conductas o actitudes del interlocutor y
por qué se da en ese momento el eco fraterno.
Ejemplo: “Jorge, me siento preocupado porque te veo solo y muy serio”.
“Jenny, te siento poco participativa en el grupo y como si tuvieras alguna
preocupación, y eso me preocupa a mí también”.
Es importante cuidar mucho el ejercicio del eco fraterno para que nadie
se convierta en una especie de juez universal de los demás.

6. CRITERIOS PARA LA PERCEPCIÓN DEL ECO FRATERNO.


• Solicite de los demás el eco fraterno con la mayor frecuencia posible.
• Diga concretamente qué informaciones le interesan.

31
• Evite la tentación de defenderse o refutar lo que le dicen.
• Examine la importancia de las informaciones que le dan.
• Comunique cuáles son sus reacciones ante un eco fraterno recibido.

32
DINÁMICA DE LA COMUNICACIÓN

Objetivos
• Procurar integrar a quienes no se conocen y a quienes mantienen prejuicios
y resentimientos.
• Intentar unas relaciones ágiles a nivel afectivo.
• Proporcionar a los miembros del grupo el sentido del aprecio hacia los
demás.
• Integrar al grupo y propiciar el “deshielo”.

Material a Utilizar
Una cartulina de 8 x 12 cm. para cada uno en la que figuren 1 ó 2 de los temas
que aparecen al final el ejercicio.

Ambiente Físico
Una sala lo bastante amplia para que quepan cómodamente sentados todos
los participantes. Esto es conveniente, para no perder mucho tiempo en salir los
diferentes grupos y así poder aprovechar más la dinámica. Sin embargo, si el
servidor lo considera conveniente, los grupos pueden salir a los diferentes ambientes
disponibles, siempre y cuando se respete al máximo el tiempo de trabajo para los
grupos, ya que debemos recordar que esta dinámica es el primer encuentro de los
grupos del ¿Quién soy yo?

Proceso
El catequista explicará de manera sencilla los objetivos del ejercicio (no es
necesario escribirlos para que ellos los vean, ni dedicar mucho tiempo). Para el
desarrollo de la dinámica, el primer paso es dar a conocer los grupos de trabajo, que
son los del ¿Quién soy yo?
Se explica entonces, que a cada grupo se le dará un tema particular y que
simplemente deben intercambiar ideas, no opiniones, sobre unos temas que se
indicarán. Hay que aclarar que no se trata de un grupo debate; sino que la tarea
se centra en un problema- reflexión y en una profundización. El intercambio de
experiencias que se dé en cada grupo ha de centrarse en la persona, la vivencia y los
sentimientos.
En cada grupo se encontrarán, los acompañantes o personas que van a
dirigir la dinámica del ¿Quién soy yo?, y por tanto es importante que el catequista
les explique con detenimiento lo que se persigue con esta dinámica. A continuación,
se le entrega a cada grupo una cartulina en la que figuren 1 ó 2 de los temas que

33
aparecen al final. Cada participante del grupo deberá completar las frases que le
hayan tocado en suerte, procurando profundizar lo más posible. Es importante que
el intercambio de recuerdos, experiencias, tristezas y alegrías se produzca en un
clima de apertura y de calor humano, y para esto es conveniente que los guías sean
espontáneos y no interrogadores, y que motiven a la participación de todos como un
hecho importante para que la dinámica pueda ser fructífera.
Por último, cuando se termine el tiempo estimado, se llamará a todos los grupos
para realizar una puesta en común, donde el catequista buscará la participación de
algunos en cuanto a cómo se sintieron al comunicar sus sentimientos, experiencias,
recuerdos, etc.; y cómo sintieron la receptividad o interés de los demás participantes.
Relación de posibles temas para el ejercicio del intercambio de
experiencias: ANEXO 6
• El éxito en la vida se consigue...
• Cuando uno sufre, siente...
• Comenzamos a ser adultos cuando...
• El momento inolvidable de mi vida...
• Lo que más me gusta en la vida...
• Cuando tengo un problema difícil...
• Las ocasiones en las que me he sentido útil...
• Las ocasiones en las que me he sentido inútil...
• Un acontecimiento que me ayudó mucho en mi vida...
• Hace algún tiempo que...
• Yo quería ser...
• Un buen consejo a su debido tiempo...
• Cuando tengo algo que decir...
• Cuando tengo un momento difícil...
• Las cosas que mueven...
• Las situaciones que me provocan...
• Cuando era niño, detestaba... y ahora...
• Cuando me enfado...
• Cuando comparto con... me siento...

34
DINÁMICA DE LA VENTANA DE JOHARI

Objetivos:
• Describir lo que es un comportamiento abierto y otro cerrado en términos
de la “Ventana de Johari”.
• Identificar las fuerzas que facilitan o inhiben el proceso de dar y recibir “eco
fraterno”.
• Fomentar el comportamiento abierto en el grupo a base de facilitar el “eco
fraterno”.

Material a Utilizar
• Una copia del cuadro de evaluación personal para cada uno de los miembros
de los grupos.
• Una copia de la “Ventana de Johari” (puede ser una copia para cada grupo,
aunque ésta puede considerarse opcional).
• Lápiz o bolígrafo para cada participante.

Ambiente Físico
Para el inicio de la actividad será necesario trabajar en un salón amplio, para
dar primero las nociones generales de la dinámica y para la realización personal del
cuadro de evaluación. El compartir de los cuadros de evaluación, por grupos del
¿Quién soy yo?, puede realizarse en un salón lo suficientemente amplio como para
que no interfieran los diferentes grupos en su trabajo, y también puede realizarse en
diferentes ambientes (es conveniente llevarlos ya determinados) para cada grupo, lo
cual queda a la preferencia del catequista.

Proceso
El animador, basándose en la catequesis expuesta sobre la “Ventana de Johari”,
recuerda las partes de dicha ventana y la importancia que tiene el ampliar el “Área
libre” y reducir el “Área ciega” y el “Área oculta”. Explica brevemente y con sencillez
los objetivos de la dinámica.
El catequista explica cómo uno de los objetivos del ejercicio consiste en
descubrir una serie de datos de los participantes de los que éstos no son conscientes,
es decir, de reducir el “Área ciega”. La manera de hacerlo será mediante el proceso
de dar y recibir “eco fraterno”, lo cual significa que es preciso mostrarse receptivo en
relación al “eco fraterno” y solicitarlo. En términos de “Ventana de Johari”, quiere
decir que la línea vertical se desplaza a la derecha a medida que se reduce el “Área
ciega”.

35
El catequista podrá ilustrarlo gráficamente en un cuadro (realizado en un
pizarrón o en papel, que sirva de base y donde con tizas o una tira de papel se dé
movilidad a las líneas) o por cualquier otro medio:

AL AC

AO AD

A continuación, el animador pide que cada cual examine su cuadro de


“evaluación personal”, en el que se observa una escala horizontal, del 1 al 9, que
describe la extensión que puede alcanzar un “eco fraterno” solicitado. A indicación
del catequista, cada cual trata de recordar la reunión anterior del grupo (dinámica
de la comunicación), cuántas veces pensó en el transcurso de dicha reunión cómo lo
veían los demás, y cuántas veces deseó saber cómo se sentían éstos y cómo lograban
permanecer en el grupo. Sin embargo, puede también decirles que lo comparen con
su vida cotidiana (en su casa, con su caravana, etc.), para así vislumbrar cómo es su
nivel de comunicación, lo cual ayudará a los guías para conocer cómo es el nivel de
comunicación del caminante.
Ahora el catequista pide a cada uno que observe de nuevo el mencionado
cuadro de “evaluación personal” y localice en la escala la posición que exprese el
“eco fraterno” solicitado realmente en dicha reunión. Es preciso insistir en que hay
que registrar el número de veces que se ha solicitado realmente el “eco fraterno”, no
el número de veces que se ha sentido la necesidad de hacerlo. Cada cual traza una
línea vertical en su respectivo cuadro que indique cuál es su localización exacta en
esos momentos.
El catequista vuelve a insistir en que el ejercicio persigue otro objetivo: que es
lograr una mayor apertura a base de ofrecer al grupo determinados datos que, por
una razón u otra, mantenemos en secreto. En otras palabras, reducir el “Área oculta”.
El catequista ilustra, en el cuadro o en cualquier otro medio, cómo desciende la línea
horizontal cuando se reduce dicha “Área oculta”:

36
AL AC

AO AD


El catequista muestra, a continuación, que, al reducir el “Área ciega” y el
“Área oculta” a base de dar o recibir “eco fraterno”, al mismo tiempo estamos
aumentando el tamaño de nuestra “Área libre”. Cada cual toma de nuevo su cuadro
de “evaluación personal” y observa en él la escala vertical del 1 al 9, a la izquierda
del cuadro, que mide la auto-apertura o el “eco fraterno” que uno da de sí mismo
al grupo. Todos deben recordar, pues, la última reunión del grupo (dinámica de la
comunicación) y hacer un recuento del número de veces que, en el transcurso de
dicha reunión, sintieron la necesidad de dar “eco fraterno” o de abrirse al grupo
expresando sentimientos o impresiones personales.
Cada cual trata de localizar, en la escala vertical de su cuadro, la “evaluación
personal,” la apertura que actualmente ofrece al grupo. Es preciso subrayar, una
vez más, que hay que registrar únicamente el “Eco fraterno” realmente dado, no
el número de veces que se ha sentido la necesidad de darlo. Una vez localizada la
posición en la mencionada escala vertical, se traza una línea horizontal a lo ancho
del cuadro.
Luego se procede a trabajar en los grupos de ¿Quién soy yo?, exponiendo
cada uno su cuadro de evaluación personal, invitándolos a que comuniquen todas
aquellas actitudes personales, tanto para dar o recibir “eco fraterno”, que hayamos
descubierto en nuestra evaluación personal. Es aconsejable que, en el transcurso de
esta actividad, todos procuren darse y recibir “eco fraterno” mutuamente acerca
de la auto-evaluación que cada cual haya reflejado en su cuadro respectivo. Una
vez concluida esta etapa, los miembros de cada uno de los grupos deben tratar de
identificar cuáles son las fuerzas que actúan en el grupo y que facilitan o dificultan el
proceso de dar y recibir “eco fraterno”, procurando hacer una lista de dichas fuerzas
que luego habrán de ser presentadas en la reunión conjunta.
Por último se realiza una plenaria donde se comparte la lista de fuerzas que
han descubierto los diferentes grupos, y esto será motivando a la participación
individual y espontánea de los diferentes participantes. El catequista dará el tiempo
que considere prudente para esto y concluirá la dinámica.

37
ANEXO 5

38
ANEXO 6

DINÁMICA DE FRASES INCOMPLETAS

• El éxito en la vida se consigue...


• Cuando uno sufre, siente...
• Comenzamos a ser adultos cuando...
• El momento inolvidable de mi vida...
• Lo que más me gusta en la vida...
• Cuando tengo un problema difícil...
• Las ocasiones en las que me he sentido útil...
• Las ocasiones en las que me he sentido inútil...
• Un acontecimiento que me ayudó mucho en mi vida...
• Hace algún tiempo que...
• Yo quería ser...
• Un buen consejo a su debido tiempo...
• Cuando tengo algo que decir...
• Cuando tengo un momento difícil...
• Las cosas que mueven...
• Las situaciones que me provocan...
• Cuando era niño, detestaba... y ahora...
• Cuando me enfado...
• Cuando comparto con... me siento...

39
ANEXO 7

MOTIVACIÓN AL ¿QUIÉN SOY YO?

Una vez compartidas las frases incompletas, se realiza una pequeña interiorización y
motivación al quién soy, esto servirá al joven para que vaya preparándose para la realización
de su cartel del quién soy… para una mejor profundización e introspección del mismo…
Se inicia con una sensibilización, música de fondo y lectura del cuento quien soy yo

¿QUIÉN SOY?

Una mujer estaba agonizando. De


pronto, tuvo la sensación de que era
llevada al cielo y presentada al tribunal
de Dios.

- ¿Quién eres?, dijo una voz.


- Soy la mujer del alcalde, respondió
ella.
- Te he preguntado quién eres, no con
quién estas casada.
- Soy la madre de cuatro hijos.
Te he preguntado quién eres, no
cuántos hijos tienes.
- Soy una maestra de escuela.
- Te he preguntado quién eres, no cuál
es tu profesión.

Y así sucesivamente. Respondiera lo


que respondiera, no parecía dar una
respuesta satisfactoria a la pregunta
sobre quién era desde sí misma y desde
todo el ser que desde su persona podía
celebrar junto al tú de los demás.
Evidentemente no consiguió pasar su Nota: Seguidamente se anexará
examen, porque fue enviada a la tierra. un material que servirá a cada
Cuando se recuperó de su enfermedad, charlista o facilitador que lleve cada
tomó la determinación de averiguar grupo de vida o fraternidad del quién
quién era. soy. Anexo8

40
ANEXO 8
DINÁMICA ¿QUIÉN SOY YO?

INDICACIONES PRÁCTICAS PARA LOS FACILITADORES:


1. Antes de comenzar la dinámica, dedicar unos minutos a crear ambiente de
confianza con algunas dinámicas o juegos. Conviene comprometer a todos
para que no se comente o hable afuera de lo ocurrido o dicho en el grupo.
2. Se inicia la dinámica, presentando cada integrante su cartel a los demás. Lo
enseña y se observa en silencio.
3. Una vez vistos los carteles, se pregunta: ¿quién desea comenzar? Se le pide
que muestre nuevamente su cartel, lo ponga en el centro y vaya explicando.
Conviene que esta primera persona no sea muy problemática y ayude a
desarrollar el ambiente positivo en el grupo.
4. Es importante señalar que hay libertad para contestar las preguntas o dar
informaciones personales.
5. La sinceridad es condición indispensable para el fruto de la dinámica.
6. Todos en el grupo deben preocuparse por el otro: hacer preguntas, decir
algo de él.
7. Es importante ayudar a descubrir los “POR QUÉ” de lo que nos sucede.
8. Como facilitadores, en el cumplimiento de esta misión, debemos:
• Evitar acorralar a las personas.
• Facilitar que se exprese, teniendo en cuenta que las preguntas no deben
obedecer a la simple curiosidad, sino deben ayudar a profundizar en las
actitudes, situaciones, por qués...
• El nivel de comunicación lo fija el individuo y el grupo. Sin embargo, el
facilitador debe indicar en qué nivel se participa para que se tome conciencia
de ello, y si lo creyera necesario puede sugerir que las comunicaciones se
realicen a niveles más profundos y significativos.
• Cuidar que, a consecuencia de estados fuertemente emotivos, se comuniquen
intimidades que dejen sin defensas a la persona.
• Hacer conscientes, cuando llegue el caso, las resistencias que se aprecian
en la persona, las desconfianzas, las dificultades, los rasgos de timidez o
superioridad…
• En los casos de timidez, es importante que la persona tome conciencia de
cómo le influye esta característica, pero también hay que hacerla consciente
de los valores y aspectos positivos que en él se aprecian y que son la base
para superar el negativismo.
• En caso de tratarse de una persona engreída, debe ayudársele a reconocer

41
sus deficiencias.
• En todos los casos, es importante comentar las actitudes y características
que se aprecian.
• Para concluir, es conveniente hacer un resumen de aspectos a superar y
cualidades a potenciar.
• Tener siempre presente el recurso de la Oración por esa persona, ya que en
oportunidades no podemos hacer mucho sin su ayuda.
• No jugar a los Psicólogos. Son “personas” con las que estamos trabajando.
Si es posible consultar a las personas de más experiencia.
9. Cada grupo es independiente, en cuanto a tiempos libres, juegos (usarlos
también para relajarse), pero hay que respetar los tiempos de la convivencia:
ALMUERZO, CENA y ACOSTADA.
10. Hemos estimado que el tiempo máximo a dedicar a cada persona sea de 90
minutos.
11. Tal vez lo más importante es tener claro, como finalidad, ayudar a los
jóvenes a iniciar su proceso de autoconocimiento, y pensar que nosotros
tenemos las herramientas y los deseos necesarios para ayudarlos a esto.

