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a la Psicología
Social
Coordinadores
MANUEL MARÍN SÁNCHEZ ROBERTO MARTINEZ PECINO
CATEDRÁTICO DE UNIVERSIDAD DEL DEPARTAMENTO PROFESOR DEL DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA SOCIAL
DE PSICOLOGÍA SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA
DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA
Introducción
a la Psicología
Social
EDICIONES PIRÁMIDE
COLECCIÓN «PSICOLOGÍA»
Sección: «Pedagogía y Didáctica»
Director:
Francisco J. Labrador
Catedrático de Modificación de Conducta
de la Universidad Complutense de Madrid
© Ediciones Pirámide
Índice
Prólogo ................................................................................................................... 13
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10 / Índice
1. Introducción ............................................................................................... 61
2. La percepción de personas ......................................................................... 62
3. Formación de primeras impresiones ........................................................... 64
3.1. Teoría gestáltica de Asch .................................................................. 64
3.2. Integración de la información ........................................................... 65
4. Percepción de la personalidad .................................................................... 69
5. Factores que influyen en la percepción de personas ................................... 72
5.1. El perceptor ...................................................................................... 72
5.2. La persona percibida ........................................................................ 73
5.3. El contenido de la percepción ........................................................... 73
6. Consecuencias de la formación de impresiones y de la percepción de per-
sonas........................................................................................................... 75
6.1. Juicios sobre el individuo .................................................................. 75
6.2. La búsqueda de información coherente ............................................ 76
6.3. La profecía autocumplida ................................................................. 76
7. Percepción de causalidad: la atribución causal ........................................... 77
7.1. Teorías sobre atribución causal ......................................................... 79
7.2. Errores y sesgos atribucionales.......................................................... 80
1. Introducción ............................................................................................... 85
2. Concepto de aptitud ................................................................................... 85
2.1. Modelos unitarios ............................................................................. 86
2.2. Modelos duales ................................................................................. 86
2.3. Modelos de proceso .......................................................................... 87
2.4. Modelo metacognitivo ...................................................................... 87
3. Funciones de las actitudes .......................................................................... 88
3.1. Funciones motivacionales ................................................................. 88
3.2. Funciones cognitivas ......................................................................... 89
4. Cambio de actitudes ................................................................................... 90
4.1. Cambio y formación de actitudes ..................................................... 90
4.2. Estrategias del cambio ...................................................................... 93
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Índice / 11
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Prólogo
Realizar una obra introductoria a una ciencia plina propuesta, se ha de fundamentar en tres
constituye una ardua tarea, plagada de serias di- aspectos básicos, con la intención de definir la
ficultades a la hora de optar por los temas más futura acción docente que se demanda:
relevantes que deben formar parte de su conteni-
do. El objetivo primordial ha de centrarse en lo- a) Una estructura conceptual y metodológica,
grar que el estudioso de la materia en cuestión soportada, a su vez, por
pueda obtener la visión más completa, y al mismo b) una experiencia docente y profesional
tiempo más resumida, de la temática de la ciencia adquirida en el área de la disciplina, que
a la que accede. debe considerar
En el caso de la Psicología Social, un manual c) los aspectos del marco institucional y
introductorio precisa de una labor de síntesis vá- sociocultural donde se han de aplicar los
lida que permita elegir entre una lista de temas conceptos y metodología de la disciplina
que por sí solos encierran notable atractivo, pero que se propone.
que a la postre hace necesario decidir cuáles han
de ser los que, por su contenido y ámbito de ac- Con estos presupuestos hemos configurado el
tualidad, cumplan la misión de exponer al estu- proyecto de un manual introductorio a la
dioso una panorámica lo más exacta posible de Psicología Social que, por su propia configuración,
la ciencia en cuestión. tiene un marcado carácter aplicado para los
El volumen que ahora se edita pretende expo- futuros profesionales. Estas circunstancias han de
ner esa visión genérica de la Psicología Social, a conformar el primero de los aspectos básicos del
la vez que resumida y amena, tratando temas de proyecto, es decir, su estructura conceptual y
actualidad y preeminencia en el contexto social metodológica.
de los estudiantes a los que va dirigido. Para ello El segundo aspecto, la experiencia docente y
nos hemos basado en la experiencia de los autores profesional, ha sido la guía para elegir y elaborar
en el campo docente e investigador de las áreas los criterios conceptuales y metodológicos más
prioritarias de la Psicología Social. Sin lugar a centrales en la labor profesional que han de desa-
dudas, todos ellos han sabido volcar dicha expe- rrollar los futuros estudiantes. En este sentido,
riencia en la elaboración de cada uno de los diez nuestra experiencia investigadora, docente y, sobre
capítulos que constituyen este manual. todo, profesional, ha regido la elección y estructu-
Entendemos que esta reflexión, a modo de en- ración de un contenido programático que despier-
sayo, sobre el contenido y programa de la disci- te el interés científico, académico y profesional de
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14 / Prólogo
los alumnos a los que van dirigidos los contenidos Como continuación aplicada de los preceden-
que proponemos. tes capítulos hemos dedicado el ocho y el nueve
El tercero de los aspectos implica que todos a dos temas de candente actualidad en nuestra
estos supuestos han de ser contemplados dentro sociedad actual: los antitéticos de las relaciones
del contexto institucional donde se ha de realizar interpersonales del amor y la violencia. De este
la labor docente, sometida a unas limitaciones modo, en el tema ocho se analiza la atracción,
temporales y estructurales. amistad y amor desde la perspectiva psicosocial,
Considerando estos condicionantes básicos, la y en el nueve se realiza un estudio sobre la violen-
elaboración del presente proyecto debe poseer co- cia y la agresividad que, lamentablemente, en
herencia con el marco desde donde se imparte la nuestros días tiene un exponente en la relación de
asignatura, tener adecuación a las características género.
y particularidades del contexto y de los alumnos Un manual introductorio a la Psicología So-
a los que se va a dirigir, y tener un marcado ca- cial no puede prescindir de poner al estudiante en
rácter de actualización para las necesidades de la contacto con el tema central de dicha ciencia, por
enseñanza superior donde se va a impartir. lo cual el tema diez aborda el estudio de las per-
Estas líneas de actuación han dado como re- sonas en el seno de los grupos. En este capítulo
sultado un programa en el que al estudiante de la se hace una introducción al análisis de las relacio-
materia se le presentan los temas medulares de nes intragrupales, abarcando los principales con-
la Psicología Social con el objetivo de que adquie- ceptos relacionados con la construcción, manejo
ra las bases conceptuales, heurísticas y metodoló- y tipos de grupos, con la finalidad de que el estu-
gicas de la ciencia en estudio. A tal efecto hemos diante obtenga una visión previa para profundi-
confeccionado diez capítulos. En el primero de zar adecuadamente en la materia específica de la
ellos, partiendo de los antecedentes históricos estructura y trabajo con grupos.
de la Psicología Social, se expone su objeto de Como hemos señalado en líneas anteriores, el
estudio y los enfoques actuales que esta Ciencia resultado de esta obra ha sido posible gracias a la
dispone. En el segundo capítulo el estudiante pue- participación de profesores de las universidades
de encontrar los fundamentos sociales de la cons- de Sevilla y Granada, cuyo ámbito de actuación
trucción de la personalidad y la identidad social. se sitúa en las facultades de Psicología, Comuni-
La manera por la cual la persona configura cación, Psicopedagogía y Antropología. Sus ex-
su realidad y responde a ella está expuesta en los periencias académicas y profesionales han contri-
capítulos tres al cinco. En ellos se explican los pro- buido a que este manual de Introducción a la
cesos de percepción social, la estructuración de Psicología Social abarque los distintos puntos de
las actitudes en el comportamiento social y los interés que los estudiosos de esas disciplinas pue-
estereotipos y prejuicios como medio de configu- dan buscar.
ración de las relaciones intergrupales. Es nuestro deseo que el lector encuentre en
Un aspecto crucial de la realidad psicosocial este libro las aclaraciones a las incógnitas que su
lo constituye la forma de relación social y su experiencia diaria en el ámbito de las relaciones
aprendizaje; por este motivo, los capítulos seis y interpersonales le puedan suscitar, y que disfrute
siete tratan los temas de comunicación y el de con su lectura como los autores han disfrutado
aprendizaje de los modelos sociales, aspectos cru- en su confección.
ciales para comprender no sólo los procesos de
relación interpersonal en un grupo o sociedad, Sevilla, primavera de 2012.
sino cómo se configuran los comportamientos
que desplegamos en nuestra sociedad actual. MANUEL MARÍN SÁNCHEZ
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Antecedentes históricos, concepto,
enfoques y objeto de estudio
en la Psicología Social
1
MANUEL MARÍN SÁNCHEZ
YOLANDA TROYANO RODRÍGUEZ
1. Introducción.
2. El devenir histórico de la Psicología Social.
3. Sobre el concepto de la Psicología Social.
4. Enfoques teóricos de la Psicologia Social.
5. La Psicología Social como interacción.
1. INTRODUCCIÓN aquellos aspectos que no están cubiertos ni por
la Psicología ni por la Sociología, y que motiva-
Hermann Ebbinghaus era especialmente ron la necesidad de independencia de nuestra
consciente de la trascendencia que tiene el traba- ciencia, lo que no obsta a que mantenga una es-
jo científico. Era habitual que comenzara sus dis- trecha relación con el resto de las ciencias sociales.
cursos con referencias a figuras históricas de re-
levancia universal. Sentía, al igual que Colón, que
hay cosas por descubrir, y que, como Newton, 2. EL DEVENIR HISTÓRICO
había ido a hombros de gigantes. Suyo es el co- DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL
nocido aforismo que reza «La Psicología tiene un
largo pasado pero una historia corta» (Eb- 2.1. Antecedentes de la Psicología Social
binghaus, 1908).
Estas palabras sobre la historia de la Psicolo- En el pensamiento filosófico de la Antigua
gía nos llevan a plantearnos elaborar un compen- Grecia ya se daban manifestaciones que guardan
dio de la Psicología Social en este capítulo. Para similitudes con el pensamiento psicológico y, en
ello analizamos tres aspectos clave en la discipli- particular, con la Psicología Social; incluso algu-
na: sus antecedentes históricos, su conceptualiza- nos autores hablan de «pensamiento psicosocial
ción y enfoques, así como su objeto de estudio. precientífico». Son muchas las referencias que en
Comenzamos con un recorrido histórico por las los textos sobre la historia de nuestra ciencia se
ideas y circunstancias que han venido dando for- hacen respecto a que en Platón y Aristóteles en-
ma al pensamiento psicosocial, destacando las contramos, primeros vestigios de un pensamiento
figuras de quienes han contribuido al mismo. psicosocial. Algunos, no obstante, creen que en el
A continuación reseñamos los conceptos y enfo- siglo de Pericles es cuando se puede datar la pri-
ques más significativos, tanto paradigmáticos mera referencia directa al hombre como objeto de
como teóricos, con los que se ha venido intentan- atención filosófica. Es en el siglo V a. C. cuando
do explicar el comportamiento humano en sus la sofística ofrece algo nuevo dentro de la Filoso-
relaciones con los demás, para llegar, al final del fía hasta la fecha practicada, entrando en escena
capítulo, a centrarnos en el núcleo que da sentido el hombre en lugar del mundo.
a toda ciencia, es decir, su objeto de estudio. En Aunque en Protágoras (481-411) se daten las
el caso de la Psicología Social, nos estamos refi- primeras manifestaciones o antecedentes del rela-
riendo a la interacción, y más concretamente a tivismo cultural, no se suele citar a este sofista
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como antecesor. No ocurre lo mismo con Platón conductas sociales como estereotipos y relaciones
(427-347), defensor de la posibilidad del conoci- interpersonales.
miento objetivo, o con Aristóteles (384-322), que Descartes, Leibniz y Locke, en el siglo XVII,
centró en la naturaleza del hombre la garantía del sentaron las bases del movimiento ilustrado en
orden social, al afirmar que el hombre es social sus respectivos países. La Inglaterra de los filóso-
por naturaleza. Ambos se preocuparon por las fos liberales se sumó al empirismo de Hume,
relaciones individuo-sociedad. Mientras que Pla- mientras que el rasgo fundamental de la ilustra-
tón veía necesaria la educación para vivir en so- ción alemana (Wolff y Kant) y francesa (Diderot,
ciedad, y darla era una obligación del Estado, D’Alembert y Montesquieu) fue el racionalismo
Aristóteles no la ve tan necesaria al ver al hombre y desembocó en el radicalismo de Voltaire. Mon-
capacitado para ello de manera natural. Platón tesquieu se decanta por una concepción de la so-
entiende al hombre como moldeable, con derecho ciedad desde una perspectiva más holista. Hobbes
a la educación y deber de servir al Estado. Por pone de manifiesto su definida perspectiva «psi-
primera vez se reclama la igualdad de derechos cologista», al basarse en las características indivi-
del hombre y la mujer (La República, pp. 454- duales para dar explicación de los fenómenos so-
456). Aristóteles plantea que la sociedad es fun- ciales. Representa la concepción pesimista del
ción del individuo. Sólo en sociedad el hombre individualismo. Todas las acciones humanas son
llega a su forma perfecta. ególatras, incluidas las altruistas. Para Rousseau,
Siglos más tarde, en el Medievo, Agustín de es el contrato social el que modifica la naturaleza
Hipona intenta integrar el pensamiento pagano, humana. Su concepción del universo racional y
en especial la filosofía platónica, con el cristianis- mecanicista fue contrarrestada por el idealismo
mo. Afirma que el conocimiento intelectual es crítico de Kant, para quien la mente es una enti-
una acción de Dios sobre el hombre. Tomás de dad activa y creativa, y las reglas racionales meca-
Aquino trata de reunir la filosofía aristotélica y nicistas son sólo una forma de pensar respecto de
la filosófica cristiana desde San Agustín. El ca- las relaciones. En España, Feijoo es propuesto por
rácter espiritualista de la Psicología escolástica se Jiménez Burillo (1976, p. 241) como notable pen-
refleja en la obra de Santo Tomás, que entiende sador de la temática psicosocial, al analizar lo que
el intelecto como facultad de comprensión inte- hoy llamamos estereotipos nacionales o actitudes
lectual. nacionalistas. Para Ovejero (1999, p. 106), se con-
Ya en el siglo XVI llega el Renacimiento. He- vierte en el representante de la Ilustración españo-
chos como los cambios en los modos de vida o la la. Gracias a Feijoo triunfan la razón crítica y el
aparición de la clase media, con las nuevas nece- método experimental, que van a ser los instrumen-
sidades de relaciones sociales, traen una forma de tos básicos de nuestra renovación intelectual.
reflexionar sobre la interdependencia individuo-
sociedad, sobre las relaciones humanas y las cau-
sas y consecuencias del comportamiento en socie- 2.2. La Psicología Social en el siglo XIX
dad, centrándose más en el individuo que vive en
sociedad, en el sujeto que toma decisiones. En este El idealismo alemán marca la pauta en el pen-
escenario surge El Príncipe. Las actitudes y rela- samiento social, volviéndose, en el tercer tercio del
ciones interpersonales del gobernante son parte siglo, a Kant. Se plantean dos formas de abordar
principal de esta obra de Maquiavelo y ha podido el estudio de la realidad social: el monismo, por
extenderse a la vida en sociedad. Quevedo o un lado, que caracteriza al método de las ciencias
Huarte de San Juan también abordaron este tema, naturales como el verdaderamente científico y, por
describiendo y analizando con precisión tanto otro, el individualismo metodológico, para el que
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Antecedentes históricos, concepto, enfoques y objeto de estudio en la Psicología Social / 19
las sociedades y sus estructuras devienen de las La tradición alemana se encuentra represen-
características personales de sus componentes. Es- tada por Dilthey y Weber. Dilthey, desde el anti-
tas tendencias van a dirigir los posteriores debates positivismo, estableció una nítida diferenciación
conceptuales en el campo de la Psicología Social: entre las ciencias del espíritu, la Psicología y las
disciplinas histórico-sociales y las ciencias de la
— La tradición franco-británica, de un em- naturaleza. La distinción entre ambas la encon-
pirismo-positivista, es partidaria del mo- traba por la relación con el objeto de estudio que
nismo metodológico. se generaba en el científico que las investigaba. Es
— La tradición alemana, favorable al indivi- de notar también la influencia en la Psicología
dualismo metodológico, es antipositivista, Social en la perspectiva sociológica de Weber y su
idealista e historicista, y apoya una episte- concepto de acción social. Califica la acción so-
mología específica en las ciencias sociales. cial como racional-instrumental, afectiva y tradi-
cional, guardando una relación importante con
Para la tradición franco-británica sólo se pue- los procesos interactivos.
de hacer ciencia a partir de lo que es observable Según Crespo (1995, p. 54), «La psicología
por los sentidos, rechazando lo no accesible. Esta social se construyó al final del siglo XIX y princi-
actitud responde a una epistemología sustentada pios del XX como una ciencia interesada en el
en la cuantificación metodológica. Entre los auto- comportamiento colectivo». En esos años convi-
res más representativos encontramos a Comte y vieron dos perspectivas sobre los fenómenos psi-
Durkheim. cosociales. La primera fue la psicología de los
Comte considera todos los fenómenos bajo pueblos, y la segunda la psicología de las masas.
las leyes naturales. La ciencia social debe ser la Para Graumann (1990, p. 26), la psicología
que formule las leyes sociales. Para él, «positivo de los pueblos «es una psicología comparativa,
designa lo real por oposición a lo quimérico, lo histórica, social y cultural». Es a partir de 1885
útil en contraste con lo inútil, la certeza en lugar cuando surge una verdadera preocupación por
de la indecisión» (Comte, 1968). Excluye a la Psi- el tema. Las aportaciones de Wundt desde su
cología como ciencia propiamente dicha, pues los Psicología de los pueblos constituyen un impor-
hechos que estudia son ya tratados por la Fisio- tante elemento en el pensamiento psico-socio-
logía, como fenómenos biológicos, y por la So- antropológico. Los principales productos de la
ciología, como fenómenos sociales. Propuso una interacción recíproca son el lenguaje, los mitos y
ciencia entre la Psicología y la Sociología, a la que las costumbres. Su obra constituye un antece-
denominó «moral», en la que tenían cabida argu- dente claro, aunque no reconocido, de ulteriores
mentos tanto biológicos como sociales; esto fue desarrollos de la psicología social, aunque sus
lo que caló en los primeros psicólogos sociales. ideas han sido absorbidas por la Antropología y
Durkheim, por su parte, postula que lo social la Lingüística.
sólo se explica por lo social, y que la función de La perspectiva representada por la Psicología
un hecho social debe buscarse en su relación con de las Masas surge por la necesidad de la burgue-
algún fin social. Pasa por dos épocas. En la pri- sía de explicar, regular y predecir el comporta-
mera, de positivismo experimental, afirma que miento de las multitudes, al considerarlas una
«los fenómenos sociales son cosas y deben ser tra- notable amenaza contra sus intereses. Se abordó
tados como tales». En la segunda, de positivismo con un enfoque negativo, asumiendo una mente
idealista, el idealismo se hace sobredeterminante, patológica de la multitud. Las aportaciones más
y los hechos sociales se subordinan a la conciencia destacadas las hicieron Le Bon, Tarde, Freud y
colectiva. Ortega y Gasset.
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La crisis ha sido positiva para que los psi- como el de investigación e intervención. Por tanto,
cólogos sociales tomen más conciencia de la para su definición hay que considerar su objeto
construcción histórica de la disciplina. Entre las material o definición efectiva y su objeto formal o
consecuencias de la crisis (Torregrosa, 1998) rese- definición intencional (Castillo, 1968, pp. 25 y ss.).
ñamos algunas: En este sentido también lo entiende Jiménez Bu-
rillo, quien en su trabajo efectúa la distinción que
— Historicidad de la realidad estudiada y del hace Boudon entre definición intencional de una
conocimiento psicosocial. ciencia, aquello a lo que utópicamente apunta y
— La relatividad de los conocimientos psico- la definición efectiva, a través del cuerpo articu-
sociológicos, que son obtenidos en contex- lado de teorías, métodos y técnicas.
tos y para propósitos determinados. Diferentes autores (Kuhn, 1962; Lakatos,
— Mayor afinidad con las demás ciencias so- 1975; Suppe, 1979) postulan que la ciencia, me-
ciales. diante decisiones y actuaciones, procede según
unos presupuestos, y que el conocimiento cientí-
3. SOBRE EL CONCEPTO fico no puede considerarse como forma de pensa-
DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL miento objetivo, ausente de contaminantes socia-
les, culturales o económicos. Sin embargo, el
Desde que la Psicología Social se constituyese conocimiento científico da contenido a la ciencia
como disciplina independiente, el intento de deli- y se construye con teorías sobre los fenómenos
mitar el concepto no ha estado exento de proble- estudiados. La misión de las teorías es organizar
mática. Allport (1968) afirmaba que «la Psicolo- los conocimientos ya adquiridos y generar hipó-
gía Social tiende a comprender y explicar cómo tesis nuevas que guíen la investigación. Las teorías
los pensamientos, los sentimientos y las conduc- se encuadran dentro de un marco de referencia
tas de los seres humanos son influenciados por que denominamos «paradigma». Los conocimien-
otro real, imaginario o implícito». Esta definición tos no se evalúan con rigor empírico y se confir-
ha sido punto de referencia y de partida de un man o no según lo sean las teorías que lo inspiran
gran número de psicólogos sociales. (Ritzer, 1991). Cuando se abandona esa forma de
Crespo (1995) opina que la definición de la ver el mundo por otra, estamos ante un cambio
Psicología Social es y debe ser una cuestión abier- de paradigma. Esta perspectiva, que supone pro-
ta y epistemológica, que no se debe definir con greso discontinuo, se enfrenta al positivismo, que
criterios físicos de demarcación o geopolíticos. ve el progreso como continuo.
El objeto de estudio de la Psicología Social, Masterman (1970) distinguió más de veinte
según Marín (2005), debe poseer ciertas cualidades: paradigmas, aunque los redujo a tres tipos: el me-
tafísico, el sociológico y el constructor. El meta-
— Es inacabado.
físico es el más amplio, y en él pueden tener cabi-
— Es espacio-temporal.
da los otros dos. Clasificó las ciencias en cuatro
— En su concreción intervienen seres hu-
tipos, en función de su estatus paradigmático:
manos.
— El objeto de la Psicología Social no es pro-
— Paradigmática es la que goza de un am-
pio ni exclusivo.
plio consenso dentro de la comunidad
— Es posible aproximarse a él por diversos
científica alrededor de un paradigma par-
caminos.
ticular.
El rasgo esencial que establece la distinción — La no paradigmática surge cuando no
entre las ciencias es tanto su objeto de estudio existe consenso sobre un paradigma.
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nas de las ciencias sociales. La especialización forma ha incidido más sobre la Psicología Social
permite dedicarse a fondo a una parcela de la rea- (Munné, 1989), como la teoría de la frustación-
lidad, aumentando, por otro lado, el riesgo de agresión de Dollard y Miller (1939) y la de apren-
desconexión del mundo real. dizaje social e imitación de Miller y Dollard
La necesidad de especialización se justifica (1941). No obstante, fue el aprendizaje en lo que
porque ningún investigador tiene la capacidad de Bandura y Walters intentan combinar aspectos
abarcar toda la realidad empírica de la ciencia que conductistas con cognitivos, focalizando la cues-
trabaja. Debido a ello, las disciplinas han de frag- tión en el hecho de que para que se diera un
mentarse. De los muchos ejemplos citaremos, en aprendizaje no era necesaria la existencia de re-
ciencias sociales, la bifurcación en cultural y ma- forzadores externos al individuo (Bandura y Wal-
terial de la Antropología, o la experimentada por ters, 1963). En la teoría socio-cognitiva del apren-
la Geografía en humana, económica, física, etc. dizaje social de Bandura, el comportamiento
Todo señala a que se ha llegado al momento humano se explica en términos de un modelo de
actual con un bagaje teórico que permite entender reciprocidad triádica, en la cual la conducta, los
a la Psicología Social como ciencia multipara- factores cognitivos, los acontecimientos y otros
digmática. En esta línea, Páez, Valencia y Eche- individuos que interactúan con el sujeto operan
varría (1992) afirman que no se abandona un pa- como determinantes unos de otros, interrelacio-
radigma por otro, sino que se produce una nándose entre sí.
convivencia teórica, sin que pueda hablarse de Tras las aportaciones de Skinner, diferentes
verificabilidad o falsación de los mismos. Ibáñez autores dan consistencia a una de las teorías que
(1990) apunta que se generaliza la idea de la exis- más aceptación e influencia ha tenido en la Psi-
tencia de dos Psicologías Sociales: Psicología So- cología Social: el intercambio. Entre estos autores
cial Psicológica y Psicología Social Sociológica. destacan Homans, Thibaut y Kelley. Este produc-
tivo enfoque para la Psicología Social también se
tiene en la Sociología y la Antropología. Homans
4.1. Tradiciones teóricas desde extendió el concepto de Skinner a la Historia, la
la Psicología Social Psicológica Antropología Social y los pequeños grupos. Para
el individuo, la función del comportamiento es
Haremos un recorrido por algunas perspecti- obtener recompensas, conservarlas y maximizar-
vas teóricas presentes en la Psicología Social, tra- las (Rodríguez Pérez, 1993, p. 73). El comporta-
tando de ofrecer una visión de las grandes tradi- miento social es un cambio de actividad entre dos
ciones en las que se han gestado las teorías de personas, y «cuando los beneficios obtenidos por
alcance medio que se utilizan. una persona no son proporcionales a sus inver-
siones es poco probable que la relación de inter-
a) El conductismo. Tuvo una notable influen- cambio continúe» (Álvaro, 1995, p. 43). La Psico-
cia en la Psicología hasta mediados del siglo XX, logía Social de los Grupos de Thibaut y Kelley
no pudiendo decirse lo mismo respecto de la Psi- (1959) trata de conjugar la perspectiva del refuer-
cología Social. Sólo cabría hablar de aportaciones zo (costos y recompensas) con variables construi-
respecto del método positivista (Crespo, 1995; Ji- das o internas (niveles de comparación), en cuya
ménez Burillo, 1980) transmitido, por influencia construcción juegan un papel decisorio los com-
de Allport, a la metodología psicosocial sobre el ponentes psicosociales del individuo.
control de variables y el operacionismo. Sin em-
bargo, es la orientación neoconductista de Hull la b) El psicoanálisis. Freud entendía que toda
que, admitiendo constructos internos, de alguna Psicología individual es, desde el principio, Psico-
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Antecedentes históricos, concepto, enfoques y objeto de estudio en la Psicología Social / 25
logía Social. Sin embargo, donde caló fue en la aportaciones como limitadas. Se inició con la
Sociología y la Antropología más que en la Psi- Gestalt, separándose luego y promulgando con-
cología, debido en parte a rechazar el instintivis- ceptos dinámicos, estructurales, de cambio social
mo que imperaba en ella en los años veinte, y a inducido, de nivel de aspiración o de dinámica
su orientación clínica con poco énfasis en lo so- grupal. Otro autor relevante en la teoría de cam-
cial. Esto no implica que no haya habido notables po es Gestinger. Entre sus trabajos se encuentran
aportaciones desde su perspectiva al progreso de teorías sobre la comparación social y la disonan-
nuestra disciplina. Cabe destacar las ya mencio- cia cognitiva.
nadas de Dollard y Miller (1939) en un intento de
conjugar los presupuestos del conductismo con la f) La teoría atribucional. Es el enfoque te-
lectura psicoanalítica; la perspectiva funcional de mático que se ocupa de la atribución, en línea con
Katz (1960), y los estudios sobre la personalidad los trabajos de Heider (1958), Jones y Davis
autoritaria de Adorno y cols. (1950). (1965), que intentan conceptuar, por medio de su
teoría de la inferencia correspondiente, la forma
c) El cognitivismo. La orientación cognitiva de atribuir las acciones de otras personas a crite-
se ha ido imponiendo en la Psicología Social. En rios intencionales. Esto supone que el comporta-
este sentido, Markus y Zajonc (1985) le atribuían miento es un rasgo de carácter. También en línea
el haberse sobrepuesto al resto de las orientacio- con Heider, Kelley (1967), con su Modelo de co-
nes teóricas. Ello se debe a que, a partir de la variación, define la atribución como un análisis
primera mitad del siglo XX, surge lo que se llamó de la varianza implícita.
la «revolución cognitiva» en la Psicología Social
de Estados Unidos (Collier, Minton y Reynolds, g) El Sociocognitivismo. Se ocupa de la per-
1996, p. 369), teniendo como antecedentes la Ges- cepción y de la cognición (Munné, 1986). Apare-
talt y la teoría de Campo de Lewin. La concep- cen figuras clave como Piaget, Vygotski o Barlett.
ción intrapersonal se fundamenta en las influen- Se le critica por su aspecto individualista y por la
cias estimulares que el sujeto recibe del medio poca atención a los factores sociales. En Europa,
social y que le provocan efectos cognitivos. En la una serie de autores intentaron superar esas limi-
concepción interpersonal, el conocimiento nace taciones teniendo en cuenta la interacción. Cabe
de la interacción social. destacar tres teorías: identidad social, autocatego-
rización y representaciones sociales. Tajfel y Tur-
d) La Gestalt. Reacción de raíz alemana ante ner desarrollaron la teoría de la identidad social.
el conductismo y el atomismo explicativo de la Esta teoría es una de las dominantes a la hora de
conducta. Entre su referente figura Asch, por sus explicar el conflicto intergrupal y para entender
trabajos sobre la percepción (1946) o la conformi- las relaciones intergrupales. Postula que las raíces
dad (1956). Heider (1958) fue un iniciador de la del conflicto intergrupal se sitúan en las relaciones
Psicología del sentido común y supuso el comien- entre grupos y no en motivaciones o representa-
zo de las teorías de la atribución con aportaciones ciones individuales. La teoría de la autocategoriza-
como «atribución» y «equilibrio». Y no podemos ción, nacida de la teoría de la identidad social, fue
olvidar a Newcomb y sus ideas sobre comunica- desarrollada por Turner (1982, 1985, 1987), quien
ción social, tanto inter como intrapersonal. considera que el individuo construye su identidad
por un proceso de autocategorización. Para ello se
e) La teoría de campo. Se debe a Lewin, a hacen comparaciones a tres niveles: supraordena-
quien muchos autores expresan su reconocimien- do, intermedio y subordenado. Según Tajfel (1990),
to; otros, como Munné (1989, p. 206), ven sus los comportamientos grupal e individual se pro-
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26 / Introducción a la Psicología Social
ducen desde el yo, tras tomarse como base sus ca- nes o pautas de comportamiento a las
tegorizaciones a diferentes niveles. Según Mosco- personas-actores.
vici, desde la teoría de la representación social, los — Teoría interaccional del rol: se fundamen-
miembros de grupos sociales comparten creen- ta en que los roles proporcionan los mar-
cias, ideas y valores, es decir, representaciones. Tie- cos de actuación a los individuos, pero
nen una doble funcionalidad, una cognitiva, como éstos poseen un margen para la elección y
afianzar referentes, estabilizar o desestabilizar si- la actuación.
tuaciones evocadas, y otra social, como mantener
o crear identidades y equilibrios colectivos. Mos- Goffman (1959), exponente de la teoría inte-
covici identifica dos procesos en la actividad de las raccional del rol, opina que «la realidad social se
representaciones sociales, objetivación y anclaje. puede manipular», y de hecho se manipula, para
El proceso de objetivación concreta lo abstracto, presentar una imagen lo más favorable posible de
mientras que el anclaje puede volver lo extraño en uno mismo.
familiar.
b) Interaccionismo simbólico. Es encabezado
por Mead, Cooley, James y Thomas. Se encuentra
4.2. Tradiciones teóricas desde la entre las teorías sociológicas iniciadas a partir de
Psicología Social Sociológica la Escuela de Chicago. Parece útil considerarla
una escuela única de pensamiento, debido a tener
En el desarrollo de la disciplina, y ya desde un origen filosófico e histórico común, y a ser una
sus inicios, la Psicología Social Sociológica cuen- forma particular de entender al hombre y a la
ta con una notoria tradición como parte integran- sociedad.
te del mismo, aportando su vocación de alterna- Los supuestos diferenciales básicos a los que
tiva al positivismo reinante. Algunos autores nos referimos podrían ser, según Rose (1962):
integran el interaccionismo simbólico en la teoría
del rol, mientras que otros dicen que aquel es una — Los seres humanos se desenvuelven y uti-
corriente principal y ésta sólo otra. lizan no sólo un ambiente físico sino tam-
bién simbólico, y adquieren mediante pro-
a) Teoría de rol. La idea básica de esta teo- cesos sensoriales conjuntos complejos de
ría es concebir la conducta humana como repre- símbolos.
sentativa de roles durante las interacciones. Se — Además de aprender qué es un símbolo, se
presupone que las personas ocupan diferentes aprende, de aquellos con quienes interac-
posiciones en la estructura social, por lo que tuamos, a evaluarlo.
su comportamiento, sus expectativas, normas, — En función de los símbolos aprendidos y
creencias, etc., son un reflejo de las posiciones de su importancia, los individuos deciden
funcionales en que se sitúen en dicha estructura qué han de hacer y qué no.
social. — El ser humano es reflexivo, y a partir de
Stryker (1999) identifica dos tendencias: la su introspección crea gradualmente una
teoría estructural del rol y la teoría interaccional definición del self.
del rol:
Hay dos opiniones sobre el origen de las inte-
— Teoría estructural del rol: la cultura y la racciones entre personas: que se dan a partir de
adaptación que ella requiere asignan guio- las expectativas que «residen» en la estructura so-
cial, o que se crean y negocian en cada interacción
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Antecedentes históricos, concepto, enfoques y objeto de estudio en la Psicología Social / 27
por los actores. Ello da lugar a las tendencias es- cultural». En la segunda mitad del s. XIX la Bio-
tructuralista e interaccionista, teniendo ésta las logía hace entender la acción humana en función
corrientes de la escuela de Chicago y la de Iowa. de la herencia, en oposición a la perspectiva cul-
tural. En la línea de la herencia, con Freud como
— El interaccionismo simbólico estructural. figura principal del instintivismo, las necesidades
Tiene como máximo representante a instintivas venían reguladas por las normas mo-
Stryker (1964, 1980, 1983a, b; 1987), quien rales de la sociedad. Desde el enfoque culturalista,
trata de combinar la teoría del rol con el Durkheim incide en la necesidad de diferenciar
interaccionismo simbólico. Para Stryker, entre sistemas sociales y personales. A diferencia
los roles sociales se aprenden y represen- de Descartes, se preocupó de la categoría que lla-
tan por personas cuando ocupan roles en mó «hechos sociales», viendo la necesidad de con-
una estructura social. siderar al actor como algo más que un pensador.
— Interaccionismo simbólico procesual. Tie- Ya en el medio social había otros actores que ejer-
ne a Blumer como referente, y defiende cían como interactuantes. La diferencia clave con
que para comprender la naturaleza de la Freud es que, para Durkheim, el principal foco de
sociedad humana se debe tener en cuenta atención es el sistema social.
el proceso interpretativo y definitorio del
que proceden todas las acciones conjuntas.
— El interaccionismo simbólico normativo. 5.1. Diferentes puntos de acercamiento
Fue practicado en la escuela de Iowa por a la interacción social
Kuhn, que proclama la predictibilidad de
la conducta humana, siempre que se co- Crespo (1995, p. 128) afirma que las formas
nozcan los grupos de referencia y perte- de concebir la interacción están en función del
nencia. concepto que se tenga del ser humano y de lo
que se crea científicamente posible saber sobre su
acción.
5. LA PSICOLOGÍA SOCIAL De los modelos de ser humano propuestos en
COMO INTERACCIÓN el campo de la Psicología Social, Porter, Lawler y
Hackman (1975) exponen las tres dimensiones
Parson (1937) opina que, en la construcción básicas en los modelos de ser humano:
del proceso de interacción, «la primera formula-
ción importante de este problema» la plantea — Racional vs. emocional. El racional se pre-
Descartes en su Discurso del método, quien consi- senta como el que recoge y analiza la in-
deró la relación como un flujo de información del formación necesaria para sus tareas. La
objeto al sujeto. Desde Descartes, y según Hob- conducta del emocional está dominada
bes, se consideró al objeto humano como un or- por las emociones, muchas de ellas invo-
ganismo físico con necesidades, con pasiones. Así luntarias.
se inició el utilitarismo. «El actor utilitarista, con- — Conductista vs. fenomenológico. El medio
siderado como observador, es un “conocedor” ambiente determina la conducta del mo-
cartesiano, pero también mucho más» (Swanson, delo conductista. La importancia de los
1968, p. 167). Aparece el «movimiento idealista», procesos mentales del individuo es la base
que analiza el «yo pensante del sujeto», que fue del modelo fenomenológico.
excluido por Descartes, y plantea el establecimien- — Económico vs. humanista. La versión eco-
to de categorías, lo que hoy llamamos «marco nómica ve al ser humano aplicando su ra-
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28 / Introducción a la Psicología Social
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Antecedentes históricos, concepto, enfoques y objeto de estudio en la Psicología Social / 29
ke, 1991, p. 15) y en sus relaciones existe sonajes que conformarán su personalidad social.
un deseo de equilibrio. Recibir un benefi- Estas figuras tendrán distintos grados de influen-
cio conlleva el deber de devolver otro com- cia a lo largo del desarrollo de la personalidad.
parable. En la toma de decisiones, el individuo arbitra a
— Precio de mercado. Conlleva el cambio de esos personajes para tomar el control de su con-
artículos o servicios distintos, pero en este ducta.
caso son distintos y se comercializan se- La persona, en tanto que unidad social, debe
gún el valor de mercado. enfrentarse a una realidad externa. Para mantener
su identidad debe establecer interacciones con
Fiske extiende el alcance de estas estructuras esa realidad externa, sean grupos o individuos.
a todos los niveles sociales, siendo posible com- Newcomb (1969, p. 402) es categórico: «Todas las
binar dos o más modelos en la estructura de la características observables de la personalidad re-
relación. ciben influencias sociales». La interacción social
determinará la manera habitual de comportarse
socialmente el individuo.
e) La interacción como proceso
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30 / Introducción a la Psicología Social
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Personalidad e identidad social
MANUEL MARÍN SÁNCHEZ
LUCIA SELL TRUJILLO
2
1. Introducción.
2. El concepto de personalidad.
3. La identidad social.
4. Personalidad e identidad: su impacto en lo cotidiano.
5. Conclusión.
1. INTRODUCCIÓN to de agrupamiento pertenece a necesidades socia-
les, culturales o personales, como los estereotipos,
Los conceptos de personalidad e identidad in- que tienen una función de economía en la percep-
tentan dar respuesta a preguntas básicas que to- ción y la relación interpersonal. Esta tendencia a
dos tenemos. Estas preguntas tienen que ver con establecer grupos nos ayuda en nuestro desarrollo
la propia esencia de la persona; por ejemplo, ¿en personal y social. Como se explica en otras sec-
qué medida somos seres irrepetibles?, ¿surge la ciones de este libro, es importante tener en cuenta
personalidad y la identidad de nuestra interacción que al agrupar o comparar a personas entre sí
con los otros, o están prefijadas cuando nacemos? cometemos errores en algunas ocasiones, y que no
La individualidad de la que cada uno de no- es posible encontrar a dos personas iguales.
sotros hace gala surge de la influencia de variables El capítulo explora dos conceptos fundamen-
genéticas y ambientales que originan tipos singu- tales que definen la esencia de la persona como
lares de conducta inter e intra individuales. De qué ser social: la personalidad y la identidad. La per-
forma llegamos a ser lo que somos y cuáles son sonalidad se entiende como la combinación espe-
las variables que determinan las diferencias de cífica de patrones de respuestas emocionales, ac-
comportamiento de los individuos son premisas titudinales y conductuales presentes en una
que se han tratado de responder a partir de pre- persona. La identidad social, por otro lado, se
supuestos teóricos desde hace mucho tiempo. La refiere al sentido de pertenencia que una persona
Psicología, y en concreto la Psicología Social, es genera al participar o ser miembro de determina-
la ciencia que se ha encargado de actualizar la dos grupos. Ambos conceptos forman parte in-
vieja disyuntiva de naturaleza o ambiente para dar trínseca del entendimiento de cómo se construye
respuesta al cómo y por qué el hombre llega a ser el yo mismo. Mientras la personalidad explica
el tipo de individuo que es. nuestra percepción de individualidad, nuestro
Por otro lado, las personas, por el hecho de sentido de ser únicos, la identidad social nos dota
vivir en sociedad, tendemos a asignar a los demás de pertenencia a grupos mayores.
dentro de grupos claramente definidos. Esta ten- El estudio de la personalidad tiende a evaluar
dencia nos ayuda a organizar el mundo, ya que, las características personales de cada sujeto en
al mismo tiempo que les adjudicamos una perte- diferentes circunstancias, así como las diferencias
nencia grupal, les dotamos de unas características entre los sujetos ante similares situaciones. De es-
comunes, una predisposición parecida y unas con- tos exámenes surge la concepción de normalidad
ductas consistentes con su pertenencia. Este inten- o anormalidad de comportamientos personales
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34 / Introducción a la Psicología Social
ante situaciones más o menos estandarizadas. El fía y guarda estrecha relación con el concepto de
capítulo presentará las teorías más relevantes que persona. Es un concepto que tiene un marcado
han estructurado este concepto, como la teoría carácter tanto filosófico como teológico. Las su-
de rasgos y la psicodinámica. Se explorarán tam- posiciones de su origen etimológico son varias. La
bién aquellas contribuciones que hayan tenido más referenciada es aquella que supone su origen
más impacto, en un intento de compaginar las en el vocablo griego «prosopon», o máscara con
más difundidas y las más útiles para entender que con los actores cubrían la cara en las repre-
cómo somos. sentaciones teatrales. Otros posibles orígenes par-
Además, el estudio de la identidad social ex- ten del griego «peri soma» (alrededor del cuerpo)
plora aquella parte de nosotros que definimos en o del etrusco «persum» (cabeza o rostro), e inclu-
función de nuestra pertenencia a grupos sociales. so algunos prefieren encontrar su etimología en
Para ello, el capítulo presentará las teorías más el latín «per se una» (completa por sí misma) o
relevantes, como la teoría de la identidad social, en «per sonare» (sonar a través de).
y se explorarán los componentes personales e in- En el uso popular se confunden los conceptos
dividuales de la identidad social. Conceptos tan que etimológicamente la palabra pudiera signifi-
esenciales para la persona, como la autoestima y car, haciendo patentes, además, los significados
el autoconcepto, serán evaluados para discernir que ya Cicerón le diera. Para este autor, el térmi-
la medida en que están delimitados por la perte- no podría tener cuatro significados:
nencia a grupos sociales.
Por último, el capítulo acaba presentando el a) La apariencia que tenemos ante los de-
impacto de estos conceptos en el espacio público más.
y cotidiano de las personas. Veremos cómo al de- b) El papel que desempeñamos en la vida.
terminar los factores de la formación de la perso- c) Las características personales que capa-
nalidad, estamos estableciendo los baremos de lo citan para una labor.
que se define como normalidad o anormalidad en d) La distinción y la dignidad social.
la personalidad, y cómo estos factores están tam-
bién sometidos a influencias sociales. Asimismo, En su acepción popular, este concepto a veces
se explorará cómo el concepto de identidad social tiende a presentarse como consecuencia de las
está claramente influenciado por valores cultura- reacciones de una persona en la interacción con
les que delimitan nuestra capacidad de ser indivi- los demás. De esto se podría deducir que pode-
duos socialmente competentes. mos tener más de una personalidad que depende
de los ambientes en los que se expresa. Otras ve-
ces se refiere al conjunto de características perso-
2. EL CONCEPTO DE PERSONALIDAD nales, o de relación interpersonal o profesional,
que hacen sobresalir o ser diferentes a un indivi-
El término personalidad tiene diferentes sig- duo del resto. Sin embargo, en un sentido cientí-
nificados, según su uso se haga a nivel popular o fico-psicológico, el término personalidad no se
se haga a nivel científico. La primera acepción refiere a un conjunto de características personales
parece derivarse más de las raíces etimológicas del o conductuales en sí, sino a las disposiciones que
término, mientras que la segunda atiende a un subyacen en ellas.
empleo sistemático (Bermúdez, 1980) y a procesos Existen muchos constructos de la personali-
de análisis especializados. dad y el término en sí ya lo es, pues mientras la
El término de personalidad, como muchos de conducta se evidencia a partir de los datos obser-
los conceptos psicológicos, procede de la Filoso- vables, la personalidad es un constructo hipotéti-
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Personalidad e identidad social / 35
co (Mishell, 1968). Por personalidad se han en- línea, Cattell describe la personalidad como
tendido las distintas estructuras internas que «aquello que nos permite pronosticar lo que una
permiten al individuo organizar y encauzar su persona hará en una situación determinada»; y
conducta. El concepto se construye a partir de de forma similar a como describe la inteligencia,
datos inferidos de la conducta y actitudes mani- la personalidad termina siendo lo que miden los
festadas por las personas. test de personalidad (Cattell, 1963).
Uno de los autores más relevantes en la con- Para Allport, ni las definiciones biosociales ni
ceptualización de la personalidad es G. W. All- las psicológicas aditivas tienen valor, y sí pueden
port (1973), padre de la psicología contemporá- esclarecer el concepto aquellas que «se refieren al
nea y el máximo representante de la teoría de estilo de vida, a los modos de adaptación, al am-
rasgos de la personalidad. Allport clasificó las biente, al crecimiento y desarrollo progresivos y a
definiciones de personalidad en cinco grupos la distintividad». Estas últimas son las que, en de-
básicos: finitiva, vendrían a expresar lo que un hombre es
biofísicamente. Define la personalidad como «la
a) Definiciones aditivas, en las que la perso- organización dinámica, dentro del individuo, de
nalidad está compuesta por el conjunto aquellos sistemas psicofísicos que determinan sus
de cualidades innatas y adquiridas. ajustes únicos a su medio» (Allport, 1973, p. 65).
b) Definiciones integrativas o configura- En este capítulo se explorarán las contribucio-
cionales, donde la personalidad se en- nes a la personalidad de la teoría de rasgos, la
tiende como una organización de atri- teoría funcionalista, la teoría psicodinámica y
butos individuales. perspectivas psicosociales basadas en este último
c) Definiciones jerárquicas, en las que se marco teórico.
establecen distintos grados de integra-
ción u organización de la personalidad,
bien en forma de rasgos, estados o nive- 2.1. El enfoque de rasgos
les. Aquí se encuadrarían las concepcio-
nes psicoanalíticas de Freud y la de Mc- El término rasgo es un término confuso, pues
Dougall. se emplea de varias formas diferentes. Guilford
d) Definiciones adaptativas o de ajuste, que (1959) adopta un punto de vista diferencial a la
entienden la personalidad como el re- hora de definirlo. Para este autor, el rasgo ven-
sultado de la forma en que los organis- dría determinado por cualquier aspecto estable
mos ajustan sus pulsiones innatas con las del individuo y que lo diferencia de los demás;
demandas ambientales, buscando el equi- puede adoptar diferentes modalidades: somático,
librio o la adaptación a la realidad. actitudinal, temperamental y motivacional. Los
e) Definiciones basadas en la distintividad rasgos, además, son susceptibles de medida y, al
que se centran en la forma particular y mismo tiempo, consistentes respecto al resto de
singular de estructuración habitual de las la personalidad. Otra característica importante
disposiciones y sentimientos, que hacen a es que los rasgos son duraderos; unos se organi-
un individuo diferente de los demás. zan y se relacionan entre sí y otros son indepen-
dientes. Para que la personalidad se explique a
A esta clasificación habría que añadir las de- partir de los rasgos, el autor propone que éstos
finiciones operacionales que propone Pinillos sean unidades demostrables y exactas. Su núme-
(1979), en las cuales el acento se pone en los «as- ro debe ser el más reducido posible y abarcar
pectos predictivos de la cuestión». En la misma toda la personalidad. La forma de identificar los
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36 / Introducción a la Psicología Social
rasgos y obtenerlos sería a partir de un análisis b) Las actitudes son específicas y generales;
factorial. los rasgos son sólo generales.
