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Área: Filosofía Alumna: Belén María Russo Profesor: Juan Pablo Pardías

Resumen

Agradecimientos
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Agradezco a mi tutor Juan Pablo Pardías por su ayuda a lo largo del todo el trabajo.

Índice de Contenidos

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Resumen....................................................................................................................1

Agradecimientos.........................................................................................................2

Introducción................................................................................................................4

Capítulo 1: El sistema espacio-tiempo según la física y el misticismo oriental....5 – 7

Capítulo 2: El concepto de tiempo según San Agustín.........................................8 – 9

Capítulo 3: Platón: La Inmortalidad y La Teoría de Las Ideas ..........................10 – 12

Capítulo 4: Aristóteles y sus teorías..................................................................13 – 14

Conclusión ...............................................................................................................15

Bibliografía...............................................................................................................16

Apéndice...........................................................................................................17 – 19

Introducción

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Desde hace miles de años que la física tiene patrimonio del tiempo-espacio,
mientras que se podría afirmar que la filosofía tiene más que decir sobre ella. A
través de la ciencia se dice que el espacio-tiempo es una variable de medición del
mundo en que vivimos, pero desde la filosofía se puede argumentar que el tiempo
es mucho más que eso. A partir de las ideas de San Agustín comprendemos que no
existe una verdadera línea temporal porque cada segundo que vivimos en el
“presente” es un segundo después “pasado”. Por ende se puede argumentar que el
tiempo presente, pasado y futuro no tiene una delimitación explícita. El origen del
universo ha sido discutido por siglos, ya que no se conoce su verdadero “origen”;
tampoco lo es el origen de la vida como la conocemos. Según Empédocles existen
cuatro elementos: tierra, fuego, agua y aire; y dos fuerzas: amor y odio. A partir de
las cuales plantea el origen de las cosas u organismos. Por otra parte tenemos a
otros dos filósofos que plantean una idea de “inmortalidad”: Platón y Aristóteles.
Platón plantea por medio de la teoría de las ideas, que el cuerpo está ligado al
mundo de los sentidos, mientras que el alma está ligada a la razón y por lo tanto
nunca perece. Se puede comprender a partir de estas ideas que Platón de la
inexistencia del espacio-tiempo en el plano del “mundo de las ideas”, donde existe
una idea de todo y esta se ve reflejada en el “mundo sensible”. En contraparte está
Aristóteles. Él rechaza la teoría del mundo de las ideas de Platón, argumentando
que no hay nada en la mente humana que no haya estado anteriormente en los
sentidos; mientras que Platón decía que no hay nada en la naturaleza que no hay
estado antes en el mundo de las ideas. Aristóteles dice que la realidad tiene dos
componentes: materia y forma. La materia es el material del que está hecha una
cosa, y la forma las cualidades especificas de la cosa.

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Capítulo 1: El sistema espacio-


tiempo según la física y el
misticismo oriental
En éste primer capítulo se analizara la concepción del espacio y
tiempo en ambas áreas: física y metafísica. En la física y en la
metafísica se pueden observar tanto similitudes como diferencias en
cómo se considera al espacio y al tiempo. Pero en algo ambos están
de acuerdo: es necesario de la experiencia: mística o científica.

Según Newton el espacio es un concepto absoluto y tenía una configuración


“de materia definida en cada momento” y es por ello que es imposible hablar del
universo en un momento dado y de una manera absoluta. Esto se debe a que un
suceso ocurrido depende directamente del momento en el que es visto por uno u
otro observador; siendo relativo su análisis. A partir de la teoría de relatividad de
Einstein, se abandonó la idea de la objetividad del sistema de coordenadas del
espacio-tiempo, ya que estos son pertenecientes al lenguaje que se utiliza para
describir al ambiente según argumenta Mendel Sachs (1969) (Capra 229). De
acuerdo con Mendel Sachs, existe una correlación entre la visión que sostiene la
física moderna, y la que sustenta la mística oriental sobre las magnitudes de
tiempo-espacio, quienes sostienen que el espacio y el tiempo son únicamente
“nombres, formas de pensamiento [y] palabras de uso común”. Por ende se puede
inferir por medio de las conclusiones que sostienen los místicos orientales, que
ambas magnitudes de tiempo y espacio son meramente invenciones de carácter
humano, y nada más que ello; y que quedan reducidos a un papel subjetivo del
lenguaje (Capra 229). Esto significa que es utilizado por los observadores para
describir fenómenos naturales1, pero que a su vez son relativos a la ubicación del
observador en cuestión; y que solo las coordenadas espaciales y temporales son de
carácter relativo (Capra 230). Conjuntamente, se puede comprender, por medio de
las teorías de Einstein, que el tiempo debe ser añadido a las tres coordenadas del
espacio ya existentes, siendo ésta una variable que cambia junto al observador