42
DIOS MISERICORDIOSO

Objetivo
• Descubrir en qué consiste el pecado y a su vez conocer lo que éste produce
al hombre que permanece en Él.
• Conocer a profundidad el sacramento de la reconciliación, y enseñar las
diferentes partes que lo componen.
• Vivenciar a un Dios misericordioso

Ideas Centrales
Trabajar con la miseria-Misericordia (según lo que nos dice San Agustín)
Confesiones (ambientación)
Es Jesús el que nos perdona y nos muestra la misericordia del Padre.
Matizar la palabra miseria. 
Idea de que el encuentro de la limitación y el encuentro con el misericorde es el
fundamento del cristianismo.
Eres distinto desde el abrazo con Dios: con Él te encuentras y Él te regala su perdón.
El abrazo de misericordia de Dios me hace cambiar y produce en mí una respuesta.
Conócete.
El abrazo está entre el acéptate y el supérate.
Abrir los ojos en la limitación.
Esas son las ideas centrales que se quieren mostrar con el tema, en especial que el
pecado representa la miseria del hombre y la misericordia viene de Dios como regalo, y que
debe originar en nosotros una respuesta. Allí está el tema para proporcionar alguna ayuda.

Recepción
Se puede comenzar con la narración o con la representación del siguiente
testimonio de San Juan Crisóstomo: Éste era patriarca de Constantinopla (muere, 407),
defendía con todo valor la religión contra los herejes y combatía fuertemente los vicios. Por
ello se ganó el odio del emperador Arcadio, el cual dijo a sus cortesanos: “Quisiera vengarme
de este obispo. ¿Qué tengo que hacer?” Uno respondió: “Destiérralo. Otro: “Quítale sus
bienes”. Un tercero: “llévalo a la cárcel”. Un cuarto: “Mátalo, así todo queda terminado”.
Un quinto, que veía más claro que los demás: “Se equivocan todos, estos medios no sirven
para nada”. ¿El destierro?, para él todo el mundo es la patria. ¿La cárcel?, besará las cadenas.
¿La confiscación de los bienes?, es quitársela a los pobres. ¿La muerte?, le abrirá el cielo.

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Señores, si quieren la verdad, vénguense de este hombre obligándole a cometer un pecado: es
lo único que teme. El santo obispo fue desterrado a Armenia y murió después de 4 años de
persecuciones y padecimientos. Tenía por mote esta palabra: “Una sola cosa hay que temer: el
pecado”. De esta manera se les hace ver lo importante que es conocer a profundidad
todo acerca del pecado para poder descubrir el porqué del temor de este santo.

Motivación
Se debe partir del siguiente pensamiento de San Agustín:
“Eres hombre y pecador. Hombre, en cuanto a hechura de Dios. Pecador, en cuanto
hechura de ti mismo” (Serm. 13,8).
Se invita a que algún caminante lo lea en voz alta y se pregunta qué significado
tiene. Es importante hacer ver a los caminantes (luego de haber permitido la
participación de algunos), cómo nuestra persona está constituida por 2 partes, una
que es el verdadero ser, que es imagen y semejanza del creador y por tanto es amor,
bondad, armonía, felicidad, y que nos permite ser categorizados como hombres;
pero existe otra que es obra nuestra cuando excluimos al creador, que nos lleva a la
tristeza, inconformidad, enemistad, y nos convierte en pecadores. Se puede así dar
paso a la catequesis haciendo ver lo importante que es, por tanto, conocer sobre el
pecado para poder buscar la manera correcta de liberarnos de él.

Catequesis
Con este tema se pretende que el caminante descubra claramente en qué
consiste el pecado, y debe ser explicado con la mayor claridad posible. Luego de
esto, se debe enlazar con el significado que tiene el sacramento de la reconciliación
y la definición de cada una de las partes de la misma. Este tema debe ser realizado
en su totalidad por parte de un acompañante, pudiendo ser ayudado por los demás
charlistas, para tomarlo incluso como ejemplo para lo que es la dinámica del taller.
Para esto se propone el siguiente esquema de trabajo:

• Pecado........................................................45 min.
• Cantos........................................................30 min.
• Reconciliación...........................................45 min.

Pecado-Miseria
Muchas veces hemos escuchado la palabra “pecado”. Y también hemos oído
decir mil veces que el pecado es un gran mal, el único mal, un mal infinito, como lo
llama San Agustín. Pero ¿cómo es que este “gran mal” se comete tan fácilmente,
por una nada y como una burla o diversión? Algunos, ¡hasta se glorían de haberlo
cometido! Y de pecados está llena la tierra. ¿Por qué ocurre tal cosa?, no se piensa en

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su gravedad y malicia: he aquí el por qué.
El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al
amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso
a ciertos bienes o acciones. Ha sido definido como “una palabra, un acto o un deseo
contrarios a ley eterna. Es importante que escuchemos y nos demos cuenta entonces
de lo que se hace cuando se comete un pecado mortal.
Existe una gran diversidad de pecados, y la escritura nos pone varias listas. La
Carta a los Gálatas opone las obras de la carne a las obras del espíritu: “Las obras de
la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios,
discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces,
orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo como ya os previne, que
quienes hacen tales cosas no heredarán el reino de los cielos” (5,19-21). Y la raíz del
pecado está en el corazón del hombre, en su libre voluntad, según la enseñanza del
Señor: “De dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios,
fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias. Esto es lo que hace impuro al
hombre” (Mt. 15,19-20). En el corazón reside también la caridad (virtud teologal
a través de la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro
prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios), principio de las obras buenas y
puras, a la que hiere el pecado.
De acuerdo a la gravedad del pecado, existen pecados mortales y pecados
veniales. Los pecados mortales son aquellos que cumplen tres condiciones:
requiere como objeto una materia grave (precisada por los diez Mandamientos),
plena conciencia (presupone el carácter pecaminoso del acto que comete, con
plena conciencia de que es contrario a ley de Dios), y del consentimiento (opta
personalmente por el pecado). Por tanto el pecado mortal destruye la caridad en el
corazón del hombre por una infracción grave de la ley de Dios; que es su fin último
y su bienaventuranza, prefiriendo un bien inferior.
Los pecados veniales son aquellos que se cometen en una materia leve de
acuerdo a la ley moral, o cuando se desobedece a ley moral en materia grave, pero
sin pleno conocimiento o sin entero consentimiento. Éste deja subsistir la caridad,
aunque la ofende y la hiere.
Es importante que escuchemos y nos demos cuenta entonces de lo que se hace
cuando se comete un pecado mortal, ya que no es nada sencillo, porque implica un
doble efecto: contra Dios y contra nosotros mismos.

Contra Dios, ya que es:


• Una rebelión contra Dios, es una ofensa hecha a Dios, desobedeciéndolo;
ahora bien, el que hace un pecado es un rebelde, uno que se rebela contra
Dios. Un ejemplo de esto lo tenemos con:
San Policarpo en la hoguera.- un anciano de 80 años, es arrastrado al suplicio (era
éste una pila de leñas, donde debía ser quemado vivo). Los verdugos le hicieron esta propuesta;

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“si cometes un solo pecado, te dejamos libre”. A lo que dijo el santo: “¿Cómo? ¿Un pecado?
¿He de ofender yo a mi Dios, pisotear su ley? Le obedecen los ángeles y todas las criaturas,
los astros, las plantas, los vientos, los mares, los abismos..., y ¿he de desobedecerle yo? ¿Qué
mal me ha hecho Él a mí? Es mi creador, Señor y Padre...Son muchos los años que le sirvo,
y ahora ¿he de revelarme contra Él? ¡Ah no! ¡Moriré mil veces antes de cometer un solo
pecado!” Así las cosas, fue llevado al suplicio, y mientras las llamas lo consumían, alababa y
bendecía al Señor.
Este santo mártir comprendía bien lo que es revelarse a Dios. Por tanto, cometer
un pecado es como afrentarse contra Dios y decirle altivamente ¡Tú, Señor, no tienes
derecho a mandarme!, y yo no tengo por qué obedecerte, y no te obedeceré.
• Una ofensa contra Dios es levantar la mano a la majestad infinita de Dios. Así
la ofensa que realiza un pecador a Dios es mayor si se piensa que establece
una indigna comparación entre Dios y el demonio. Para iluminar estos
aspectos tenemos estas dos historias:
Encontrándose el rey santo de Francia, Luis IX (muere, 1270) en una embarcación en
plena mar, con un confidente suyo que se llamaba Joinville, le preguntó si prefería la lepra
(horrible enfermedad) a un pecado mortal. Y Joinville respondió al momento: “¿La lepra?,
prefiero treinta pecados mortales a tener esta terrible y asquerosa enfermedad.” Y entonces
el rey, completamente afectado por el dolor, añadió: “¡Desgraciado! ¿No sabes que el pecado
mortal es la más grave ofensa que se puede hacer contra Dios? ¿Sabes bien quién es Dios y
quiénes somos nosotros? Dios es el ser perfectísimo, majestad infinita, el Señor del universo...
Delante de él todos los reyes de la tierra, todas las generaciones del mundo son como una gota
de agua. Y usted, que es menos que un gusano o un insecto, ¿se atrevería a ofender a un Dios
tan grande? ¡Ah! Diga más bien: ¡Mil enfermedades y mil muertes, pero ni un solo pecado!
Así habla este santo que en toda su vida no cometió nunca pecados. El pecador,
miserable gusano que es, ofende al Omnipotente. Bien claro lo dice Job (16, 25): “El que ha
pecado ha levantado la mano contra Dios y a intentado abatir, destruir al Omnipotente.”
Cuando Jesucristo fue llevado ante Pilato, éste dijo a los judíos: “Hay aquí un ladrón
que se llama Barrabás, que debe ser condenado a muerte. Decidme: ¿A quién queréis que dé
libertad, a Barrabás o a Jesús?” Y los judíos gritaron: “¡Muera Jesucristo y dese libertad a
Barrabás! ¡Que monstruosa impiedad! Es horroroso, ¿verdad?
Pues bien, lo mismo hace el que comete pecado mortal. Con las obras dice: “A
mi nada me importa de Dios, prefiero al demonio, a esta torpe satisfacción, a esta
cólera, a esta venganza, a esta desobediencia, a este hurto, a este escándalo...” Aquí
tenéis la comparación criminal que establece el pecador. Es una comparación peor
que la de los judíos, porque no sólo una vez, sino muchas veces el pecador prefiere
al demonio que a Jesucristo.
Sabiendo además que todo esto lo cometemos bajo su mirada, porque existieron
pueblos bárbaros que no conociendo al verdadero Dios, adoraban al sol. De día se
guardaban de pecar, pero de noche cometían toda clase de iniquidades, y decían:
“de noche no está, no nos ve el sol, luego podemos pecar”. Eran unos ilusos; pero al
menos tenían respeto a su dios. Nosotros en cambio, siempre estamos bajo la mirada

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de nuestro Dios, y no sólo eso, sino que “en él vivimos, nos movemos y somos”, no
encontraremos un lugar donde escondernos de él, porque Él lo ve todo, lo sabe todo,
penetra en todo y escudriña hasta los pensamientos.
• La ingratitud a Dios. El que peca se hace parte de la más negra ingratitud a
Dios, porque:
Desprecia los beneficios: el pecador que maltrata a Dios, ¿ha recibido de Él algún
mal? Todo lo contrario: sólo ha recibido beneficios e inmensos favores. Todo lo que
tenemos es un don de Dios. Él nos ha creado y nos conserva la vida; nos ha dado la
inteligencia, la salud y los bienes materiales. Además, para salvarnos del infierno
sacrificó a su divino Hijo Jesucristo, que nos redimió con su sangre, muriendo en la
cruz por nosotros, lo cual es el colmo de todos los beneficios. ¡Oh, qué gran mal es
despreciar los beneficios de Dios y la sangre de Jesucristo, derramada por nosotros!
De este mal se lamenta el Señor, diciendo por boca de Isaías: “He criado hijos y los
he engrandecido, y ellos me han despreciado”.
Devuelve mal por bien: el que mira el crucifijo debe comprender el gran mal que
con el pecado se hace a Dios, en lugar del bien que Él nos ha hecho. Así tenemos la
presente historia: “Blanca de Castilla, madre de San Luis, rey de Francia, decía muchas veces
a éste cundo era pequeño: ‘Sólo Dios sabe cuánto te quiero, pero preferiría verte muerto aquí
a mis pies antes de cometieses un solo pecado mortal.’ Y después, mostrándole un Crucifijo,
añadió: ‘Sabes que los pecados de los hombres han sido la causa de la pasión y muerte del
divino redentor, y que el que comete el pecado mortal vuelve a crucificar a Jesús”. Estas
palabras quedaron tan impresas en el corazón de Luis, que repetía muchas veces: “¡Morir
antes que pecar!” Así pues, queridos jóvenes, los que pecan gravemente crucifican de
nuevo a Jesús. Qué horrible ingratitud, la de crucificar a Cristo con cada pecado, y
¿por qué cosas? Por un capricho..., por un torpe placer en un instante...
Se sirve de los mismos beneficios para ofender al bienhechor: para entender mejor esto
escuchemos: “Un mendigo encontró en el camino a un señor a quien pidió limosna. Aquel
señor que era bueno y caritativo, le dio una moneda de oro. ¿Saben lo que hizo el pordiosero
con la moneda? Fue al momento y compró un puñal y, alcanzando al bienhechor cuando
entraba a su casa lo mató. ¡Qué monstruosidad! Pero, ¿estas cosas han sucedido? Sí, por
cientos de veces. Cada vez que cometemos pecados mortales, nos servimos de sus
beneficios para ofenderle y renovar su pasión y su muerte. Se sirve de la inteligencia
para fomentar malos pensamientos; del corazón, para desear cosas indignas; de los
oídos, para escuchar conversaciones malas y deshonestas; de la lengua, para decir
palabras escandalosas y blasfemias; de los ojos para mirar cosas malas y leer libros
inmorales; de las manos para cometer tantas infamias; de la salud, del tiempo... y
hasta de los sacramentos, para hacer sacrilegios. ¡Qué monstruo de ingratitud es el
pecador que se vale de los dones que Dios le dio para maltratarle y para matarle y
para clavar de nuevo a Jesús en la cruz! Es peor que los tigres y todas las fieras, las
cuales son agradecidas al que las beneficia.
Todo esto nos ha servido para recapacitar sobre todo el mal que hacemos a
Dios mismo con nuestros pecados, pero falta analizar el otro, aquel que nos afecta a
nosotros en el estado de pecado.

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Contra Nosotros Mismos
Este mundo es un valle de lágrimas, vemos cómo muchos lloran por diferentes
situaciones, desgracias; si preguntamos: ¿qué te pasa? encontramos lo siguiente: uno
llora porque está en la mayor miseria (lleno de necesidades); otro dice: se me ha
muerto mi padre (mi madre, o mi hijo); otro, soy calumniado, perseguido, y tengo
que ir a la cárcel; si nos encontramos a un niño llorando, nos dirá que se le perdió
un juguete. Y así, encontramos a una gran cantidad de personas que lloran, hasta
por cosas frívolas (un carro, ropa de moda, dinero...). Pero, ¿cuántos lloran por los
pecados cometidos? ¡Muy pocos! ¡El pecado sí es una gran desgracia! La mayor de
todas. Sin embargo muchos lo cometen y en lugar de llorar lo celebran y siguen
pecando. Escuchemos pues con atención los daños espirituales y temporales que nos
acarrea el pecado mortal, y así podremos ver si es o no la mayor de las desgracias.
Daños espirituales:
• La pérdida de la gracia de Dios y la deformidad del alma. El alma en gracia de
Dios es tan hermosa que puede decirse que es inferior a los ángeles, es tan
amada de Dios como la niña de sus ojos. Es la morada de Dios, lo dice el
apóstol San Juan: “El que está en la caridad está en Dios, y Dios en el” (1 Juan
4, 16). Los que están en gracia de Dios participan de la misma naturaleza
divina, como dice San Pedro (2 Pedro 1, 4). Pero si el alma se mancha con
el pecado mortal, ¡oh, qué cambio se hace en ella! ¡Viene a ser la morada
del demonio, y su fealdad es como la del demonio! San Felipe Neri, cuando
pasaba cerca de alguno que tenía el pecado mortal en su alma, se tapaba las
narices con el pañuelo, porque sentía el gran hedor que manaba de aquella
alma. Pensemos entonces: cuando se ha perdido la gracia de Dios y se tiene
el alma tan fea y repugnante, ¿se podrá reír?, ¿no habrá más bien motivos
para llorar? Démonos cuenta que el perder la gracia de Dios es como la
pérdida de un gran tesoro.
• La impotencia para merecer. Además de perder todos los méritos ya adquiridos,
el alma en pecado mortal no puede hacer ningún mérito para la vida eterna.
¡Gran desgracia! Por tanto, si hiciera penitencia, limosnas, mortificaciones,
oraciones..., de nada servirían. Sería como colocar cosas en una bolsa con
el fondo roto. Las obras buenas que realice sólo le servirán para obtener
gracias para su conversión.
• La esclavitud. El que comete pecado es esclavo del pecado, nos dice Juan en
el evangelio (8, 34), y es esclavo también del demonio.