En la misma línea de operatividad, Eysenck c) Las actitudes suponen una valoración
(1967) deduce el rasgo por medio de la consisten- que produce respuestas de aceptación o
cia observada entre las conductas habituales del rechazo; los rasgos no tienen una direc-
sujeto. Lo distingue de las respuestas habituales, ción definida.
que son las producidas en circunstancias simila-
res, y éstas, a su vez, de las respuestas específicas, Las teorías que suponen la existencia de ras-
o conductas que se observan una sola vez. gos en la estructura de la personalidad, y que
Cattell (1965) realiza la misma inferencia con- constituyen sus elementos definitorios, ponen el
ductual por medio del análisis factorial, y lo de- acento en cuestiones diferentes. Para unos teóri-
fine como estructura mental a partir de las uni- cos, los rasgos se infieren a partir del comporta-
dades funcionales que se hacen patentes en la miento y de las características conductuales, y
covariación de la conducta del individuo. pueden variar en cantidad e intensidad. Para
Los rasgos pueden ser considerados como otros, los rasgos son entidades estables y durade-
realidades existentes en las personas y que cons- ros, y proceden de condiciones personales de base
tituyen tendencias determinantes de la conducta hereditaria (o biofísica), aunque pueden adqui-
(Allport, 1973). Para este autor, los rasgos son rirse por el aprendizaje. Las definiciones cualita-
más generales y duraderos que otras tendencias tivas y cuantitativas de estos rasgos, y su clasifi-
determinantes, como son el hábito y la actitud. El cación, se basan en procedimientos psicométricos
hábito supone una respuesta adquirida por la ex- guiados por modelos acumulativos, donde los
periencia pasada sobre situaciones específicas indicadores de rasgos, inferidos a partir de con-
más o menos semejantes. Si bien es cierto que el ductas observables, se relacionan aditivamente.
rasgo puede surgir de la interacción de hábitos, Como se explicaba anteriormente, los rasgos se
intervienen además otros componentes biofísicos, identifican experimentalmente a través de análi-
que, según Allport, vienen definidos por el tem- sis factoriales, basados en cuestionarios o escalas.
peramento. Así, la frecuencia con que una persona responde
En todo caso, el rasgo influye en la formación a unos ítems similares en un cuestionario deter-
de hábitos, y se puede calificar de autónomo al mina la fuerza del rasgo que estos ítems re-
formar parte del sistema motivacional de la per- presentan.
sonalidad, mientras que los hábitos dependen de A continuación se presentarán brevemente las
la experiencia social del individuo y de sus carac- teorías más importantes que han tomado como
terísticas biofísicas. Respecto a las diferencias con punto de partida el enfoque de rasgos, o tipos, en
la actitud, Allport admite que ambos son distin- el estudio de la personalidad. Estas teorías son la
tivos de la persona que la posee. Tanto los rasgos teoría factorialista, la teoría de la personalidad
como las actitudes constituyen patrones guía de de Eysenk y la teoría funcionalista, basada en el
la conducta y tienen una base biofísica con in- modelo skinneriano.
fluencia del aprendizaje. No obstante, señala tres
distinciones fundamentales entre uno y otro con- 2.1.1. La teoría factorialista:
cepto: características generales
a) Las actitudes son suscitadas por un obje- La teoría factorialista concibe la personali-
to o estimulación específico y definido; el dad como un conjunto de estructuras disposicio-
rasgo no tiene esa referencia definitoria. nales, rasgos o tipos, organizados más o menos
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Personalidad e identidad social / 37
sistemáticamente, que provocan en el individuo ner y porque tienen en cuenta los aspectos posi-
un comportamiento homogéneo en distintas si- tivos de las escuelas tipológicas.
tuaciones. Los rasgos integrantes de la persona-
lidad básica del individuo son discernibles a ob- 2.1.2. La teoría de la personalidad
servación experimental de la conducta emitida de Hans Jurgen Eysenck
ante diversas situaciones. El posterior análisis
estadístico sirve para objetivar y descomponer, Eysenck considera que la medida experimen-
en unidades independientes, los elementos del tal es fundamental en toda investigación y avance
sistema observado. El objetivo final es delimitar científico. Eysenck cree que la mayoría de las teo-
una serie de factores básicos, los mínimos posi- rías de la personalidad parten de una serie de va-
bles, a fin de poder definir las disposiciones y riables complejas no definidas adecuadamente.
formas de actuar de un sujeto. Por los procedi- Por tanto, su afán principal es descubrir la perso-
mientos usados, esta teoría ha sido calificada nalidad a partir del menor número posible de las
como psicoestadística, psicométrica, de rasgo o dimensiones principales, y que puedan ser defini-
factorialista, dado que su principal instrumento das de la forma más clara.
de trabajo es el análisis factorial. La naturaleza de la personalidad la concibe
La metodología utilizada en esta teoría difie- como la suma de patrones de conductas, bien ac-
re considerablemente de las hasta ahora citadas. tuales o potenciales, que están determinados en
Entre sus aspectos más sobresalientes podríamos el organismo por la herencia y por el medio social.
señalar el uso del método experimental que posi- Estos patrones se originan, desarrollan y quedan
bilitaba la comprobación y organización de los organizados en cuatro sectores: el sector cognitivo
modelos, según los resultados obtenidos por la o intelectual, el sector conativo o del carácter, el
observación de laboratorio o de la vida real. El afectivo o temperamental, y el sector somático o
intento de utilizar datos objetivos, obtenidos a constitucional.
partir de las respuestas de los sujetos y del análi- La personalidad la componen una serie de ac-
sis de la situación estimular a la que se les some- tos y disposiciones organizados de forma jerár-
te, es otra de las particularidades de esta teoría quica, según la importancia y generalidad de los
que tiene una orientación eminentemente prácti- mismos. Los niveles en los que se articula la per-
ca; no sólo en cuanto a las conclusiones, sino en sonalidad son cuatro:
los intentos de elaborar métodos rápidos y de fá-
cil utilización para el estudio de la personalidad, — El primer nivel, el más elemental, lo for-
como son los cuestionarios. man las respuestas específicas. Son con-
La teoría factorialista ha sido ampliamente ductas que se dan ocasionalmente; por su
criticada desde el modelo funcionalista, argumen- sola emisión no se define un sujeto, pues
tando la falta de objetividad de las herramientas pueden o no ser características de él.
y procedimientos experimentales y la validez del — El segundo nivel lo constituyen las respues-
modelo, que propone la existencia de variables tas habituales. Son las que el sujeto tiende
intermedias como la causa de la consistencia con- a repetir en circunstancias similares.
ductual. Las obras de Allport, Cattell, Guilford — El tercer nivel es el de los rasgos. Surgen
o Eysenck son las más representativas de la con- cuando los hábitos se organizan de forma
cepción factorialista. Hemos escogido las ideas que el individuo mantiene una conducta
del citado en último lugar, por parecernos que que alberga varios tipos semejantes de
conjugan de forma más apropiada la teoría de hábitos. Los rasgos son factores de pri-
Allport, las consideraciones ambientales de Skin- mer orden, y están basados en las inter-
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38 / Introducción a la Psicología Social
correlaciones existentes entre respuestas El siguiente esquema permite una visión gráfi-
habituales. ca de la jerarquía de la personalidad (Eysenck, 1976).
— El cuarto nivel es el de los tipos. Se obtienen Cuando las respuestas específicas se repiten
a partir de las intercorrelaciones entre va- varias veces, se forman las habituales; éstas, si se
rios rasgos. Son factores de segundo orden. relacionan entre sí, forman rasgos que, al organi-
Tipo
Resp.
Habitual
Resp.
Esencial
zarse en una estructura superior, originan los ti- etcétera. Cuando reflejan estados neuróticos tien-
pos (Cueli y Reidl, 1977). El rasgo es el factor al den a desarrollar ansiedad, son depresivas, apáti-
que se le concede mayor importancia, debiendo cas con ideas obsesivas, propensos a sentimientos
estar definido operacionalmente, y la metodolo- de inferioridad, etc.
gía e instrumento de medida tienen que estar cla- La tipología extravertida, en condiciones de
ramente especificados. normalidad, tiende a ser sociable, impulsiva, bro-
El logro fundamental de Eysenck (1976) fue mista, busca la excitación y pierde el control con
el de aislar e identificar las dimensiones primarias facilidad. En su forma neurótica las personas son
de la personalidad, a partir del estudio de miles hipocondríacas, propensas a la histeria, poseen
de soldados durante la Segunda Guerra Mundial. poca energía, intereses muy limitados e inteligen-
Para ello usó el análisis factorial de los resultados cia baja. Por último, las personas psicóticas son
obtenidos por medio de cuestionarios, clasifica- descritas como parcas en fluidez y comprensión
ciones, medidas fisiológicas, pruebas objetivas, verbal, de rendimiento intelectual pobre e indeci-
etcétera. Las dimensiones primarias de la perso- sos en sus actitudes sociales.
nalidad son: introversión-extraversión, normali- Eysenk intenta establecer el peso del compo-
dad-neuroticismo y normalidad-psicoticismo. nente hereditario o biológico de la personalidad,
La tipología introvertida, en condiciones nor- al demostrar que «ciertas estructuras neurofisio-
males, la describe como la de las personas aisla- lógicas heredadas afectan tanto a la personalidad
das, introspectivas, no excitables, metódicas y or- como a la conducta social» (Eysenck, 1967). El
denadas, con sentimientos controlados, pesimistas, neuroticismo se supone que funciona por el nivel
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Personalidad e identidad social / 39
de excitación del sistema nervioso autónomo, y la posiciones estables en las conductas —rasgos—,
introversión-extraversión por el sistema nervioso mientras que el funcionalismo la hace depender
central. A partir del estudio de gemelos univiteli- de la covariación situacional (Mischel, 1968).
nos y bivitelinos, deduce que el neuroticismo pue- Características definitorias de este modelo
de tener carácter hereditario, al encontrar diferen- son: su metodología experimental, la utilización
cias significativas entre ambos. A su vez, hay en del laboratorio para la explicación de procesos de
su teoría intentos de acercamiento a la corriente conducta, la inferencia del comportamiento hu-
conductista. En 1960 publicó el primer libro for- mano a partir de la experimentación con anima-
malmente dedicado a la Terapia de Conducta, en les, tan criticada por el interaccionismo simbólico
el que explica la neurosis como patrones de con- (Blumer, 1982), y la tendencia a partir de datos
ductas aprendidos que se han vuelto no adapta- simples para el estudio de procesos complejos.
tivos y que a través de la terapia se descondicio- Como representativa de este enfoque veremos
narían. la teoría de Skinner sobre la conducta humana.
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40 / Introducción a la Psicología Social
áreas de la conducta donde ese control se pone critica la tendencia a explicar el comportamiento
claramente de manifiesto. Ejemplos de estas zo- a partir de la constitución física del sujeto. Fren-
nas son el control personal, la educación y el go- te al argumento de que determinadas caracterís-
bierno. A partir de ellas se constituyen normas ticas físicas de las personas predisponen a un
morales, estilos conductuales e ideales, que son comportamiento (incluso a una forma de enfer-
producto de reforzamientos de conductas omiti- mar psíquicamente), Skinnner niega la causali-
das dentro de un marco delimitado. dad, aunque admite que hay que «tener en cuen-
ta las relaciones válidas entre la conducta y el tipo
a) El control personal se refiere a las relacio- físico». Incluso cuando se demuestra una corre-
nes persona-persona, dentro de la familia, lación entre la conducta y la estructura corporal,
en grupos sociales, etc. A partir de ellas los no siempre está claro cuál de ellas es la causa de
individuos se ejercen un control mutuo. La la otra. Aunque se constate que las personas obe-
admiración y el halago hacia una conduc- sas son joviales, podría argumentarse «que las
ta, por ejemplo la independencia, el ayu- personas joviales se vuelven obesas debido a que
dar a otro o la valentía, hacen que éstas carecen de trastornos emocionales» (Skinnner,
permanezcan en los sujetos, moldeándolos 1978, p. 55).
según los valores culturales del grupo so- Skinner también criticó la teoría psicoanalíti-
cial al que pertenezca. ca por no poder someter sus postulados a la com-
b) En el campo de la educación se ha avanza- probación empírica, ya que postula que las causas
do bastante, pasándose de los refuerzos de la conducta humana parten del interior del
negativos en la adquisición de aprendiza- organismo, como veremos a continuación. Para
jes y conocimientos, a la utilización de re- Skinnner, la conducta no puede ser reducida a las
fuerzos positivos. Se moldea la conducta actividades del aparato mental. Ello contribuye a
porque la sociedad admira al estudiante postulados inadmisibles, como que las variables
«sabio», elogia la adquisición de cono- ambientales fueran representaciones mentales, y
cimiento y censura al ignorante. «Un esto nos llevaría a una serie de incógnitas, que
mundo donde la gente fuera sabia y buena acabarían en la imposibilidad de aclarar la natu-
sin esfuerzo, sin «tener por qué» ni «optar raleza del acto como una unidad de conducta
por ello», posiblemente fuera un mundo (Skinner, 1978).
mejor para todos» (Skinner, 1978, p. 35). Por otro lado, su crítica a la teoría de rasgos
c) El control ejercido por el gobierno sobre parte del postulado de los rasgos como disposi-
la conducta de los individuos, es quizá el ciones estables en el individuo. Para Skinner, pre-
más claro exponente de la realidad a la decir la conducta a través de tests factoriales ba-
que está sometido el moldeamiento de la sados en rasgos no es buscar la causa de la
conducta del hombre. Los gobiernos po- conducta, pues se parte de un efecto (el rasgo),
líticos necesitan, y usan reforzamientos para ver otro efecto o conducta ante el test. A ve-
negativos (en forma de multas, por ejem- ces la predicción efecto-efecto es útil, sobre todo
plo), para el control de conocimientos si no se pueden aislar las variables independientes
personales y de todo tipo de variables am- que originan la conducta. El análisis funcionalis-
bientales que supongan un peligro para ta describe estímulos que anteceden y suceden a
la pérdida de la paz social. la conducta, y cuya posible manipulación permi-
te constatar si es o no productor de aquélla. «Es-
Skinner expuso duras críticas contra otras tamos completamente familiarizados con las des-
teorías contemporáneas a su tiempo. Por ejemplo, cripciones de la conducta en términos de rasgos.
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Personalidad e identidad social / 41
Por esta razón nos resulta muy cómodo describir- defender para evitar las ansiedades, utilizando
la de ese modo. El hecho es que podemos predecir mecanismos de defensa que distorsionan la reali-
y controlar una respuesta mucho más rápidamen- dad. Por esto, la conducta manifiesta tiene poco
te que un rasgo» (Skinner, 1972, p. 229). El rasgo interés en la teoría psicoanalítica, salvo que reve-
será útil por el procedimiento metodológico em- le los procesos y las dinámicas inconscientes del
pleado en su predicción, pero no puede predecir individuo (Mischel, 1977, p. 19). Los mecanismos
por qué se ha emitido una conducta, o cómo se de defensa se convierten en luchas del yo contra
puede modificar. Así, para delimitar el rasgo de los hechos o ideas y originan en el sujeto estados
agresividad el sujeto habrá de emitir conductas de desequilibrio interno, distorsionando o recha-
como pegar, gritar, castigar, etc.; todas ellas se zando tales ideas (Freud, 1946).
engloban unitariamente en el rasgo agresividad. Con fondo psicodinámico, aunque con una
Sin embargo, no se puede decir que todas las con- perspectiva socializada, podríamos citar la con-
ductas agresivas obedezcan a la misma causa. Los cepción que de la personalidad tiene la psicología
rasgos, pues, no nos dicen la causa que origina rusa. Vygotsky, después de criticar las posiciones
una respuesta del sujeto (Labrador, 1984, pp. 55- de la psicología idealista subjetiva y de la llamada
58). psicología objetiva, representada por el conduc-
tismo americano y la reflexología rusa, hace hin-
capié en la naturaleza social de las funciones psí-
2.3. El enfoque psicodinámico quicas mediatizadas por la conciencia (González
Rey, 1984). En este paradigma, el análisis de la
Este enfoque presupone relaciones indirectas personalidad se basa en el estudio de las forma-
entre la conducta observable y el rasgo. El com- ciones psicológicas derivadas de la comunicación
portamiento del individuo, como conducta ex- interindividual. De ahí surge la categoría de vi-
presa, puede mostrarse de una manera específica, vencia, que es concebida como unidad fundamen-
pero puede ser debido a pulsiones internas no tal de la vida afectiva de la personalidad, pues
manifestadas. Por ejemplo, una conducta de su- para que un contenido psíquico se convierta en
misión no necesariamente se debería al mie- regulador del comportamiento ha de poseer una
do, sino a pulsiones de odio oculto o agresividad carga emocional que posibilite la vivencia del su-
que determinará esa sumisión. Este enfoque su- jeto. Se rechaza el concepto de personalidad como
pone que la personalidad fundamental es más o suma de rasgos o propiedades, para afirmar que
menos estable en cualquier situación, su núcleo es un «complejo sistema integrado por formacio-
básico se desarrolla durante la niñez del indivi- nes psicológicas de distinto grado de complejidad,
duo y, en esencia, cambia poco durante su de- las cuales se organizan activamente alrededor de
sarrollo personal. la jerarquía de motivos del hombre, con una par-
Las respuestas que una persona da en una si- ticipación muy activa de la autoconciencia»
tuación determinada reflejan la organización de (González Rey, 1984, p. 4).
su personalidad y los problemas básicos que en Los autores más representativos de este marco
ella existen. Este modelo teórico presupone que teórico lo constituyen Freud, Jung y Murray, cu-
la persona no es consciente de los impulsos de su yos enfoques también han sido calificados como
conducta, que está sometido a determinantes irra- psicoanalítico-psicofilosófico (Bischof, 1964), o
cionales e ilógicos y a pulsiones instintivas de ori- psicoanalítico, analítico y personalista, respecti-
gen sexual y agresivo (Freud, 1923). Los impulsos vamente (Lindzey y otros, 1973). Sea cual sea la
instintivos, en contacto con la realidad, originan etiqueta elegida, estos autores tienen unas carac-
conflictos de los cuales el hombre se tiene que terísticas definitorias comunes del aspecto subje-
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Personalidad e identidad social / 43
lidad se localiza en distintas zonas erógenas. Es- principio del placer. Está dominado prin-
tas fases son: cipalmente por el inconsciente, siendo
muy primitivo. Su fin primordial es alcan-
— En la etapa oral, durante el primer año y zar el mayor placer, y al estar dominado
medio de vida, los órganos sexuales del por el inconsciente es ilógico y amoral.
niño se sitúan en la boca, la lengua y labios, — El yo surge de la modificación social y am-
que son las principales fuentes de placer. biental del ello, contituyendo la parte cons-
— En la etapa anal, hasta el tercer año de ciente del psiquismo que se forma y se rige
vida aproximadamente, el ano es el punto a partir del principio de la realidad. Se va
más importante de tensiones y satisfaccio- estructurando por la integración de las
nes sexuales, asociadas a la retención y percepciones y vivencias que tiene el sujeto,
expulsión de las heces. tanto de su propio cuerpo como de todo
— En la etapa fálica, hacia finales del tercer lo que le rodea. Al guiarse por el principio
año, el papel sexual principal comienza a de la realidad, es el que decide si se debe
ser desempeñado por los genitales. El pene realizar o no una conducta, por lo que en
pasa a ser el objeto máximo de interés para él también se originan la represión y la cen-
ambos sexos. En la etapa fálica se desarro- sura.
lla el llamado complejo de Edipo o Electra, — El super-yo se forma por la asociación de
en alusión a la leyenda griega de personajes imágenes parentales y de autoridad. Se
del mismo nombre, en la cual se aprecia una rige por el principio del bien, y es incons-
doble actitud, más o menos consciente, ha- ciente casi en su totalidad. La parte cons-
cia los padres: por un lado, el deseo por ciente es pequeña y la componen los
parte del niño de eliminar al padre para to- elementos morales que conocemos intelec-
mar su lugar en la relación con la madre, y tualmente. En él surgen los sentimientos
por otro lado el deseo por parte de la niña de autocrítica y culpabilidad del sujeto.
de eliminar a la madre, para tomar su lugar Las representaciones de las ideas del bien
en la relación con el padre. El complejo de y del mal se forman y existen a partir de
castración y la envidia de pene son elemen- la interiorización de las reglas y normas
tos claves en el desarrollo de esta etapa. sociales impuestas al niño.
— La cuarta etapa, la genital, surge al llegar
En el desarrollo de estas estructuras, Freud
la pubertad; es entonces cuando se alcan-
supone que el ello surge en el niño desde el naci-
za la capacidad de orgasmo.
miento; el yo y el super-yo, en un principio, for-
man parte del ello, pero, poco a poco, se van di-
La fijación en cualquiera de estas etapas de la
ferenciando sobre los dos o tres años.
infancia en etapas posteriores puede influir en la
La diferenciación del super-yo ocurre alrede-
personalidad del adulto formado.
dor de los cinco o seis años, y no se establece de
manera firme hasta los diez u once años aproxi-
b) La conducta adulta psicodinámica está
madamente.
gobernada por el conflicto generado entre tres
distintos aspectos de la personalidad: c) Para Freud, los procesos inconscientes de-
terminan la conducta humana y la personalidad.
— El ello es la parte más profunda de nuestro El inconsciente está formado por material instin-
psiquismo; en él están albergados todos tivo y elementos reprimidos por el individuo. Es
los instintos y, por tanto, se rige por el caótico e ilógico, y los procesos que en él se des-
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44 / Introducción a la Psicología Social
encadenan no llegan a la conciencia de forma vo- no evidenciados por el sujeto y, según su conteni-
luntaria. Está en continuo dinamismo, de tal ma- do, puede ser traído a la conciencia con más o
nera que influye permanentemente en la persona. menos dificultad (Portuondo, 1972).
Por su contenido y procesos, el inconsciente El consciente, por el contrario, lo constituyen
no tiene contradicciones, ya que está formado por los elementos que se pueden evidenciar en un mo-
elementos ilógicos. Es atemporal, pues los conte- mento dado. Es el que da sentido de continuidad
nidos permanecen continuamente activos hasta a todo lo que hacemos en nuestra vida, y sólo se
que pueden llegar a la conciencia, donde pierden interrumpe con el sueño. Sus contenidos son muy
fuerza con el tiempo. Trabaja con símbolos, ya limitados, pues es imposible pensar en dos cosas
que no contiene capacidad de abstracción y es en una misma unidad de tiempo y se rige por el
muy primitivo. Lo constituyen procesos psíquicos pensamiento lógico.
En esta representación gráfica podemos hacer- instintivas y las exigencias sociales, y la realiza
nos una idea de la participación y de la influencia por medio de un acuerdo entre ambas. La defensa
de los sistemas en las estructuras psíquicas. permite que se exprese sólo aquello que es
La interacción social a la que está sometido aceptado por la sociedad y que al mismo tiempo
el sujeto es la fuente del castigo y la culpa. Si el nos satisface. Las conductas originadas para la
individuo expresa libremente sus instintos sufre defensa del yo no son dominadas por la conciencia,
la represión de la sociedad; pero si reconoce ple- aunque la expresión del acto de defensa sí lo sea;
namente sus instintos, aunque no los realice en la por ejemplo, el acto instintivo de poseer a la
práctica, sufre sentimientos de culpa. Como los madre sexualmente puede tomar una forma
instintos están actuando continuamente sobre el consciente de estar cerca de la madre y protegerla.
individuo, éste está sometido a continuas tensio- Por tanto, según Freud, la conducta no sólo está
nes de las cuales se tiene que defender, surgiendo motivada, sino que obedece a presiones de
así los mecanismos de defensa del yo. carácter defensivo; se puede, por tanto, concebir
La función del mecanismo de defensa es al hombre como un ser dominado por presiones
aliviar el conflicto creado entre las necesidades internas y externas.
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46 / Introducción a la Psicología Social
interior y fuerzas del exterior. Este estilo biente y de su pasado hereditario; a par-
de vida es único en cada individuo, y las tir de la interpretación de las impresio-
dos fuerzas que en él dominan provienen nes que recibe en su vida, va creando una
de la herencia (las internas) y del ambien- forma de responder y de realizar sus de-
te (las externas) que moldea o interfiere en seos, la cual es diferente para cada suje-
la dirección de los deseos internos. Las to, y es lo que constituye el self del hom-
fuerzas externas a las que el hombre está bre (su ser mismo). El self es original y
sometido después de haber nacido son di- propio, con capacidad de crear algo que
ferentes para cada individuo; por tanto, nunca existió.
no existen dos estilos de vida iguales, ya e) El yo consciente. El hombre se da cuenta
que no hay dos sistemas heredados ni dos en todo momento de por qué hace lo que
ambientes externos iguales. hace. Cuando no advierte algo, no es por-
El estilo de vida de los padres y edu- que existan fuerzas reprimidas que se lo
cadores es lo que influye en el niño. Adler impidan, sino porque el cerebro sólo pue-
(1924) piensa que para una mejor forma- de realizar unas pocas cosas a la vez. Si
ción del estilo de vida en la infancia, las algo se olvida se puede concienciar a vo-
figuras parentales han de constituirse en luntad, y si hay dificultad para ello se debe
un buen modelo. El estilo de vida del al malestar orgánico o a falta de entrena-
adulto depende de los patrones de con- miento. La conciencia se convierte de este
ducta que haya tenido de pequeño. La modo en el núcleo de la personalidad.
excesiva permisividad o el rechazo en el f ) Metas ficticias. Si bien el pasado es im-
niño pueden llevarle a estilos de vida portante para la conducta del individuo,
inadecuados. El niño consentido es pri- es el futuro el que moldea el self del hom-
vado de la posibilidad de desarrollar el bre para lograr algo en cualquier momen-
sentimiento de superioridad dentro de to dado. El hombre parte de su pasado
sí. Cuando alguien no tiene nada por para forzar su estilo de vida y su self crea-
qué luchar, porque todos los problemas tivo, pero, según Adler, «sólo la meta final
le han sido resueltos o disminuidos, no puede explicar la conducta del hombre»
podrá aprender a sobreponerse a las (Cueli y Reidl, 1977).
dificultades que le proporcionará la vida. g) Interés social. Adler afirma que el hombre
Por su parte, el niño rechazado contribuye nace con un interés social. Esta condición
poco al grupo, a causa del rechazo de los innata necesita del contacto con los de-
demás, se toma como modelo a sí mismo más para desarrollarse. El contacto con
y ha de obrar por ensayo y error bajo su los hombres es inevitable y automático,
propia dirección, ya que carece del desde el momento que el hombre, nacido
refuerzo a la conducta adecuada. El del hombre, ha de ser criado con otros
resultado es un estilo de vida indiferente hombres; por tanto, el ser humano está
y apático, con pocas aportaciones a los predispuesto a desarrollarse y relacionar-
demás y poca alegría para sí mismo y se con los demás seres de su misma es-
para los demás. pecie.
d) El yo (self) creativo se basa en la idea
del hombre como estructura dinámica, Las metas ficticias y el estilo de vida están en
unificadora e interpretativa. El hombre continua y estrecha relación. El hombre busca la
es algo más que un producto de su am- superioridad partiendo de su inferioridad, me-
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48 / Introducción a la Psicología Social
b) La necesidad de transcendencia: es el impul- ser social. Para él, el problema del bien y del mal
so a transformarse en individuo fecundo. está presente en cualquier aspecto de la vida y de
c) La necesidad de arraigo: similar a la nece- la personalidad. No cree que haya personas bue-
sidad de relación. Para Fromm, el hom- nas o malas. La personalidad está compuesta por
bre, por su naturaleza, busca una ubica- temperamento y carácter. El temperamento es la
ción sólida en el mundo, y lo consigue a materia orgánica y constitucional con que se nace,
través de la relación con otros hombres. mientras que el carácter se forma por presiones
d) Necesidad de identidad: se basa en cono- sociales. Distingue dos tipos de carácter: el indi-
cer cuáles son sus valores personales, y vidual, y el general o social. El individual se forma
cuáles sus capacidades de proyección. Se a partir de la base biológica, aunque viene in-
consigue por medio del talento individual fluenciado por las aportaciones familiares; el ca-
y de las cualidades productivas. rácter social es moldeado por la sociedad, y a su
e) Necesidad de marco de referencia, por el vez el hombre lo comparte con ella. Las respues-
cual el hombre puede percibir y relacio- tas a los problemas del hombre están en la capa-
narse con los demás, con el mundo. cidad que éste tiene para amar. Amar es una fa-
cultad de la conducta del hombre. El concepto,
El ser humano, por su naturaleza intrínseca y los tipos de amor y sus funciones los especifica
por su relación con la sociedad, se ve rodeado de Fromm en su obra El arte de amar (Fromm, 1970).
contradicciones; él se las ha fabricado y él las pue-
de resolver. Para Fromm, sólo el problema de las
dicotomías existenciales no puede ser resuelto. 3. LA IDENTIDAD SOCIAL
Algunas de ellas las especifica de la siguiente for-
ma: el hombre vive, pero ha de morir; ama la paz, La identidad social es el concepto de sí mismo
pero hace la guerra; desea la libertad, pero busca que la persona deriva a partir de la percepción de
la seguridad; cree ser racional en su comporta- pertenencia o membrecía a distintos grupos so-
miento, pero tiene la necesidad de ser emocional. ciales (Hogg y Vaughan, 2002). Se puede entender
Sin un ideal, sin un fin, el hombre seguiría perdi- también con la percepción individual de aquello
do en las dicotomías de su existencia. definido por el pronombre «nos», que está aso-
Para escapar de las dicotomías se poseen cua- ciado a la interiorización de la membrecía o par-
tro mecanismos que implican relaciones psicoso- ticipación en grupos sociales. Frente a la identi-
ciales con sus congéneres. Los cuatro mecanismos dad personal, que se refiere al conocimiento del
de escape son: sadismo hacia quien depende de él; «yo» derivado de atributos únicos personales, la
masoquismo, por el que la persona se rinde a otro identidad social es esa parte del «yo» que se defi-
más fuerte, o al grupo, para escapar de la soledad; ne por nuestra pertenencia a distintos grupos so-
afán de irracionalidad, de destrucción, que aplas- ciales. Un grupo social se define como un conjun-
ta cualquier fuerza externa como medio de esca- to de personas que mantienen una identificación
par del sentimiento de impotencia; p. ej., la agre- social común, o se perciben como miembros de la
sividad juvenil; automatismo, por el que se acepta misma categoría social.
sin críticas las dicotomías de la vida; el autómata A través de procesos de comparación social,
no goza de ella y no actúa con espontaneidad, y las personas que se perciben como parecidas al
la relación que establece con los demás es imper- sujeto individual se categorizan como pertene-
sonal (Bischof, 1964). cientes al endogrupo. De la misma manera, las
La teoría de Fromm es, más que un modelo personas que difieren del «yo propio» se catego-
teórico, una perspectiva holista sobre el lugar del rizan como pertenecientes al exogrupo. Los dos
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procesos esenciales para la creación de la identi- social son interdependientes. Ambas tienen como
dad social son el proceso de categorización social objetivo el dotar de consistencia al sujeto social y
y el proceso de comparación social (Hogg y Abra- poder explicar, al mismo tiempo, cómo cada in-
ham, 1988). La consecuencia de la categorización dividuo es único y a la vez parte de un grupo
social es el énfasis en las similitudes entre el «yo mayor.
propio» y los otros miembros del endogrupo, y el Esta sección presenta en primer lugar las di-
realce de las diferencias entre el «yo propio» y los ferencias o comunalidades entre ambos concep-
miembros del exogrupo. Esta acentuación de si- tos: la identidad personal y la identidad social.
militudes y diferencias se refiere a actitudes, A pesar de que hay enfoques teóricos que se cen-
creencias, valores, conductas, formas de hablar, tren más en el componente individual que en el
etc. Además, la consecuencia de los procesos de social, ninguno de sus autores contemporáneos
comparación social es la aplicación selectiva de niega el hecho de que conforman una parte esen-
atributos a los grupos en aquellas dimensiones cial del ser social. En los procesos de creación de
que produzcan resultados que mejoren la imagen la personalidad y la identidad personal, el com-
de uno mismo. Por ejemplo, la autoestima se ponente genético expresado en términos biológi-
aumenta a través de evaluar al endogrupo y al cos está potenciado por la experiencia social, ex-
exogrupo en dimensiones que favorezcan positi- presada a través de valores internalizados por la
vamente al endogrupo. persona y sentimientos de pertenencia a grupos
Los procesos de categorización social explican sociales. Posteriormente revisaremos dos cons-
nuestras tendencias a crear estereotipos y valora- tructos de clara relevancia para la Psicología So-
ciones prejuiciosas, y a actuar de forma discrimi- cial, que tienen también mucha repercusión a ni-
natoria (como veremos en capítulos posteriores). vel popular: la autoconciencia y la autoestima.
Estas atribuciones sociales, de las que todos par- Veremos la medida en la que ambos conceptos
ticipamos, establecen nuestra habilidad de gene- están determinados socialmente. Por último, re-
rar activamente una autoestima positiva: al ser visaremos la contribución teórica más relevante
capaces de distinguirnos como grupo de los de- en esta área: la teoría de la identidad social.
más, derivamos una mejor identidad social y, por
tanto, gozaremos de una autoestima elevada.
Además, cuando sentimos nuestra autoestima 3.1. Identidad social e identidad personal
amenazada, promovemos el adjudicar atributos
negativos a los grupos a los que no pertenecemos, Cuando experimentamos y accedemos a ese
generando conductas discriminatorias. estado mental que se denomina como autocon-
Generalmente, el concepto de identidad social ciencia, parece ser que las personas pueden dife-
tiene asociado un conjunto de significados para renciar con facilidad entre lo que se entiende
las personas, ya que se refiere a algo tan privado como identidad social y lo que se entiende como
como el sentido propio de quiénes somos. Sin em- identidad personal. Turner (1976) se encontró que
bargo, este concepto está altamente determinado las personas distinguen fácilmente entre las veces
por los entornos a los que pertenecemos, hasta el que se han comportado de acuerdo con los pre-
punto de que la creación de nuestra identidad vie- ceptos de su «yo verdadero» o su «yo real» y las
ne marcada por la pertenencia a grupos que no veces que sentían estar actuando de forma distin-
hemos elegido y de los que formamos parte sólo ta a la acostumbrada debido a restricciones so-
por virtud de haber nacido en ellos (identidad na- ciales. Sin embargo, las circunstancias bajo las
cional, cultural o regional). Como veremos en cuales las personas consideraban estar actuando
esta sección, la identidad personal y la identidad según su «yo real» eran distintas. Turner se dio
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cuenta que de que, para algunos, el «yo verdade- como los terroristas que actuaron en los atenta-
ro» se manifestaba cuando actuaban siguiendo dos en Nueva York y Madrid, tienen personali-
sus obligaciones sociales. Concluyó que, mientras dades débiles (Sageman, 2004). En estas situacio-
la distinción está clara para todas las personas, lo nes, la teoría de la identidad social (Tajfel y
que cambia es lo que ellos consideran como «yo Turner, 1979) y la teoría de la autocategorización
real» o «yo verdadero». (Turner et al., 1979) indican que un individuo se
Desde la tradición del interaccionismo sim- identificará más con su grupo si su autoconcep-
bólico (Cooley, 1902; Mead, 1982), la teoría de to personal, su idea de sí mismo, es parecido al
la autoverificación indica que las personas crean miembro prototipo del grupo. Cuanto más se pa-
y reafirman su identidad a partir del trato que rezca la persona al grupo (real o percibida cer-
reciben de los demás. Desde esta perspectiva, la canía), mayor identificación con éste. Esta iden-
identidad personal parte esencialmente de la re- tificación producirá mayor dedicación de la
troalimentación social y tiene funciones socia- persona hacia el grupo, en la medida en la que
les importantes. Una vez formada, las perso- se perciba como un miembro valioso de éste
nas usan su identidad para guiar su conducta (Hogg y Hardie, 1991). Este proceso de identifi-
y predecir la conducta de los otros hacia ellos, cación puede llegar a procesos de despersonali-
manteniendo así la percepción de un mundo zación, si llega a ser extremo. Los miembros del
coherente. grupo se perciben como prototípicos del grupo
La identidad personal se refiere a las propieda- y, por tanto, intercambiables con otros miembros
des del individuo, mientras que la identidad social (Turner et al., 2006). La teoría explica cómo in-
se refiere a los grupos de los que los individuos dividuos despersonalizados, o con una identidad
forman parte, como el ser español, o católico, o personal baja, pueden ser objeto de manipula-
padre. Ambas identidades, la personal y la grupal, ción, o pueden seguir órdenes del líder sin cues-
forman parte integral de cómo conformamos nues- tionar su validez.
tra concepción de quiénes somos, de nuestra per- Una propuesta interesante parte de Swann et
sona. Sin embargo, la separación entre las dos es al. (2009), que defienden que cuando las personas
relativamente sencilla. De la misma manera en que se fusionan con un grupo no pierden su identidad
existe una barrera física (la piel) que separa nuestro personal a favor de su identidad grupal, ni se ven
cuerpo del mundo exterior, existe una barrera psi- como miembros no-diferenciados del grupo. Al
cológica (el yo – el otro) que separa nuestra iden- contrario, este tipo de persona que se identifica
tidad personal de la identidad de los demás. mucho con el grupo pueden mantener un sentido
Hay situaciones en las que esta barrera psi- muy fuerte de su identidad personal, y cuando
cológica del yo – el otro se borra, y el grupo se estén motivados pueden tomar acciones radicales
percibe como equivalente a la persona. Estas si- en nombre del grupo.
tuaciones son más comunes entre los miembros El tener una identidad social particular signi-
de grupos relacionales (amigos, familia), donde fica sentirse parte de un grupo específico, ser
las relaciones personales son muy intensas; sin como los otros del grupo y ver la vida desde la
embargo, también pueden pasar en situaciones perspectiva del grupo. Esta identidad social lleva
colectivas, donde los participantes ni siquiera también asociada un conjunto de expectativas
conocen a todos los miembros del grupo (grupos asociadas a la posición de la persona en el grupo,
políticos, seguidores de un equipo de fútbol...). que requiere coordinación y negociación en las
Por ejemplo, desde la teoría de la identidad interacciones con los otros miembros del grupo.
social se ha entendido que aquellas personas que La identidad personal se refiere a las preguntas
cometen actos extremos en nombre de su grupo, que nos surgen por nuestra condición de seres so-
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Personalidad e identidad social / 51
ciales o personas. Muchas de esas preguntas se Según la teoría sobre la autoconciencia, las
repiten en distintos momentos de nuestra vida personas en estado de autoconciencia tienden
(¿quién o qué soy?), y aunque las respuestas cam- a evaluar su conducta específica o su apariencia
bian, la investigación psicológica social apunta física siguiendo unos estándares de las normas
que hay cierta consistencia, percibida o real, en sociales muy internalizados. Estos estándares
las respuestas que damos. marcan cuáles son los atributos, conductas o apa-
riencia que deben ser aplicables en cada situación
específica. Los individuos sienten malestar cuan-
3.2. Autoconcepto y autoestima do perciben una discrepancia entre las normas a
seguir y los atributos específicos de la persona en
El autoconcepto se refiere al sentido unitario ese momento (Duval y Wicklund, 1972). Los es-
que tenemos como personas. Generalmente, nues- tudios indican que en aquellas situaciones con un
tra atención está centrada en lo que pasa en el elevado grado de autoconciencia, las personas
ambiente, y en cómo responder a las demandas tienden a incrementar su conformidad a normas
que éste nos plantea. Hay ocasiones, sin embargo, sociales (Macrae et al., 1997).
en las que otros estímulos pueden tornar el foco La teoría de la autoconciencia distingue tam-
de nuestra atención hacia nosotros mismos, por bién entre dos tipos de autoconciencias: el yo pri-
ejemplo al vernos en un espejo, o cuando en una vado y el yo público (Carver y Scheir, 1981). To-
relación interpersonal nos dan retroalimentación mamos conciencia del yo privado a través de
sobre nuestra conducta. Estos momentos de auto- sensaciones corporales, emociones, sentimientos
evaluación, en los que tomamos conciencia de y pensamientos. Estas actividades no son visibles
nosotros mismos como objetos, son experiencias al exterior, por otras personas. Por el contrario,
de valoración de nuestro autoconcepto. El auto- el yo público se refleja en la conducta de la per-
concepto es una construcción fundamental que sona, su forma de hablar, su apariencia física y
refleja nuestro propio sentido de conciencia, de demás atributos visibles hacia los demás. Ambas
pertenencia social y de nuestra identidad. Sin em- autoconciencias no son excluyentes: las personas
bargo, a pesar de lo importante de su papel, no pueden tener alta conciencia pública y alta con-
solemos tenerlo presente todo el tiempo. Por el ciencia privada, o al revés.
contrario, solemos explorar o revisar nuestro La investigación en esta área indica que los
autoconcepto en respuesta a demandas del exte- individuos varían en la medida en la que atienden
rior, que varían dependiendo de nuestra persona- a aspectos de su yo privado o su yo público. Las
lidad y de la situación o momento vital por el que personas que obtienen altas puntuaciones en las
estemos pasando. escalas de autoconciencia privada intentan man-
El autoconcepto se refiere, por tanto, a ese tener la congruencia entre sus ideales y estándares
constructo que integra nuestras disposiciones bá- de conducta internos, con su comportamiento en
sicas y que está estructurado en base a distintos la vida real. De esta manera, al reflejar en su con-
componentes. En primer lugar, el autoconcepto ducta las actitudes personales, consiguen salva-
cuenta con un núcleo personal de significado de- guardar o mantener una autoimagen consistente,
nominado «el sí mismo», que tiene la función de a partir de la cual pueden derivar autoestima po-
organizar fenómenos psicológicos y sociales con sitiva. Por el contrario, las personas que obtienen
la finalidad de regular el comportamiento inter- puntuaciones elevadas en autoconciencia pública
personal. Este núcleo posibilita que seamos com- tienden a orientar su conducta en base a cómo
petentes en el mundo social (Cross y Madson, pueden generar una imagen positiva en los demás.