1
(Capra 229)

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(Capra). De acuerdo con la teoría de la relatividad se puede sacar la conclusión de


que el espacio y el tiempo están unidos de una manera inseparable e intima
(Capra), conclusión a partir de la cual el físico y matemático alemán 2, Hermann
Minkowski3, creó el concepto moderno de la unidad espacio-tiempo. En el concepto
anteriormente mencionado, el espacio y el tiempo quedan como una unidad, en un
sistema de coordenadas, donde tres coordenadas son pertenecientes al espacio, y
el tiempo es una variable que queda determinada por el observador.

Este concepto de espacio-tiempo es indispensable para la descripción de


fenómenos naturales; y este lazo entre tiempo y espacio es utilizado por ambos
campos científicos: la astronomía y la astrofísica. La característica de velocidad
finita que posee la luz permite que el astrónomo nunca vea al universo en su estado
presente sino que lo vea en el pasado; “la luz tarda ocho minutos en llegar del sol a
la tierra (…) y la estrella más próxima a la tierra es observada cuatro años atrás”.
Ésta particularidad es percibida como algo muy valioso, ya que permite que se
observe la evolución de estrellas, grupos de estrellas y galaxias en sus distintos
estadíos. La unión entre los conceptos de espacio y de tiempo, le proveyeron de
gran ayuda a lo que se refiere al campo matemático. Pero por el contrario, no ayuda
a la intuición y percepción humanas, lo que produce la carencia de experiencia
sensorial en forma directa con el espacio y el tiempo en su cuarta dimensión (Capra
233); y también con los conceptos relativistas (Capra 233). Por ejemplo, cuando se
estudia un fenómeno natural no se pueden utilizar ni la intuición 4 ni los sentidos
humanos, ni el lenguaje ordinario, sino que los conceptos relativistas son esenciales
para su comprensión.

Por otra parte se encuentra la mística oriental, según los místicos orientales
la realidad puede ser percibida por medio de niveles de conciencia superiores, no
ordinarios, a través de los cuales se logran traspasar las barreras que se encuentran
entre la cuarta dimensión y la tercera dimensión, en la vida cotidiana. Esto crea la
posibilidad de un multidimensionalismo en la visión humana, lo cual puede ser
comparado con las áreas científicas y de las exactas. Están que están
inseparablemente unidos, característica dada por la física relativista, la cual es

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3
(Capra 232)
4
(Capra)

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enfatizada por los místicos. Esta enfatización se ve claramente dentro del budismo,
y a su vez en una de sus ramas: el Mahayana (escuela de Avatamsaka). Se puede
comprender a partir de lo que señala D.T. Suzuki, el significado del Avatamsaka y la
filosofía no pueden ser comprendidos hasta que se logre experimentar la fusión de
entre la mente y el cuerpo, entre el sujeto y el objeto (Capra 237). Esto explica la
relación única que existe entre los objetos que coexisten en un mismo espacio y
mismo tiempo, ya que tanto el espacio como el tiempo se encuentran en
sincronización y complementación el uno con el otro, y, por ende, no pueden ser
separados.

Ahora bien, la intuición de los místicos orientales sobre el tiempo y espacio se


ajusta más a la naturaleza, de lo que se ajusta la física, ya que, en mi opinión, el
razonamiento físico del occidente tiene sus raíces sentadas en las filosofías griegas.
Este tipo de filosofía es considerada “estática y basada en consideraciones
geométricas”; y que también es no relativista, lo que explica la distancia entre la
naturaleza y ésta. Al contrario de las filosofías griegas5, están las filosofías
orientales que son consideradas filosofías espacio-temporales; y a partir de esta
percepción que poseen se aproxima a la concepción de la naturaleza, en
contraparte al relativismo (o física relativista). Como vemos en la física moderna y
en el misticismo oriental, se ha encontrado evidencia de que la relación entre
espacio y tiempo producen distintos puntos de vista sobre el mundo, los cuales
tienen al tiempo y al cambio como elementos especiales (Capra 238).