¿CÓMO HACER UNA BUENA CONFESIÓN?

Cristo no prescribió los sacramentos en todos sus detalles. De hecho, a lo largo


de la historia, la iglesia iba cambiando la manera de celebrar el sacramento de la
Reconciliación, pero lo esencial sigue siendo lo mismo:

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1. Reconocimiento de los pecados:
Examinarse significa recordar las cobardías que hemos tenido para obrar bien y
evitar el mal; recordar nuestros descuidos, negligencias y pecados; recordar nuestra
falta de fe, esperanza y caridad, y recordar si estamos pensando como simples
criaturas materialistas y mundanas (Juan Pablo II 1979).
El examen de conciencia consiste en recordar los pecados que hemos cometido
después de la última confesión bien hecha y las causas y razones por las cuales
estamos cometiendo esas faltas.
Dice San Pablo: “examine cada cual sus propias obras, porque cada uno
responderá por sus pecados (Gal 6, 4)”
El examen de conciencia se realiza así:
• Pedimos al Espíritu Santo que nos ilumine y nos recuerde cuáles son los
pecados nuestros que más le están disgustando a Dios.
• Repasar los Diez Mandamientos para saber qué faltas hemos cometido
contra ellos, y los pecados capitales, pecados de omisión. A veces es
recomendable decir el número de veces que hemos cometido el pecado y
las circunstancia.
El hijo pródigo, huido de la casa paterna, pasó la vida en orgías y pecado, al fin se
convirtió; ¿pero cuándo?, cuando hizo el examen de conciencia vuelto en sí.
Si no se hace el examen de conciencia no se podrá conocer los pecados, ni detestarlos,
ni confesarlos ni borrarlos.
Para conocer nuestros pecados hacemos lo que comúnmente llamamos
“EXAMEN DE CONCIENCIA”. Tratamos de ver todo lo que nuestra conciencia
recuerda como pecado. Esto no quiere decir que tenemos obligación de rompernos
la cabeza para recordar y confesar todos los “pecaditos”. Lo que no debemos callar
son los pecados graves.
Confesando pocos pecados y tratando de penetrar hasta la raíz de ellos (actitud
interior mala), es más fácil tomar en serio la decisión de hacer algo para cambiar de
verdad.
2. Arrepentimiento por los pecados
Todo el rito de este sacramento no tendrá sentido para quien no se arrepiente,
para quien no se convierta interiormente. El arrepentimiento es algo más que
angustia, malestar, amargura o “quebrantos”. Es el dolor de haber violado el
amor de Dios y roto los lazos de la hermandad.
El dolor o arrepentimiento es el desagrado y odio de los pecados cometidos que nos
obliga a proponer no cometerlos más. Por medio de esta aflicción se hacen dos cosas:
a.- Se detesta y se odia a los pecados.
b.- Se propone no volver a cometerlos.

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Sin arrepentimiento no hay perdón, querer recibir el perdón de los pecados
sin el pesar de haberlos cometido y sin detestarlos, sería lo mismo que querer
andar sin piernas. El dolor es el alma de la confesión. Si el que se confiesa no tiene
arrepentimiento y pesar del pecado cometido es señal que aún ama al pecado y
quiere seguir cometiéndolo.
Existen dos clases de contrición:
• La contrición perfecta; es una tristeza o pesar por haber ofendido a Dios, por
ser Él quien Es, esto es por ser infinitamente bueno y digno de ser amado,
teniendo el mismo tiempo el propósito de confesarse y evitar el pecado.
• Atrición o arrepentimiento imperfecto: es una tristeza o pesar de haber
ofendido a Dios, pero solo por la fealdad y repugnancia del pecado, o por
temor de los castigos que Dios puede enviarnos por haberlo ofendido.
Para que la atrición obtenga el perdón de los pecados, necesita ir acompañadas
del propósito de enmienda y obtener el perdón del sacerdote en la confesión.
Cualidades del Arrepentimiento
Interno: debe brotar del corazón. Y no bastará decir el acto de contrición sólo
con los labios. “Oigan lo que dice el Señor: rasguen sus corazones, y no sus vestidos
y conviértanse”
Sobrenatural: es decir, que no sólo sea por los males materiales que nos trae el
pecado, sino porque con él causamos un disgusto a Dios y nos vienen males para el
alma y para la eternidad.
Sumo: quiere decir que debemos apenarnos por haber ofendido a Dios más
que por cualquier otra desgracia o pérdida que nos pudiera sobrevenir.
Universal: debe abarcar todos los pecados mortales que se han cometido, sin
exceptuar ninguno.
Los Santos han descubierto que para conseguir el verdadero arrepentimiento o dolor de
haber pecado, ayuda mucho hacer con la imaginación TRES VIAJES.
UNO AL CIELO: y pensar en las alegrías y felicidad que allá nos esperan. Pero pensar
en todo lo que perderé si sigo pecando. Aquí se logra el dolor de atrición.
SEGUNDO AL INFIERNO: ir con la imaginación a los castigos eternos (Mt 25,46) y
pensar que allá podemos también ir nosotros si no abandonamos nuestros pecados y malas
costumbres ¡Y yo con mis pecados lo he merecido! Aquí también se consigue la atrición.
TERCERO AL CALVARIO: y recordar todo lo que Jesús sufrió por nosotros (leer Cap.
27 de Mt.): Jesús en la cruz, que muere por mi clavado de pies y manos, que agoniza para
cerrarme las puertas del infierno y abrirme las del Cielo, y yo lo que he hecho es renovar su
crucifixión.

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3. Decisión de Cambiar o Propósito de Enmienda:
Si damos los dos pasos anteriores, nace sola la decisión o el propósito de
cambiar nuestra conducta. No basta sentir un deseo general de ser mejores, porque
esos deseos podemos tenerlos mucho tiempo, y mientras tanto, ¡seguimos obrando
siempre igual! Se trata de ver CONCRETAMENTE en qué y cómo vamos a
cambiar nuestra vida.
Esto no significa que si después volvemos a caer en el mismo pecado tengamos
que desanimarnos o pensar que nos habíamos confesado mal. A pesar de toda
nuestra buena voluntad, seguimos siendo débiles y en toda la vida no acabaremos
de salir del todo del pecado.
Es una voluntad firme de no volver a ofender a Dios. El propósito va unido
al dolor; si aquel falta, es señal de que no hay dolor, y entonces la confesión no es
buena y no se obtiene perdón.
El dolor debe tener tres cualidades, debe ser: firme, universal, eficaz.
FIRME: Quiere decir que no basta pronunciar solamente las palabras” propongo
firmemente...”, sino que se debe tener la voluntad firme de no pecar más.
UNIVERSAL: Quiere decir que debe abarcar todos los pecados mortales, sin
excepción. Si uno prometiese, por ejemplo, no cometer tal pecado, pero pensando
cometer otro, no tendría un propósito verdadero y no haría una buena confesión.
EFICAZ: Quiere decir a que a las palabras deben seguir los hechos, ateniéndose
a lo que dice el confesor. Es preciso huir de las ocasiones de pecado...
El que tiene verdadero propósito no descuida los medios necesarios para no
recaer en los pecados. Estos medios son la huida de las ocasiones, la oración, el
examen de conciencia frecuente, la palabra de Dios y la frecuencia de los sacramentos.

CUENTO: LA VISION DE UN SANTO


San Juan Bosco vio en una visión que los demonios amarraban al cuello a
los que se iban a confesar unos lazos para no dejarlos confesarse bien. El santo
preguntó en nombre de Dios a los demonios qué significaban esos tres lazos, y
ellos respondieron: el primero se llama “callar”, y significa que nosotros hacemos
que les dé miedo y se callen los pecados y no los digan al confesor. El segundo
se llama “no arrepentirse”, y significa que nosotros hacemos que no les dé tristeza
ni pesar haber ofendido a Dios, y así quedan mal confesados. Y el tercero no se lo
decimos porque es nuestro secreto... Entonces San Juan Bosco amenazó con la
señal de la cruz y el agua bendita a los diablos si no le contaban lo que significaba el
tercer lazo, y uno de ellos le respondió temblando: el tercer lazo se llama ”no hacer
propósito”, y significa que nosotros hacemos que la gente se confiese sin propósito
de volverse mejor, y así seguirán tan malos y pecadores después de la confesión
como lo que eran antes de confesarse, y desaparecieron todos los demonios entre
llamas de azufre, bramando de rabia por haber contado sus secretos.

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4. Confesión de los pecados al sacerdote:
Así preparados podemos acercarnos al sacerdote para confesar NUETROS
pecados (¡no los de los vecinos!). El sacerdote es un delegado de Cristo y un
representante de la iglesia que nos expresa visiblemente el perdón de Dios y de
nuestros hermanos.
Confesión de boca es manifestar sin engaño ni mentira los pecados cometidos
al confesor, con intención de recibir la absolución.
Dice la S. Biblia: “no te avergüences de confesar tus pecados”
(Eclesiástico 4,26). A quien calla los pecados no le irá bien, pero quien confiese
y los abandona, obtendrá misericordia de Dios (Proverbios 28,13). Confiesen sus
pecados y así serán curados espiritualmente (Santiago 5,16).
En la frase que Jesús dijo a sus apóstoles el día de resurrección: dice el evangelio
que sopló sobre sus cabezas y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A todo el que le
perdonen los pecados le quedarán perdonados” (Jn 20).
La confesión debe ser entera, o sea, manifestar todos los pecados mortales
cometidos desde la última confesión bien hecha. La confesión debe ser sincera, debe
hacerse sin embrollos los que dicen y desdicen, así no se hace una buena confesión,
sino una confusión; y sin excusas y mucho menos se debe echar la culpa a los demás.
Pretextos y Temores
1. Tengo mucha vergüenza. Esta es una tentación terrible que usa con
frecuencia el demonio, y un lazo con el que coge muchas almas.
2. Mis pecados son muy gordos, ¿y qué? ¿Hay acaso pecado que Dios no
perdone? Cualquier pecado, por grave que sea, será perdonado si se
confiesa bien. Esos pecados son los que hay que decir de primeros.
3. El confesor me reñirá y aunque así fuese. El confesor debe amonestar...
Pero no hay tales riñas, porque Jesucristo recibe siempre con dulzura a los
pecadores.
4. Se extrañará el confesor, perderá estima. El confesor sabe bien que todos
pueden cometer pecados graves, por lo que nada se extrañará.
5. El confesor manifestará a otros mis pecados. El confesor está obligado
a dejarse cortar la cabeza antes que descubrir un solo pecado oído en
confesión.
5. Manifestación de arrepentimiento (“Penitencia”)
Pecando rompemos el plan de Dios, causamos un desorden y hacemos un
daño. Y es normal que uno tiene que hacer algo para arreglar esa situación. No es
más que Justo. ¿No le parece?
Si yo le robo a usted plata, y después voy a visitarlo para pedirle perdón, ¿Qué
hará usted? ¡Me dirá que le devuelva su dinero! ¿O no? Además, la “penitencia”

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nos ayuda a comenzar a cumplir la decisión de cambiar la conducta. Si usted
confiesa que es muy apegado al dinero, podría proponerle al sacerdote que le dé
como “penitencia” ayudar a una persona pobre. O si nunca reza, que lea alguna
página de la Biblia. Así la confesión le irá ayudando a que su vida sea cada día un
poco más conforme al Evangelio.
San Agustín decía: “el pecado debe ser castigado o por nosotros mismos
o por Dios”
6. Absolución
“Absolver” quiere decir “desatar”; usted estaba como atado por sus pecados
y Dios lo libera desatándolo. Usted queda reconciliado con Dios, su padre, y con los
hombres. Esto debería ser motivo de alegría y de acción de gracia a Dios por su gran
bondad.

Al finalizar los pasos de una buena confesión, es importante RESALTAR


la imagen de DIOS MISERICORDIOSO…

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JESÚS, EL REINO DE DIOS

Objetivos
• Descubrir que nosotros vivimos en el Reino de Dios en el aquí y en el ahora
• Reconocer que debemos convertirnos para vivir el Reino de Dios

Materiales
• Biblias
• Características del Reino de Dios (material ANEXO)
• Vestuario para la dramatización

Esquema Propuesto
1.- Instauración del Reino: Dramatización (Lc 4, 16-20)* Mt 28, 18-20
2.- Verificación del Reino: Lc 7,22 * Lc 22,29
3.- El Reino, el que aquí y el ahora: Lc 6, 36-38 * Mc 1,15
* Frase S. Francisco
4.- Trabajo en Grupo (preguntas)
a.) ¿Cuáles son los signos actuales del Reino?
b.) ¿Estoy dispuesto a convertirme al amor para vivir el Reino hoy en día?
¿Cómo lo haré?

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Jesús, El Reino de Dios
1.- Instauración del reino (Lc 4,16-20)
-Propuesta: Dramatizar la cita bíblica
-Nota: ir desglosando la Cita bíblica y comentar en plenaria
• El Espíritu Santo se ha posado sobre Jesús, se ha cumplido la palabra dicha
por el profeta; en ese justo momento, se inaugura el Reino de Dios.
• ¿Qué es instauración?
• Leer Mt 28,18-20
• El Reino no era un lugar preciso a donde había que ir, o un tiempo que iba a
llegar; con esas palabras, Jesús mismo estaba afirmando que Él era el Reino.
• (Para hacer conexión con la 2.ª parte) Él, como el Reino, va a dar buenas
nuevas a los pobres, a sanar a los quebrantados de corazón, a hablar de
libertad, a dar vista a los ciegos y a predicar… palabras y promesas que
eran difíciles de digerir y aceptar para muchos en esa época, y, por lo tanto,
no todos estaban convencidos de que ese reino no era igual que los otros
reinados a los que estaban acostumbrados.
2.- Verificación del Reino
• Leer Lc 7,22
• Todas esas acciones nombradas en el evangelio eran milagros, hechos
característicos del reino. Jesús estaba consciente que para dar a demostrar
el Reino debía irse a los hechos, y con todos estos milagros Él estaba
verificándonos el Reino, que eso que Él había venido a instaurar, ya estaba
entre nosotros.
• Podríamos afirmar que esa palabra se cumple hoy en día en cada uno
de nosotros, y en nuestro día a día, que Jesús realizó esos milagros hace
muchos años; pero, ¿cuáles serían los milagros de hoy?, ¿de nuestro día a
día? La eucaristía, el amanecer, el joven que pasa por muchas dificultades
para ir contracorriente y contra lo que está de moda (las drogas, el alcohol,
la tecnología). La vida misma es un milagro.
• Leer Lc 22,29
• Ese Rey, además, quiere que nosotros seamos parte del Reino, y nos envía
a que comuniquemos también esos milagros que podemos percibir en
nuestro día a día. Y no es cualquier Rey, y no es cualquier Reino. Por lo
mismo nos cuesta mucho verificar ese Reino hoy en día.
• (Para hacer conexión con la 3.ª parte). Y más que “parte” del Reino, Él quiere
que nosotros seamos “el Reino”. ¿Cómo logramos ser el Reino de Dios?
3.- El Reino, el que aquí y el ahora
• Leer Lc. 6, 36-38

55
• El Reino llegó hace mucho tiempo, y llegó para quedarse y además hacernos
partícipes a cada uno de nosotros de ese reinado, pero ¿cómo voy a lograr
yo ser partícipe de ese Reino?: practicando eso que Jesús me invita, a ser
misericordioso con los otros, los de afuera, los que quizás no conocen a
Jesús, y hasta los que lo conocen van a darse cuenta que el Reino existe por
mi actuar; sería incoherente ser un joven que anuncia un Reino de Amor,
cuando no asisto a misa, o si asisto no participo de ella, sería incoherente un
joven que se dice ser Reino de Dios y hago mal uso de las redes sociales, por
poner algunos ejemplos. El Papa Francisco hablaba de que quería santos
del Siglo XXI, y un Santo del siglo XXI es aquél que habla de Dios con su
actuar más que con palabras.
• Leer Mc 1, 15
• Y es que, en definitiva, el Reino de Dios está aquí y ahora, y todo el que
quiera ser Reino lo puede hacer porque Jesús lo ha invitado, y la conversión
es la principal característica de la puesta en acción del Reino de Dios: todos
estamos llamados a convertirnos, y es una conversión constante la que me
hace ser parte del Reino.
• Frase del Papa Francisco: “No balconeen la Vida, métanse en ella, Jesús no
se quedó en el balcón, se metió, no balconeen la Vida, métanse en ella como
hizo Jesús”
• El Reino de Dios es Jesús, el Reino de Dios eres tú y soy yo, pero en el Reino
no hay lugar para medias tintas, ni tampoco los que prefieren quedarse
al límite; debemos meternos en ella, en la Vida, no podemos ser tibios y
querer ser grandes cristianos del Reino, o somos fríos o calientes, pero a
medias tintas no. Debemos convertirnos al Amor.
4.- Trabajo en equipo con las preguntas y las características del Reino (6
características, 6 grupos. Una característica por grupo)
1. El Reino de Dios es una fiesta. Dios ha creado al hombre para ser feliz y por
eso el hombre se pasa la vida añorando esa felicidad. El Reino es la realización
perfecta de esa aspiración. Es como un gran banquete en el que quedan saciadas
todas las necesidades y donde se experimenta la alegría profunda del amor y
de la compañía. De ahí que su llegada sea una Buena Noticia, la mejor noticia
para el hombre.

