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Fernando Vega Santa Gadea

LA EVOLUCION DE LA PENA PRIVATIVA DE LA


LffiERTAD EN EL PERU
Consideraciones Generales acerca de la Punición l11caica, La Cárcel e11
la Colonia y La Administración Penitenciaria durante La República.
Al Dr. Julio Altmatm Smythe
Primer Penitenciarista de América.

lm'RODUCCION tipos de carcelería y ·la desigualdad en el trato del re-


cluso, que esa misma sociedad legalizó.
Un conocimiento integral sobre la punición incaica,
es esencial para entender el régimen cawelario en el La etapa p·enitenciaria republicana •es la que menos
antiguo Perú. Y •es que, como dice Pachaco Vélez, problemas ha planteado en la preparación de este tra-
"no podemos trasmitir una visión coherente de nues- bajo, quizás porque las instituciones nos son más pro-
tra historia, no podemos colaborar en una verdadera x:mas, se ha escrito algo sobre e•l tema, y todavfa sub-
comprensión de nuestro pasado, que ·es requisito pa- sisten -desgraciadamente- los vicios del sistema
ra •la comprensión de nuestro presente, si antes noso- carcelario que hace más de 100 años, denunciara Ma-
tros mismos no ¡poseemos una visión y una vivencia riano Felipe Paz Soldán.
integral del tema" (1).
El testimonio de los cronistas, la Recopilación de Le-
Con la convicción de que el estudio de la historia yes de Indias y el Derecho Indiano en g·eneral y los
del Derecho de Ejecución penal del Tahuantísuyo, de- estudios realizados por notables historiadores, etnó-
be abarcar no sólo la legislación sino, como ·reco- logos y antropólogos específicamente, han sido la
mi·enda Jorge Basadre, también las ideas y costum- fuent·e principal que ha posibNitado prep·arar un es-
bres jurídicas y en general "el sistema jurídico den- quema de las 2 primeras etapas. El informe de Maria-
tro del cual se ha vivido en el pasado", consideramos no Felipe Paz Soldán, la investigación realizada por
oportuno incluir aspectos de la organización judicial el Dr. Julio Altmann Smythe, las disposiciones lega-
y el sistema de penas vigente en el imperio de los in- les y r•eglamentarias de la administración carcelaria,
cas a la llegada de Jos españoles, porque esa realidad la indagación ·efectuada por la cátedra y su personal
trasmitida por los cronistas, es •la primera versión experiencia ·en •la vida penitenciari·a han permitido cul-
acerca de la administración de justicia y el der·echo minar la te·rcera.
penal incaico, indesligables ambos de la etapa de pri-
vación de la libertad.
LA PUNICION INCAICA, EL RELATO DE LOS CRO-
Cuando iniciamos el estudio de la pena y su cumpli- NISTAS Y LA NECESARIA PRECAUCION EN LA
miento durante la colonia, pensamos que era impres- INTERPRETACION DE SU TESTIMONIO
cindible referirnos a las distintas categorías de perso-
nas, en razón de su raza, rango social, j•erarquía ecle- El primer escollo con el qu:e se tropieza al estudiar
siástica o fuero privativo, porque la subsistencia de la etapa de la ejecución penal en e·l Antiguo Perú, ra-
esa estructura económico-social, permitió e·l predomi- dica en otorgarle ·el crédito debido a la versión algu-
nio de la éJit.e peninsular, la coexistencia de distintos nas veces infantil, •exagerada, llena de prejuicios, ca-
rente de visión histórica de los cronistas ,españoles.
No existe lamentablemente, una información comple-
l. La Independencia Nacional. Conferencias dictadas
por encargo de la Comisión del Sesquicentenario. Se- ta sobre la punición incaica -conocida por los con-
gundo Ciclo., pág. 47. quistadores-, menos aún se conoce de la organiza-

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ción judicial y el reg1men de penas en las culturas Ti- ginal" (7). Y hasta Raúl Porras Barrenechea, declara-
wanaku, Wari, Chimú, Mochica o Chavfn. Basadre es- do hispanista, aceptaba que sólo dentro de los causes
t:ma que resulta si no imposible, por lo menos muy de pr·esencialidad, pasión, objetividad, inmediatismo,
aventurado ocuparse en detalle de las instituciones en tradición popular, se puede hablar de los cronistas del
gene·ral, y especialmente las de carácter jurídico, an- Perú", y al res1pecto glosaba los comentarios de dos
teriores a los Incas (2). de ellos: Uno, cuñ•ado ·de Atahualpa, Juan de Betan-
El relato de ·los cronistas y su interpretación han si- zos, que censuraba "cuan diferentemente los conquis-
do objeto últimamente de meritorios trabajos de inves- tadores hablan dello y muy lejos de lo que los indios
tigación y análisis, de historiadores y etnólogos na- usaron". El otro Gonzalo de Oviedo que criticaba a
cionales y ~extranjeros. El estudio de esas fuentes ha historiadores latinos "pués cuentan muchas cosas al
permitido reconstruir -conjuntamente con las cróni- revés de como son, e otras que nunca fueron e har-
cas, entre otros, de C'·eza, Murúa, Cobo, Garcilazo y tas del'las ques imposible que sean" (8).
Guamán Poma, un cuadro tentativo de la ejecución El Dr. José Mejía Valera explica po·r su parte el pa-
de la pena privativa de la libertad en el incario. ciente desbrozamiento que tuvo que hacer de las fuen-
Hemos considerado necesario puntualiza·r algunas de tes en su más alto sentido •etnológico, "porque los
las razones que aconsejaron enmarcar nuestro traba- recoplladores de las costumbres vernáculas no tuvie-
jo dentro de la reserva con que se deben tomar las ron el vuelo intelectual nec·esario para comprender el
primeras c-rónicas españolas, "única información so- significado íntimo de algunas prácticas; atormentados
bre el pasado andino a través del filtro cultural de los por pasiones r·eligiosas" ... "no es dab!e exigir una
europeos", concediéndoles el valor histórico como escrupulosa investigación a qu!·enes no estaban capa-
fuentes indirectas, en cuanto signifiquen -para los citados para hacerlo" (9).
efectos del presente ensayo- un aporte al .estudio de Estas opin'iones serían razón suficiente para recelar
1:> evolución de la pena privativa de la libertad. Esta de las crónicas y restarles la importancia prioritaria
ac:itud de reserva -no de rechazo- se convalida en que algunos autores les han concedido, pese a ser
los estudios de quienes como e·l Dr. Horacio Urteaga fuentes de valor histórico-documental, más que jurl-
desconfiaban del testimonio de los que -"descono- dico. Pa-ra Louis Baudin la principal ·dificultad de los
c:endo la fonética Kechua, adulteraban los nombres primeros españoles fue tratar de entender a un país
espantosamente" (3) Federico Kauffmann sin ser tan tan distinto del suyo. "Nosotros ·evitaremos así a la
cáustico decía de los cronistas que "en buena cuen- v·ez criticar con ligereza instituciones peruanas que los
ta sólo trasladaron a caracteres fonéticos las antigua- cronistas han explicado mal y formular sobre estos
llas que escucharon en boca de los indios" (4). ,Riva c-ronistas mismos, juicios sumarios desfavorables" (10).
Agüero sugerfa no aceptar, sino con grandes precau-
La apreciación de Baudin nos parece valedera y
ciones y desconfianza la cronología y geografía de los
además sensata, porque para el conquistador español
cronistas, los cuales no hicieron sino fijar por ·esorito
ven:do de un mundo inquisitorial y severo, algunas
las tradiciones ,popu•lares (5). Jorge Basadre señala que
formas de comportamiento -espec'ialmente las referi-
"serán insuficientes todas las recomendaciones que
das a formas de respuesta sexual de los habitantes del
se haga para el cuidado en la manipulación de esas
Tahuantisuyo- eran censurables. Su ·rígida forma-
fuentes" (6). Juan M. Ossio en un excelente trabajo
ción, basada en categorías ético-cristianas, l·es impul-
incluido en "Ideología Mesiánica del Nuevo Mundo",
saba a calificar como !pecado a toda re'lación sexual.
afirma: "Así a través de Guamán Poma, he podido
Esta diferente concepción que sobre costumbre e ins-
constatar que las trad:ciones orales fueron efectiva-
tituciones tenían españoles y peruanos, la advierte
mente despojadas por los europeos de su sentido ori-
Pease Olivera, en reciente trabajo: "La propiedad
-por ·ejemplo- no era para los incas una mera rela-
2. Historia del Derecho Peruano, pág. 71.
:3. La Organización Judicial en el Imperio ele Jos In- 7. Ideología Mesiánica del ~1umlo Andino, pág. 1.5.5.
cas, pág. 26. 8. Los Cronistas Jcl Perú, pág. 1.5.
±. Cnaman Poma de Avala, pág. 55. 9. Organización ele la Sociedad en el Perú Precolom-
.5. Historia del Perú, pág. 91. bino, pág. 5.
G. Oh. cit. pág. 31. 1O. El Imperio Socialista ele los Incas, pág. 19.

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ción entre cosa y dueño que se traduzca en el ejerci- jueces e inspectores de diez mil familias; y, finalmen-
cio de los derechos que la legislación contemporánea te, los Tucuyricuc, magistrados a cargo de fas cuatro
considera, sino que ella llega a significar una relación grandes regiones o "Suyos", nombrados directamen-
mísLca entre la cosa y el hombre que la usa" (11 ). te por el Inca, entre sus parientes cercanos, que co-
Otro ejemplo lo encontramos en fa curiosa opinión nocían las denuncias contra los jueces inferiores, cu-
del cronista Bernabé Cabo, que al referirse a fa virgi- racas vecinales y los delitos de usurpación y despojo
nijad, expresaba: "nunca conocieron el resplandor y de tierras de·l Estado. Podían imponer fa pena de muer-
la hermosura de la castidad 1para hacer estima della, te en todos los casos, menos cuando el reo era de san-
an',es fes era muy ofensiva", (12) •equivocada ·identifi- gre real, en cuyo caso, el Gran Consejo sugería al In-
cación entre fa institución matrimonial europea -con- ca, el fallo correspondirente. Al respecto, cuenta Cobo
sagrada por el rito católico-romano- y •la refrendada qt.:e el Trocicoc o Tucuyricoc "tenía poder de admi-
por el servinacuy o costumbre andina. n:strar justiC'ia y castigar los delitos conforme a su
gravedad, hasta condenar a muerte, salvo si el culpa-
Organización Judicial ble era noble o caballero, en tal caso no determinaba
la causa sin dar parte al Rey, lo mismo guardaba en
Los inicios del sistema judicial en el Antiguo Perú
todos los negocios arduos o de importancia" (14).
fueron -como en cualquier organización tribal- ru-
dimentarios. Consolidado el Ayflu agrícola, se verifi- Además el !nca contaba con un Tribunal Supremo
có la evoluc:ón ·económica con el consiguiente afian- o Ccrnsejo de los Doce , al que le estaban encomenda-
zamiento de fa actividad administrativa. Así se supe- dos los f·alfos en última instancia, tanto en la conten-
ró el derecho de venganza de 'los ayllus primitivos y ción c!v:J, cuanto en ·la criminal. Esta Corte d•e Ape-
st.:s normas consuetudinarias, perfeccionándose el ré- lación e3taba conformada por seis hanancusquenses y
gimen judicial. seis hurincusquenses, ~asesorados por un funcionario
es:,:.·eciaf, "entendido en la Ley" el Quipocamayoc. Fi-
La func•ión de represión le correspondía al Estado,
nalmente, el Consejo Supremo de los Apocuna, presi-
que administraba justicia en nombre de fa colectivi-
didos por el Inca, e integrado por cuatro miembros de
dad. Se superó -con ventaja- .fa intervención del
la alta nobleza, aparte de sus funciones políticas, co-
jefe de tribu o del consejo de ancianos, en su caso,
nocía sólo en apelación del Fallo del Tribunal de los
-característica del clan primitivo- en la investiga-
Doce.
ción y sanción de ·los delitos, reemplazándolo por una
ofic"ente ordenación jurisdiccional. "Pese al aparen- Así, fa descentralización administrativa-judicial, que
:e abso•lutismo del Gobierno -dice el Dr. Bustamante se inic·:aba en grupos familiares hasta llegar a la deci-
y Riv·ero- fa descentralización ·administrativa es una sión final del !nca, funcionó con una precisión que
de las más aventajadas características del régimen in- hoy, comparativamente, deberíamos imitar -para su-
caico y fas noblezas regionales gozan del ¡privlfegio perar .fa lentitud del :procedimiento-, y es que su or-
ar;stocrático y reivindican en sus circunscripciones el gan:zación constituye el mejor ejemp'fo de cómo se
t.:sufructo parcial del poder" (13). debe ir planificando fa estructura gubernamental, aco-
modando los pueblos recién conquistados al sistema
La organización judicial, según Horacio Urteaga,
de subordinación jerárquica y c'entralista, genuina del
empezaba con el Chunca-Camayoc, especie de cuida-
imperio teocrático de los hijos del Sol.
rJor, juez de faltas y controversias de grupos de diez
familias; los Pachao-Camayoc, jueces revisores de los "El Inca estuvo, sin duda -dice Basadre- "histó-
Jnteriores, que, en VÍa de apelación V•eían rfas senten- ricamente más cerca del déspota que del tirano. No
c:as de diez chuncas, o sea de una c'entena de fami- fL;e un simple jefe o príncipe porque su autoridad vi-
lias; los Huarancca-Camayoc, sup·eriores en je·rarquía no a resultar mucho más alta y más efectiva y además,
a los anteriores, que r·esolvían asuntos ·de agrupacio- porque estuvo mezclada con e'f sentimiento de la de-
nes de mil familias; .Jos Huno-Camayoc, gobernadores, voción religiosa. No fue el primero entr~e sus iguales;
fue superior a los más grandes señores en privilegios,

11. Aproximación al Delito entre los Incas, pág. 57.


P Historia del Nuevo Mundo, XI, Cap. VII, 22. 14. Cobo. T. III, pág. 234, también Cieza, Morúa, Gua-
1:3. Revista Penal y de Tutela N9 7, pág. 344. mán Poma, Urteaga, Varallanos.

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autoridad y fuerza. Ejerció por ello funciones de le- intimidación feroz, como en Lídice, Checoslovaquia.
gislador, de gran Capitán, de Juez, y de hijo de Norteamér:ca exterminó prácticamente a to·da una al-
Dios" (15). dea, en Vietnam; y Portugal, en su colonia de Mozam-
bique, efectuó una matanza que ha merecido el recha-
Sistema Penal y de Procedimientos zo unánime.

La ley no se impuso simplemente con una finalidad La clasificación de los delitos no siguió un criterio
intimidatoria, sino con el propósito de que fuera cum- preciso que hoy pueda comprobarse, por la carencia
plida estrictamente, y es que -narra Garcilazo- "las de escritura qu•e se plasmara en una codificación. De
leyes de los incas estaban hechas, no simplemente pa- las C'lasificaciones •estudiadas, aparte de las de Triborn
ra asombrar a los súbditos, sino para ser observadas, y Basadre, la de Pease Olivera cataloga los delitos en:
punto por 1punto" {16). a) delitos contra el Estado, el culto y el Inca; b) de-
litos contra la persona; e) delitos que afectan a los bie-
De otro lado, es obvio que la forma jurídica no pu- nes; y d) delitos sexuales (18).
do estar desprovista de rezagos religiosos, morales y
costumbristas; no olvidemos que el Estado incaico fue Para sancionar estos delitos, las penas tuvieron una
teocrático; de esta suerte, ia ley tenía algo de decálo- finalidad intimidatoria y rerparadora, que iba de ma-
go divino desde que los incas, por su origen eran yor a menor, según las categorías señaladas. Se to-
considerados hijos del Sol. mó en cuenta, las causas personales, edad, función,
etc., para la calificación del delito y la aplicación de
La severidad y el rigor de la norma, que resalta Gar- las penas. "Respetaban la edad que tenían para qui-
cilazo, sorprende indebidamente a Triborn cuando tar o añadir la pena -escribe Garcilazo- conforme
precisa que ésta se haoe todavía más drástica cuan- a su inocencia" (19). Se consideró factores tan im-
do ·las infracciones se cometen contra las personas portantes como la re·incidencia, la tentativa, la com-
consideradas intangibles por su carácter religioso o plicidad y el encubrimiento. Cobo cuenta que, "al in-
divino. "No cabe duda, dice, que nuestros cronistas dio que era inobediente a su cacique que, por prime-
estaban acostumbrados a castigos drásticos desde su ra vez, le daban 'el castigo que al Inca parecía; por
patria y el hecho de que hagan resaltar el carácter la segunda tenía rpena de pi·edra y por la temera, la
draconiano del sistema penal ·incaico, demuestra que pena de muerte" (20).
se procedía con rigor sorprendente, inclusive en su
El derecho penal incaico fue inflexible ·en su aplica-
conce,pto" (17). Esta afirmación no es de las más fe-
ción, aunque algunos cronistas afirman que existió un
l!ces del ilustre germano, desde el momento ·en que
trato de preferencia para los nobles. Esta aparente
magnifica la justic:a penal incaica minimizando la in-
humana dureza de las leyes peninsulares. Los fueros suavidad contenía, sin embargo, un excesivo rigor
moral, porque era preferible la muerte a 'la desaproba-
españG'>es de la época -como el de Béjar por ejem-
ción del monarca y al descrédito que significaba la
plo- difícilmente pudieron ser superados en cuanto
rebaja de rango social para el infractor. El mismo Ca-
a su brutalidad. Es cierto que en •el antiguo Perú se
bo repara que la justicia no era igual ·entre los Incas
impusieron penas muy severas, pero ello tiene su ex-
"porque, aunqu·e se prec·iaban de hacerla y castigar
plicación en el carácter expansivo del Estado Incaico.
todos los delitos, siempre se daban diferentes penas
La necesidad de conservar la coh·esión y la unidad
a los nobles y ricos, que a los humildes y pobres, por
del impe·rio frente a los Ayllus disidentes y los caci-
una imaginación que tenían, que ·era decir, que harto
ques rebeldes, justificab·a su rigor. Por lo demás, esa
mayor castigo era para un Inca de sangre rea•l la re-
política no fue exc·luslva de ·los antiguos peruanos ni
presión públ'ca, que para un plebeyo la muerte" (21).
ha cafdo en desuso. Muchas de las conquistas logra-
das por Alemania en la Segunda Guerra Mundial, se Se impuso la pena de muerte para el homicidio ca-
asegaaron mediante la aplicación de un régimen de lificado, el adu·lterio, la violación, el incesto, la sodo-

1.5. Oh. cit. pág. 187. 18. Ob. cit. 54.


16. Comentarios Reales L. IV, Cap. 3. 19. El Derecho Inca, pág. 11.
17. El Delito en las Altas Culturas de América, pág. 20. Coba, citado por V m·allanos, ob. cit. pág. 11.
29. 21. Cabo, citado por V<uallanos, ob. cit. pág. 12.

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mía, el robo de bienes imperiales, la defraudación, importancia, sobr·e todo en las formas de detención.
la traición, etc. Dentro de las penas corporales, la fla- La pena se cumplía en cárceles ·especiales, con un ré-
gelación se utilizó a menudo, la paliza, los azotes y gimen de cierta flexibilidad para los nobles y de ex-
la bebida de orina y mala hierba impuesta al ocioso y trema dureza, en cuevas llenas de a~imales, para el
sucio, se usaron con frecuencia. ·reo común. Lo que no se ha logrado determinar es,
si para las penas de larga duración, existían estable-
La función punitiva ~es ejercida por el Estado en
cimientos ad-hoc, ya qu~e descartada la cárcel de la
nombre del interés general y el trámite de oficio sus-
ciudad de·l Cusca -porque era casi imposible salir
Ntuye a la gestión del agraviado. La justicia era ver-
con vida de ella- otras prisiones debieron suplir esa
bal, 'los juicios sumarios y las sentencias se cumplían
necesidad fuera de la capital. En Jos pueblos había lo-
inmediatamente. No se justificaban las detenciones
cales de ·detenc!ón provisional o "cárceles de segun-
prolongadas, por Jo que no hubieron lugares de de-
da", hasta que el reo era sometido a juicio.
tención preventiva, sino "cárceles para 'el cumpli-
mi·ento de la pena". La administración carcelaria corría a cargo de toda
una estructura de funcionarios dependientes de uno
La drasticidad de la ley, que al decir de Garcifazo
muy cercano al Inca y que Guamán Poma identifica
hacía a los hombres '.'aborrecer el delito", la desta-
como e'l "Runayanapac" o protector de p·resos. En
can también Horacio Urteaga, Lastres, Varallanos, Ba-
ese sentido, es posible que la descentralización peni-
sadre y Triborn. La aplicación de la pena de muerte
tenciaria ab·arcase a una jerarquía de alcaides, "car-
se caracterizaba por las distintas modalidades adop-
celeros" y verdugos ~encargados de la custodia, ma-
tadas, según se tratas·e del delito cometido y de la ca-
nutención de los internos y de la e}ecución de los
lidad del agraviado. Se empleó la decapitación sólo
condenados ·a muerte.
para los nobles, el descuartizamiento, el despeñamien-
to, la asfixi·a por sofocación, la lapidación, la muerte Cieza de León, reconocido como e·f más culto y se-
por tormento, etc. El descuartizamiento se aplicaba rio de los cronistas, menciona en "Señorío de los In-
sólo en los casos de traición militar o contra el cul- cas" a los guardas de las prisiones y ·da una buena
pable de homicidio de algún miembro de la nobleza; la descripción de la cárcel del Cusca, a 'la que no iden-
hoguera se consideraba como una forma vil de muer- tifica porque "aunqu·e me dijeron el nombre, no me
te. Otra pena conocida era la de colgar al reo por los acuerdo y por eso no lo pongo" ... "Si había algunos
cabellos hasta morir en unas peñas !·Jamadas Aruey. motines o conjuraciones o levantamientos, los prin-
cipales y más movedores eran llevados 'al Cusca a
La apreciación de las pruebas seguía el ritual que
buen recaudo, donde los metían en una cárcel que es-
definía la sentencia de acuerdo a lo que los amuletos,
taba llena de fieras, como culebras, víboras, tigres,
señales o "juicios de Dios", expresaban. Esta especie
osos y otras sabandijas malas" (24).
de ordalía inca, que condicionaba la pena a la buena
suerte del procesado, l·e representaba -si era absuel- Murúa, compl·ement·a la versión de Cieza, refirien-
to- el respeto de toda la comunidad. Murúa cuenta do que, aparte de la cueva Jl.ena de animales, "otra
que en ·la cárcel del Cusca si al condenado no lo co- cárcel tenía el Jnga, la cual era para los principales
mían las fieras, "lo restituían en su honra y el lnga caciqu·es e hijos de grandes señores", y agrega otra
los favorecía mucho" (22) y Cieza añade, que al com- característica que agrava el tormento en la cárcel del
probar su bt.:en estado de salud, Jos guardianes "sa- pueblo: "La manera y el orden que el Inca tenía para
cábardos mostrando grande lástima, y dejándolos vol- castigar, y las cárce,les qu·e para ·ello tenía, era que
ver a sus tierras" (23). en esta gran ciudad del Cusca había un soterrano o
mazmorra debajo de la tier·ra, que ellos llamaban De-
Esquema tentativo de la cárcel incaica sanca, el cu,al estaba muy cubierto y empedrado de
piedras de gran manera agudas y esquinadas que
La pena privativa de la libertad se utilizó en el In- cortaban como cuchillos o navajas muy agudas y den-
cario. En es·e aspecto, son coincidentes todos los tro de él había gran cantidad de animales muy fero-
cronistas, que discrepan sólo en detalles de menor ces" (25).

22. ~Iorúa, citado por Varallanos, ob. cit. pág. 124. 24. Ob. cit. Cap. XXIII, pág 93.
23. Cieza, citado por Varallanos, ob. cit. pág. 123. 25. Ob. cit. Cap. XXIII, pág. 172.

16'T
Cobo, destaca otro detalle al diferenciar la cárcel ca y Buen Gobierno", aunque no son desechables sus
de'l Cusca "debajo de tierra en que i~mían enc,erra- noticias sobre la cárcel del Cusca, llamada Sancay,
dos leones, osos, tigres, serpientes", con la que él Sancay Huasi o Sanc'a Kancha. Es sobre todo, dice Jo-
llama de reclusi~n perpetua: "Se hallaba fuera de la sé Varallanos, e'l Libro escrito ¡por un indio peruano:
ciudad, en frente de la parroquia de San Sebastlán "La voz de Guamán Poma ·es la auténtica voz india;
que se llamaba Arabaya (lugar donde ahorcan), la desconsolada y elegíaca" {30). Juan M. Ossio, resal-
cual estaba en un sitio llamado Upillay (horca), don- ta la coherencia intema de la "Nueva Crónica y Buen
de eran castigados los ladrones y otros f:ascinerosos Gobierno", manifestada a través de las categorías con
con la pena de muerte. Ejecutábanla en el interior de que este autor pensó el tiempo, el espacio y las rela-
la cárcel, colgando a los malhechores de la cabeza ciones sociales" {31 ).
1¡::ara abajo y dejándoles así colgados hasta que mo-
La descripción qu·e hace de la prisión del Cusca o
rían" {26).
Sancay-cárcel, es 'la más completa de cuantas se co-
Hermann Triborn atr;buye una finalidad intimidato- nocen y concuerda, ,en lo principal, con la versión de
ria al hecho de que las prisiones eran 'especialmente Martín de Murúa y Cieza de León. "Castigo y prisio-
pequeñas y oscuras y cita a Gómara que dice: "las nes y cárceles de los ingas para la justicia que tenían
cárceles eran bajas, húmedas y oscuras para que te- en este reino para 'el castigo de los malos -Sancay
miesen de entrar allí" {27). Baudin, menciona no só- cárceles- de los traidores y de grandes delitos co-
lo la cárcel situada en el Cusca, "cuyo solo nombre mo de la inquisición. Sancay debajo de la tierra he-
hacía temblar de espanto", sino otro presidio en las cho bóveda muy oscura -dentro c,riado serpientes,
plantaciones malsanas de coca, situadas al Este de culebr,as ¡ponzoñosas, animales de •leones y tigre, oso,
los Andes" (28). zorra, perros, gatos de monte, buitre, águila, lechu-
Basadre, citando a Guamán Poma, subraya una pe- zas, sapo, lagartos, destos animales tenía muy mu-
culiaridad en las cárceles que 1llaman de "segunda". chos para castigar a los bellacos y malhechores de-
La observancia de la regla del silencio para los pro- lincuentes" (32); cuenta también que en un paraje en
cesados; prohibición que fuera luego, en los regíme- el cuarto distrito de Acomayo, capital de Rondocán,
nes r:orteamericanos, su principal característica y su junto al río Apurímac, existía •en la hondonada rodea-
peor defecto (29). da de altas cimas casi inaccesibles para el paso del
hombre, un lugar de reclusión que, a semej:anza del
En la ciudadela de Machu Picchu, aledaño •al barrio que sugería Platón en Atenas, sirvió de "cárcel ·de tor-
Industrial, se ha 'identificado una zona Hamada de mentos". Por esa razón, dice el cronista, la gente
"cárcel", en la que se aprecia claramente, al lado de de Sancaca no era bien vista por sus vecinos.
la grieta natural en plena roca y junto a unas horna-
cinas o nichos, la existencia de dos orificios que al- El texto escrito de Nueva Crónica es fragmentario
gunos historiadores creen sean cepos de tortura. y en muchos pasajes, 'incohe_rente, pero los dibujos,
trazados con rasgo ingenuo, complementan eficazmen-
La Iconografía de Guamán Poma, un te la información. Destacamos aquél que muestra la
testimonio invalorable cárcel cusqueña Sancay, en la que un hombre se en-
coge aterrorizado al verse rodeado de un zoológico
En desacuerdo con los que niegan validez al testi- de fieras que lo huelen y miran con no buenas inten-
monio de Fe'lipe Guamán Poma de Ayala, creemos ciones. Quizás sea ésta una visión un ¡poco distorsio-
qL:e su aportación es de capital importancia para un nada de la prisión incaica, pero es la única que existe.
conocimiento integral de la etapa de privación de la
Hay quienes -sin saber- han censurado este tipo
libertad en el incario. En esta apreciación, felizmente
de carcelería afirmando que fue la más cruel de cuan-
coincidimos con quienes estiman que sus dibujos son
tos existieron, sin ~equivalente en el mundo de esa
la parte más aprovechable de su obra "Nueva Oróni-
época. s;n dejar de reconocer que la cárcel del Cus-

2G. Ob. cit. T. III, L. XXIV. C. XXVII.


27. Oh. cit. págs. 27-28. 30. Ob. cit. p~g. 7.
28. Oh. cit. pág. 288. 31. Ob. cit. pag. XXIX.
29. Oh. cit. pCtg. 208. .32. El Derecho Inca, págs. 57-58.

168
co era terrible, no fue la única en su género; es más, abia señores desendientes de los reyes antigos que
hubo otra por lo menos que se 'le asemejaba bastante. eran mas que el lnga, con este miedo callaban" (36).
En una C:e las novelas de la picaresca española "Pe-
Menciona también que a los que es:p·eraban proce-
riquillo el de las Gallineras", citada por Daniel Suei- so se les enviaba a "Cárceles de Segunda". Sin em-
ro, se describe la que usaron los gentiles romanos co-
bargo, sobre este aspecto es preciso aclarar que al-
mo tormento: "uno b:en extraño y espantoso fue abrir
gunos historiadores se han llevado de una mala tra-
una hoya y se:pultarle vivo, metiendo en su compañía
ducGión y han entendido "Pinas cárcel", como un ti-
espantosas y crueles sabandijas como dragones, ser- po de carcelería llamada esp·ecíficamente "pina", en
pientes, tigres y basiliscos; y tapando 'la hoya con una lugar de "penas de cárcel", que es la traducción co-
losa le dejaron así, para que pereciese sin compasión rrecta y que Guamán Poma ~relaciona con las cárce-
o remedio" (33). ¡Extraña similitud! les "del pueblo" para det~ención provisional, que du-
Kauffmann, señ,ala que los dibujos de este cronista raban, dice, "sino el tiempo para sentenciar". Así en
ind:o, co'lstituyen un caso original y único en ~la his- el dibujo del príncipe delincuente-Huachayoc, se tra-
toriografíél. de los Siglos XVI y XVIII: "son instrumen- duce textualmente: "mis recuerdos me arrastran, mis
tos eficaces para expresar, en la simplicidad de sus lágrimas me arrastran, mi corazón está con pena ha-
trazos, los sentimienfos, el pensamiento de su autor. ray haravi, cárcel cruel suéltame" (37).
Sin duda alguna la obra de Guamán Poma constituye Otras noticias sobre carceleros y diferentes moda-
la fuente iconográfica más preciada; la única en su lidades en la ejecución de la pena, se diluyen ~en las
género de los t:empos pre-his1pánicos" (34). E'l Dr. L~as­ versiones contradictorias e insuficientes de los cro-
tres, precisa que, "el lenguaje de la crónica es amai- nistas. Se usó el destierro de dos formas: una por
co, monótono, viscoso, pero no deja de tener p~erío­ motivos polít!cos en el caso de los mitimaes, o sea
dos llenos de colorido, agudeza chispa criolla" (35). el traslado de pueblos enteros; otra, transportar a
Dice el cronista, que además de la cárcel del Cus- los presos levantizcos a la selva a "merced de salva-
ca, otras prisiones se usaban como detención provi- jes antropófagos"; los trabajos forzados, con los pue-
sional, hasta que expedida la sentencia se imponía al blos vencidos también se emplearon; y ~es posible que
reo la sanc:ón correspondiente: pena de muerte, ~azo­ otros 'establecimientos penales sirvieran no sólo de
tes, destierro, trabajos forzados. En la cárcel para no- contención, sino de tortura, como la "cárcel de Aqui- ·
b:es, "a los ~presos se les daba ración alimenticia y ra", en plena puna del Departamento de Apurímac,
cerca del límite con el Cusca, mencionada por Paz
se les permitía sus necesidades, pero estaban inco-
Soldán; que siendo prisión 'inca, se usó durante la
municados". Cerca al !nca había un protector de los
colonia y aun en las primeras décadas de la Repúbli-
presos, que se llamaba: Runayanapac o Huacchay--
ca; pero el fragmentarismo de la información impedi-
pac, (el qu~e ayuda a la gente). "Estas cárceles tenían
ría conformar por ahora, un cuadro más completo de
un aposento especial, con corral y P'atio, para los
la carcelería incaica. Es de esperar que las nuevas
príncipes, quienes se hallaban en prisión bien alimen-
investigaciones interpretativas y 'los descubrimientos
tados servidos y custodiados".
de formas insospechadas de escritura, posibiliten, des-
Sólo se :permitían cárceles del Inca en las principa- pués, llenar los vacíos que hoy tenemos que recono-
les ciL1dades porque 'la sanción de privación de la li- cer y lamentar.
bertad era privilegio exclusivo del monarca. "No po-
dían haber en otra parte porque no se podía susten- LAS CARCELES EN LA COLONIA
tarse sino que sólo el lnga lo podfa sustentallo, ni lo
podían tener otros señores deste reyno por lo prime- Descubierta América, y luego de una etapa de anar-
ro que sólo las grandes ciudades ,r,equería tenella y la quía y guerras civiles por ·el predominio del poder,
segunda, la magestad del lnga era justicia mayor, lo
tercero con este miedo no se alzaba la tierra, pues que
36. Historia Pre-Hispúnica del Perú, pág. 462.
37. Historia Pre-Hispánica, pág. 223.
33. El Arte ele Matar, púg. 79. Historia del Derecho Peruano, pág. 208, Lámina IV.
34. ob. cit. El Derecho Inca, pág. 61.
35. Historia Pre-Hispánica del Perú, pág. XIV. Historia General del Perú, Perú Antiguo, pág. 300.

169
los españoles implantaron una modalidad penitencia- Cárcel de Noblen
ria similar a la peninsular, adaptándola luego, a las
pecu,liares condiciones de la nueva tierra. Así se es- La cárcel para nobles, estuvo destinada a personas
tablecieron tantos tipos de carcelería, cuantas cate- de alcurn:a y caballeros, "porque entonces no todos
garfas sociales, jurisdicciones civiles y eclesiásticas eran iguales ante la Ley", y los indios fueron consi-
existían en la metrópoli, destinándose locales espe- derados iniciaimente como "animales brutos e inhá-
ciales a cada una de ellas: cárcel para nobl,es, para biles para la fe católica". El Rey Carlos 1, por ley 15
presos comunes, clérigos, y jurisdicción inquisitorial. de la Recopilación de Leyes de Indias, decía en 1531:
"Ordenamos a los virreyes, Presidente, Audienc:as y
Debemos precisar que las formas de carcelería que J~:sUc:as que cuando mandaren prender algún regi-
se describirán más adelante, estuvieron amparadas en dN o caballero o persona honrada, señalen la carce-
dispositivos legales de la Corona, como las "Leyes lería conforme a la calidad y gravedad de sus perso-
de ind:cd'; pero las medidas destinadas a la protec- nas y delito~.". El Padre Rubén Vargas Ugarte cita va-
ción de los naturales, no alcanzaron la eficacia desea- rios casos de nob,les encarcelados, entre los que re-
da. Ya e!l esa época escribía Alonso Enríquez de Guz- conocemos a Cristóbal Vaca de Castro, comisario re-
mán: "Los gobernantes del Perú se atienen más a la gio y pacificador del Perú, que estuvo detenido pri-
fl.:erza q:..:e al Derecho", Recuérdese también la frase mero en Lima y luego en un navío surto en la bahía
f2mosa: "Se acata pero no se cumple". del Callao, y a Blasco Núñez de Vela, que fue preso
La justicia estaba co~actada, la anarquía gobernaba, en Lma y después en la Isla de San Lorenzo. Men-
nadie quería obedecer. Juan José Vega, transcribe la cióne::e también la que le hizo sufrir en su propia ca-
qt..:eja de Vicente Valverde a Carlos V, que lo envió sa -señalada como cárcel- el Virrey Marqués de
corno Obispo y protector de los indios, en donde su- Cañete al Oidor Saravia (40).
pJ;caba, en carta del 23 de junio de 1540; "un alguacil
~partict'iar y cárcel por mí, porque de otra manera no La Cárcel Común u Ordinaria
pL:edo ejecutar bien las cosas que tengo qu~e ejecutar,
que los alguaciles de la ciudad lo hacen de mala ga- La estab~eció Felip·e 11 en 1578 por Ley 19 del To-
na y los carceleros peor", y luego menciona la res- mo 29 Novísima Recopilación de las Leyes de Indias:
puesta soberbia del conquistador Francisco Pizarra "Mandamos que en todas las ciudades y villas y lu-
an 1e un enviado de España para fiscalizarlo: "no hay gares de las indias se hagan cárceles para custodia
Juez qt.:e venga, ni Rey a quien yo no haga con dine- y guarda de los delincuentes y otros que deben estar
ros que haga lo que yo quisiese" (38). Esta postura presos". Así en Lima, se construyeron dos en la Pla-
del reb8lde extremeño quizá tenga exptficación ~en el za de Armas: una, debajo de la plaza junto a la Igle-
h.echo resaltado por Basadre, de que la conquista fue sia Mayor. Que probablemente se ubicó en los años
ur,a aventura privada, no una Empresa del Estado: primeros, debajo de la Iglesia del Sagrario, La segun-
"Este se limitó a pactar o contratar con los aventur~e­ da, 88 construyó de adobe y quincha y no era muy
ros: les dio licencia para conquistar y poblar" (39) segura "a la otra parte frontera a la plaza, está la cár-
o lo que es lo mismo, para hacer y deshac'er. cel de Corte bién bellaca y que se van cada día los
El proceso de acondicionamiento de instituciones ;Jresos della" (41 ). Luego se edificó un buen local
hispánicas a pueblos recién conquistados, tipifica la en el mismo sitio, en la hoy calle de Pescadería, que
~e utilizó hasta el Siglo XVIII. El Virrey To,ledo in-
prisión colonial con características propias, que de-
bemos juzgar con la necesaria perspectiva histórica formaba a su Rey en 1570: "En estos pueblos en que
para no caer en la especie muy común de criticar 'lo agora están reducidos estos naturales, se les hicie-
que hoy nos parece imposible que sucediese, sin con- ron obras públicas y de policía, como en los de es-
siderar la existencia de un abismo de tiempo y crite- pañoles: cárceles, casas de cabildo y hospitales en
rio entre las costumbres de esa época y nuestra mo- qt;e se curen". En el largo recorrido que realizó es-
derna y civilizada sociedad de consumo, todo lo cual ~e penitente viajero por todo el Perú, figura una vi-

relativiza la censura . sita a Huamanga "a la cual dotó de casa de cabildo

.38. Hcvista del Foro, Año LVIII, págs. 287-292. .±0. Historia General del Perú, T. I. pág. 117 .
.39. Oh. cit. pág. 2.37. ·±J. Relaciones Geográficas de Indias 1881, ~1adrid.

170
y cárcel de que carecía" (42). Durante la rebelión de ros: "creo a estado ia falta en los que los han doc-
Túpac Amaru, en el último tercio del Siglo XVIII, se trinado, que solamente an atendido a su provecho é
ccnstruyeron cárceles, como la de Oruro en el Alto interes y no al bien de las almas destos desventura-
Perú, versión confirmada, en parte, por el informe dos" (45).
del arzobispo-obispo, Dean de la Paz, Fray Joaquín
El Virrey de Montesclaros se refería a este aspecto
de Cieta en 1778 (43).
en sus memorias, diciendo: "se van todos tan ·desen-
frenadamente qL:e la más ruín doctrina vale más el
La Cárcel Eclesiástica o de Corona
día de oy que ningún repartimiento. . . tienen en las
Se establecieron locales carcelarios en 'la primera doctrinas cárceles y cepos para los indios y tratan y
ela:pa de la conqu:sta, por los llamados curas doctri- contratan con ellos muy en su perjuicio (46).
neros, los que en su afán de lucro y tomando como El Padre Vargas Ugarte confirma estos atropellos en
pre!exto el nombre de la iglesia y la conversión de la "Historia General de'l Perú: "Se había ·extendido
infieles, instauraron Lin feudo en cada pueblo o case- aún más el abuso de exigir a los indios algunos servi-
río inca "velando mucho en ellos y en que sean doc- cios ~personales y hasta se atribuían los curas una es-
trinarios e instruidos en los misterios de Nuestra San- pecie de jurisdicción civil sobre ellos, llegando hasta
ta Fe". Disponía:-~ c.-a estioendio de la Caja Re~al, cár- inflingirles castigos corporales por sus delitos". Re-
cel propia y alguac:res para el cobro de tributos, con lata el mismo historiador que una de las "instruccio-
la complicidad de caciques puebl~erinos. El local, ad- nes" de~l Virrey Toledo dirigida a los religiosos man-
jL'n~o al domicilio del cura, servía como 'IUQ'ar de re- daba: "no se atribuyan jurisdicclón Civil, como algu-
clus:ón y tormentos. Este abuso incalificable fu,e de- nos lo hacen y no pongan estorbo para ser visitados
n:.mciado airadamente por los indios, pero se consin- por los obispos en cuanto párrocos. Que no se me-
t:ó por muchos años. Poco a poco su influencia fue tan a tratar del derecho y señorío de los Incas y de
menguando hasta desa;::¡arecer conforme llegaban de otras cosas que traen consigo mucho escándalo" (47).
Espa?':a, órder:e3 religiosas y se hacían efectivas las
Enrique Márquez Guerrero destaca en su artículo
disposiciones que para prohibirlas había dictado des-
"La sujeción del Nuevo Orbe a la Corona de España
de antes la Corona. El Virrey Don Francisco de Tole-
por sus Magistrados", el trato inhumano que se otor-
do en una carta a F~alipe 11 en relación a 'los abusos
de algunos clérigos refería que, "cobraban ellos mis- gaba a los reclusos de la audiencia de Quito, por lo"
mos de los caciques e indios con mucha vejación y que se prohibió a los misioneros y al clero "el uso de
molestia de los naturales, porque los dichos sacerdo- grillos y cepos para los indígenas" (48).
tes, ~enían cárceles, alguaciles y cepos donde los En "Notas a la Recopilación de Indias", de Manuel
prendían y castigaban como y porque se les antoja- Josef de Ayala (49), se inserta la orden para que los
ba, sin que hubiese quien les fuese a la mano" ... rprelados y jueces eclesiásticos no saquen indios de
Guamán Poma ha dibujado a un doctrinero azotando sus pueblos; y si algún delito hubieren cometido, los
a un indio desnudo, atado de p·ies y manos, mientras castiguen en ellos". En el mismo libro, la Ley VI man-
otro observa en e! cepo inmovilizado. Por cédula de da "qu'e los clérigos y religiosos doctrineros no pren-
20 de mayo de 1679 dirigida a los arzobispos y obis- dan, ni hagan condenaciones a los indios, ni nom-
pos del Perú y Nueva España, les encarga el Rey que bren fiscales y guarden aranceles"; y ~en la nota al
eviten los agravios que los doctrineros infieren a los margen se aclara que esta ley se dio al comprobarse
indios. En otra de i2 de setiembre de 1687, ante las que los rel:giosos de las Ordenes de San Francisco,
der,uncias presentadas, se vuelve 'a insistir sobre lo Santo Domingo y San Agustín 'en México, tenían en
ordenado (44).
El propio Arzobispo de Lima ~en carta al Rey de Es- 45. Imprenta de Lima, T. I, pág. 368, José ~fedina.
paña en 1613, reconocía la codicia de los doctrine- 46. El Cronista Huarmin Poma de Ayala, púg. Gl.
47. Oh. cit.
42. Historia General del Perú T. II, pág. 95. 48. Revista de la Escuela de Estudios Penitenciarios,
4.3. Las Memorias de Juan Bautista Túpac-Amaru, pág. N9 56.
l·!G. 49. Notas a la Recopí1ación de Leyes ele Indias, T. L
·H. Cedulario Americano del Siglo XVIII, pág. LXVII. Madrid, 1945.

171
sus "Monasterios cepos para poner en ellos a los in- hermana: E~l sentido correccional de su creación. No
dios que querían, y los aprisionaban y azotaban por sabemos si en México existieron establecimientos si-
lo que les parecía y los trasquilaban, que era género milares; si así no fuera, el Perú colonial sería induda-
de pena que solía darse a los indios, lo cual sentían blemente, el que implantó primero un régimen co-
mucho" (50). rreccional celular, aún antes que !nglate:rra y Holan-
da. Recuérdese que 'en esa época el hacinamiento
Esta misma pena -qL!e es pertinente aclarar se usa-
promiscuo en locales, era el común denominador y
ba con los "galeotes"- se empleó también 'en el Pe-
que las "gale,ras" sign'f:caron sólo una solución pa-
rú Colonial a raíz del poderoso pronunciami~ento del
ra la hegemonía marítima de los Estados. Pero un ré-
Taki Ongoy, o levantam:ento peruano del Siglo XVI.
gimen fincado en el trabajo diario, ~ia educación reli-
La represión española consistió en azotar y trasqui-
giosa intensiva, la duración indeterminada de la pe-
lar al indio común: "pena que causaba mucho pesar
na y las medidas extremas de vigilancia -"todo en
en el aborig~en ya q1_:,e el tocado de la cabeza era dis-
redondo está cercado de un muro y lo cierran de no-
tintivo tribal" (51).
che con sus puertas-" (54), sólo se dio en los pe-
El Virrey del Perú, Príncipe de Esquilache, en carta nales correccionales europeos de fines del Siglo XVI
al Rey, justificaba el motivo por el cual había orde- y, salvando las distancias, en el Perú de la colonia.
nado la reclusión de los insurrectos: "Ordeneles a El profesor Altamira acepia que el sistema de penali-
~ios visitadores que prendiesen a todos los dogmati- dad que regfa en las mision1es -se refiere a los re-
zadores de los indios y que los remitiesen a una 're- geiltados por Jesuitas- era duro. "Comprendía -di-
cliJsión que fabrico en el Cercado, donde estarán ocu- ce- desde la ¡penitencia pública hasta las penas per-
pados y enseñados, sin comunicación de otros indios, petuas, excepto la muerte" (55).
porqt.:e con esto se atajará la contagión que con su
mala doctrina ha cundido entre tantos"; y agrega en La Cárcel de Inquisición
otra carta, que ha fundado en Santiago del Cercado
dos casas, "la una para cárcel y reclusión de los de- En América, el establecimiento de la Inquisición si-
lincuentes y la otra para seminario de los hijos de los guió a la conquista española. El Rey Felipe 11 ordenó
caciques presos" (52), ti1po de encierro que ya había que se crearan en estos nuevos reynos por cédula de
establecido en Lima, sin ese rigorismo, el Virrey To- 2S de enero de 1569, qu~e es la ley 1?... título 19, lib.
ledo, en cumplimiento de un Acuerdo del Segundo 1 de la Recopilación de Indias. El Tribunal del Santo
Concilio Limens'e en 1567, sobre castigo de "Hechi- Oficio funcionó en Uma desde el 29 de enero de 1570,
ceros" al habilitar corralones como presidios a cargo inaugurándolo don Serván de Cerezuela, en la casa
de sacerdores doctrineros. fronteriza a la portería e iglesia de La Merced, utili-
zando en los primeros años dicho convento como
Según Luis Millones (53) "fueron recluidos en la centro de reclusión. "Trat~base de escoger sitio pa-
doc:rina de Santiago del Cercado bajo la supervisión ra sede del Tribunal y parecieron bi..lenas unas casas,
de los jesuitas. El internamiento era ilimitado hasta fronteras a la Merced, que eran de ~la Real Hacien-
la total catequización de los profetas. El régimen ex- da; ... como eran pequeñas hubo que ad::¡uirir la vi-
traordinariamente severo: obligación de labor (hila- vienda próxima para cárcel, que exigía aposentos se-
do) q¡_;e los mantenía, sermones y prácticas religiosas parados para el Alcaide, alguacil y presos" (56). Es
diarias, misas los días de fiesta; todo esto dirigido anecdótico el hecho de que esta primera casa resul-
por "un español honrado y de confianza". Aunque tó con el tiempo estrecha, por lo que hubo que ad-
~ería aventurado establecer comparaciones ~entre el
quirir otras, llegándose a contar 19 en 1634 y 79 en
durísimo régimen del Establecimiento Holandés ",Has- 1636, en vista de los numerosos arrestos efectuados
phuis" y el implantado en Lima para "desterrar ido- por 'el Sanie Oficio (57). Posteriormente se trasladó
latrías", existe sin embargo, un lazo común que los a lo que hoy es el local del Senado, en la Plaza de la

.50. Oh. cit. pág. 230. 54. Ideología Mesiánica del Mundo Andino, pág. 99 .
.51. Ideología Mesiánica del Mundo Andino, pág. 89. 55. Historia de Espaí'ía, T. III, 351.
.52. Historia General del Perú, R. Vargas. 4. 56. Historia General del Perú, R. Vargas U .
.5:3. 1\nevos Aspectos del Taki Ongoy, pág. 99. .57. Oh. Cit.

172
Inquisición. Las Cortes de Cadiz en 1813, la clausu- ma que "El Tribunal de la Fe salvó al Nuevo Mundo
ró definitivamente, al declarar qu·e "El Tribunal de la de ,profundas desviaciones en las costumbres; impidió
Inquisición es incompatible con la Constitución". que se propagasen algunos extravíos mentales. . . se
Quedaban fuera de su jurisdicción los judíos y pa- opuso con firmeza a todas las supe·rsticiones y en es-
ganos no convertidos y los indios "por ser nuevos en te orden lo hemos arrancado desde las beatas reve-
la fé, gente flaca y de poca sustancia". Pese a que landeras hasta las brujerías de indios, negros, zam-
la Bula "Veritas l¡psa" expedida por Paulo 111 en 1537, bos y mulatos" (60). Esa benignidad de la Inquisición
declaraba a los indios se,res racionales. Luego, el Limeña, difiere de la empleada por su similar espa-
mismo Tribunal solicitó una variación en su política ñola, famosa por la refinada cweldad ·en 'las torturas
segregacionista, como se aprecia de .fa consulta de y la carencia de ·escrúpulos para quemar herejes. "Pul-
13 de julio de 1767, que hizo el Tribunal, porque gar, Secretario de la Reina Isabel, cuya crónica em-
"es J:egado al tiempo de haver pasado más de dos pi·eza en 1490, hace llegar el número de herejes que-
siglos desde la conquista y que los indios ya no son mados a 2,000 y la de Zurita estima que antes de 1529,
tan salvajes, incultos é ineptos, ant·es igualan ó exce- sólo en Sevilla habían perec1dos 4,000". Alfonso To-
den a los más discretos europeos, para que se permi- rres de Castilla, citado por Sueiro, imputa sólo a Ter-
ta al Santo Oficio,. sino el conocimiento de todo gé- quemada, Inquisidor geneml entre los años 1480-1498,
nero de causas, a lo menos ·en las que fuesen reos". 105,304 víctimas entre quemados en pe·rsona, en esta-
tua y los somet:dos a otros suplicios (61 ).
"Los hermanos legos del convento de Santo Do-
mingo eran los torcineros o encargados de aplicar La Inquisición Española, no fu·e, sin embargo, un
tormento y los de la orden hospitalaria de San Juan caso ~aislado de crueldad, sino que, como sostiene Sal-
de Dios los que cuidaban a los ·enfermos ·en la cárcel mes, en el Siglo XVI todas las naciones utilizaban el
del Tribunal. Además, en todos los pueblos existían fuego y la espada para so·lvent·ar querellas religiosas.
delegados de ~la Inquisición con el enoargo de dar in- Y así como en España se quemó en nombre de la fe ca-
formes sobre las denuncias que los requiries,en, y de tólica a herej~es y se torturó a hechiceras, en la calvi-
enviar las sumarias y las personas de Jos acusados" nista Ginebra también fue quemado Servet.
(58). En el edificio que hoy subsiste, se habilitó una "No podemos llegar a comprender el fenómeno de-l
sala de tormentos y confesiones llamado "El Infierni- Santo Oficio, ni aún dar razón de su existencia, a me-
llo", celdas de reclusión y rpenitencia bajo el régimen nos que hagamos un esfuerzo para apreciar la menta-
de aislamiento absoluto. Las ejecuciones, ·e·ran públi- lidad de los que lo fundaron y de Jos que lo nutrieron
cas y ~e llevaban ·a cabo en la Plaza Mayor, hoy Pla- y sostuvieron" (62). El Padre Rubén Vargas Ugarte,
za de Armas. dice al respecto: "muchos, por estrechez de miras o
José de la Riva Agüero, denuncia en las "28 causas por falta de imparcialidad no ven en e.f Santo Oficio
de la Revolución": "Que toda ilustración pública es sino Lna institución sombría y cruel y contraria a la
prohibida, y se castiga a los qu·e han ~leído obras filo- libertad humana. Combatió el mal, quizá algunas ve-
sóficas, de instrucción pública, para los que 'la Inqui- ces con dureza, pero la sociedad l~e debió ve·rse .Jibre
sición tiene preparadas sus cárceles, y el gobierno sus de más graves inconvenient,es (sic).
cadalsos" (59). Pese a ello, Ulloa Cisne,ros, sin apor- Curio~o episodio, qL:e no por esporádico se debe
tar mayores pruebas, alaba a la Inquisición Limeña silenciar, fue el empleo en el Puerto del Callao, de
porque en el Perú durante la vigencia del Tribunal barcos prisión, 200 años antes de la utilización de las
del Santo Oficio, se instruyeron "sólo 400 pmcesos y ¡prisiones náuticas Inglesas. Esta pena -que indebida-
se condenó únicament·e a 30 personas a la hoguera". mente se denominó "galeras", equiparándola a'l traba-
Fuentes, en su estadística de Lima dice que fueron 59 jo forzado de los r·emeros o al encierro ·en prisiones
quemados vivos y 458 procesados. Carlos Pereira afir- ·en tierra- fue luego prohibida por la Ley 24, título
17, libro 29 de la Colección de Indias: "Mandamos a
58. Tradiciones Peruanas, Anales de la Inquisición T.
VI, pág. 313. 60. Citado por G. Lasala, pAg. 582 .
.59. Las 28 Causas de la Revolución ele América, págs. 61. El Arte de ~fatar, pág. 131.
56, 57. 62. La Inquisición Espaüola, púgs. 266-267.

173
los Alcaides del Crimen de nuestra Real Audiencia de la cárcel sin derechos ni costas". El testimonio del
Lima, que no hagan prisiones en las gale,ras o navíos Padre Galilea, mencionado por L~asala, es interesante
que estuvieren en el Callao; y si en algunos casos con- porque observó personalmente en las cárceles de Gas-
viniere y no se pudiere excusar, se dé primero cuen- ma y Yaután la existencia de cepos y potros de tortu-
ta al Virrey, y con su orden sean recibidos los presos ra {65).
detenidos y guardados de forma que no se huyan de La manutención de presos de las cárcel,es para no-
la prisión". bles, de,¡:>endía del Cabildo o de sus familiares; 'los
El Establecimiento Penal más conocido "La cárcel curas doctrineros gozaban de autonomía y adminis-
de Corte", estaba ubicado en la Calle de La Pescade- traban sus propias cárceles con el sínodo que el .Rey
ría, al costado de la Plaza de Armas. Para las muje- o los encomenderos les pagaban; los presos comunes
res se empleó, como en España, "galeras" en conven- generalmente se alimentaban de la caridad pública. Las
tos de monjas, como el Real Abaterio de Amparadas órdenes religiosas mantuvieron el régimen de peniten-
de la Concepción (63). Otro presidio famoso fue el de cias en celdas de aislamiento. En muchos casos, es-
Casas Matasen de la Fortaleza del Real Felipe del Ca- pecialmente en 'las sentencias del Tribunal del Santo
llao, a cargo de oficiales de presidio y cabos de vara. Oticio, la pena para los condenados de privilegio, po-
día -con misericordia- ser condonada y se cumplía
La isla de San Lorenzo también se usó como prisión
en el domicilio del reo: "puedan los Inquisidores se-
de reincidentes y presos políticos. En Lima los loca-
ñalar como cárcel perpétua la casa propia del peni-
les destinados a cárceles coloniales han desaparecido,
tenciado, mandándole que no la quebrante bajo las
demolidas por el "progreso".
penas prescritas por derecho".
En la cárcel de la Inquisición, ~en Lima, que en la
Dentro de la prisión común el tratamiento difería se-
actualidad se conserva como museo, existe una Sala
gún se tratare de peninsulares e indios. A ·los prime-
de tormentos con todos los instrumentos de tortura
ros se les atendió con solicitud, en la parte mejor
medloevales y la temida celda de castigo en un sóta-
conservada del local, permitiéndoseles, por cédula de
no profundo, oscuro y estrecho al que sólo se ingr·e-
1767, alimentarse de sus bienes si los tenían. A los
sa, de pie. Gregario Lasala afirma que en sus celdas
indios se les colocó en cárceles especiales, como la
se empleó "el sistema cel:.~lar con trabajos obligato-
descrita anteriorment'e, habilitando solares en 'luga-
rios" y agrega --con afán de apologeta y desconoci-
res distantes, sucios y malolientes. Su manutención
miento sonprendente -que los inquisidores- con el
estaba supeditada a las limosnas que les alcanzaban
régimen que implantaron en esas cárceles, "son los
los transeúntes al mediodía por entre ·los barrotes. A
verdaderos precursores de los modernos sist~emas pe- los negros, que no habían sido ajusticiados por sus
nitenciarios" (64).
amos se les discriminó aislándolos aún más, según se
La prisión colonial española importó los vicios y tratase de mulatos y zambos. Las penas impuestas
errores de la cárcel peninsular. Permitió el derecho por delitos menores se cumplfan en el Presidio de'l Ca-
de carcelaje, toleró un trato de preferencia para no- llao, a donde se destinaba a los reos para "las obras
bles y caballeros, frente a un régimen inhumano y de reales, a ración y sin sueldo". Esta modalidad de san-
maltratos para e~l resto de penados, abusó de las tor- ción también se usó en Lima para la limpieza de ca-
turas e hizo escarnio de los derechos más elementa- lles y plazas, subsistiendo en la República hasta los
les de los condenados. "Con mucha frecuencia se apli- primeros años del presente siglo.
caba la de azotes, administrados con tiras de cuero A los presos sentenciados por el Santo Oficio que
seco y duro sin abobar". También se solía castigar no ingresaban a la cárcel de la Inquisición y a los
echando sobre la piel del cuLpable lacre o brea hir- reos por sublevac¡ón e insurrección, se les daba pe-
viente. "Mandamos que, después de ejecutadas penas na de destierro ~en los presidios de Valdivia, Castillo
corporales en los presos de azotes, vergüenza públi- de Bocachica en Cartagena, Chagres, Castillo del Mo-
ca, o clavar la mano o semejantes, no sean vueltos a rro en La Habana, Ceuta o las islas de Juan Fernán-
dez.
6."3. Tradiciones Peruanas, T. 1, pág. 321.
fH. La Cárcel en la América Española, pág. 583. 65. Oh. cit. págs. 592-59:1.

174
En los conventos de ,¡a Lima colonial si·empre se situ ¡problemas urgentes, injusticias y retardo en los
destinaba una celda como "cárcel" para monjes in- juic:os, significó no sólo una decisión acertada que
fractores nobles o refugiados. Así se distingue en el reivindica -en parte- la desatención de los corona
p!ano de planta del convento de Santo Domingo, cel- con los reC'Iusos, sino que cronológicamente fue una
da 47, dibujado por Fray Rodrigo Meléndez, que se medlda muy anterior a la que recomendaba Howard en
conserva en la sala de Libros Raros y Curiosos. R/3419 "Estado de las Prisiones", y, que hoy, perfeccionada,
de la Biblioteca Nacional ·de Madrid. se ha convertido en una institución penológica muy
Los alcaides eran nombrados por los Alguaciles Ma- apreciada en Europa, especialmente en Italia, Francia
yores y juraban el cargo luego de depositar la fianza y Portugal: el "Magistrado de Ejecución Penal".
de Ley: "ordenamos que todos los alcaydes y carce- Las disposiciones reseñadas revelan preocupación
leros no usen sus oficios sin dar fianzas legas, llanas por correg;r abusos que se cometían aunque no pue-
y abonadas, en la cantidad que pareciere a la audien- de usarse como sólido argumento por quienes -·en
cia del distrito, con obligación de tener los presos en un afán muy comprensible, .por tratarse de españoles-
custodia", fianza que recuperaban con creces duran- niegan hechos ·evidentes y atropellos producidos a
te la vigencia de su administración. Consecuentemen- diario contra indios privados de la libertad, explota-
te el derecho de carcelaje se permitió y autorizó por dos y maltratados en exceso, en abierto desafío a las
ley, como compe~sación ¡por los gastos de la subasta leyes que muy pocas veces alcanzaron efectividad. Ya
a la que se sacaba la cárcel pública. "Se saquen a Carlos Daniel Valcárcel ha definido severament·e a es-
pregón y se rematen en el mejor postor". Tantos fue- tas Leyes de Indias, como el "Supremo Código Vi-
ron los abusos que se dictó una ley para que "todos rreynal, justo ·en sus mandatos aunque ordinariamen-
los carcel8ros guarden los aranceles y lleven los de-
te burlado" {66). Y Basadre dice, que "una circuns-
rechos ajustándose a ellos, y no más como ·está or-
tancia fundamental que precisa anotar, es el abismo en-
denado". "Por los derechos de carcelaje y costas de
tre la ley escrita y la realidad; el divorcio entre el De-
la justicia y escribanos, sucede que los carceleros qui-
recho y el hecho" {67).
tan los vestidos y otras prendas a los presos, exceso
que no se debe consentir. A los indios presos porque Hoy nadie puede decir que ignoraba el trabajo for-
se embriagan no lleven costas, derechos ni carcelaje zado en las minas, institución conocida como "la mi-
las justicias alguaciles y carceleros". ta", a la que se destinó también a los reclusos, "co-
mo si se les enviara a galeras o cosa parecida"; y es-
Siguiendo la costumbre implantada por los Fueros
tá comprobada la mortalidad de los mitayos, en una
Españoles, 8e ordenó la obligatoria visita de autori-
proporción tal, que se ¡puede afirmar sin exageración,
dades judiciales a las prisiones. Carlos 1 mandaba en
que constituyó un genocidio de la población serrana.
15:53: "Ordenamos y mandamos que en las ciudades
donde residieren Nuestras Reales Audienclas vayan Es innegable que las leyes y ordenanzas de Indias
!os oidores todos los sábados como •el Presidente los se dictaron para remediar los abusos del régimen de
re•.'Jartiere, a visitar las cárceles de audiencia y ciudad repartimientos, encomiendas, mitas y rescates, pero
y asistan presentes nuestro fiscal y alcaldes ordina- la aparente atenuación de la legislación colonial y la
rios, algl'acil y escribanos de cárceles; y donde hu- preocupación de los que en España no ignoraban los
biere alcaldes del crimen hagan visitas en las cároe- atropellos, discriminación e injusticias, fue insuficien-
les del crimen". te para combatirlas con éxito, porque ·el control in-
Posteriormente, en 1567, la Ley 149 del tftulo 79 terno 1Dara evitarlas, se emp-leó comúnmente con te-
lbro 79 de Felipe 11, decía: "De 'las visitas de cárce- mor o. timidez, o se omitió por complicidad. El Virrey
les hechas por los oidores han resultado incovenien- Toledo decía a su majestad: "para hacer mucha par-
tes en daño y perjuicio de los indios, dándoles a ser- te de esto tenia V. M. proveídas y despachadas mu-
vicio por deudas civiles a otras personas que a sus chas cédulas en aquel reino, santas y justas y buenas,
acreedores por más tiempo que el necesario para pa- más estábanse en los archivos sin ejecutarse ni ha-
gar deudas".
Esta ordenanza para que las autoridades judiciales 66. Túpac Amaru Revolucionario, púg. 42.
visitasen periódicamente las prisiones resolviendo in- 67. Historia del Derecho Peruano, púg. 270.

175
cerio hacer los ministros mis antecesores" (68). El nez de Asúa tiene un excelente trabajo sobre el tema,
juicio lúcido y sereno de José Luis Bustamante y Ri- en el tercer tomo del "Criminalista".
vera, se subleva cuando expresa que "Esta innobje-
La leyenda negra de la dominación española, refe-
table tendencia humanizadora de las leyes de Indias
rida en este caso, a la etapa de privación de la liber-
sufrió duro rebote en su aplicación a la realidad colo-
tad, no es invención de hispanófobos resentidos que
nial peruana, sea por la menguada calidad personal
tratan de desprestigiar la labor de colonización ibé-
de muchos de los conquistadores, sea por la natural
rica a- la que nadie niega algunos aciertos- sino
tendencia al desenfreno en quienes actúan sobr~e me-
que se sustenta en pruebas documental·es de una se-
dios de mentalidad inferior y bajo el acicate de pasio-
riedad irreprochable, como la Recopilación ~de Leyes
nes fuertes como el mando, 'la codicia y ~el sexo, s~ea
de Indias, Jos informes de Jos Virreyes y las denuncias
en fin, por la imposibilidad en la metrópoli de organi-
de los criollos, contra un régimen de castas Y eHtista,
zar a la distancia un Poder Virreynal suficient~emente
que en base a una explotación indiscriminada de nues-
austero y firme para contener los desmanes de des-
tras riquezas y al atmpello permanente de la digni-
obed:entes e infractores" (69).
dad humana, cometieron a diario, encomenderos, co-
No debe sorprendernos pues, el empleo de una rregidores, curas doctrineros y demás autoridades pe-
varfedad de formas de torturas ni 'el sadismo que pri- ninsulares.
mó en las ejecuciones. La barbarie y el horror gober-
Infortunadamente la mayoría de las vicios de la pri-
naron en esta etapa de la ejecución penal en Europa,
sión colonial que hemos criticado, subsistieron duran-
y las colonias americanas no podían sustraerse a ello.
te la República en el siglo pasado y se consienten en
Por esta razón, discrepamos de 'los que >afirman que
~la actualidad. El Perú pareciera ser inmune a las co-
la pena impuesta a nuestro caudillo José Gabriel Con-
rrientes científicas renovadoras, que subrayan la fina-
dorcanqui, Túpac Amaru, excedió en mucho, ·a la mo-
,Jídad resocializadora de la pena y la creación de ins-
dal'dad de sanción empleada en esa época, y que así
titutos penológicos que posibiliten su ·realización, pre-
se hizo, porque significaba una advertencia para los
firiendo en un cómodo "dejar hacer", la estagnación,
el ~empirismo, el favor político, el atropello a la digni-
que intentaban rebelarse contra la corona. Si bien,
así se hizo constar en la sentencia de muerte del pre-
dad humana y la corrupción administrativa, caracte-
cursor, "pena de muerte con los añadidos que cau-
rísticas de la cárce~l de ,fa colonia. Que el conocimien-
:::en terror y espanto al púbiico, para qu'e a la vista del to integral de nuestro 1pasado penológico sirva -por
espectáculo se cont~engan los demás, y sirva de exem-
lo menos- para tratar de desterrar lacras ancestrales.
plo y escarmiento" (70), no ~es menos cierto que du-
rante la Edad Media, el feudalismo y la monarquía ab-
LA ADMINISTRACION PENITENCIARIA
soluta, en Europa se realizaban ~ejecuciones similares
DURANTE LA REPUBLICA
y aún más salvajes.
Recuérdese la de don Alvaro de Luna en 1452, y la Consideracio,nes previas
de don Pedro Maldonado Pimentel en 1522, o el Edic-
to de Francisco 1 de Francia, de 4 de febrero de 1534, Los primeros años de vida republicana no apo~ta_n
contra bandoleros y ladrones: "los brazos, los riñones, nada destacable como innovación efectiva en el regl-
las piernas y ~Jos muslos serán rotos y divididos en 2 men de prisiones. Este fenómeno apreciado ahora den-
partes de arriba abajo, con la cara vuelta ~al cielo, tm del proceso de esclarecimiento histórico de nues-
quedarán vivos para hacer penitencia (71). tra independencia, no fue un caso aislado, sino un
ejemplo más de cómo la presencia de España, se .m~­
Howard, Barnes y Teeters, Cuello Calón y última- nifestaba de muy distintas fo.rmas durante la Republl-
mente Daniel Sueiro, son pródigos en ejemplos. Jimé- ca. Hoy, a 152 años de ~esa primera independencia
política, todavía nos ~encontramos empeñados en bus-
car soluciones propias, tratando de afianzar nuestro
G8. Historia del Derecho Peruano, pág. 245.
G9. destino como Nación soberana. Aceptando este hecho,
Hcvista Penal y de Tutela, N9 7, Volumen II, 194.5,
núg. 31.5. podremos comp~render mejor, como el sistema carc~­
7o: La Rebelión de Túpac Amaru, pág. 160. ~lario colonial subsistió en la República durante el SI-
71. El Arte de Matar, pág. 221. glo XIX, conservando fas características de abandono,

176
i·nmoralidad, tortura y discriminación. Hasta las cár- cano: 1.-Desde la indep·endencia hasta el primer go-
celes del pueblo y eclesiásticas se mantuvieron, va- bierno del Mariscal Castilla; 2.-Desde las reformas
riando sólo de denominación más acorde con la nue- pmpuestas por Paz Soldán hasta la creación de ·la
va división geográfico-administrativa, en "cárceles pro- Inspección de Prisiones en 1927; 3.-La gestión de
vinciales" y "cárceles d istritales". Augusto Llontop y de Bernardlno León y León; y 4.-
Las reformas emprendidas durante el trienio 1945-
Sería aventurado entonces, .elogiar todas las dispo-
1948 (72). A la que nosotros agregaríamos una 5<? y
siciones del protectorado y de los primeros gobier-
última fase: La llamada "reforma carcelaria 1963-1968".
nos nacionales en favor de los reclusos cuando sabe-
Desde esa fecha hasta mayo de 1973, nada destaca-
mos que la mayoría de ellas nunca se aplicaron, man-
ble merece reseñars·e y lo poco que podría decirse se
teniéndose por muchos años ·al status negativo de las
traduciría en severa crítica a lo que consideramos la
prisiones. En ese aspecto, como en muchos otros, se
etapa más negativa del penitenciarismo peruano.
siguió la inveterada costumbre colonial -de la que
todavía hoy no podemos sacudirnos- "Se acata pe-
·ro no se cumple". ¿Qué seri·edad tendría res·eñar dis-
pcsiciones qu·e nunca se ·efectivizaron en beneficio de
los presos, pese a los buenos deseos e ·intenciones 1.-EI gobierno del Marqués de Torre Tagle pro-
de sus autores? y en que medida, si las mencionára- mulgó el primer reg·lamento de prisiones ·el 23 de mar-
mos ¿merecerfan figurar como aportes penológicos? zo de 1822. Pese a que no derogó el mandato colo-
Este preámbulo -aparentemente innecesario- ex- nial que •autor;zaba el de·recho de carcelaje, ni el uso
¡pficará mejor la evo·lución de la pena privativa de la de cadenas y gri·llos, ordenó una clasificación prima-
libertad. Las conquistas logradas, Jos errores come- ria de reos adultos y menores y otra de varones y mu-
tidos, las experiencias frustradas, los dispositivos le- jeres, 1permitiendo --en un alarde de humanidad que
gales -anacrónicos o acertados- que normaron sus se aplaudió en esa época- que los presos tuvieran
funciones, y los precursores que con esfuerzo y oportunidad de salir al patio de la cárcel a "respirar
sacr:ficio, lucharon y consiguieron mejoras sustan- aire puro", una hora por ·la mañana y otra por la tar-
ciales para los que sufren prisión. Apreciaremos de.
tamb:én como ese esfuerzo fue desaprovechado lamen-
El Derecho de carcelaje -especie de canon a favor
tablemente por otras administraciones y veremos --en del concesionario o administrador de la prisión- fue
la medida en que la objetividad del autor no se des-
suprimido por Decreto Supremo de 4 de octubre de
borde inconcientemente en calificativos personales-
1832, al derivar ·a las municipalidades la mantención
debido a qué causas y razones ésto se produjo, ·aun-
de los presos. El Dr. Altmann reconoce que esa dis-
que podemos adelantar que -aparte de la incapaci-
posic:ón fue burlada frecuentemente pese a ser reite-
dad consustancial de los funcionarios de pns1ones-,
rada por sucesivos decretos. En 1853, Mariano Felipe
primó un factor negativo muy nuestro: el aspecto po-
Paz Soldán, denuncia todavía su existencia.
lítico.
El General Santa Cruz expide el Reglamento de Tri-
Gre·emos honestamente que una visión integral de
bunales del Estado Nor-Peruano el 1O de diciembre
la problemática carcelaria puede servir de enseñanza
de 1836, ·en cuyo título sobre el régimen de prisio-
y ejemplo para discernir entre lo que hay que respe-
nes, estipulaba: Los penados deberán ser tratados con
tar y continuar -como acción efectiva de gobierno-
blandura y suavidad y sin producirles mortificaciones
y lo que definitivamente debe desecharse -como es-
más allá de lo que fU'ere mandado por la autoridad
qL:ema empírico de trabajo- si es que S•e quiere crear
competente; los alcaides deberán ser nombrados por
una infraestructura ·debidamente planifioada, asentada
el Poder Ejecutivo, a propl!esta del Poder Judicial;
eil só'iidos principios doctrinarios, que permitan la
El Derecho de carcelaje deberá ajustarse al arancel
elaboración y puesta ·en marcha, de un sistema acor-
vigente, ·llevándose al efecto la contabilidad por di-
de con los postulados que propugna la ci·encia peni-
cho ingreso, etc.
tenci·aria.
El profesor Julio Altmann Smythe ha establecido 72. Reseña Histórica de la Evolución del Derecho Pe-
cuatro períodos en ·el régimen de prisiones republi- na], pág. 264.