1997). Estas personas valoran más el mantener una ima-
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gen consistente frente a los demás, que mantener La autoestima social sería el grado de estima
consistencia entre sus actitudes y conducta. El proporcionado por la autoimagen que la persona
éxito para este grupo de personas depende de deriva de los grupos a los que pertenece (endo-
cómo le perciban los demás, su grupo de referen- grupos). Así, cada uno de los miembros de un
cia y su imagen pública. Por tanto, su autoestima grupo específico se esforzaría en generar una
estará reforzada si esta percepción del yo público autoimagen positiva y en buscar activamente ca-
es buena. racterísticas positivas que les identifiquen. Desde
El autoconcepto incorpora también una ima- la teoría de la identidad social (Tajfel y Turner,
gen corporal que explora cómo uno se ve a sí 1979) se explica también cómo los grupos, en este
mismo en cuanto al aspecto físico y corporal, proceso de generar una autoimagen positiva, in-
sensaciones, gestos y expresiones. A su vez, el tentan encontrar atributos negativos sobre los
autoconcepto se nutre de un constructo que pro- demás grupos (exogrupos). Estas dinámicas se
porciona estabilidad a las personas: la identidad desarrollan aunque no exista un conflicto real
personal. El sentido de identidad nos proporcio- entre los grupos. La hipótesis de autoestima ex-
na información sobre la permanencia de nuestras plica cómo la discriminación entre uno o varios
características específicas y únicas. Además, la grupos se produce por los deseos de sus miem-
identidad personal se encarga de agrupar las va- bros de mantener una identidad positiva, que a
loraciones cognitivas sobre uno mismo, o la auto- su vez genere una autoestima positiva, aunque
conciencia, y las valoraciones de las conductas para ello necesiten generar atributos negativos en
realizadas, o la autoeficacia. La autoconciencia, otros grupos a los que no pertenecen.
la autoeficacia y los juicios afectivos sobre noso- La necesidad de autoestima positiva es consi-
tros mismos es lo que definimos como autoesti- derada como un factor motivacional fundamental
ma (García, 2011). para el ser humano, la cual se ve satisfecha por
El autoconcepto sería entonces la representa- una evaluación relativamente positiva del propio
ción general que tenemos de nosotros, el cons- grupo de pertenencia. Los miembros de los gru-
tructo que nos dota de continuidad en la expe- pos intentan dar coherencia a su pertenencia para
riencia de uno mismo. La autoestima, por otro preservar una autoimagen positiva.
lado, es algo más específico que el constructo de
autoconcepto. En este capítulo definimos la auto-
estima como la medida en la cual uno se aprecia, 3.3. Teoría de la identidad social
valora, aprueba o se gusta a sí mismo (Blascovich
y Tomaka, 1991). Es lo que «yo» pienso y siento Como hemos ido adelantando en esta sección
sobre mí. La autoestima influye, de este modo, en del capítulo, la identidad social es ese sentimien-
nuestra manera de ser, de estar, de actuar en el to de pertenencia (por ejemplo, pertenencia a
mundo y de relacionarnos. La autoestima, a pesar una hermandad, ser hincha de un equipo de fút-
de su marcado carácter personal, incluye un com- bol, etc.) que trae consigo unas valoraciones po-
ponente social muy importante, ya que tiene mu- sitivas para la persona. Según hemos dicho, la
cho que ver con cómo nos ven los demás. Está identidad social sería la parte del autoconcepto
relacionada con el prestigio social (o falta de que es fruto de la pertenencia a grupos sociales,
éste), ya que, en gran medida, se nutre de la acep- y la valoración que nosotros le damos a esa per-
tación y el valor que los demás tienen sobre la tenencia. Cuando nos definimos como pertene-
persona. Es la suma de la autoconfianza, el reco- cientes a un grupo, a su vez estamos definiendo
nocimiento de la propia competencia y la consi- los grupos a los que no pertenecemos. Esa ten-
deración que cada uno tiene de sí mismo. dencia de colocar a las personas en grupos es lo
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Personalidad e identidad social / 53
que hemos ya definido como categorización so- pertenencia grupal. Distintos contextos sociales
cial. Estos procesos de categorización fuerzan a harán que un individuo piense, sienta y actúe en
resaltar las diferencias entre las categorías (gru- base a distintas identidades que estén relaciona-
pos) y exagera las semejanzas entre los miembros das con su ámbito personal, su posición familiar
del mismo grupo. o su nacionalidad. Estos distintos «niveles del yo
La teoría de la identidad social se puede des- propio» (Turner et al., 1987) a su vez correspon-
cribir como una teoría que intenta predecir la den a distintas identidades sociales. En esta línea,
conducta intergrupal partiendo de la percepción Tajfel y Turner hablan del endogrupo como aquel
de estatus, legitimidad y permeabilidad del con- grupo de referencia al que pertenecemos, y deno-
texto intergrupal. Sin embargo, esta teoría tam- minan exogrupo al grupo del cual nos queremos
bién puede proporcionar respuestas sobre la con- diferenciar a través de ejercicios atributivos y eva-
ducta social, en general, a través de su teorización luativos (estableciendo estereotipos y prejuicios).
sobre la categorización social. La teoría de la identidad social afirma que la per-
La teoría explica cómo la conducta social tenencia a los grupos lleva a las personas a cate-
puede variar dentro de un continuo que va desde gorizar al endogrupo de manera más favorable,
la conducta interpersonal a la conducta intergru- de manera que se favorece al endogrupo a costa
pal. La conducta interpersonal sería aquel com- del exogrupo.
portamiento determinado exclusivamente por las La teoría de la identidad social intenta pro-
características individuales y la relación interper- porcionar las bases cognitivas y motivacionales
sonal que existe entre las dos personas que inter- para la diferenciación intergrupal. Esta teoría se
actúan. La conducta intergrupal sería el com- desarrolló a partir de los experimentos de Tajfel
portamiento emitido por la pertenencia a una y Turner (1979), y en su momento se formuló
categoría social relevante que se aplica en una para dar respuesta a las bases psicológicas de la
situación determinada. En este último caso, la discriminación grupal. Tajfel y sus compañeros
identidad social del individuo juega un papel (1971), a través de una serie de experimentos, in-
esencial. En situaciones reales, es muy difícil en- tentaron establecer las condiciones mínimas que
contrar conductas puramente interpersonales o llevarían a los miembros de un grupo a discrimi-
puramente intergrupales. En general, la conducta nar a favor de su propio grupo, y en contra de
social se deriva de un compromiso entre los dos otro grupo al que no pertenecieran. Los estudios
extremos presentados. de Turner y Tajfel (1986) sobre el grupo mínimo
La teoría de la identidad social ha tenido mu- mostraron que el simple hecho de categorizarse
cho impacto en el estudio de los grupos, y en la como miembros del mismo grupo era suficiente
Psicología Social en general. Sus supuestos se han para mostrar favoritismo endogrupal. Estos estu-
comprobado en muchos contextos distintos, y ha dios son ilustrativos de los conceptos que la teoría
aportado formas distintas de trabajar y superar explica (Turner, 1982). En un contexto experi-
evaluaciones prejuiciosas, estereotipos, afrontar mental, usando campamentos de verano, los ni-
negociaciones e, incluso, valorar la importancia ños fueron asignados a grupos de una manera
del uso del lenguaje. La teoría ilumina procesos aleatoria. Los grupos fueron asignados según ras-
de cambio social que son aplicables al contexto gos distintivos que intentaban ser lo menos signi-
laboral (Haslam, 2001). ficativos posible. Como parte de sus actividades,
La teoría propone que una persona no tiene los escolares tenían que asignar puntuaciones de
solamente un «yo propio», una conciencia única forma anónima a miembros de su equipo y del
de quién es, sino que tiene distintos «yos» que equipo contrario. El estudio concluye que incluso
corresponden a círculos distintos o inclusivos de las mínimas condiciones de pertenencia grupal
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54 / Introducción a la Psicología Social
fueron suficientes para generar respuestas que fa- cutida anteriormente, hay jerarquías adi-
vorecieran a los miembros del endogrupo. Los cionales en la organización de nuestra
participantes dieron claramente más puntuación identidad. Por ejemplo, nuestra identidad
a los miembros de su propio equipo, manifestan- como ciudadano español es más abstrac-
do, por tanto, favoritismo endogrupal. ta que nuestra identidad personal.
Tajfel y Turner (1979) identificaron tres va- b) La identidad es un constructo relativo
riables que son particularmente importantes res- que cobra relevancia cuando se compara,
pecto al favoritismo hacia el endogrupo: y se evalúa, en referencia a otras identi-
dades dentro del mismo nivel de abstrac-
a) La medida en que los individuos se iden- ción. Por ejemplo, nuestra identidad per-
tificaban con el grupo y, por tanto, inter- sonal como individuos únicos se hace en
nalizaban la membrecía grupal como par- referencia a la comparación con los otros
te de su autoconcepto. individuos, usando como referencia atri-
b) La medida en la que el contexto da infor- butos que pertenecen al endogrupo co-
mación para comparar entre los grupos. mún. Por ejemplo, nuestra identidad re-
c) La percepción de relevancia del grupo gional sólo cobra sentido cuando se
contra el que se compara, que estará re- compara con la de otras regiones (iden-
lacionada con la percepción de estatus del tidad catalana o andaluza).
endogrupo. c) La identidad saliente en un contexto de-
terminado está en función de facilidad per-
Los individuos estarán más predispuestos a sonal para adoptar dicha identidad, y que
mostrar favoritismo cuando el endogrupo forma ésta sea apropiada en un contexto social
parte central en su forma de autodefinirse, si su determinado. La persona dispone de un
identidad social es muy saliente. Esto será más conjunto de identidades a su disposición
importante si la comparación es significativa y se que no son excluyentes, ya que somos
resuelve en términos positivos para la persona. miembros de muchos grupos sociales (ba-
Las personas, después de ser categorizadas sados en género, orientación política, pro-
como pertenecientes a un grupo, intentan consis- fesión, posición familiar, etc.), pero no to-
tentemente conseguir una autoestima positiva dos los grupos son psicológicamente
como parte de esta membrecía. La autoestima relevantes al mismo tiempo. La habilidad
positiva se consigue a través de diferenciar posi- para adoptar una identidad determinada
tivamente al endogrupo en la comparativa con el depende de los valores generales de la per-
exogrupo, en cualquier dimensión que sea rele- sona, de sus motivos, de los objetivos mar-
vante en ese contexto. Esta búsqueda de distin- cados por la situación, etc.
ciones positivas significa que el sentido de quiénes
somos está definido en términos de esta pertenen-
cia a un grupo mayor. 4. PERSONALIDAD E IDENTIDAD:
Por último, la teoría parte de tres supuestos SU IMPACTO EN LO COTIDIANO
centrales:
Como hemos visto a lo largo de este capítulo,
a) Las identidades se pueden construir in- la personalidad y la identidad son dos conceptos
cluyendo distintos grados sociales. A pe- que el individuo entiende como únicos e intrans-
sar de la distinción fundamental entre feribles. Sin embargo, la investigación en el área
identidad personal e identidad social dis- de Psicología Social muestra que hay patrones de
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Personalidad e identidad social / 55
conducta que se repiten, o siguen patrones prede- normal, la psicología prefiere darle el nombre de
cibles que han permitido que los teóricos en la conducta desadaptada (Sarason, 1966, 1972).
materia establezcan teorías predictivas sobre Las causas de desajuste de la personalidad son
nuestra personalidad, y nuestro propio entendi- analizadas de diferentes formas según los distintos
miento sobre quiénes somos. enfoques teóricos. Por ejemplo, desde la escuela
En esta ultima sección se introducen dos áreas psicodinámica se admite que los procesos menta-
de estudio en los que estos constructos presenta- les son el punto de unión entre el medio ambiente
dos (la personalidad y la identidad) proporcionan y la conducta expresada por el individuo. Los pro-
explicaciones mayores sobre cómo organizamos blemas de la conducta individual y social provie-
la sociedad y nos adjudicamos una posición en nen de la falta de armonía interna en el interior
ella. de la persona. Por otro lado, la teoría funciona-
lista indica que la conducta desadaptada es pro-
ducto de un desajuste entre los estímulos recibidos
4.1. Normalidad y anormalidad por el sujeto y las respuestas que en él se suscitan.
en la personalidad La modificación de la conducta consistiría en dar
oportunidades al sujeto para la adquisición de res-
El individuo vive en una sociedad y está sien- puestas ajustadas a los estímulos ambientales. Por
do continuamente evaluado por él mismo y por tanto, es posible prevenir el desajuste y control de
aquélla. Esta evaluación permanente origina una la sociedad (Skinner, 1978, pp. 3-44).
dinámica constante de ajuste del comportamien- Por último, la teoría psicosocial achaca la de-
to individual a lo social, con el fin de permanecer sadaptación al conjunto de fuerzas sociales que
dentro de los límites tolerados por ella. Estos lí- interactúan sobre el individuo de forma conti-
mites constituyen lo que se ha venido en llamar nua. Los trastornos de personalidad son produc-
la «normalidad». El concepto podría ser enfoca- to de reacciones de adaptación al medio con li-
do desde varios puntos de vista, tanto desde la mitaciones biológicas y constitucionales del
estadística como el funcional, social, clínico o ju- individuo (Sarason, 1972, pp. 104-177). Para de-
rídico. Muchas conductas que no son «norma- limitar las causas es necesario analizar factores
les», desde una perspectiva social o estadística, sociológicos, raciales, económicos, culturales, ro-
tampoco son rechazadas por la sociedad. Tal es les y, sobre todo, las relaciones interpersonales
el caso de la extravagancia de ciertos ídolos po- que se dan en los grupos a los que pertenece el
pulares, el travestismo, la conducta «despistada» individuo. En este sentido, Moreno (1959) ad-
de los «sabios», etc. Muchas de estas manifesta- vierte que gran parte de la socio y psicopatología
ciones son aceptadas por la sociedad en general puede ser debida al insuficiente desarrollo de la
porque no suponen un peligro, ni para las perso- espontaneidad. Ésta es la capacidad individual
nas que las emiten ni para el ambiente donde se que menos se ha desarrollado en el sujeto, pues
expresan. se ve inhibida por las instituciones y los grupos
El concepto de normalidad está sujeto a varia- sociales y culturales.
bles históricas y varía de una época a otra. La Tanto la sociedad como la propia persona se
necesidad de control se ejerce en función de la fre- pueden interesar por su estado de desajuste; el
cuencia en la emisión de las conductas, los valores mismo individuo lo hace cuando denuncia públi-
sociales, las expectativas y la apreciación de per- camente su malestar a la sociedad, es decir, a to-
misividad. También el concepto cambia según las dos los que le rodean. La sociedad se ocupa del
teorías dominantes en la ideología social del mo- desajuste cuando éste plantea problemas. El gra-
mento. De ahí que, en vez de utilizar el calificativo do de intervención social en la problemática indi-
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56 / Introducción a la Psicología Social
vidual depende de la magnitud del desajuste o tructo de la independencia de uno mismo en las
anormalidad presentada. culturas individualistas, y el constructo de la in-
terdependencia en las culturas colectivistas. Según
esto, el sentido de independencia se construye en-
4.2. Impacto cultural en la identidad tendiendo a la persona como un ser autónomo,
definido en términos abstractos que se refieren a
La identidad cultural ha sido objeto de estu- atributos internos, como habilidades, actitudes y
dio desde varias perspectivas contemporáneas. En rasgos personales (Markus y Kitayama, 1991). El
la última década se ha generado un consenso des- sentido de interdependencia, por el contrario, se
de las ciencias sociales que presentan al sujeto construye socialmente y se define en términos de
como un individuo coherente con un conjunto de relaciones con los otros, pertenencia grupal y
identidades culturales. Estas identidades pueden asignación de roles.
ser sujeto de distintas condiciones, como la loca- Una de las críticas a esta perspectiva cultural
lidad geográfica, género, raza, nacionalidad, de la identidad parte de que el preservar una iden-
sexualidad, religión y otras. Esta división cultural tidad cultural se basa en la recreación de las dife-
puede ser muy específica en contextos con mucha rencias. Al mantener y explicar las maneras en las
diversidad demográfica, como Canadá o Estados que somos diferentes, enfatizamos demasiado las
Unidos. diferencias, el hecho de que no somos iguales.
La cultura puede entenderse como un depó- Esto, como hemos visto a nivel grupal a través de
sito histórico a partir del cual podemos generar y la teoría de la identidad social, puede generar di-
dar forma a nuestra identidad. De alguna mane- visiones forzadas en la sociedad. Otras perspecti-
ra, se puede entender como un grupo social muy vas, como la interculturalidad o el cosmopolitismo,
amplio que dota a sus miembros de una serie de hacen que los individuos participen de mayor ma-
estándares normativos implícitos que explican nera en el colectivo social, y se sientan más par-
cómo ser una persona socialmente competente. tícipes de una concepción ciudadana compartida.
Triandis (1995), por ejemplo, distingue a nivel ge-
neral entre las culturas individualistas (las occi-
dentales) y las culturas colectivistas (las orienta- 5. CONCLUSIÓN
les). Esta categorización es difícilmente válida hoy
en día, debido a la complejidad interna de las so- A lo largo del desarrollo de este capítulo el
ciedades y al efecto de la globalización. Sin em- lector habrá podido comprobar que la expresión
bargo, sí hay elementos clave que son típicos de popular de tener una gran personalidad, o que se
las culturas colectivistas, como la subordinación carece de ella, aparte de suponer una excesiva
de los objetivos individuales a los objetivos gru- simplificación descriptiva tiene poco que ver con
pales con el objetivo de conseguir la mejor posi- una concepción psicológica del término. Cosa di-
ción del grupo. De la misma manera, la primacía ferente sería el calificarla de bien estructurada,
de los objetivos individuales, frente a los grupales, desarrollada, equilibrada o, como la denomina
y los logros para mejora la posición individual, Allport, madura.
son generalmente considerados elementos básicos El tema de la personalidad ha sido y es uno
de las culturas individualistas. de los puntales de la Ciencia Psicológica y Social.
Se han observado también diferencias cultu- El término se refiere a aquellas tendencias con-
rales importantes referidas al contenido y la es- ductuales o formas de ajuste a la realidad que
tructura de la identidad de las personas (Kashima tiene un individuo y que vienen determinadas por
et al., 2001). Estas diferencias se refieren al cons- la confluencia de procesos internos y ambientales.
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Personalidad e identidad social / 57
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Percepción social y atribución causal
JOSÉ ANTONIO CANTILLO GALINDO
M.ª REYES BUENO MORENO
3
1. Introducción.
2. La percepción de personas.
3. Formación de primeras impresiones.
4. Percepción de la personalidad.
5. Factores que influyen en la percepción de personas.
6. Consecuencias de la formación de impresiones y de la percepción de personas.
7. Percepción de causalidad: la atribución causal.
1. INTRODUCCIÓN pués poder establecer atribuciones e inferencias
(Heider, 1958) que nos permiten construir nuestra
Poder predecir los sucesos que ocurrirán en realidad social.
nuestro ambiente y adivinar el comportamiento Las investigaciones relativas al estudio de las
o las reacciones de las personas con las que en personas estuvieron vinculadas en un primer mo-
mayor o menor medida interactuamos, es esencial mento a los estudios sobre percepción social o
para nuestra supervivencia como individuos y es- percepción de objetos. Eso fue así porque ambos
pecie. Está claro que si no pudiéramos anticipar tipos de percepciones tienen elementos en común:
y predecir las reacciones de los demás de una ma- se organizan y estructuran a través de categorías,
nera general, y de determinadas personas en una y de esa forma guían nuestra percepción; presta-
situación particular, estaríamos en desventaja mos atención a los aspectos estables, y así pode-
para disponer de nuestras acciones. Sin embargo, mos realizar predicciones sobre los acontecimien-
antes de que la persona pueda realizar prediccio- tos y les otorgamos significado a los estímulos
nes o acciones, ya que al fin y al cabo la percep- percibidos.
ción social se traduce en conductas (Dijksterhuis No obstante, también existen diferencias entre
y Bargh, 2001), debe poseer una correcta percep- percepción social y percepción de personas. La
ción del entorno en el que se desenvuelve. principal es que las personas son agentes activos
Por percepción de social entendemos el pro- y con capacidad de influir en su medio, y son a la
ceso mediante el cual la persona llega a conocer vez objetos y sujetos de análisis (tiene capacidad
a los demás (personas, grupos o instituciones) y de reacción ante los demás); comparten caracte-
a concebir sus características, cualidades y esta- rísticas de semejanza, por lo que podemos inferir
dos. Es difícil estudiar este tema sin hacer referen- ciertos rasgos de los demás en función de la pro-
cias a otros tópicos de Psicología Social. Es habi- pia experiencia (a pesar de que las personas po-
tual que esta temática se investigue con temas seemos muchos atributos no observables exter-
como emoción, atribución, categorización social namente que dificultan hacer una evaluación
y estereotipos. Al fin y al cabo, al percibir a una precisa y clara).
persona, en primer lugar, reconocemos sus emo- Las primeras investigaciones sobre percepción
ciones y posteriormente nos formaremos una im- social, influenciadas por el paradigma experimen-
presión sobre ella sirviéndonos de estereotipos, talista gestaltista en la década de los cuarenta, se
categorías y prototipos (Kunda y Thagard, 1996; centraron en los procesos cognitivos implicados
Taylor, Fiske, Etcoff y Ruderman, 1989), para des- en la percepción social; es decir, se deseaba cono-
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62 / Introducción a la Psicología Social
cer qué factores influían en la exactitud de los Los estudios sobre percepción social tienen un
juicios sobre rasgos de personalidad (Moya, punto de inflexión en un simposio celebrado en
1995). Posteriormente, la preocupación se fue la Universidad de Harvard (Jones, 1990). A partir
desplazando hacia el proceso de percepción pro- de esta fecha, el estudio de la percepción de per-
piamente dicho, concebido ya como un fin en sí sonas toma entidad propia, separándose así de un
mismo y no como un medio para conseguir obje- área más extensa que es la percepción social, que
tivos externos al propio proceso, como por ejem- incluye el estudio de las influencias sociales sobre
plo conocer la exactitud de los juicios. Los traba- la percepción de objetos no sociales (Moya, 1995).
jos de finales de los cuarenta y principios de los Jones (1988) comenta que si las personas respon-
cincuenta de Asch analizaban cómo el perceptor, den al contexto que perciben, y si otras personas
a partir de unos sencillos datos que describen a constituyen en gran medida ese entorno, entonces
otras personas, llega a conclusiones firmes sobre es importante estudiar cómo las personas son per-
cómo son esas personas. Estos estudios otorgan cibidas; por ello es necesario considerar cinco lí-
relevancia al proceso perceptivo en sí y no a la neas de investigación sobre el perceptor:
exactitud perceptiva.
A mediados de la década de 1950 emerge la 1. Como lector de emociones.
corriente New Look, representada por Bruner y 2. Como un buen juez de personalidad.
cols., quienes reforzaron la línea de estudio inicia- 3. Como integrador de la información.
da por Asch. Esta perspectiva concede un pa- 4. Como atribuidor de causas.
pel preponderante a las motivaciones y valores del 5. Como actor motivado.
perceptor (Higgins y Bargh, 1987) e insisten en
el carácter selectivo y activo de la percepción, al
presuponer que el perceptor se enfrenta a la rea- 2. LA PERCEPCIÓN DE PERSONAS
lidad con unas hipótesis previas que quiere con-
firmar. En el experimento clásico de Bruner y La percepción, tanto de nuestro ambiente so-
Goodman (1947) se concluye que la percepción de cial como de nuestro ambiente físico, implica la
personas —e incluso la de objetos— puede depen- selección y codificación de gran cantidad de da-
der fuertemente de los valores sociales asignados tos que nos llegan del exterior, reduciendo así su
a los objetos y de los orígenes sociales de las per- complejidad para que sea más fácil su alma-
sonas. En este estudio participaron dos grupos de cenamiento y recuperación posterior. Sin embar-
niños estadounidenses de 10 años de edad. Uno go, también supone la base para la elaboración
era de clase social baja y otro de clase alta. A los de inferencias que nos permitan realizar predic-
niños se le presentaban monedas de 1, 5, 25 y 50 ciones sobre los acontecimientos futuros. De
centavos, y tenían que proyectar en una pantalla esto se deduce que el proceso perceptivo posee
los focos de luz que correspondían al tamaño dos características esenciales: se trata de un pro-
de las monedas. Los resultados mostraron que los ceso selectivo y activo.
niños de clase baja tendían a proyectar focos de Es un proceso selectivo porque las personas
luz más grandes para las monedas de mayor valor no registran indiscriminadamente los estímulos
que los de clase alta. Además, cuando en vez de procedentes del exterior, sino que atienden a al-
monedas se les mostraban círculos de cartón gunos aspectos de los mismos y pasan por alto
de igual tamaño que las monedas, los niños no otros (Taylor et al., 1989). Esto es debido a dos
aumentaban el tamaño de los círculos más gran- motivos fundamentales: el primero es que sería
des y no aparecían diferencias perceptivas entre imposible recoger el enorme caudal de informa-
los niños de las dos clases sociales. ción que inunda a los sentidos, y el segundo es
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Percepción social y atribución causal / 63
que no toda la información estimular tiene el de quienes las observan para que ésta resulte me-
mismo grado de importancia para las personas jor. Estamos hablando del fenómeno de manejo
(Bruner, Shapiro y Tagiuri, 1958). En virtud del de la impresión o de la autopromoción, que abor-
carácter activo, las personas elaboran la infor- daremos posteriormente.
mación adquirida para generar estructuras cog- Con todo ello, definimos percepción de per-
nitivas que les permitan ser proactivas —no me- sonas como el proceso mediante el cual los huma-
ramente reactivas— frente a la información nos llegamos a conocer a los demás y a concebir
obtenida, lo que quiere decir que, cuando se pro- sus características, cualidades y estados interiores.
duce su llegada, las personas ya tienen una idea Esto incluye todos los procesos cognitivos me-
aproximada acerca de ella, lo que facilita su asi- diante los cuales elaboramos juicios relativamen-
milación y manejo. te elementales acerca de otras personas, sobre la
Esas estructuras que elaboramos las conoce- base de nuestra propia experiencia o también a
mos en Psicología Social bajo el nombre de ca- partir de las informaciones que nos proporcionan
tegorías, y el proceso mediante el que se forman otras personas (Grau y Agut, 2002).
proceso de categorización. Éste es un proceso de Este proceso de percepción comprende los si-
unificación o agrupamiento de objetos y aconte- guientes tres aspectos:
cimientos sociales en función de las acciones, in-
tenciones o sistemas de creencias de un individuo 1. Reconocimiento emocional, en el sentido de
(Tajfel, 1981). En definitiva, apoyamos la idea de que tanto nuestras expresiones verbales
Bruner (1957) de que la categorización es un pro- como las no verbales comunican nuestro
ceso básico casado con la percepción. Hemos estado de ánimo. De hecho, la manifesta-
dicho que el proceso de categorización acelera la ción física de ciertas emociones como la
asimilación y manejo de lo percibido, pero tam- ansiedad (a través de la sensibilización de
bién tiene sus costes. Entre los más estudiados y mucosas, microexpresiones faciales, la va-
apoyados empíricamente encontramos el incre- sodilatación capilar, facial, etc.), es muy
mento de la semejanza entre los elementos de la utilizada en la detección de testimonio fal-
misma categoría y de las diferencias entre ele- sos (Baron y Byrne, 1998).
mentos de categorías diferentes (Taylor et al., 2. Formación de impresiones, proceso me-
1989). Sin embargo, no todo lo codificamos en diante el cual nos formamos imágenes
forma de categorías. Srull y Wyer (1979, 1980) relativamente coherentes de los otros a
mostraron cómo la probabilidad de que un com- partir de la multiplicidad informativa re-
portamiento esté codificado en términos de ca- cibida. Estas impresiones pueden estar
tegoría depende de la accesibilidad relativa de más o menos elaboradas, como veremos
esa categoría en la memoria (en las categorías más adelante.
poco accesibles no suelen codificarse percepcio- 3. Atribuciones causales, mecanismo me-
nes importantes). diante el cual explicamos la causa de las
Las peculiaridades o diferencias de la percep- conductas que observamos en los demás
ción de personas respecto a la de objetos obligan a partir de la información que nos pro-
al perceptor a esforzarse por descubrir las inten- porciona el contexto, el conocimiento de
ciones de la o las personas percibidas y le dan la persona percibida y nuestra propia ex-
pistas adicionales sobre ellas. Esto hace que la periencia.
percepción de personas tenga un carácter estraté-
gico, en la medida en que las personas que se sa- Seguidamente profundizamos en los dos últi-
ben observadas intentan modificar la percepción mos aspectos citados.
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64 / Introducción a la Psicología Social
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Percepción social y atribución causal / 65
ciones siguiendo el paradigma experimental que contexto y periférico en otro, porque varía su
exponemos seguidamente. significado. Es decir, estos rasgos, lejos de poseer
En primer lugar, pedía a los sujetos experi- un significado propio, se interpretan a la luz de
mentales que leyeran atentamente la descripción conocimiento que una persona haya almacenado
de una persona por medio de una lista de los ras- acerca de la gente, las conductas y las situaciones
gos que la caracterizaban y que tratasen de ima- sociales. Por ello, las características o rasgos de
ginar cómo era esa persona. Esta era la lista es- una persona se perciben de forma interrelacio-
tímulo. Acto seguido, les facilitaba una segunda nada.
lista de rasgos diferentes y les solicitaba que indi-
casen en qué medida esos nuevos rasgos se podían
adjudicar a la persona descrita. Esta era la lista 3.2. Integración de la información
respuesta.
Asch pensaba que entre la presentación de la Gran parte del trabajo cognitivo que realiza-
primera y de la segunda lista los sujetos se forma- mos las personas al formarnos una impresión
ban una impresión global de la persona descrita consiste en intentar combinar las diferentes pie-
basándose en la lista estímulo; es decir, llevaban zas de información, reduciendo las inconsisten-
a la lista respuesta una idea preconcebida de cias o lo que Asch llama resolución de información
cómo era esa persona, que quedaba reflejada en contradictoria.
la elección de los rasgos de la segunda lista. Las teorías o modelos que intentan explicar
Para confirmar su idea, el autor se sirvió de cómo los perceptores combinan la información
diferentes experimentos, aunque el más conocido disponible pueden dividirse en dos grupos
y relevante consistía en leer una lista estímulo de (Moya, 1995):
adjetivos a dos grupos de sujetos. Al primero: in-
teligente, habilidosa, trabajadora, afectuosa, de- a) Modelos de tendencia relacional.
cidida, práctica y cauta; al segundo: inteligente, b) Modelos de combinación lineal.
habilidosa, trabajadora, fría, decidida, práctica y
cauta. De esta forma, las dos listas sólo diferían El planteamiento de Asch es el que se conoce
en los adjetivos afectuosa/fría. A continuación, con el nombre de tendencia relacional. Un aspec-
debían hacer una descripción de la persona y se- to clave de este modelo es cómo se integra la in-
leccionar, de una lista respuesta de pares de rasgos formación inconsistente o contradictoria, ya que
opuestos, el adjetivo de cada par que más se ajus- en una lista de rasgos siempre cabe la posibilidad
taba a la persona. Las impresiones y las descrip- de que existan dos o más que sean incompatibles.
ciones resultantes fueron distintas en cada grupo, Para resolver este tipo de contradicciones las per-
mostrando una impresión mucho más positiva de sonas pueden hacer dos cosas que abocan a un
la persona el grupo que recibió la lista estímulo mismo resultado:
que incluía el adjetivo afectuosa. De esta forma
concluyó que la dimensión afectuosa/fría eran 1. Cambiar el significado de alguno de los
rasgos organizadores centrales, frente a los de- rasgos inconsistentes; por ejemplo, al ras-
más, que serían los periféricos. go «poco trabajador» no se le va a asignar
La diferencia entre rasgos centrales y perifé- el mismo significado cuando vaya, en una
ricos se aprecia en el impacto que tiene en la im- lista, junto a la característica «amigable»,
presión resultante, pero, ¿de qué depende que un que cuando acompañe, en otra lista, al
rasgo sea central o periférico? Asch postulaba que calificativo «desagradable». Este cambio
del contexto. Un rasgo puede ser central en un de significado se produce primero en el
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66 / Introducción a la Psicología Social
plano descriptivo, pero acaba pasando al no todos los ítems de la información tienen el mis-
evaluativo. mo peso. Entre los factores que influyen en este
2. Inferir nuevos rasgos que permitan redu- peso relativo destacan (Baron y Byrne, 1998):
cir las contradicciones (por ejemplo, si
una persona es inteligente, afectuosa y 1. La fuente del input: damos más peso a la
mentirosa, podemos intuir que es un ven- información surgida de fuentes en las que
dedor). confiamos o las que admiramos, que a la
información emanada de fuentes de las
Los modelos de combinación lineal no admi- que desconfiamos.
ten la idea del cambio de significado, sino que 2. El carácter de la información: los rasgos
promulgan que los rasgos de una lista se suman, negativos tienen mayor peso que los po-
se promedian o se multiplican, ya que todos, sin sitivos.
excepción, tienen un determinado valor. Además, 3. El grado en el cual la información des-
estos modelos suponen que todos los rasgos se cribe conductas o rasgos que son inusua-
sitúan en una dimensión evaluativa. Respecto a les o extremos: la más inusual obtiene
los modelos de combinación lineal existen tres va- mayor peso.
riaciones: el modelo suma, el modelo promedio y 4. El momento de recepción de la informa-
el de media ponderada. ción: la información recibida en primer
El modelo suma, propuesto por Bruner y Ta- lugar se valora con más peso que la reci-
giuri (1954), es el más sencillo, ya que se limita a bida posteriormente.
postular que la impresión resultante sobre una
persona es la simple suma del valor de todos los En general, podemos afirmar que este mode-
rasgos de la lista. Es decir, establece que la impre- lo introduce dos nuevas aportaciones respecto a
sión global obtenida de una persona es la suma los anteriores: la ponderación y la impresión ini-
de los efectos de los distintos datos tomados de cial. La ponderación responde a la idea de que no
forma individual. Según este modelo, cuantos todos los rasgos mantienen la misma importancia
más rasgos positivos ofrezcamos a nuestro per- en todos los contextos. Por ejemplo, el rasgo «di-
ceptor (aunque su valor absoluto no sea muy ele- vertido» tendrá más importancia (y una ponde-
vado) mejor será nuestra impresión. ración mayor) en contextos informales, y el rasgo
El modelo promedio (Anderson, 1965) niega la «trabajador» en contextos formales. Por su parte,
validez del modelo suma, argumentando que no la impresión inicial es la tendencia a evaluar a la
es lógico que una larga lista de rasgos sea más persona de forma favorable o desfavorable sobre
extrema que una corta por el mero hecho de su la base de experiencias anteriores. De esta forma,
longitud. Por ello propone que una buena impre- cuanto más se conoce a una persona, menor im-
sión se causa presentando sólo unos pocos rasgos portancia tiene la impresión inicial.
muy positivos. Entre el modelo de suma y el pro- La investigación realizada desde la formula-
medio, parece que la investigación empírica avala ción tanto de los planteamientos de tendencia
más al primero, por lo que, dadas las limitaciones relacional como de los de combinación lineal, no
del segundo, se formuló el modelo de media pon- ha conseguido inclinar definitivamente la balan-
derada (Grau y Agut, 2002). za a favor de alguno de ellos. Ambos han logrado
En la tercera variación, o modelo de la media un éxito parcial. Incluso hay autores que defien-
ponderada, cada fragmento de información sobre den que, en un análisis detenido, no existe entre
otra persona es valorada en términos de su im- ellos una oposición tan radical como se ha defen-
portancia relativa (Anderson, 1981), puesto que dido; por ello, más que analizarlos como contra-
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Percepción social y atribución causal / 67
puestos es posible verlos como complementarios, Klein destacan la importancia de estudiar diná-
si bien no simultáneamente. Tal y como defien- micamente el fenómeno de la formación de im-
den Fiske y Neuberg (1990), las personas nos for- presiones.
mamos impresiones de las dos maneras, depen- La percepción basada en esquemas funciona
diendo de las circunstancias informativas y como se indica en la figura 3.1.
motivacionales. Las impresiones holísticas o glo- Cuando una persona interactúa con otra per-
bales predominarán en aquellas situaciones en sona hay tres consecuencias:
que se exige rapidez y no hay apenas tiempo para
el procesamiento o la persona carece de la moti- 1. Respuesta atributiva: juicios hacia las ca-
vación suficiente. Los elementos informativos se racterísticas y hacia las metas de los per-
analizarán con detalle sólo cuando la persona cibidos de carácter transitorio que se ha-
tenga una motivación elevada y pueda dedicar cen en un momento concreto o una
tiempo a su integración, que a veces resulta labo- interacción particular. Por ejemplo, un
riosa. Estamos haciendo referencia a un modelo jugador de baloncesto, a la hora de lanzar
integrador: la percepción basada en esquemas. Los a canasta elaborará estos juicios acerca de
esquemas pueden definirse como estructuras cog- su rival sobre la base de su altura o enver-
noscitivas que contienen el conocimiento de un gadura, así como otros elementos estables
individuo sobre las cualidades específicas de otra de la persona como la habilidad, persona-
persona y sus relaciones (Fiske y Taylor, 1991). lidad, etc. Estos juicios no suelen realizar-
Incluyen juicios sobre las características, estados se sobre características inestables como la
mentales y metas probables de ese tipo de perso- fortuna, el estado de humor, etc. A pesar
na, así como sobre las expectativas de cómo tal de esto, en el trabajo sobre percepción de
persona se comportará ante ciertas situaciones. categorías sociales ambiguas se llega a la
Una vez que se active una categoría, el perceptor conclusión de que los juicios elaborados
puede entonces completar detalles que faltan, lo con escasa información son más precisos,
cual le permite manejar su comportamiento y cuando ésta puede ser controlada por la
maximizar sus oportunidades. persona percibida (como un peinado) que
Evidentemente, la representación mental de la cuando son menos controlables (informa-
impresión depende del grado de experiencia del ción proveniente de los ojos y el área de
perceptor con el objeto de la impresión. Así, con la boca).
niveles bajos de experiencia, las impresiones se 2. Respuesta afectiva, en la que la percep-
centran sólo en comportamientos básicos elemen- ción de la otra persona suscita una varie-
tales; sin embargo, cuando ésta aumenta se forma dad de respuestas emocionales tales como
una impresión abstracta e independiente de la la aversión, miedo o atracción. Siguiendo
cual se extraen posteriormente los comporta- el ejemplo anterior, un posible tapón
mientos en los cuales fue basada (Sherman y (block) podría despertar ansiedad, miedo,
Klein, 1994). Por ejemplo, cuando una persona se odio, aversión, etc.
incorpora al mundo laboral, tenderá a fijarse en 3. Finalmente, la persona utiliza la informa-
detalles elementales de las personas para formar- ción que recibe sobre otros para formar
se una impresión de éstas; sin embargo, cuando expectativas sobre cómo la gente puede
cambia de trabajo, puede que tienda a formarse comportarse y cómo interactuará con
impresiones más abstractas de sus nuevos compa- ellas. Así se condiciona la forma de inte-
ñeros, para después obtener los comportamientos racción posterior que tendrán los prota-
en los que se basó. Los resultados de Sherman y gonistas.
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68 / Introducción a la Psicología Social
Información Información
Información directa
determinada por el almacenada sobre la
sobre el otro
contexto persona
Selección de información
Procedimiento de información
Respuesta
Respuesta afectiva Expectativas
atributiva
Estas respuestas influirán en cómo vamos a cosas diferentes según qué situaciones.
percibir la información que recibamos de los Por ejemplo, percibir a Pau Gasol signi-
otros, que procede de tres fuentes principales in- ficará algo diferente en función de si ju-
terrelacionadas: gamos contra él o con él como compañe-
ro de equipo.
1. Información que se tiene ya sobre el otro
(continuando con el ejemplo anterior: en- Toda esta cantidad de información, que puede
cuentros pasados, informes, lo que dicen ser enorme, será filtrada por el perceptor en fun-
otros, etc.). ción de sus estados y rasgos, resultando una per-
2. Información recibida directamente del cepción final con unas características concretas
otro, de naturaleza diversa, que incluye en función de todo lo relatado antes.
aspectos verbales y no verbales de la co- Sobre la formación de impresiones, se han
municación. realizado innumerables estudios que tratan aspec-
3. Información determinada por el contexto tos parciales respecto a ésta como la importancia
del perceptor, ya que ésta puede significar del atractivo, del género, la situación del percep-
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Percepción social y atribución causal / 69
tor, la cantidad de rasgos necesarios para que se como atractivos; Cash y Kilcullen vieron
elabore una impresión, etc. Algunas investigacio- que profesionales masculinos contratados
nes al respecto son: que medían más de 1,85 metros percibían
un 10 por 100 más de salario que los más
— El estudio de Zhang y Hazan (2002) inten- bajos y, por citar otro estudio, es curioso
ta relacionar la ansiedad experimentada el de Heilman y Stopeck (1985), quienes
por una persona con la cantidad de evi- preguntaron acerca de la competencia de
dencias que necesita para emitir juicios dos supuestos directivos —uno hombre y
negativos o positivos sobre los otros, en- otro mujer—, presentados mediante foto-
contrando una relación inversa entre am- grafías, encontrando que los sujetos con-
bas variables. sideraban más competente al estímulo
— Doest, Semin y Sherman (2002), estudian- atractivo masculino y poco al atractivo
do cómo se forma una primera impresión, femenino. Los resultados sugerían que la
descubrieron que cuando los rasgos que se mujer atractiva podía haber progresado
proporcionan sobre una persona son abs- sobre la base de su apariencia más que por
tractos, la percepción resultante tiende a su capacidad. En otra llamativa investiga-
forjarse a base de heurísticos, es decir, me- ción, Sigall y Landy (1973) examinan los
diante atajos o reglas desarrolladas para efectos de tener un amigo físicamente
simplificar las tareas inferenciales. atractivo sobre la opinión de las otras per-
— Berry, Pennebaker, Mueller y Hiller (1997) sonas. Según hipotetizó, la persona es-
hallaron que el lenguaje desempeña un tímulo recibió percepciones más favorables
papel crítico en las primeras impresiones cuando se asoció a un compañero atracti-
y en la percepción de la personalidad, de vo, y menos favorable cuando su compa-
manera que el contenido del lenguaje ñía era menos atractiva.
utilizado refleja cambios significativos en
la percepción de los otros por encima
de variables tradicionalmente estudiadas 4. PERCEPCIÓN DE LA PERSONALIDAD
como la atracción física, comunicación no-
verbal y madurez facial. Desarrollar una idea sobre la personalidad
— Berry (1991) localizó correspondencia en- global de un individuo es una forma de percep-
tre percepción por parte de otros basán- ción mucho más compleja y estructurada que la
dose en comunicación no-verbal a través de formarse una impresión. Esta complejidad
de fotografías y comunicación verbal me- puede deberse a que no es un proceso tan instan-
diante audio. táneo como el de la formación de impresiones,
— Las expectativas despertadas por la apa- sino que, como afirma Gilbert (1989), ocurre en
riencia física son muy importantes. Ben- dos etapas:
son y cols. (1976) demostraron cómo la
conducta altruista tiende a prestarse más 1. Caracterización. Es una etapa relativa-
a personas consideradas atractivas. En el mente automática, en la cual se describe
terreno laboral este hecho tiene conse- más a la persona y a los comportamientos
cuencias: Cash y Kilcullen (1985) publica- sobre la base de lo directamente obser-
ron que entrevistados considerados como vado.
poco atractivos tenían menor probabilidad 2. Corrección. Se caracteriza por modificar,
de ser contratados que los considerados en función del contexto, de las circunstan-
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70 / Introducción a la Psicología Social
cias, etc., esa percepción inicial mediante cial. Por ejemplo, podemos percibir a una
el proceso de carácter deductivo que Gil- persona como juerguista por el mero he-
bert llama negociación cognitiva. cho de ser andaluz o tacaño por ser ca-
talán. No podemos olvidar que en los
En la formación de esta percepción podemos estereotipos se incluyen varios tipos de
diferenciar cuatro fenómenos o errores percepti- características que pueden ser positivas o
vos que solemos cometer: negativas, que algunos de ellos reflejan
con precisión las diferencias reales entre
1. El efecto halo: consiste en presuponer al- los grupos, aunque de forma exagerada,
gunas características en las personas a y que otros son completamente inexactos
partir de otra que ya conocemos. Por (Smith y Mackie, 1997). No obstante, en
ejemplo, si por la calle vemos comer a una el tema dedicado a los estereotipos abun-
persona obesa, pensamos que es glotona daremos sobre ellos, las controversias,
y comilona. Estas inferencias responden teorías, funciones, etc.
a una teoría implícita de personalidad, se- 4. Teorías implícitas de la personalidad: creen-
gún la cual tendemos a percibir un con- cias que cada uno de nosotros tiene acerca
junto de rasgos supuestamente relacio- del ser humano en general, especialmente
nados entre sí, pero que en realidad puede en relación con la frecuencia y variabilidad
que no lo estén. De esta manera, cuando de un determinado rasgo de personalidad.
observamos en un individuo alguna carac- Es como si jugáramos a ser psicólogos ca-
terística positiva, tendemos a considerar talogando diferentes tipos de personalida-
que el resto de sus características también des. En definitiva, es la suma de las hipóte-
son positivas. Análogamente ocurre con sis y expectativas acumuladas sobre cómo
las negativas. Por ejemplo, cuando obser- se organizan los atributos y rasgos de la otra
vamos que uno de nuestros alumnos viste persona (Echebarría y Villarreal, 1991).
muy bien tendemos a pensar que es muy
inteligente o buena persona o divertido, A veces, la percepción de la personalidad de
cuando en realidad estos rasgos poco tie- otros no es del todo veraz, pudiendo verse sesgada.
nen que ver con el que hemos observado. Uno de esos sesgos que podríamos destacar aquí
Un claro ejemplo del efecto halo se pro- es el sesgo de correspondencia o error fundamental
duce en el estudio de Gross, Lakey, Edin- de atribución. Éste proviene de la realización de
ger, Orehek y Heffron (2009) sobre evalua- una heteroatribución interna injustificada (Jones y
ción del profesorado, en el que los gustos Harris, 1967). Es decir, cuando una inferencia de
personales sobre la materia de la clase se correspondencia (justificable o no) sucede a la in-
relacionaron de manera significativa con terpretación inicial de la conducta, está completa
la percepción del profesor. una primera impresión (Gilbert, 1989; Gilbert,
2. La analogía proyectiva: se produce cuan- Krull y Malone, 1990; Trope, 1986). Por eso, la
do tendemos a percibir como semejantes tendencia a extraer inferencias correspondientes
a dos personas parecidas en algún aspec- incluso cuando no se justifican o existen otras po-
to concreto, aunque estos rasgos no estén sibilidades causas de la conducta, se conoce como
contrastados. sesgo de correspondencia o error fundamental de
3. Los estereotipos: tendencia a percibir a atribución (Smith y Mackie, 1997).
una persona basándose en rasgos que ca- Nos interesa detenernos algo más en el análi-
racterizan a un determinado grupo so- sis de las teorías implícitas de la personalidad o
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Percepción social y atribución causal / 71
las formas en que se organizan las ideas y creen- Sobre la percepción de personalidad también
cias de las personas en relación con algún aspec- se han hecho innumerables estudios:
to concreto de su mundo social, dado que afectan
sobremanera al proceso sobre el cual los percep- — Por ejemplo, Pedabody (1979) demuestra
tores se forman impresiones sobre los otros (Mc- que las personas juzgamos a los demás por
Connell, 2001). el contenido descriptivo de sus rasgos más
El término teorías implícitas de la personalidad que por el tono evaluativo que conllevan,
tiene dos acepciones básicas: la primera, según la sobre todo cuando las relaciones descrip-
definición más general, designa a aquellas creen- tivas son fuertes y las evaluativas débiles.
cias que cada uno de nosotros tiene acerca del ser — Humphrey (1985) realiza una curiosa in-
humano en general, especialmente en relación con vestigación sobre el sesgo de correspon-
la frecuencia y variabilidad de un determinado dencia en el lugar de trabajo y encuentra
rasgo de personalidad; la segunda, según la defi- que a las personas que han desarrollado el
nición más específica, está formada por las creen- papel de dirigentes se les asignaban cuali-
cias acerca de qué rasgos o características de las dades como firmes o decididos, que eran
personas suelen aparecer unidas, es decir, ocurren unos líderes natos, mientras que respecto
conjuntamente. a los que ejecutaron roles típicos adminis-
Las llamamos teorías porque son juicios con trativos no se les asignaban estas caracte-
cierta coherencia interna, y son implícitas porque rísticas (nótese que ambos roles fueron
generalmente las personas no son conscientes de asignados al azar entre los sujetos partici-
ellas, ni se proponen validarlas de forma intencio- pantes en el experimento). Por tanto, si los
nal. Una consecuencia importante de esta carac- demás ven en nosotros características de
terística es que, al no estar formuladas explícita- acuerdo con nuestras conductas, podemos
mente, su veracidad o falsedad no suele ser puesta quedar atrapados en nuestro propio rol,
a prueba y el individuo las continúa utilizando, por lo que existe poca probabilidad que a
tendiendo a fijarse en los datos de la realidad que un eficiente secretario lleguen a asignárse-
confirman sus «teorías» más que en los que las le funciones típicas de un director general.
niegan o cuestionan. De esta forma, contribuyen — Rodríguez-Bailón y Moya (2002) encuen-
a que surja el fenómeno de la llamada profecía tran que en los subordinados la percepción
autocumplida, estudiada por Rosenthal y Jacobson de ilegitimidad en la falta de poder tiene
(1968), fenómeno cuya muestra más representativa consecuencias sobre la percepción de la
podemos encontrar en la obra de George Bernard personalidad de los superiores. En este
Shaw Pigmalión. Por último, decimos que son de caso, el perceptor subordinado que percibe
la personalidad porque su contenido está confor- su posición como injusta tiende a basar las
mado principalmente por características persona- características de la personalidad de su su-
les o rasgos de personalidad (Grau y Agut, 2002). perior en rasgos contraestereotípicos nega-
Las teorías implícitas de personalidad son tivos más que en informaciones esteretípi-
idiosincráticas, es decir, que cada individuo las cas negativas, lo cual puede tener sus im-
desarrolla a lo largo de su vida como fruto de su plicaciones en la motivación de los subor-
experiencia. Además, tienen una de sus principa- dinados y en el mantenimiento o cambio
les razones de ser en la necesidad que tenemos de de la estructura social a la que pertenecen.
estructurar, dotar de orden y significado nuestras
percepciones de la realidad, y de hacerlo de la Para concluir este apartado es preciso hacer
forma más simple posible (Moya, 1995). referencia a la formación de primeras impresio-
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72 / Introducción a la Psicología Social
nes, dedicando para ello unas líneas a los para- 5.1. El perceptor
digmas de investigación. En la investigación sobre
percepción de personas, el perceptor suele tener Respecto al perceptor, destacamos en primer
un papel pasivo, pues no ejerce control alguno lugar las metas, objetivos o motivaciones que posee
sobre la información que recibe, lo cual contrasta (Fiske y Neuberg, 1990; Hilton y Darley, 1991;
con lo que ocurre en la realidad cuando tenemos Jones y Thibaut, 1958).
que seleccionar el tipo y cantidad de información Las metas que una persona tiene al percibir
que recibimos. Un reciente estudio (Theodoridou, a otra modelan el procesamiento de la informa-
Rowe, Penton-Voak y Rogers, 2009) que tomó ción y el tipo de información que busca. He-
como base la información sobre personas en mos de considerar tres tipos de metas en la per-
Facebook, demostró que cuando el perceptor des- cepción que pueden favorecer un procesamiento
empeñó un papel pasivo respecto a la información minucioso de la información o una categoriza-
que recibía mostraba mayor confianza (aunque ción casi automática del otro (Jones y Thibaut,
no mayor precisión) y facilidad en sus juicios que 1958):
los activos. También les gustaron más los percibi-
dos que a los perceptores activos. Por ello, es ne- a) Probar o confirmar los propios valores o
cesario tender a realizar investigaciones cuyo di- creencias.
seño se acerque más a lo que efectivamente ocurre b) Comprender al otro y su conducta.
en la realidad. c) Comprender si la conducta del otro se
ajusta a alguna regla.
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Percepción social y atribución causal / 73
tiva, bajo umbral de reconocimiento para aque- tiva, los objetivos del manejo de las impresiones
llos estímulos que pueden reportarnos beneficios, son:
etcétera):
1. Aprobación social: es uno de los objeti-
1. La familiaridad con el estímulo, que favo- vos fundamentales en el manejo de la im-
rece, en general, una percepción más presión.
exacta y conduce a percepciones más 2. Motivaciones particulares:
complejas.
a) Autoensalzamiento: sirve para man-
2. El valor del estímulo, demostrado por el co-
tener o incrementar la autoestima y
mentado experimento de Bruner y Good-
presentar una imagen idealizada de
man (1947). Genera dos fenómenos, la
nosotros ante los demás (Schlenker,
acentuación perceptiva (distorsión percep-
1980).
tiva en que se encuentra aumentado el va-
b) Autoconsistencia: consiste en validar
lor de un objeto en función de su valor
nuestras creencias con respecto a no-
subjetivo) y el efecto halo (alude a la gene-
sotros mismos.
ralización de un rasgo positivo o negativo
c) Autoverificación: supone usar al per-
de la persona percibida al estímulo en su
ceptor para aprender sobre nosotros
conjunto). Osgood y cols. (1957) han en-
mismos la observación diagnóstica
contrado, mediante diferencial semántico,
del otro.
que con tres dimensiones se pueden expli-
car la mayoría de las calificaciones: bueno-
malo, fuerte-débil y activo-pasivo. Kim y
5.3. El contenido de la percepción
Rosemberg (1980) muestran cómo la di-
mensión evaluativa aparece en todas las
Es importante tener en cuenta estas variables,
teorías implícitas de sus sujetos experimen-
ya que tanto la forma de interactuar como de per-
tales.
cibir varía en función de los objetivos y de la si-
3. El significado emotivo del estímulo, que
tuación.
depende del poder del estímulo para pro-
porcionarnos consecuencias positivas o
1. Efectos de orden de presentación de la in-
negativas. Hace que estemos alerta ante
formación. Estos efectos tienen un carác-
estímulos negativos.
ter muy intuitivo. Tratamos de averiguar
4. La experiencia con cierto tipo de rasgos
en qué medida influye el que un rasgo apa-
nos permite percepciones más exactas,
rezca al principio o al final de la serie de
pues se evalúa mejor la información
características que describen a la persona
(Dawson, Zeitz y Wright, 1989).
en el proceso perceptivo. Esto da lugar a
los efectos de primacía y de recencia.
5.2. La persona percibida a) Efecto primacía: según éste, la infor-
mación que recibimos en primer lu-
La persona percibida también juega un papel gar dominará la percepción. Se ha
importante en el proceso perceptivo. Ésta inten- observado que la influencia ejercida
tará manejar la impresión que nos formemos de por las primeras impresiones es fuer-
ella para que el resultado de la percepción le sea te y tiende a permanecer. Este efecto
favorable (Schlenker y Weigold, 1992). En defini- se puede explicar desde el modelo de
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Percepción social y atribución causal / 75
más fáciles de confirmar y más concretos sobre cognición social centradas en las inferencias
(Moya, 1995). pretenden comprender los mecanismos sobre
cómo reunimos los datos dispersos y formamos
juicios completos. Algunos estudios constatan
6. CONSECUENCIAS DE LA FORMACIÓN que los seres humanos somos básicamente irra-
DE IMPRESIONES Y DE LA cionales y que hacemos juicios pobres, o que ra-
PERCEPCIÓN DE PERSONAS zonamos con poco sentido común (Fiske y Taylor,
1991; Markus y Zajonc, 1985; Nisbett y Ross,
Según Worchel (2002), cuando hemos forma- 1980), e ilustran errores y atajos que tomamos al
do nuestras impresiones acerca de los demás es- hacer inferencias, resultado de seguir formas de
tamos expuestos a predisposiciones que ocurren pensar que funcionan bien en la mayoría de los
cuando ciertas ideas se activan por su uso fre- casos pero que, sin embargo, a veces no son apro-
cuente o reciente. Cuando se nos predispone con piadas y las consecuencias llegan a ser graves.
una información de tal modo que está en nuestra Los juicios sobre los demás implican tanto
mente, ésta influye en nuestro recuerdo del com- ejemplos concretos de conductas que los otros
portamiento de los demás. Al hacer inferencias han llevado a cabo y que son coherentes con un
sobre los otros cometemos muchos errores, tales determinado rasgo, como resúmenes extraídos de
como la emisión de juicios sobre otras personas observaciones repetidas de la conducta de los de-
o desaprovechar o ignorar los datos de la línea más (Smith y Zarate, 1992).
base en la búsqueda de una información coheren- Baron y Byrne (1998) llaman la atención sobre
te para nuestras impresiones. un principio básico de la cognición social: en ge-
Las impresiones que nos formamos de los de- neral, gastamos la menor cantidad de esfuerzo po-
más tienen implicaciones para la forma en que sible en pensar acerca de otras personas y acerca
éstos actúan. Como vimos anteriormente, Ro- del mundo social. Atendiendo a este ahorro de
senthal y Jacobson (1968) se encuentran entre los esfuerzo mental, las personas configuramos nues-
investigadores que han probado el efecto de las tros juicios sobre los demás mediante la represen-
expectativas, o profecía autocumplida. En sus in- tatividad o bien mediante la disponibilidad de la
vestigaciones, escolares cuyos profesores espera- información que ya poseemos en base a nuestras
ban que se desenvolvieran bien tuvieron un mayor impresiones.
rendimiento que los alumnos que no despertaron La representatividad es un juicio sobre la base
grandes expectativas en sus maestros. de una regla elemental: cuanto más semejante es
un individuo a los miembros típicos de un grupo
determinado, más probable es que pertenezca a
6.1. Juicios sobre el individuo este grupo (Baron y Byrne, 1998).
En el caso de la disponibilidad, resulta más
Una vez que nos hemos formado una impre- fácil recordar aquellos elementos de un grupo,
sión sobre un individuo, emitimos un juicio sobre categoría o hecho que tendemos a juzgar como
éste, bien sea simple o complejo. frecuentes e importantes; es decir, los aconteci-
Miles de personas observan realities televisi- mientos u objetos que son más comunes son más
vos donde los participantes discuten sobre un fácilmente recuperables de la memoria que aque-
tema determinado. Decidimos quién lleva razón llos que son menos comunes. Sin embargo, el he-
en función de lo que percibimos y recordamos cho de que la información sea fácil de recordar
acerca de estos debates y de la información que no garantiza que sea más importante o más co-
conseguimos de otras fuentes. Las investigaciones mún (Schwarz, Bless y Bohner, 1991).
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Percepción social y atribución causal / 77
to del CI se produjo en unos cuantos «elegidos» Como expresaron Darley y Fazio (1980), la
y no en los otros. profecía autocumplida es sólo uno de los resulta-
Pese a las críticas de este trabajo, las investi- dos posibles de nuestro trato social cotidiano. Sin
gaciones más recientes exponen que aunque estos embargo, es un fenómeno intrigante, porque los
efectos están presentes, no son muy significativos, individuos rara vez son conscientes de que las ex-
salvo en el caso de grupos estigmatizados y de pectativas propias han influido sustancialmente
baja condición, en los cuales sí se muestran con- en el comportamiento del otro. El potencial para
siderablemente los efectos de las expectativas ne- los equívocos y la perpetuación de los prejuicios
gativas (Jussim, Nelson, Manis y Soffin, 1995). entre los participantes sociales es grande.
Los factores que producen los efectos de Hilton y Darley (1991) mostraron que la gen-
las expectativas son cuatro (Harris y Rosenthal, te es consciente de las expectativas desfavorables
1985): que los demás tienen de ella. De aquí se deduce
que la profecía de la autorrealización afecta par-
1. El ambiente: en este tipo de investigaciones ticularmente a las personas con baja autoestima
realizadas (Harris y Rosenthal no realizan y autorreferentes, pues son más propensas a ser
un estudio experimental, sino un meta- moldeadas por las expectativas de los demás. Por
análisis), los profesores que proporcio- tanto, concluimos con que la confianza en nues-
nan un ambiente más cordial para los es- tros propios puntos de vista puede actuar como
tudiantes creen que se desenvolverán escudo, protegiéndonos del impacto de las expec-
mejor. tativas de los demás.
2. Retroalimentación: los profesores dan una
retroalimentación más detallada y cuida-
dosa a los estudiantes en los que más con- 7. PERCEPCIÓN DE CAUSALIDAD:
fían. LA ATRIBUCIÓN CAUSAL
3. Información: el profesorado da más infor-
mación sobre los materiales de aprendi- Además de percibir e interpretar las caracte-
zaje. rísticas y conductas de los otros, usualmente que-
4. Expectativas: los estudiantes sobre los remos ir más allá, conocer sus rasgos permanen-
que hay mejores expectativas tienen más tes, comprender las causas de su conducta y por
oportunidades de mostrar sus resultados. qué actúan como lo hacen. Buscamos explicacio-
nes para las conductas, tanto para las nuestras
La clave para que las expectativas se convier- como las de los demás, atribuyendo causas inter-
tan en profecías autocumplidas está en las metas nas o externas. De esta forma, podemos predecir
del que percibe y del percibido. Si como indivi- y controlar nuestro entorno. El proceso a través
duos perceptores tenemos la meta de descubrir si del cual buscamos tal información es conocido
las personas que tratamos tienen las característi- como atribución. Atribuir significa que la persona
cas que esperamos, encontraremos que nuestras A explica por qué B hace determinado compor-
expectativas eran incorrectas y las modificaremos tamiento y A se comportará en función de la atri-
(Darley, Fleming, Hilton y Swann, 1988); de esta bución hecha. La explicación dada por A puede
forma, si nos relacionamos sólo con el fin de for- no ser el motivo que impulsó a B a ejecutar el
marnos una impresión fiel, aunque tengamos ex- comportamiento.
pectativas negativas es menos probable que nos Necesitamos encontrar causas para todo.
comportemos de forma que estimulemos una ac- Nuestra conducta y la relación con nuestro entor-
titud negativa de la otra persona. no dependerán de las atribuciones causales que
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78 / Introducción a la Psicología Social
hagamos. La atribución causal es una explicación obstante, pueden aparecer como causas otros fac-
de «por qué» alguien ha hecho algo. Es un proceso tores, como cansancio, enfermedad o influencia
muy individual y circunstancial (depende del esta- de otras personas. Esta teoría relaciona las expec-
do del observador, de las características de la situa- tativas para el futuro con la estabilidad de las atri-
ción, de la relación con el que ha realizado el com- buciones realizadas, de modo que atribuciones
portamiento, etc.); es muy rápida y es la actividad más estables sostienen las expectativas de obtener
cognitiva que más efectuamos a lo largo del día. el mismo resultado en el futuro, mientras que las
La atribución causal ha sido un tema de gran atribuciones más inestables producen cambios de
interés en la Psicología Social moderna, a partir las expectativas sobre el resultado futuro (princi-
de los años setenta, de tal manera que a partir de pio de expectativa). Este estudio verifica la validez
los años ochenta se estimaba que existían unos de este principio en una situación de logro escolar
1.000 artículos dedicados al tema (Sabini, 1992). real, no de laboratorio y con estudiantes españo-
Sus inicios se remontan hasta el trabajo pionero les, lo cual es una aportación a la validez trans-
de Heider (1958). Este autor trabajaba en el con- cultural del principio.
cepto «sentido común», definido como un pensa- Weiner propone tres dimensiones causales
miento colectivo de aquello que parece obvio. En principales:
este pensamiento encontró que uno de los ejes
eran las explicaciones causales (atribuciones). Los a) Internalidad-externalidad: causas atribui-
procesos inferenciales que nos permiten compren- das a factores internos o externos al indi-
der las propiedades de los objetos a partir de sus viduo. Entre las primeras estarían capa-
movimientos y apariencia, son los mismos que cidad, esfuerzo y estado de ánimo,
nos permiten conocer las características (disposi- mientras que entre las segundas estarían
ciones) de las personas a través de sus actos. Estas dificultad de la tarea, azar e influencia de
características son relativamente duraderas en el otras personas.
tiempo y determinan el comportamiento. Para b) Estabilidad-inestabilidad: causas que tie-
Heider, el proceso atributivo comienza con la ob- nen un carácter permanente o transitorio.
servación de una conducta y finaliza cuando el Entre las primeras estarían capacidad y
observador cree encontrar la causa que la produ- dificultad de la tarea, mientras que entre
jo. Heider dividió las causas de acción en dos ti- las segundas estarían esfuerzo, azar, esta-
pos: personales (duraderas e internas) y ambien- do de ánimo y ayuda específica.
tales (temporales o externas). El perceptor deberá c) Controlabilidad: causas que están bajo la
decidir, tras la observación de una conducta, si capacidad de control del individuo o es-
ésta es debida a un factor personal (la conducta capan a su capacidad de control. Entre
es posible para el actor —capacidad— y quiere las primeras estarían esfuerzo y ayuda es-
realizarla —motivación—). A su vez, la capaci- pecífica, mientras que entre las segundas
dad depende de las habilidades del actor y de las estarían capacidad, dificultad de la tarea
influencias del ambiente. La motivación del actor y azar (De la Coleta, 1990).
depende de sus intenciones y su esfuerzo.
Otro autor, Weiner, relaciona las atribuciones Weiner ratifica el cambio de expectativas
causales con las emociones y propuso la utiliza- como la variable más relevante para medir las ex-
ción de algunas causas básicas a las cuales se atri- pectativas, en tanto que se confirma la relevancia
buyen los resultados de éxito o fracaso al realizar de la dimensión causal de estabilidad, como va-
una tarea, tales como: capacidad, esfuerzo, difi- riable independiente, mejor que lugar de causali-
cultad de la tarea y azar (De la Coleta, 1990). No dad o controlabilidad.
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Percepción social y atribución causal / 79
Así, podemos clasificar cada una de las causas jera es desconfiada de los extraños? No necesa-
básicas en: riamente. Ella puede estar simplemente obede-
ciendo reglas estrictas de la empresa respecto al
1. Capacidad: interna, estable, incontrolable. pago de las mercaderías. De hecho, ella puede ser
2. Esfuerzo: interna, inestable, controlable. una persona muy confiada que experimenta gran
3. Dificultad de la tarea: externa, estable, in- incomodidad en tales ocasiones. En situaciones
controlable. como ésta (que son extremadamente comunes)
4. Suerte: externa, inestable, incontrolable. puede ser completamente erróneo usar la conduc-
ta de los otros como una guía para sus rasgos o
Posteriormente, Abramson, Seligman y Teas- motivos reales.
dale (1978) sustituyen la dimensión de controla- Así pues, los autores proponen que, cuando
bilidad por la de globalidad-especificidad. Ésta se observamos un comportamiento, también obser-
refiere a si la causa postulada para un resultado vemos las múltiples consecuencias que puede te-
(en este caso negativo) afecta a una gama de si- ner ese comportamiento. Por ello, en la atribución
tuaciones (global) o si únicamente afecta una si- se selecciona una parte de la información y, ade-
tuación particular (específica). De acuerdo con más, suponemos o inferimos que la persona co-
esto, en el estilo atribucional asociado a la depre- noce las consecuencias de aquella acción y que
sión se atribuyen los resultados negativos a causas tiene la capacidad para realizarla o evitarla. Es
internas, estables y globales (Mercado, García, decir, inferimos cómo es la persona y cuáles son
Fernández y Gómez, 1993). sus disposiciones internas, así como sus caracte-
rísticas de personalidad.
En suma, de acuerdo con la teoría propuesta
7.1. Teorías sobre atribución causal por Jones y Davis, estamos más inclinados a con-
cluir que la conducta de otros refleja sus rasgos
Otros investigadores han propuesto distintas estables (es decir, es más probable que logremos
teorías para explicar cómo se produce la causali- inferencias correspondientes o precisas acerca de
dad. Nos centraremos en las dos que más han in- ellos) cuando esa conducta ocurre por elección,
fluido: la teoría de la inferencia correspondiente de produce efectos distintivos, no comunes y es baja
Jones y Davis y el modelo de covariación de Kelley. en deseabilidad social (Baron y Byrne, 1998).
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80 / Introducción a la Psicología Social
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Percepción social y atribución causal / 81
nales (internas), más que de causas situacionales o diferente en situaciones equivalentes en el pasa-
(externas). Consiste en atribuir la conducta de otra do. Desde el punto de vista perceptivo, existen
persona a sus propias características o cualidades, diferencias en la saliencia relativa de la conducta
prestando muy poca atención a los diversos facto- y la situación, ya que para el actor lo saliente es
res situacionales que podrían haber influido en su la situación, debido a que tiene que actuar frente
conducta. Esta tendencia a sobrestimar las causas a ella, mientras que para el observador lo salien-
disposicionales y subestimar las situacionales pue- te o lo que atrae la atención es la conducta. Ade-
de derivar del hecho que cuando observamos la más, existe una clara diferencia motivacional, ya
conducta de otro nos focalizamos en sus acciones, que una atribución externa le permite al actor no
y no en el contexto en el cual ellas ocurren. asumir toda la responsabilidad que podría deri-
Existe evidencia que revela que esta tendencia varse de efectos poco apropiados, algo que no
a atribuir las acciones de otros a causas disposi- estaría presente en el observador (Morales, 1994).
cionales se debilita con el transcurso del tiempo
(Echebarría, 1994). Además, hay ocasiones en Sesgo a favor de uno mismo (self-serving)
que los individuos no presentan esta tendencia a
sobrestimar los factores internos en la conducta Hace referencia a la tendencia a atribuir los
de los otros, como sucede por ejemplo cuando la resultados positivos propios a causas internas y
conducta del otro es inconsistente con su conduc- los resultados negativos a causas externas. Las
ta pasada, o cuando se hace al sujeto centrar su personas pueden verse a sí mismas como respon-
atención sobre la situación o el contexto de la sables del éxito, pero no del fracaso, debido a fac-
conducta. Por ello, al parecer el llamado error tores primariamente cognitivos. Además, es más
fundamental tendría un alcance menos general de probable que esperemos tener éxito, y se ha visto
lo que antes se pensaba (Arcuri, 1988). que también es más probable que los resultados
esperados sean atribuidos más a causas internas
Las diferencias actor-observador que externas (Sabini, 1992). Además, este sesgo
deriva de la necesidad de proteger y reforzar la
Cuando somos actores, tendemos a hacer atri- autoestima. En relación a esto, se podrían distin-
buciones en términos de factores externos o am- guir dos subtipos de sesgo a favor de uno mismo:
bientales, mientras que cuando nos comportamos sesgo ego-protector y sesgo ego-reforzante. El pri-
como observadores tendemos a realizar atribucio- mero se refiere a la negación de la responsabilidad
nes internas, disposicionales. Jones y Nisbett fue- por los resultados negativos, mientras que el se-
ron los primeros en llamar la atención en 1972 gundo se referiría a la asunción de responsabili-
sobre las diferencias que existen en la forma en dad por los éxitos, teniendo ambos como función
que pensamos acerca de nuestras propias accio- mantener niveles altos de autoestima y buscar la
nes, y la forma en que pensamos acerca de las aprobación social (Echebarría, 1994).
acciones de otros. Esta asimetría en el pensamien- En consecuencia, este sesgo a favor de uno
to se conoce como la diferencia actor-observador mismo está determinado por factores tanto mo-
en la atribución (Sabini, 1992). tivacionales como cognitivos (Baron y Byrne,
Esta diferencia entre actor y observador es 1998). Puede haber algunas ocasiones en que las
sistemática y obedece a factores informativos, personas hacen atribuciones sesgadas debido a su
perceptivos y motivacionales. Por un lado, el ob- deseo de verse a sí mismas positivamente, pero
servador desconoce a menudo si la conducta ob- también existirían muchas ocasiones en que un
servada es representativa o excepcional; por otro, sesgo a favor de uno mismo puede ser el resultado
el actor sabe si ha reaccionado de manera similar de factores puramente cognitivos (Sabini, 1992).
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82 / Introducción a la Psicología Social
Falso consenso o sesgo egocéntrico misma manera frente al objeto o situación. Esto
corresponde a lo que Jones y Nisbett llaman «rea-
Hace referencia a la tendencia a sobrestimar lismo ingenuo» (Sabini, 1992).
el grado en que las propias expectativas y juicios Otra posible explicación sería que nuestra
son compartidos por las otras personas. Al pre- propia evaluación de la situación es obviamente
decir qué harían otros en una determinada si- más fácilmente recordada que otras evaluaciones
tuación, muchas veces los individuos hacen una y, por tanto, es más accesible (Ross y Sicoly, 1979).
predicción egocéntrica, basada en su propia ex- También el falso consenso se podría explicar
periencia, asumiendo que los otros son más simi- por el hecho de que en la vida cotidiana tende-
lares a sí mismo de lo que realmente son. mos a interactuar más con personas que tienen
Puede surgir del hecho que las personas a ve- actitudes similares a las propias, y esa evidencia
ces olvidan la distinción entre cualidades de los de consenso se generalizaría al resto de las per-
objetos y evaluaciones. Así como las cualidades sonas, existiendo, por tanto, un factor de expo-
son parte del objeto y externas al observador, las sición selectiva. Respecto a algunos factores que
evaluaciones no son parte del objeto y son inter- hacen más probable el falso consenso, éste se
nas al observador. Si se llega a asumir que las incrementa cuando la situación es amenazante,
evaluaciones son externas y parte del objeto, al cuando el tema es muy relevante para la persona,
igual que las cualidades, se asumirá que las otras y cuando se percibe que la conducta se debe en
personas harán las mismas evaluaciones que uno mayor medida a factores situacionales (Echeba-
mismo y, por tanto, que se comportarán de la rría, 1994).
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Las actitudes en las relaciones
interpersonales
JOSÉ MANUEL GUERRA DE LOS SANTOS
JOSÉ ANTONIO CANTILLO GALINDO
4
1. Introducción.
2. Concepto de aptitud.
3. Funciones de las actitudes.
4. Cambio de actitudes.
1. INTRODUCCIÓN 2. CONCEPTO DE APTITUD
El concepto «actitud» ha sido remarcado des- La palabra actitud tiene su origen en la pala-
de hace más de 80 años como uno de los ejes bra latina aptus, que significa «apto y preparado
fundamentales de la Psicología Social. Allport lo para la acción». Este remoto significado hace re-
definía en 1935 como el concepto distintivo e in- ferencia a un potencial, a una dirección progra-
dispensable de la Psicología Social contemporá- mada, como la de un corredor de motos antes de
nea, y su importancia ha sido remarcada desde iniciar una carrera, con una estrategia prevista
entonces por numerosos autores. para realizar la prueba.
Este interés no ha estado exento de cambios El concepto técnico que se emplea en psicolo-
de tendencia a la hora de abordar tanto su estudio gía procede del inglés (attitude). Fue utilizada
como su medición. Así, las actitudes han sido des- en la Psicología Social por primera vez a partir
critas en algunos momentos como constructos de un estudio realizado en 1918 por Thomas y
hipotéticos y otras veces como elementos reales Znaniecki sobre diferencias en el comportamien-
(e.g., Krosnick, Judd y Wittenbrink, 2005), en to de campesinos polacos en su país de origen y
ocasiones como conscientes y en otras como ins- en Estados Unidos. A partir de entonces son cien-
concientes (e.g., Greenwald y Banaji, 1995), como tos las investigaciones que se han realizado en
reacciones conductuales, cognitivas y/o emocio- psicología y ciencias sociales que cubren casi to-
nales (e.g., Zanna y Rempel, 1988). dos los temas sobre los que se podría expresar
A pesar de estas variaciones, a través de los actitudes.
años no ha decaído el interés por su estudio ni la En el análisis de las diferentes definiciones,
convicción de que las actitudes pueden ser medi- una distinción clásica ha sido diferenciar entre la
das. Esta idea, que ya postuló Thurstone (1928), concepción mentalista o conductista de la actitud.
ha sufrido modificaciones en cuanto a los instru- La primera orientación la considera como una
mentos o enfoques que se pueden utilizar, como disposición mental que dirige la acción del indi-
veremos a lo largo de este capítulo, pero no ha viduo hacia el objeto de la actitud (Allport, 1935;
sido cuestionada ni abandonada en casi ya una Kretch, Crutchfield y Ballachey, 1965). La visión
década de historia de la Psicología Social. conductista (Osgood, 1957; Fishbein, 1966) esti-
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86 / Introducción a la Psicología Social
ma que la actitud constituye una respuesta hacia El modelo MODE postula, además, que las
un objeto determinado. actitudes guían la conducta mediante dos meca-
Desde una perspectiva más actual, y partien- nismos:
do de las definiciones aportadas en el número es-
pecial «What´s an Attitude?» de la revista Social a) Mediante la activación automática de
Cognition (2007, 25), podemos diferenciar entre la actitud. Ante la presencia del objeto, la
visiones de las actitudes como entidades estables actitud actuará como un filtro y guía el
almacenadas en la memoria (Fazio, 2007; Petty, procesamiento de la información, elimi-
Briñol y DeMarree, 2007; Visser y Mirabile, nando aquello que vaya en contra del
2004), frente a valoraciones más temporales cons- afecto establecido y resaltando aquello
truidas sobre la información existente en un mo- que sea coherente con la actitud.
mento determinado (Conrey y Smith, 2007; b) Mediante el análisis de la información.
Gawronski y Bodenhasen, 2007; Schwarz, 2007). En la medida en que no sea posible la
Siguiendo la propuesta del equipo del profe- activación automática, se puede realizar
sor Richard Petty (2007), a continuación descri- un análisis cuidadoso de la información
biremos cuatro perspectivas en el abordaje del disponible.
estudio de las actitudes.
Así, por ejemplo, si una persona tiene una ac-
titud negativa hacia el tabaco, bien consolidada,
2.1. Modelos unitarios
apenas se fijará en un cartel de un acto promo-
cionado por una tabacalera, pero evaluará como
Esta es la perspectiva más clásica a la hora de
negativo el patrocinio, el contenido o incluso el
abordar el estudio de las actitudes. Desde este en-
diseño del propio cartel. Todo ello, además, de ma-
foque, se postula que las actitudes están asociadas,
nera automática e inconsciente para el sujeto.
en la memoria, a un afecto sobre un objeto deter-
minado (e.g,. Fazio, 1995; Pratkanis y Greenwald,
1989). Uno de los primeros autores en adoptar
este enfoque fue Thurstone (1931), que defendía 2.2. Modelos duales
la idea de que las actitudes mostraban un afecto
positivo o negativo hacia un objeto. Básicamente, Desde esta perspectiva, se postula que las per-
si a una persona le gusta un objeto o no. sonas podemos tener sobre un objeto tanto una
La propuesta con más aceptación en la ac- actitud explícita (conscientes, deliberadas) como
tualidad es el modelo MODE, propuesto por una actitud implícita (inconsciente, automática),
Fazio (1990). Según este modelo, aquellos obje- y mostrar un afecto diferente al objeto. Podemos
tos con los que se tiene una experiencia directa, destacar tres características de estos modelos:
no mediatizada, dan lugar a actitudes más acce-
sibles. Al hablar de accesibilidad nos referimos a) Las actitudes duales (implícitas y explí-
al grado de solidez con la que se establece una citas) tienen diferentes representaciones
actitud. Así, en la medida que sea accesible, será mentales (e.g., Wilson, Lindsey y Schoo-
más estable, más resistente a las críticas y a los ler, 2000). Así, cada tipo de actitud tiene
ataques, generará mayor confianza y se activa- un registro de memoria diferente, y puede
rá con mayor rapidez ante la presencia o evoca- mostrar un valor diferente. Así, por ejem-
ción del objeto sobre el que se ha formado la plo, una persona puede tener una actitud
actitud. consciente (explícita) negativa hacia el sa-
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88 / Introducción a la Psicología Social
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aquello que percibimos algo a evitar. Por titudes defensivas tienen el objetivo de
tanto, son factores determinantes en la ocultar la verdadera naturaleza de lo des-
adquisición y permanencia de estas acti- agradable para el individuo, hay otras ac-
tudes la claridad, consistencia y proximi- titudes que tienen la función de dar a co-
dad de los premios o castigos, por la re- nocer los valores centrales y el tipo de
lación que puedan tener con las metas y persona que se cree ser. Cuando alguien
actividades del sujeto. expresa sus valores personales por medio
Por ejemplo, si un adolescente tiene de las actitudes obtiene satisfacción, en
una actitud favorable hacia el uso de las tanto en cuanto está expresando el verda-
redes sociales, será muy adaptativo en el dero concepto de sí mismo. La expresión
establecimiento de redes de iguales. de valores le sirve al sujeto no sólo para
b) Función defensiva del yo. Las personas, encontrar la aprobación o el reconoci-
además de obtener el máximo rendimien- miento social, sino para definir su identi-
to de su mundo externo, emplean gran dad personal y adecuarla a su identidad
cantidad de energía en aceptarse a sí mis- social.
mas. Las actitudes sirven para proteger al Un ejemplo sería la gente que se ma-
individuo de los sentimientos negativos nifiesta en contra de los recortes presu-
hacia sí mismo, hacia otras personas o puestarios a la universidad publica, al
hacia un grupo. Estos sentimientos o con- identificarse con los valores que represen-
ductas abiertas son desviados a partir de ta la educación superior accesible para
mecanismos defensivos primarios unos, o todos los ciudadanos.
más evolucionados otros. Por los primeros, d) Función cognoscitiva respecto del medio.
la persona se aleja del objeto que despier- Las actitudes nos proporcionan patrones
ta la actitud, huye de él o lo anula, man- o marcos de referencia para buscar infor-
teniendo íntegra su propia identidad. En mación, saber sobre lo que les circunda,
los segundos, la persona permanece en la para dar sentido a un mundo que, de lo
situación, pero sus actitudes le permiten contrario, se les presentaría como desor-
racionalizar, desviar o proyectar hacia ganizado y caótico. Necesitan patrones
otros objetos las tensiones suscitadas, con de referencia para comprender su medio
el fin de permanecer en equilibrio. externo, y las actitudes son un medio ade-
Estas actitudes defensivas suponen cuado para proporcionárselos. Esta fun-
una especie de adaptación del individuo ción vamos a verla con detalle en el si-
a la realidad. Todas las personas tienen guiente apartado.
actitudes defensivas, sólo que, dependien-
do de sus tensiones emocionales, se utili-
zarán con mayor o menor profusión y 3.2. Funciones cognitivas
diversidad.
Un ejemplo sería una actitud de re- Diferentes autores han señalado diversas fun-
chazo hacia el uso de una vestimenta de- ciones de la actitudes que se relacionan con la
terminada que nuestra familia no acepta- función de organizar y estructurar lo que rodea
ría que nos pusiésemos. al individuo, con la capacidad de influir en nues-
c) Función expresiva de valores. Se basa en tra percepción, comprensión y recuerdo del mun-
la necesidad de saber quiénes somos res- do en el cual vivimos. Siguiendo a Ibáñez (2004),
pecto a los demás. Mientras que las ac- podemos diferenciar cuatro funciones cognitivas:
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90 / Introducción a la Psicología Social
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Las actitudes en las relaciones interpersonales / 91
quiere otra nueva. Pero ambos procesos no son producir dicho cambio también afectarían a la
sinónimos, siendo necesario diferenciar entre el actitud asociada al mismo.
cambio y la formación de actitudes. Desde este enfoque, una de las formas más
El concepto de cambio se basa en la variación viables de modificar una opinión es por medio de
que sufre una actitud existente en el individuo en las comunicaciones persuasivas, ya que éstas se
su intensidad o en su signo. Se puede incrementar consideran como una estimulación compleja en
o disminuir su intensidad, es decir, hacerse más la que se exponen cuestiones y se sugieren res-
positiva o más negativa; o bien cambiar de signo, puestas. Para suscitar la respuesta deseada, en
es decir, pasar de ser positiva a negativa, o de toda comunicación persuasiva se han de dar tres
negativa a positiva. Esta variación en el signo o elementos indispensables: la atención al mensaje,
intensidad de la actitud puede ser congruente o su comprensión y su posterior aceptación.
incongruente. Decimos que hay un cambio con- En efecto, no se podrá aceptar algo que no se
gruente cuando éste va en la dirección de la ac- comprenda, y para captar todo su significado es
titud original, es decir, de positivo a más positivo, necesario que previamente el sujeto haya atendi-
o de negativo a más negativo. Por el contrario, es do correctamente. Una vez aceptada la sugerencia
incongruente cuando se produce en dirección o respuesta persuasiva, su permanencia en el su-
opuesta a la actitud original, esto es, de tener una jeto depende de los refuerzos que reciba; para es-
actitud negativa hacia la libertad de información tos autores hay tres formas de reforzar la acep-
se pasa a tenerla positiva, o viceversa. En simila- tación:
res circunstancias, los cambios congruentes en las
actitudes son más fáciles de producir que los a) La primera es fomentar la expectativa
cambios incongruentes. En los cambios con- de que se acierta en la respuesta que se
gruentes podemos encontrar diferencias en fun- elige.
ción de las estructuras de las actitudes y de la b) La segunda se refiere a la intencionalidad
relación con el sistema general de valores del in- del comunicante. Es más reforzante cuan-
dividuo. do el persuadido advierte que en la mo-
Existen diferentes propuestas teóricas a la dificación de su actitud el persuasor no
hora de intentar explicar los mecanismos en los tiene nada que ganar.
que se sustentan los procesos de cambio. A con- c) En tercer lugar, citan la posibilidad del
tinuación analizaremos cinco de las teorías más refuerzo social; es decir, si con el cambio
conocidas: teoría del refuerzo, teoría del equili- de actitud encuentran aprobación o des-
brio, disonancia cognitiva, el modelo heurístico y aprobación en el entorno donde se desen-
el modelo de la probabilidad de elaboración. vuelve el sujeto; una aprobación social
siempre aumentará su prestigio.
a) Teoría del refuerzo
b) La teoría del equilibrio
Desde este modelo clásico, propuesto por
Hovland, Janis y Kelley (1953), se postula que el Esta teoría fundamenta el cambio en el hecho
cambio es una consecuencia del aprendizaje pro- de que las personas tienden a buscar el equilibrio
ducido por el refuerzo. Estos autores vinculan las en su estructura cognitiva, y cuando éste no exis-
opiniones (interpretaciones o expectativas de la te cambian de actitud para lograrlo. Heider (1946)
realidad) con las actitudes. Consideran que el y Newcomb (1953) han desarrollado sendas teo-
cambio de actitud puede surgir al cambiar la opi- rías, similares entre sí, aunque cada uno la ha
nión, por lo que aquellos procesos conducentes a aplicado a procesos psicosociales diferentes.
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92 / Introducción a la Psicología Social
Heider (1946) considera al estado de equili- sión que genera a partir de la modificación de
brio como la situación donde todo se encuentra uno o más de los elementos incompatibles, bus-
en perfecta armonía, sin tensiones; el cambio de cando evidencia adicional para reafirmar un lado
actitud surgirá cuando se pierda ese equilibrio. o el otro o quitándole mérito a la fuente de una
Este autor considera las relaciones existentes en- de las partes. En la medida en que la disonancia
tre los elementos de una situación desde una pers- sea mayor, mayor intensidad tendrá lugar en los
pectiva gestáltica. Cuando los elementos están procesos de cambio y acomodación a una situa-
equilibrados entre sí, hay armonía y no se necesi- ción más placentera para la persona, y mayor
ta cambiar de actitud; por el contrario, si existie- facilidad habrá para que se produzca un cambio
ra disarmonía tendría que producirse un cambio de actitud.
para recuperar el equilibrio. Como la disonancia conlleva una sensación
Newcomb (1953) aplica su teoría de equilibrio desagradable, las personas tratarán de evitar la ex-
a la comunicación interpersonal. Estima que hay posición a ideas contradictorias que pueden dar
una tendencia hacia la simetría en las relaciones lugar a dicho proceso. De manera activa, las per-
interpersonales que influyen en la comunicación sonas tenderán a evitar la exposición a informa-
y atracción entre dos personas. Cuando éstas se ción potencialmente disonante, con lo que la apa-
sienten mutuamente atraídas, desarrollan o ponen rición de dicho fenómeno será más improbable.
de manifiesto actitudes semejantes sobre diversas Así, por ejemplo, si una persona tiene la creen-
situaciones; si la atracción continúa, con el tiempo cia de que su vecina es una mala persona (a pesar
aumentan el número de actitudes similares, lo que de no conocerla ni haber tenido ninguna expe-
es una forma de permanecer en equilibrio para riencia negativa con ella), cuando la invita ama-
que la comunicación y unión entre ambos no co- blemente a tomar un café es improbable que acep-
rra peligro. Entre las críticas que recibe esta teoría te, ya que de hacerlo tendría que sopesar en qué
destaca el hecho de que si bien se puede establecer medida su creencia previa es coherente con dicha
si un elemento es positivo o negativo, no se puede invitación.
conocer el grado del sentimiento en sí. La teoría de la disonancia cognitiva ha tenido
un gran uso en Psicología Social y ha sido utili-
c) La teoría de la disonancia cognitiva zado en diferentes ámbitos, como el cambio de
actitudes para reducir la conducta hipócrita (Sto-
Este modelo fue desarrollado por Festinger ne, Wiegand, Cooper y Aronson, 1997), el trata-
(1957) y aborda el problema de la discrepancia miento del tabaquismo (Pericas, González, Ben-
actitud-conducta. Su principal postulado es que nasar y Temel, 2009) o los programas de mejora
la disonancia cognitiva es un estado desagradable de la autonomía personal (García, 2010).
de tensión psicológica que se genera cuando una
persona tiene dos o más cogniciones incompati- d) El modelo sistemático-heurístico
bles o inconexas entre sí. Esta situación de diso-
nancia puede generarse tanto ante pensamientos Este modelo, propuesto por Chaiken (1987),
y creencias como ante actitudes. propone que el cambio de actitud se produce de-
Desde este modelo se propone que las perso- bido a, por una parte, el procesamiento sistemá-
nas evitamos sentir esta sensación de malestar y tico de la información que permite valorar la per-
buscamos la armonía en nuestras actitudes, en tinencia de una posición y, por otra, por la
nuestras creencias y en nuestra conducta. Cuan- existencia de algún factor clave que actúa de ma-
do no es posible evitar la existencia de esta diso- nera inconsciente. En ocasiones, el contexto del
nancia, se produce un intento de reducir la ten- mensaje nos marca el grado de validez que le da-
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94 / Introducción a la Psicología Social
constituir un poderoso determinante del cambio, situación, en lugar de dejar que el sujeto extraiga
sobre todo si existe una discrepancia previa entre las consecuencias de los estímulos a los que se le
la información que se recibe directamente y la que exponen, las comunicaciones persuasivas presen-
ya se posee. tan esos estímulos en forma de argumentos, que
Los estudios a partir del condicionamiento son apoyados y defendidos por el emisor, el cual
clásico e instrumental en el cambio de actitud han dirige la conducta del receptor.
puesto de manifiesto la influencia del contexto Para McGuire (1969), la efectividad del pro-
donde el sujeto tiene la experiencia. Sin embargo, ceso de persuasión se basa en cinco pasos: la aten-
no todos los cambios necesitan de la condición de ción, comprensión, condescendencia, retención y
práctica directa, pues también se pueden producir conducta. El primer objetivo de alguien que quie-
por la experiencia vicaria, como propugna el re persuadir es captar la atención del otro; sin este
aprendizaje social de Bandura. paso previo no existiría posibilidad de seguir ade-
lante. Con la atención se persigue la modificación
b) El modelamiento de conducta; no obstante, aunque estén presentes
y atentos a la comunicación, no será posible el
Se basa en el cambio producido por la obser- cambio —condescendencia— si lo atendido no se
vación de las conductas ajenas, es decir, en el comprende y no se entienden los argumentos que
aprendizaje vicario (Bandura, 1966). En esta es- se esgrimen. Aun cuando se haya comprendido
trategia cobran especial importancia los procesos todo el mensaje, si pretendemos una permanencia
que median en la observación de las secuencias de la conducta en el persuadido es necesario que
de conductas y en los procesos simbólicos que ésta sea retenida, y se pueda expresar a pesar de
tienen lugar en el observador cuando aprecia las los condicionantes externos.
consecuencias positivas o punitivas de la conduc- Algunos de los factores que influyen de forma
ta del modelo. notable en el proceso de persuasión son los refe-
ridos a las características del emisor, mensaje y
c) La utilización de incentivos receptor.
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Las actitudes en las relaciones interpersonales / 95
más efectiva una comunicación persuasi- el patético y el lógico. El primero está ba-
va, donde el persuadido deduzca que su sado en la personalidad del emisor, la
comunicante no obtiene beneficios perso- cual presenta como evidencia en apoyo de
nales con el cambio de su actitud. la veracidad de una proposición dada; el
En general, los emisores más atracti- segundo se centra en el despertar de las
vos poseen un mayor poder persuasivo, emociones del receptor, en las cuales se
lo cual puede deberse a diversas razones. indica, simplemente, las consecuencias
En primer lugar, un emisor atractivo pue- deseables o indeseables que pueden deri-
de determinar que se le preste atención varse del mensaje y de su aceptación, y el
al mensaje; en segundo lugar, el atractivo tercero fundamenta su estructura en los
del emisor puede influir en la fase de razonamientos lógicos sobre lo que se
aceptación; en tercer lugar, el atractivo quiere comunicar.
puede incrementar la credibilidad del c) Por último, el receptor se constituye al
emisor. mismo tiempo objeto y agente de influen-
b) Otro elemento central en la persuasión es cia en el proceso persuasivo. Atendien-
el mensaje, sobre todo en dos aspectos do a la teoría de la disonancia cognitiva
básicos: en su construcción y en su tona- (Festinger, 1957), si durante la comuni-
lidad. Al referirnos a su construcción, se cación introducimos una disonancia en
ha de atender al lugar que deben ocupar el receptor, éste tenderá a reducirla cam-
los principales argumentos durante el biando de actitud. La probabilidad de
proceso comunicativo: si al principio o al que esto ocurra viene influida por dos
final; para ello han de tenerse en cuenta condiciones:
los efectos de primacía y los de recencia.
El efecto de primacia hace referencia a 1. El sujeto se considera libre para acep-
que se recuerdan mejor y producen mayor tar o rechazar la actitud propuesta.
impacto los mensajes iniciales, mientras 2. Las consecuencias del cambio no de-
que el efecto de recencia hace referencia ben ser punitivas ni desagradables
a la importancia de los mensajes finales. para el sujeto, sobre todo en lo refe-
Sobre la tonalidad del mensaje caben dis- rente a la inclusión o relaciones gru-
tinguir tres tipos fundamentales: el ético, pales.
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Relaciones intergrupales: estereotipos,
prejuicios y discriminación
M.ª REYES BUENO MORENO
MIGUEL ÁNGEL GARRIDO TORRES
5
1. Introducción.
2. Definición de estereotipo.
3. Estereotipos, prejuicios y discriminación.
4. Modelos en el estudio de los estereotipos.
5. Formación y mantenimiento de los estereotipos.
6. Activación de los estereotipos.
7. Funciones de los estereotipos.
8. ¿Son perpetuos los estereotipos? Hacia el cambio estereotípico.
1. INTRODUCCIÓN ciales como las actitudes o las atribuciones cau-
sales.
La psicología social de las relaciones intergru- Los estereotipos se constituyen como proce-
pales estudia las causas y consecuencias de las sos de percepción del ambiente social que orde-
acciones y percepciones que tienen los individuos nan y simplifican nuestra experiencia facilitando
sobre sí mismos y los otros como miembros de las relaciones sociales, es decir, haciendo más ase-
diferentes grupos sociales (Smith, 2006). Incluye quible la interacción social.
aspectos tan clásicos como los estereotipos, los Los teóricos e investigadores aplicados saben
prejuicios y la discriminación. lo difícil que resulta tratar el tema de los estereoti-
A pesar de la enorme capacidad de procesa- pos sin referirse tanto a los prejuicios como a la
miento de información simultánea que posee el discriminación. A este respecto no hay que olvidar
ser humano, ésta no es ilimitada. Por ello, a me- que al fin y al cabo la discriminación no es otra
nudo simplificamos nuestra concepción de la rea- cosa que una actitud, una disposición a actuar, de
lidad con el fin de comprenderla, acceder a ella la cual los prejuicios participan con el componen-
rápidamente e integrarla fácilmente en nuestro te afectivo (emociones, sensaciones) y los estereo-
sistema de conocimiento. Esto tiene como con- tipos con el cognitivo (organización de la realidad).
secuencia el que nos hagamos una idea del otro En las líneas que siguen intentaremos mostrar
en sólo unos instantes, justamente el tiempo ne- qué son, cómo funcionan y qué funciones tienen
cesario para que de sólo unas cuantas caracterís- los estereotipos, y cómo se relacionan con los pre-
ticas observadas del otro podamos encajar es- juicios y la discriminación.
quemas previos que ya poseemos. El resultado es
que aplicamos ese esquema preconcebido a esa
persona aun con riesgo de equivocarnos, pues 2. DEFINICIÓN DE ESTEREOTIPO
la impresión que nos hemos formado del otro
es demasiado esquemática y, a menudo, sesgada. 2.1. Origen del concepto
A esos esquemas que aludimos es a lo que llama-
mos estereotipos. La importancia de éstos es tan El estereotipo es un concepto articulado entre
grande que ha sido uno de los conceptos más los procesos psicológicos motivacionales (nos esfor-
recurrentes de la Psicología Social; no obstante, zamos por entender y predecir el ambiente social
constituyen la base de la percepción social y es- en que nos desenvolvemos) y cognitivos (formamos
tán muy entroncados con otros tópicos psicoso- categorías sociales), y los procesos sociales (como
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100 / Introducción a la Psicología Social
son las creencias que tenemos sobre un grupo so- iraní piensa que quiere hacerle comprar una puerta
cial). innecesaria. El resultado es que le roban su tienda.
El concepto «estereotipo» se remonta a 1798 ¿Qué hubiera pasado si Farhad hubiera confiado
y se reservaba para «el vaciado de plomo de una en el buen trabajo del cerrajero? Parece claro que
imprenta destinado a la creación de un cliché los estereotipos influyen en la conducta, y que sus
tipográfico». consecuencias pueden ser positivas o negativas.
Lippman (1922), pensando en ese «cliché», se En consecuencia, Lippman se refiere a la es-
refirió con el término estereotipo en Psicología tereotipia como el producto de un proceso de ra-
Social a «retratos en la mente» rígidos que hacen zonamiento defectuoso que es insensible de forma
de filtro perceptivo ante la complejidad de la rea- rígida a la retroalimentación. Esta posición inicial
lidad ambiental que nos envuelve. Lippman afir- sobre el concepto de estereotipos condicionó sin
maba en su libro: duda el desarrollo posterior de esta temática:
«El ajuste del hombre a su ambiente tiene lugar — Los estereotipos se estudiaban como ideas
a través de la mediación de ficciones. Por ficcio- prejuiciosas. Por ello, se incidía en descrip-
nes no quiero decir mentiras. Me refiero a una ciones de grupos mayoritarios sobre mino-
representación que está en mayor o menor grado ritarios, se elaboraban verdaderos mapas
hecha por el hombre mismo. El alcance de la cognitivos cuyas fronteras son los rasgos
ficción se extiende sin interrupción desde la alu- estereotípicos, etc.
cinación completa hasta el uso perfectamente — Se suponía que el proceso de la estereoti-
consciente por parte de los científicos de un mo-
pia interfería el proceso normal de razo-
delo esquemático» (Lippman, 1922, pp. 15-16).
namiento de una persona. Así, Brigham
Lippman continúa diciendo que no hay alterna- (1971) define el estereotipo étnico como
tiva al uso de estas ficciones, ya que cumplen la fun- «una generalización hecha acerca de un
ción básica de simplificación de la realidad: ésta es grupo étnico referente a la atribución de
tan grande, compleja y fugaz que no nos permite un rasgo que se considera injustificado
un conocimiento directo de ella. Por ello, Lippman por un observador».
traslada al mundo contemporáneo «El mito de la Las posiciones actuales respecto a los estereo-
Caverna» de Platón, e indica que el hombre sólo tipos se entienden como un conjunto estructurado
puede percibir un reflejo de su entorno, de forma de creencias, compartidas dentro de una misma
que la conducta fundamentada en esa percepción cultura, acerca de los atributos o características
repercutirá en la realidad. Al situar Lippman la que poseen las personas en función de su perte-
percepción y la actuación en diferentes dimensio- nencia a un determinado grupo social (Schneider,
nes, es posible que la conducta que despleguemos 2005). Este tipo de definiciones de orientación
no tenga las consecuencias apropiadas o persegui- cognitiva eliminan la concepción negativa o defec-
das por nosotros. Un buen ejemplo de todo esto lo tuosa de los estereotipos y se centran en el conte-
encontramos en la película Crash (Haggis, 2004), nido de los mismos.
en la que es posible aplicar lo señalado por Lipp-
man en las diferentes tramas interrelacionadas
que se presentan; como la del señor iraní Farhad 2.2. Controversias en torno a la definición
(Shaun Toub), quien piensa y proyecta que los ce- de estereotipos
rrajeros (y casi todas las personas) son unos ladro-
nes; incluso cuando el cerrajero le dice que el proble- Si desde 1922 estamos estudiando el tema de
ma no es la cerradura, sino la puerta de su local, el los estereotipos, es fácil imaginar que en la litera-
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Relaciones intergrupales: estereotipos, prejuicios y discriminación / 101
tura sobre Psicología Social podemos encontrar Ashmore y del Boca (1981) ofrecen otras cua-
tantas definiciones sobre estereotipos como tra- tro cuestiones discrepantes en las definiciones de
bajos se han publicado. Casi todas ellas coinciden los estereotipos:
en considerarlos como constructos referidos a ca-
racterísticas de un determinado grupo social. 1. ¿Son erróneos? Brigham (1971) concluye
Sin embargo, en esas definiciones hallamos afirmativamente por tres razones funda-
algunos aspectos controvertidos. No obstante, la mentales: porque son conceptos incorrec-
concepción sobre los estereotipos depende tanto tamente aprendidos, porque son genera-
de la orientación teórica de partida como del ca- lizaciones y porque son excesivamente
rácter (unidimensional o multidimensional) que rígidos.
se atribuya al constructo (Martínez, 1996). 2. ¿Son compartidos? Katz y Braly (1933) se
Siguiendo a Miller (1982), podemos centrar- dedicaron a estudiar qué características
nos en las dimensiones pensamiento-erróneo vs. otorgaba un colectivo a otro. Este tipo de
pensamiento-normal y consenso vs. no-consenso: investigaciones (dominantes hasta recien-
temente), hicieron habitual el que los es-
— Las definiciones sobre estereotipos en las tereotipos se consideraran como compar-
que se contempla el pensamiento erróneo tidos. Sin embargo, como afirman Huici
son principalmente las clásicas, surgidas y Moya (1995), los estereotipos son creen-
desde la tradición de Lippman. Rigidez, cias individuales acerca de un grupo, aña-
etnocentrismo, hostilidad hacia el exogru- diéndose el adjetivo cultural cuando, ade-
po, etc., forman parte de éstas. más, son compartidos.
— Sobre la dimensión consenso vs. no-con- Con estas dos cuestiones discrepantes
senso, la perspectiva clásica acude a la podemos representar cuatro definiciones
existencia de un consenso social a la hora en dos ejes (véase tabla 5.1).
de definir el estereotipo. No obstante, des- 3. ¿Qué características debe incluir? Esta di-
de una visión contemporánea se afirma mensión se refiere a si el contenido de
que los estereotipos se refieren a una vi- los estereotipos debe hacer referencia a
sión individual y no tienen por qué ser aspectos característicos del endogrupo o
compartidos. a aspectos diferenciadores intergrupales.
TABLA 5.1
Caracterización del concepto de estereotipo
«Creencias mantenidas por un individuo en rela- «Consenso de opinión sobre rasgos atribuidos a
Normal ción a un grupo» un grupo»
(Ashmore y Del Boca, 1981) (Tajfel, 1978)
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102 / Introducción a la Psicología Social
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Relaciones intergrupales: estereotipos, prejuicios y discriminación / 103
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104 / Introducción a la Psicología Social
ya que en caso contrario deberá abandonar la em- 3. Tiene que presuponer que los individuos
presa en la que trabaja. adquieren estereotipos a lo largo de sus vidas.
Un aspecto que puede resultar curioso es que 4. Tiene que describir el carácter cambiante
pueden aparecer prejuicios y discriminación sin de los estereotipos.
estereotipos negativos.
Diversas investigaciones, sobre todo respecto
a estereotipos de género (Moya, 1985), han de- 4.1. Teorías basadas en la personalidad
mostrado que los estereotipos negativos han ido
evolucionando a positivos con el paso del tiempo, Subyacen a una visión intraindividual de los
sin que por ello se modifique el rechazo o predis- estereotipos. Explican las diferencias entre éstos
posición a adoptar un comportamiento hostil y dentro de una misma cultura o endogrupo deter-
discriminatorio hacia el exogrupo. Es más, la con- minado, pero no pueden explicar las diferencias
sideración de los estereotipos positivos en grupos interculturales o intergrupales.
subordinados puede ser una trampa para éstos, Como ejemplo de este tipo de teorías cita-
de manera que los hace continuar en situación de mos a Freud (1953), quien considera los estereo-
desventaja. Por ejemplo, etiquetar a una mujer tipos como la base de la racionalización de acti-
trabajadora con el calificativo de «sensible» en tudes prejuiciosas. Freud interpreta la hostilidad
principio no parece algo negativo; sin embargo, hacia los exogrupos como resultado de la cohe-
este hecho puede originar conductas discrimina- sión endogrupal determinada por las experiencias
torias de carácter negativo, como ocultar infor- infantiles. Cuanto más diferentes se perciban los
mación sobre algo importante con el pretexto de exogrupos, más hostilidad se desencadenará hacia
no herir la sensibilidad de ésta. ellos. También puede ocurrir que el lazo afectivo,
por su naturaleza mayormente irracional y ambi-
valente, se transforme en odio con la sola idea de
4. MODELOS EN EL ESTUDIO que el grupo, o su líder, deje de ser fiel a los idea-
DE LOS ESTEREOTIPOS les originales.
Desde la teoría de la personalidad autoritaria
Las explicaciones psicosociales de los estereo- (Adorno et al., 1950) se parte de la idea de que
tipos han sido muy variadas, oscilando entre a las personas se le controlan los impulsos no
aquellas que recurrían a variables de corte intra- adecuados socialmente, pudiendo dar lugar a in-
individual y las que se centraban en teorías cog- dividuos también controladores, rígidos, conven-
nitivas. Todas estas teorías se centran sólo en un cionales, opresivos, agresivos y sumisos autorita-
nivel de análisis (intrapersonal, interpersonal, in- riamente y con ideas polarizadas, muy dadas a
tragrupo o intergrupo), que a menudo es el intra- percibir la realidad sólo mediante patrones este-
personal a causa de las tendencias cognitivas do- reotípicos que le hacen denigrar a minorías y emi-
minantes en el estudio de los estereotipos, por lo tir conductas discriminatorias respecto a ellas.
que presentan algunas lagunas que tienen que ver
con los condicionantes que debe tener una teoría
explicativa de la formación de los estereotipos. 4.2. Teorías socioculturales
1. Tiene que reflejar que un estereotipo par- Plantean que los estereotipos surgen del me-
ticular es único para un grupo específico. dio social, son un reflejo de la cultura y sirven
2. Tiene que explicitar las diferencias intra- para ajustarse a las normas sociales. La idea prin-
grupo en relación al estereotipo de un exogrupo. cipal que subyace a estas teorías es que la mera
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Relaciones intergrupales: estereotipos, prejuicios y discriminación / 109
En los colegios, la categoría alumno y el ese grupo que se dedican a actividades de-
atributo «raza blanca» poseen una carga lictivas.
valorativa neutra, mientras que alumno y
«raza negra» sí tienen valor. En el caso de
la existencia de valoraciones positivas 8. ¿SON PERPETUOS LOS
(como en el segundo caso), la desconfirma- ESTEREOTIPOS? HACIA EL CAMBIO
ción replantea el sistema de valores impli- ESTEREOTÍPICO
cados en diferenciar blancos y negros, por
lo que existirá resistencia a la desconfirma- El cambio estereotípico es el último fenómeno
ción. Desde la óptica psicoanalítica, la de- que tradicionalmente se ha estudiado en relación
fensa de los valores del yo se realiza me- con los estereotipos. Ya comentamos al comienzo
diante mecanismos de defensa, como de este tema la controversia sobre la rigidez de los
proyección y desplazamiento. Así, valores estereotipos, y concluimos con que éstos son sen-
inaceptables para una persona pueden ser sibles al contexto de comparación social y a acon-
proyectados por ésta hacia otros grupos tecimientos temporales determinados.
sociales. Los valores del yo definen el sitio Las investigaciones de Meenes (1943) y Seago
de los grupos en el conjunto de la sociedad (1947) revelan cómo la Segunda Guerra Mundial
y establecen la legitimación de las relacio- conduce a los estudiantes estadounidenses a tratar
nes de poder entre los grupos (Fiske, a los grupos con los que su nación entró en con-
Cuddy, Glick y Xu, 2002). flicto de una manera mucho menos favorable, es-
— Facilitación de la identidad social. La iden- pecialmente tras el ataque japonés a Pearl Harbor.
tidad social es la parte del autoconcepto En la misma línea, Buchanan (1951) informa que
de la persona derivada de su pertenencia el estereotipo de los estadounidenses sobre los ru-
a grupos sociales. Los estereotipos mues- sos fue mucho más negativo en el contexto del
tran a los sujetos el lugar que ocupan en deterioro de las relaciones en la posguerra (1942-
la sociedad, su conciencia de pertenencia 1948). Prothro y Melikian (1955) observaron
a determinados grupos y el significado cómo el estereotipo de los estudiantes árabes sobre
que ello significa. Es decir, la identidad de los estadounidenses se volvía más favorable con-
una persona está en función de los grupos forme la presencia de estudiantes norteamericanos
a los cuales pertenece y de los grupos con se incrementaba en la Universidad de Beirut. Ade-
que, sin pertenecer a ellos, se compara. más de estos cambios estereotípicos ocasionados
— Explicación de acontecimientos a gran esca- por acontecimientos puntuales, Karlins, Coffman
la, sobre todo si se caracterizan por su com- y Walters (1969) investigaron cómo los estereoti-
plejidad y negatividad; un ejemplo podría pos se modifican a causa de cambios menos espe-
ser el fenómeno del paro en los países co- cíficos en las relaciones intergrupales que ocurren
munitarios, explicado con base en los altos a lo largo de las generaciones.
índices de inmigración ilegal. Entre las diferentes hipótesis explicativas del
— Justificación de acciones cometidas o pla- cambio estereotípico encontramos la hipótesis
neadas contra los exogrupos, como por del contacto y las hipótesis sociocognitivas.
ejemplo, como comentan Huici y Moya
(1995), los estereotipos difundidos sobre a) Hipótesis del contacto
los inmigrantes cuando se pretende apro-
bar una ley de extranjería muy restrictiva Formulada por Allport (1954), sugiere que en
exagerando la proporción de miembros de ciertas condiciones el contacto entre los miembros
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110 / Introducción a la Psicología Social
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Relaciones intergrupales: estereotipos, prejuicios y discriminación / 111
rado. De este modo, la formación de sub- y John (1985) proponen que una de las
categorías reduce el impacto de la infor- condiciones necesarias para la generali-
mación desconfirmante aportada por los zación del cambio de estereotipo a una
sujetos de los grupos categorizados. En la categoría social es el buen ajuste entre la
tabla 5.2 pueden apreciarse algunas dife- persona portadora de información con-
rencias entre los modelos. traestereotípica y su misma categoría so-
— Modelo de los prototipos. Este modelo se cial. Para resolver el problema de la gene-
relaciona con el de los subtipos: Rothbart ralización de la información contradictoria,
TABLA 5.2
Características de los modelos de cambio de estereotipos (Vázquez y Martínez, 2008).
Modelo Cantidad Cualidad Proceso Modo de presentación
es necesario que ésta sea presentada por tra identidad social y condicionando nuestra forma
ejemplares prototípicos de la categoría; es de relacionarnos con diferentes grupos sociales;
decir, que exista ajuste entre la categoría y los prejuicios no son sino una evaluación negativa
el ejemplar desconfirmatorio. de los miembros del exogrupo. Por último, desde
el ámbito interventivo, hay que destacar que la
A modo de conclusión, conviene incidir en manipulación de las categorías es el procedimien-
que los estereotipos son una manera de dar sen- to idóneo para conseguir exacerbar o minimizar
tido a nuestro entorno social, conformando nues- el fenómeno del etnocentrismo endogrupal.
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Aspectos psicosociales de la comunicación
ROBERTO MARTINEZ-PECINO
JOSÉ MANUEL GUERRA DE LOS SANTOS
6
1. Introducción.
2. Elementos del proceso de comunicación.
3. Funciones de la comunicación.
4. Comunicación verbal y no verbal.
5. Estilos de comunicación.
6. Los procesos de escucha y feedback.
7. Barreras y obstáculos en la comunicación.
8. La persuasión. Influencia mediante la comunicación.
9. Interacción comunicativa en grupos virtuales.
1. INTRODUCCIÓN La comunicación es, además, una de las nece-
sidades básicas del ser humano. Muchos de los
La comunicación es un fenómeno inherente grandes avances sociales y tecnológicos que en-
al desarrollo de la humanidad y ha sido, por tan- contramos hoy día han facilitado el progreso eco-
to, objeto de interés y estudio desde los albores nómico y el desarrollo social, al satisfacer las ne-
de la misma. La comunicación requiere necesa- cesidades de comunicación de las personas y
riamente un abordaje interdisciplinar, y en ella permitir la expresión de las mismas. Ejemplos
concurren las aportaciones de diversas discipli- como los medios de comunicación de masas, la
nas, entre otras la filosofía, la lingüística, la polí- tecnología móvil e Internet han revolucionado
tica, las ciencias de la computación y, cómo no, la forma en que interaccionamos, facilitando la
la psicología social (Craig, 1999). existencia de un mundo en el que la comunicación
La comunicación está presente en todo proce- no tiene barreras. Gran parte de su éxito se debe
so de relación interpersonal, intergrupal y orga- a la satisfacción de las necesidades de comunica-
nizacional, por lo que se configura como un as- ción del ser humano. Permitir la transmisión de
pecto central en el ámbito de la psicología social. información y posibilitar los procesos de comu-
Sin la comunicación resulta difícil compren- nicación entre prácticamente cualquier persona
der al ser humano. Es fundamental para la con- del mundo, en cualquier momento y desde cual-
figuración de las personas y las relaciones que quier lugar, ha sido sin duda uno de los grandes
establecen con su entorno. Sin la comunicación avances de la humanidad. Gracias a las tecnolo-
no podríamos mantener relaciones sociales y, por gías de la información y de la comunicación, el
tanto, no existiría la sociedad. mundo se convierte en la denominada «aldea glo-
Una comunicación eficaz posibilita la satis- bal» (McLuhan, 1971).
facción de las personas, su crecimiento personal Por otro lado, la comunicación no se limita a
y social, y el establecimiento de relaciones positi- la transmisión de información entre personas,
vas entre personas y grupos necesarias para el pues implica también que nos ayuda a interpretar
progreso social. Por el contrario, una comunica- el mundo, a configurar la realidad, afectando a
ción ineficaz suele generar tensión y frustración, nuestro proceso de socialización respecto a la ma-
dificulta el logro de metas personales y sociales, nera de expresarnos; no se limita, por tanto, al
puede dañar la autoestima y ser fuente de conflic- intercambio de información, sino que se convier-
tos de difícil resolución. te en un proceso de influencia social.
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116 / Introducción a la Psicología Social
2. ELEMENTOS DEL PROCESO sor y receptor combinan los significados con unos
DE COMUNICACIÓN determinados significantes según las reglas de su
código. El mensaje tendrá mayor probabilidad de
Tomando como referencia a uno de los auto- ser entendido en la medida en que los procesos
res clásicos en el estudio de la comunicación, a la de codificación y decodificación se realicen de
hora de analizar los elementos presentes en el pro- forma similar por el emisor y el receptor respec-
ceso de comunicación podemos plantearnos las tivamente. Por último, el feedback es un aspecto
siguientes preguntas: quién dice qué, por qué ca- esencial del proceso de comunicación, ya que du-
nal, a quién y con qué efectos (Lasswell, 1927). rante el mismo los roles de emisor y receptor se
En estas preguntas encontramos los elemen- alternan e incluso pueden superponerse. Una vez
tos fundamentales de todo proceso de comunica- que el mensaje transmitido por el emisor llega al
ción. Desarrollamos a continuación cada uno de receptor y es decodificado por éste, genera unos
estos elementos: efectos que son transmitidos de nuevo al emisor,
generando así el feedback o retroalimentación. La
— Quién dice: el emisor, que es la persona que retroalimentación permite al emisor, por tanto,
comienza el proceso de comunicación. conocer los efectos que su mensaje ha tenido en
También se puede referir a la fuente. el receptor pudiendo adaptar en función de éstos
— Dice qué: se refiere al mensaje, o contenido sus siguientes interacciones comunicativas.
transmitido durante el proceso de comu-
nicación.
— Por qué canal: es el contexto o el medio me- 3. FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN
diante el que se transmite la comunicación.
— A quién: se refiere al receptor, es decir, a la Hemos destacado la relevancia de la comuni-
persona que recibe el mensaje transmitido. cación como proceso que va mucho más allá de
— Con qué efectos: las consecuencias que el la mera transmisión de información. De acuerdo
mensaje transmitido por el emisor han con Marín (2002), la comunicación puede ejercer
producido finalmente en el receptor. diversas funciones, entre las que podemos desta-
car las siguientes: función de socialización, fun-
Emisor, mensaje, canal, receptor y efectos ción simbólica y función de información.
pueden ser considerados los elementos esenciales
del proceso de comunicación. No obstante, si bien Función de socialización
sirven para hacernos una idea de los aspectos más
destacados, la calidad, riqueza y complejidad del La comunicación tiene una clara función de
proceso de comunicación provocan que no se socialización. Desde nuestro nacimiento nos in-
limite a estos elementos. También podemos con- cluimos en un entorno social en el que toda nues-
siderar, por ejemplo, entre otros aspectos, los rui- tra interacción se debe a la comunicación. Inicial-
dos, los procesos de codificación-decodificación mente, en el seno familiar vamos aprendiendo
o el feedback. Los ruidos hacen referencia a todo formas y estilos de comunicación, roles, lengua-
lo que dificulta, distorsiona o modifica la recep- jes, formas de pensar y de expresarnos. Este pro-
ción del mensaje y que puede interferir en la ceso continúa posteriormente con amigos, compa-
transmisión y recepción del mensaje, reduciendo ñeros de trabajo, medios de comunicación, etc. De
el efecto del mismo sobre el receptor. Los proce- este modo, a través de la comunicación la persona
sos de codificación-decodificación del mensaje aprende inicialmente un lenguaje, y con éste unos
también deben ser tenidos en cuenta, ya que emi- significados y formas de entender el mundo. Al mis-
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Aspectos psicosociales de la comunicación / 117
mo tiempo, adquiere normas y valores, se le indica Si bien la comunicación verbal suele estar
lo que está bien y lo que está mal, o lo que se pue- pautada y estructurada con códigos y normas co-
de o no hacer. La comunicación permite también nocidos por los interlocutores, la comunicación
posicionarnos, comprender quiénes somos y cómo no verbal no se encuentra tan estructurada, care-
comportarnos con los demás. Transmite actitudes, ce de normas fijas y puede depender de los con-
ideas, categorías y estereotipos que nos hacen en- textos sociales en los que se utiliza. Por otro lado,
tender la realidad de una determinada forma. solemos tener menor conciencia de los aspectos
que expresamos no verbalmente. A diferencia del
Función simbólica código verbal, que puede ser utilizado con gran
precisión, la mayor parte de las personas no sue-
La comunicación se desarrolla a través de sím- len controlar de modo consciente su comporta-
bolos. La adquisición y expresión del lenguaje miento no verbal.
está mediada por símbolos. Por tanto, a través de El lenguaje verbal nos diferencia de otros seres
la comunicación desarrollamos una capacidad vivos y requiere de la razón para poder utilizarlo,
para representar simbólicamente los hechos y as- para realizar representaciones simbólicas, hablar
pectos de la realidad a la que nos referimos. La de conceptos, de diferentes momentos tempora-
comunicación requiere niveles de abstracción que les, de nosotros mismos o de otras personas u ob-
pueden llegar a alcanzar gran complejidad. jetos reales o imaginarios. Más que en los aspec-
tos gramaticales o lingüísticos del lenguaje, el
Función de información interés de la psicología social en el mismo recae
en sus posibilidades para interaccionar con otros
Al comunicarnos transmitimos información, e influir en sus actitudes, pensamientos, senti-
juicios, valores o aspectos que están ocurriendo. mientos y comportamientos.
Esta información está, además, calificada, lo que Como mencionamos anteriormente, el lenguaje
nos hace interpretarla de una determinada mane- verbal afecta al proceso de socialización, siendo una
ra. La transmisión de información puede ocurrir forma compartida con nuestro entorno social de
en todos los niveles, desde el interpersonal, pasan- referirnos a la realidad, de estructurarla y definirla.
do por el grupal, e incluso a través de los medios El lenguaje verbal puede servir, además, para regu-
de comunicación puede llegar a alcanzar a un am- lar tanto la conducta propia como la de los demás.
plio número de personas. De acuerdo con Jakobson (1963), el lenguaje
permite las siguientes funciones:
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118 / Introducción a la Psicología Social
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Aspectos psicosociales de la comunicación / 119
otros. Trata de lograr su objetivo, de llevar la ra- Para poner en práctica una conducta asertiva
zón. En general, una persona que emplea un es- debemos considerar tres pasos (Pinazo, 2006):
tilo de comunicación agresivo recurre a frases y
expresiones con carácter impositivo del tipo «de- a) Escuchar activamente: mostrar tanto con
berías..., tendrías que..., si no haces...». Su len- nuestro lenguaje verbal como con el no
guaje no verbal es acorde al tipo de imposición y verbal que estamos prestando atención a
suele ir acompañado de posturas intimidatorias, lo que nuestro interlocutor nos transmite.
miradas fijas e invasivas, voz penetrante, gestos Se debe tratar de entender lo que la otra
como señalar con el dedo y movimientos muy persona está transmitiendo y mostrar em-
marcados. El estilo agresivo puede resultar efec- patía. Escuchar activamente y mostrar
tivo a corto plazo en interacciones cotidianas en empatía no tiene por qué implicar que
las que una persona tiene más poder sobre otra; compartamos los argumentos y plantea-
por ejemplo, unos padres sobre un hijo, o un jefe mientos del emisor.
sobre un subordinado. No obstante, aunque ge- b) Decir lo que se piensa u opina de manera
nere los resultados requeridos a corto plazo, a clara y directa. Para ello pueden resul-
medio y largo plazo puede deteriorar la relación. tar de utilidad expresiones del tipo «sin
En el extremo contrario al estilo de conducta embargo, no obstante, aun así...». No se
agresivo encontramos el pasivo. Una persona que recomienda aquí la utilización de la ex-
recurre a un estilo de comunicación pasivo trata presión «pero», ya que parece tener un
de agradar a los demás, deja que hagan lo que efecto negativo sobre lo que el emisor ha
desean, y muestra incapacidad para manifestar sus expuesto, favoreciendo que éste reaccione
deseos y percepciones. Se muestra inhibida, cohi- con actitudes defensivas hacia sus plan-
bida, reprimida en su comportamiento, perdiendo teamientos.
el control de la situación. En general, manifiesta c) Decir de manera clara y directa lo que se
conductas pasivas, con pocos movimientos, mira- desea que suceda.
das evasivas o inexpresivas, y dificultad para ter-
minar sus intervenciones.
Un estilo asertivo implica la capacidad de ex- 6. LOS PROCESOS DE ESCUCHA
presarnos respetando a todas las partes. Supone Y FEEDBACK
manifestar con respeto lo que uno opina o consi-
dera. Una persona que recurre a un estilo asertivo Dos aspectos de gran relevancia en el proceso
manifiesta cómo ve la situación y respeta y trata de comunicación se refieren a la escucha y el feed-
de entender a los demás. El lenguaje no verbal es back. Tan importante es saber transmitir un buen
acorde a sus intervenciones, con voz clara, mira- mensaje como escuchar activamente a la persona
das directas (no fijas e invasivas, ni evasivas, pro- que lo transmite. Cuanto mejor sea nuestra escu-
pias de los estilos anteriores), gestos de las manos cha más probabilidad tendremos de decodificar
que acompañan y modelan lo que se dice. Utiliza adecuadamente la información verbal y no verbal
un lenguaje más limpio, evitando términos tanto transmitida por el emisor.
impositivos (propios del estilo agresivo) como du- Marín y Guerra (2012) señalan las siguientes
bitativos (propios del estilo pasivo). Las interven- recomendaciones para intentar que la escucha sea
ciones asertivas recogen y escuchan activamente lo lo más positiva posible:
que la otra persona plantea, manifiestan lo que
uno mismo siente y desea, y, muestran cómo le — Mantener la tranquilidad y atención mien-
gustaría que evolucionara la situación en el futuro. tras la otra persona está hablando. Hay
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120 / Introducción a la Psicología Social
que mostrar que se le escucha sin actitud información o barreras que pueden llegar a blo-
crítica y sin interrupciones. quearla por completo. Citamos, de acuerdo con
— No ocupar los silencios, de forma que Mañas (2006), algunas de las principales barreras
cuando la persona que está hablando haga y obstáculos:
una pausa, ésta sea respetada por el recep-
tor, o en todo caso realizar emisiones de — Barreras personales: derivadas de situacio-
asentimiento del tipo «ya, claro...». nes emocionales, valores o hábitos que di-
— No realizar preguntas inquisitivas ni para ficultan la escucha, estableciendo distan-
obtener información que no resulte de uti- cia entre las personas.
lidad. — Barreras físicas: cualquier tipo de ruido o
— Escuchar respetando al emisor, evitando interferencia que pueda perturbar la co-
juicios críticos acerca de lo que nos está municación.
transmitiendo. — Barreras semánticas: relacionadas con el
— Mostrar que nos interesa que resuelva los significado de las palabras. Cuando los
asuntos tratados y que confiamos en que símbolos tienen más de un significado
puede hacerlo. pueden surgir dificultades para la comuni-
cación. Estas situaciones ocurren muy es-
Como hemos mencionado anteriormente, al pecialmente con personas de diferentes
hablar de los elementos del proceso de comunica- culturas, que pueden interpretar los mis-
ción, un aspecto importante durante la misma es mos símbolos de manera diferente.
el feedback. Es decir, retroalimentar a nuestro in-
terlocutor con información acerca de los efectos Entre los obstáculos que podemos encontrar
que nos está causando el mensaje y cómo está sien- en la comunicación podemos mencionar:
do interpretado. Un buen feedback puede tener
efectos muy positivos sobre la comunicación, entre — La sobrecarga de información: aportar de-
los que podemos destacar (Martinez-Pecino, 2012): masiada información a nuestro interlocu-
tor, lo que puede conllevar que no se en-
— Potenciar estilos de intervenciones deseados. tienda la parte verdaderamente importante
— Mostrar lo que estamos entendiendo y del mensaje, o que se omitan o se cometan
percibiendo. errores al transmitir el mensaje.
— Contrastar si estamos entendiendo bien la — Escucha selectiva: tendemos a percibir y
situación. memorizar fundamentalmente aquello
— Aclarar aspectos que no hayamos enten- que encuadra con nuestras expectativas,
dido. creencias y valores.
— Modificar y corregir situaciones. — Efecto halo: realizar valoraciones del in-
— Orientar el proceso para que evolucione terlocutor en función de un único rasgo,
mejor. ya sea éste positivo o negativo, lo que pue-
de distorsionar la comunicación.
— Estereotipos: creencias compartidas acerca
7. BARRERAS Y OBSTÁCULOS de las características que alguien tiene por
EN LA COMUNICACIÓN pertenecer a un determinado grupo social.
Los estereotipos pueden favorecer el re-
En el proceso de comunicación podemos en- chazo injustificado de los mensajes trans-
contrarnos con obstáculos que distorsionan la mitidos por algunas personas, o en caso
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Aspectos psicosociales de la comunicación / 121
contrario su asimilación sin los filtros ne- credenciales y reconocimiento en su ámbito son
cesarios. más persuasivas, y los demás tienden a aceptar su
mensaje incluso cuando éste resulta ambiguo. Al-
gunos factores que afectan a la percepción de
8. LA PERSUASIÓN. INFLUENCIA competencia o pericia de la fuente incluyen:
MEDIANTE LA COMUNICACIÓN
— Las credenciales que posee en términos de
Como señalábamos en la introducción de este formación y experiencia que garantizan su
capítulo, una de las razones por la que interesa pericia.
desde la Psicología Social el estudio de la comu- — La fluidez y seguridad con la que transmi-
nicación es porque ésta permite la interacción en- te el contenido de su mensaje.
tre las personas, facilitando de esta manera la in- — Las referencias y menciones que haga a
fluencia social de unos sobre otros. La persuasión otras fuentes de reconocido prestigio.
trata de provocar en las personas cambios de ac-
titudes mediante una comunicación que ha sido La sinceridad u honradez se refiere a la percep-
planificada de modo deliberado con dicha inten- ción de que transmiten verdaderamente su cono-
ción (Petty y Cacioppo, 1986). La persuasión es cimiento sin que puedan estar movidos por otros
uno de los procesos más destacados de influen- intereses diferentes. La percepción de sinceridad
cia social mediante la comunicación, por lo que u honradez está en función de diversos factores,
conviene conocer cuáles son los elementos fun- entre los que podemos mencionar los siguientes:
damentales de un mensaje persuasivo (Moya y
Durán, 2011). Entre estos podemos destacar la — Intereses propios: los intereses que la fuen-
fuente del mensaje, el propio mensaje, el receptor te pueda tener en juego afectan a la per-
y el canal (Sanderson, 2010; Kassin, Fein y Mar- cepción de sinceridad de la misma en un
kus, 2008; López, 2009; Myers, 2005). doble sentido. Por un lado, las personas
consideran con cautela las afirmaciones
La fuente del mensaje que favorecen a una fuente que tiene algo
La propia persona que transmite el mensaje que ganar. Por el contrario, aquellos que
puede influir en que éste sea más o menos persua- transmiten mensajes impopulares o que
sivo. Un mismo mensaje transmitido por perso- van en contra de sus propios intereses tien-
nas distintas puede tener diferente influencia per- den a ser percibidos como más sinceros.
suasiva. Los aspectos relacionados con la fuente — La percepción de sinceridad puede verse
que afectan a la persuasión tienen que ver con: también afectada por estereotipos sociales.
— La carencia de intención persuasiva.
a) La credibilidad: si queremos que una per- Cuando escuchamos a alguien de forma
sona sea persuasiva en su comunicación, ésta debe fortuita o sin que aparentemente esté diri-
transmitir credibilidad. Las fuentes que poseen giendo su mensaje hacia nosotros, lo per-
una alta credibilidad tienden a ser más persuasivas cibimos como más sincero.
que aquellas menos creíbles (Pornpitakpan, 2004).
La credibilidad de las mismas está en función de b) El atractivo de la fuente: las fuentes más
diversos aspectos: la competencia o pericia y la atractivas parecen más creíbles. Diversos aspectos
percepción de sinceridad u honradez. parecen estar asociados al atractivo de la fuente.
La competencia o pericia se refiere al nivel de Entre éstos podemos mencionar el atractivo o la
habilidad de la persona. Las personas con buenas semejanza. En general, nos dejamos influir en ma-
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122 / Introducción a la Psicología Social
yor medida por personas atractivas físicamente. función tanto de los aspectos vistos hasta ese mo-
En este sentido, no es casualidad que en los anun- mento como de sus propias características. En
cios publicitarios se lleguen a pagar grandes can- este sentido, podemos destacar varias caracterís-
tidades para conseguir la participación de mode- ticas de los receptores, que afectan al grado en
los de gran atractivo físico. Por otro lado, en que pueden ser persuadidos. Estas características
relación a la semejanza, en general aceptamos se relacionan con las necesidades de cognición, de
mejor los mensajes de personas similares a noso- consistencia, de valía personal y de aprobación
tros, sobre todo cuando nos referimos a valores social.
personales. Sin embargo, cuando buscamos infor-
mación sobre hechos las personas diferentes ins- — La necesidad de cognición o conocimien-
piran más confianza. to: tiene que ver con la tendencia a disfru-
tar con actividades de corte cognitivo, a
El mensaje disfrutar pensando y analizando la reali-
dad. Los receptores con alta necesidad de
El contenido de un mensaje puede apoyarse cognición suelen preferir mensajes más
en varios elementos, tales como contenidos racio- elaborados, con argumentos sólidos y de
nales o emocionales. A su vez, los contenidos calidad; por ello suelen ser más difíciles
emocionales pueden evocar sentimientos positi- de persuadir.
vos o, por el contrario, pueden estar basados en — La necesidad de consistencia: es la tenden-
apelaciones al miedo. Las relaciones entre el con- cia a ser coherente consigo mismo y evitar
tenido del mensaje y su influencia persuasiva no aspectos incoherentes o disonantes. Cuan-
son siempre lineales y fáciles de determinar. No to mayor sea la necesidad de consistencia
obstante, en términos generales podemos mencio- de una persona, más probable es que re-
nar algunas conclusiones: chace mensajes que contradigan sus opi-
niones previas.
— Los mensajes de carácter más racional son — Necesidad de valía personal: se refiere a la
mejor aceptados cuanto mayor es el nivel necesidad de autoestima, es decir, a tener
educativo, capacidad de análisis e interés un concepto positivo de uno mismo. Las
en el tema de los receptores del mismo. personas con mayor autoestima son más
— Los mensajes que evocan emociones po- resistentes al cambio, porque confían en sí
sitivas tienden a ser más persuasivos y mismas. Sin embargo, al mismo tiempo,
promueven mayor aceptación en los recep- cuando se ven apoyadas en su identidad al
tores. sentirse reforzadas disminuyen su actitud
— Las apelaciones al miedo tienden a resul- defensiva, quedando más expuestas a la
tar eficaces cuando van acompañadas de influencia persuasiva.
sugerencias que puedan ayudar a evitar, — Necesidad de aprobación social: es la ne-
atenuar o reducir las consecuencias nega- cesidad de ser aceptados por los demás y
tivas que se muestran mediante dicho formar parte de otros grupos y comunida-
mensaje. des. En las culturas de carácter individua-
lista las personas se dejan influir en mayor
El receptor medida por mensajes que destacan venta-
jas de tipo individual. Por el contrario, en
Es la persona que recibe el mensaje y, por tan- las culturas de corte colectivista se logra
to, la que será o no persuadida por el mismo en una mayor influencia persuasiva cuando
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Aspectos psicosociales de la comunicación / 123
se enfatizan ventajas de tipo familiar y nicación favorece cada vez más la comunicación
grupal. en entornos virtuales. Así, se puede hablar en estos
casos de la comunicación mediada por diversos
El canal dispositivos interconectados, ya sea mediante
mensajes textuales, auditivos, visuales o audiovi-
Hace referencia a los medios por los que se suales.
transmite el mensaje o las vías de percepción del En sus orígenes, algunas críticas referidas a
mismo. Se habla de canales visuales, auditivos, este tipo de comunicación hacían referencia a la
audiovisuales y táctiles. No parece haber datos carencia de elementos no verbales. No obstante,
que indiquen que alguno de ellos sea más persua- hoy día éstos pueden ser suplidos mediante emo-
sivo respecto a los otros. No obstante, las interac- ticones. Éstos desempeñan en entornos virtuales
ciones directas entre personas incrementan la pro- funciones similares a las de la comunicación no
babilidad de la eficacia persuasiva. Por otro lado, verbal en la interacción cara a cara, tales como
los medios impresos facilitan la comprensión de proporcionar información, regular la interacción
la información transmitida. social o expresar intimidad (Derks y cols., 2010).
Los emoticones pueden resultar de utilidad para
expresar emociones, fortalecer la intensidad de un
9. INTERACCIÓN COMUNICATIVA mensaje o expresar humor en los mensajes de tex-
EN GRUPOS VIRTUALES to. Su utilización se encuentra en función del tipo
de entorno; de este modo, es más habitual la uti-
No nos gustaría finalizar este capítulo sin ha- lización de emoticones, en contextos socioemo-
cer mención a la creciente relevancia de la interac- cionales en los que el objetivo de los grupos es
ción comunicativa mediante grupos virtuales establecer relaciones, que en contextos en los que
(Guerra y Martínez-Pecino, 2012). La importancia los grupos se han originado para el aprendizaje o
de las tecnologías de la información y de la comu- desarrollo de tareas (Derks y cols., 2010).
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El aprendizaje de modelos sociales.
Consecuencias del aprendizaje social
MANUEL MARÍN SÁNCHEZ
YOLANDA TROYANO RODRÍGUEZ
7
1. Cuestiones previas.
2. Las diversas formas de aprender.
3. El enfoque socio-comportamental.
4. Determinantes socio-ambientales del aprendizaje humano.
5. Funciones de los elementos reforzantes.
6. Fases de la adquisición del aprendizaje por medio de modelos.
7. Procesos psicosociales en el aprendizaje social.
8. Factores determinantes del aprendizaje social.
9. Conclusión.
1. CUESTIONES PREVIAS cuál iba a ser la conducta que seguiría una perso-
na. Este modo de pronosticar se basaba en atri-
La causa de gran parte de las conductas desple- buciones causales extrínsecas al hombre y a su
gadas de forma usual se encuentra en los estímulos propio mundo circundante. Desde el nacimien-
a los que estamos sometidos constantemente du- to de la Psicología como ciencia, la conducta hu-
rante la vida de relación. Del mismo modo, las mana ha sido explicada basándose en causas
consecuencias de nuestras conductas nos sirven más cercanas al propio individuo, proximidad que
para ir moldeando y adaptando el comportamien- ha variado según las escuelas que exponían sus
to a situaciones cada vez más cambiantes. Es ina- teorías.
propiado pensar que la totalidad de los aprendiza- La tradición psicoanalítica infiere el compor-
jes de una persona durante su existencia se deban tamiento humano a partir de causalidades inter-
exclusivamente al moldeamiento ejercido por los nas. Para el psicoanálisis, la conducta del hombre
estímulos externos que inciden sobre el sujeto, bien viene determinada por causas genéticas: los ins-
sea con una intención premeditada o no. Sería la- tintos son el motor de cualquier acción del ser
mentable basarse en la idea de que el aprendizaje humano. En la crítica a esta concepción se argu-
infantil de las reglas conductuales, necesario para menta la excesiva complejidad de cualquier con-
la inserción social, se realiza a partir del ensayo y ducta para ser explicada desde la unidirecciona-
error, o bien que la adquisición del lenguaje estu- lidad del instinto; de la misma forma, éste no es
viera guiada por aprendizajes basados en condicio- lo suficiente complejo para esclarecer la relación
namientos de tipo respondientes u operantes. existente entre la variación de la complejidad de
La aprobación o rechazo de las acciones de las conductas y los cambios ambientales. Por úl-
las persona constituye una fuente de moldeamien- timo, bajo una perspectiva metodológica se pre-
to conductual a la que suelen estar sometidos la cisaba la incapacidad empírica de los métodos
práctica totalidad de los individuos. psicoanalíticos para predecir las variaciones con-
ductuales en función de los cambios ambientales.
El conductismo postula que una teoría debe
2. LAS DIVERSAS FORMAS tener valor predictivo. La experimentación psico-
DE APRENDER lógica de esta escuela ha puesto de manifiesto la
interrelación existente entre numerosas variables,
Quedan muy lejos los tiempos en que se con- de las que dependen distintas formas de conduc-
sultaban los oráculos como medio para predecir tas humanas. Este paradigma hace hincapié en las
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128 / Introducción a la Psicología Social
influencias externas como determinantes de la (1960) al señalar que las respuestas imitativas se
modificación o eliminación de partes de las con- pueden adquirir fundamentalmente de dos for-
ductas que habían sido atribuidas a causas inter- mas: en una el refuerzo recae sobre el observador
nas, lo que llevó a sus partidarios más radicales a directamente cuando ejecuta la conducta obser-
inferir la total causalidad externa de las conduc- vada, y en la otra es el modelo quien realiza la
tas y sus dependencias de las fuerzas ambientales. conducta y experimenta el refuerzo directamente.
Las teorías conductistas han suscitado toda En ambos casos la imitación aparecería sólo
clase de críticas, dirigiéndose los ataques funda- cuando el sujeto fuera recompensado, bien direc-
mentales a su concepción del hombre como mero tamente o bien de forma vicaria.
reactor a estímulos externos, sin poseer decisión Este modo de simplificar la explicación del
propia sobre el origen de su conducta. Los argu- proceso de adquisición de conductas a partir
mentos contraconductistas esgrimen la idea de del aprendizaje por observación, como argumen-
que los rasgos de personalidad del individuo le ta Pinillos (1965), deja lagunas importantes a la
llevan a conducirse de una forma consistente pese hora de aclarar el papel que juegan los procesos
a la variabilidad ambiental (idea infundada, pero cognitivos superiores en el aprendizaje imitati-
firme, base de la oposición al conductismo radi- vo, al reducir éstos a simples respuestas condi-
cal). De otra parte, los seguidores conductistas cionadas.
descuidan los determinantes procedentes de las Bandura reacciona contra estas explicaciones
funciones cognitivas propias del individuo; es de- teóricas (Bandura y Walters, 1963; Bandura, 1977),
cir, no admiten que el hombre es un organismo porque considera ineficaz la argumentación que
pensante, con capacidad propia para originar su dan a la adquisición de respuestas sociales, al no
conducta y dirigirla hacia un fin concreto. valorar suficientemente las variables socio-ambien-
Miller y Dollard (1941), en un principio, con- tales. Para este autor, los factores cognitivos son
sienten en el carácter reforzante de la imitación, fundamentales cuando se trata de explicar el apren-
y postulan que el aprendizaje derivado de ella es dizaje social, pues en ellos se basa el sujeto para
un tipo de condicionamiento operante. Pronto poder interpretar los estímulos que recibe. Del mis-
abandonarían estos supuestos, quizá, como seña- mo modo, gracias a esta capacidad simbólica, pue-
lan Bandura y Walters (1963), porque en sus ex- de separar la relación directa existente entre res-
periencias no se ponía de manifiesto la adquisi- puesta y estímulo, al igual que tiene facultad para
ción de respuestas nuevas, al no ser recompensadas emitir respuestas discriminadas por medio de su
directamente las conductas imitativas. función predictiva.