2. El Reino de Dios es una gracia.  No es fruto de nuestros esfuerzos, no lo


podemos planificar, organizar y construir con nuestras fuerzas, sino que es
un regalo, un don que se nos ofrece gratuitamente. Por eso Jesús nos invita
a pedirlo: «Venga a nosotros tu Reino». Y es que, en definitiva, se trata de
la presencia activa del amor y de la misericordia de Dios que nos viene al
encuentro. Es como una semilla nueva que alguien siembra en nuestra tierra, o
como un tesoro con el que nos encontramos inesperadamente.

3. El Reino de Dios es una fuerza transformadora, es decir, algo que cambia

56
al hombre desde dentro, sanando todas sus enfermedades y liberando todas
sus posibilidades. Es como un poco de levadura que transforma toda la masa
y hace un hombre nuevo.

4. El Reino de Dios es una nueva forma de vivir y de comportarse, porque


afecta a las cuatro relaciones que constituyen al hombre y las transforma: 

• La relación con Dios, a quien descubre como Padre;


• La relación conmigo mismo, a quien me descubre como hijo;
• La relación con los otros, que se convierten en mis hermanos;
• La relación con las cosas, que de ídolos pasan a ser dones de Dios para mi
utilidad.
Es como la nueva situación vital que estrena el hijo pródigo después de haberse
encontrado con el amor y el perdón gratuito de su padre.
5. El Reino de Dios es un proceso de crecimiento. Ciertamente este Reino sólo
se realizará de forma plena y definitiva en la otra vida, en el «más allá». Pero es
algo que ya ha comenzado, que ya está en marcha entre nosotros (cf. Mt 12,28).
Y ha comenzado como algo humilde y escondido que va desarrollándose sin
parar, hasta llevar al hombre a la plenitud definitiva que Dios tiene pensada
para él. Es como una pequeña semilla de mostaza que acaba convirtiéndose en
un árbol gigante.

6. El Reino de Dios es una civilización del amor, porque no sólo cambia a


las personas individualmente consideradas, sino que crea también una nueva
sociedad que, por aceptar la soberanía del amor de Dios, es una sociedad de
hombres libres, pacíficos, compasivos, una sociedad que protege y ayuda a
los desvalidos, a los humildes y a los pobres. Es como un gran banquete al
que se invita a todos sin ninguna discriminación, y, sobre todo, a los pobres y
desvalidos que andan por los caminos, para que todos convivan con alegría.

57
ESTRELLAS DEL CAMINO

Objetivos
• Reconocer que todos estamos llamados a ser santos
• Distinguir que, en nuestro camino, todos somos llamados a la santidad y,
de hecho, la Iglesia presenta como modelos a algunos hombres y mujeres,
que ya gozan de la plenitud de vida con Dios. Ellos son los santos

Materiales
• Vestuario para las representaciones
• Biografía de los Santos
• Canto: Yo creo en las promesas de Dios

TODOS llamados a ser SANTOS


Hemos celebrado la Fiesta de Todos los Santos, en la que hemos recordado a
todos esos santos anónimos, que a pesar de no haber sido reconocidos oficialmente
como Santos por la Iglesia Católica, lo son también. Porque “santo” es todo aquél
que, cumpliendo la Voluntad de Dios y los planes de Dios para su vida en la tierra,
llega a la “meta” de la salvación eterna en el Cielo (cfr. Fil. 3, 14).
Todos los Santos, los reconocidos y los anónimos, han sido “servidores de Dios”
(Ap. 7,3). La primera de todas, la Santísima Virgen María, quien se declaró “esclava
del Señor” (Lc. 1, 38). Servidor(a) o esclava(o) significan prácticamente lo mismo.
Esclavo es aquél que no tiene voluntad propia, sino que hace lo que su dueño le
indica y le pide. Eso hizo la Virgen; eso han hecho todos los Santos: hacer sólo lo que
Dios quiere y todo lo que Dios quiere.
Todos nosotros, sin excepción, estamos llamados a hacer lo mismo, a seguir
el mismo camino que ellos han seguido. Dice el Catecismo de la Iglesia Católica:
“Todos los fieles de cualquier estado o régimen de vida son llamados a la santidad”
(#2013). Pero la palabra “santidad” asusta un poco, pues nos parece la santidad algo
inalcanzable. Pero ¿por qué lo ha de ser? ¿No somos nosotros hombres y mujeres
exactamente iguales a todos los que han llegado a ser Santos? ¿No somos iguales
a tantos santos anónimos, tal vez personas conocidas nuestras y hasta parientes o
familiares, que han respondido al llamado del Señor y han llegado a la meta de la
salvación?
La santidad sí es posible. No podemos decir que sea fácil, pero sí es posible. El
camino de la santidad es un camino difícil. Sabemos, además, que si Dios nos quiere
santos, Él nos da todas las gracias que necesitamos para ello. Y si Dios nos da toda la
ayuda necesaria, ¿qué debemos poner nosotros?

58
Nuestro esfuerzo para alcanzar la santidad consiste en responder a esas gracias
de santificación que nos ayudan en nuestro camino hacia la salvación. Ser santo
significa seguir la Voluntad de Dios con la ayuda de sus gracias. Ser santo es ser
como Dios quiere que sea. Es desear lo que Dios desea para mí. Es hacer lo que Dios
quiere que yo haga. Es reconocer a Dios como nuestro Dueño... y no creernos dueños
de nosotros mismos, independientes de Dios. Es preferir la Voluntad de Dios en vez
de la propia. Es decir “sí” a Dios y decirme “no” a mí mismo.
El camino de la santidad nos lo muestra Jesucristo con su propia vida, pasión
y muerte. Y Él nos describe ese camino en las Bienaventuranzas (Mt. 5, 1-12). En
ese importantísimo discurso, al comienzo de su vida pública y de su predicación, el
Señor nos deja ver que el camino de la santidad no es un camino fácil: es un camino
de sufrimiento y de negación de uno mismo. El sufrimiento no nos gusta, pero está
incluido en el camino de la santidad. Sin embargo, aun para el sufrimiento y muy
especialmente para éste, tenemos todas las gracias necesarias de parte de Quien es
Santo y nos ha llamado a todos a ser “santos” (cfr. 1a.Pe. 1, 15).

Buena Nueva
El camino de la santidad
En este momento te preguntarás: ¿qué voy a hacer con mi defecto dominante?
Lo primero que debes hacer es felicitarte. Sí, felicitarte porque te has conocido un
poco más a ti mismo. Si has elegido ser mejor católico, luchar por alcanzar la santidad
de vida a la cual todos estamos llamados, entonces: ¡felicidades! Ya sabes por donde
enfocar todas tus baterías, ya sabes cuál es el enemigo que debes vencer: tu soberbia
o tu sensualidad.
San Agustín, ese gran pensador y filósofo, hombre de su tiempo y de todos
los tiempos, nos ha dejado una frase que viene muy al caso ahora que estamos por
iniciar el camino de nuestra santidad. Él decía: “Conócete, acéptate, supérate”. Y es
lo que vamos a seguir en nuestras vidas. Conocernos en lo más íntimo de nuestro
ser. Y esto lo hemos logrado revisándonos día tras día, sin afán de aparentar nada,
siendo muy sinceros con nosotros mismos y llegando a la realidad de nuestra vida:
yo soy un soberbio o soberbia del tamaño del mundo. O bien, aceptar que en lo
que se refiere a la sensualidad no hay quien me gane. Debes aceptar esta realidad
si quieres seguir adelante. Fíjate bien que San Agustín dice aceptar. Él no dice
debes resignarte. Porque entre aceptar y resignarse hay una diferencia muy grande.
Resignarse es reconocerse como soy y creer que ya no se puede cambiar. “He tratado
tantas veces de ser paciente, especialmente con mi suegra... pero ya me conozco, no
puedo cambiar. Es algo superior a mis fuerzas”. “No me digan que es posible que yo
deje de ser un donjuán. Por favor, eso ni ustedes mismos se lo creen”. Estas personas
que así hablan, en lo profundo de su ser se han resignado a ser como son. No se han
aceptado. Porque aceptarse es reconocer lo que uno es y estar dispuesto a cambiar,
a transformarse, a ser otro, a convertirse en un mejor católico. “Yo acepto que me
cuesta mucho guardar la castidad en mi noviazgo”. “Yo acepto que no es fácil vivir

59
siempre con la sonrisa en la boca, tratando de comprender el carácter tan cambiante
de mi esposa”. Es una postura muy diversa el aceptar que el resignarse.
Una vez que hemos aceptado lo que somos y que queremos cambiarlo para ser
mejores, entonces viene la superación, el trabajo constante y continuo para alcanzar
la santidad. Pero no corramos prisas y no nos adelantemos. Estamos aún dando los
primeros pasos en nuestro camino de santidad, en nuestro camino de conversión.
¿Qué tenemos que hacer ahora?
No basta con reconocer mi defecto dominante. Reconocerlo es como describir
las características de una persona: alto o bajo, gordo o flaco, pelo castaño o rubio,
ojos verdes o azules. Es necesario ahora armarnos de valor para conocer las
manifestaciones de mi defecto dominante y poner los medios para combatirlo.
Ahora viene la hora de la verdad. Toma tu defecto dominante, la soberbia o
la sensualidad, y escribe en forma clara y detallada las principales manifestaciones
con las que ese defecto dominante se presenta en tu vida. El éxito, la clave, el punto
central de tu camino a la santidad está aquí, así es que ¡mucha atención, por favor!
Debes bajar a puntos específicos y muy concretos. No basta con decir: “Mi defecto
dominante es la soberbia porque soy muy iracundo y me enojo muy seguido”. Si
lo escribes de esa forma, no vas a ir muy lejos en tu camino a la santidad. Debes
escribir con toda precisión esa manifestación de soberbia: “Mi defecto dominante es
la soberbia, porque cada vez que alguien me contradice me pongo furioso y arrojo
por el suelo todas las figuras de porcelana que encuentro a mi alrededor”. Quizás
exageramos un poco, pero tú no debes exagerar. Debes ser muy preciso para detectar
esas manifestaciones de tu defecto dominante.
Debes ir a lo esencial y no perderte en generalidades. “Mi defecto dominante
es la sensualidad porque todas las tardes pierdo el tiempo con mis amigas hablando
por teléfono durante una hora y media”. “Mi defecto dominante es la sensualidad
porque en el internet busco siempre sitios de cibersexo”. “Mi defecto dominante es
la soberbia porque yo soy el que fijo el plan del fin de semana sin escuchar el parecer
de mi esposa o de mis hijos”.
Date cuenta que, mientras más preciso seas en bajar al detalle en las
manifestaciones de tu defecto dominante, tendrás más armas para combatirlo.
Porque ahora debes iniciar el trabajo positivo, es decir, lanzarte a la conquista de la
santidad, combatiendo cada una de las manifestaciones que has escrito.
Te recomiendo, ahora que estás iniciando este camino de santidad, que te
limites a escribir cuatro o cinco manifestaciones de tu defecto dominante, no más. Y
por cada manifestación de tu defecto dominante deberás escribir un medio concreto
para combatirlo. Aquí tienes que ser muy sincero y muy valiente. Debes ir a la raíz
del problema, recordando las palabras de Jesucristo en el evangelio: “Si tu ojo te es
causa de escándalo, arráncatelo...” Aquí vamos a ir al fondo, sin piedad. Proponte
aquellos medios que más te convengan para erradicar el defecto.
Pueden ser medios sobrenaturales y medios prácticos. Medios sobrenaturales
como la oración, para pedirle paciencia y pureza a Dios. Rezar un misterio del rosario

60
todos los días para pedirle a la Virgen que te dé el don de la paciencia. Comulgar uno
o dos días entre semana para vencer la pereza. Y luego están los medios prácticos.
Pero, por favor, que sean muy prácticos: “No voy a hablar con mis amigas por
teléfono más de media hora”. “Sólo voy a usar el internet para contestar el correo
electrónico y siempre lo voy a usar en presencia de algún familiar en mi casa”. “Los
jueves voy a consultar a mi esposa qué haremos en familia ese fin de semana”.
Escribe los medios sobrenaturales y los medios prácticos en una lista, de
forma que puedas revisarlos todos los días y llevar el control de cada uno de ellos,
colocando una señal positiva si has cumplido o una señal negativa si has fallado.
Así, al final del mes podrás darte cuenta cómo vas trabajando en tu camino por
alcanzar la santidad.
Para ayudarte a vivir con mayor motivación este programa de vida espiritual
puedes encontrar un lema que te ayude en cada momento a recordar los medios
que te has propuesto. El lema es como un grito de guerra, corto, sencillo, que para
ti puede tener un gran significado y lo puedes usar en los momentos en que se te
presenta la tentación de caer en el pecado. Si llegando a tu casa abres la puerta y
te das cuenta que acaba de llegar tu suegra, y que lo más fácil sería darle un beso
helado y decidir ignorarla durante tu visita, busca en el interior de tu alma el lema
y grítalo en tu corazón “Por Cristo y por las almas”. “Señor, todo por ti”. Si abres el
internet y te das cuenta que en tu correo electrónico tienes una invitación para visitar
un sitio no conveniente, interiormente puedes recordar tu lema: “Pureza ante todo”.
Por ello, aunque parece algo sencillo, el lema es la piedra de toque que te recordará
todo tu programa de vida, precisamente en los momentos de duda, de tentación, de
máxima dificultad.
Piensa bien el lema, pues él te traerá a la mente y al corazón todos los medios
para alcanzar la santidad en el momento preciso.
Algo que también te puede ayudar es fijarte una virtud a conquistar, que
generalmente es lo opuesto a las manifestaciones de tu defecto dominante. Escríbela
para tener siempre presente lo que quieres alcanzar.