177
El Doctor Bernardino León y León alaba sin r,eser- viembre de ese mismo año, que consta de dos partes:
vas el reglamento que para el presidio del Cusca ex- Los sistemas penitenciarios pensilvánico y auburnia-
pid.era el gobierno de Castilla el 19 de Julio de 1850. no y las penitenciarías visitadas; y el estado de las
"Era evidentemente algo superior al medio y a la épo- cárceles y presidios del Perú, las soluciones ¡propues-
ca, en América del Sur". Este notable instrumento le- tas y el plano de los penales que en Lima y Cusca su-
gal, contenía las siguientes innovaciones: a) Traba- gería se construyeran.
jo ob,ligatorio para todos los reclusos, excepto los "Mi propósito es santo, no critico nuestro estado,
menores de 14 años y los mayores de 60; b) Percep- no descubro nuestros males para burlarme de ellos:
c:ón de un jornal diario 1para el recluso, que se divi- quiero contribuir a la reforma de un ramo ·esencial a
día en 4 partes: una de ellas para pagar su manten- la ventura común y hacer como el médico que pinta
ción y otra como fondo de reserva al salir en liber- la enfermedad con sus más vivos colores, para llamar
tad; e) Clasificación según la gravedad del delito y la la atención ·del enfermo y arrancarle a la indolencia
duración de la pena; d) Separación de sexos, nacio- que le consume, a fin de aplicar después el remedio.
nalidad, artes y oíic:os; e) etapa de prueba con régi- Haré lo primero, refiriendo con sencillez lo que son
me:~ disciplinario s~..:avizado; y f) redención de ·la pe-
nuestras prisiones: no sé hasta donde vaya acertado
na por buena conducta. en lo segundo; pero al menos diré mi sentir, apoyado
El reglamento de 1850 se empleó únicamente en el en las ideas de autor·es respetabl,es" (73).
,presidio del Cusca, representando un avance impor- Partiendo del diseño clásico del panóptico de Ben-
tante no sólo en el ámbito latinoamericano, sino com- tham, Paz Soldán introdujo variantes sustanciales en
parativamente a nivel de las experiencias revoluciona- atención a nuestras limitaciones fiscales y a las pecu-
rias que pocos años antes habían iniciado Montesinos liares características del régimen carcelario peruano,
en Valencia y Maconochie ·en Australia. Y aunque no consiguiendo la anuencia del gobierno para iniciar la
pre:endamos equiparar la figura del general Miguel construcción de la Penitencairía Central de Lima en
Medina, entonces prefecto del Cusca e inspirador de 1856. Concluidos los trabajos, seis años después, se
las reformas que destacamos, con la de los creado- inauguró solemnemente el local el 23 de julio de 1862,
res del régimen penitenciario progresivo, el hecho de durante el gobierno del Mariscal Castilla, con un sis-
que el Perú -casi coincidentemente con España e In- tema auburniano nacionalizado, o sea, trabajo en co~
glaterra- legislase sobre redención de penas, medi- munidad durante el día y aislamiento nocturno en ce·l-
das gradualistas de tratamiento y etapa de prueba, das. El reglamento, que el mismo redactó, constaba
hace imprescindible que se estudie con más deteni- de sólo 13 artículos y seguía los lineamientos traza-
miento la obra de este olvidado funcionario, ensalza- dos por las ordenanzas del Presidio Cusqueño: clasi-
da en su oportunidad por Paz Soldán. ficación de adultos y menores; castigos y recompen-
sas; y fondo de reserva para. cuando el r-ecluso salie-
2. La Obra de Mariano Felipe Paz Soldán
ra en libertad.
Así como Bélgica tiene a Vilaín e Inglaterra se en- La Penitenciaría de Lima tuvo una existencia aza-
orglillece de Howard, el Perú puede ufanarse de po- rosa en sus 96 años de funcionamiento. Muchos hom-
seer en Mariano Felipe Paz Soldán, al máximo expo- bres públicos sufrieron prisión y vejámenes en sus
nente del penitenciarismo latinoamericano ·del Siglo celdas en épocas de dictadura, pe-ro ·los presos comu-
XIX. nes disfrutaron -salvo las excepciones de ,las que
ningún penal en el mundo ha podido librarse- de
Juez de Primera Instancia de la Provincia Litoral
un reg1men benigno, oportunidades de trabajo, per~
del Callao, Auditor de Marina, estudioso autodidacto
cepción de un salario adecuado y aprendizaje de un
de la ciencia penitenciaria, reformador por propia ini-
oficio.
ciativa de la cárcel de Cajamarca, logró despertar el
entLsiasmo del general Echenique, entonces Presiden- Este penal, que motivara encendidos elogios y acer~
te del Perú, quien lo comisionó para que viaje a nor- bas críticas, propició con su demolición, un hecho
teamérica a estudiar su sistema penitenciario, en los anecdótico que debe denunciarse: Destruido apresu-
primeros meses de 1853. Producto de ese viaje fue
el famoso informe publicado en Nueva York en no- 7.3. Informe de Mariano Felipe Paz Soldán, pág. 89.

178
radarnente en 1961 conjuntamente con la Cárcel Cen- de la caridad pública "aumentando la carga de la so-
tral de Varones, la administración carcelaria de ·ese ciedad que acaban de ofender".
entonces se sorprendió de encontrarse -de la noche
Reclamó el trabajo obligatorio en los penales por-
a la mañana- con una 1población penal a la que no
que "donde quiera que se mantengan prisiones de en-
tenía donde recluir porque se había "olvidado" de
cierro sin trabajo y aislamiento de noche, "el ocio ge-
cor;s!ruir un local compensatorio. Y, aunque se dio
nera vicio y perversión". Propuso para remediarlo,
-con ligereza- una ley de induHo extraordinario
el trabajo en comunidad durante el día característico
que inLndó Lima de delincuentes, no pudo, aunque
del régimen aubirn!ano y el aislamiento en celda por
sequramente habría sido su deseo, liberar a la totali-
la noche".
dad de reclusos, por lo que tuvo que habilitar "por
corto t'empo", los sótanos del Palacio de Justicia. Para la construcción de futuras prisiones presentó
un completo :plan que incluía una penitenciaría en el
Así, por una medida polílica totalmente desacerta- Cusca, que por falta de recursos no se pudo cons-
da, se propició durante casi ocho años, 1961-1968, truir, con los siguientes requ·erimientos básicos: bue-
la exislencia de un local carcelario propio del medio- na localidad, o sea en terreno seco, sano, inmediato
evo, que ha ,pasado a ·la historia penitenciaria perua- n puerto o ciudad; seguridad, para que el preso no
r;a como el ejemplo clásico del empirismo, la indigni- pueda fugarse; ventilación, que debe ser libre. direc-
dad y el atropello: la famosa: "Carceleta Judicial", que ta para que el aire se comunique con facilidad en to-
albergó, en condiciones infrahumanas, mucho peores das las estaciones del afio; aseo, tan necesario a la
que las que tenía e·l penal destruido, a un promedio salud como la buena ventilación; recomendaba pisos
de 1,000 reclusos. El 26 de julio de 1968, se claustlró de locetas para pasadizos, corredores y talleres, y no
definitivamente ese antro, como lugar permanente de de madera "que dificultan la limpieza; agua, limpia,
detención. corriente y abundante, para las celdas, talleres, co-
Pero Paz Soldán no se contentó con proyectar el medor y servicios higiénicos; luz, que "ha de ser di-
edificio de la Penitenciarfa de Lima, sino que prepa- recta y de tal modo dispuesta que los talleres y celdas
ró un ambicioso plan de reforma carcelaria que con- reciban el sol de la mañana", así como lámparas pa-
templaba entre otros ~aspectos: La modificación del ra la noche, porque es inconveniente tener el penal
rég:men anacrónico de prisiones; la especialización del a oscuras; y finalmente, buena distribución, con arre-
glo a un sistema arquitectónico que permita al Direc-
personal carce:lario, porque "muchos carceleros y al-
tor o Guardián tener centralizada su inspección y vi-
guaciles no tienen sueldo y son lo peor de la socie-
gilanda permanente.
dad: ignorcntes por lo mismo y corrompidos: su nom-
bramiento se debe a empeños o porque no habiendo Mariano Felipe Paz Soldán adquiere cada vez ma-
ningün hombre honrado que se encargue de un oficio yor dimensión continental, porque recién ahora se
envi·lecido por el actual sistema de prisiones, la nece- aquilata su visión precursora de enmiendas fundamen-
sidad obliga a encomendarlo al ¡primero que quiera tales. Lo que aprendió en norteamérica, que fue mu-
recibirlo" (74). cho -en esa época no se había popularizado como
ahora el turismo oficial- lo adecuó a nuestras pecu-
Criticó el trabajo de los reclusos en obras púbncas,
liares características, suavizando la regla del silencio
considerándolo nefasto para la seguridad de la pobla- absoluto, consiguiendo un óptimo rendimiento en los
ción y denigrante para los propios presos "carpados talleres y una buena disposición de la población pe-
de cadenas a la vista de todos los que pasan, pierden nal al tratamiento aplicado. Casi no impuso castigos
en. tan degradante pílori hasta el más pequeño resto físicos por indisci,plina y las torturas se abolieron de-
de vergüenza". finitivamente.
Fustigó el estado ruinoso de las cárce·les "que un Cuando al estudiar su obra comprobamos que mu-
borracho rompe de una ,puñada la puerta de seguri- chos de sus anhelos y proyectos se perdieron por la
dad", y la desatención del Estado en relación a la ali- incapacidad, mezquindad y envidia de burócratas y po-
mentación de los reclusos, obligándolos a que vivan líticos de ocasión, apreciamos mejor sus palabras pre-
monitorias: "A los que irrite la verdad, diré sólo que
7-J. Informe de Mariano Felipe Paz Soldán, pág. 95. el remedio no es vituperio a quien dice la verdad con

179
miras honradas, sino unirse para conseguir un fin El trabajo en "obras públicas", se empleó preferen-
hermoso y laudable, cual es la mejora de las cárce- temente en la construcción del ferrocarril de Lima al
les ... que se haga la cruzada de la regeneración no Callao. Esa fue una medida muy criticada en la época
con el entusiasmo férv¡do que se apaga al primer re- ,¡:}Qr las continuas fugas y el bandolerismo que se ge-
vés, sino con la constancia tesonera y capaz de llevar neró en la zona. También se utilizó a los penados en
a cabo ·la obra más difícil: que las autoridades den el labores de adoquinado y limpieza de calles de las ciu-
ejemplo, considerando una obligación primordial la dades. Los reclusos eran alimentados por los muni-
empresa de regenerar una parte de nuestra sociedad, cipios y la beneficencia. Usaban uniforme amarillo,
que hasta hoy aparece como incorregible" (75). grilletes y estaban rapados para su fácil identificación.
El Código Penal de ·1863, estableció el régimen de Durante el gobierno del General Remigio Morales
prisiones en sus artículos 71 al 75, conteniendo entre Bermúdez, a sugerencia de la religiosa franciscana Sor
~us principales disposiciones las siguientes: Las penas Ermelinda Carrera se creó la Cárce·l de Mujeres, tras-
de penitenciaría se cumplirán en Lima en ·el local re- ladándose las reclusas del penal de Guadalupe, al Con-
dentemente construido y de acuerdo a su reglamen- vento de Dominicos de Santo Tomás, cedido previa-
to. Las penas de prisión y cárcel se cump·lirán en la mente para ese efecto el 27 de febrero de 1892. Des-
capital del respectivo departamento en las casas pú- de esa fecha, se conoció la prisión de mujeres como
blicas denominadas "cárceles". Las penas de arresto la de "Santo Tomás". "Ahí cumplen su condena de
m3.yor en las capital·es de provincia y las de arresto !penitenciaría y demás penas privativas de la libertad
menor en los distritos. El trabajo en cárcel se sujeta- las condenadas de Lima y Callao y, solamente, de pe-
rá a lo qt..:e los regiamentos establezcan y ·el produc- nil'éllciarfa, 'las mujeres de toda la República. El tra-
to se distribuirá en tres ¡partes: una para indemnizar bajo es obligatorio y realizan las penadas obras pro-
los daiios causados al establecimiento, otra par·a la pias de su sexo" (77).
indemnizac:ón civil y la tercera como fondo de reser-
En 1901, se dictó un nuevo reglamento para la peni-
va. Las mujeres cumplirán las penas de cárcel, re-
tenciaría de Lima, que reemplazó -al de 1863-. Su
clusión y arresto en lugares distintos y separados de
~autor, luego excelente Magistrado Supremo, don An-
los hombres; para las penas de confinamiento, el reo
selmo Barreta, no era desde luego, un especialista
podrá elegir el penal donde cumplir su condena, siem-
en prisiones; sólo así se explica que estableciera co-
pre y cuando diste no menos de cincuenta leguas del
mo ¡premio a la buena conducta de los reclusos, "el
lugar donde se cometió e·l delito (76).
uso de 'la coca"; y como castigo, "el baño de lluvia".
Los principales establecimientos penales durante el
Por •iniciativa del Ministro de Justicia don Lizardo
Siglo XIX, fueron:
Alzamora, ·el Presidente Eduardo L. Romaña expidió,
a) La Penitenciaría Central de Lima; en mayo de 1902, un Decreto Supremo que separaba,
b) La Cárcel de Guadalupe, ubicada en lo que hoy por primera vez, el régimen ·de adultos, del tutelar
es el Palacio de Justicia; de menores, fundándose, al efecto, la Escuela Correc-
e) La Cárcel para Mujeres de Santo Tomás, en el cional de Menores.
antiguo Convento del mismo nombre, inaugurada por
Finalmente en 1924, por Ley 4868, se promulgó el
Sor Ermelinda Carrera en 1892;
Código Penal de 1924, obra del maestro sanmarqui-
d) El Presidio de Casas Matas en la Fortaleza de·l no Víctor M. Maúrtua, que cr.eab·a, en su artículo 136,
Real Felipe del Callao; el cargo de Inspector General de Prisiones: "Nombra-
e) El Presidio de la Isla de San Lorenzo, con traba- do por ·e·l Poder Ejecutivo, que tendrá a su cargo la
jo forzado en las canteras; dirección técnica y la inspección de todos los estable-
f) El Presidio del Cusca, habilitado por el General cimientos penales".
Medina en el antiguo Convento de los Jesuitas;
Con la dación del Código Penal, hoy vigente, se
g) E·l Presidio de Cajamarca, reconstruido en 1848
inicia en ·el País, la etapa más positiva en la ejecución
por Paz Soldán.

75. Informe de Mariano Felipe Paz Soldán, pág. 104. 77. Reseña Histórica ele la Evolución del Derecho Pe-
76. Código Penal de 1863, págs. 438 y ss. nal, pág. 269.

180
penal y empieza a formarse la infraestructura admi- tación oficial revisada, demuestra que ésta se debió a
nistrativa que ha permitido conseguir -pese a des- decisiones apresuradas, aconsejadas por los aúlicos
aciertos constantes- los escasos pero meritorios avan- enquistados en toda administración penitenciaria. En
ces en el tratamiento técnico-científico de rehabilita- tres de las cuatro oportunidades, 1930, 1948 y 1968 la
ción del penado. Así mismo, desde 1927, se crea el Escuela fue cerrada inmediatamente después de la caí-
Organismo que iba a tener la responsabilidad de es- da del gobierno que la estableció, y en ninguna de
tab:ecer la política penitendaria en el País, y la ad- ellas, se dio una razón oficial que explicara técnica-
ministración, el control, y la vigilancia de los centros mente la conveniencia de ·esa medida. Pareciera ser,
carcelarios, la Inspección de Prisiones, convertida lue- y, quisiera equivocarme en esa apreciación, que se de-
go en Dirección General de Establecimientos Penales. seaba conservar la imagen feudal del carcelero insen-
sible ignorante e inhumano. O dicho en otras pala-
bras: "cuanto más bruto, mejor".
3. La Inspección de Prisiones
Así, al personal carcelario peruano, elemento prin-
cipal en toda política moderna de :ejecución penal, se
La lns:pección de Prisiones, empezó a funcionar a
le ha mantenido marginado del conocimiento de cien-
comienzos de 1927. bajo la dirección del Dr. Augusto
cias penales básicas en tratamiento readaptador; ali-
Llontop, inteligente y probo funcionario que supo tra-
neado -generalmente por temor- al régimen de tur-
zar Jos lineamientos científicos básicos que permitie- no; impedido de alcanzar mejoras económicas debido
ron a su sucesor, don Bernardino León y León, conti- a su escasa preparación; condicionado en los ascen-
nuar su obra y realizar una magnífica labor, e·logiada sos más por razones de amistad, servilismo, complici-
internacionalmente. dad o padrinazgo, que por méritos en el escalafón; ex-
El mérito del Dr. Llontop radicó en sentar las bases :puesto a la inestabilidad laboral porque su conducta
técnico-administrativas de un organismo qu·e antes se funcional ha sido juzgada siempre con severidad y ca-
había caracterizado únicamente por la administración si nunca con comprensión.
rutinaria de las prisiones. En es·e sentido, la ·implanta- El Dr. Llontop consideró necesario contar con una
ción de reformas sustanciales, como la cre·ación de la Sección Estadístico-Penitenciaria y consiguio su ot_i-
Escuela de Vigilantes, tomando como modelo la que cialización por Decreto Supremo de 23 de ju•lio de
funcionaba en Argentina por iniciativa de Eusebio Gó- 1927. Hoy, 45 años después, muy pocas administra-
mez -le permitió contar con un personal- si bien ciones han comprendido la enorme trascendencia de
reducido porque la Escuela sólo ,pudo sacar dos pro- la estadística como ciencia auxiliar indesligable del
mociones- por lo menos apto para entender básica- proceso científico de tratamiento •del delincuente, que
mente la finalidad readaptadora de la pena y los de- posibilita -en interpretación cuantitativa y causal-
rechos de los reclusos. el estudio del comportamiento promedio post-delictual,
e·l movimiento penal carcelario diario. Permite racio-
Los cursos que formaban el plan de estudios, tal co-
nalizar ·el gasto público a la vista de las proyecciones
mo lo señalaba el artículo 79 del Decreto Supremo de
que se desprendan de las "Constantes Graficadas" o
12 de febrero de 1927, que creó ·la Escuela, eran: No-
curvas de intensidad, así como la planificación de me-
ciones de Criminología, Psiquiatría, Penología, Toxi-
didas a mediano y largo alcance.
comanía e Higiene Sexual, Lecciones sobre el Código
Penal, Cultura Cívica, Castellano, Historia y Geogra- Durante su gestión se creó la Cartilla Biográfica del
fía del Perú. Su primer Director y magnífico guía fue recluso, el servicio de Identificación Dactiloscópica y
el penalista Víctor Modesto Villavicencio. empezó a :publicarse el Bo·letín de Criminología, órga-
no oficial de la Inspección de Prisiones.
Cuatro han sido las Escuelas de Vigilantes que han
funcionado en el País. Ninguna pudo cumplir con la El Dr. Bernardino León y León asumió el cargo de
metas propuestas porque, lamentablemente, fue.ron ¡pre- Inspector el 26 de marzo de 1928 y consiguió elevar-
maturamente clausuradas. El autor ha tratado de en- lo a ·la categoría de Dirección General. Su labor fue
contrar una explicación qu.e justifique ---oen algo- la sumamente fructífera, dice Altmann, y "sus resultados
decisión de cerrar Jos Centros de Capacitación o Escue- prácticos todavía perduran en nuestro régimen de es-
las Penitenciarias, y ·la única que fluye de la documen- tablecimientos penales. Seguramente en el Perú nadie

181
ha realizado, hasta ·ahora, una acción más beneficiosa Enjuiciar en cambio la gestión de otras administra-
y científica para las prisiones, que ·este distinguido ju- ciones sería incidir en una crítica permanente al em-
risconsulto, t·an ampliamente conocido por sus estudios pirismo rutinario y al abandono de programas traza-
en todos los centros de cultura del mundo" (78). dos e iniciados anteriormente, sólo porque no supie-
El Dr. León y León logró significativas realizaciones, ron o no quisi·eron ~entender las razones y fundamen-
alcanzando durante su mandato pr·estancia internacio- tos técn:cos que los avalaban.
nal la política carcelaria peruana, que fue mostrada Esta afirmación que ¡podría interpretarse como lige-
como ejemplo por distinguidos esp·ecialistas como Ji- ra o mal intencionada, encuentra ~en lo sucedido du-
ménez de Asúa, Constancia Bemaldo de Quiróz y Ma- rant~e los últimos años, la mejor demostración de que
riano Ruíz Funez, que ·elogiaron la obra empr·endida, no es exagerada: Desde finales de 1968 hasta abril de
destacando los siguientes resultados: 1973, la conducción de la política carcelaria y la enor-
a) Por D. S. de 26 de abril de 1930 se cr·ea e·l cargo me responsabilidad de proponer y realizar acciones
de Dir·ector Inspector General de Prisiones, dándole coherentes ·en el régimen de e}ecución penal, ha esta-
categoría de Dirección General a la administración do encomendada -a nivel de as·esores y p·eritos en la
carcelaria. materia- a un funcionario con estudios parciales en
jurisprudencia y experiencia en fomento y obras públi-
b) Se creó y reglamentó el funcionami.ento del Ins-
cas, y a un profesor de Educación Física. Y aunque no
tituto de Criminología, prescrito por el art. 409 del C.
menospreciamos sus conocimientos en esas materias,
P., por Decreto Supremo de 13 de febrero de 1929. El
ni lo hacemos tampoco con ·las es;pecialidades en In-
reglamento del Instituto fue preparado por una Comi-
fantería y Caballería de los Directores Generales -sus
sión presidida por el Dr. Angel Gustavo Comejo, e in-
jefes inmediatos- si nos preguntamos: ¿Qué pueden
tegrada por los Drs. Bemardino León y León, Hono-
saber de ·readaptación social del recluso? Lógicamen-
rio Delgado y, como Secretario, e'l Dr. Carlos A. Bam-
te ·el resultado no podía ser otro que el folklorismo de
barén.
las disposiciones, la desorganización administrativa y
e) Se dictó el Reglamento de Clasificación de con- la conducción de los penales con un criterio domésti-
ducta de reclusos. co y simplista: Dar de comer diariamente a los reclu-
d) Se estableció como requisito obligatorio para ser sos, pa~ar mensualmente el sueldo a los emp·leados y
Director de los Establecimientos Penales de Lima, el tí- tratar -Bn lo posible, aunque con escaso éxito- de
tulo académico de Abogado, Médico o Pedagogo "con evitar 'l·a fuga de las prisiones. Estos cuatro años y me-
dedicación demostrada en estudios ¡penales". Este dis- dio han sido considerados por los ent·endidos, como
positivo perseguía algo tan ·e·l,emental --la orientación los más contradictorios y anticientíficos en la historia
c:entífica y técnica en las prisiones -que parece im- del penitenciarismo peruano.
posible que ·la me·d!da no abarcase también a los nive- Consciente de este hecho y en una rectificación va-
les superiores de la Direc~ión General de Penales. l'ente que merece destacarse, el gobierno ha nombra-
do en abril último, como Director General de Prisio-
Pero esta condición nunca fue cumplida; es más, se
nes, ·a un Catedrático universitario, criminólogo y ex-
ignoró exprofesamente por las sucesivas administracio-
perto en ciencia penitenciaria, quien se encuentra em-
nes, y la razón es dolorosamente simple: ¿Cómo iban
peñado en conformar un equipo de colaboradores, es-
a exig!rla si ·e·l hacerlo representaba su propia renun-
pecialistas de las diferentes disciplinas afines, a efec-
cia? En los cuarenticinco años de funcionamiento de la
tos de presentar su programa de acción. Y aunque es
Dirección General de Prisiones, no más de cinco Di- prematuro pronunciarse sobre los alcances de alguna
rectores han demostrado tener es1pecialización previa de ·las medidas propuestas, las objeciones y críticas
en ciencia penitenciaria, Derecho Penitenciario y po- que se formulen, pueden mantenerse en un respetable
lítica carcelaria, y ha sido justamente ·en esas etapas, nivel académico, ya que existe ¡por fin!, un lazo co-
cuando se gestaron las conquistas más relevantes pa- mún que hermana: La utilización de un lenguaje cien-
ra el penitenciarig;mo peruano. tífico mediante el cual se puede encontrar puntos de
co!ncidencia. Lo positivo y concreto en esta decisión,
78. Reseña Histórica de la Evolución del Derecho Pe- parece hallars·e en e·l ingreso de un grupo multidiscl-
nal, pág. 270. plinario die profes·ionales, que ha formulado un ambi-

182
cioso proyecto de sistema penitenciario. Los planes cables fue el de reabrir la Escuela de Vigilantes, ¡por
programados abarcan un quinquenio. Esperemos los Decreto Supremo de 2 de julio de 1944. De vida efí-
primeros resultados para exp~resar una apreciación ba- mera -la Escuela sólo funcionó un semestre- permi-
sada en mayores elementos de juicio. tió, por lo menos, reinidar la capacitación del per-
e) Por Resolución Suprema de 7 de abril de 1928, sonal de Guardas del Cuerpo de Vigilantes. El Dr. Se-
se habilitó para cárcel o establecimiento represivo y minario preparó además, un plan carcelario que lue-
de detención, la sección de la Penitenciaría que se go fue publicado bajo el título de "Notas sobre ~a re-
encontraba desocupada. Así, se independizó el ala forma del régimen pe~nal en el Perú", en el que ex-
izquierda de ese establecimiento, para el funciona- presaba lo siguiente: "La reorganización de nuestro
sistema carcelario, concebida en su cabal amplitud,
miento de la Cárcel Oentral de Varones, clausurándo-
reclama la ado,pción de un plan Integral que encare
se la antigua cárcel de Guadalupe.
los múltipf,es aspectos que conforman el complejo pro-
f) Por Decreto Supremo de 20 de marzo de 1929, blema de la lucha contra la deHncuencia" (79). Este
se dictaron normas de control técnico para la cons- meritorio trabajo desarrollaba ·en capítulos muy didác-
trucción y ·reparación de locales penitenciarios, car- ticos, las distintas fases del proceso de ejecución pe-
celarios y demás del Ramo. nal y contemp~laba soluciones al problema del personal
g) En 1930 se presentó un proyecto de Decreto Su- penitenciario, construcciones carcelarias, reglamenta-
premo sobre política sexual de prisiones y aunque no ción carcelaria, ·etc. Poco de lo proyectado pudo lle-
se concretó ninguna acción al respecto, por el derro- varlo su autor a la :práctica, pero su sucesor, el Dr.
camiento del gobierno, merece destacarse, porque fue Altmann, recogió alguno de estos proyectos, los hizo
la primera vez qu'e se planteó una solución parcial al suyos y ~Jos ejecutó adaptándolos al plan de política
problema, basado en un excelente trabajo de tesis uni- penitenciaria que empezó a aplicar en 1946. Fue una
versitaria del entonces bachiller Julio Altmann Smythe, de las contadas ocasiones, ~en donde en la Dirección
asesorado por el Dr. Hermilio Valdizán. de Prisiones, se continuó la obra ·de un gobierno an-
terior, ~en una demostración de patriotismo y desinte-
El Dr. Bernardino León y León renunció al cargo de rés personal, que hoy deberíamos recoger e imitar, ya
Director General en agosto de 1930. Desde su retiro, que ,fa evolución de regímenes penitenciarios, para.
hasta el año 1945 sólo algunas disposiciones ais~ladas, alcanzar su madurez y perfección, ~requieren de conti-
como el reglamento de ·la penitenciarfa central, apro- nuidad, adaptabilidad y fluidez.
bado por D. S. 97 el 17 de agosto de 1937, proceden
mencionarse. El Art. 5 establece que el "tratamiento
de los penados será humanitario y científico y estará 4. El trienio 1945-1948. La obra del Dr. Julio Altmam1
orientado de acuerdo con la criminología dentro del Smythe
sistema progresivo y t1acia ~a readaptación social".
25 años es tiempo suficiente para juzgar con la ne-
Hasta esa fecha, ésta es la única referencia en toda cesaria perspectiva, ahora en 1973, la proficua labor
la reglamentación carcelar:a, de que el sistema peni- realizada por quien fuera uno de los más brillantes
tenciario nacional debería basarse ~en el régimen pro· ~ejecutivos en la administración carcelaria. El Dr. Julio
gresivo de tratamiento del recluso y, en ese sentido, A!tmann Smythe ~llegó a la Dirección General de Pri-
representa una declaración de prindpios importantísi- siones con un conocimiento profundo de nuestra rea-
ma por su con~enido doctrinario. Recuérdes~e que en la lidad, sólida formación doctrinaria y 'Un enorme des~eo
legislación comparada se señalaba desde mucho tiem- de c11rregir y enmendar rumbos.
po atrás el régimen escalonado de tratamiento, como
Si bien se han destacado las realizaciones innega-
el más adecuado para la readaptación social del inter-
ble..> de algunos de sus an~ecesores, éstas se circuns-
no. E~l Perú, tardíamente, cumple por lo menos decla-
cribieron al ámbito capitalino. En cambio durante la
rativamente, con definir su posición.
pionera gestión del Dr. Altmann, es recién cuando la
El Dr. Gabr:el Seminario He~lguero, consiguió algu- política carcelaria se proyecta a nivel nacional, con
nos logros interes,antes durante su corta g~estión como
Director de Prisiones, al final del primer gobierno del 79. Notas sobre la Reforma del Régimen Penal en el
Sr. Prado, y entf"le sus aciertos, uno de los más desta- Perú, pág. 13.

183
una clara orientación científica, acorde con las más La fase inicia·! consistía en la construcción de dos mo-
avanzadas concepciones penológicas de ·la época y dernos núcleos carcelarios para Lima, que reempla-
en una coordinación de acciones, que estudiadas en zarían a la Penitenciaría y Cárcel Central de V·arones.
conjunto, se encuadran en lo que debe reconocerse Lo interesante del Plan residía en la obligación con-
con justfcia, como el primer sistema ¡penitenciario na- tenida en el Art. 39 de la Ley, que condicionaba la
cional. posesión de los inmuebles, a la terminación de los
La finalidad readaptadora que se le asigna a la eje- nuevos locales que se construyan. Si la Ley se hu-
cución de la sanción privativa de la libertad -que biera respetado, no se habría producido el funesto
ft.:era en anteriores administraciones mera declaración e1,:>isodio ·de 1961, cuando contra todas las opiniones
lírica de principios- alcanza en las medidas logradas autorizadas, se demolieron los dos establecimientos
por Al:mann, la cabal demostración de que no es cier- penales, sin haberlos reemplazado por otros nuevos,
to el aforismo crio·llo, del divorcio existente ·entre lo por lo que tuvo que habilitarse los sótanos del Pala-
que manda la ley y su imposibilidad de llevarla a la cio de Justicia para trasladar a cerca de 1,000 reclu-
práct!ca, cuando se posee valentía, experiencia, for- sos. Una vez más, un magnífico proyecto, debida-
mación profesional, método de trabajo y respaldo. mente financiado, quedó trunco, incumpliéndose una
ley de ·la República, por razones de Estado, segura-
Hemos criticado siempre y lo seguiremos haciendo, mente muy poderosas, pero que atentaban contra una
la concepción -tradicionalmente empírica- enquista- acertada planificación de construcciones carcelarias.
da en la administración de prision:es, de que ·la misión
b) Creación de la Escuela del Personal Auxiliar de
de ia Dirección General consiste únicamente en man-
tener el orden interno en los establecimientos pena- los Establecimientos Penales y de Tutela, por D. S. de
les, alimentar a los reclusos, otorgarles la libertad 12 de marzo de 1946, que tuvo una duración de 2 años
cuando cumplen su condena y pagar puntualmente el y medio.
sueldo o remuneración a los empleados. Este cómo- Altmann pensaba -con razón- que ninguna re-
do automatismo burocrático, producto del grado de forma penitenciaria es completa si falta persona·! idó-
incompetencia del principio ·de Peter (80), ha consti- neo. "Por •eso, cualquiera que s·ea el sistema carce-
tuido siempre una barrera muy difícil de vencer cuan- lario en vigor, la calidad del personal de Prisiones tie-
do alguien quiere hacer obra; porque esa decisión ne una importancia capital, muy superior, 'al conteni-
que equivale a esfuerzo y trabajo, hace peligrar el do moderno de las disposiciones legales y a la cons-
cómodo status conquistado a fuerza de "no hacer na- trucción de establecimientos penales, esp·ecíficamente
da" .. apropiados" (81). La Escuela del P·ersonal Auxiliar
En ese aspecto, Altmann consiguió romper el meca- consiguió formar 2 promociones con un total de 60
nismo ot:cinesco y la resistencia pasiva de funciona- graduados. Por el equipo de profesores, ·el plan de
rios y empleados, reglamentando actividades, esta- estudios y su reglamento, fue. la que mejores resulta-
bleciendo niveles de responsabilidad e imprimiendo a dos prácticos consiguió, inclusive superiores al Cen-
sus funciones, un ritmo desacostumbrado pero efecti- tro de Capacitación Penitenciaria de 1966-1968. El
vo, que le permitió en el campo de las realizaciones golpe militar que derrocara al President•e Bustamante
prácticas, conseguir estos resultados: y Rivero, frustró los planes de expansión de ese Cen-
a) Proyecto de Ley, luego Ley de Congreso N9 tro de Estudios, desaprovechando la pr·eparación de
10834 de í O de marzo de 1947, que autorizaba al Po- los egresados, hasta el punto que ·el mismo Altmann
refiere que hacia 1960, sólo 5 de los 60 alumnos se-
der Ejecutivo para la venta del terreno y fábrica que
guían ¡prestando servicios en Prisiones.
ocu.;::¡aban la Penitenciaría y la Cárcel Central ·de Va-
rones. El permiso concedido importaba la financiación e) Reorganización del Servicio Médico en los Esta-
de la primera parte de un plan nacional ·carcelario que blecimientos Penales y de Tutela.
fue consultado a expertos de la Dirección de Prisio- d) Creación de la "Revista Penal y de Tutela" que
nes Norteamericana "quienes aportando algunas in- alcanzara a publicar 7 números, ·en un esfuerzo enco-
teresantes sugestiones, lo aprobaron elogiosamente".
81. Bases para un Plan de Futura Política Penitencia-
t)(), I .as Fórmulas ele Peter, pág. 16. ria Nacional, pág. 253.

184
miable por llevar al conocimiento de·l Pars y del ex- legaciones. Derrocado el Gobierno Constitucional, se
rar.jero, la filosofía y la doctrina de la poHtica peni- produjo también la renuncia de este penitenciarista de
te:)ciaria peruana. En sus páginas colabo·f1aron distin-· re·nombre.
guidos ·especialistas de renombre mundial y el mejor
En el gobierno del Señor Odría, fa construcción de
elogio que s·e pueda hacer a su calidad, lo ~represen­
tres establecimientos penaf'es, son ·los únicos ~aportes
ta el hecho de que las Universidades, ·los peritos y
mencionabfes: El Centro de Reeducación, Taller y Es-
técnicos del mundo, la tienen en sus bibliotecas.
cuela tpara mujeres de Chorrillos, en 1951, fue una
e) Organización de la ficha psicofísica de reclusos buena obra, debida al empeño ~de un mejor Ministro
y tutelados. de Justicia, don Alejandro Freund Rossell. La Colonia
f) Creación del Servicio Social en los ~estableci­ Penal Agrícola del Sepa, cr·eada con e·l protpósito de
mientos penales y de tutela de Lima, designándose a iniciar, como en fas tierras vírgenes de Australia , pro-
tpersonaf graduado de fa Escuela del Servicio Social. gramas de colonización y trabajo penitenciario, fraca-
Este servicio establecido en el Perú en 1947, contribu- só en su ·propósito y se ha convertido en una prisión-
yó a fa eficaz tarea ya ·emprendida, de recuperar al isla. "Tiene una población promedio de 500 reclusos,
hombre privado de la libertad. El trabajo de Asisten- sentenciados a penas de internamiento, penitenciaria o
tes Sociales de carrera, requisito exigido con acierto relegación. Vías de comunicación: por tierra, ningu-
por Aftmann, permitió una ·labor efectiva en fas múl- na; navegación f.luviaf 8 días en .Jancha desde Pucalf-
tiples facetas que tenían asignadas: Colabo·ra ren la pa; tpor vía aérea, esporádicamente sólo aviones de
profilaxia del delito, investigando fas causas de fa cri- fa Fuerza Aérea Nacional, en viaje que dura dos ho-
minalidad; interviene en fa protección del detenido y ras y cuarto. La Colonia Penal fue inaugurada solem-
de su familia; ayuda constructivamente a las víctimas nemente en el año 1951, durante un régimen de go-
del dalito y sus familiares; presta asistencia al libera- bierno que se llamó "Restaurador", y por lo menos
do en una acción poshpenitenciaria, etc. en !o qL·e a política carcelaria se refiere, el nombre le
g) Se iniciaron las primeras investigaciones de las resultó adecuado: ¡Restauró la pena de deportación,
condiciones psíquicas, antropológicas y sociales de fa abolida en toda nación civilizada!" {82). La Cárcel
población penal de la penitenciaría. Pública de Recuay, que por mucho Hempo constituyó_
h) Creación de Hogares de Menores en Trujilfo y el mejor edificio de esa localidad y el único moderno,
Cusco y reorganización de los establecimientos tute- aunque por su escasa población penal, siempre estu-
vo desocupado.
lares de Lima y Huancayo. Hasta 1965 fa Dirección de
Prisiones, ·lo fue también del régimen tutelar de me-
5. La Reforma Carcelaria, 1963-1968
nores.
i) Or:entación científica al personal de prisiones y Considerando que el planeamiento es la expresión
tutelar por medio de circulares y comunicaciones "en ordenada de una política económica global y consis-
procura de la implantación de nuevos métodos huma- tente y que este requerimiento significaba -en la ad-
nos y científicos". ministración penitenciaria- esfuerzos sistemáticos pa-
ra encausar y acelerar Jos procesos de desarrollo en
Esta es, en una apretada síntesis, el resumen de una
direcciones pre-establecidas y hacia metas cuantifica-
labor altamente positiva en fa política científica de
das, se seleccionó, por un equipo de jóvenes profe-
prisiones. El abandono de prácticas obsoletas y re-
sionales, determinados objetivos, señalando política,
presivas y la implantación de métodos coherentes de
programas y prioridades, a fin de solicitar acertada-
tratamiento, así como fa formulación y aplicación de
mente, los recursos necesarios para su r·ealización.
un plan nacional carcelario, acreditan como sobresa-
liente la obra del Dr. Aftmann Smythe. Durante su pe- Elfo obligó a un estudio del problema carcelario na-
ríodo, el P·erú consiguió prestigio internacional en di- cional, que fue presentado al Gobierno. El Plan con-
versos congresos de especialidad, como el de la Ha- tenía una cantidad adecuada de proyectos concretos,
bana en 1947, presentando fa delegación Nacional
-presidida por él mismo- ponencias concretas, que 82. El Drama Sexual de la Prisión Peruana, Revista
merecieron fa aprobación y el aplauso de las otras de- Fascinum, Aiío I, Nq 6, púg. 35.

185
con estudios de viabilidad y una básica interrelación e) Preparación de un Personal Penitenciario idó-
entre ellos. neo, con el funcionamiento de un Centro de Capaci-
Sin embargo los proyectos elaborados Jnicialmente, tación Penitenciaria, que abarcara los siguientes ni-
adoleci,eron de un grave error de enfoque. Los estu- veles de instrucción y complementación: personal di-
dios realizados se basaron en la información propor- rectivo, administrativo, oficiales, jefes de grupo y au-
cionada por antiguos funcionarios de prisiones, que, xiliares de readaptación. Posteriormente se pensaba
en apreciaciones "al cálculo", determinaron cifras an- -en programas de mediano plazo- ampliar la Escue-
la para calificar a ¡profesionales en Arquitectura, cla-
tojadizas y necesidades inexistentes. Así, alguno de
sificación, higiene y sanidad, y Asistencia Social Cri-
los planes durante su desarrollo, no tuvieron éxito y
minológica. En esta etapa de expansión, se debía pro-
otros, se empantanaron en la rutina. Esta ·equivoca-
curar adiestrar al personal de mando medio de prisio-
ción, fue enmendada luego, 'al realizarse una evalua-
nes, para Estudios de Población Penal, tales como es-
ción e inventario serio de nuestra realidad carcela-
tadística, censos, incrementos, etc.
ria, en una o¡fleración que se denominó "Primer Cen-
so Penitenciario Nacional". Hay quienes han critica- d) Tratamiento del Recluso, con la creación de dos
do el nombre dado, perdiendo de vista los valiosos Institutos: el Técnico Educacional, para educación co-
resultados ¡preliminares obtenidos. Los definitivos, que mún y capacitación técnica; y el Técnico Industrial,
hubieran permitido establecer una proyección más para la administración, comercialización y salario de
ambiciosa y completa, con toda la documentación que los reclusos.
les servía de recaudo, fueron archivados y perdidos Este ambicioso plan requería, además de la financia-
posteriormente, en una actitud de Irresponsabilidad in- ción necesaria con partidas específicas tanto en plie-
calificabl·e que debería sancionarse. Los que permitie- go presupuesta! anual, cuanto de empréstitos de la
ron este atropello, ignoran el daño irreparable que Banca Nacional o Internacional y la inversión del Sec-
han causado, porque para realizar un trabajo similar tor Privado.
sería necesario un gasto considerable, además de mo-
En realidad, se trataba del planteamiento de un sis-
vilizar a más de mil funcionarios de diversos secto-
tema penitenciario, con estudios de factibilidad y de-
res de gobierno -que fueron los integrantes de los sarrollo de programas complementarios.
equipos censales- para que efectúen una nueva en-
cuesta. Este ,es un tílpico ejemplo de como el empiris- Pero ¿Cuánto de lo programado se pudo cumplir,
mo, en forma de polución burocrática, se pos·esiona y cuáles fueron los errores cometidos que impidieron
cíclicamente de cargos de alto nivel y propicia deci- su total culminación?
siones totalmente desacertadas. En realidad una serie de factores -entre los que in-
cluyo la inexperiencia administrativa y el conocimien-
Los fundamentos básicos del proyecto de reforma
to incompleto de nuestra realjdad- atentaron contra
carcelaria 1963-1968, descansaba 'en los siguientes
el cumplimiento integral de las medidas propuestas.
postulados:
La redacción del proyecto de Ley de Bases de Eje-
a) Una Legislación Penitenciaria, con una Ley de
cuclon Penal se encomendó a una comisión presidida
Bases de Ejecución Penal como instrumento jurídico
por el Dr. Domingo García Rada, Magistrado Supre-
principal, un reglamento, un Estatuto del Personal Pe-
mo y catedrático universitario, e integrada por los
nitenciario y los proyectos de Ley modificatorios de al-
doctores, Juan Arce Murúa, Luis Bramont Arias y
gunas disposiciones anacrónicas de los Códigos vi- Eduardo Mimbela de los Santos.
gentes;
b) Un Plan integral a .l)livel nacional de construc- Proyecto de Ley de Bases de Ejecución Penal
ciones carcelarias, ·con Centros de detención, Cen-
tro de Observación, Casas de Inculpados, Centros Pe- El proyecto, qu·e en líneas generales se ajustaba a
nitenc:arios, Colonias Penales agro-industriales, lns- las recomf!lndaciones de las Reglas Mínimas de Nacio-
tituos de Readaptación, Hos1pital Penitenciario y, pos- nes Unidas, con la correspondiente exposición de mo-
teriormente, experimentación en establecimi·entos abier- tivos -dis1posiciones generales, ocho capítulos y ochen-
tos; ticinco artículos- fue remitido al Poder Legislativo

186
en setiembre de 1965, en donde nunca pasó de las co- Se tuvo también en consideración, los principios ju·
misiones de estudio de la Cámara de Diputados. El rfdico-penales, tan útiles para la ubicación carcelaria
gobierno actual Jo adoptó con muy ligeras modifica- del hombre de·lincuente.
ciones y promulgó el D. L. 17581 "Unidad de Normas El Capítulo 11, se refería al Régimen Penitenciario
para Ejecución de Sentencias Condenatorias", el 15 de común. El proyecto adoptaba la progresivldad como
abril de 1969. El Dr. Altmann, que no integró .Ja se- principio básico de tratamiento en el régimen peni-
gunda comisión, ft.:te llamado para as,esorarla, sugirien- tenciario, que debía descansar en los resultados ob-
do variantes sustanciales que mejoraban el proyecto tenidos y su finalidad, conforme lo señalan las Reglas
de la comisión García Rada. Desgraciadamente, casi Mínimas recomendadas por Naciones Unidas, a fin de
ninguna pudo prosperar y esto tiene también una ex- asegurar al recluso, un retomo progresivo a la vida
plicación: la comisión nombrada en 1969, no estaba en sociedad. La innovación en este Capítulo, se ad-
conformada por ningún especialista ·en ciencia peniten- vierte en ·la fórmu·la del cumplimiento de la pena: a)
ciaria e inclusive, dos de sus miembros, no eran pro- el destino a establecimientos abiertos; b) el trabajo
fesionales. Muy poco entusiasmo y escaso conocimien- fuera del ·establecimiento; y e) la redención de la pe-
to de la realidad carcelaria demostraron quienes a la na por el trabajo.
postre se llevaron -indebidamente- el mérito de fi-
gurar como autores de una Ley que sólo se limitaron El Capítulo 111, contemplaba los regímenes especia-
a reproducir. No hay que ser muy pers.picaz para cap- les, como una exigencia legal de la clasificación de
tar la ironía de H. H. Cooper cuando sugi·ere comparar los condenados, lo que obliga a la creación dCil esta-
los dos textos para establecer diferencias o encontrar blecimientos o secciones especiales para esta función.
semejanzas: el :plagio es evidente (83). Corno el proyecto incluye la necesidad del tratamien-
to individualizado, se justifica la existencia de estos
El proyecto de Ley de Bases y el Decreto-Ley promul- centros o secciones de clasificación.
gado tienen una misma fuente ·legislativa: La Ley Pe-
nitenciaria Argentina de 1958 y la Ley de Régimen Pe- El trabajo es un derecho natural del hombre, del
nitenciario Venezolana de 1961. En la exposición de que no puede privarlo la prisión. El trabajo como ele-
Motivos, la Comisión García Rada manifestaba: "El mento constitutivo del tratamiento, instrumento de re-
Proyecto de Ley de Bases contiene normas generales educación social del penado y de esp·eculación co-
para la mejor ejecución de las sentencias condenato- mercial, abarca el capítulo IV.
rias a penas privativas de la libertad. El proceso de El proyecto también estimaba que la acción reedu-
ejecución de ·la pena persigue la rehabilitación del cadora integra nuestro sistema penitenciario. El Cen-
condenado, haciéndolo apto para vivir en sociedad; so Penitenciario corroboró con sus cifras lo que ya
con ese objeto debe mantenerse la vinculación con la criminología había establecido como premisa: la
su fam:lia y proporcionársele trabajo calificado con influencia del analfabetismo y la educación elemental
rem:Jneración suficiente, que le tp·ermita llevar una vi- en las curvas delictivas. Por ello, el capítulo V esta-
da normal al margen del delito" (84). blecía como uno de sus fines principales, la reeduca-
En el Capítulo 1, se preveía el funcionamiento del c:ón o educación del condenado.
Instituto de la Glasificación, integrante del Sistema Pe- El Capítulo VI declaraba la necesidad de·l orden y
nitenciar:o Nacional. Los criterios doctrinarios, indi- la disciplina en los establecimientos penales y esta-
cados en el Art. 12, eran referidos a conceptos que blecía pautas para aplicar medidas con mesura, abo-
la administración carcelaria deberá poner en movi- liendo el uso de medios compulsivos.
miento para lograr Jos fines clasificatorios de orden
El Capítulo VIl era de suma importancia, porque in-
admin:strativo y social. Dentro de ellos, se conside-
cluía normas de especialización, selección, estructu-
raba algunos que estaban en directa relación con
nuestra realidad penitenciaria, geográfica y cultural. ración orgánica y formación del personal penitencia-
rio. En cumplimiento de estos objetivos, empezó a fun-
cionar el Centro de Capacitación Penitenciaria, des-
83. Comentarios sobre la nueva legislación penitencia-
ria en el Perú, pág. 12. ,, tinado a formar a un selecto plantel de auxiliares de
84. Recopilación de Disposiciones Legales y Reglamen- readaptación, con suficiente preparación técnica que
tarias Penitenciarias, págs. 481 y ss. asegurase a los reclusos un tratamiento ·dirigido a su

187
readaptación. El proyecto, recogía las recomendacio- nunca la ejercieron con eficacia. Fue un gran esfuer-
nes de Naciones Unidas al declarar que la función pe· zo, frustrado, ·en gran medida, porque no basta ese
nitenciaria constituye carrera pública con los dere- entusiasmo de querer hacer muchas cosas en poco
chos a los goces que fija la ley, y que es requisito in- tiempo, cuando lo aconsejable era, reiniciar las cla-
di.::1;oensable para ingresar al cuerpo, haberse prepa- ses en ciclos cunicu·lares bianuales, en donde ·el últi-
rado en el Centro de Capacitación Penitenciaria. mo año debía ser obligatoriamen~e de internado, pa-
El servicio social criminológico ocupaba el VIII y ra compensar las clases teóricas, con las prácticas en
último capítulo, fijando la doctrina y funciones del los establecimientos penales. Quizás se pueda esgri-
Instituto, en el sentido de que su gran tarea consis- mir como explicación -no como justificación- que
tía en mantener .la vinculación entre el recluso y su la carencia absoluta de un personal de vigilancia ca-
familia. El trabajador social readquiere así, la impor- lificado, nos forzó a una acción apresurada. Recono-
tancia que ya ·le concedía Altmann en 1947. cemos la parte de culpa que nos corres¡ponde, y que
ese reconocimiento sirva para que otras administra-
La comisión dejaba constancia que la orientación c!ones no incurran en la misma falta de perspectiva.
principista había sido tomada de los estudios practi-
cados por las Naciones Unidas, complementándola con Construcciones Carcelarias
legislación comparada de los países más avanzados en
la materia. Durante el Quinquenio 1963-1968, se emprendió la
Alguna de las conquistas contempladas en el pro- construcción de varios establecimientos penales. Re-
yecto de Ley de Bases, s·e em1pezaron a aplicar aún cuérdese que en Lima, demolidas la Penitenciaría y
antes de la aprobación de la ley por el Congreso. El la Cárcel Central de Varones, sólo contábamos con
trabajo Penitenciario a través del Instituto Técnico In- cuatro penal•es de hombres, si así se les puede llamar:
dustrial, alcanzó algunos resultados en el Sexto y en La Colonia Penal del Frontón, prisión insular habilita-
el Penal del Cusco; luego se burocratizó y tuvo que da ·por Leguía como lugar de detención de presos po-
cerrarse. El Centro de Capacitación logró terminar líticos, que en 1963 contaba con una ¡población de
tres ciclos semestrales y 180 auxiliares de readapta- 1,500 reclusos, siendo su capacidad real 350; el Sex-
ción ingresaron a trabajar en penales de Lima, espe- to o Establecimiento de Sentenciados, que bordeaba
cialmente a Lurigancho. los 1,000 reclusos en un agobio de espacio que obli-
gaba a tener en celdas de 2 metros por 1.80, de 4 a
Centro de Capacitación Penitenciaria 6 personas; la Carceleta Judicial, en los Sótanos del
Palacio de Justicia, también con una población penal
Mucho se ha criticado -y no sin razón- la política cercana a los 1 ,000 detenidos, en condiciones infra-
de establecer, como ·lo hicimos, cursos acelerados se- humanas; y, la Cárcel P.ública del Callao, chalet de 4
mestrales en el Centro de Capacitación P·enitenciaria. dormitorios, con 200 presos, hacinados.
Reconocemos el error de plantamiento a la luz de los "El plan comprendía la edificación de modernos lo-
resultados obtenidos, que no fueron buenos. Luis Al- cales carcelarios en las ciudades de mayor congestión
berto Sánchez dice en un reciente artículo periodís- poblaclonal de reclusos y la refacción de los locales
tico, que este tipo de instrucción puede ser comple- en uso y que no prestaran las seguridades indispen-
mentario, más nunca supletorio, y su juicio ·es certe- sables para su funcionamiento" (85).
ro. Los Auxiliares de Readaptación, ·en su gran ma-
yoría, demostraron -con su mediocre rendimiento- El ¡plan se llevó a cabo porque se pudo conseguir la
financiación de la Banca Estatal. Con recursos ·econó-
una proclividad de asimilación a ·la rutina imperante,
micos suficientes, se licitaron tres establecimientos pa-
método de trabajo usual de·l carcelero, al que creía-
ra Centros Penitenciarios: en Lurigancho, lea y Cus-
mos iban a reemplazar con ventaja, y no fue así; al
co; cárce·l departamental de Huancavelica; cárceles
contrario, se limitaron a desempeñar labores de vigi-
provinciales de San Pedro de Lloc, Urcos, Huanca-
lancia, con un desgano y superficialidad, reveladoras
bamba y Pomabamba; y obras de refacción y habili-
de una enseñanza a "marchas forzadas".
Los principios básicos en ciencias penales queda- 85. Informe sobre la Política Penitenciaria en el Pe-
ron olvidados y la función de readaptadores sociales rú, pág. 664.