Como vemos en la parte expositiva, podemos sintetizar a la relatividad del


espacio y el tiempo y su unión en el espacio-tiempo cuatridimensional6, como parte
de la teoría de la relatividad, los cuales forman parte del marco que sirve como
molde para la descripción de fenómenos, tales como la electricidad o el
magnetismo. También la gravedad debe ser incluida como parte de la explicación
de la curvatura provocada al espacio-tiempo, argumentando que de acuerdo con la
teoría de la relatividad, ni el espacio ni el tiempo pueden ser separados (Capra
243). Asimismo que la curvatura incitada por la gravedad no se limita al espacio
tridimensional, sino que se amplía al espacio-tiempo cuatridimensional; lo cual
cumple la predicción de la teoría de la relatividad de Einstein. Estas distorsiones,

5
(Capra 238)
6
(Capra 239)

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curvaturas en el espacio-tiempo, alteran a las relaciones espaciales en geometría y


a las longitudes de los intervalos de tiempo. La aseveración de que el espacio-
tiempo es curvo (Capra 243-244), fue evidenciada por las observaciones hechas por
astrofísicos.

Capítulo 2: El concepto de tiempo


según San Agustín
En este segundo capítulo se analizara el concepto que tiene San
Agustín sobre el tiempo. San Agustín fue un filósofo y teólogo 7 de
Tagasta y su filosofía y obra se basa en la relación del alma, perdida
por el pecado y salvada por la gracia divina 8 . En su obra
“Confesiones”, Libro XI, Capitulo 14, San Agustín habla del concepto
de tiempo.

Para poder explicar el concepto de tiempo según San Agustín, es necesario


comenzar por explicar la primera conclusión del filósofo, que se plantea una serie
de preguntas directamente ligadas con el tiempo y el concepto de él: “(…) ¿qué es
el tiempo? ¿Quién podrá fácil y brevemente explicarlo? ¿Quién es el que puede
formar una idea clara de lo que es el tiempo, de modo que se lo pueda explicar bien
a otro? (…) ¿qué cosa hay más común y más usada en nuestras conversaciones que
el tiempo?” (Carpio 50). San Agustín se propone hacer una interpretación de lo que
es el tiempo, concepto de tiempo.

7
(Carpio 50)
8
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8
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Como San Agustín dice, el tiempo se encuentra articulado en tres partes:


pasado, presente y futuro; los cuales él llama diferencias. Él se cuestiona la esencia
del tiempo; y plantea que los humanos tienen una noción general de lo que es el
tiempo, lo utilizamos en la vida cotidiana constantemente, pero no podemos
explicarlo, por medio de lo siguiente: “cosa más común y más usada en nuestras
conversaciones”. Tan solo nos limitamos a entenderlo nosotros mismos pero si
tuviéramos que explicar qué es el tiempo, no podríamos. Los tiempos verbales son
el ejemplo perfecto para explicar esto, cuando hablamos del pasado decimos “fui al
kiosco”, cuando hablamos en presente hablamos de “ir a pasear”; mientras que
cuando utilizamos el tiempo futuro se dice “voy a…”. Pero, ¿qué si no hubiera un
pasado, un presente ni un futuro? Si solo hubiera un “tiempo presente”, a ¿que
llamaríamos tiempo? ¿Sería eternidad entonces? Éstas son las cuestiones que se
plantean los autores, sobre el tiempo, tales como San Agustín. Todos reconocemos
que hay un pasado, el cual recordamos, sabemos que hay un presente que estamos
viviendo, minuto a minuto, y también se conoce que hay un tiempo futuro que se
aproxima con el paso del presente.

En mi opinión no hay tal dimensión o tiempo presente, ya que se puede


entender cómo pasado todo acontecimiento que no pertenezca al ahora, al segundo
o al minuto que estamos viviendo. Por medio de los siguientes ejemplos intentaré
explicar mi posición. Cuando estoy leyendo o utilizando la computadora son las
12:00, y unos momentos después ya son las 12:04; significa que ya no me
encuentro en el presente en el que me encontraba. Cuando miro el reloj y veo que
pasa un segundo ya ese segundo, se puede decir, pertenece al pasado, siendo el
presente solo un segundo, ya que todo aquello que no lo sea pertenece al pasado.
Se puede concluir que no hay un tiempo presente, solo un tiempo pasado y un
tiempo futuro, que ocurrirá luego al segundo que estoy viviendo. Y como se puede
apreciar en la explicación de Carpio Adolfo, “(…) el presente parece no tener
extensión, parece ser nada más que algo así como un punto matemático, irreal,
solo una línea divisoria ideal, una frontera entre el pasado y el futuro (…) un límite
entre dos cosas que no existen9.

Del mismo modo, si el tiempo pasado y futuro no existiesen, se debería creer


que sería eternidad (Carpio 52); por ello el tiempo humano, como el que conocemos
9
(Carpio 52)

9
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dejaría de existir; y con ella el tipo de vida humana de la que disfrutamos10. De


acuerdo con San Agustín “para que sea tiempo, es preciso que deje de ser presente
y se convierta en pasado”, lo cual deja la conclusión de que el presente no es una
dimensión de tiempo, sino de manera única, solamente el pasado puede ser
considerado como tiempo. Asimismo que el tiempo es, como expresa San Agustín,
como un fluir del futuro hacia el pasado, con el presente (Carpio 52) como
intermediario entre ambas dimensiones.

En definitiva, el tiempo es solamente una variable que se encuentra dividida


en tres partes, de las cuales el presente es solo un intermediario entre el fluir desde
futuro hacia el pasado11. Y que solo se tiene un conocimiento elemental de lo que es
el tiempo, que solo puede ser “comprendido” por los humanos pero no puede ser
explicado.

Capítulo 3: Platón: La Inmortalidad


y La Teoría de Las Ideas
Platón plantea por medio de la teoría de las ideas, que el cuerpo
está ligado al mundo de los sentidos, mientras que el alma está
ligada a la razón y por lo tanto nunca perece. Se puede comprender
a partir de estas ideas que Platón de la inexistencia del espacio-
tiempo en el plano del “mundo de las ideas”, donde existe una idea
de todo y esta se ve reflejada en el “mundo sensible”.

10
(Carpio)
11
(Carpio)

10
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Platón fue un filósofo griego, que hizo énfasis en la “relación entre lo eterno y
lo inalterable, por un lado, y lo que fluye, por el otro12”; de igual manera que los
sofistas y Sócrates se interesaban por lo eterno y lo permanente. También fue muy
conocido por su teoría sobre el Mundo de las Ideas, en la cual él defiende su
hipótesis sobre la existencia de dos mundos: el mundo sensible y el inteligible. Por
una parte, según Platón existe un mundo Inteligible, el cual fluye de manera
constante, así también llamado el mundo mortal. Por otra parte, está el Mundo
Sensible13, que según Platón, es un mundo donde las <<ideas>> de los objetos del
Mundo Inteligible se encuentran; cuando él dice “Lo que es eterno e inmutable son
los modelos espirituales o abstractos, a cuya imagen todo está moldeado14”. A lo
largo del capítulo dedicado a Platón, hay varios ejemplos de la teoría que tiene
Platón sobre ambos mundos. Un primer ejemplo es el de un caballo y piezas de
lego, afirmando que existe un modelo de caballo que existió desde siempre en el
Mundo de Las Ideas “el caballo de lego está moldeado según un modelo que queda
inalterado de caballo en caballo15”.

También se puede afirmar que según Platón el alma tiene características


inmortales, ya que sugiere que el cuerpo está ligado al mundo de los sentidos 16,
mientras que el alma está ligada a la razón y por lo tanto nunca perece. Es por eso
que muchos filósofos afirman que los sentidos humanos no son de “fiar” ya que se
encuentran en constante movimiento, fluyen constantemente, ellos surgen y
perecen. Contrariamente, el alma al estar ligada a la razón, el Mundo de las Ideas,
es eterna y no cambiante, inmutable17. Del mismo modo en que se puede
comprender que el pensamiento de Platón divide a la realidad en dos: el mundo de
los sentidos del cual se percibe por medio de los cinco sentidos humanos18, todo
aquello que se encuentre en esta parte de la realidad se extingue. Mientras que por
otra parte está el mundo de las Ideas en el cual se hace uso de la razón como
vehículo para el conocimiento; y Platón capitula a las ideas como eternas e
inmutables19. A su vez de igual forma está dividido el humano: el cuerpo y la mente.
12
(Gaarner)
13
(Gaarner 100)
14
(Gaarner)
15
(Gaarner 101)
16
(Gaarner)
17
(Gaarner)
18
(Gaarner 106)
19
(Gaarner)

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Según Platón el cuerpo es lo que perece por ser parte del mundo de los sentidos;
mientras que la mente pertenece al mundo de las ideas, dónde una vez que se
separa del cuerpo, al ser este el que perece; vuelve al mundo de las ideas. Además,
Platón plantea la idea de que el alma siempre existió, por ser parte del mundo de
las ideas, y que luego que se forma el cuerpo, ingresa en él y se “olvida ya de las
Ideas perfectas” (Gaarner 107). Es más, la filosofía de Platón puede ser
comprendida como una descripción de la actividad filosófica, evidenciada cuando
dice: “no todos los seres humanos dan rienda suelta al alma y permiten que inicie
el viaje de retorno al mundo de las Ideas (Gaarner 107). La mayoría de las personas
se aferra a los “reflejos” de las Ideas en el mundo de los sentidos” explicando que
el alma una vez dentro del cuerpo solo puede observar aquello que la rodea, el
mundo sensible, el cual es habitado por malas copias de lo que Platón llama al
Mundo de las Ideas. Hay un punto de comparación es con Demócrito, quien decía
que el ser humano no tiene un alma inmortal 20; explicando que debido a la conexión
alma-cerebro, no hay conciencia cuando el cerebro se desintegra.

Para finalizar, en mi opinión, la teoría del mundo de las ideas y del mundo
sensible de Platón es una idea que utiliza para poder explicar las conductas
humanas, que no filosofan y que se han olvidado de su propio origen. Siendo
posible que todos provenimos de un “molde de humanos” pero según Platón somos
una serie de malas copias de ese mundo eterno, inmutable y perfecto. Esta teoría
puede ser comparada con la Alegoría de la Caverna de Platón en la que, Platón
detalla el camino que recorre el filósofo desde los conceptos vagos hasta las
verdaderas ideas que están “detrás de los fenómenos naturales”. Asimismo, opina
que los seres humanos se conforman simplemente con las sombras del Mundo de
las Ideas. En mi opinión, yo pienso que el alma de los humanos es inmortal,
asimismo estoy fue comprobado por investigaciones científicas, como la del Dr.
Douglas MacDougall21 y su “teoría del peso del alma”. En esta investigación se pesó
al cuerpo de varias personas y luego de su deceso, pesaban exactamente 21
gramos menos; lo cual significa que es el alma la que se desprende del cuerpo. Esto
comprueba las teorías de varios filósofos griegos, solo los humanos poseemos alma,
por la capacidad de soñar (El Peso del Alma, 21 Gramos).

20
(Gaarner 55)
21
(El Peso del Alma, 21 Gramos)

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Capítulo 4: Aristóteles y sus


teorías

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Aristóteles rechaza la teoría del mundo de las ideas de Platón,


argumentando que no hay nada en la mente humana que no haya
estado anteriormente en los sentidos; mientras que Platón decía que
no hay nada en la naturaleza que no hay estado antes en el mundo
de las ideas. Aristóteles dice que la realidad tiene dos componentes:
materia y forma. La materia es el material del que está hecha una
cosa, y la forma las cualidades especificas de la cosa.

Aristóteles fue un filósofo griego, discípulo de Platón y maestro de Alejandro


Magno22, que rechazó la teoría del Mundo de Las Ideas de Platón, ya que argumenta
que no hay nada que se encuentre en la mente humana que previamente no haya
sido percibido por los sentidos humanos23; mientras que Platón decía que no hay
nada en la naturaleza que no haya estado antes en el Mundo de las Ideas24.
Aristóteles expresaba su teoría de que todos los pensamientos e ideas25 que están
en la conciencia provienen de los sentidos humanos, lo que hemos visto y oído.
Asimismo, según Aristóteles, todos los humanos nacen con una razón innata26, que,
según él, clasifica las percepciones sensoriales. De igual manera el señala que el
hombre nace con una inteligencia innata, siendo esta fundamentación a la idea de
que es “la razón la que constituye la característica más destacada del hombre27”.
Eliminando así a la teoría de Platón, de que el hombre nace con ideas innatas28.

Otra de las teorías más destacadas de Aristóteles es la de división de la realidad en


dos: materia y forma. La materia, es del material del que está hecha una cosa;
mientras que la forma son las cualidades específicas de la cosa. Y el autor da como
ejemplo a una gallina, explicando que la forma de la gallina es el “aletear, cacarear
y poner huevos”; y cuando la gallina deja de existir, así también su forma, lo que
queda es la materia de la gallina. Ejemplo el cual explica claramente las ideas de
Aristóteles sobre la realidad; lo cual se contrasta de manera radical a la Teoría de

22
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23
(Gaarner 130)
24
(Gaarner 130)
25
(Gaarner 130)
26
(Gaarner 131)
27
(Gaarner 131)
28
(Gaarner 106)

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las Ideas de Platón, ya que este decía que la realidad estaba dividida en el Mundo
de las Ideas y el Mundo Sensible.

Otro de los importantes puntos en Aristóteles es la de las Cuatro Causas, la cual


explica la visión que él tenía sobre las relaciones causa-efecto en la naturaleza.
Estas causas son: causa material, causa eficiente, causa formal y causa final. Un
ejemplo sería: el deshielo de las montañas, la causa material es el aumento de la
temperatura por el cambio de estación, la causa eficiente es el cambio de estado
del agua de solido a liquido, la causa formal el agua se desliza por desde la cumbre
hacia el valle; y por último la causa final es la necesidad de agua de los animales y
plantas para poder crecer.

Para concluir se puede decir que a pesar de que las teorías de Platón y Aristóteles
distan mucho de ser iguales o similares, hay un punto de comparación. En Platón el
hombre se encuentra dividido en dos: el alma (eterna y perteneciente al Mundo de
las Ideas) y el cuerpo (el cual perece y pertenece al Mundo de lo Sensible). En
cambio, en Aristóteles, el hombre o cosa se encuentra dividida en materia y forma,
la materia es el material con el que está hecho la cosa, y la forma son las
características especificas de la cosa. Hay otro punto de comparación y es en el que
tanto Aristóteles como Platón hablan de lo innato, Platón habla sobre las ideas
innatas que nacen en el hombre por el alma que proviene del Mundo de las Ideas.
Mientras que Aristóteles descarta completamente esta teoría y la transforma, ya
que dice que el hombre nace con inteligencia y razón innatas, ya que considera que
la razón es la característica más destacada del hombre29.

29
(Gaarner 106)

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Conclusión
Se puede concluir que al afirmar que mi hipótesis: “Tiempo-Espacio en la
Física y en el Misticismo Oriental. Eternidad y Tiempo en la filosofía. ¿Hay
similitudes entre los que son las ciencias exactas y la filosofía en temas como el
tiempo-espacio y la eternidad o hay solamente diferencias?” es correcto.

¡INCOMPLETO!

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Bibliografía

• Capra, Fritjof. El Tao de la Fisica. Malaga, España: Sirio, 2006.

• Carpio, Adolfo P. Principios de Filosofia: Una Introduccion a su problematica.


Buenos Aires: Glauco, 2004.

• Diccionario de la Lengua Española. <http://rae.es/rae.html>.

• El Peso del Alma, 21 Gramos. 12 de Novemeber de 2008. 01 de August de


2010 <http://sobreleyendas.com/2008/11/12/el-peso-del-alma-21-gramos/>.

• Gaarner, Jostein. El Mundo de Sofia. Madrid: Siruela, 1994.

• La Alegoria de la Caverna. 1999-2010. 01 de August de 2010


<http://platon.idoneos.com/index.php/310410>.

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Apéndice
1. CAPÍTULO 14

¿Qué es el tiempo?

17. Ningún tiempo hubo, pues, en que nada habíais hecho, puesto que el mismo
tiempo Vos lo habíais hecho.

Y no hay tiempos que sean coeternos con Vos, porque Vos permanecéis; mas ellos,
si permaneciesen, no serían tiempos.

Porque ¿qué es el tiempo? ¿Quién podrá breve y fácilmente explicarlo? Quién, para
expresarlo con palabras, podrá con el entendimiento comprenderlo?

Y, sin embargo, ¿qué cosa mencionamos al hablar, más familiar y más conocida que
el tiempo? