Capitulo 1
Territorio y tradiciones de conocimiento
Territorio, teorias y disciplinas cientificas
Partiendo de la premisa que producir conocimiento cientifico, en
ste caso relativo a territorio, procesos sociales, procesos naturales,
region, lugares y objetos de estudio afines, supone apoyarnos en un
proceso acumulativo de sucesivos conocimientos previos, estamos
reconociendo que el conocimiento siempre sera discutible y provisorio.
Desde esta perspectiva, coincidimos en reconocer que no todo lo que
debe ser explicado -el explanandum. en términos de conceptos obser-
vables y regularidades empiricas ~por ejemplo un territorio o un
dcterminado- se explicara -el explananss- con conceptos categoriales,
proposiciones tedricas, ni con teorias sustantivas semejantes.' Nues-
ura es, en buena medida coincidente con Ruth Sauti et al
24) cuando se posicionan desde “...1mna amplia aceptacion de
nes te6rico-metodologicas, respetando diferen:
to que existe una forma de producir conocimiento ~que
preferimos denominar cientifica- que es acumulativa”
miento sobre el territorio y sobre con
ales como espacio geografico, espacio, region, ciudad, lugar,
i6n socledad-naturaleza, proceso social, proceso natural y otros
les, asi como también sobre conceptos ligados al planeamiento, el
ordenamiento, la gestidn y la transformacién del territorio y los luga-
Fes son muy ricas en producciGn de trabajos e investigaciones, tanto
desde una gran variedad de disciplinas clentificas, como en lo refe-
rente a concepeiones y vertientes tedricas y supuestos ideologicos.
* Félix Schuster (2008; 35-37)“Tensero#o ¥ TRADICIONES DE CONOCIMIENTO a
Horacio Bozzavo
En el caso relativo a la produccién de teorias territoriales, reg
nales, de lugares, asi como a la intervencién y gestion de, en y con,
territorios y lugares, es posible reconocer supuestos paradigmaticos y
concepeiones tedricas diferentes y hasta contrapuestas. Tradiciones,
de conocimiento clasicas, positivistas y neoclasicas, presentes en
numerosas escuelas emparentadas con estas trayectorias pero con
matices te6ricos y referidos a objetos diferenciados, han ido confor=
mando un mosaico de notable riqueza y complejidad desde hace al
menos dos siglos. A mediados del siglo XX cobran vigor en teoria del
territorio y los lugares, otras dos tradiciones epistémicas con antece-
dentes valiosos en otras clencias: nos referimos a tradiciones marxis-
tas, neomarxistas, criticas y afines, por un lado: y a tradiciones liga-
das a la fenomenologia, la percepcion y el comportamiento, por otro
lado.
xy sociales (Urbanismo, Arquitectura, Sociologia, Clencia Politica, Eco-
¥ mia Politica, Historia, Antropologia, Antropologia Social, Comunica-
Gon Social, Agronomia, Veterinaria y otras) acumulan necesidades
y/o trayectorias de trabajo fecundo en el tema.
Las reflexiones y aplicaciones sobre el lugar y conceptos afines
registran tradiciones epistémicas heterogéneas, entre las que sobi
Salen las propias de la Literatura, la Lingitistica, la Antropologi
Geografia. la Historia, la Arquitectura, la Psicologia, el Trabajo Social y
a Genética.
Con referencia a la gestidn del territorto, los lugares y conceptos
afines, las trayectorias de desarrollo cientifico son mas recientes; cabe
mencionar el Derecho -en particular el Derecho Urbanistico y el De-
recho Ambiental- y un conjunto de disciplinas mas recientes en el
concierto cientifico actual, tales como el Urbanismo, el Ordenamiento
Territorial, el Planeamiento Urbano, la Gestion Ambiental, el Desa-
rrollo Local, el Desarrollo Endégeno, la Politica Institucional, la Admi-
nistracién Local, el Planeamiento Estratégico, el Marketing Territo-
rial y un buen numero de disciplinas.
Numerosos autores. en particular tedricos y epistemologos de la
Geografia, han realizado verdaderos tratados en los cuales el lector
puede conocer los senderos tedricos de nuestra ciencia con el propési-
to de indagar el lugar del territorio entre otras preocupaciones secula~
res de la ciencia geografica. En Iberoamerica, Josefina Gomez Mendo-
za, Horacio Capel Saez, Aurora Garcia Ballesteros y José Ortega
Valcarcel, entre otros, son referentes ineludibles para un andlisis mas
profundo en el tema.
Este escenario no ha hecho sino enriquecer y complejizar el en-
tendimiento del territorio, reconociendo el peso y ia gravitacion de las
diversas y hasta encontradas teorias que conviven en la actualidad, a
la hora de transitar y dar respuesta desde instancias descriptivas y
explicativas hasta instancias propositivas y de intervencion concreta.
La teoria contribuye a desencadenar metodologias, éstas desenca-
denan procedimientos y técnicas especificas para resolver los objetos
de investigacién en té
que, en caso de transformarse los objetos de estudio en intervencio-
nes concretas en el territorio y sus lugares, estaran subyacentes los
supuestos tedricos que sustenten el trabajo. Cada teoria dispara
vectores epistemologicos y axiologicos particulares que es necesario
conocer y entender, para hacer lo mas consciente posible hacia donde
nos dirigimos con lo que estamos haciendo.
Sia este complejo status teérico territorial actual, incorporamos el
mosaico de disciplinas cientificas que trabajan con el territorio v con-
ceptos derivados, podriamos caer en discusiones interminables.
Con referencia al territorio y a conceptos semejantes 0 afines, la
Geografia y, en menor medida, otras disciplinas cientificas naturales
(Geologia, Biologia, Ecologia, Hidrologia, Edafologia, Climatologia y otras)
La Geografia, una antigua cantera territorial
No siendo la tinica, la Geografia es la disciplina cientifica con mayor
tradicion en materia de produceion de conocimiento del espacio geo-
Brafico o territorio. Fiel a su etimologia, durante la mayor parte de su
historia, la Geografia fire una descripcién y un inventario del territo-
rio y los lugares de nuestro planeta, asi como de naturaleza, sociedad,
rocesos, objetos, y en menor medida, actores en él presentes. Con
Fiquisimas y ancestrales tradiciones de conocimiento, a veces pues-
tas en tela de juicio como cientificas, la Geografia es una antigua can-
tera territorial, un verdadero yacimiento donde en los tltimos dos si-
los se fue trabajando y ofreciendo aportes desde otras disciplinas, cir-
cunstancia que contribuyé a complejizar y enriquecer notablemente
el entendimiento y la inteligibilidad del territorio.
En el siglo XVIII, el filosofo Immanuel Kant era consciente de la
potencia de la Geografia, potencia que muy probablemente en Ia ac-
tualidad ya no exista aislada, sino articulada en un proceso de cons-
truccién cotectiva con otras disciplinas, no por incapacidad propia de
nuestra ciencia ni de los geografos, sino mas bien porque el territorio,
‘como la sociedad, se encuentran entre los objetos -0 macro-objetos de
estudio- mas interdisciplinarios. Esta pretension desmedida de la
Gcografia con el territorio, tendria algin parentesco con la ideaae Horacto Bozzano
que, referida ala sociedad como macro-
serena aero-objeto de estudio, podria a
pun Coe Verem0s a lo largo del libro, a los aportes de maestros
Le ns y Bourdieu ents tC ;
Jos de antropélogos. politélogos, economistas, Moa fen, eons
maestros de otras disc
Into de la nia de ta geograyta Reyn
" Planteado por Alain Reynaud
*s en buena medida reflejo, tanto de esta potencia, com
e s idas que, en el siglo XX posicio
ruestra cleneia segin algunos autores y eornintes pease se
Fango totalizante de una sintesis comparablenn
lun conocimiento sino como un conocimiento
28 conocin mnocimiento supremo *.
oreeana ueva de la inteligencia a ta que el espiritu oceldental, y
se eugtcaba de acceder”. Pierre George y Marcel Gautier escribers
aise S8raFo es un director de orquesta. Sélo un director de onquesta
'ge un conjunto formado por elementos no parecidos, aunque todos
xin"; para Pierre Gourou el gedgralo podria
“ médico de medicina gen
Ibert como tn ensamblador y para André Al
enlace”,
Como se expone a conti
motiv nomotéticos e
vision mas ampl
esta publicacton de A. Reynaud
INES DE COND 43
“Tenneronu0 ¥ TRADI
or en el concierto de las ciencias, algo asi como el filésofo prac-
emntetico y totalizante del territor socialmente
Mio. En todo caso, aquel gedgrafo que, en el trabajo concreto con
icos sociales y ambientales, haya lo-
al otro, y resolver en la practica -desde
~ Recordemos que etimologicamente Geografia -geo-grafein- signi-
sa descripcion de la tierra, por extensién del espacio terrestre. Sin
1rgo, en el tiltimo siglo, el conocimfento geografico atraviesa un
Jejo proceso de redefinicién casi permanente, que en los hechos
lleva a pensar incluso, en la posibilidad de un cambio o en una
dicin en la raiz del término: de geo-grafein a geo-explanans, o bien
geo-grafeiny geo-explanans, vale decir un giro desde la descripcion a la
plicacion de la tierra, o bien una articulacién de descripeion y expli-
eacién de la tierra, donde necesariamente la descripcién intencione
Ja explicacion, mas que pensar en una geografia sistematica 0 por
archivadores.
Es interesante analizar el origen de un término que designa a
Geologia: geo-logos significa originariamente el saber o el
eonocimiento de la tierra. Mas alla que las ciencias conserven su de-
lo del conocimiento cientifico ha con-
tribuido a relativizar el significado etimolégico de cada disciplina cien-
tifica. Hoy la Geologia no es solo la ciencia que tiene por objeto el estu-
dio del logos de la tierra sino que indaga en la manera que el hombre
explota los recursos inertes de la tierra; con la Geografia ocurre al
Semejante: hace mas de un siglo que la Geografia describe y explica la
tierra, tanto la tierra natural como la transformada por el hombre.
No es objetivo aqui relatar ni analizar el largo y sinuoso sendero
de la ciencia geografica, ni tampoco la evolucién de las concepciones
Keograficas nt territoriales a lo largo de la historia. Las preocupa‘
hes por el estudio del territorio 0 espacio geografico tuvieron dos leit:
‘motiv, dos hilos conductores al menos durante mas de dos siglos. Nos
Teferimos a las geografias regionales y a las geografias generales, a las
tradiciones idiograficas y a las tradiciones nomotéticas, respectivamente,