188
tación urgentes, en los penales de Tumbes y Chimbo- Director General de Prisiones elevó un s-evero informe
te. al Ministro del Ramo (86).
La construcción del Centro Penitenciario de Luri- El Centro Penitenciario de Cachiche, en lea, que fue
gancho, motivó objeciones sobre la inconveniente ca- inaugurado en diciembre de 1967, con una capacidad
pacidad calculada de 2,340 reclusos. El reparo se sus- ce 300 internos, es el establecimiento de mejor dise-
tentaba en recomendaciones de Naciones Unidas y en ño arquitectónico en el País y funciona con un crite-
pri:1cipios elementales de la Moderna Arquitectura Pe- rio moderno de clasificación y sin las dificultades que
nitenciaria, que aconsejaban una población penal me- confrontaron los otros penales. Además cuenta con
nor, y debió ser escuchado y atendido, cuando se dis- un local anexo diseñado para "visitas íntimas", que
c~Jtió el proyecto. Entendemos que al desestimarlo, permitirá experimentar una solución parcial al agudo
la:J autoridades de esa época pensaron más en la ur- problema de la abstinencia sexual del recluso.
gen~e necesidad de descongestionar las ¡prisiones de
Lima, proporcionando a los reclusos condiciones ele- Primer Censo Penitenciario Nacional
mentales de seguridad y dignidad en un penal moder-
La planificación como expresión de una política glo-
no, que en la validez de las observaciones.
bal, debe a;Joyarse en datos ciertos, logrados median-
Al autor le correspondió la tarea de continuar una te la exploración concienzuda de todas las activida-
obra iniciada y tratar de terminarla aún cuando dis- des relacionadas con la vida penitenciaria. Sólo así,
crepaba -por elementales razones de orden técnico-- es factible adoptar, tanto estructural, como operativa-
en aspectos estructurales que fueron descuidados por mente, acciones coherentes y científicas.
los proyectistas y continuó los trabajos hasta su fina-
Demostrado como estaba, que alguna de esas ac-
lización, convencido de que en un país de escasos
ciones aplicadas en vía de experimentación durante
recursos económicos, la discrepancia no puede ser
1965-1966, tropezaban con serias dificultades y que
determinante para ordenar la ¡paralización y el aban-
éstas se debían ~en gran medida- a un fragmenta-
dono de una obra, cuando se ha invertido en ella más
rismo informativo, se consideró conveniente realizar,
del 50% del monto presupuestado; y así corrigiendo
por primera vez, una investigación tipo encuesta, en
en lo posible las fallas, se terminó físicamente el edi-
todo el territorio nacional, en base a 9 padrones dife-.
ficio, que desde finales de 1968, permanece con el
rentes, aprobados ¡por la Dirección General de Estadís-
tercio de pabellones ocupados, los dos tercios a la tica y Censos, destinados a obtener un conocimiento
espera de equipamiento y los costosos equipos de ce-
integral de las distintas aristas del quehacer carcela-
rrajería, lavandería, cocina y panadería adquiridos rio. Se le llamó, quizás indebidamente, Censo Peni-
en el extranjero, completamente abandonados. La
tenciario Nacional, y ello ha servido para objetarlo
terminación de la zona de mínima seguridad de ese por quienes, desconociendo sus antecedentes, no han
Centro Carcelario, posibilitó, el 26 de julio de 1968, analizado sus resultados.
la clausura de la Carceleta Judicial de Lima, como lu-
gar permanente de detención. Se trataba de conocer por esa indagación, la situa-
ción jurídica del recluso, su actividad laboral, educa-
El Centro Penitenciario del Cusco, construido en tiva y social; el estado de los locales carcelarios, es-
un 80% hasta 1968, está situado en la localidad de pecialmente los provinciales, perdidos en la inmensi-
Quenqoro y Qochopata y constituye una solución de dad de una geografía aún desconocida por el centra-
carácter regional sin precedentes en la política car- lismo J:meño; el personal penitenciario, identificado en
celaria. Por la amplitud del área disponible, la capa- fichas individuales que sirvieran para volcar -no só-
cidad máxima de 600 reclusos y la extracción social ·lo sus generales de ley- sino sus ambiciones y sus
de los internos, mayoritariamente campesina y semi- quejas; las condiciones socio-geográficas de la región
urbana, permite iniciar programas piloto de carácter circundante a la cárcel, a fin de determinar el tipo de
agropecuario. Exceso de adicionales y reclamaciones actividad que cada zona requiera para su desarrollo,
obrero-1patronales, paralizaron la obra hace 5 años. adecuando, en consecuencia, la actividad laboral del
Anteriormente, por omisiones graves en el proyecto y recluso a esas necesidades, etc. etc ...
la falta de un estudio de suelos que asegurase, previa-
mente, la existencia de agua suficiente en la zona, el 86. Documentación pmticular del autor. Dic. 1967.

189
Se pensaba, en suma, realizar una encuesta nacio- g) Capacitación técnica en prisión: de 146 estable-
nal para conocer, en un día determinado, cuál era la cimientos censados, sólo se impartía capacitación téc-
situación real de la cárcel peruana. Los resultados nica en tres: Sexto, Lurigancho y Chorrillos, con un
prellminares obtenidos el día 18 de junio de 1967, total de 204 reclusos beneficiados, menos del 2% de
por intermedio de equipos profesionales presididos por la población penal del país.
el representante del Ministerio Público, e integrados Las respuestas a las ocho fichas restantes, que hu-
por delegados de los Sectores Salud, Gobierno, Edu- bieran permitido un cabal conocimiento de los otros
cación, Fomento, fueron los siguientes:
¡problemas, inclusive planos a escala de cerca del 80%
a) Población Penal total: 12,065 reclusos; 11,590 de las cárceles departamentales y provinciales, se han
hombres y 364 mujeres. La diferencia de 111 se de- extraviado en ,estos 5 últimos años.
bía a internos en hospitales y centros de salud. Lima
Mediante convenio con el Ministerio de Educación,
contaba con el 34% de la población penal, 4,178 reclu-
se consiguió el concurso de 54 maestros primarios pa-
sos; y prov;ncias, con el 64% o sea 7,776.
ra 32 establecimientos penales. "En 25 de estos pena-
b) Condición jurídica: 8,392 internos tenían ,el 18 les, la educación se concreta a la alfabetización, en 3
de junio de 1867, la condición de procesados, 69% de de ellos a la educación básica de adultos y en los 4
la población censada; 3,613 estaban cumpliendo S'en- restant,es a ·la Educación primaria en grados elementa-
tencia, o sea el 29%. No fue posible determinar la si- les" (88).
tuación jurídica de 60 reclusos por deficiencia de in-
Por Resolución Directora! N<? 047-EP de 10 de mar-
formación.
zo de 1967, se declaró la obligatoriedad de la alfabe-
e) Condición delictiva: 8,282 reclusos eran prima- tización ,en todos los establecimientos p·enales de la
rios y 2,397 tenían antecedentes, correspondiendo a Repúbl:ca, publicándose un completo manual de edu-
Lima 1,201; 409 internos figuraban con ese casillero cación básica.
en blanco, lo que demuestra una seria deficiencia en
la estadística penitenciaria provincial. Se proyectó la creación del Expediente Social Cri-
minológico, que ampliando la cartilla propuesta por
d) Clasificación por delitos: patrimonios, 36% honor
el Dr. Bambarén y oficializada por el Dr. Altmann, cons-
sexual, 26%; contra la vida, ,el cuerpo y la salud, 21%;
tituyera el reflejo de la observación científica del Ga-
otros 17%.
binete multidiscip!inario de tratami,ento del penado.
e) Educación: analfabetos, 3,421 reclusos; con ins-
Finalmente, por D. S. 022-68-JC, se reintegró a la
trucción primaria elemental (transición y 1er. año)
Administración Civil Penitenciaria, la administración,
4,01 7, o sea, entre ambos, 61%. Con instrucción pri-
control y vigilancia de la Colonia Penal del Frontón y
maria (entre 3er. y 5? año), 3,004 reclusos, 25%. Con
la Cárcel Pública ,del Callao, a cargo de la Guardia Re-
instrucción secundaria, 1,458 internos, 12%. Con edu-
publicana. Esta fue una conqyista lograda con mucho
cación universitaria superior, 156 reclusos, 1%.
esfuerzo y no pocos ataques interesados, pero cons-
f) Trabajo y ocupación: Los índices de reclusos tituyó el primer paso para reintegrar a la Dirección
con oct:pacién ro calificada o semicalificada es alar- General de Establecimientos Penales, el contml pleno
mante, llega al 80%, acentuándose más en ,las pobla- de las prisiones del País, que sólo podrá lograrse,
ciones de la sierra, especialmente en los Departamen- con la creación de un cuerpo civil de vigilancia
tos del Cusco (90% ), Apurímac, Cajamarca y Junín. externa, integrante del Cuerpo General de Guardias pe-
"Son pues, 5,546 reclusos que necesitan aprender un nitenciarios.
oficio y 4,885 que requieren perfeccionar o ampliar
sus conocimientos para enfrentarse a la vida sin es- CONCLUSION
tar recurriendo al delito. Son pues, 10,431 ¡personas
marginadas prácticamente de la renta nacional y que Hubiéramos deseado que esta radiograffa de la cár-
constituyen un problema socio-económico, íntimamen- cel peruana fuese más positiva. Los hechos demues-
te ligado al desarrollo del país" (87). tran infortunadamente que la realidad es dolorosa-

87. Informe sobre la política penitenciaria en el Pe- 88. Informe Preliminar del Primer Censo Nacional Pe-
rú, pág. 663. nitenciario.

190
mente negativa. Desde una her·encia colonial de la los recursos humanos disponibles y los proposl-
que aún nos estamos liberando, el empirismo de la tos que se pretenden alcanzar. El vigilante -ima-
mayoría de quienes tuvieron la responsabilidad de di- gen del carcelero insensib·le del medioevo- es
rigir la política de prisiones, el desinterés del gobier- todavía el que propicia el tráfico de estimulantes
no que en muy contadas ocasiones ha entendido o le y alcohol en las prisiones. Mientras no se cambie
ha importado la finalidad readaptadora de la pena y a todo ese personal antiguo, corrupto e inmoral,
la recuperación del delincuente, la interferencia polí- todos los planes fracasarán irremediablemente. En
tica y la censura social, la ·evolución penitenciaria pe- cambio el readaptador social profesional con es-
ruana ha tenido una existencia azarosa, con aisladas tudios en la Escuela de Vig:lantes, puede constituir-
gestiones de gran positivismo, con etapas de estagna- se en el mejor colaborador en la aplicación de me-
ción, matices folklóricos, personajes pintorescos y un didas individuales de tratamiento del recluso. Pe-
común denominador: el hombre privado de la liber- ro no basta con un personal de vigilancia idóneo,
tad sigue en la misma constante de la época colonial: los cuadros profesionales deben especializarse:
hacinado, humillado, sin posibilidad de regeneración. "Nadie que conozca lo que es un programa de eje-
En muy pocas ocasiones se ha concretado una política cución 1penal, puede concebir que éste se lleve a
coherente y científica q~e parta de la creación de una cabo sin el auxilio del psicólogo, el psiquiatra, el
infraestructura económico-administrativa que posibi- sociólogo, el sexólogo, el asistente social y los ·ex-
lite la formación de institutos penológicos. pertos en trabajo y educación penitenciaria" (89).
Las causas varían y están analizadas in-extenso en
IJ) La desatención del Efltado a todo lo que se rela-
cada uno de los puntos tratados, pero concretando,
cione con prisiones, se refleja en su renuencia a
podemos resumirlas en cuatro:
proporcionar recursos económicos indispensables.
A) Los desacert.!ldos nombramientos políticos en los Este argumento, cierto en gran medida, ha sido
cuadros ejecutivos de la Dirección General, que esgrimido como excusa, por quienes -en un tre-
llevan a esos cargos a personas, seguramente con mendo error de enfoque- no han podido demos-
intención de hacer obra, pero sin ·el conocimien- trar como "saldo positivo" de su gestión, la cons-
to elemental en ciencias penales ni la e~periencia trucción de nuevos establecimientos penales.
necesaria. La improvisación y el ·anacronismo se Este es uno de ·los males endémicos que nos ca-
posesiona cíclicament·e de la administración car- lifican, todavía como sub-desarrollados. El dinero
celaria. fiscal no debe necesariamente encausarse a cons-
B) La falta de continuidad en la política específica de trucciones masivas, sino a lograr modificaciones
prisiones. Quizás uno de los males que aquejan estructurales. Desgraciadamente el hombre públi-
a países en vías de desarrollo, sea ·la paralización co, a semejanza de los antiguos faraones, se sien-
casi absoluta que se produce con ·el cambio de ré- te obligado a dejar una obra, cuanto más grande
gimen. Ello representa un daño irreparable, por- mejor, -que lo perennice, porque cree que el no
que en lugar de superar etapas, acortando la dis- hacerlo, puede significar un baldón.
tancia que nos separa de otras naciones, nos ale- Por esta equivocación, generalizada, el Perú se
jamos, irremediablemente, a un abismo de dife- encuentra plagado de edificaciones faraónicas, fá-
rencias sustanciales cada vez más difícil de redu- ciles de inaugurar, difíciles de equipar e imposi-
cir. Este retardo en reiniciar la marcha adminis- bles de administrar compet·entemente. Esa falacia
trativa, significa, en la mayoría de los casos, el ancestral de que una administración estatal es
fracaso de la planificación y puesta en marcha de buena, si demuestra obra material ejecutada, y
proyectos a mediano y ·largo alcance, que son los es mala si, no la realiza, a generado una fiebre
que -por carencia actual de infraestructura- de- de obras públicas, de las que no está libre nin-
beríamos propender a crear y fortalecer. gún régimen. Los proyectos defectuosos, los cos-
C) La falta de idoneidad del personal de prisiones. No tos excesivos y la deficiente recuperación de la
puede dejar de mencionarse el factor humano. Los
planes mejor trazados, tropiezan con el ¡problema 89. El Drama Sexual de la Prisión Peruana N9 8,
de no presentar una sólida compatibilidad entre pág. 68.

191
invers1on, ha sido la consecuencia. La infraes- cia, y el problema no sólo subsiste, empeora, has-
tructura no debe medirse exclusivamente por la ta alcanzar las proporciones alarmantes que hoy
profundidad del c:miento físico, sino fundamental- existen.
mente -y eso es lo trascendente- por las ideas Esos requerimientos y otros más que deberá adop-
y la doctrina que sustentan y acreditan un siste- tar la nueva administración penitenciaria, son indis-
ma, traducido en planes de acción, científicamen- pensables para lograr una auténtica política ·de reha-
te desarrollados. bilitación, en donde la rprogresividad del tratamiento
La construcción masiva de establecimientos pena- deje de ser una prof·ecía de teóricos, para convertir-
les puede contentar a los ilusos que ignoran que se en realidad tangible merced a la aplicación de ac-
esa es sólo una faceta del complejo problema car- tualizados métodos individuales.
celario, dentro del cual, si esa realización mate- "En esta fase de la relación punitiva -Estado-reo-,
rial no va acompañada de otras acciones conco-
lo que en última instancia importa, es la recuperación
mitantes y progresivas -como la preparación de del sentenciado. Ese hombre, momentáneamente se-
un personal penitenciario idóneo, el equipamien- gregado y permanentemente estigmatizado, es, quié-
to de talleres que permita el trabajo del interno, rase o no, el sujeto principal de la historia y la célu-
la educación y capacitación del recluso, el trata- la básica de una sociedad que no ha sabido darle la
miento readaptador por equipos multidisciplina- importancia prioritaria que en realidad se merece" (90).
rios y la experimentación de nuevos sistemas pe-
nitenciarios, etc.-, la obra física s·e queda en 90. El Drama Sexual de la Prisión Peruana, N9 8,
eso: estructura vacía sin contenido ni trascenden- pág. 68.

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