A continuación se anexarán las biografías de algunos santos que


son nuestras estrellas del camino; deben formarse 5 grupos y realizar las
dramatizaciones de la vida de los santos y sus hechos más relevantes. ANEXOS
09-10-11-12-13

61
ANEXO 9

Madre Teresa de Calcuta

Agnes Gonscha Boyaxhiu -su verdadero nombre-, nació el 26 de agosto de 1910


en Skopje, Yugoslavia. Sus padres tenían pensado llamarla solamente Agnes, pero
cuando vieron su cara parecida a un capullito, le agregaron Gonxha, que en albanés
quiere decir capullo en flor. Agnes tenía dos hermanos mayores, Age y Lázaro, con
los que mantuvo siempre una excelente relación. Agnes y su hermana participaban
de las labores de la parroquia. Sus horas libres no eran del todo habituales para una
chica de su edad: las pasaba en la biblioteca de la Iglesia del Sagrado Corazón. A
los 12 años sintió el deseo de convertirse en monja. Lo consultó con su madre, y ella
le aconsejó que no forzara ese sentimiento. Pasó largas horas rezando en la iglesia
junto a su mamá, en busca de una respuesta.
A los 18 años ingresó en la congregación de Loreto, en Dublín. Pronto viajó a
La India, hacia donde la dirigía su vocación, y tras dos años de estudio en Dajeerling,
profesó sus votos en 1931 con el nombre de Teresa. Se la destinó a dar clases de
geografía e historia en una prestigiosa institución, el St. Marys High School, donde
se ocupó durante 20 años. Simultáneamente a esta actividad dictaba clases en el
colegio Entally, para chicas pobres. La calidad de su trabajo le vale ser nombrada
directora escolástica, pero no se siente satisfecha con su aportacón.
La proximidad de los barrios de chabolas hace subir hasta el colegio un
verdadero hedor de pobreza que atormenta a la hermana Teresa. Después de las
clases vaga entre las chabolas ayudando en lo que puede, pero aun así, cuando
regresa a su cómodo colegio, siente remordimiento porque cree que no está haciendo
suficiente. Se dice que su decisión de dedicarse por entero a los pobres surgió durante
la hambruna que en 1943 asoló la región india de Bengala y que acabó con la vida
de cientos de personas. Pero no sería hasta 1946 en que, a poco de cumplir 36 años,
decide abandonar su congregación y dedicarse por entero a la caridad.
Sin embargo el arzobispo católico de Calcuta, Ferdinand Periers, que debe
autorizar su abandono de la orden, era abiertamente opuesto a ella, y su partida se
retrasa hasta 1948 en que el apoyo de su madre superiora le vale la autorización del
mismo Papa.
Antes de salir por la ciudad, pasó varios meses tomando cursos intensivos de
enfermería y primeros auxilios en Patna. Luego se vistió con un típico atuendo indio
(sari) de color blanco con bordes azules y se instaló en su nueva casa en Calcuta: el
hogar de San José, dirigido por la orden de las Pequeñas Hermanas de los Pobres.
Salió a caminar por el suburbio de Motijhil infestado por la basura y las cloacas
desbordantes. Se sentó en la calle y empezó a dibujar en la tierra con un palo. Unos
niños se acercaron curiosos al ver una monja vestida con ropa india que dibujaba
en el suelo. Enseguida dio una breve clase y compartió la comida con los pequeños.
Así durante una semana, hasta que un cura le obsequió cien rupias para que creara

62
una escuela. A los 2 meses se sumaron 56 alumnos y la gente del barrio comenzó a
obsequiarle muebles, útiles y medicamentos en señal de agradecimiento.
Su dedicación es entonces asistir a los enfermos, a los hambrientos y a los
moribundos de las calles. Pronto se le unen algunas entusiastas deseando poner
su parte contra tanta miseria de Calcuta. En 1950 funda una orden religiosa, las
Misioneras de la Caridad, que a los votos tradicionales de pobreza, castidad y
obediencia une los de la más absoluta entrega a los pobres y el rechazo a cualquier
recompensa material. Empiezan a recoger a los recién nacidos abandonados por las
calles y las cunetas. “Si no queréis esos bebés, yo sí los quiero. Traédmelos a mí”,
solía decir demostrando su defensa de los valores más tradicionales, como el rechazo
a los métodos anticonceptivos. Luego llegarán a los moribundos, después de que la
Madre Teresa se encuentre en 1952 a una mujer herida en la calle, con los pies roídos
por las ratas. Para ellos prepara la Nirmal Hridaya o Casa de los Moribundos, a
pocos metros de un templo de Kali, diosa hindú de la muerte.
Poco a poco, su campo de acción se extiende a toda la India: Sishu Bhavan,
residencia que acoge permanentemente a cientos de niños en espera de ser
adoptados, Shantinagar, la primera de muchas leproserías. Y después al mundo
entero, empezando por Venezuela, Colombia, Perú, África o los países del Este y
hasta Estados Unidos, donde abrieron un centro para enfermos del sida. Hoy la
orden acoge a casi cuatro mil hermanas que atienden en los cinco continentes una
red de más de cuatrocientos centros.
La sinceridad, sencillez y modestia de Teresa, le valieron el afecto del mundo
entero, y se aprovechó de ese sentimiento para recaudar cuanto dinero pudo para
su orden. Al propio Juan XXIII le pidió para sus pobres una parte de las riquezas
del Vaticano, y el Papa le regaló su Rolls Royce. La madre preparó una subasta y
obtuvo varias veces su valor real. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979, pero
convenció a los organizadores del galardón para que suprimiesen la clásica recepción
y entregasen a sus pobres el dinero que habría costado. En 1992 recibió el premio de
la Paz y la Educación de la UNESCO. La dotación económica de este galardón sirvió
para ampliar un centro de ayuda a personas discapacitadas físicas en Calcuta.
A partir de 1990 le empezó a fallar el corazón, entonces le pusieron un
marcapasos que la volvió a levantar y la hizo trabajar más fuerte que nunca. El papa
Juan Pablo II llegó a pedirle personalmente que no trabajara tanto, pero ella no le
hizo caso. En 1994, el inglés Christopher Hitchens atacó duramente a la Madre en un
documental para la televisión, en donde la trató de “ángel del infierno” y la acusó de
“demagoga, oscurantista y sirviente de las potencias occidentales”, aduciendo que
el objetivo de Teresa no era el de ayudar a enfermos y moribundos sino el de realizar
una cruzada contra los anticonceptivos y el aborto provocado. Este documental
provocó la indignación del mundo entero ante un hombre que, cegado por su visión
anticlerical, no supo o no quiso distinguir la infatigable tarea verdadera de la Madre
Teresa más allá de cualquier prejuicio religioso.
En sus últimos años, su precario estado de salud no le impidió trabajar a favor
de los más necesitados hasta las últimas fuerzas. La Madre Teresa de Calcuta falleció

63
el viernes 5 de septiembre de 1997 víctima de un paro cardíaco, a los 87 años de
edad. Miles de personas de todo el mundo se congregaron formando largas filas en
la Iglesia de Santo Tomás para despedirse de la Madre Teresa.

“Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará
acercar a la gente a Dios” (Madre Teresa de Calcuta)

64
ANEXO 10

Óscar Arnulfo Romero Galdámez

Óscar Arnulfo Romero Galdámez nació en Ciudad Barrios, Departamento de


San Miguel (El Salvador), el 15 de agosto de 1917. Desde pequeño, fue conocido por su
carácter tímido y reservado, su amor a lo sencillo, su interés por las comunicaciones
y su clara inclinación a la vida sacerdotal.
En el transcurso de su infancia, en ocasión de una ordenación sacerdotal en el
pueblo, Óscar habló con el cura que acompañaba al recién ordenado y le manifestó
sus grandes deseos de hacerse sacerdote. Ingresó al Seminario Menor de San Miguel
en 1929, contaba aún con escasos doce años de edad, y a pesar de las desavenencias
económicas que pasaba la familia para mantenerlo en el seminario, Óscar avanzó en
su idea de entregar su vida al servicio de Dios y del pueblo.
Estudió con los padres claretianos en el Seminario Menor de San Miguel desde
1931, y posteriormente con los padres jesuitas en el Seminario San José de la Montaña
hasta 1937. Fue ordenado sacerdote a la edad de 25 años en Roma, el 4 de abril de
1942.
Regresó al país en agosto de 1943. Su primera parroquia fue Anamorós, en el
departamento de La Unión. Poco tiempo después fue llamado a San Miguel, donde
realizó su labor pastoral aproximadamente por veinte años.
Dada su amplia labor sacerdotal, fue elegido Secretario de la Conferencia
Episcopal de El Salvador, y ocupó el mismo cargo en el Secretariado Episcopal de
América Central. El 25 de abril de 1970, la Iglesia lo llamó a proseguir su camino
pastoral elevándolo al ministerio episcopal como Obispo Auxiliar de San Salvador,
y en el día de su ordenación episcopal dejaba claro el lema de toda su vida: “Sentir
con la Iglesia”.
Después de muchos conflictos en la Arquidiócesis, la sede vacante de la Diócesis
de Santiago de María fue su nuevo camino. El 15 de octubre de 1974 fue nombrado
obispo de esa Diócesis y el 14 de diciembre tomó posesión de la misma
En junio de 1975 se produjo el suceso de “Las Tres Calles”. Un grupo de
campesinos que regresaban de un acto litúrgico y unos niños fueron asesinados
sin compasión alguna por agentes militares. Hasta ese momento, Mons. Romero
no había comprendido que detrás de las autoridades civiles y militares, detrás del
mismo Presidente de la República, Arturo Armando Molina, que era su amigo
personal, había una estructura de terror, que eliminaba de su paso a todo lo que
pareciera atentar los intereses de “la patria”, que no eran más que los intereses de los
sectores pudientes de la nación. Ahí se marcó el nuevo horizonte de Mons. Romero.
Mons. Romero fue nombrado Arzobispo de San Salvador el 3 de febrero de
1977, y tomó posesión el 22 del mismo mes en una ceremonia muy sencilla. Tenía 59
años de edad y su nombramiento fue para muchos una gran sorpresa.

65
Mons. Romero comenzó a identificarse más con los pobres y a llamar
a los asesinos y opresores por su nombre. Su opción comenzó a dar frutos en la
Arquidiócesis, el clero se unió en torno a él, los fieles sintieron el llamado y la
protección de una Iglesia que les pertenecía.
Sus homilías se convirtieron en una cita obligatoria de todo el país cada
domingo en su sede catedralicia. Desde el púlpito iluminaba a la luz del Evangelio
los acontecimientos del país y ofrecía rayos de esperanza para cambiar esa estructura
de terror que se arraigaba en toda la República. Era sorprendente el observar en el
ambiente salvadoreño que un hombre tan sencillo y tan tímido como Mons. Romero
se convirtiera en un valiente defensor de la dignidad humana y que su imagen
traspasara las fronteras nacionales por el hecho de ser: “voz de los sin voz”.
Los primeros conflictos de Monseñor Romero surgieron a raíz de las marcadas
oposiciones que su pastoral encontraba en los sectores económicamente poderosos
del país y toda la estructura gubernamental que alimentaba esa institucionalidad de
la violencia en la sociedad salvadoreña.
Pero no sólo los militares y los ricos eran sus enemigos, muchos de los sectores
poderosos y algunos obispos y sacerdotes se encargaron de manchar su nombre,
incluso llegando hasta los oídos de las autoridades de Roma. Mons. Romero sufrió
mucho esta actitud de sus hermanos en el sacerdocio.
A raíz de su actitud de denuncia, Mons. Romero comenzó a sufrir una campaña
extremadamente agobiante contra su ministerio arzobispal, su opción pastoral y su
personalidad misma. Cotidianamente eran publicados en los periódicos editoriales,
campos pagados, anónimos, etc., donde se insultaba, calumniaba, y más seriamente
se amenazaba la integridad física de Mons. Romero
Ya a finales de 1979, Monseñor Romero sabía el inminente peligro que acechaba
contra su vida, y en muchas ocasiones hizo referencia a ello consciente del temor
humano, pero más consciente del temor a Dios a no obedecer la voz que suplicaba
interceder por los pobres.
Uno de los hechos que comprobó el peligro que acechaba sobre la vida de Mons.
Romero fue el frustrado atentado dinamitero en la Basílica del Sagrado Corazón de
Jesús, en febrero de 1980, el cual hubiera acabado con la vida de Monseñor Romero
y de muchos fieles que se encontraban en el recinto de dicha Basílica.
El domingo 23 de marzo de 1980, Mons. Romero pronunció su última homilía,
la cual fue considerada por algunos como su sentencia de muerte debido a la
dureza de su denuncia: “Yo quisiera hacer un llamamiento de manera especial a
los hombres del ejército (…) Hermanos, son de nuestro mismo pueblo, matan a sus
mismos hermanos campesinos y ante una orden de matar que dé un hombre, debe
de prevalecer la Ley de Dios que dice: NO MATAR (...) En nombre de Dios, pues,
y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día
más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: ¡Cese la
represión!”.
El 24 de marzo de 1980, Monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez fue

66
asesinado de un certero disparo mientras oficiaba la Eucaristía en la Capilla del
Hospital La Divina Providencia.
Fue enterrado el 30 de marzo y sus funerales fueron una manifestación popular
de compañía, sus queridos campesinos, las viejecitas de los cantones, los obreros de
la ciudad, algunas familias adineradas que también lo querían, estaban frente a la
catedral para darle el último adiós. Como hecho insólito, en medio de la multitud
fueron detonadas bombas, las cuales lograron la dispersión de la multitud y tener
que sepultar a Mons. Romero a la mayor brevedad posible.
Tiempos de fructífera labor arzobispal habían terminado, pero una eternidad
de fe, fortaleza y confianza en un hombre bueno como lo fue Mons. Romero habían
comenzado, el símbolo de la unidad de los pobres y la defensa de la vida y la dignidad
humana en medio de una situación de dolor había nacido.

67
ANEXO 11

Padre Alberto Hurtado Cruchaga

Alberto Hurtado Cruchaga nació en Chile, en la ciudad de Viña del Mar el 22


de Enero de 1901, en una familia muy cristiana y unida. Cuando sólo tenía 4 años
murió su padre, quedando su madre, Anita, sola a cargo de su cuidado y al de su
hermano Miguel. En 1909 entró al Colegio San Ignacio, donde se distinguió por ser
buen compañero, alegre, comunicativo y muy piadoso.
Con gran generosidad ocupaba su tiempo libre en visitar y ayudar a los
más necesitados. Terminado el colegio, estudió leyes en la Universidad Católica,
trabajando al mismo tiempo para ayudar a su madre, pero su vocación era otra:
ser sacerdote. Largas horas rezaba para poder realizarla y Dios oyó su oración, su
madre recibió un dinero que se le adeudaba y con el cual podría vivir tranquila.
Cuando su hijo le comunicó su decisión de hacerse sacerdote jesuita, ella aceptó con
alegría. Entró entonces al noviciado y, después de largos estudios y pruebas, fue
ordenado sacerdote en 1933, en Bélgica.
Regresó a Chile, donde se dedicó de lleno a sus alumnos del colegio, a los
cuales no sólo enseñaba sino que dirigía espiritualmente.

Lucha por la justicia social


Le causa dolor la situación de los obreros en el país, quienes trabajan en
condiciones paupérrimas, reciben sueldos miserables y carecen de leyes que
los protejan. A su parecer “la injusticia social trae más males que los que puede
reparar la caridad”. La lejanía de los obreros con la Iglesia, lleva al Padre Hurtado a
propagar con vehemencia las encíclicas sociales que abogan por los justos derechos
de los trabajadores. Él piensa que el capitalismo y el comunismo no hacen más que
proteger sus intereses unilaterales.
A mediados de la década de los años 40, la Segunda Guerra Mundial llegaba a
su fin. En Europa, se gestaban en la Iglesia ideas nuevas que se adaptan a la realidad
del momento, como el sacerdocio obrero frente a las masas descristianizadas de
trabajadores. La idea de experimentar la vida de ellos en su medio laboral, resulta
atractiva a varios sacerdotes. El Padre Hurtado decide trabajar de incógnito en duras
condiciones en una salitrera del norte de Chile. Lo mismo hace en una mina en Lota,
en el sur del país.

Fue un gran educador de juventudes


En una noche fría y lluviosa de octubre del año 1944, el Padre Hurtado es
interceptado por un pobre que le solicita ayuda porque no tiene un lugar en donde
dormir. Al verlo, desamparado y enfermo, sintió que ese pobre era el mismo

68
Cristo desolado. Días después, contó esta experiencia a un grupo de señoras de la
congregación del Apostolado Popular que se encontraba en un retiro. En ese mismo
momento, las asistentes sintieron el llamado de Cristo y decidieron entregar sus
joyas y bienes que tenían a mano para dar impulso a una gran obra de caridad.
Y así fundó lo que sería y es su gran obra: “El Hogar de Cristo”, el 21 de
diciembre de 1944. Con incansable amor, él salía en su camioneta verde a recoger a
los pobres y a los niños para llevarlos al Hogar a tomar leche caliente y dormir en
una verdadera cama... En cada necesitado veía a Cristo sufriente. Más tarde fundaría
talleres para darles educación y capacitarlos en un trabajo digno. Entre sus muchas
actividades también están sus publicaciones y conferencias sobre el sacerdocio, los
problemas de la adolescencia, el catolicismo, la educación y el orden social, fue,
además, fundador de la Revista Mensaje y de la Acción Sindical Chilena.
Un día cayó enfermo de cáncer, hospitalizado y con muchos dolores, nunca se
quejó. Aceptaba la voluntad de Dios y repetía: “Contento, Señor, Contento”.
El 18 de Agosto de 1952 el Señor se lo llevó junto a Él. Sus restos mortales se
encuentran en el Santuario a su memoria ubicado en Av. General Velázquez 1090,
Santiago de Chile. Para celebrar este acontecimiento, el parlamento chileno decretó
asignar el día 18 de Agosto de cada año como el día de la Solidaridad, en honor al
beato Sacerdote. Iniciado en Roma el proceso de beatificación, ésta se hizo realidad
el día 16 de Octubre de 1994, en la ciudad del Vaticano, en que el Papa Juan Pablo II
lo beatificó.
Posteriormente, el 23 de octubre del 2005, el recién investido papa Benedicto
XVI, en compañía de 31 cardenales y de centenares de obispos y sacerdotes, hizo
realidad el sueño de muchos chilenos. Alberto Hurtado Cruchaga fue declarado
santo. Con la Canonización del Fundador del Hogar de Cristo, culminó una etapa
que llevaba años en proceso, sin embargo aún tenemos una tarea inmensa por
delante, y es hacer realidad el legado del hoy San Alberto Hurtado.

“No descansen mientras haya un dolor que mitigar”


(San Alberto Hurtado)

69
ANEXO 12

José Gregorio Hernández

José Gregorio Hernández nace el 26 de octubre de 1864 en un apartado


pueblecito -Isnotú- de los Andes trujillanos. En su adolescencia se traslada a la
ciudad de Trujillo para estudiar el bachillerato en el Colegio Federal de Varones,
que aún existe bajo la denominación de Liceo Cristóbal Mendoza. A mediados de
la década del ochenta del siglo pasado, lo encontramos ya en Caracas consagrado a
sus estudios de medicina en la Universidad Central. Al graduarse en 1888, regresa
a su región para ejercer consecutivamente en los estados Trujillo, Mérida y Táchira.
Cumplida su deuda de servicio con la tierra nativa, se va de nuevo a Caracas, donde
comienza su actuación en grande como científico, como filósofo y como filántropo
en la más plena acepción de estos términos.
Al año de ejercicio profesional, por recomendación muy efusiva de uno de
sus profesores, el Dr. Calixto González, es enviado a Europa por el Presidente de
la República, Dr. Juan Pablo Rojas Paúl, para continuar estudios de postgrado en
las universidades de París y Berlín. El acopio de conocimientos que adquiere y su
vigoroso temperamento de investigador lo convierten, en el término de tres años,
en un joven sabio que vuelve a Venezuela a desplegar la más fecunda actividad
investigativa, docente y asistencial. Funda la cátedra de Histología Normal y
Patológica; así mismo, imparte a sus alumnos conocimientos sobre bacteriología y
fisiología experimental. Al mismo tiempo se ocupa de sus pacientes, que aumentan
de día en día, a medida que crece su fama de gran médico y hombre de honda
sensibilidad ante las precarias condiciones económicas de la inmensa mayoría de los
habitantes de Caracas y sus alrededores.
Como científico actúa siempre ceñido a la más precisa metodología experimental,
y como filósofo se orienta dentro de los principios de la fe católica sustentados por
Agustín de Hipona, Bernardo de Claraval, Tomás de Aquino y tantos otros padres
de la Iglesia. En su condición de católico militante, José Gregorio Hernández practica
dos postulados esenciales: la caridad y la tolerancia, con un sentido cabal que no
humilla ni lesiona la dignidad humana, ni hiere a quienes discrepan de sus creencias
religiosas. Ello explica el general sentimiento de elevada estimación que inspira a
todos los que lo conocen y tratan, sin distingos de opiniones.
José Gregorio era un ferviente creyente del catolicismo, por lo cual después de
haber cumplido para con su familia, la ciencia y su país, decidió avocarse a la vida
religiosa; en el año 1907, luego de discutir el caso con el arzobispo de Caracas para
ese entonces, Monseñor Juan Bautista Castro, envía una carta al Prior de la orden de
San Bruno en La Cartuja de Farneta, cerca de Lucca, Italia. Por su parte, Mons. Juan
Castro también envía una carta de recomendación al prior en donde le solicita la
admisión de José Gregorio a la orden.
El 16 de julio de 1908 José Gregorio arriba a la orden, en donde debe pasar un
nuevo examen de su vocación antes de poder entrar novicio. Es instruido en dicho

70
momento sobre los detalles de su futuro y de la orden, así como se comprueba su
vocación de religioso.
Murió de forma trágica el 29 de junio de 1918, cuando, golpeado por un
automóvil, cae al suelo y se golpea la cabeza con el borde de la acera, en la esquina
de Amadores, La Pastora, Caracas, Venezuela, pueblo hoy integrado en Caracas.
Luis Razetti, durante un discurso que pronunció con motivo de la muerte
de José Gregorio Hernández, sostuvo: “Creía que la medicina era un sacerdocio,
el sacerdocio del dolor humano, y siempre tuvo una sonrisa desdeñosa para la
envidia y una caritativa tolerancia para el error ajeno. Fundó su reputación sobre el
inconmovible pedestal de su ciencia, de su pericia, de su honradez y de su infinita
abnegación. Por eso su prestigio social no tuvo límites y su muerte es una catástrofe
para la Patria”.
Por sus acciones, el pueblo venezolano siempre ha venerado al Dr. José
Gregorio, pidiéndole favores y atribuyéndole milagros, hecho por el cual la Iglesia
Católica venezolana inicia en el año 1949 el proceso de beatificación y canonización
por parte del Arzobispo de Caracas, Monseñor Lucas Guillermo de Castillo, ante el
Vaticano. Luego de iniciado el proceso, y completados los primeros casos, el Dr. José
Gregorio es nombrado venerable por parte del papa Juan Pablo II el 16 de enero de
1986 y se inicia el próximo paso que lo llevaría a la beatificación. De completarse el
proceso, se convertiría en el primer santo de procedencia venezolana.

ANEXO 13

Hermana Cleusa Carolina Rody Coelho

Nació en Cachoeiro de Itapemirim, Estado de Espíritu Santo, Brasil, el 12 de


noviembre de 1933. Terminados sus estudios de Magisterio, ingresó a la comunidad
de Monjas Agustinas Recoletas (M.A.R.) el 4 de febrero de 1952. Hizo la profesión el
3 de octubre de 1953 y sus votos perpetuos el 3 del mismo mes en el año 1958.
Convencida radicalmente de que su vida no era suya sino del Jesús que ella
contemplaba y amaba en los más necesitados, dedica su tiempo y su persona a los
indígenas, leprosos, ancianos, menores abandonados, encarcelados, enfermos, para
quienes “inventa” diferentes maneras de ayuda y promoción.
Participa activamente en las obras de la Iglesia local donde vive, impulsa
simultáneamente a las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) y la promoción

71
humana, tanto en el medio rural como en el urbano.
Apasionada porque Él reine, su actitud vital es: oración-misión, vividas en una
pobreza radical, en total despojo de cosas, lugares y personas. Está dispuesta a ser
enviada donde la congregación la necesite.
A finales de 1982 se ofrece para la pastoral indigenista a nivel de la prefectura
apostólica de Lábrea; en 1984 la congregación la exime de toda otra misión y ella
asume este trabajo, como coordinadora de la sub-regional Lábrea-Coarí. Allí, hasta
su muerte, vive con humilde tesón y constante creatividad la pasión de su vida:
amar y estar junto al más necesitado.
Se juega definitivamente la vida en aras del mayor amor; porque sus hermanos
indígenas no sean más oprimidos, conculcados sus derechos y puedan vivir una
vida más digna.
A partir de 1984, la hermana Cleusa se compromete, con todas sus consecuencias,
en la defensa de los indígenas de la región, los visita, orienta, evangeliza con respeto
de su cultura, los defiende y acompaña cuando sus derechos son conculcados por
los poderosos. Estas actitudes van creando hostilidad hacia ella. Surgen amenazas
de muerte, primero camufladas, y luego descaradamente.
El 28 de abril de 1985, en las aguas del río Paciá, a unos cuantos kilómetros
de Lábrea, se enrojecen con la sangre derramada y el amor sacrificado de nuestra
hermana Cleusa, por defender a sus hermanos apurona, a sus preferidos.
La entonces superiora general de nuestra congregación sintetiza así este hecho:
Amó más la vida de sus hermanos que la propia y por eso la mataron. La mataron,
sí; pero no le quitaron la vida, porque ya la había donado para que Cristo reinase.
Al viento del Espíritu, el pueblo de Lábrea, sobre todo los indígenas, leprosos,
enfermos, presidiarios y niños de la calle, intuyen que de la tumba donde reposa
la hermana Cleusa, surge para ellos esperanza y empiezan a aclamarla como su
“Mae”, su Madre.

72
CELEBRACIÓN DE LA VIDA

MOTIVACIÓN:
En este momento se debe hablar sobre las diferentes situaciones que viven las
personas, y como cada uno tiene diferentes formas de enfrentar la vida. Sin embargo,
este momento debe servir de reflexión para que cada uno comience a mirar hacia su
propia vida.
Se invita pues a ver y escuchar atentamente la escenificación a continuación,
donde participarán diferentes personajes, existiendo así momentos de mucha
seriedad y recogimiento y otros más alegres, pero lo importante es vivir cada
momento como corresponde.

1.- Primer Momento: Escenificación.


Para este momento se procura invitar a una persona que tenga un testimonio
de vida impactante, que hable de un pasado oscuro, de tristeza, soledad, errores,
etc., y deseo de no vivir (Ideas de suicidio). Se debe hacer ver como un momento
de reflexión que tiene la persona, que, pensando en voz alta, se queja de sus penas
haciendo un recuento de las mismas. Puede ambientarse el salón simulando que la
persona se encuentra en un parque. Esto puede durar aproximadamente 20 min.

2.- Segundo Momento: Entrada del primer payaso.


Se debe escoger a una persona con humor y soltura que haga de payaso para
este momento.
Cuando el personaje deje de hablar, el payaso se acercará tratando de llamar
su atención, saludándole e intentándole hacer reír (breve), luego comienza a decirle
que estuvo escuchando todo lo que le decía y que parecía una novela de terror o
frases como “eso no lo es todo en la vida”, de manera que trate de resaltar cosas
positivas que la persona desanimada no ha advertido en su vida. Luego el payaso
invitará a que escuche una canción a ver si cambia de opinión; en este momento se
cantará la primera estrofa y el coro del canto “Hay amor”.
A partir de lo que dice la letra, el payaso tratará de animarlo y así sucesivamente
con la segunda y tercera estrofa. El objetivo de este momento es resaltar las cosas
buenas de la vida, el payaso debe hablar del don de la vida como regalo de Dios, de
la creación (invita a ver el sol, las plantas, las estrella, etc.). Se culmina este momento
con un silencio del payaso, que puede sentarse cerca del personaje.

73
3. Tercer momento: Reconocimiento.
Para este momento se puede preparar un sitio que haga de altar, con una
imagen de la virgen si es posible, una luz (vela), siendo recomendable que se apaguen
las luces del salón al momento que el payaso, en el momento anterior, se sienta. Esto
permitirá tener un momento de recogimiento. El personaje que ha escenificado el
primer momento comenzará entonces a reconocer todos aquellos momentos en que
no supo agradecer a Dios el don de la vida, todas las veces que atentó contra su
vida (vicios, intentos de suicidio, etc.), su pesimismo, el no dar gracias por las cosas
buenas que había a su alrededor; y así sucesivamente según su experiencia. Luego,
pasará a la sala un personaje revestido con un alba (representando a Jesús), entrando
lentamente y colocándose delante del altar. Comenzará a hablar con mucha ternura
(al personaje y a todos los presentes), diciendo que Él ha estado siempre allí, que
Él es nuestro Dios, que nos ama, nos escucha y ha venido para renovarnos en su
abrazo. Abraza entonces con mucha unción al personaje mientras se deja escuchar
el canto “Eras Tú”, de Jesús Adrián Romero (o algún canto católico con mensaje
similar, si se estima más conveniente). Mientras se sigue escuchando el canto, el que
representa a Jesús puede ir pasando y tocando por entre los participantes. Después
de este momento, se culmina esta sensibilización con la proclamación de la Palabra
(Jn 10, 10), dejando que la expresión de Jesús: “Yo he venido para que tengan vida y
la tengan en abundancia”, toque el corazón de los participantes.
A continuación se reparte a cada uno un globo y un marcador para que pueda
escribir las cosas por las que agradece a Dios la vida que de Él ha recibido y por
Cristo ha reencontrado (música suave de fondo o punteo de guitarra). Tras este
tiempo personal, se invita a que cada quien ofrezca a quien quiera, de los presentes,
su globo, como signo de gratitud compartida por la bendición de Dios para la vida
de todos.
Finalmente, se encienden las luces y se invita a celebrar la vida juntos. En este
momento entrarán otros payasos (2 ó 3), lanzando papelillos, serpentinas y globos.
Al mismo tiempo se iniciarán cantos alegres, preferentemente danzas que permitan
que todos canten y dancen alegres dando gracias a Dios, terminando de manera
festiva.

El tiempo total de la celebración es de 2horas y 30 min.

74
LA ORACIÓN

Objetivos
• Descubrir los niveles de la Oración.
• Aprender y Participar de los diferentes modos de oración.

Ambientación
Ambientar el salón con afiches alusivos al día. También se pueden colocar,
además de la agenda, el pensamiento y los objetivos de la reunión, algunas frases
de Agustín:
* Para encontrarse con Dios es necesario el silencio (Agustín).
* La verdadera confesión (orar) se hace en el corazón; Cuando la boca profesa una cosa
y el corazón otra, eso no es confesar sino “cotorrear” (Agustín).
* La Oración es el afectuoso alargamiento del espíritu hacia Dios.
Colocar en un papelógrafo el siguiente texto:
“Las cuatro fases de la oración:
Yo hablo, tú escuchas.
Tú hablas, yo escucho.
Nadie habla, los dos escuchamos.
Nadie habla, nadie escucha: Silencio”.

Materiales a utilizar durante la reunión


Agenda, objetivos y pensamiento de la reunión (Ambientadores).
6 papelógrafos en blanco.
Marcadores.
Biblias

Recepción:
Comenzar, haciendo la pequeña dramatización del ¿Cómo orar? que se pone al
final de la recepción. Finalizada ésta, el servidor dirá cuáles son según la lectura, las
fases de esta oración que se acaba de representar. Éstas (las fases) estarán escritas
en un papelógrafo, hecho por los ambientadores. Luego, el servidor invitará a los
caminantes a reflexionar sobre su forma de orar comparándola con la dramatización
hecha.

75
El servidor da la bienvenida al grupo y los invita a observar una pequeña
dramatización.
NARRADOR: Jesús puso además esta comparación por algunos que estaban
convencidos de ser justos y que despreciaban a los demás. “Dos hombres subieron
al templo a orar; uno era fariseo y el otro publicano.”
El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera:
FARISEO: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres,
que son ladrones, injustos, adúlteros o como ese publicano que está allí.
Ayuno dos veces por semana, doy la décima parte de todo lo que tengo.
NARRADOR: El publicano, en cambio, se quedaba atrás y no se atrevía a
levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo:
PUBLICANO: “Dios mío, ten piedad de mí que soy un pecador.”
NARRADOR: Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando
volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque todo hombre que se hace grande será
humillado, y el que se humille será grande.

Motivación:
Se comenzará leyendo el texto “Si pudiéramos escuchar a Dios”, el cual será
escrito en un papelógrafo, para que todos lo puedan ver, y que está escrito al final de
la motivación. Luego, invitar a reflexionar lo siguiente: ¿Escucho verdaderamente a
Dios, como se menciona en el texto y como se mencionaba en la representación de la
Recepción? Luego se procederá a leer los objetivos, la agenda y el pensamiento de la
reunión (comentarlo).

Pensamiento:
“Alabar a Dios con la lengua no se puede siempre.
Alabar a Dios con la vida, se puede siempre” (Agustín)

AGENDA

Recepción.................................................................... 10 min.
Motivación.................................................................... 10 min.
Catequesis (1.ª parte)..................................................... 60 min.
Recreación..................................................................... 15 min.
Catequesis (2.ª parte)....................................................... 65 min.
Reunión por Grupos de Fraternidad............................ 20 min.
Lectura de conclusiones y entrega de los informes.... 2 min.
Orientación.................................................................. 5 min.
Despedida................................................................... 1 min.
Cronometrista y Ambientador.

76
“Si supiéramos escuchar a Dios, oiríamos su voz...
Porque Dios nos habla. Ha hablado en su Evangelio.
Y habla todavía hoy en la vida, este quinto Evangelio, que página a página vamos
escribiendo nosotros todos los días.
Pero nuestra fe es demasiado enclenque y nuestra vida demasiado vulgar.
He ahí por qué llega tan pocas veces hasta nosotros el mensaje de Dios.
¿Por qué no nos imaginamos lo que Él nos diría hoy a los hombres del siglo XX puesto
a traducirnos su Evangelio?
Tal vez esto nos ayude a escuchar su voz en los comienzos de nuestra vida de amistad
con Cristo...”

Catequesis (1.ª parte):


Se comenzará la catequesis haciendo una conexión con el día anterior, en el que
se hablaba de Jesús, quien nos muestra un camino perfecto, un camino de libertad a
seguir: SU VIDA. Es sólo en Jesús en quien podemos ser verdaderos hombres libres.
Pero a ese Jesús, que es nuestro Dios, le necesitamos sentir, palpar, comunicarnos
con él, y eso lo podemos lograr a través de la Oración. Pero ¿cómo lograr una mejor
comunicación con nuestro Padre? (5 minutos.)
Durante este tema vamos a descubrir esto. Se divide el grupo en 6 subgrupos,
donde cada uno analizará las siguientes preguntas y las conclusiones las anotarán
en un papelógrafo:
* ¿Qué es la Oración?
* Importancia de la Oración.
* ¿Cómo oro?
* Dificultades en mi Oración.
* Tipos de Oración.
Para esto tienen 20 minutos. Finalizado este tiempo, se realizará una plenaria
donde se expondrán las conclusiones obtenidas por los diferentes grupos y donde
el Catequista deberá corregir los errores y resaltar los aspectos más importantes,
guiándose por el material de apoyo que se anexa (ANEXO14) (20 minutos). A
continuación, se explicarán las formas de la oración que están en el material
ANEXO de la catequesis y que son Vocal, Mental y Contemplativa. El Catequista
puede ayudarse de papelógrafos que contengan información acerca de las formas de
oración, y que pueden ir leyendo los mismos jóvenes, para realizar la catequesis lo
más amena posible (15 minutos). Luego se pasará a la Recreación.

77
Recreación
Se dejará a la imaginación del servidor.

Catequesis: (2.ª parte):


Terminada la Recreación, se procederá a la explicación de varios tipos de oración,
que son: Perdón, Acción de Gracias, Alabanza, Contemplación, Rosario y Oración
Bíblica. De estas oraciones se pueden representar algunas para hacer más dinámica
la explicación, y pueden ser las de Acción de Gracias, Perdón y Contemplación.
Luego se propiciará un momento donde los caminantes puedan experimentar
un ejercicio de oración a través de la Lectio Divina, donde el charlista debe realizar la
explicación de dicho ejercicio; para esto se anexará la herramienta del marcalibros con
los pasos fundamentales para llevar la Lectio divina (archivo anexo a este documento
por ambas caras). Luego se les dan las indicaciones para vivir el desierto, que debe
durar una hora, y al final se comparte en plenaria lo experimentado valorando ese
primer encuentro.

78
ANEXO 14

MATERIAL PARA CATEQUISTA

¿QUÉ ES ORAR?
“La oración es una conversación o coloquio con Dios” (San Gregorio Niceno).
“La oración es hablar con Dios” (San Juan Crisóstomo). “La oración es la elevación
de la mente a Dios” (San Juan Damasceno). “Oración es tratar de amistad, estando
muchas veces tratando a solas con Quien sabemos nos ama” (Sta. Teresa de Jesús). Y
el Nuevo Catecismo da también la definición de Sta. Teresita del Niño Jesús: “Para
mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo,
un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde
dentro de la alegría” (#2558).
Sin embargo, la oración es principalmente una actividad sobrenatural. No es
sólo ni principalmente obra del hombre: es más obra de Dios, que acción nuestra.

¿POR QUÉ ORAR? IMPORTANCIA DE LA ORACION:


Llama la atención que el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica dedique
una quinta parte (20 %) de sus páginas al tema de la oración, en forma
muy extensa y explícita, tratando todas las formas de oración, inclusive la de la
contemplación, que erróneamente ha estado reservada para vocaciones especiales.
Son tan detallados los capítulos que el Nuevo Catecismo dedica a la oración, que
trae hasta consejos prácticos para la oración y trata también los errores en que se
pueden caer los orantes. El tratamiento que da el Nuevo Catecismo a la oración
denota la importancia que le asigna el Magisterio de la Iglesia a la misma.
La oración es la llave que abre nuestro corazón y nuestra alma al Espíritu
Santo, es decir, a Su acción de transformación en nosotros. Al orar, permitimos a
Dios actuar en nuestra alma, en nuestro entendimiento y nuestra voluntad, para ir
adaptando nuestro ser a Su Divina Voluntad. (cfr. 2825-1827).
La oración nos va descubriendo el misterio de la Voluntad de Dios. (cfr. Ef.
1,9).
La oración va conformando nuestro ser a esa forma de ser y de pensar divinas:
nos va haciendo ver las cosas y los hechos como Dios los ve.
La oración nos va haciendo conformar nuestra vida a los planes que Dios
tiene para nuestra existencia.
En fin: la oración nos va haciendo cada vez más “imagen de Dios”.
Tal vez por todas estas cosas y por el interés del Magisterio de la Iglesia en
la oración, el Papa Juan Pablo II nos dejó una consigna en su visita a Venezuela,
consigna que repite en todos sus viajes y que él mismo practica: “Ante todo, creced

79
en el Señor... Abrid siempre más vuestro corazón a Cristo. Acoged Su presencia
misteriosa y fecunda; cultivad la intimidad con Él en ese encuentro que cambia la
vida... Creced siempre en el Señor. Creced hacia la plenitud de Dios” (Ef. 3,19). Y
esta consigna no fue precisamente para el Clero o los religiosos: la dijo para
los laicos, para los que debemos estar actuando en el mundo.

80
¡QUE YO TE CONOZCA!
(Soliloquios II, 1, 1)

PARA ORAR CON LA PALABRA…


1. No quieras derramarte fuera (VR 39, 72). Busco
un lugar y un tiempo tranquilos. Dejo fuera todo
aquello que me preocupe o me distraiga.
2. Entra dentro de ti (VR 39, 72). Relajo mis
músculos y sereno mi cuerpo. Enciendo mi corazón
deseando este encuentro interior (puedo servirme
de un canto o imagen sugerente). Me descubro en
la presencia de Jesús; en mi interior, Él visita mi
vida.
3. ¡Dame lo que me pides! (Conf. 10, 31, 45).
Dejo que su mirada amorosa pase por mis vacíos
y carencias. Le expreso lo que siento que estoy
necesitando; le pido que Él pueda empapar esta
sequedad mía con su Palabra. Le pido que se abran
mi corazón y mi entendimiento a su orientación y
su mensaje.
4. Toma y lee (Conf. 8, 12, 29). Hago lectura orante
del texto propuesto; despacio, con calma y sin
apuro. Lo releo palabra por palabra. Me imagino el
lugar donde sucede. Tal vez me vea en alguno de
sus personajes. Me detengo en lo que más me llega,
y lo identifico con mi vida y con lo que me está
pasando. Me dejo tocar. Me convenzo de que en
ello Dios está hablándome. Ante esta Palabra suya,
Si bien cada ejercicio guardo silencio; lo escucho.
de Lectio Divina
puede ofrecer
5. Trasciéndete (VR 39, 72). Saboreo la sorpresa de
pautas específicas este encuentro y las luces o nuevos sentimientos que
para la oración y el puedan surgir. Converso con Jesús sobre lo que he
discernimiento, en sentido y descubierto. No sólo mi voz; dejo hablar
este marcalibros se a mi corazón en amistad, libertad y espontaneidad.
muestran los pasos Dejo espacios de silencio para seguir escuchando.
generales para orar Luego me despido con un momento especialmente
con la lectura bíblica íntimo, dándole gracias y pidiéndole fuerzas para
sugerida en cada uno poner en práctica lo que Él ha esclarecido en mí.
de ellos.

81
¡QUE YO ME CONOZCA!
(Soliloquios II, 1, 1)
EXAMEN DE LA ORACIÓN
• ¿Durante la oración me sentí realmente
acompañado? ¿Fue un diálogo con Dios o un
monólogo?
• Qué sentimientos más fuertes tuve durante la
oración. Les doy nombre: paz, alegría, confianza,
ánimo, valor, sentido de la vida, deseos de trabajar
por los demás; ansiedad, miedo, sentimiento de
fracaso, angustia, tristeza, desconfianza, desánimo,
oscuridad, confusión.
• ¿Qué frase, personaje o escena de la Palabra de
Dios resonaron en mi corazón?
• ¿Hubo distracciones o imágenes que dispersaran
mi oración? Si es así, ¿qué provocaron en mí? En esta otra cara
del marcalibros se
• Luego de esta oración, ¿ha cobrado fuerza alguna ofrecen las pautas
claridad para mi vida? para llevar por
• ¿Descubro alguna invitación de Dios: deseos, escrito la revisión
llamadas que haya experimentado? ¿Cuáles que podamos hacer
son? (reconciliarme con alguien, cumplir con luego de la oración
bíblica.
algún compromiso, abandonar una relación
inconveniente…). En unas pocas
líneas, condenso
• ¿Sentí alguna especial dificultad, miedo o resistencia
mi experiencia y
ante esas llamadas, inspiraciones o deseos? la expreso en mis
• ¿Con qué nombre recordaré esta oración? soliloquios personales.

82
ANEXO 15

Celebración Agustiniana

Objetivo
• Redimensionar la necesidad que tenemos de conversión, tomando como
modelo a nuestro hermano Agustín.
• Asumir nuestro propio compromiso agustino, de cara a la conversión y a
la fraternidad.

Ambientación
La actividad se desarrollará en seis ambientes diferentes, los cuales tendrán su
decoración específica:
Primer ambiente: Será, de ser posible, algún salón auxiliar de dimensiones
suficientes para albergar a todo el grupo; de otro modo, podrá ser utilizado el salón
principal. Se coloca un papelógrafo con la palabra “CONVERSIÓN”
Segundo ambiente: Será un sitio amplio en el cual ya estarán preparados
unos leños para ser encendidos.
Tercer ambiente: Ha de ser distinto a los anteriores, habrá gente bailando:
signos que reflejen la bebida, el placer, la lujuria, el desenfreno. (Sodoma y Gomorra)
Cuarto ambiente: Ha de ser distinto a los anteriores, de ser posible será en
la puerta de algún salón con el siguiente letrero sobre la misma “MANIQUEOS.
TENEMOS LA VERDAD...”
Quinto ambiente: Ha de ser distinto a los anteriores, será un lugar amplio al
aire libre, en el cual estará tendido sobre el piso un “cadáver” vestido de acuerdo a
los tiempos de Agustín.
Sexto ambiente: Será el salón principal, en el piso habrá dibujado un gran
corazón agustino con velas que harán la llama, este corazón será suficientemente
grande para que quepa “Agustín”; además habrá corazoncitos suficientemente
grandes con el nombre de cada uno de los participantes del taller, para poder escribir
un compromiso.

Desarrollo de la actividad
La celebración será un recorrido estacionario por la vida de “Agustín”, en el
cual se valorará el proceso de inquietud y conversión vivido por nuestro hermano.
Para ello se requerirán los siguientes servidores, que han de ser escogidos entre los
guías:
• Agustín: Vestido de acuerdo a su época.

83
• Grupo participante en una fiesta: Según el tercer ambiente, de ser posible,
numeroso. Vestidos de acuerdo a la época.
• Maniqueo y Fausto: Vestidos de acuerdo a la época.
• Amigo muerto.
• Niños: De ser posible que canten “Toma y lee”.
• Mónica: De ser posible acongojada, llorosa y suplicante.

Los jóvenes han de reunirse previamente para informarles la importancia de la


actividad que habrá de realizarse durante la noche, y sobre todo, informarles que el
éxito de la misma dependerá del silencio y disposición de ellos.

La actividad se desarrollará siguiendo los siguientes pasos:


1. Se da inicio en el primer ambiente, donde se les invitará a plasmar, en
ambiente de silencio, sus ideas sobre la conversión en el papelógrafo.
Luego, el facilitador recogerá las conclusiones y orientará al grupo sobre
la importancia de la conversión, de la necesidad que tenemos de ella y las
actitudes que necesitamos para adentrarnos en un camino de conversión.
2. Después de esto, se les invita a dirigirse, cantando como en caravana por
el desierto (algún canto alegre que exprese el carisma agustino recoleto),
al segundo ambiente. Al llegar, todos se sientan libremente alrededor de
la fogata (apagada) mientras continúan cantando. Uno de los facilitadores
hablará sobre la presencia de Dios, la búsqueda, la inquietud y el llamado
de Agustín, culminando con la frase “véanlo ustedes mismos”, y llamando
en voz alta a Agustín, que estará oculto en algún lugar cercano.
Inmediatamente sale “Agustín”, con gestos que hablen de estar pensativo e
inconforme de la vida que lleva e invita a los caminantes a que le acompañen
y vivan con él la búsqueda de Dios. En algún momento de esta fase inicial,
hará notar la presencia de Mónica, rogando y suplicando por la conversión
de su amado hijo, momento a partir del cual Mónica seguirá de cerca los
pasos de su hijo.
3. Agustín se dirige hacia el tercer ambiente, donde tomará parte activa de
la “fiesta”. Tras él, aparecerá Mónica, invitándolo a que deje esos oscuros
caminos por los que lleva su vida. Agustín, luego de ofrecer una breve
resistencia, cederá, no muy convencido, pero cederá.
4. Al dejar la fiesta, Agustín se dirigirá, (siempre en clave de búsqueda y
vacío) hacia el cuarto ambiente, donde se encontrará con un maniqueo con
el que sostendrá un diálogo sobre la verdad, del cual Agustín no queda
muy convencido, por lo que el maniqueo le dice que espere a Fausto, quien
disipará todas sus dudas, Agustín acepta, pero, al llegar Fausto, advierte
que es un farsante.

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5. Agustín se dirige ahora, más confundido, hacia el quinto ambiente, donde
al encontrar a su amigo muerto, allí llorará amargamente.
6. A continuación Agustín se dirige hacia el segundo ambiente. Todos se
sentarán. Allí Agustín dirá las palabras que aparecen en las confesiones
(“Hasta cuándo…”). Seguidamente, se escuchará la voz de un niño cantando:
“toma y lee...” Agustín leerá el conocido fragmento de la carta de San Pablo
a los Romanos (13, 13) y quedará impactado frente a esa Palabra de Dios
que se dirige justo a lo que él está viviendo, como para abrazarlo y darle la
fuerza necesaria para el cambio. Mientras tanto, alguien prenderá los leños
y se hará la fogata (no muy grande) y, al momento en que Agustín se abraza
a sí mismo y contempla el fuego (como dejándose abrasar el corazón), se
escucha el canto: “Me flechaste el corazón”. Luego algún facilitador dirá
que, así como Agustín se experimenta tocado por Dios en el corazón, así
también nosotros, en nuestra propia historia, una vez fuimos llamados por
Dios a vivir este mismo ardor del corazón y este carisma de Agustín. Hoy,
Dios vuelve a tocarnos con su calor y su Palabra para que nos renovemos
en su Salvación y podamos ser buscadores y testigos de Cristo al estilo de
Agustín.
7. Agustín se dirige hacia el sexto ambiente, todos irán cantando una canción
acorde con el momento. Agustín se colocará dentro del gran corazón,
mirando fijamente su llama encendida. Se invitará a los jóvenes que tomen
asiento en forma ordenada. En estos momentos algún facilitador invitará
a buscar el corazón con el nombre de cada uno, para escribir en él un
compromiso agustino de cara a la conversión o a la fraternidad para con su
grupo. Durante los momentos de silencio se recomienda colocar o cantar
“me flechaste el corazón”. Luego que el corazón grande queda vacío se
invita a que cada uno se levante, lea su compromiso y lo deposite en el
corazón pintado en el piso, donde permanecerá Agustín hasta el fin de la
celebración.
8. Se culminará cantando el “himno de la JAR”.

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ACTIVIDADES CREATIVAS

GUIÓN SUGERENCIA PARA LA NOCHE ESPECIAL

El coordinador será quien presente la Noche Especial, y explica el sentido de la misma:


COMPARTIR LO QUE CADA UNO DE NOSOTROS HA HECHO PARA TODOS.
Da la bienvenida y presenta a los dos animadores de la Noche Especial, que llevarán
los diferentes momentos.

