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Tres formas de diseñar un suelo compactado, ventajas y

desventajas
En la construcción civil, qué duda cabe que el movimiento de tierras es la actividad más
importante desde el punto de vista económico, además de su significancia en la estructura que se
construye. Por lo tanto, diseñar el suelo compactado adecuadamente es fundamental, ya sea para
un relleno estructural para edificaciones o presas, o para el cuerpo de una carretera.

Compactación de rellenos.

Tras más de 14 años de trabajos relacionados con la investigación, consultoría y construcción con
suelos compactados, he identificado tres formas diferentes para diseñar un suelo compactado,
cada una con ventajas y riesgos estratégicos para la construcción civil. Para facilitar la explicación
de estas formas he ideado para la tecnología RAMCODES un diagrama llamado Pirámide de Diseño
de Suelos Compactados, que paso a explicar a continuación.

Pirámide RAMCODES para diseño de suelo compactado.


En la base de la pirámide está el Nivel 1 que llamo "La Receta". En este nivel el suelo compactado
se diseña especificando el cumplimiento de una calidad según la clasificación y la dureza de las
partículas del suelo, y se establece un grado mínimo de compactación, usualmente referido como
un porcentaje de la densidad máxima del ensayo Proctor.

Curva del ensayo Proctor


La receta tiene la ventaja de ser simple de entender, especificar y llevar a cabo en el campo. Pero
tiene la limitante de que no se hace referencia al desempeño mecánico del suelo (en el caso de la
especificación por grado de compactación), ni se asocia a condiciones como el grado de saturación
del suelo, ni el nivel de confinamiento al que está sometido, que son ambos factores muy
importantes que controlan el comportamiento del suelo, por lo que existe el riesgo de ocurrencia
de fallas.

La receta está tan extendida y su paradigma es ya tan fuerte que para muchos profesionales y
auditores el hecho de que un suelo esté compactado al 95% del Proctor es la garantía suficiente de
calidad.

Al siguiente nivel, o Nivel 2, lo llamo "Respuesta de campo": En este nivel, además de considerar
los requerimientos de clasificación y competencia de partículas, se requiere que el suelo exhiba en
el campo una respuesta o desempeño según el nivel solicitado.Existen dos alternativas para
conseguir esto, a saber: a) ensayos de campo, y b) ensayos de laboratorio.

Los ensayos de campo se pueden hacer a través de pruebas de placa, cono penetrómetro
dinámico, dispositivos portátiles para medir módulos elástico y de reacción (v.g. Geogauge), o
dispositivos especiales instalados en compactadores de rodillo para estimar el módulo de reacción
a partir de la respuesta de inercia de la capa compactada. Es decir, en vez de verificar un grado de
compactación, en este nivel se mide directamente el desempeño (v.g. resistencia, módulo de
reacción) de campo de la capa compactada (o el relleno completo) a través de cualquiera de los
dispositivos nombrados.

Dispositivo portátil para medir módulo de reacción (Geogauge)

Por otro lado, para evaluar el desempeño de campo a través de ensayos de laboratorio se utilizan
gráficos de contorno de la respuesta deseada dentro del plano humedad vs. densidad. Estos
gráficos son comúnmente llamados "mapas de resistencia", y son obtenidos a partir de
experimentos factoriales, tal como se especifica en la norma venezolana Fondonorma para
carreteras. En los mapas de resistencia el diseñador puede establecer regiones para todas las
posibles combinaciones de humedad y densidad seca que cumplen tienen el nivel de respuesta
requerido; a estas regiones se les llama "regiones de aceptación".

Mapa de resistencia
El principal riesgo del enfoque de este nivel, tanto la verificación en campo con dispositivos de
medición directa o indirectamente a través de los mapas de resistencia, es que el diseño del suelo
es verificado en la condición de hidratación "tal como se compactó", y no en la condición de
saturación de diseño. En consecuencia, si por ejemplo el suelo se humedece más allá del estado de
hidratación compactado, entonces podría sobrevenir la falla.

En el tope de la pirámide está el Nivel 3, que llamo "Curva de diseño". Este nivel también toma
en cuenta la calidad del material como en el Nivel 1, pero se requiere además que el suelo exhiba
la respuesta de campo deseada, bajo las particulares condiciones de sobrecarga e hidratación del
proyecto; que es exactamente la definición de curva de diseño. Como consecuencia de esto, la
única forma de realizar un diseño confiable del suelo es precisamente usando el Nivel 3 de la
Pirámide de RAMCODES. En este nivel existen dos subniveles que toman en cuenta si la succión es
o no controlada durante la prueba. Recordemos que la succión es la variable fundamental para
describir el comportamiento del suelo no saturado, que es la categoría a la que pertenece el suelo
compactado.

En el Nivel 3a la succión en el suelo se controla durante el ensayo en cámaras triaxiales con


dispositivos especiales y software. Los especímenes de suelo compactado pueden ser ensayados
manteniendo el nivel de succión conseguido en la condición "tal como se compactó", a partir de
una trayectoria de hidratación (pérdida de succión), a partir de una trayectoria de deshitratación
(ganancia de succión), o a partir de ciclos de hidratación-secado. También, este nivel tiene las
condiciones apropiadas para estudiar el efecto de hidratación por sumergencia en la respuesta del
suelo. El nivel 3a es claramente el ambiente ideal para obtener una curva de diseño confiable para
poder diseñar el suelo al nivel de riesgo más bajo posible. El Nivel 3a constituye el nivel avanzado
del método de diseño de suelos compactados de RAMCODES.

Equipo triaxial a succión controlada


En el Nivel 3b la succión no puede ser controlada debido a que los dispositivos usados en los
ensayos no están facultados para ello. Las cámaras triaxiales, con carga monotónica o cíclica, el
CBR, con carga monotónica o repetida, son ejemplos típicos de tales dispositivos. Sin embargo, si
se utiliza una técnica gráfica especial de RAMCODES, automatizada bajo el algoritmo del
software SoilDesignerTM, los resultados de estos ensayos en la condición "tal como se compactó",
sí podrían producir curvas de diseño para diferentes grados de saturación, típicamente en el
rango de trabajo de 50 a 90%. La técnica de RAMCODES incluye la realización de experimentos
factoriales para rangos de humedad y de energía de compactación. Los resultados de estos
ensayos son luego analizados por el software, que finalmente produce las curvas de diseño
requeridas. El Nivel 3b es un nivel de aproximación al Nivel 3a para especímenes ensayados en
condición "tal como se compactó", y constituye el nivel básico del método de diseño de suelos
compactados de RAMCODES.

Curvas de diseño del SoilDesigner.

El riesgo de diseñar en el Nivel 3b es la incertidumbre de estimar la respuesta de un suelo


compactado, considerando un grado de saturación cualquiera, que ha pasado por una trayectoria
de hidratación y/o secado, a partir de los resultados de un suelo compactado en condición "tal
como se compactó", que no fue sometido a ninguna trayectoria de hidratación y/o secado.
Pirámide RAMCODES para diseño de suelo compactado.

La realidad es que, para el asombro general, la gran mayoría de los proyectos que involucran
suelos compactados son diseñados a nivel de la receta.

SUMINISTRADOR POR:

Freddy J. Sánchez-Leal.

@ramcodes @fjsanchezleal

@NestorL @CivilGeeks

www.youtube.com/user/ramcodes

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