En los estudios experimentales del aprendizaje El hombre es capaz de emplear símbolos, y
se pone de manifiesto la aparición de intentos por ello le permite representar los fenómenos sociales,
compatibilizar las tendencias conductistas y psi- analizar su experiencia consciente y comunicarse,
codinámicas con las variables socio-ambientales. al tiempo que puede crear elementos de conducta
En este sentido, para Rotter (1954), la función de o prever consecuencias de las mismas.
los factores sociales es indispensable para explicar Las personas no limitan su conducta a la reac-
los procesos de adquisición de conductas en el ción a influencias externas; por el contrario, son
hombre. A partir de su teoría de locus de control capaces de seleccionar, organizar y transformar
interno-externo, combina elementos conductistas los estímulos que sobre ellas inciden. Desde este
y cognitivistas para delimitar los factores perso- punto de vista, la teoría del aprendizaje social ex-
nales y situacionales de la conducta humana. plica la conducta humana basándose en la inte-
Un intento de compaginar la teoría psicodiná- racción recíproca y continua entre los determi-
mica con la del aprendizaje la representa Mowrer nantes cognitivos, los comportamentales y los
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El aprendizaje de modelos sociales. Consecuencias del aprendizaje social / 129
ambientales. Por ello, el ser humano no es un ob- dicionamientos respondientes y operantes; según
jeto impotente controlado por fuerzas externas, éstos, tales respuestas nunca se producen de for-
ni un agente totalmente libre de influencias. Per- ma espontánea, pues son siempre el resultado de
sona y medio se determinan mutuamente en lo procesos de condicionamientos más o menos du-
que se refiere a expresiones conductuales. raderos.
En los últimos tiempos se presta mayor aten-
ción a los procesos de imitación como medio
3. EL ENFOQUE SOCIO- para suscitar conductas nuevas, aunque aquéllos
COMPORTAMENTAL sean tratados como formas de comportamiento
instrumental. Se ha puesto de manifiesto la evi-
La mayoría de las tendencias psicológicas han dencia de que es posible el aprendizaje por ob-
explicado, en los últimos tiempos, el desarrollo servación de las conductas de otro, aun cuando
de la personalidad desde el punto de vista de las el observador no las reproduzca durante su ad-
teorías del aprendizaje. No obstante, estos propó- quisición, sin que reciba, por tanto, refuerzo al-
sitos no han sido muy efectivos a la hora de ex- guno a sus actuaciones. No obstante, el papel del
plicar los procesos por los que se adquiere o mo- refuerzo sí es tenido en cuenta en los aprendiza-
difica la conducta social. Gran parte de estos jes imitativos, pues de él dependen la producción
intentos se han basado en los aprendizajes instru- y mantenimiento de las respuestas; sin embargo,
mentales y en condiciones individuales sometidas se incide más en el valor que tienen para el ob-
a controles experimentales. En la adquisición de servador las consecuencias de las acciones en el
conductas nuevas es donde se han visto más dé- modelo observado.
biles las explicaciones del aprendizaje instrumen-
tal, por la desestimación de las influencias de las Procesos internos derivados de la observación
variables sociales. social
Para Rotter (1982), la posibilidad de que se dé
una conducta en una situación particular viene Desde la perspectiva del aprendizaje social, la
determinada por dos variables: conducta del hombre no se encuentra dirigida ni
por instancias instintivas —condicionantes inter-
1. La expectativa, es decir, la apreciación nos—, ni exclusivamente por fuerzas ambientales
subjetiva de la probabilidad de que se re- —condicionantes externos—; existe una continua
fuerce tal conducta. interacción entre la conducta y las condiciones
2. El valor que tenga para el sujeto el refuer- que la controlan. Esta teoría concede especial
zo recibido. atención a una serie de procesos que acontecen
en el individuo desde que la conducta es suscitada
Este autor explica los procesos de aprendizaje hasta llegar al final de su expresión final. Tales pro-
presuponiendo la existencia de unas jerarquías de cesos son: los vicarios, los simbólicos y los auto-
respuestas tendentes a aparecer en las distintas rreguladores.
situaciones con diversos grados de probabilidad.
Sin embargo, esto no parece adecuado para ex- Los procesos vicarios
plicar la aparición de determinadas respuestas sin
aprendizaje previo, es decir, con cero probabilidad Las teorías tradicionales del aprendizaje lo
de ser emitidas. explicaban a partir de las consecuencias directa-
Otra forma de explicar la aparición de res- mente experimentadas en y por el sujeto. Desde
puestas nuevas ha sido bajo el prisma de los con- la perspectiva del aprendizaje social, los aprendi-
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130 / Introducción a la Psicología Social
zajes originados por consecuencias directas no La experiencia directa es la más primitiva, y está
tienen por qué deberse a acciones vividas por el regida por las consecuencias gratificantes o puni-
individuo y experimentadas personalmente, sino tivas que siguen a una acción, quedando seleccio-
que pueden ser el resultado de la observación de nadas aquellas que tienen éxito, mientras que las
las vivencias y experiencias de otros. De esta for- otras no se retienen.
ma se postula que la capacidad de observación En todo aprendizaje las respuestas emitidas se
del hombre hace posible la adquisición de uni- fortalecen de forma automática o inconsciente,
dades de conducta por medio de ejemplos, y no gracias a las consecuencias inmediatas que gene-
sólo por ensayo y error. ran. Dicho de otra forma, los refuerzos que reci-
be un sujeto —consecuencias de sus propias res-
Los procesos simbólicos puestas— hacen que éstas queden fijadas en su
comportamiento. A pesar de esta relación, son las
Basándose en sus aptitudes y capacidades actividades cognitivas del hombre las que le per-
cognoscitivas, el hombre está preparado para pre- miten extraer mejores resultados de sus experien-
ver el grado de afectación que le producirá un cias socio-ambientales.
hecho y cuál puede ser la dirección de sus accio- De esta manera, en el aprendizaje social el re-
nes al enfrentarse al mismo. Las conductas obser- fuerzo cumple unas funciones más amplias que la
vadas se representan a nivel interno y se toman de ser un mero afianzador de respuestas por la
esas representaciones como guía de acción con- inmediatez de sus consecuencias, pues informa al
ductual. El hombre es capaz de resolver proble- individuo, le motiva, le incentiva y, además, forta-
mas a nivel simbólico, puesto que sus procesos lece sus respuestas.
mentales le permiten la comprensión y previsión
de conductas futuras.
5. FUNCIONES DE LOS ELEMENTOS
Los procesos autorreguladores REFORZANTES
Podemos generar influencias que regulen Veamos en qué consisten estas cuatro funcio-
nuestra conducta, pues no necesariamente ésta nes del refuerzo: la informativa, la motivadora, la
debe ser determinada por variables sobre las que incentivadora y la fortalecedora.
no se posee ningún control. Una persona está ca-
pacitada para prever lo que va a suceder si emite a) Función informativa
una conducta y, por tanto, podrá manipular al-
gunas variables ambientales, las cuales son, al fin Se refiere a la capacidad del ser humano para
y al cabo, las que controlen su propio comporta- obtener información de los efectos de su com-
miento. portamiento y de los resultados que éste gene-
ra en el medio ambiente. Las personas, cuando
se enfrentan a situaciones cotidianas concretas,
4. DETERMINANTES SOCIO-AMBIENTALES emiten algunas repuestas que tienen éxito, y
DEL APRENDIZAJE HUMANO otras que carecen de efecto alguno o que les aca-
rrea consecuencias negativas. Estas experiencias
Dos son las formas posibles de aprender del constituyen reforzamientos diferenciales y con-
hombre: experimentando por sí mismo las accio- ducen al sujeto a seleccionar las respuestas exi-
nes que ha de adquirir, o por medio de la obser- tosas y abandonar las consideradas ineficaces o
vación de las conductas que le interesa aprender. punitivas.
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El aprendizaje de modelos sociales. Consecuencias del aprendizaje social / 131
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132 / Introducción a la Psicología Social
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El aprendizaje de modelos sociales. Consecuencias del aprendizaje social / 133
zan los componentes de su conducta para formar observada, es necesario prestar atención al mode-
nuevas pautas de respuestas de lo que otros dieron lo y a sus rasgos significativos.
ejemplo» (Bandura, 1976, 1982). Varios son los factores reguladores de los pro-
Según la teoría operante (Skinner, 1953), el cesos de atención, destacando las experiencias
aprendizaje por observación se produce porque asociativas del sujeto, el valor funcional de la con-
el sujeto recibe refuerzos diferenciales. El obser- ducta observada y la atracción del modelo.
vador recibe refuerzos positivos cuando sus con- Cuando una persona elige una serie de ami-
ductas se ajustan a las del modelo, y negativos o gos, las conductas con mayor probabilidad de ser
nulos cuando no coinciden. Este modelo teóri- atendidas son las derivadas de las interacciones
co explicaría cómo una conducta previamente sociales realizadas en el seno del grupo; otras con-
aprendida puede ser incitada por otros y por las ductas externas al ámbito de las relaciones inter-
recompensas, o cómo un observador repite la personales establecidas en el grupo de amigos ca-
conducta de un modelo en las mismas circunstan- recen de posibilidad de prestarle atención. Por
cias. Sin embargo, no aclara la forma de adquirir otro lado, las acciones con una utilidad notable
una nueva conducta equivalente a la del modelo; para el sujeto son las que van a prevalecer, per-
toda vez que el observador está capacitado para diendo capacidad de atracción las que, siendo ob-
ejecutar las respuestas en contextos diferentes a servadas por él, no poseen valor funcional para
donde las observó, y sin habérsele administrado el autor. Hemos de destacar que la atención de un
refuerzo alguno, quizá las repita varios días des- modelo está en función de las cualidades que po-
pués de haberlas observado. Bandura explica que sea y que éstas sean interesantes o atractivas para
todo ello es posible porque en el aprendizaje por el observador; por su parte, el nivel de atención
observación, en su perspectiva social, se producen baja hacia aquellos modelos cuyas características
procesos simbólicos ante la presencia del modelo no resulten atrayentes o interesantes.
y antes de que una respuesta haya sido ejecutada
o reforzada. El proceso de retención
Si el aprendizaje realizado por las personas en
su vida cotidiana se basara sólo en las consecuen- Se necesita recordar la conducta de un mode-
cias de sus propias acciones, la adquisición de lo para poder quedar «impresionado» por ella. Si
nuevas conductas sería lenta. No obstante, éstas una conducta observada quiere ser repetida en
se adquieren, gran parte de las veces, por la ob- ausencia del modelo, es necesaria la permanencia
servación de otras personas, sin que lleguen a ser simbólica en la memoria. Si no es así, las influen-
experimentadas previamente por el sujeto que las cias pasadas no adquirirán grado de estabilidad
observa. en el sujeto.
En el aprendizaje observacional son dos los sis-
temas de representación válidos para recordar: el
7. PROCESOS PSICOSOCIALES de imágenes y el verbal. Los estímulos modeladores
EN EL APRENDIZAJE SOCIAL dan lugar a imágenes, más o menos duraderas, de
las secuencias observadas y que el sujeto puede
El proceso de atención evocar. Cuando los hechos se encuentran interco-
rrelacionados, la evocación de un estímulo produ-
La sola exposición del modelo no basta para ce una imagen de otro; así, al escuchar palabras
completar el aprendizaje de alguien que lo obser- tales como Granada o Málaga, si conocemos algo
va. Para que éste sea posible de forma efectiva, y de estos lugares evocaremos representaciones ima-
el sujeto extraiga consecuencias de la conducta ginarias de estímulos físicos aun cuando éstos no
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134 / Introducción a la Psicología Social
los tengamos físicamente presentes. Por ejemplo, — El desarrollo físico. Las limitaciones físicas
los que el lector tiene ahora en su memoria. constituyen otro factor importante para la
La representación verbal implica la codifica- reproducción del modelo observado. Así,
ción por el sistema verbal del material observado, un niño podrá retener simbólicamente las
y facilita la rapidez y la retención prolongada de acciones precisas para efectuar una deter-
todo aprendizaje observacional. Dado que la ma- minada tarea motriz. Por ejemplo, dispa-
yor parte de los procesos cognitivos reguladores rar un flecha con un arco de caza; si sus
de la conducta son más verbales que visuales, la brazos no tienen la envergadura y poten-
información visual se codifica verbalmente, y que- cia física apropiadas, no podrá tensarlo ni
da almacenada facilitando la retención y su pos- efectuar los movimientos observados e in-
terior expresión o reproducción. La retención se teriorizados.
ve favorecida, además de por la codificación sim- — La retroalimentación informativa. Un suje-
bólica, por la repetición de los hechos o conduc- to, después de comprobar las diferencias
tas del modelo observado. Si un sujeto repite entre su representación simbólica y su eje-
mentalmente o realiza las conductas observadas, cución, puede perfeccionar la conducta
las olvidará más tarde que aquel que ni las repitió aprendida mediante correcciones de sus in-
ni las llevó a la práctica. tentos preliminares. Estos ajustes los hace
por medio de las señales propioceptivas
La reproducción motriz cuando no puede ver su propia conducta
durante la ejecución. En efecto, en la ma-
Podríamos describirla como el medio por el yoría de los aprendizajes cotidianos las per-
que las representaciones simbólicas guían las con- sonas no pueden observarse desde fuera, y
ductas externas. En principio se organizan las res- de ahí que sus conductas se perfeccionen
puestas, después se inician, se comprueban y se por procesos autorreguladores, basados en
perfecciona su ejecución a partir de un proceso la retroalimentación informativa que recibe
de feedback informativo. de su propia actuación. Una forma de me-
El grado de aprendizaje realizado por alguien jorar los aprendizajes, tanto motrices como
depende de una serie de factores, entre los que verbales, es grabando en soportes audio-
cabría citar: las habilidades facilitadoras, el grado visuales las ejecuciones y después proce-
de desarrollo físico y la capacidad de retroalimen- diendo a su visionado, analizándolo y es-
tación informativa. tudiando las deficiencias apreciadas.
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El aprendizaje de modelos sociales. Consecuencias del aprendizaje social / 135
Para Bandura, no basta con la exposición del social, la conducta se aprende, al menos de forma
modelo y la retención de lo observado; además, elemental, antes de llevarla a la práctica, de tal
el sujeto se ha de sentir incitado a ejecutar las manera que un observador organiza o coordina
representaciones simbólicas adquiridas. En la me- simbólicamente las acciones del modelo observa-
dida en que el ambiente gratifique positivamente do y reproduce acciones nuevas a partir de su re-
la ejecución de lo observado y retenido, habrá presentación personal, lo cual le sirve de guía
más probabilidad de ajustar las representaciones para una posterior ejecución.
simbólicas a las ejecuciones conductuales, y po- ¿Qué papel juega el refuerzo y cuándo actúa
drán perdurar mejor en el sujeto. en el aprendizaje observacional? Este punto cons-
tituye una cuestión discrepante entre las distin-
tas teorías del aprendizaje. Según los seguidores
8. FACTORES DETERMINANTES de la teoría del refuerzo, es necesario reforzar
DEL APRENDIZAJE SOCIAL las respuestas imitativas para lograr un aprendi-
zaje (Gewritz y Stingle, 1968). Por su parte, la
El proceso de aprendizaje social tiene lugar a teoría del aprendizaje observacional distingue en-
partir de la exposición de un observador a un mo- tre el aprendizaje y la ejecución de lo aprendido.
delo que ejecuta una conducta (Hogg y Vaughan, Un aprendizaje puede tener lugar por la simple
2010). No obstante, desde que el primero realiza contemplación de la conducta modelada y su or-
la conducta hasta que el segundo es capaz de re- ganización cognitiva, sin necesidad de la existen-
producir lo aprendido en su ausencia, hay una cia de un estímulo externo que sirva de reforza-
serie de factores intervinientes de capital impor- dor. Sin embargo, no todo modelo conductual es
tancia, sin los cuales el aprendizaje no se llevaría observado con atención por el sujeto, y aunque
a cabo. Entre ellos cabe citar el papel del refuerzo, lo observe no queda garantizada su retención y
la información del aprendizaje y la regulación de posterior ejecución. Se hace necesaria, por tanto,
la conducta aprendida. la presencia de ciertos factores que favorezcan la
probabilidad de permanencia en el sujeto de la
El papel del refuerzo en el aprendizaje social conducta observada. Uno de los elementos inter-
vinientes en la atención y fijación del modelo ob-
¿Cómo sabemos si una persona ha aprendido servado consiste en la comprensión, por parte del
una conducta después de haber sido retenida, es observador, de que la conducta por otros realiza-
decir, hasta qué punto se ha integrado lo obser- da le puede servir para determinados fines. Esta
vado para poder decir que ha sido aprendido? anticipación del refuerzo incrementa la atención
Para los teóricos del conductismo una con- sobre lo que se observa, y motiva al sujeto a or-
ducta no está aprendida hasta que el sujeto no la ganizar cognitivamente, a retener y repetir el ma-
ejecuta; sin embargo, tal aseveración puede ser terial a aprender.
válida en el aprendizaje animal, pues sólo sabre- Las diversas teorías sobre el aprendizaje ob-
mos si una rata ha aprendido a recorrer un labe- servacional coinciden en la necesidad del refuer-
rinto si es capaz de llegar al final cuando la po- zo, pero discrepan en cómo actúa durante el pro-
nemos en él. Con los humanos cabe la posibilidad ceso de adquisición de la conducta. La teoría del
de una descripción verbal o gráfica de las acciones refuerzo cree que interviene después de emitida la
que se deberían seguir, sin necesidad de ejecutar- respuesta por el sujeto, y la fortalece de forma
las prácticamente. Éste es uno de los medios por retroactiva, al igual que ocurre en la asociación
los que podemos inferir si se ha aprendido la con- con los estímulos que la suscitan. Por su parte, los
ducta observada. Para la teoría del aprendizaje teóricos del aprendizaje social creen que el refuer-
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136 / Introducción a la Psicología Social
zo facilita los procesos de atención, de organiza- dios audiovisuales de comunicación, los cuales
ción y de repetición y, en consecuencia, interviene constituyen vehículos importantes de aprendizaje
antes de que el sujeto emita la respuesta. Según social. No todos los procedimientos de modelado
ello, para elevar el nivel de aprendizaje en una tienen la misma eficacia; ciertas experiencias vivas
persona se le puede informar antes de las ventajas o filmadas poseen mayor estimulación que las na-
y beneficios que va a obtener. El refuerzo es con- rradas verbalmente. De igual forma, dentro del
cebido más como una condición facilitadora que mismo tipo de expresión, unas tienen mayor re-
necesaria, pues existen otros factores intervinien- clamo que otras. Por ejemplo, una exposición a
tes aparte de las consecuencias de las respuestas. estímulos verbales requiere mayor capacidad per-
En resumen, podemos apreciar una valora- sonal de atención y conceptualización; de ahí que
ción de las consecuencias de la acción del sujeto, los observadores con poca capacidad conceptual
tanto en el condicionamiento operante como en sacan más provecho del modelo conductual que
la teoría del aprendizaje social, como variables del verbal. Esto se convierte en una norma impor-
decisivas en el proceso de aprendizaje observacio- tante a tener en cuenta a la hora de efectuar de-
nal. Sin embargo, en la segunda la conducta terminados aprendizajes en los distintos niveles
aprendida por observación se encuentra afectada, académicos.
además de por las consecuencias de las respuestas
experimentadas por el sujeto por la estimulación Regulación la conducta aprendida
externa, por los autorrefuerzos y por los refuerzos
vicarios. Para explicar cómo se mantiene y regula una
conducta adquirida, el aprendizaje social formula
La información en el proceso del aprendizaje tres procesos de regulación: el control del estímulo,
social el control del refuerzo y el control cognoscitivo. Por
último, se postula que entre ellos hay un mutua
Un modelo transmite información al observa- interrelación.
dor sobre cómo organizar las respuestas parciales
y formar pautas de nuevas conductas; tal infor- 1. El control del estímulo
mación es captada a partir de manifestaciones
físicas, representaciones gráficas o descripciones El hombre prevé las consecuencias de sus con-
verbales. ductas regulando sus propias acciones. Sin esa
Por medio de la palabra transmitimos nume- capacidad previsora las actuaciones de las perso-
rosas instrucciones acerca de conductas comple- nas podrían ser poco productivas e incluso peli-
jas, que si hubieran de ser adquiridas por la prác- grosas. Los estímulos visuales, las acciones de
tica tardarían mucho tiempo en aprenderse. Al otras personas y cualquier tipo de estimulación
que aprende le podemos decir cómo se ha de proporcionan al hombre información acerca de
comportar en situaciones sociales concretas, sin las consecuencias probables de su conducta.
necesidad de esperar a que éstas ocurran y mo- El control del estímulo tiene lugar cuando el
delar su conducta en ellas. Este modelado sim- sujeto posee una experiencia sobre las situaciones
bólico es fuente importante del aprendizaje so- estimulares. Así, un alumno desinhibido y alegre,
cial, aunque la palabra no es el único medio para a la vez que inteligente y perspicaz, después de
producir modificaciones o adquisiciones de con- entrar en el aula y ver la cara del profesor (rela-
ductas nuevas. jada y contenta, o por el contrario tensa y triste),
Las personas están sometidas a diversas fuen- y percibir la actitud más o menos estática de sus
tes de estímulos, como televisión, cine y otros me- compañeros, creerá conveniente desplegar una
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El aprendizaje de modelos sociales. Consecuencias del aprendizaje social / 137
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138 / Introducción a la Psicología Social
mente una función, verá cumplido con ello su La motivación del factor cognitivo
objetivo, aumentará el nivel de exigencia de sus
normas y la próxima vez tendrá que mejorar la El ser humano tiene capacidad para motivar-
ejecución anterior, como medio de elevar su pro- se a sí mismo sin necesidad de los estímulos ex-
pia autoestima. Por el contrario, si ha fracasado, ternos inmediatos que le provoquen o le empujen
el nivel de exigencia de sus normas será más rea- a emitir una conducta. Esta automotivación viene
lista y permanecerá con el mismo grado o dismi- generada por:
nuirá, con el fin de obtener éxitos futuros y me-
jorar su autoestima. a) La representación simbólica de las conse-
El valor funcional de las actividades para el cuencias futuras de la actuación. Los po-
que las realiza también es un factor influyente en sibles resultados que prevemos constitu-
la autorregulación de la conducta. Un niño se es- yen móviles para la acción, y al mismo
forzará más en sus acciones si ejecuta una tarea tiempo adecuamos nuestro comporta-
que posee un alto significado y valor para sus miento para conseguirlos.
propósitos personales. De ahí la necesidad de b) El establecimiento de metas. Las personas
ejemplificar los conceptos que el niño ha de se proponen unos fines que han de con-
aprender y referirlos a posibles situaciones reales seguir; si se cumplen, la conducta realiza-
a las que él se pueda presentar. da les proporcionará satisfacción. Y cuan-
Otro aspecto decisivo a tener en cuenta al ana- do las metas son fácilmente alcanzadas,
lizar las reacciones de la persona hacia sí misma es tienden a elevar el nivel de exigencia para
la atribución del éxito o fracaso de la propia con- aumentar su autoestima y seguir obte-
ducta. La satisfacción personal de un alumno cre- niendo gratificaciones.
cerá si se le hace ver que el éxito de su labor se ha c) La especificidad de las metas. Cuando el
debido a su propio esfuerzo, con lo cual posibilita- objetivo está claramente definido se expli-
mos un mayor autocontrol para sus futuras accio- cita el tipo de conducta a desarrollar y la
nes. Sin embargo, si atribuimos su éxito a ayudas cantidad de esfuerzo que es necesario des-
y factores externos, bajará su autoestima y aumen- plegar para conseguirlo. Ello hace que el
tará la apatía en tareas venideras (Bandura, 1976). individuo se automotive para alcanzar la
meta prefijada.
3. Control cognitivo d) La proximidad de la meta. Los fines in-
mediatos facilitan la representación sim-
Los procesos de pensamiento, la imaginación bólica de los futuros resultados y movili-
y las representaciones simbólicas de la experien- za al sujeto para conseguir lo que tiene
cia, tanto verbales como no verbales, son elemen- cerca de sí. Por el contrario, metas muy
tos cognitivos determinantes de lo que observa, lejanas hacen olvidar, durante el transcur-
siente, hace o prevé el sujeto ante una situación. so de la labor, el objetivo y las conductas
Una persona utiliza sus experiencias para mani- necesarias para lograrlas. En estos casos
pular simbólicamente los fenómenos observados, se ha de operar por submetas que faciliten
comprenderlos y generar nuevos conocimientos objetivos intermedios próximos y con-
sobre lo que le rodea. El factor cognitivo intervie- duzcan hacia el final.
ne en la conducta humana motivándola, previ- e) El feedback informativo. Está referido a
niendo sus futuras consecuencias y dirigiéndola en la información recibida por el sujeto sobre
función de sus posibles resultados, e incluso anti- su propia actuación, y sobre los errores o
cipando éstos antes de la actuación. aciertos que comete en su camino hacia
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El aprendizaje de modelos sociales. Consecuencias del aprendizaje social / 139
una meta, permitiéndole, de ese modo, co- ción de la tarea, siempre constituyen ele-
rregir su conducta. Bandura admite que mentos reforzadores y puntos de referencia
el proceso de retroalimentación informa- que le sirven al sujeto para persistir o mo-
tiva no constituye un refuerzo en sí, sino dificar su actuación, según los casos.
que «el conocimiento del propio rendi-
miento adquiere significación cuando se La previsión de las consecuencias
relaciona con los criterios del sujeto»
(Bandura, op cit., p. 196). La opinión o creencia personal sobre las con-
tingencias reforzantes ambientales puede guiar la
Si tomamos en consideración los factores que conducta de los sujetos. A veces, las personas se
acabamos de describir, a la hora de programar y comportan más en función de lo que creen que
hacer cumplir una tarea, supuestamente adecua- pasará si se hace una acción, que de lo que real-
da a las características del desarrollo de una per- mente pueda ocurrir. De igual modo, «las mismas
sona, debemos considerar los siguientes elemen- contingencias ambientales pueden tener efectos
tos: distintos sobre la conducta en función de las
creencias sobre las causas que las producen». Esto
1. El sujeto ha de tener una representación supone que, si se le hace ver a alguien lo apropia-
clara de cuál va a ser el resultado de su do de sus respuestas, aunque esté recibiendo con
trabajo, bien por descripciones detalla- ellas estímulos negativos, persistirá en la misma
das, bien por la contemplación de traba- actitud; por el contrario, las reducirá si se le con-
jos anteriores similares a los que va a em- vence de que son inapropiadas. Su conducta ven-
prender. drá determinada por sus creencias sobre ella, más
2. Las metas a conseguir deben estar expli- que por los resultados de la misma. No obstante,
citadas con claridad, de tal forma que, cuando las consecuencias difieren demasiado de
cuando se logren, se tenga conciencia de la realidad, y durante repetidas experiencias, la
la finalización de la tarea y de los éxitos persona volverá a adaptarse a la realidad. Bandu-
obtenidos. ra, en este sentido, opina que las expectativas
3. Los objetivos finales han de ser específi- erróneas guían la conducta de las personas en la
cos, claramente definidos, y no deberán esperanza equivocada de que, persistiendo en el
dar lugar a dudas que puedan variar el empeño, se pueden cambiar las consecuencias
decurso de la labor, para que todos los reales venideras.
esfuerzos estén encaminados a ese fin y Como hemos visto, a partir de la observación
no a otros. de un modelo se pueden interiorizar las acciones
4. El resultado final ha de estar próximo en necesarias para la ejecución de una conducta.
el tiempo. Esta característica está en rela- Esta representación interna puede servir de guía
ción inversa con la edad: a menos edad, para futuras acciones semejantes, sobre todo en
las metas han de estar más próximas. las primeras fases de los aprendizajes.
Poco valor motivacional tendría el pro- Gracias a esta capacidad cognitiva superior,
meterle una bicicleta a un niño de 8-9 años el hombre puede buscar soluciones a problemas
si obtiene buenos resultados en junio, de forma abstracta, sin necesidad de llevarlos a
cuando esa promesa se le hace a princi- cabo empíricamente. Es decir, los «cálculos men-
pios de curso. tales» nos sirven para obtener resultados correc-
5. Las alabanzas, palabras de aliento y co- tos sin que tengamos que efectuar operaciones
rrecciones oportunas, durante la realiza- concretas con objetos.
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140 / Introducción a la Psicología Social
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El aprendizaje de modelos sociales. Consecuencias del aprendizaje social / 141
cometido en condiciones normales; en el segundo poralmente, y ninguno de los dos saca beneficios
tendría que ejecutarlo bajo los efectos de una su- duraderos.
puesta intoxicación etílica. Es indudable que la La agresividad, las amenazas o la impotencia
reacción de los observadores, y el ambiente crea- son medios apremiantes de llamar la atención del
do, serían diferentes en la primera situación que otro, ejerciendo un control sobre su conducta, es-
en la segunda. pecialmente si la relación implica alguna depen-
Los medios sociales crean múltiples situacio- dencia mutua (Bandura, 1976).
nes que influyen en la conducta individual. No
siempre las personas acatan el medio que se les
impone; antes bien, desempeñan un papel activo, 9. CONCLUSIÓN
y generan, con sus propias conductas, contingen-
cias de refuerzos particulares. Sin embargo, no Los procesos simbólicos y creadores humanos
necesariamente se puede crear el ambiente desea- están claramente definidos y defendidos en la teo-
do a partir de las propias acciones, pues esta re- ría del aprendizaje social, frente a la posición
ciprocidad rara vez es perfecta, debido a que la mantenida por la instrumental. La capacidad hu-
conducta individual no es el único determinante mana se distingue de la animal por la facilidad
del medio y de las consecuencias que ella puede que posee para crear conductas nuevas o similares
suscitar por sí sola. a otras, por el mero hecho de haberlas observado,
Los factores situacionales, los roles y expec- y de repetirlas en contextos diferentes.
tativas de los demás, entre otras, son variables Los factores que determinan el aprendizaje
que influyen de forma alternativa sobre la con- social y los procesos por los que se rige otorgan
ducta individual, hasta que el individuo y/o el un papel activo al sujeto durante la adquisición
ambiente encuentran sus necesidades cubiertas de nuevas conductas. En la teoría de Bandura se
en mayor o menor medida. Bandura cree que: la da capacidad autoimpulsora a la persona para
«El funcionamiento de los procesos de refuerzo adquirir o modificar comportamientos, lo cual le
recíproco en la producción inconsciente de con- lleva a superar la esclavitud del medio y de sus
ductas infantiles difíciles es un buen ejemplo de estímulos reforzadores. Éstos, y sus consecuen-
esta cuestión. En la mayoría de las ocasiones las cias, también están mediatizados por las creencias
peticiones o los deseos del niño se ven desaten- y estados personales del hombre.
didas porque el padre se desinteresa o se encuen- La interpretación y las consecuencias de lo
tra absorbido por otras actividades. Si en lo su- observado por el sujeto y los beneficios que le
cesivo sus tentativas siguen sin recompensarse, pueden reportar influyen en conductas específicas
el niño comenzará a exhibir una conducta que como la agresividad, la cual, más que deberse a
progresivamente se irá haciendo más intensa y las consecuencias frustrantes, se produce por ob-
que devendrá más y más aversiva hacia el pa- servación e interpretación de los resultados del
dre». Las conductas hostiles o difíciles se con- acto agresivo.
vierten así en el único medio que el niño tiene Los determinantes de la conducta humana,
para obtener la atención del padre, y éste, a su desde la perspectiva del aprendizaje social, surgen
vez, consigue que su hijo le deje tranquilo; am- de la interacción continua e interdependiente entre
bos ven satisfechas sus necesidades, aunque tem- el medio ambiente y las capacidades del hombre.
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Relaciones interpersonales: atracción,
amistad y amor desde la perspectiva
psicosocial
8
ALFONSO JAVIER GARCÍA GONZÁLEZ
M.ª REYES BUENO MORENO
1. Introducción.
2. Atracción interpersonal.
3. Relaciones de amistad y amor.
1. INTRODUCCIÓN queridos fallecidos aumenta nuestra necesidad de
pertenencia y de permanecer cerca de ellos, etc.
La dependencia que podemos tener entre Este capítulo versará, por un lado, sobre la
unos y otros convierte las relaciones interperso- atracción interpersonal y el consiguiente análisis
nales en el centro de nuestra existencia. Dicha de la afiliación como una necesidad de la persona,
dependencia tiene su base en la necesidad de los factores situacionales y personales influyentes
pertenencia que ha generado el ser humano, de- en estos procesos y las consecuencias de la atrac-
finiéndose ésta como la «motivación para vincu- ción interpersonal. Y, por otro, sobre las relacio-
larse con los demás en relaciones que proporcio- nes de amistad y amor basándose en los determi-
nen interacciones continuas y positivas» (Myers, nantes que facilitan su perdurabilidad y las
2005, p. 425). diferencias de género existentes.
Nuestras relaciones interpersonales están de-
terminadas en gran medida por las atracciones 2. ATRACCIÓN INTERPERSONAL
sociales que generamos a raíz de la necesidad de
pertenencia. Así, Baumeister y Leary (1995) re- La atracción interpersonal es una actitud hacia
pasan las diferentes atracciones que puede prota- los demás que hace que clasifiquemos a las personas
gonizar una persona: para nuestros antepasados, en una dimensión que abarca desde el amor hasta
el cariño mutuo permitió la supervivencia del gru- el odio. Como actitud, la atracción interpersonal
po; los vínculos de amor entre un hombre y una conlleva implícitos determinados comportamientos.
mujer pueden dar lugar a hijos que sobrevivirán La mayoría de las personas se han sentido en
mejor si la pareja se mantiene unida; si un niño algún momento de su vida rechazadas por otros
es separado de su figura de apego, éste puede su- porque una o algunas de sus cualidades no se
frir pánico o ansiedad si está bajo la influencia de ajustan a los niveles de exigencia o aceptabilidad
una institución sin pertenecer a alguien; pensar de aquéllos. En el lado opuesto, encontramos la
que nos podemos enamorar nos da esperanza atracción interpersonal como el deseo de aproxi-
para ser aceptados y queridos; cuando estamos marse a otra persona.
lejos de nuestro lugar y personas de referencia, el
tiempo pasa más lento y la vida pierde significado 2.1. La afiliación como necesidad
(Twenge et al., 2003); al perder una relación ínti-
ma con un alma gemela, los adultos se sienten La afiliación es una motivación que supone
celosos, angustiados o en duelo; recordar a seres la necesidad que tiene toda persona de estar cer-
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146 / Introducción a la Psicología Social
ca de otras (Maslow, 1954). La necesidad de afi- Es la teoría del intercambio social, que establece
liación o pertenencia es particularmente fuerte que los individuos buscan y mantienen aquellas
en la infancia, y el no desarrollarla adecuada- relaciones sociales en las que las recompensas ob-
mente por cualquier circunstancia (hospitaliza- tenidas superan a los costos; de esta forma, las
ción-institucionalización, abandono, rechazo, personas son hedonistas, buscando en última ins-
etc.) puede afectar a la capacidad del individuo tancia la optimización del placer y la minimiza-
para formar y mantener relaciones emocional- ción del dolor al menor coste posible (Berscheid
mente significativas de amistad, intimidad, fami- y Lopes, 1997). La teoría propone que las perso-
lia, etc., en la vida adulta. nas nos sentimos más atraídas por aquellas otras
Los factores que influyen en la afiliación son: que mejor nos recompensen.
a) el deseo de obtener conocimiento sobre noso- Existe una aproximación sociológica a la teo-
tros mismos y del entorno a través de la compa- ría del intercambio social, según la cual las rela-
ración social, y b) el deseo de obtener recompensas ciones sociales vienen a ser acuerdos económicos
psicológicas y materiales mediante el intercambio en los que cada parte implicada otorga un valor
social. a los bienes que intercambian entre sí, que pueden
ser de tipo material o no. Esta teoría presupone
1. Comparación social que las personas llevan en cuenta los bienes inter-
cambiados y que, cada cierto tiempo, evalúan si
Según la teoría de la comparación social (Fes- las recompensas obtenidas superan a los costos
tinger, 1954), las personas evalúan sus pensamien- (Homans, 1958). Dicho acontecimiento es muy
tos y acciones comparándolos con los de los de- frecuente en las relaciones de pareja en las que se
más. De hecho, una forma de conocernos y de establece el reparto de tareas domésticas cuando
entender mejor el lugar que ocupamos en nuestro los dos miembros trabajen fuera del hogar.
contexto social es comparándonos con otros También puede darse la situación en que al-
(Wedell y Parducci, 2000). Según la información gunas personas mantienen relaciones insatisfac-
que obtenemos de esta comparación, así evalua- torias o dañinas por el hecho de seguir recibiendo
mos nuestro yo. Para Festinger, es más probable alguna recompensa, ante el riesgo de no recibir
que se dé la comparación social cuando tenemos ninguna (Rusbult y Martz, 1995). Así, cuando
incertidumbre acerca de algún elemento relevante pensamos en terminar una relación, se compara
para el yo. Además, propone que preferimos com- el nivel de recompensas y de costos acumulados
pararnos con personas similares, pues así la infor- en la relación actual en contraposición con las
mación obtenida de la comparación será más posibles recompensas y costos disponibles en re-
congruente con la que poseemos de nosotros mis- laciones alternativas. Si no hay relaciones alter-
mos y, por tanto, nos comprenderemos mejor y nativas, o si ninguna es claramente más satisfac-
entenderemos nuestras acciones futuras. toria que la actual, la persona no hará cambios.
La comparación social no sólo la utilizamos
para juzgarnos, sino también para dar informa-
ción acerca de nuestras emociones e incluso para 2.2. Factores situacionales y atracción
elegir a nuestras amistades.
Las diferencias entre las personas pueden fo-
2. Intercambio social mentar o disminuir el contacto social. No obstan-
te, diferentes factores situacionales pueden dar
La segunda teoría que explica la afiliación se lugar al surgimiento de necesidades de filiación y
centra en la interacción social entre las personas. atracción interpersonal. Según Franzoi (2007),
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Relaciones interpersonales: atracción, amistad y amor desde la perspectiva psicosocial / 147
tres de los factores situacionales más importantes La hipótesis de la mera exposición está co-
son proximidad, familiaridad y ansiedad. brando nuevos matices a raíz del incremento del
uso del correo electrónico y las redes sociales,
Proximidad puesto que la gente está siendo expuesta regular-
mente a otros sin mediar ningún contacto físico
En 1998 Berscheid y Reis consensúan que uno (Bargh y McKenna, 2004).
de los factores más poderosos que determinan si Por otro lado, no se han obtenido conclusio-
un individuo va a ser amigo de otras personas es nes acerca de por qué la familiaridad da lugar al
su proximidad física y/o psicológica absoluta ha- agrado. Bornstein (1989) apuntaba a este respec-
cia ellas. De hecho, probablemente la mayoría de to que es posible que hayamos evolucionado para
las amistades viven cerca unas de otras, o al me- mirar los objetos y situaciones poco familiares
nos lo hicieron en el pasado. Ebbesen y cols. con cautela, vacilación e incluso temor. En este
(1976), por otra parte, descubren que los residen- sentido, sólo a través de la exposición repetida a
tes en una misma comunidad de vecinos estable- lo que es poco familiar disminuye nuestra cautela
cían la mayor parte de sus vínculos amistosos con y vacilación; lo poco familiar y potencialmente
personas que vivían en el mismo bloque. No obs- peligroso se torna familiar y seguro, incrementan-
tante, la explicación aportada por los autores do así nuestros sentimientos positivos. De acuer-
para este fenómeno se basa en que, aunque la do con esta perspectiva evolucionista, la familia-
proximidad conduce generalmente a relaciones ridad no genera desprecio, haciendo más probable
agradables, no siempre se puede afirmar que la reproducción.
aquélla dé lugar a una amistad. Así, los que viven
cerca tienen mayor probabilidad de ser menos fe- Ansiedad
lices y tener menos tranquilidad debido a posibles
a conflictos vecinales. Los acontecimientos externos a la persona
Asimismo, existe evidencia de que la proximi- pueden motivar la búsqueda de otras personas.
dad puede afectar a las relaciones íntimas. Cuan- Schachter (1964) concluye que la alta ansiedad
to más cerca viva la pareja uno del otro, más pro- hace que la gente busque a otros, determinando
bable es que se lleguen a casar (Ramsey, 1966). que la desgracia compartida se siente menos. El
mismo autor también comprobó que las personas
Familiaridad con alta ansiedad deseaban estar cerca de otras
que pasaban por el mismo estrés, de manera que
Otro de los factores situacionales hace refe- se comprobaba la hipótesis sobre la desgracia, por
rencia a la familiaridad, entendida como la fre- la que ésta parece sentirse menos sólo si se com-
cuencia del contacto real con las personas (Bers- parte con la desgracia (como el refranero español
cheid y Reis, 1998, Berscheid, 2010). En la base afirma, «mal de muchos, consuelo de tontos»).
de este factor se encuentra la hipótesis de la mera De esta manera, las personas ansiosas, además de
exposición de Zajonc (1968), sustentada en que compartir su estado con otras, también se sentían
la exposición repetida a algo o a alguien es sufi- motivadas por la necesidad de afiliación.
ciente, por sí misma, para incrementar la atrac- Estas conclusiones tienen su base en la teoría
ción. Este efecto se da cuando no existe informa- de comparación social. Así, Schachter considera-
ción acerca de la persona u objeto sobre la que se ba que las personas con ansiedad alta deseaban
dirige la atención. No obstante, se hace más fuer- compartir su estados con otras personas similares
te cuando empiezan a darse sentimientos positi- no para hablar con ellas necesariamente, sino más
vos hacia la persona u objeto. bien para comparar las reacciones emocionales
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148 / Introducción a la Psicología Social
de las otras al evento estresante respecto de las go particular es influenciada por la percepción de
suyas propias. rasgos anteriores en una secuencia de interpreta-
Como limitaciones al enfoque sobre el efecto ciones (efecto halo). Hay estudios que sugieren
de ansiedad-afiliación, encontramos a las perso- que, aunque el estereotipo del atractivo físico pa-
nas que se encuentran con un evento vergonzoso rece ser universal, su contenido real es moldeado
inminente. En un estudio de Sarnoff y Zimbardo por los valores culturales (Chen et al., 1997;
(1961), en el que estudiantes universitarios tenían Smith et al., 1999). Ejemplo de ello lo encontra-
que succionar grandes chupetes delante del inves- mos en los trabajos realizados en culturas indivi-
tigador, los participantes evitaban el contacto so- dualistas y colectivistas, que indican que el atrac-
cial porque no querían que nadie supiera que iban tivo físico tiene un impacto moderado en los
a formar parte de actos infantiles. En este caso, resultados asociados al trabajo y al rendimiento
los estudiantes sólo elegían afiliarse cuando los salarial, de forma que la apariencia física influye
otros no tenían conocimiento de la situación de en el éxito laboral (Chiu y Babcock, 2002; Hoso-
vergüenza vivida. da et al., 2003).
Otra limitación se corresponde con el hecho El estereotipo del atractivo físico lleva implí-
de que no siempre la gente se afilia con otros para cito la profecía autocumplida, entendida ésta
comparar los estados emocionales. De hecho, como el proceso por el cual las creencias de al-
cuando las personas anticipan una situación ate- guien acerca de otra persona pueden causar que
morizante, éstas no quieren compartir ni estar cer- esa persona se comporte de una manera que con-
ca de otras que también puedan experimentar firme sus expectativas. La razón por la que las
miedo. Es más, se prefiere estar con alguien que personas físicamente atractivas tienden a ser so-
haya experimentado esa situación temerosa para cialmente desenvueltas y seguras es que aquellos
que le aporte información sobre ella, dando lugar que interactúan con ellas transmiten la impresión
a lo que múltiples autores coinciden en llamar cla- de que son individuos verdaderamente interesan-
ridad cognoscitiva (Kulik et al., 1994, 1996; Van tes y sociables.
der Zee et al., 1998). Aun así, cuando nos sentimos La investigación indica que los estándares de
ansiosos o con miedo, con frecuencia buscamos a atractivo físico varían transculturalmente. Pero, a
otros que también experimenten sentimientos si- pesar de esta variabilidad, los teóricos evolutivos
milares. Esas necesidades de filiación fueron de- creen que puede existir evidencia de algunos es-
mostradas después de los ataques terroristas del tándares universales del atractivo. Dentro de una
11 de marzo de 2004 en Madrid (Páez, 2005). cultura particular, y durante un período específi-
co, las personas están de acuerdo acerca de qué
define el atractivo físico (Marcus y Miller, 2003).
2.3. Factores personales y atracción Asimismo, se suele asimilar los estándares de be-
lleza a los que rigen el grupo social dominante.
Cuando conocemos a alguien, su apariencia De este modo, los rasgos faciales finos y la piel
física es, generalmente, lo primero que adverti- clara han sido estándares para el atractivo físico
mos y recordamos (McArthur, 1982). Dion, Bers- en la cultura estadounidense, y los afroamerica-
cheid y Hatfield (1972) enuncian el estereotipo del nos reflejaron esas preferencias culturales genera-
atractivo físico, según el cual las personas física- les (Maddox y Gray, 2002).
mente atractivas poseían rasgos de personalidad En relación con el concepto de belleza, éste es
socialmente deseables en relación con los que un constructo dinámico y cultural. Los griegos
eran poco atractivos. Esto no es más que un ses- valoraban la belleza masculina por encima de la
go cognitivo, por el cual la percepción de un ras- femenina, y los romanos preferían un canon del-
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Relaciones interpersonales: atracción, amistad y amor desde la perspectiva psicosocial / 149
gado, en contraste con las preferencias medievales jeto importante en la manera en que los demás
de la robustez del cuerpo. Más allá del atractivo juzgarán su valor general (Franzoi y Chang,
sobre el cuerpo, hay estudios que confirman los 2000), mientras que a los hombres se les enseña a
estándares universales del atractivo facial, siendo ver su cuerpo como instrumento dinámico que
los rostros simétricos los más preferidos por la realiza tareas: el poder y el desempeño son crite-
gente (Mealey et al., 1999). Esta simetría facial se rios más importantes que la apariencia visual
asimila a un estado de salud física y ausencia de (Franzoi, 1995).
defectos genéticos, como atributos importantes de La percepción de nuestro propio atractivo se
una pareja sexual (Henderson y Anglin, 2003). ve influida por la apariencia física de las personas
Igualmente, los rostros más «comunes» o prome- con las que nos comparamos. El efecto de contras-
dio son los que más atraen (Halberstadt y Rho- te hace que nos sintamos más atractivos después
des, 2003). En relación con la madurez o juventud de ver a personas del mismo sexo que se encuen-
de los rasgos faciales, hay autores que defien- tran por debajo de los estándares convencionales
den la atracción por los rostros maduros en los de belleza, y que nos sintamos menos atractivos
hombres y por los juveniles en las mujeres, según después de ver a personas que están por encima
los estándares heterosexuales de belleza (Cun- de dichos estándares. Este efecto se incrementa
ningham et al., 1990). cuando la persona le concede mucha importancia
En resumen, existe gran variabilidad cultural a la apariencia física (Patrick et al., 2004).
en lo que las personas consideran bello; el atrac- De la misma manera, somos atraídos por
tivo físico femenino recibe más atención que el quienes son similares a nosotros en sus caracte-
masculino por hombres y mujeres heterosexua- rísticas demográficas (Whitbeck y Hoyt, 1994),
les, mientras que en gais y lesbianas es más lla- actitudes (Montoya y Horton, 2004) y atractivo
mativo el atractivo físico masculino; los rostros físico (Feingold, 1988). A este hecho se conoce
simétricos y promedio son más atractivos, pues bajo la denominación hipótesis de igualación.
asemejan salud y fuerza genética; y, finalmente, Los motivos por los que nos sentimos atraídos
la madurez en los hombres y la juventud en las por los demás pueden ser: a) por un deseo de
mujeres pueden llegar a ser estándares universa- comparación social, de manera que cuando otros
les. Resulta curiosa una investigación en la que validan nuestras creencias tendemos a formar ac-
se alteraron digitalmente los rostros de los presi- titudes positivas hacia ellos; b) porque nuestra
dentes de Estados Unidos Kennedy, Reagan y afinidad por otros similares es parte de nuestra
Clinton; se obtuvo que, bajo expresiones afables, herencia evolutiva, en un intento de detectar quié-
Clinton era percibido como más honesto y po- nes eran genéticamente similares; c) por el gusto
pular, a la vez que Kennedy y Reagan descendían por lo que nos resulta familiar; d) por la necesidad
en popularidad; mientras que bajo expresiones de coherencia cognitiva entre pensamientos, sen-
duras, Kennedy, el más joven, era visto como timientos y relaciones sociales que potencia las
más astuto, y Reagan, el más viejo, se percibía relaciones equilibradas y gratificantes frente a
como poderoso y lejano (Keating, Randall y las desequilibradas y desagradables (teoría del
Kendrick, 1999). equilibrio de Heider de 1958); e) mediante la com-
Otro factor personal importante es la consi- plementariedad de características que nos apor-
deración de las mujeres como objeto de belleza y tan los demás y que genera interdependencia
de los hombres como instrumentos de acción. (Tracey, 2004), y f ) por el agrado, pues se ha de-
Muchas culturas otorgan gran importancia a las mostrado que nos gustan las personas a quienes
mujeres físicamente atractivas. Por ello, se enseña agradamos y dicen cosas amables sobre nosotros
a las mujeres a que consideren su cuerpo un ob- (Berscheid y Reis, 1998).
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150 / Introducción a la Psicología Social
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Relaciones interpersonales: atracción, amistad y amor desde la perspectiva psicosocial / 151
una parte de sí misma (Cross y Gore, 2002); es de- procidad inicial en la relación es adecuada para
cir, implica la inclusión del otro en el autoconcepto. que la información que se comparte sea satisfac-
toria y beneficie el desarrollo de la misma. Cuan-
do la relación se desarrolla y ha superado las ba-
3.1. Amistad rreras de la intimidad, la reciprocidad cobra menor
importancia. Para generar la reciprocidad es una
Cuando los niños maduran no sólo forman buena estrategia utilizar técnicas como la de la
lazos emocionales con los miembros de la familia, aceptación asertiva (Bueno y Garrido, 2012), la
sino que también crean amistades con sus iguales. cual consiste básicamente en informar al otro de
Aunque la intimidad participa tanto de las rela- algún aspecto que nos haya agradado sobre éste.
ciones familiares como de las amistosas, las pri- Se encuentran diferencias culturales en la auto-
meras se basan en aspectos no voluntarios, mien- rrevelación: las sociedades occidentales interpre-
tras que las segundas son relaciones voluntarias tan la expresividad social como un indicio de
y satisfactorias (Side, 2004). competencia social; las culturas orientales, en
cambio, no suelen valorar las habilidades de co-
1. La autorrevelación crea y mantiene municación oral; es más, ser socialmente inexpre-
la amistad sivo se asocia a fuerza emocional y honradez
(Russell y Yik, 1996).
Puede distinguirse entre amistades superficia- También puede suceder lo que Altman y Tay-
les, que son satisfactorias y se basan en el princi- lor denominaron despenetración, o retirada de
pio de intercambio, y las amistades íntimas, no una relación íntima: los problemas en las relacio-
basadas únicamente en las recompensas, sino nes amistosas provocan la disminución de los te-
además en el interés mutuo de los amigos en el mas de conversación y de la información personal
bienestar del otro (Lydon et al., 1997). La crea- aportada; además, suelen revelarse sentimientos
ción y el desarrollo de las amistades íntimas ne- personales negativos que pueden dañar a la otra
cesita la comunicación de información personal persona, dando lugar al debilitamiento o extin-
acerca de uno mismo a la otra persona, que es lo ción de la relación (Baxter, 1987).
que se denomina también como autorrevelación
(Vittengl y Holt, 2000). 2. Diferencias de género en las relaciones
Una teoría que explica el proceso de autorre- amistosas
velación es la que promulgaron Altman y Taylor
(1973) sobre la penetración social. Según esta teo- Pueden encontrarse diferencias de género en
ría, el desarrollo de una relación varía en función la forma de establecer relaciones de amistad des-
de un discurso superficial inicial (hablar del tiem- de la etapa infantil a la adulta (Fehr, 2003):
po, del tráfico, etc.), que se va tornando cada vez
más complejo y que permite intercambios más — Las mujeres tienden a ser más expresivas
íntimos (gustos, aficiones, política, etc.), dando emocionalmente e íntimas que los hom-
lugar cada vez a una mayor intimidad (problemas bres (Oswald et al., 2004); el que las muje-
personales y confidencias, etc.) (Laurenceau et res tengan más amistades íntimas que los
al., 1998). hombres no significa que todas las amis-
En los primeros contactos con una persona tades masculinas sean pobres (expresiva y
suele darse la reciprocidad de autorrevelación, en emocionalmente hablando).
la que ambos interlocutores revelan información — En cuanto a la autorrevelación, se encuen-
al otro al mismo nivel (Omarzu, 2000). Esta reci- tra que las mujeres la priorizan más que
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152 / Introducción a la Psicología Social
los hombres (Fehr, 2003; Oswald et al., como para mujeres, siendo más valorada por los
2004). Asimismo, es probable que a un hombres frente a las mujeres. A menudo, tienden
hombre le cueste más mostrar una cara a establecerse y negociarse temas relacionados
vulnerable y dependiente, de manera que con la sexualidad para mantener esas relaciones
suele optar por la represión en la expresi- a lo largo del tiempo (Messman et al., 2000).
vidad emocional. La orientación sexual parece marcar los pa-
— En cuanto al contacto físico, tanto hom- trones de amistad en hombres y mujeres. Así, las
bres como mujeres heterosexuales conside- amistades del mismo sexo de hombres son tan
ran los abrazos y otras formas de intimidad íntimas como las de las lesbianas (Nardi, 1992).
física menos apropiados entre varones que Otra diferencia entre las amistades homosexuales
entre mujeres y entre parejas de hombre- y heterosexuales es que en las primeras es más
mujer (Delerga et al., 2001). Una explica- probable que surja la intimidad sexual, sobre todo
ción de este hecho puede estar en la socia- al inicio de la relación.
lización de los varones para la masculinidad
heterosexual, que implica la valoración del
poder y el control, y subestima la ternura 3.2. Amor
o la vulnerabilidad femenina (Brendan,
2002); por ello, que un hombre demuestre Para estudiar las relaciones interpersonales es
calidez, cariño o interés hacia otro hombre preciso señalar la naturaleza psicológica del amor
es interpretado como un indicio de homo- romántico, así como los factores que lo potencian
sexualidad. La redefinición actual de los o lo minimizan.
roles asociados el género da lugar a que
los hombres se sientan más libres en sus 1. Amor y cultura
expresiones emocionales de ternura y afec-
to hacia otros hombres. Monseur (1997) El amor romántico ha sufrido muchas trans-
plantea la existencia de una «media de in- formaciones sociales a lo largo de los siglos (Hat-
timidad», según la cual los hombres tien- field y Rapson, 2002). Los griegos preferían el
den a ser emocionalmente más abiertos en amor homosexual como amor romántico y los
sus revelaciones personales con una amis- romanos el heterosexual, además de practicarlo
tad femenina que con sus amigos varones, fuera del matrimonio e institucionalizar el divor-
mientras que las mujeres revelan y son me- cio. En la cristiandad, el amor (poco valorado) y
nos íntimas con un amigo que con sus ami- el sexo sólo eran concebibles en el seno del matri-
gas. Esto se debe a que los hombres consi- monio. En la Edad Media se practicaba el amor
deran que sus amigas les aportan más cortés, considerado majestuoso y espiritual, pues
apoyo emocional y seguridad que sus ami- nunca se llegaba a consumar, frente al amor ocul-
gos, pero no tanto como la mujer con la to, mantenido mediante relaciones de concubinato.
que mantiene una relación romántica. En Frecuentemente se ha asociado el amor román-
el caso de las mujeres, no perciben a sus tico con el matrimonio, sobre todo cuando éste es
amigos como íntimos y recurren a las ami- fruto de la elección libre de pareja. En el caso de
gas para interacciones muy personales que el matrimonio fuera un arreglo de los padres
(Wright y Scanlon, 1991). de los contrayentes para tener más poder político
o territorial, el amor no era considerado románti-
La amistad entre ambos sexos es una fuente co sino de conveniencia. La concepción occidental
importante de intimidad tanto para hombres actual del amor romántico es fruto de una sensa-
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Relaciones interpersonales: atracción, amistad y amor desde la perspectiva psicosocial / 153
ción que no podemos controlar, que conduce a la experimenta con mayor intensidad en las prime-
felicidad y que puede hacernos daño. El amor es ras fases de una relación romántica. Berscheid y
posible dentro y fuera del matrimonio, y puede ser Hatfield (1974) plantean que el amor apasionado
de naturaleza heterosexual y homosexual. se produce cuando una persona aprende qué es
La forma en que experimentamos el amor el amor y tiene la esperanza de enamorarse en
muestra aspectos acerca de cómo somos como algún momento, cuando coincide con alguien
individuos y como cultura (Dion y Dion, 1991). afín a sus creencias sobre lo que es un amante
Las culturas individualistas dan mucha importan- apropiado, y cuando sufre activación fisiológica
cia al amor romántico y tienen tasas más altas de ante esa persona.
matrimonio, de fertilidad y de divorcio, mientras En el amor de compañía, la pasión se consu-
que las colectivistas tienden a casarse primero y me por sí misma, convirtiéndose en una experien-
después a enamorarse, buscando aquellas parejas cia tranquila y segura. Hatfield (1988, p. 205) lo
que «encajen» en la familia extendida. definió como «el afecto que sentimos por aquéllos
con quienes nuestra vida está profundamente en-
2. Diferentes formas de amar trelazada». Este estilo de amor surge de la sensa-
ción de seguridad, de comprensión mutua y de
Erich Fromm expone en las primeras líneas de respeto hacia la pareja.
su trabajo El arte de amar que «el amor no es un Mientras el amor apasionado idealiza y hace
sentimiento fácil para nadie, sea cual fuere el gra- a la pareja perfecta, el amor de compañía es más
do de madurez alcanzado», y más adelante añade: realista y tiende a ver las imperfecciones desde la
«todos los intentos de amar se verán fracasados, mejor óptica. Por otro lado, se entiende el amor
a menos que procure, del modo más activo, desa- apasionado relacionado con la supervivencia de
rrollar su personalidad total...; y de que la satis- la especie, y el amor de compañía lo hace con la
facción en el amor individual no puede lograrse supervivencia de los individuos (Fisher, 2004).
sin la capacidad de amar al prójimo, sin humil- Los tipos de amor tienen repercusiones en la
dad, coraje, fe y disciplina» (2003, p. 9). Excedien- percepción social de la pareja. Förster (2010),
do la definición del amor y del arte de amar, des- Förster, Özelselb y Epstude (2010) y O’Leary,
de la Psicología Social se ha pretendido estudiar Acevedo, Aron, Huddy y Mashek (2011) descu-
las diversas formas posibles de amar a otras per- brieron que en el amor romántico (equiparable al
sonas. de compañía) la percepción de la gente suele cen-
En los años setenta aparecieron las primeras trarse en una perspectiva a largo plazo, lo que
teorías psicosociales multidimensionales sobre las hace que mejore la percepción global de la pareja
distintas formas de expresar y experimentar el y exista un fuerte equilibrio entre la calidad de
amor. Los dos estilos más fundamentales que han este amor y el bienestar (O’Leary et al., 2011); sin
sido consistentes en los diferentes estudios han embargo, en el amor basado en encuentros sexua-
sido el amor apasionado y el amor de compañía les la percepción social de la pareja se centra en
(Hendrick y Hendrick, 2003). el presente, lo cual aumenta la observación de los
El amor apasionado es «un estado de deseo detalles.
intenso de la unión con otro» (Hatfield, 1988,
p. 193). Va acompañado de sensaciones psicofísi- 3. Diferencias de género en las relaciones
cas (hormigueo en el estómago, nerviosismo, etc.) amorosas
y está alimentado por la dopamina (Kurup y
Kurup, 2003). Produce activación cerebral cuan- Encontramos diferencias de género respecto
do se percibe la foto de la persona amada. Se a los diferentes tipos de relaciones amorosas
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154 / Introducción a la Psicología Social
(Rose y Zand, 2000) y de los motivos asociados atributos de la escala de dureza y como femeninos
al deseo sexual entre ambos sexos (Regan et al., los de la de ternura, acentuando y polarizando
2000): las mujeres unen el deseo sexual al amor aún más las diferencias percibidas en cuanto a
de compañía y los hombres lo asocian a la satis- conductas de rol de género. Respecto a los este-
facción de una necesidad biológica (más ligado reotipos de violencia de género, se hace evidente
al amor pasional). Es por ello que las mujeres que nos centramos especialmente en el maltrato
reclaman mayor intimidad emocional en la sexua- de hombre a mujer en parejas heterosexuales y
lidad. Este hecho no significa que las mujeres no obviamos el que se da en otras formas de pareja
gusten del sexo casual ni que los hombres opten (Cantera y Blanch, 2010). Los estudios transcul-
por el amor comprometido (Peplau, 2003); úni- turales analizan la manera en que las condiciones
camente, que parecen existir diferencias de géne- sociales existentes influyen de forma diferente en
ro relacionadas con las tendencias motivacionales hombres y mujeres a la hora de pensar y tomar
sobre el sexo y la intimidad. decisiones en relación con el amor (Malach,
Hay estudios que aseguran que los varones 2001).
heterosexuales tienen una visión diferente del
amor que las mujeres heterosexuales (Sprecher y 4. Factores que hacen al amor «eterno»
Toro-Morn, 2002). La base evolucionista que ex- vs. «indeseable»
plica estos datos se fundamenta en: 1) la maximi-
zación de la probabilidad de que los genes del Existen una serie de factores que hacen de la
hombre pasen a generaciones futuras: para el relación romántica entre dos personas algo per-
hombre resulta ventajoso establecer intimidad se- durable en el tiempo o algo indeseable y testimo-
xual rápidamente y tener encuentros sexuales con nial; a saber:
mujeres diferentes, y 2) la limitación de la ovula-
ción de la mujer la hace ser más selectiva en el a) Proporcionalidad entre las recompensas y
apareamiento, por lo que ellas valoran las forta- los costos de la misma. A este respecto, la
lezas y debilidades de los compañeros potenciales, teoría de la equidad (Adams, 1965) postu-
para así identificar a los hombres con mejores la que en una relación romántica las per-
genes. En los últimos años se ha centrado la aten- sonas tratan de mantener una proporción
ción en la compleja interacción entre los procesos entre las recompensas y los costos para
de apego y los aspectos sexuales del amor román- sentirse satisfechos. En el caso de que los
tico, mostrándose que existe una relación recípro- beneficios excedan a los costos para una
ca entre estos dos sistemas (Birnbaum, 2010). de las partes, la parte beneficiada se sen-
Este hecho puede estar relacionado con los ha- tirá culpable, frente a la otra que experi-
llazgos de Lamy, Fischer-Lokou y Guérguen mentará enojo y depresión (Gleason et
(2009), quienes mostraron que los varones suelen al., 2003). Las relaciones no equitativas
prestar más ayuda a los otros que las mujeres, tienen menos probabilidad de perdurar.
sobre todo cuando la ayudada es mujer y cuando b) La conexión entre la autoestima y la dura-
se les indujo a recordar un episodio de amor. ción de la relación. No se encuentra una
Desde ópticas socioculturales, varones y mu- relación simple entre autoestima y la du-
jeres difieren en su forma de aproximarse y expe- ración de la relación romántica. La intimi-
rimentar el amor, enfatizando los diferentes roles dad de la relación puede ser menoscabada
sociales y posiciones de poder que están enlaza- tanto por personas de baja autoestima que
dos a cada sexo en la sociedad. Hombres y muje- pretenden ser tranquilizados emocional-
res coinciden en percibir como masculinos los mente, como por personas de alta autoes-
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Relaciones interpersonales: atracción, amistad y amor desde la perspectiva psicosocial / 155
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156 / Introducción a la Psicología Social
de pareja (Hilton, Harris, Rice, Houghton no fructifican (Dicum, 2003), las relaciones amo-
y Eke, 2008), y d) emplear estrategias más rosas por esta vía suelen durar dos años al menos
constructivas y activas como expresar los (McKeena et al., 2002). Internet permite a las per-
problemas, buscar compromisos e inten- sonas ser quienes realmente son, a la vez que per-
tar salvar una relación aún valorada mite distorsionar la realidad sexual, disminuir el
(Rusbult et al., 2001). La elección de una atractivo de la pareja real, proporcionar guiones
u otra estrategia se relaciona con la mas- mentales acerca de cómo reaccionar ante situacio-
culinidad o feminidad psicológica que po- nes sexuales, incrementar la excitación y llevar a
sea la persona, de manera que en el pri- la imitación o evitación de conductas sexuales sin
mer caso se opta por estrategias más amor. En este contexto pueden darse situaciones
destructivas, y en el segundo se busca ma- en las que las expectativas de los internautas sobre
yor satisfacción y compromiso en la rela- relaciones románticas potenciales se vean frustra-
ción (Lamke et al., 1994). das al comprobar la realidad de la pareja, que di-
h) Un factor que hace indeseable la relación fiere de la imagen virtual ofrecida (Putnam, 2000).
es el malestar emocional. La pareja que Internet expande la comunicación y permite
inicia la ruptura tiene menos desgaste desarrollar relaciones a larga distancia, así como
emocional. Los hombres suelen sufrir el desarrollo de redes eficientes con la familia,
más que las mujeres cuando son recha- amigos y parejas, incluyendo a personas de otros
zados románticamente, puesto que se países que nunca hubiéramos conocido. En cam-
sienten amenazados en su autoestima. bio, la comunicación por Internet carece de co-
En cambio, las mujeres suelen dedicar municación no verbal y de contacto físico; de he-
tiempo después de una ruptura a atender cho, los mensajes electrónicos carecen de gestos,
a sus necesidades emocionales a través expresiones faciales y tonos de voz, pudiendo dar
de la comprensión (Orimoto et al., 1993). lugar a malinterpretaciones y emociones ambi-
Canto, García-Leyva, Perles, San Mar- guas (Kruger et al., 1999).
tín y Ruiz (2009), en un trabajo sobre in- Las relaciones mediadas por Internet, carac-
fidelidad (emocional y sexual), revelaron terizadas por ser anónimas o semianónimas, pue-
que mientras las mujeres experimentan den contribuir al aislamiento de las personas o a
una mayor intensidad ante la infidelidad ampliar el rango de las relaciones interpersonales
y se sienten peor cuando ésta es emocio- (Sánchez y Oviedo, 2005).
nal, los hombres se sienten peor ante una Temporalmente, Internet desvirtúa el tempo
infidelidad sexual. Por último, las perso- real de las relaciones. Las relaciones románticas
nas que mejor manejan una pérdida de por Internet no son equiparables a las citas reales.
amor son aquellas que tienen una mejor Ello puede derivar en un cibersexo artificial, don-
y más extensa red de apoyo social que les de el entretenimiento individual desplaza a las
provea de ayuda emocional o material reuniones sociales. El aislamiento y la artificiali-
que le permita recuperar la cotidianidad dad asociadas a Internet van en contra de la ne-
de su vida (Thoits, 1982). cesidad creada generacionalmente de tener rela-
ciones en tiempo real y llena de sonrisas (Nie y
5. Amor por Internet Erbring, 2000).
En contraste con lo anterior, las personas no
En 2003 los sitios web de citas recibieron 45 perciben Internet como una herramienta que les
millones de visitas al mes (Harmon, 2003). Aun- aísle, sino que más bien les ha permitido fortale-
que la mayoría de los acercamientos por Internet cer sus relaciones e incrementar su contacto con
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Relaciones interpersonales: atracción, amistad y amor desde la perspectiva psicosocial / 157
familiares y amigos (Pew, 2000). En Internet, la la relación. Las relaciones en la red se basan ma-
apariencia y procedencia de las personas pasan a yoritariamente en el intercambio de mensajes elec-
ser información secundaria, siendo más impor- trónicos, donde la intimidad es un elemento pro-
tante los intereses y valores compartidos. La co- minente. Se forman de «dentro hacia fuera». En
municación mediada por ordenador fomenta re- las relaciones que se dan en la vida cotidiana, los
velaciones más espontáneas que una conversación primeros componentes en la mayoría de las pare-
cara a cara (Joinson, 2001). jas son el erotismo y la pasión, mientras que la
Los estudios empíricos nos revelan que mu- formación de la intimidad es mucho más lenta. Se
chas de las relaciones que se iniciaron en la red forman de «fuera hacia dentro». Los sentimientos
posteriormente se llevaron a una situación cara a y/o el físico en ambos tipos de relaciones pueden
cara, y en algunos casos se consolidaron en pare- ser igualmente falsos o verdaderos.
jas de convivencia (Moral, 2001). Es evidente que Al contrario que en la vida ordinaria, el amor
hombres y mujeres se conocen y se sienten fuerte- cibernético se desarrolla de dentro hacia fuera.
mente atraídos a través de la red. El proceso que Alguien lanza un mensaje anónimo a la red, con
se sigue en la formación de una relación en la red un nombre supuesto, y en la pantalla del ordena-
puede describirse de este modo: se establece una dor se produce un contacto entre dos personas
comunicación casual, una persona expresa el in- desconocidas que empiezan a ofrecerse datos de
terés por otra, se intercambian mensajes públicos, sí mismos. Una vez enamorados, los internautas
se pasa a mensajes privados, se utilizan expresio- comienzan a mandarse fotografías. Estas imáge-
nes cariñosas, se habla por teléfono, se intercam- nes son tan irreales como los sentimientos que
bian fotografías, se pasa a conocerse personal- previamente estos amantes se habían ofrecido,
mente y, a partir de aquí, se consolida o se rompe pero el engaño ya no tiene importancia.
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Violencia y agresividad
TRINIDAD NÚÑEZ DOMÍNGUEZ
ANTONIO J. ROMERO RAMÍREZ
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162 / Introducción a la Psicología Social
La violencia, en sus diferentes variantes, for- cada por Arias (2007, 422): cualquier estímulo o
ma parte de la vida en comunidad, y la propia acontecimiento que obstaculiza o bloquea la conse-
sociedad, tanto a través del sistema legal como a cución de una meta genera frustración y, a su vez,
través del sistema cultural, la ha ido componiendo la frustración desencadena irremediablemente una
de matices. Puede hablarse de delito, de agresión, reacción agresiva. Según esto, la frustración pre-
de transgresión, de asesinato, de desorden... Cual- cede a la agresión; es decir, tiene como consecuen-
quiera de estas categorías, como reconoce Gue- cia la agresión. Investigaciones posteriores a la de
rrero (2008), alude a la construcción social de la Dollard consideraron demasiado simplista la teo-
violencia. Es decir, estas categorías definen y ca- ría y apuntaban que la adecuada definición del
talogan el fenómeno violento. término «frustración» incidía también en los pro-
blemas de solidez de dicha hipótesis. Se defendió
que aunque la frustración podía conducir a la
2. FACTORES PSICOSOCIALES agresión, no siempre la precedía. Podían darse
DE LA AGRESIVIDAD Y LA VIOLENCIA otros comportamientos: huida, llanto... Así pues,
se concluye que la frustración puede ser un es-
Algunas teorías sitúan a la agresividad como tímulo dominante (eso sí) para la agresión.
«un instinto básico» del ser humano, como un Por su parte, el narcisismo es un rasgo de la
patrón innato que compartimos con otras especies, personalidad que se caracteriza por un exacerbado
incluida la forma en que los humanos expresamos egocentrismo, extrema preocupación por sí mis-
las emociones (Hogg y Vaughan, 2010, 444). De mo, sobreestimación y un sentido de grandiosidad.
hecho, Lorenz (1966) ya describió cómo los ani- Esa mirada extrema de uno mismo puede llevar a
males responden agresivamente ante una situa- extremar las relaciones con los demás. El deseo del
ción de amenaza. En este apartado vamos a dife- otro como objeto de deseo se convierte en una es-
renciar algunos de los factores personales, timulación perversa del comportamiento final.
ambientales y sociales que se encuentran en la
base de la agresividad.
2.2. Factores ambientales
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Violencia y agresividad / 163
también aumenta la agresión. Ciertamente, la re- den la agresión y la violencia como algo indefen-
lación temperatura-agresión no es lineal. Existen dible. La mezcla de historia, política, religión y
estudios que avalan que en países fríos la agresivi- filosofía determina posiciones. Debemos recordar
dad es menor. Interesante es conocer que no se que todavía existen sociedades donde se mercadea
produce más agresividad en los países extremada- con las mujeres, obligándolas a casarse con quien
mente cálidos, sino en aquellos que tienen climas las compra. La cultura occidental, en concreto,
cálidos (Van de Vliert et al., 1999). incluye como un valor que se debe transmitir la
También el dolor puede considerarse un poten- no violencia y la defensa legal de los derechos
te antecedente de la agresión, aunque, de nuevo, humanos. Sin embargo, lamentablemente nuestra
los estudios resaltan la importancia de la percep- sociedad no está exenta de vivir una violencia so-
ción subjetiva del individuo ante el hecho, y no el terrada, semiinvisible y políticamente incorrecta.
hecho en sí mismo como productor.
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164 / Introducción a la Psicología Social
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Violencia y agresividad / 165
(IAM). Sinceramente, creemos que dicha cifra es Sin movernos de ese terreno de la «violencia
escandalosa si pensamos que estamos refiriéndo- privada», Marie-France Hirigoyen (2001) sostie-
nos a un país del primer mundo. ne que cuando una mujer que es víctima de mal-
La violencia contra las mujeres es una ma- trato en la pareja acepta la sumisión, la relación
nifestación de desigualdad de género y deja se instala en esta modalidad de una forma definiti-
patente la existencia de un grupo social de va y se va a encontrar cada vez más deprimida,
hombres que domina y que maneja el poder mientras que el agresor es cada vez más dominan-
en su sentido más peyorativo, y un grupo so- te y se siente cada vez más seguro de su poder
cial de mujeres que es dominado o subordina- (pp. 133-134).
do. Sin necesidad de ir muy atrás en el tiem- Las creencias, las normas y los valores cultu-
po, podemos encontrar datos tan elocuentes rales juegan un papel trascendente en la configu-
como los que, referidos a España, se reseñan a ración y en la promoción de la violencia contra
continuación: las mujeres; a veces minimizando u ocultado sus
efectos perversos y parando el diseño de políticas
— En 1944 estaba prohibida la entrada en la y programas efectivos para erradicar tal violencia
Bolsa a perros y mujeres. (Matud y cols., 2004, citando a Koss y cols.,
— Hasta el 2 de mayo de 1975, el Código Ci- 1995). Esa importancia de las creencias y de las
vil español hablaba de la obediencia que normas la subraya Pilar Pastor (2007) cuando nos
la mujer debía al marido. recuerda que todavía resulta cotidiano que se ani-
— Hasta 1967 estaba prohibido en España me a un niño a devolver una agresión y a una niña
que las mujeres pudieran ser juezas. De a pedir ayuda si la recibe. La autora mencionada
hecho, la primera mujer que entró en la destaca, además, la importancia extraordinaria
judicatura fue en 1977. que tiene la educación que corrige los modelos
— Hasta 1961, las mujeres que se casaban tradicionales de relación entre hombres y mujeres.
eran despedidas de sus empresas. Pero, a Por otro lado, según un estudio de la Funda-
la vez, la situación ideal de una mujer era ción Mujeres y la UNED2, el 23 por 100 de los
la de «casada». Por tanto, a las mujeres se chicos adolescentes entre 14 y 17 años conciben a
les pedía (exigía) que estuvieran casadas y la mujer como inferior y débil; y el 35 por 100 se
trabajando en la casa, pero no saliendo al muestran de acuerdo o muy de acuerdo con acti-
mundo público, porque era «cosa de hom- tudes que justifican, niegan o minimizan la vio-
bres». lencia de género. También puede resultar preocu-
— Entre finales de los sesenta y mediados de pante que el 17,7 por 100 de los hombres menores
los años setenta, las mujeres necesitaban de treinta años, en nuestro país, esté convencido
autorización expresa de su marido o su de que «el varón agresivo es más atractivo». Este
padre para firmar un contrato laboral o dato revelador se puede conjugar con otro: sólo
ejercer el comercio. Y no podían pedir un el 2,5 por 100 de la ciudadanía considera que la
crédito bancario aunque tuvieran nómina violencia de género es un problema grave3.
si no iban acompañadas de un hombre Así pues, cambiar los estereotipos basados en
(padre o marido). prejuicios actualmente vigentes, implica una ne-
2 3
La Fundación Mujeres y la UNED ponen en marcha Resultados expuestos en el I Foro Internacional sobre
en 2002 el Proyecto Detecta con adolescentes entre 14 y 17 Juventud y Violencia de Género, celebrado en Madrid en no-
años. viembre de 2009 y promovido por el INJUVE.
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166 / Introducción a la Psicología Social
cesidad de actuar sobre la educación a corto, me- mínimos de libertad, respeto y capacidad de de-
dio y largo plazo. cisión.»
Los primeros datos estadísticos sobre la vio-
lencia en el ámbito familiar aparecen en España Nuestra Constitución incorpora en su artículo
en el año 1984, cuando el Ministerio del Interior 15 el derecho de todos a la vida y a la integridad
saca a la luz pública el número de denuncias pre- física y moral, sin que en ningún caso puedan ser
sentadas en las Comisarías de la Policía: aparecen sometidos a torturas ni a penas o tratos inhuma-
como «denuncias por malos tratos». nos o degradantes. Además, continúa nuestra
A principios de la década de los noventa tí- Carta Magna, estos derechos vinculan a todos los
midamente empiezan a usarse los términos «vio- poderes públicos y sólo por ley puede regularse
lencia familiar», «violencia intrafamiliar» y su ejercicio.
«violencia doméstica». Debemos recordar que el La Organización de Naciones Unidas, en la
Código Penal de 1995 no recoge estos términos IV Conferencia Mundial de 1995, reconoció ya
ni son objeto de estudio en la formación acadé- que la violencia contra las mujeres es un obs-
mica de las Facultades de Derecho del territo- táculo para lograr los objetivos de igualdad, de-
rio español. Pero el caso «Ana Orantes» rompe sarrollo y paz, y viola y menoscaba el disfrute de
esa dinámica, de tal manera que «la violencia los derechos humanos y las libertades fundamen-
contra las mujeres» se convierte en tema de agen- tales. Además, la define ampliamente como una
da para los medios de comunicación a partir de manifestación de las relaciones de poder históri-
diciembre de 1997 y hace de revulsivo social y camente desiguales entre mujeres y hombres.
jurídico. Existe ya incluso una definición técnica del sín-
En España merecen especial atención dos Le- drome de la mujer maltratada, que consiste en las
yes Orgánicas que promueven la prevención y la agresiones sufridas por la mujer como consecuen-
protección de las mujeres. Nos referimos a: cia de los condicionantes socioculturales que
actúan sobre el género masculino y femenino, si-
a) Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, tuando a la mujer en una posición de subordina-
de Medidas de Protección Integral Contra ción al hombre, la cual se manifiesta en los tres
la Violencia de Género. ámbitos básicos de relación de la persona: mal-
b) Ley Orgánica 13/2007, de 26 de noviembre, trato en el seno de las relaciones de pareja, agre-
de Medidas de Prevención y Protección sión sexual en la vida social y acoso en el medio
Integral contra la Violencia de Género. laboral.
En la realidad española, las agresiones sobre
La primera Ley mencionada se aprueba el 22 las mujeres tienen una especial incidencia, exis-
de diciembre de 2004 y entra en vigor en enero de tiendo hoy una mayor conciencia que en épocas
2005. Nos parece interesantísimo (imprescindible) anteriores sobre ésta, gracias, en buena medida,
leer la «exposición de motivos», que textualmen- al esfuerzo realizado por las organizaciones de
te nos dice: mujeres en su lucha contra todas las formas de
violencia de género. Ya no es un delito invisible,
«La violencia de género no es un problema sino que produce un rechazo colectivo y una evi-
que afecte al ámbito privado. Al contrario, se dente alarma social que conlleva la intervención
manifiesta como el símbolo más brutal de la des-
comunitaria.
igualdad existente en nuestra sociedad. Se trata
de una violencia que se dirige sobre las mujeres La segunda Ley establece en su artículo 3 el
por el hecho mismo de serlo, por ser considera- concepto de «violencia de género», entendiendo
das, por sus agresores, carentes de los derechos como tal aquella que, como manifestación de la
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Violencia y agresividad / 167
discriminación, la situación de desigualdad y las Por otro lado, Soledad Muruaga denuncia que
relaciones de poder de los hombres sobre las mu- los aspectos sanitarios y las consecuencias sobre
jeres, se ejerce sobre éstas por el mero hecho de la salud de las mujeres suelen quedar relegados a
serlo. Comprende cualquier acto de violencia ba- un segundo plano frente a la visión jurídica. Sin
sada en el género que tenga como consecuencia, embargo, la OMS en 2002 alerta que la violencia
o que tenga posibilidades de tener como conse- de género es la primera causa de pérdida de años
cuencia, perjuicio o sufrimiento de la salud física, de vida entre las mujeres de 15 a 44 años, por
sexual o psicológica de la mujer, incluyendo ame- encima de las guerras, de los accidentes de tráfico
nazas de dichos actos, coerción o privaciones o del cáncer.
arbitrarias de su libertad, tanto si se producen en
la vida pública como privada.
Sin embargo, aunque contar con legislación 3.2. El bullying
ha supuesto un paso de gran trascendencia, to-
davía hay mucho por lo que trabajar. De hecho, Bullying es el término inglés que se utiliza tan-
el 3 de marzo de 2010 Amnistía Internacional to como el término español (acoso escolar) para
publica un artículo titulado «La violencia contra referirse a cualquier forma de maltrato físico o
las mujeres sigue siendo invisible en la Unión psicológico producido entre escolares. Es una for-
Europea» (en línea), con el que hace una llama- ma característica de la violencia escolar. González
da de atención a la Presidencia Española de la de Rivera (2005) nos recuerda que bully, en el
Unión para que trabaje en profundidad sobre mundo anglosajón, se traduce por «torito», y que
este tema. Y ofrece datos realmente alarmantes, es una metáfora para referirse a una persona
como que en Suecia sólo el 12 por 100 de las «brutal». Así pues, bullying es la acción del bully.
violaciones denunciadas a la policía desemboca Durante la última década, profesionales de
en juicio; que en Dinamarca el sexo sin consen- la psicología y de la educación vienen trabajan-
timiento con una persona en estado de indefen- do sobre este tema y han conseguido definirlo y
sión no está definido como violación en el Códi- describir algunas características. Sullivan et al.
go Penal, sino como abuso sexual, y no es (2005) definen el acoso escolar como un acto o
punible dentro del matrimonio; que en Francia una serie de actos intimidatorios y normalmente
una mujer muere cada tres días a manos de su agresivos por parte de una o varias personas
pareja, o que en España las víctimas de violencia contra otra persona. Es ofensivo y se basa en un
de género en situación irregular se enfrentan a la desequilibrio de poderes. Esa intimidación suele
amenaza de expulsión si se deciden a denunciar. estar organizada, ser sistemática y oculta y ex-
Sin embargo, pone énfasis en otros países donde tenderse en el tiempo.
considera que se desconoce la magnitud del pro- Otras cuestiones a tener en cuenta son las si-
blema, ya que la violencia de género en los países guientes:
de la UE sigue estando oculta. Sería en los casos
de Eslovenia, Finlandia, Grecia, Holanda, Hun- — El acoso escolar se convierte en un proble-
gría, Lituania, Polonia y Rumania, porque en ma importante para uno de cada seis es-
ellos no existen registros de información sobre tudiantes.
violencia de género ni en las comisarías ni en los — Ocurre en todo tipo de centros escolares.
juzgados. También en países como Austria, Bul- — No existen diferencias respecto a factores
garia, Estonia, Italia o Malta, porque ellos ni como la etnia, el género o la clase social.
siquiera tienen legislación o planes de acción — Está especialmente centrado en la primera
para abordar la violencia. adolescencia.
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168 / Introducción a la Psicología Social
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Violencia y agresividad / 169
ridad en el Trabajo. Es entonces cuando se tradu- Un término que tenemos que destacar es el de
ce como un terror psicológico en el ámbito laboral acoso sexual en el trabajo. Para Mansilla (en lí-
(o psicoterror), que puede manifestarse a través de nea) es una forma más de violencia, que consti-
una comunicación hostil dirigida de manera siste- tuye una forma de comportamiento intolerable
mática contra una persona del entorno laboral que atenta contra los derechos fundamentales de
(Leyman, 1996). La importancia de esta aporta- la persona, con una repercusión social lo suficien-
ción no sólo fue «darle nombre», es decir, explici- temente importante, ya que las víctimas, aunque
tar su existencia, sino describir de forma operativa se dan casos en ambos sexos, en la inmensa ma-
y demostrable las características del mobbing. yoría son mujeres. Y podría venir potenciado por
En nuestro país es Piñuel (2001) quien se ha una situación laboral precaria (INSHT, 1999).
convertido en un referente en los estudios sobre Todo ello afecta a las condiciones de trabajo,
el acoso laboral. Este autor, aun reconociendo como un problema cada vez más grave para las
que el psicoterror en el ámbito laboral es obser- empresas.
vable a través de una serie de medidores, concluye Este autor especifica sus características con la
que no resulta tan fácil denunciarlo. Llega a decir siguiente descripción:
en una entrevista4: El Código Penal reconoce un
delito de trato inhumano y degradante en su ar- — Conductas físicas de naturaleza sexual,
tículo 373 que podría aplicarse al mobbing. Sin em- que pueden ir desde tocamientos innece-
bargo, en la realidad de la jurisprudencia, los jueces sarios, «palmaditas», «pellizquitos» o ro-
son muy restrictivos para hacer entrar al mobbing ces con el cuerpo, hasta el intento de vio-
en esa categoría. lación y la coacción para tener relaciones
Para Hirigoyen (2001, 47), en el ámbito empre- sexuales.
sarial la violencia y el acoso nacen del encuentro — Conducta verbal de naturaleza sexual,
entre el ansia de poder y la perversidad. Las gran- como insinuaciones sexuales molestas,
des perversiones destructivas son menos frecuentes, proposiciones, flirteos ofensivos, comenta-
pero las pequeñas perversiones cotidianas se consi- rios e insinuaciones obscenas.
deran triviales. Ese es el gran peligro, que la vio- — Conducta no verbal de naturaleza sexual,
lencia en «pequeñas tomas» se nota poco, pero como exhibir de fotos de contenido sexual
los efectos siguen siendo devastadores. o pornográfico, materiales escritos de tipo
El acoso laboral está relacionado con el des- sexual o miradas con gestos impúdicos.
crédito, con las descalificaciones, con el aisla-
miento... Lo que hay detrás es una necesidad de
poder del acosador que está mal gestionada, que 3.4. Las personas tóxicas
es perversa, y un entendimiento «del otro» como
objeto y no como sujeto de la relación. Pueden Desde la filosofía se ha dicho: «Los compor-
describirse tres tipos: a) acoso laboral ascendente; tamientos destructivos son tolerados si aparecen
b) acoso laboral descendente; c) acoso laboral ho- de manera esporádica. Pero cuando se repiten con
rizontal. Las consecuencias no sólo son de carác- frecuencia, contaminan las relaciones interperso-
ter físico o psicológico, sino que también existen nales». El término «persona tóxica» (o vampiro
consecuencias sociales y laborales. emocional) lo acuña Lillian Glass en 1995 en su
4
Entrevista concedida a Terra Noticias el 24 de octubre
de 2005: http://terranoticias.terra.es/articulo/html/av2558146.
htm.
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170 / Introducción a la Psicología Social
— Las personas «tóxicas» influyen en la salud tanto física como psíquica del otro. Por eso es clave identificar los
síntomas que una compañía nociva produce.
— A esas personas se las controla quitándoles su poder, escapando de ellas o no permitiéndoles acceder a nuestra
intimidad.
— Si se debe convivir con ellas, en la familia o en el trabajo, hay que abstraerse mentalmente de su presencia y ac-
ciones.
— Cuando surge un comentario o comportamiento «tóxico», simular que uno le presta atención cuando, en realidad,
se esfuerza por desoírlo.
— Al «tóxico» se lo neutraliza con amabilidad. Su afán por lastimar con comentarios o actos desagradables resulta
estéril si él percibe que carece de efecto.
— Focalizarse en las cosas positivas que uno tiene en la vida cuando se está cerca de una persona «tóxica». Es un
ardid efectivo para superar los malos momentos.
— Si no es posible evitarlos, adquiera un identificador de llamadas y reduzca al mínimo el contacto personal con
ellos.
— La actitud positiva es siempre una elección. Prepárese mentalmente para estar bien y contrarrestar así las acti-
tudes «tóxicas».
— Si una persona «tóxica» forma parte de su equipo de trabajo, establezca de antemano y claramente las reglas de
convivencia. Si se trata de su jefe, hágale saber que usted y su equipo pierden eficiencia frente a comportamientos
negativos, poniéndole ejemplos.
— Si el «tóxico» no es alertado sobre su toxicidad, la extenderá en el ambiente. No deje pasar por alto esas actitu-
des y convérselo inmediatamente con él.
— Ejercite su propia autocrítica y revise con asiduidad qué tipo de actitudes y comportamientos tiene usted para
con los demás. Usted también puede ser «tóxico» para otros. La regla es simple: no haga a los demás lo que no
desea que le hagan a usted.
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Violencia y agresividad / 171
Estamos cerrando este epígrafe un domingo Agresión instrumental: «jugar sucio» para ganar la
de mayo de 2012 y acabamos de conocer, a través competición.
de los medios de comunicación, que algunos
equipos de fútbol «nerviosos», que se juegan la
permanencia en la liga de la primera división, Interesantes son las reflexiones del autor cita-
han mantenido conductas manifiestamente vio- do sobre los factores desencadenantes de la vio-
lentas. Una de las consecuencias ha sido un ár- lencia en el deporte. Habla de:
bitro herido por un botellazo. A la vez, segui-
mos conmocionados por la muerte (hace poco a) Factores físicos.
más de tres semanas) de un seguidor del Atlético b) Calor.
de Bilbao. El joven murió después de tres días c) Ruido.
en coma por las heridas sufridas en la cabeza en d) Consumo de alcohol.
los incidentes registrados el pasado jueves en e) Pertenencia a grupos radicales.
Bibao después del partido Athletic contra el
Schalke 04.
La violencia en el deporte, especialmente en 4. LA VIOLENCIA EN EL CONTEXTO
el fútbol, está presente y debe convertirse en ob- SOCIAL: EL CASO DE LOS MEDIOS
jeto de reflexión. Gómez (2007), en un extenso DE COMUNICACIÓN Y LA VIOLENCIA
artículo, ofrece datos que dan que pensar. De MACHISTA
entrada reconoce, al menos, tres tipos de actos
violentos: El 4 de diciembre de 1997, en el «Programa
de Inma» emitido por Canal Sur TV, una señora
granadina llamada Ana Orantes, de 60 años, de-
ACTOS VIOLENTOS = 6.011 (España, 1975-1985) nuncia en el plató los malos tratos y las amena-
— Agresión entre jugadores. zas de muerte que sufría por parte de su marido
— Agresiones al árbitro. durante los cuarenta años de relación. Pocos
— Lanzamientos de objetos. días después, el ex marido (del que se había se-
parado, pero con el que compartía la vivienda
por orden judicial) cumple sus amenazas y la
Este es un tema al que no se le ha concedido quema, produciéndole la muerte. Aquella noticia
relevancia investigadora hasta principios de los del asesinato se mostró también recordándose, a
años setenta del siglo pasado. En las dos últimas través de las imágenes de archivo, cómo Ana
décadas, la psicología y la psicología social lo contaba su historia.
viene trabajando, y desde la Sociedad Interna- Toda la ciudadanía quedó impresionada.
cional de la Psicología del Deporte (ISSP) se han Aquella confesión, y aquel desenlace narrado,
podido establecer criterios definitorios claros sacaron a la luz pública un problema que hasta
de lo que es violencia en este contexto grupal y el momento había estado casi oculto. Esta his-
social. toria hecha visible por la televisión provocó que
Gómez (2007, 67; citando a Teanembaum et la violencia contra las mujeres trascendiera de lo
al., 1997) define la conducta agresiva en el depor- estrictamente privado al ámbito público y social.
te según el tipo de refuerzos primarios que se ob- Hasta ese momento había sido un problema
tienen al realizar la acción violenta. ocultado. Esa historia mediática logró «conta-
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172 / Introducción a la Psicología Social
giar» de manera positiva a otras mujeres, que se palabras textuales del Consejo Audiovisual de
lanzaron a decir lo que les estaba pasando. Andalucía (2007), la implicación de los medios
Por tanto, la televisión se convirtió en un gran de comunicación en la lucha contra la violencia
altavoz y en agente terapéutico. Hasta ese mo- hacia las mujeres. Así, el Consejo reconoce que
mento, la mayoría de las mujeres víctimas de ma- «la prevención y erradicación de la violencia de
los tratos solían sentir vergüenza y culpa por lo género es un objetivo compartido por toda la so-
que les pasaba y no hablaban de su situación ni ciedad, en la que están implicados los medios de
con su propia familia. En algunos casos (especial- comunicación». Dicho organismo hace mención
mente en el mundo rural) se entendía hasta como expresa al artículo 19 de la Ley 13/2007, de 26
«normal» ese maltrato; de ahí el título que Miguel de noviembre, porque en él se establece que tan-
Lorente Acosta pone a su libro: Mi marido me to «los medios públicos como privados deben
pega lo normal. Así pues, los medios de comuni- promover la elaboración de mecanismos de auto-
cación, encabezados por la televisión, logran que rregulación que garanticen la difusión de las in-
muchas mujeres entiendan que esa situación que formaciones relativas a la violencia de género de
viven no es aceptable. acuerdo con los principios de la ética periodísti-
Desde ese momento hasta ahora, efectiva- ca». De igual manera, el propio Consejo recuer-
mente, los propios medios han utilizado diferen- da que el Gobierno de la Nación incluyó a los
tes términos para referirse a la violencia contra medios de comunicación y a la publicidad como
las mujeres. De esa «violencia familiar» se pasó ejes prioritarios de actuación, subrayando que
al uso de «violencia doméstica», luego al de «vio- deben combatir de manera efectiva la existencia
lencia de género» o «violencia contra las muje- de estereotipos discriminatorios en sus informa-
res». En la actualidad, la Agencia de Noticias ciones y mensajes.
EFE incluye en su libro de estilo el término «vio- Los medios de comunicación tienen gran im-
lencia machista», por considerarlo más descripti- portancia, pues consiguen provocar reacciones en
vo y contundente. las personas, ya que ofrecen visiones del mundo,
El debate sobre el uso adecuado de las palabras movilizan deseos y son susceptibles de valoracio-
ha estado abierto desde el principio, aunque per- nes. Influyen en las percepciones y en nuestras
sonas expertas como Miguel Lorente (2003) o Bea- posiciones ante la realidad, y ayudan a construir
triz Gimeno y Violeta Barrientos (2009) defienden la identidad personal y social. Esa visión sociali-
que, desde luego, lo que resulta inadecuado es el zadora los hace ser considerados como «pedago-
término «violencia doméstica», porque la violen- gías públicas». Roxana Morduchowicz y cols.
cia contra las mujeres no es un problema que se (2004) le conceden esa importancia al cine de ma-
quede en el ámbito privado o del hogar. Estas nera específica (en línea). Pilar Aguilar (1998),
autoras lo expresan de la siguiente manera: cuan- por su parte, es contundente al respecto cuando
do se pretende que cualquier violencia se entienda afirma que «ese mundo, tan radicalmente cons-
como violencia de género, lo que pasa es que, cons- truido, tiene una gran fuerza persuasiva. Puede
ciente o inconscientemente, se difumina la definición influirnos más que lo que nos influyen los hechos
del concepto. La denominación «violencia domés- reales. Las imágenes gozan de un extraordinario
tica» es útil para hablar del maltrato en el hogar y poder emotivo» (p. 47). Ese poder emocional, se-
contra cualquier persona que viva en él, pero pier- gún esta investigadora, nos ciega de tal manera
de fuerza el género como criterio para denunciar que hace que nos sintamos cerca de situaciones y
el control del patriarcado sobre las mujeres. personajes a los que racionalmente detestaríamos.
Además de reflexiones terminológicas, tam- Por ese motivo se debe cuidar mucho qué se dice
bién en este apartado queremos subrayar, con las y cómo (a través de qué imágenes).
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174 / Introducción a la Psicología Social
a agredir y a convertir también en víctimas a sus pendencia terrible de la mujer para sentirse ver-
parejas. Defiende la reeducación como una de las daderamente hombres y son víctimas de esa
vías de solución de este gran problema. Sostiene dependencia social y emocional».
que la clave está en conseguir que los hombres Indica que luchar contra el machismo, limi-
crezcan emocional e intelectualmente y que ad- tándose a proteger a las mujeres, sólo hace que se
quieran autoestima, algo que sólo se consigue consolide el «orden patriarcal» instaurado y que
apoyándoles, educándoles y formándoles, hacien- se «refuerce» el modelo de debilidad femenino.
do que asistan a cursos y sesiones de terapia, al Aboga, con fuerza, por modificar el punto de vis-
margen de la condena que deban cumplir. ta desde el que se mira y se trata a los maltrata-
Textualmente, ha llegado a afirmar que la ree- dores, y mantiene que hay que trabajar la cons-
ducación «es tan fundamental como que se man- trucción de la identidad personal y social de los
tengan a 1.500 metros de distancia de sus muje- hombres. Cuando se le ha preguntado sobre lo
res»5. A la vez, está convencida al asegurar que el que ha aprendido haciendo este trabajo, respon-
tratamiento que reciben actualmente los maltra- de7: «Me ha impresionado la uniformidad de sus
tadores no es efectivo. De hecho, muchos conde- respuestas» (en referencia a las respuestas de los
nados, al quedar en libertad, vuelven a acosar y maltratadores). Y continúa diciendo: «Pensaba
agredir a sus parejas. También afirma: «Ellos que hablaban de la misma mujer...», porque el
quieren hablar, lo necesitan, tienen necesidad de argumento que todos defienden es que ellas son
desahogarse y pueden cambiar si alguien les habla las que provocan la situación de violencia.
y les ayuda a repensar su vida». Y es contunden- Recomendamos, desde estas líneas, el uso ana-
te al subrayar que «La raíz del problema estriba lítico y reflexivo de la película Por nada. Como ya
en que los maltratadores son hombres muy débi- hemos dicho en otro momento (Núñez y Troyano,
les desde el punto de vista emocional e intelec- 2011), las películas hacen algo más que entrete-
tual6, que no saben reaccionar ante el desajuste ner: ofrecen visiones del mundo, movilizan deseos
entre las pautas de comportamiento que apren- y sensaciones, e influyen en nuestras posiciones y
dieron y la realidad social que les rodea». Por eso, percepciones de la realidad. Con una visión ade-
desde su punto de vista, los hombres que maltra- cuada, nos ayudan a mantener sentido crítico y a
tan son «personas que viven en un estado de de- construir la sociedad.
5 7
Entrevista para Noticias Terra: http://terranoticias.te- Entrevistada en el Informativo de la 2 de Televisión
rra.es/articulo/html/av22105587.htm. Española, emitido el 20 de mayo de 2009.
6
Para Informativos Telecinco: http://www.telecinco.es/
informativos/sociedad/noticia/100018954/No+querias+saber
+por+que+las+maltratan+Por+nada.
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Introducción al estudio de los grupos.
Concepto y tipos de grupos
MANUEL MARÍN SÁNCHEZ
ALFONSO J. GARCÍA GONZÁLEZ
10
1. Introducción.
2. Elementos definitorios del grupo.
3. Los diferentes tipos de grupos.
4. Funciones del grupo.
5. Estructura de grupos.
6. El proceso de comunicación en el grupo.
7. Los factores ambientales.
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1. INTRODUCCIÓN Los agrupamientos permiten la creación de
nuevas estructuras y la continuidad de otras. Tam-
Desde los primeros momentos de su existen- bién el hombre, como ser social, se agrupa a veces
cia, el ser humano observa el mundo bajo la pers- para intentar deshacer todo aquello que ha podi-
pectiva y horizonte de un grupo, y es en él donde do crear, formándose grupos que, con actitudes
adquiere sus primeras experiencias sociales. contrarias a la mayoría o negadoras de la realidad
La sociedad se concibe como la coexistencia que le circundan, muestran comportamientos be-
de grupos y organizaciones que constituyen un licistas que ponen en peligro todo lo conseguido
macrocosmo donde las personas desarrollan su en época de paz y colaboración.
vida. Tales grupos absorben al individuo, no por Como forma de defensa las personas se reúnen
la debilidad o fortaleza de sus predilecciones, sino para olvidar estas y otras actividades negativas de
por el potencial de influencia que dichos grupos la condición humana, o para recuperarse de su
poseen. La interacción entre hombre y grupo es labor cotidiana; de este modo, surgen grupos don-
tal que, dentro de este macrocosmo, el hombre no de la gente se divierte con recreaciones y activi-
sólo está sometido a esas influencias grupales, dades deportivas variadas.
sino que de él depende la formación, evolución y Pero el hombre no sólo construye y destruye
desaparición de los grupos. a partir de la vida y acción grupal. Al igual que
El ser humano desarrolla su vida en el seno edifica su existencia, también puede llegar a ser
de un grupo, y de ahí la importancia que éste víctima de las relaciones interpersonales que se
adquiere para aquel. Muchos de los grupos son deriven en su propia interacción grupal, que le
relativamente pequeños y sus miembros interac- puedan conducir a procesos de nihilismo o esqui-
túan cara a cara, en espacios físicos próximos zofrenización hasta hacerle perder su propia iden-
que les permiten satisfacer sus necesidades bio- tidad personal; es decir, el grupo es también fuen-
lógicas y económicas fundamentales, así como te de «enfermedades mentales», producidas por
asegurar la procreación y pervivencia de la espe- una deficiente y nociva comunicación e interac-
cie. Del mismo modo, a través del grupo el hom- ción interpersonal en su seno.
bre articula el medio por el que se hace posible Si el ser humano desarrolla su actividad pro-
la transmisión de los valores sociales y códigos creadora, constructiva, continuadora e incluso
de comunicación, es decir, la interacción grupal destructiva en la interacción grupal, lógico es su-
hace posible la educación y la socialización de poner que el estudio de ésta sea de suma impor-
sus componentes. tancia para todos aquellos profesionales que de-
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178 / Introducción a la Psicología Social
sarrollan una labor de contacto y formación que orientan el comportamiento social del indivi-
humanas. El estudio de los grupos, su dinámica duo y nos permiten comprender fenómenos so-
de formación, desarrollo y evolución, así como el ciales de difícil acceso para ser abordados en sus
de las posibilidades de control para un mejor ren- escenarios habituales.
dimiento, ha sido y es una clave fundamental en
el devenir de la Psicología Social, desde donde se
ha extendido a todas aquellas ciencias que tratan 2. ELEMENTOS DEFINITORIOS
de la formación y desarrollo del hombre, es decir, DEL GRUPO
ciencias sociales, ciencias de la información, cien-
cias empresariales, ciencias de la organización, Bajo la perspectiva de la Psicología Social la
asistenciales, etc. De ahí que en los últimos tiem- concepción más básica y amplia de calificar un
pos esté cobrando especial importancia y relevan- grupo es la de un conjunto de individuos que se
cia el estudio de los procesos y dinámicas grupales. relacionan de forma recíproca. El mantenimiento
En algunas instituciones se genera alarma so- de estas relaciones se basa en una interacción en-
cial por un supuesto debilitamiento o aparente des- tre las personas que integran el grupo, lo cual
integración de determinados grupos sociales, como condiciona la existencia de un número limitado
es el caso de la familia. Surge el temor de los edu- de miembros que establecen sus interacciones en
cadores ante la imposibilidad de realizar correcta- base a ciertos criterios como persecución de un
mente su trabajo, por las dificultades en controlar y fin común, sentimiento de interdependencia, exis-
utilizar el grupo clase en beneficio del proceso edu- tencia de relaciones afectivas, etc.
cativo. Las autoridades públicas y las empresas pri- El vocablo «grupo» es uno de los más contro-
vadas se enfrentan continuamente a conflictos entre vertidos, incluso dentro de las acepciones de las
grupos que paralizan servicios y funciones vitales distintas ciencias del comportamiento social. El
para la sociedad. En el ámbito de la salud pública, concepto objetivo de grupo, fundamentado por
cada vez son más frecuentes las disfunciones psí- las ciencias del comportamiento, ha surgido len-
quicas causadas por deficiencias en la interrelación tamente a lo largo de los años de investigación en
social en el seno de grupos más o menos pequeños. las relaciones humanas. Desde la Psicología Social,
Todas estas eventualidades han determinado las distintas corrientes que estudian el comporta-
la necesidad de entender y prever deficiencias y miento grupal limitan su campo de investigación
mejorar las conductas personales e interpersona- a un sector parcial de los procesos del grupo, por
les; para ello se hace imprescindible conocer la lo que el grado de generalización, en aras de una
naturaleza de los grupos, los motivos de su forma- definición del grupo desde una teoría en particu-
ción, la dinámica de las relaciones intragrupales e lar, no puede ser muy extenso; por tanto, se hace
intergrupales o comprender la importancia de su necesario el consorcio de varias teorías más o me-
existencia para el individuo y para la sociedad. nos complementarias, para poder acceder a una
En un intento de introducirnos a la problemá- definición genérica del concepto de grupo.
tica grupal y a la mejora de su funcionamiento, lo Cartwright y Zander (1977) enumeran hasta
que redundaría en un mejor funcionamiento de los ocho orientaciones teóricas en la psicología de los
mismos, pretendemos ofrecer tanto al estudiante grupos:
como al profesional una herramienta que le per-
mita conseguir los objetivos que se propone cuan- — Enfoque de la teoría del campo de K.
do trabaja con y desde un grupo social. Lewin.
La acción y estudio sobre los grupos peque- — Enfoque interaccional, cuyo representante
ños permite el análisis sistemático de variables más señalado es Bales.
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Introducción al estudio de los grupos. Concepto y tipos de grupos / 179
— Teoría de sistemas, adoptada por los teó- tematización. Después de analizar las aportacio-
ricos de la interacción, como Newcomb, nes de distintas escuelas, Cartwright (1977; p. 62),
que propugna los sistemas de orientación en su intento de definición de grupo, concluye:
y de posiciones y roles intercambiables. «Si, como se ha propuesto, se usa el término gru-
— Enfoque sociométrico, donde la media de po para referirse a cualquier conjunto de perso-
las relaciones interpersonales es la base nas interdependientes, entonces es obvio que
para la comprensión de la estructura gru- cada una de las definiciones consideradas, al exi-
pal, técnica propugnada por J. L. Moreno. gir ciertas formas de interdependencia u otras
— Teoría psicoanalítica. Basándose en los propiedades, designa un tipo particular de gru-
procesos egodefensivos y motivaciona- po». Estas definiciones, en conjunto, proporcio-
les que se originan en el individuo, Freud nan una lista de atributos que han sido, para va-
los hizo extensibles a las relaciones intra- rios teóricos, rasgos especialmente importantes
grupales. de los grupos. Entonces, es probable que cuando
— Orientación desde la Psicología General. una serie de personas constituye un grupo, éste
Los teóricos de este enfoque han preten- será caracterizado por una o más de las siguien-
dido hacer extensible a la vida grupal los tes afirmaciones: a) participan en interacciones
procesos individuales, en el sentido de frecuentes; b) se definen entre sí como miembros;
querer entender «cómo los individuos re- c) otros las definen como pertenecientes al grupo;
ciben e integran la información sobre el d) comparten normas respecto a temas de interés
mundo social, y cómo esta información común; e) participan en un sistema de papeles
afecta su conducta» (op. cit., p. 40). Segui- entrelazados; f ) se identifican entre sí como re-
dores de esta tendencia han sido Solomon sultado de haber buscado en sus superegos el
E. Asch, Festinger y Heider, entre otros. mismo objeto modelo o los mismos ideales; g)
— Orientación empírico-estadística. Los con- encuentran que el grupo es recompensante; h)
ceptos de la dinámica grupal han de dilu- persiguen metas prometedoramente interdepen-
cidarse a partir de análisis estadístico dientes; i) tienen una percepción colectiva de su
(análisis factorial) y no por formulación de unidad; j) tienden a actuar de modo unitario res-
teorías apriorísticas. Cattel es uno de los pecto al ambiente.
autores más renombrados en esta línea.
— Enfoque de modelos formales. A partir de El grupo supone una realidad social clara-
modelos matemáticos se pretende cons- mente diferenciada de la individual, que se pone
truir modelos formales que aclaren cier- de manifiesto en todas estas definiciones. Sin em-
tos aspectos de la dinámica grupal. Es- bargo, otras definiciones más clásicas intentan
tos intentos han sido seguidos por French resaltar aspectos concretos, no menos relevantes,
(French, 1977), Rapoport y Harary y en el proceso grupal.
Cartwright.
a) Cooley (1909) destaca la existencia de las
En todos los tratados, monografías o capítu- relaciones directas, los vínculos persona-
los de la bibliografía especializada en temas gru- les y el sentimiento de cohesión que exis-
pales se hace un acercamiento a la definición de te en determinados grupos a los que cali-
grupo, poniendo el énfasis en la tendencia más ficó como primarios.
proclive a la escuela teórica que posea el autor. b) Homans (1950) fija su atención en que el
Otros intentan ofrecer una visión general del número reducido de un pequeño gru-
mercado de definiciones con mayor o menor sis- po permite establecer interacciones sin
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180 / Introducción a la Psicología Social
que existan personas interpuestas, sino miento tanto grupal como individual. Y como
cara a cara. afirma Huici (vol. 1, p. 121), la pertenencia a gru-
c) Para Kelley y Thibaut (1959), lo que pri- pos es la clave para la formación del autoconcep-
mordialmente define al grupo es la exis- to del individuo, y su identidad social deviene de
tencia de tareas comunes, en torno a las la suma de todas las identificaciones sociales pro-
cuales se establece una serie de interaccio- ducidas por las distintas categorías en las que la
nes interdependientes con el fin de llevar- persona se haya inmersa.
las a cabo. Cada una de estas identificaciones sociales
d) McDavid y Harari (1969) se centran en pueden ponerse en juego para determinar el com-
los aspectos psicosociales de grupo, al portamiento del sujeto en distintas situaciones
que definen como un «sistema organiza- sociales, haciendo que una categoría social con-
do y compuesto por dos o más individuos creta resulte sobresaliente para él.
que son interdependientes». Este sistema El grupo, por tanto, conforma el ser social del
realiza una función, y en él se dan un con- individuo, ya que las categorías que internaliza a
junto de roles y de normas que hacen que partir de sus distintas membrecías le hace fijar su
sus miembros sean interdependientes y se posición personal y social frente a la realidad. La
rijan por patrones de conductas predeter- personalidad individual de un sujeto, la forma de
minados. efectuar sus percepciones sociales, son consecuen-
cias ineludibles de su pertenencia a diversos gru-
Quizá una de las formas más englobadoras de pos, en los que de una manera más o menos in-
todos los procesos psicosociales que acontecen en tensa o extensa desarrollará su existencia.
un grupo la propone Turner (1987), y está basada Con estas características bien puede el lector
en la interdependencia, entendida en términos de definir el concepto de grupo; sin embargo, son va-
satisfacción de necesidades, que dan lugar a la rios los matices que pueden establecerse, o diferen-
atracción entre miembros y a la cohesión de gru- tes los enfoques prioritarios desde los que se pue-
po. El grupo psicológico se caracteriza por una den apreciar aspectos específicos de las relaciones
colección de individuos con atracciones mutuas, entre los individuos. A la sistematización concep-
entendidas y reflejadas en grados de interdepen- tual explicitada en la bibliografía especializada
dencia y de satisfacción de necesidades. (Shaw, 1976; Jiménez Burillo, 1981; Huici, 1985;
Fischer (1990) define el grupo como «un con- Turner, 1987; Canto, 1998), podemos añadir tres
junto social, identificable y estructurado, caracte- categorías por las que se establece una agrupación
rizado por un número restringido de individuos y conceptual: según sean las características de inter-
en el interior del cual éstos establecen unos lazos dependencia de los miembros, los aspectos percep-
recíprocos y desempeñan unos roles conforme a tivos o de identidad, y la interacción y estructura
unas normas de conductas y valores comunes en social del grupo (Alcover de la Hera, 1999).
la persecución de sus objetivos».
Estas definiciones servirán como punto de
partida a la explicación de los procesos de forma- 2.1. La interdependencia de los miembros
ción de grupo. Asimismo, se puede aplicar a los define al grupo
grupos interactivos y a las categorías sociales más
amplias. Definido el grupo como el conjunto de De entre las definiciones basadas en la inter-
individuos que comparten una identificación so- dependencia cabe destacar dos tipos: una interde-
cial, se pone de manifiesto la importancia de los pendencia de los miembros y otra en relación con
procesos básicos que determinan el comporta- los objetivos. Cuando hablamos del enfoque de la
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Introducción al estudio de los grupos. Concepto y tipos de grupos / 181
teoría grupal como interdependencia de sus personales originados tienen su raíz en la no coin-
miembros, hemos de referirnos en primer lugar a cidencia entre los intereses del grupo y los del in-
Lewin, quien constituye uno de sus más claros dividuo.
precursores, al concebir al grupo como un todo No obstante, de esta concepción cabe pregun-
dinámico de elementos interdependientes que in- tarse cuáles son los aspectos o factores de los ele-
teractúan entre sí (Lewin, 1936, 1951). mentos grupales (individuos) que entran en inter-
Muchas definiciones de grupo ponen como dependencia. Parece ser que uno de los aspectos
factor constitutivo la afinidad de sus componen- principales es la motivación para alcanzar objeti-
tes, pero para Lewin el factor radical y central en vos comunes o para pertenecer o permanecer en
torno al cual se constituye el grupo es la interde- el grupo.
pendencia. La interdependencia mutua se refiere Así, Bass define el grupo como el conjunto de
tanto a la de los miembros del grupo como partes, individuos cuya existencia en sí ya es gratificante,
a los subgrupos, así como a la de las otras partes pues premia a sus componentes o los capacita
del espacio vital: las metas, las normas, los valo- para evitar el castigo. No es necesario que un gru-
res, etc. po tenga conciencia explícita de serlo, ni que sus
Por medio del conocimiento de la interdepen- miembros persigan unas metas comunes a todos.
dencia de las distintas variables se puede ver cuá- Según este autor, una definición de grupo que se
les son las que ejercen más influencia en la diná- base en la existencia de metas comunes a todos
mica grupal en su totalidad; con el control de sus componentes es unilateral e intelectualista.
estas influencias se puede intervenir en el grupo Afirma que los individuos son tales por la situa-
para obtener determinados efectos, o prever las ción específica que viven, la cual implica el hallar-
variables que son ineficaces para los objetivos del se en una constante dialéctica entre varios grupos
grupo. que con frecuencia entran en conflicto entre ellos
Otro concepto fundamental en la teoría de (Bass, 1971). Thibaut y Kelley hacen hincapié en
Lewin es el de «campo» (Lewin, 1977), al que de- precisar que la interdependencia de las personas
fine como «una totalidad de hechos simultáneos que interactúan grupalmente les hace obtener re-
considerados como mutuamente dependientes compensas, principalmente afectivas, que son re-
unos de otros». La teoría de campo por él elabo- flejo de los valores y sentimientos de cada uno de
rada ofrece una posibilidad real para estudiar el ellos.
grupo, aunque no habla de los presupuestos sobre El otro tipo de interdependencia tiene como
los que se fundamenta esa interdependencia. Des- medio el alcanzar unos objetivos, pues la prácti-
de otras instancias se le critica que las relaciones ca totalidad de los grupos existen por y para
emocionales y los procesos inconscientes no son algo. Sea o no voluntaria la pertenencia a un
tenidos en cuenta por su teoría. grupo (grupos laborales, educativos, de amista-
Al concebir el grupo como un todo se aban- des, deportivos), sus miembros se relacionan en-
dona la teoría individualista, que sitúa al compo- tre sí para conseguir unos objetivos, y su inte-
nente del grupo con potencialidad para desarro- rrelación puede ser de cooperación, cuando
llar sus procesos psíquicos individuales en el sus intereses son comunes; de competencia,
contexto grupal. Un ejemplo de esta concepción cuando los intereses de los miembros son diver-
del grupo como totalidad lo encontramos en la gentes y existe antagonismo entre ellos; o se pue-
expresión de tensiones que experimenta un indi- de dar una situación mixta, en la que los miem-
viduo en una dinámica de grupo, cuando intenta bros pueden tanto competir en alguna ocasión
imponer su criterio o intereses personales en las como cooperar en otras para conseguir unos
primeras sesiones. Las dificultades y conflictos objetivos.
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182 / Introducción a la Psicología Social
2.2. Los aspectos perceptivos existen situaciones en que la identidad puede ser
y de identidad definen un grupo negativa y se convierte en aversiva y motivadora
para la persona. Tampoco afirma la teoría que la
Las definiciones que resaltan los aspectos per- identidad se consiga únicamente porque las per-
ceptivo-cognitivos o de identidad centran su aten- sonas discriminen siempre a favor de los grupos
ción en la percepción de unidad que tienen los propios frente a exogrupos.
miembros de un grupo cuando comparten obje-
tivos, realizan tareas comunes o establecen pro-
longadas relaciones. Se crea una conciencia colec- 2.3. La interacción de los miembros
tiva como consecuencia del trato mutuo, de y la estructura social definen al grupo
visiones similares sobre los problemas, de identi-
ficación con tareas y objetivos y, por tanto, tien- El tercer grupo de definiciones centra su aten-
den a percibirse como un todo. Esa conciencia ción en la interacción de los miembros del grupo
que tienen «varios» de ser «uno solo», de identi- y en su estructura social, aunque este criterio sea
dad grupal, normalmente viene acompañada por a veces difícil de diferenciar con los procesos de
la presencia de otro grupo externo al que se de- interdependencia y de identidad. Es tal la división
nomina exogrupo. Claro exponente de esta ten- existente entre los autores que unos ven en la in-
dencia es la teoría formulada por Tajfel y Turner teracción una forma de interdependencia, y otros
(1986), quienes centran su atención en la catego- no ven en ella una condición precisa para la for-
rización social, hecho por el que los individuos, mación de la identidad del grupo.
cuando perciben la presencia de otro grupo, favo- Como señala Alcover de la Hera (1999, pp. 87
recen en ellos la emisión de respuestas competiti- y ss.), «podemos encontrar un buen número de
vas y discriminativas siempre en favor del grupo definiciones que, de un modo u otro, incluyen la
propio o endogrupo. interacción, distinguiéndose tres líneas de defini-
La teoría de la identidad social se refiere a los ción diferenciadas: los que creen que es un ele-
aspectos del concepto del yo de un individuo ba- mento esencial para la identificación del grupo,
sados en su pertenencia a grupos o categorías so- los que la consideran como condición a partir de
ciales, a las que se unen aspectos psicológicos la cual se desarrolla una estructura social confor-
emocionales, evaluativos o motivacionales. Postu- mada por sistemas de normas, roles y estatus, y
lan que los grupos se evalúan en comparación con unas terceras que tratan de reformular el signifi-
otros grupos; por tanto, la identidad social preci- cado de la interacción integrando diversos ele-
sa que el grupo propio esté positivamente diferen- mentos de funcionamiento del grupo».
ciado de aquellos con los que pudiera comparar- Las definiciones basadas en la interacción
se. Esto implica dos supuestos básicos: a) que las como elemento esencial postulan que dos perso-
personas están motivadas para establecer una nas llegan a la interacción si la conducta de cada
distinción positiva entre los grupos con los que se una afecta directamente a la de la otra. Si un con-
identifican y los exogrupos relevantes, y b) que junto de personas interactúan con frecuencia y
cuando la pertenencia a un grupo produce una por largos períodos de tiempo, aumenta la pro-
identidad social insatisfactoria, los miembros que babilidad de que sus interacciones adquieran un
la padezcan tenderán a abandonar el grupo para patrón, que desarrollen esperanzas respecto a la
unirse a otro más gratificante. conducta mutua y lleguen a identificarse entre sí
Los presupuestos teóricos de la identidad so- como miembros de la misma entidad social. En
cial no presuponen que las personas hayan de te- este sentido, Melton (1957) señala que, cuando
ner siempre una identidad social positiva, pues hablamos de grupo, lo hacemos para referirnos al
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Introducción al estudio de los grupos. Concepto y tipos de grupos / 183
conjunto de personas que interactúan entre sí con en un contexto determinado y permanecen activas
patrones ya establecidos. Aunque advierte que las durante un tiempo hasta alcanzar unos objetivos.
relaciones sociales son en sí formas encasilladas Como conclusión de las diferentes posiciones
de interacción social, que duran lo suficiente ante el concepto de grupo, Alcover propone la
como para volverse partes identificables de una concepción de Hare, para quien «la interdepen-
estructura social. dencia y la interacción resultan fundamentales»,
La interdependencia entre los miembros era y resume sus características atendiendo a los si-
el punto central sobre el cual debía basarse la guientes aspectos:
comprensión del grupo, pero para los defensores
del enfoque interaccional es la observación de las a) Existen unos valores compartidos en el
interacciones lo que facilitará una mejor com- grupo que lo mantienen.
prensión de lo que ocurre en un grupo. Un mo- b) Los individuos del grupo adquieren o de-
delo representativo del estudio de las interaccio- sarrollan conductas con el fin de llevar a
nes intragrupales lo representa Bales (1950) al cabo las actividades grupales.
crear un método para estudiar el grupo, consis- c) En el grupo se desarrollan un conjunto de
tente en enumerar las intervenciones que aconte- normas que sirven para cohesionarlo y
cen en una sesión grupal. Una intervención la guiarlo en sus actividades.
define como una comunicación verbal o no verbal d) En todo grupo se persiguen unas metas,
que puede ser entendida por los demás como una a las que se llega por la coordinación de
simple expresión, y la interacción puede ser con- roles y medios con la labor de un líder.
siderada como un intercambio de intervenciones.
A partir de la observación de las interacciones Podemos concluir nuestra delimitación con-
Bales intenta obtener conclusiones sobre la es- ceptual de grupo afirmando que para constatar
tructura del grupo. Una de las críticas que esta la diferencia entre un grupo real y un mero haci-
tendencia ha recibido es que las interacciones por namiento de gente en la calle, un conglomerado
sí mismas no son suficientes para describir la vida de personas constituirá un grupo cuando presen-
de un grupo. te, al menos, algunos de los siguientes rasgos:
Por último, existen los defensores de posturas
integradoras en la concepción del grupo, que re- 1. Los miembros interactúan entre sí de for-
formulan el concepto de interacción, al que con- ma continuada.
sideran «como una forma de interdependencia, y 2. Todas las personas esperan prolongar las
a la que añaden la relevancia otorgada al papel relaciones sociales existentes.
desempeñado por los factores dinámicos implíci- 3. La unión entre ellas exige vivir de acuer-
tos en los grupos, los cuales proceden de las varia- do con normas que son particulares del
bles del contexto en el que se insertan los grupos grupo.
y de las variables temporales consustanciales a su 4. Existe una frontera social entre los miem-
existencia» (Alcover de la Hera, 1999, p. 91). En bros y los no miembros.
efecto, los defensores de esta posición (Rabbie, 5. Por lo mismo, los miembros del grupo tie-
Horwitz) siguen la tradición lewiniana de consi- nen cierto sentido de identificación con el
derar al grupo como un todo dinámico, especifi- grupo y entre sí.
cado en un número de personas no demasiado 6. Las personas ajenas al grupo consideran
numeroso, de tal manera que se facilite entre ellas que sus integrantes forman un grupo.
la interacción y que lo hacen dentro de una estruc- 7. Existen unos lazos motivacionales de unión
tura organizada. Estas interacciones tienen lugar entre los componentes del grupo centrados
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184 / Introducción a la Psicología Social
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Introducción al estudio de los grupos. Concepto y tipos de grupos / 185
do la conciencia de grupo. Ejemplos de grupos para satisfacer las necesidades personales o de so-
secundarios serían un club de tenis o un colegio. cialización de sus miembros. No tienen una es-
tructura rígida, ni una división clara y estable de
papeles y, sobre todo, la organización del grupo
3.2. Grupos de referencia y de pertenencia no está impuesta desde estructuras externas.
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186 / Introducción a la Psicología Social
el individuo aspira a formar parte y desea ser para realizar tareas colectivas. Cuando tal ocurre,
aceptado, y para lograrlo trata de ajustarse a lo el sistema diferencial constituye la estructura del
que considera que son sus normas. El segundo grupo.
significado de grupo de referencia alude al hecho Entre los aspectos que determinan la variabi-
que la persona lo emplea de forma comparativa lidad de los grupos juega un papel primordial la
o como punto de partida para hacer evaluaciones rigidez de su estructura. En un extremo podemos
de sí mismo o de otros. La función normativa situar aquellos grupos muy estructurados, en los
tiene que ver con el primer significado, y supone que existe un sistema de posiciones con sus dere-
el establecimiento de unas normas para la perso- chos y deberes claramente delimitados y que se
na que lo toma como referencia. La función de hallan regulados por normas estrictas. La con-
comparación tiene que ver con el segundo signi- ducta de las personas viene establecida rígida-
ficado, y supone el empleo del grupo como están- mente, con lo que se desalienta toda tendencia
dar en comparación con el cual se evalúa a sí mis- personal.
mo y a los demás. El interés de esta distinción En otro extremo se hallan los grupos que no
radica en que pone de relieve los dos factores fun- tienen definido de manera nítida ni sus posiciones
damentales de la teoría de los grupos de referen- ni sus roles. En tales grupos, la conducta de sus
cia: el motivacional y el perceptual. miembros refleja en gran escala sus personalida-
des peculiares, mientras que las exigencias de esas
posiciones son de escasa importancia. Dos perso-
5. ESTRUCTURA DE GRUPOS nas que sostienen la misma posición pueden ac-
tuar de forma completamente diferente. Un ejem-
5.1. Concepto de estructura plo sería el de los grupos informales, como el de
las amistades o los que condicionan las activida-
En todos los grupos las posiciones que ocu- des lúdicas.
pan sus miembros se diferencian y se organizan Los grupos varían también en cuanto a la
dentro de un sistema que constituye lo que se vie- transitividad de la jerarquía de los estatus. En al-
ne en llamar la estructura del grupo; ésta va in- gunos grupos existe un cierto nivel de concentra-
fluir en el funcionamiento del mismo y en la sa- ción del estatus y de poder en las partes más ex-
tisfacción de sus componentes. celsas. El control se halla en las manos de una
Uno de los factores que explican por qué llega pequeña élite; por el contrario, en otros el estatus
a formarse una cierta estructura colectiva a partir y el poder se hallan repartidos entre todos los
de una reunión de extraños es la proximidad es- miembros.
pacial. Ahora bien, una vez formado el grupo, el
aspecto espacial pierde importancia y se incorpo-
ran otros factores como las simpatías, la inclusión 5.2. Estatus
en similares grupos de referencia o pertenencia
—religiosos, cronológicos, étnicos—, la identidad El estatus y el rol son dos piezas fundamenta-
y la posesión común de valores y actitudes. les de la organización grupal, tan decisivas que
Las posiciones de cada miembro del grupo algunos autores hacen de ellas la quintaesencia de
representan una función especializada capaz de la estructura grupal. El estatus está constituido
contribuir a los objetivos de la colectividad. Este por un conjunto de pautas recíprocas de conduc-
sistema diferencial de posiciones crea un cierto ta, una posición dentro de una pauta concreta, o
orden y regularidad en las interacciones de los bien un conjunto de derechos y deberes cuya
miembros del grupo cuando actúan en conjunto puesta en práctica constituye la función que cada
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Introducción al estudio de los grupos. Concepto y tipos de grupos / 187
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188 / Introducción a la Psicología Social
es, las relaciones del rol dentro de un grupo repre- crementar la cantidad y calidad de la ac-
sentan las maneras y vías en que sus miembros tividad.
adaptan sus relaciones posicionales con otras.
Los roles grupales se pueden clasificar de 2. Roles relacionados con la formación
acuerdo con las tres dimensiones que indicamos y el mantenimiento del grupo
a continuación:
Persiguen con sus actitudes el reagrupamiento
1. Roles relacionados con la tarea grupal de individuos con fines específicos o, en su caso,
el mantenimiento de la agrupación ya lograda.
Son aquellos comportamientos que conectan Para ello despliegan conductas de:
con la solución de los problemas que surgen en el
grupo y/o con la consecución de las metas grupa- a) Animador/incitador: pretenden el man-
les; en este sentido, podemos encontrarnos con tenimiento de la solidaridad del grupo.
diversas actitudes, según la disposición personal b) Armonizador: media en las diferencias
ante la tarea, entre las que cabe destacar: entre los miembros del grupo, e intenta la
reconciliación o rebajar la tensión en si-
a) Iniciador: sugiere al grupo nuevas ideas o tuaciones de conflicto.
una manera muy concreta de enfrentarse c) Negociador: se encarga de lograr los com-
con la meta del grupo. promisos asumidos o propuestos.
b) Solicitante de información: aquel que d) Ordenanza: aspira mantener abiertos y
busca información autorizada y hechos expeditos los canales de comunicación,
pertinentes para el problema. motivando y facilitando la participación
c) Rastreador de opinión: se preocupa pri- de los miembros o proponiendo una re-
mordialmente de los valores que subya- gulación de los canales comunicativos.
cen a los objetivos y metas grupales y los e) El ego-ideal: intenta salvaguardar las nor-
que sustenten otras alternativas. mas grupales.
d) Informador: aquel que da información f ) Observador/comentarista: se preocupa y
más o menos autorizada sobre los temas ocupa de registrar los diversos fenómenos
que ocupan y preocupan al grupo. del proceso grupal.
e) El que opina sobre sugerencias alternati- g) Seguidor: va a remolque del grupo, acep-
vas y sobre los valores a ellas asociadas. tando más o menos pasivamente las ideas
f ) Elaborador: elabora las sugerencias y les de los otros.
concede un fundamento.
g) Coordinador: clasifica las relaciones entre 3. Roles individuales
varias ideas y sugerencias e intenta coor-
dinar las actividades del grupo. Aquellos que pretenden la satisfacción de nece-
h) Orientador: define la posición del grupo sidades particulares de un miembro grupal, prácti-
con respecto a sus metas, analizando lo camente irrelevantes para la tarea conjunta o inclu-
que ha ocurrido. so negativas para el mantenimiento de la cohesión
i) Crítico-evaluador: somete las realizacio- del grupo. Desde esta perspectiva podemos apreciar
nes del grupo a estudio y evalúa la efica- comportamientos personales, como los de:
cia de los procedimientos.
j) Energizador: induce al grupo a la acción a) Agresor: minimiza el estatus de los otros,
y a la toma de decisiones y procura in- desaprueba sus valores y acciones, etc.
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Introducción al estudio de los grupos. Concepto y tipos de grupos / 189
b) Bloqueador/obstructor: negativista, resis- través de éste, y su visión del mundo ha sido con-
tente, frecuentemente en desacuerdo sin dicionada por los distintos grupos de los que ha
razones objetivas. formado parte.
c) Ególatra: el que busca reconocimiento Cuando el grupo es maduro, una mayor co-
llamando la atención sobre sí mismo, municación incrementa la madurez del individuo,
comportándose de manera poco usual. convirtiéndose el proceso educativo en el resultado
d) Auto-confesor: aprovecha la audiencia de los procesos comunicativos dentro del grupo.
grupal para la expresión de sentimientos Debido a que la comunicación establece un puen-
e ideologías personales. te modificador de la conducta, los grupos donde
e) «Play-boy»: exhibe con frecuencia falta existe un mayor nivel de aquella son los más ma-
de implicación en el proceso grupal y duros y operativos. Comunicar es participar, po-
hace ostentación de conductas poco ade- ner algo en común. El concepto de participación
cuadas con el contexto o situación. no lo entendemos sólo como la acción mecánica
f ) Dominador: intenta imponer su autori- y externa de realizar una tarea conjuntamente con
dad manipulando al grupo. otros, sino percibir el mismo grado de conmoción
g) Pedigüeño: el que busca ayuda como re- interna afectiva que el otro (con-sentir), de modo
sultado de su propia inseguridad, de su que la comunicación crea una red de relaciones
confusión personal o desprecio de sus humanas. Del grado de comunicación que haya
propias habilidades. en el grupo depende el crecimiento y la madura-
h) Egoísta: defensor de sus propios intereses ción de los individuos que lo integran.
y necesidades, intentando encubrirlas y La comunicación desde la perspectiva de la
envolverlas en supuestas necesidades gru- necesidad humana se plantea como un hecho bá-
pales. sico para el desarrollo y bienestar psicológico, y
nos permite identificar o dar sentido a nuestros
sentimientos, a la vez que se configura como fun-
damento en la expresión y satisfacción de nuestras
6. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN necesidades. La comunicación se reconoce como
EN EL GRUPO condición necesaria para el establecimiento de
una sociedad, puesto que es la base de toda con-
El hecho de estar el grupo circunscrito dentro ducta social que se desarrolla dentro del contexto
de un espacio físico concreto, alrededor de una de alguna clase de sociedad.
tarea específica y sometido, por consiguiente, a Las relaciones interpersonales satisfactorias
una serie de interacciones personales, le convier- se basan en las comunicaciones interpersonales
te en el medio ideal para la comunicación inter- que de forma correcta y adecuada se realizan en
personal. A través de la comunicación explica- el seno de los grupos. Éstas han de contar con el
mos los procesos de transferencia de cultura, despliegue de conductas concretas en torno a la
ideología, etc. Las sociedades abiertas, democrá- expresión de afectos positivos y la concordancia
ticas, exigen el máximo de relaciones y el mayor con el sistemas de creencias, fomentar la expre-
grado de comunicación posible. La comunica- sión de sentimientos y proveer ayudas materiales
ción vitaliza a todos los miembros del grupo, ya o de información que reduzca las tensiones.
que el mensaje que en él se transmite es más efi- Del mismo modo, la comunicación es un me-
caz y positivo que el individualista. El individuo dio por el que se alimentan de recursos sociales
se comunica con el mundo por medio del grupo, los sistemas de las organizaciones; por ella se mo-
entra en contacto con la realidad que lo rodea a difican conductas no deseables, se hacen más efec-
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tivas y productivas todas las relaciones que dentro c) La relación interpersonal. Es el medio por
de una organización grupal se puedan desarrollar, el que se hace posible la transmisión de
al mismo tiempo que facilita la fluidez de inter- mensajes. Incluye la aceptación o recha-
cambios y canaliza las acciones oportunas con la zo del otro, y se ha de expresar más allá
finalidad de conseguir los propósitos que previa- del contenido objetivo, debiéndose ana-
mente se hayan fijado. Por ello, la comunicación lizar el metamensaje existente en todo
conlleva la satisfacción de las necesidades tanto proceso.
individuales como grupales.
Tomada la comunicación como un proceso de Si bien el soporte comunicativo más empleado
intercambio de experiencias entre dos esferas per- en la interacción grupal es el verbal, dentro de
sonales (individuales o grupales), para que sea todo el repertorio comunicativo que exhiben los
precisa, emisor y receptor han de asignar los mis- componentes de un grupo ha de tenerse muy en
mos significados al conjunto de símbolos que se cuenta tanto los elementos no verbales de la co-
utilicen en las transacciones comunicativas. El municación verbal como la propia comunicación
proceso se basará no sólo en la recepción y emi- no verbal (CNV). La CNV se ha venido señalan-
sión de mensajes dentro de un contexto determi- do como el apoyo principal de la comunicación
nado, sino en la alternancia de papeles entre emi- verbal, aunque en gran parte de los procesos gru-
sor y receptor; esta alternancia se hace posible por pales constituye el elemento principal de análisis
la información que ambos reciben durante la in- de las interacciones entre sus miembros.
teracción. Como medio de captar las conductas comu-
Para que se dé la posibilidad de rotación en nicativas que se expresan en la interacción gru-
los papeles asumidos por ambos comunicantes, pal, citamos la clasificación de comportamientos
con el consiguiente enriquecimiento del proceso no verbales de Argyle (1972), que constituye un
comunicativo, es necesario que se den tres facto- instrumento de fácil uso para captar el reperto-
res casi indispensables: rio comunicativo durante la vida grupal. Se pro-
ponen diez categorías diferentes en las que po-
a) La reciprocidad. La información que se demos agrupar las conductas comunicativas no
transmite en un proceso comunicativo ha verbales.
de ser multidireccional. Será necesario
disponer en toda comunicación grupal de 1. Contexto corporal, compuesto por todas
medios multilaterales que permitan el las manifestaciones motrices que condu-
diálogo con un mínimo de retroalimenta- cen a la interacción con el interlocutor. Se
ción. expresa en forma de caricias físicas, em-
b) El significado de los contenidos. Plantea pujones, roces corporales o manipulación
un problema de lenguaje tanto desde un de partes del cuerpo de los comunicantes.
nivel sintáctico como semántico, al que Entre las diferentes culturas o grupos
hay que prestar atención, y que debe ser subculturales, el índice y formas de con-
situado en contextos comunes con miras tacto corporal puede variar significativa-
a abreviar los mensajes y a reducir al mí- mente, tanto en su emisión como en su
nimo la probabilidad de errores en la aceptación. Del mismo modo, el tipo y
transmisión de las ideas y conceptos, que grado de contacto corporal es un expo-
son los elementos básicos por los que se nente claro del tipo de relación o metaco-
pretenden modificar las conductas duran- municación que existe entre dos comuni-
te el proceso comunicativo. cantes.
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toses o cacofonías, pues todo ello advier- de necesidad de permanecer dentro del
te de disposiciones o tensiones en el pro- grupo, y sus componentes se encuentran
ceso de interacción. más cómodos y relajados, con lo cual se
favorece la afluencia de ideas e interaccio-
nes creativas.
7. LOS FACTORES AMBIENTALES 3. Percepción de privacidad. Los entornos
cerrados, aislados y con dimensiones pe-
La relación comunicativa que se da en un gru- queñas sugieren la idea de una mayor
po está sometida a un ambiente social que la con- privacidad. Al aumentar ésta se intensi-
diciona y en muchos casos la determina. La per- fica la probabilidad de que los mensajes
cepción de este ambiente puede ser comúnmente comunicativos sean más personales y di-
consensuada o, por el contrario, pueden existir rectos, al igual que surge un mayor com-
diversidad de apreciaciones sobre los elementos promiso personal en el grupo y su diná-
sobresalientes, facilitadores u obstaculizadores de mica.
la interacción grupal. Saber leer en el ambiente y 4. Percepción de familiaridad. El desenvol-
sobre todo en las percepciones sociales que de él verse en entornos no conocidos provoca
se tienen, facilita al monitor del grupo en gran reacciones de cautela en la comunicación,
medida su tarea de coordinación. hasta saber los límites de ese entorno. Por
Knapp (1966) establece marcos de referencia el contrario, cuando los miembros de un
para la clasificación de las percepciones de los am- grupo encuentran conductas y manifesta-
bientes en la interacción grupal. Distingue entre: ciones familiares se propicia la esponta-
neidad de las relaciones y la apertura de
1. Percepciones de formalidad. Establece la los procesos comunicativos, lo que con-
inclusión de parámetros de conductas duce a una mayor eficacia en las tareas
previamente fijados para la interacción que se proponen.
comunicativa en los ambientes formales, 5. Percepción de compulsión. Esta percep-
mientras que en los informales se esgri- ción está relacionada con el espacio físico
men comportamientos más espontáneos. disponible durante el tiempo que se per-
En los primeros la comunicación puede manece en un ambiente determinado, y la
adquirir tintes de superficialidad con re- posibilidad que se dispone para poder
laciones interpersonales más o menos es- abandonarlo cuando se tenga la nece-
tereotipadas, cuando no se trate de una sidad.
comunicación profunda a nivel concep- 6. Percepción de distancia. Hace referencia
tual. En los segundos la comunicación es tanto al distanciamiento físico como psi-
más libre y abierta, proyectándose más cológico en el que se sitúan los miembros
elementos emocionales y personales que de un grupo cuando inician o desarrollan
enriquecen los resultados de la interac- sus interacciones comunicativas. Cuando
ción grupal. se dispone de espacios físicos reducidos
2. Percepción de calidez. Viene determinado y las percepciones de familiaridad son
por la expresión y aceptación de los sen- muy bajas, suele suceder que las personas
timientos y emociones por parte de los aumentan la distancia psicológica, refle-
integrantes del grupo. Cuando el entorno jándose en unas comunicaciones formales
se percibe con un alto nivel de «calor» carentes de espontaneidad y con poco
psicológico, se desprende un sentimiento contenido afectivo.
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