ESQUEMA SUGERIDO DE TIEMPO


Presentación y Bienvenida 10’
Noti JAR (Noticias) Animadores 15’
Teatro Grupo De Teatro 10’
Tarjetería Grupo De Tarjeteria 10’
Canto Grupo De Canto 10’
Danza Grupo De Danza 10’
Noti JAR (Premios) Animadores 15’
Conclusión y Oración Final Coordinador 10’

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ANEXO 16

“Espiritualidad Eucarística”

Objetivos:
• Reconocer las actitudes que Jesús nos dejó en la Eucaristía
• Reconocer la Eucaristía como regalo de Dios
• Testificar las vivencias dentro de la Eucaristía

Materiales:
• Arcilla
• Biblia
• Arena
• Agua
• Canción al Espíritu Santo

El desarrollo del tema se engloba en 4 actitudes fundamentales de Jesús en la


última cena y que se repite hoy en día en la Eucaristía.
Las 4 Actitudes son: “Lo Tomó”, “Lo Bendijo”, “Lo Partió” y “Lo Repartió” (ANEXO
15).
Cada actitud tiene una dinámica para la mayor comprensión y desarrollo del
tema.
1.- Tomó pan en sus manos (Lo tomó…): Para esta actitud es necesario
tener a la mano arcilla y repartir a 5 o menos caminantes, pedirles que formen una
figura que represente lo más importante en su vida, preguntarles el porqué de esa
figura que crearon; al final, pedirles que destruyan de la forma más cruel y dura y
preguntarles que sintieron al hacerlo.
El objetivo de esta dinámica es que descubran que eso exactamente hacemos
nosotros con la VIDA que Dios nos regala.
2.- Lo Bendijo…: Para esta actitud es necesario una biblia y volver a elegir
a 5 o menos caminantes (estos deben estar frente a todos los demás) pedirles a uno
por uno que se coloque la biblia en sus manos y luego en su corazón (ojos cerrados).
Al finalizar la dinámica preguntarles cuál fue el sentimiento que produjo el tener la
biblia en sus manos y en su corazón.
El objetivo de esta dinámica es que descubran que Dios nos dejó un gran tesoro, nos
bendice con su palabra contenida en la Biblia.
3.- Lo Partió…: Esta es una actitud donde Jesús nos purifica y para la mayor

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compresión es necesario tener un envase lleno de arena y otro más grande lleno
de agua. La dinámica consiste en llenarle al joven las manos de arena y luego de
unas gotas de agua de manera que sus manos queden completamente sucias
(Preguntarles qué sienten). Luego lavarles y secarles las manos y preguntar qué
sienten ahora.
El objetivo de esta dinámica es el descubrir que por más sucio de pecado que
esté el Ser humano, Dios siempre está ahí para limpiarlo, para perdonarlo.
4.- Lo Repartió…: Esta actitud es una de las más importantes dentro del
tema. Al momento de explicar que el pan no se queda en las manos de Jesús, sino
que se da a los demás, es el momento de comenzar a hablar de las 4 actitudes de la
Eucaristía, en nuestro compromiso domingo a domingo de vivir profunda, alegre y
constantemente el encuentro con Jesús que nos toma, bendice, parte y reparte.
Al finalizar esta reflexión se pide a los jóvenes que, como en la eucaristía, “es
momento de darnos la PAZ” y de repartir eso que Jesús nos regala, y la mejor
forma es diciéndole al hermano con un abrazo que lo amo con el amor del Señor.
Con esta dinámica se finaliza el tema y sería ideal que al momento de los
abrazos los músicos canten canciones alegres.

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ANEXO 17

Espiritualidad Eucarística
Espiritualidad
Dinamismo del amor que el Espíritu Santo infunde en nosotros.
“Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce” (Mt 26, 20); “Y mientras estaban
comiendo, tomó pan y lo bendijo, lo partió y, dándolo a sus discípulos, dijo: Tomad y comed,
esto es mi cuerpo. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: Bebed de ella
todos, porque esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de
los pecados” (Mt26, 28); “Haced esto en recuerdo mío” (1 Cor 11, 24).

Tomó Pan en sus manos


Así mismo como en la última cena el Señor Jesús tomó el pan en sus manos,
ahora repite exactamente la misma operación con cada uno de nosotros.
“Como el barro en manos del alfarero, así son ustedes en mi mano, casa de Israel.” (Jer
18, 6b).

Lo Bendijo
En cuanto Jesús toma el pan entre sus manos, lo bendice. Lo primero que hace
el Señor es hablarnos bien: con la verdad. Pronuncia una palabra que es viva y eficaz,
que es espíritu y vida.
“Habla, Señor, que tu siervo escucha” (Is 3,10).

Lo Partió
Jesús, habiendo tomado y trasformado el pan con su Palabra de bendición,
lo partió. El tercer aspecto de la formación de un discípulo consiste en ser partido,
que consiste en la etapa de purificación a través de la cual el Señor nos consagra
totalmente para Él.
“Purifíquense de toda vieja levadura, para ser masa nueva, pues son panes ázimos,
porque nuestro Cordero Pascual, Cristo Jesús, ha sido inmolado” (1Cor 5,7)

Lo Repartió
Una vez que el pan ha sido tomado en las manos, bendecido y partido, se
reparte. No se queda en las manos de Jesús, sino que se da a los demás.
“Cuando Andrés encontró a Jesús en el desierto, lo siguió y se quedó con él toda la tarde
y la noche. Pero al amanecer se levantó temprano y fue a buscar a su hermano Simón para
llevarlo a Jesús” (Jn 1, 37-48a).

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NUESTRA REALIDAD

Objetivos
Fomentar la profundización en la acción social.Ayudar en el proceso de lectura
de necesidades.

Ambientación
Ambientar el salón con afiches alusivos al día. También se pueden colocar,
además de la agenda, el pensamiento y los objetivos de la reunión, algunas frases:
• Es inútil encontrar el camino a la luna, si no sabemos encontrar el camino al
corazón del hermano necesitado (Agustín)
• No se hagan tesoros en la tierra, donde la polilla y el gusano los echan a
perder y donde los ladrones rompen el muro y roban. Acumulen tesoros en
el cielo, donde ni la polilla ni el gusano los echan a perder, ni hay ladrones
para robar.
También se pueden hacer algunos afiches de las caricaturas que se anexan
como material de apoyo.

Materiales a utilizar durante la reunión:


Agenda, objetivos y pensamiento de la reunión (ambientadores). Canción:
“Casas de Cartón”, de Alí Primera. Audiovisual: “Casas de Cartón”. Documento:
“Cuadro de Lectura de Necesidades”.

Recepción
El servidor invitará a comenzar teniendo un pequeño momento de reunión
por Caravanas, para que preparen una breve exposición de su Apostolado: ¿Qué
actividad se realiza?, ¿Dónde se realiza?, Éxitos y Fracasos. Tienen de 5 a 10 min. para
reunirse dentro del salón. El servidor debe indicar en qué sitios del salón se reunirá
cada precomunidad. Luego cada quien vuelve a su puesto y cada precomunidad
expondrá lo suyo (5 min.).

Motivación
Se comenzará haciendo la dramatización de la cita bíblica de la parábola del
buen samaritano (Lucas 10 25-37). Se les lanza la pregunta: ¿Qué actitud hubieran
tomado ante tal situación, o con cuál de los personajes se han identificado alguna
vez? Se pedirán unas tres o cuatro intervenciones. Luego, se procederá a leer los
objetivos, la agenda y el pensamiento de la reunión (comentarlo).

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Objetivos:
Fomentar la profundización en la acción social.
Ayudar en el proceso de lectura de necesidades.

Pensamiento:
“El movimiento se demuestra andando” (Agustín).

AGENDA
Recepción............................................................................... 15 min.
Motivación.............................................................................. 10 min.
Catequesis (1.ª parte)............................................................ 45 min.
Recreación.............................................................................. 15 min.
Catequesis (2.ª parte)............................................................ 60 min.
Reunión por Grupos de Fraternidad.................................. 20 min.
Lectura de conclusiones y entrega de los informes.......... 2 min.
Orientación............................................................................. 5 min.
Despedida............................................................................... 1 min.
Cronometrista y Ambientador

Catequesis: (1.ª parte):


Se comenzará la catequesis, haciendo una conexión con el día anterior, en el
que se hablaba de los Sacramentos. Estos son básicos para nuestra vida, ya que son
signos visibles del amor y acercamiento de Dios al hombre. Los Sacramentos y la
Oración son aspectos fundamentales de nuestra FE. Pero una FE sin obras es una
FE muerta, como dice en St. 2, 26. Por eso la importancia de canalizar todo ese
amor que recibimos de Dios y esa enseñanza que recibimos de su palabra, hacia un
apostolado, actividad social o compromiso concreto con el hermano más necesitado
(5 min.).
Luego se invitará a ver el Audiovisual: “Casas de Cartón”, donde cada uno,
finalizada la proyección, tendrá una copia de la letra de la canción para subrayar
la frase que más le impresionó, para discutirlo en plenaria. Luego el catequista
debe ser muy claro en comentar que no debemos cruzarnos de brazos y quedarnos
conformes con nuestro apostolado de “Una vez a la semana”, sino que nuestro
apostolado debemos llevarlo a todas partes, a todo nuestro entorno, ser siempre ese
buen samaritano en todos los aspectos de nuestra vida. Además, las necesidades no

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se esconden hasta la próxima semana, cuando terminamos nuestras dos horas de
apostolado, sino que éstas siguen allí (10 min.).
Luego se leerá la cita bíblica Mt. 25, 31-46 y se reunirán por grupos de
fraternidad para discutir las siguientes preguntas:
• ¿Qué sentimientos te producen las escenas vistas en el audiovisual?
• ¿Cómo ha sido tú posición ante las necesidades de tu entorno?
• Respecto a la lectura bíblica, y recordando cuando alguien te ha necesitado:
¿estarás a la derecha o a la izquierda?
Cada grupo debe tomar conclusiones (las ideas que más abundaban en
general), y tendrán un tiempo de 25 minutos para reunirse.

Finalizado el tiempo, se discutirán en plenaria las conclusiones de las dos


primeras preguntas solamente. La última quedará a nivel personal y de grupos (10
min.). Seguidamente se pasará a la recreación.

Recreación:
Se dejará a la imaginación del servidor.

Catequesis: (2.ª parte)


Terminada la recreación, se entregará a cada uno la hoja de Lectura de
Necesidades (Anexo1). Se explicará cómo llenar la hoja. Se tienen varios aspectos
(lugares) de nuestro entorno: Familia (comunicación, comprensión, ayuda mutua
económica o espiritual, etc...), Colegio/Universidad (Amigos, colaboración con
actividades, etc...), precomunidad, Parroquia y el lugar de Apostolado. Se anotarán
las necesidades que se observan en cada lugar, de acuerdo al entorno de cada quien.
Sería importante recalcar que los proyectos a trazarse deben ser concretos y posibles
de hacer. Se dará un tiempo de 30 min. para que de forma personal responda cada
quien su hoja.
Luego del trabajo personal se reunirán por precomunidades (durante 20
minutos), y teniendo en cuenta el aspecto del sitio de Apostolado de la precomunidad,
cuyas necesidades todos han anotado, se propondrán un proyecto grupal. Sin
embargo, cada quien se debe trazar metas (o proyectos) personales en este aspecto.
Luego, en plenaria, cada precomunidad dirá brevemente lo que han decidido
hacer. Se culminará invitando a trabajar y no dejar esos proyectos en papel,
resaltando también la importancia de llenar la hoja y revisarla cada cierto tiempo,
para proponernos nuevos proyectos (5 min.).

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ANEXO18

CUADRO DE LECTURA DE NECESIDADES

PROYECTOS A
LUGAR NECESIDADES
REALIZAR

FAMILIA

COLEGIO /
UNIVERSIDAD

CARAVANA

PARROQUIA

LUGAR DE
APOSTOLADO

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REUNIÓN DE CRECIMIENTO FINAL
“EL TALLER COMIENZA MAÑANA”

Objetivos
1) Evaluar el Taller Milán I.
2) Invitar a todos a poner en práctica (testimoniar con la vida), todo lo aprendido
y vivido en el Taller.

Pensamiento de la Reunión
“El movimiento se demuestra andando”

Desarrollo
• Se necesitarán los Objetivos de la reunión y el pensamiento escrito en
un papelógrafo. También se necesitarán marcadores y 4 papelógrafos en
las paredes del salón, cada uno distante del otro, con los Títulos: ¿QUÉ
LE QUITARÍAS?, ¿QUÉ LE PONDRÍAS?, LO QUE MAS TE LLENÓ,
CONCLUSIONES DEL TALLER.
• Comenzar entregando las hojas: “Evaluación del Taller Ciudad de
Dios Milán” (ANEXO17) y “Evaluación Testimonial del Taller Milán 1
(ANEXO18)”, las cuales serán para trabajar en forma personal. Las hojas
se pueden leer y explicar rápidamente, para que luego tengan menos dudas.
Se puede mencionar que la Evaluación Testimonial es para el Toma y Lee, así
que también es importante (5 min.).
• Trabajo personal para hacer las evaluaciones (60 min.).
• Tener un tiempo libre (20 min.).
• Pasar al salón y recoger evaluaciones.
• En el salón se hace una evaluación llenando, en silencio (música de fondo)
y en orden, los papelógrafos que están en las paredes, mientras se puede
pasar por cada papelógrafo (el que lo desee) a leer lo que está escrito en
ellos (20 min.).
• Luego el Catequista leerá (o mandará a leer) las cosas más importante que
él haya observado.
• Luego el Catequista recordará a los caminantes los temas vistos en el
taller. Recordará que al principio partieron de su propia situación, desde el
descubrirse y encontrarse como persona y con otras personas con las que
vive y se comunica, hasta encontrarse con un camino que se le propone,

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que es el de optar verdaderamente por la persona de JESÚS, siguiendo
un estilo de vida y creciendo en una FE (Oración y Sacramentos), que lo
lleve a comprometerse con el hermano más necesitado. Y así se puede
ir recalcando lo que se debe poner en práctica de cada tema a partir de ahora.
Y es que, en sí, se puede decir que el Taller Milán I comienza mañana,
cuando lleguemos a nuestras casas, cuando nos levantemos sin oír el pito,
y nos enfrentemos a “NUESTRA REALIDAD”. Allí nos enfrentaremos a
nuestra situación específica, y es cuando tenemos que recordar que hemos
aprendido algo y debemos ponerlo en práctica.
• Comentar también el pensamiento del día, que puede ayudar a transmitir
el mensaje que se desea.
• Mencionar también que hay dinámicas dentro del Taller (como la de ¿Quién
soy yo?) que es mejor no comentar mucho, sobre todo porque hay jóvenes
que algún día van a vivir el Taller y no debieran saber de qué tratan, para
su mejor provecho.
• Invitar a trabajar y no caer nunca en el desánimo.
• Terminar con algún canto.

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ANEXO 19

EVALUACIÓN DEL TALLER


HORIZONTE DE AVENTURA
NOMBRE:______________________CARAVANA:____________
FECHA:___/__/__

Hemos pasado juntos estos días viviendo este taller. Al llegar nos propu­simos
unos objetivos. Es ahora el momento de evaluar los resultados. Te pedimos este
esfuerzo y contamos con tu SERIEDAD Y SINCERIDAD.
1. ¿Has logrado alguna meta en este taller? Especifícala.

2. ¿Cuáles han sido los momentos más felices para ti?

3. ¿Cuáles han sido los momentos menos agradables para ti?

4. Conclusiones personales a las que has llegado:

5. Si tuvieras que elegir entre todo lo que has vivido, hablado, escuchado, etc.,
en este taller, ¿Qué es de todo ello lo que más bien te ha hecho y por qué?

6. REUNIONES DE CRECIMIENTO:
6.1. Impresión general sobre ellas:

6.2. Reuniones de crecimiento que más te han gustado:

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6.3. Reuniones que menos te han gustado:

6.4. ¿Para qué te han servido?

6.5. ¿Quitarías alguna reunión de crecimiento? ¿Cuál?

7. DINÁMICA DEL ¿QUIÉN SOY YO? (Impresión general):

8. ACTIVIDADES CREATIVAS (Impresión general):

9. CELEBRACIONES: (DE LA VIDA, AGUSTINIANA, ESTRELLAS DEL


CAMINO, MARIANA) Impresión General:

10. ORACIÓN, EUCARISTÍA y VIDA CRISTIANA:


10.1. ¿Te ha ayudado el taller a orar más y mejor?

10.2. ¿Consideras suficiente el tiempo de oración? ¿Demasiado? ¿Poco?

10.3. ¿Cómo has vivido la Eucaristía? ¿Te has acercado más a ella durante el
taller?

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11. ¿Te ha gustado el ambiente del taller? ¿Por qué?

12. Evalúa la actuación de los animadores del taller.

13. ¿Han sido positivas las fraternidades? ¿En qué sentido?

14. Evalúa otros aspectos no señalados y que consideres importantes.

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ANEXO 20

TESTIMONIO DEL TALLER


HORIZONTE DE AVENTURA
NOMBRE:___________________________ PRECOMUNIDAD:___________
FECHA:__/__/__

Hemos pasado unos cuantos días juntos. Durante ellos hemos acumulado
demasiadas vivencias como para poder expresarlas en una sola línea. Es más, es casi
seguro que lo más rico de cada momento es muy difícil narrarlo. Sin embargo, te
pedimos que hagas un esfuerzo por comunicarnos estas vivencias en su nivel más
personal. La extensión puede ser larga o corta. Lo importante es que sea muy sentida
y sincera.
¡MUCHAS GRACIAS!

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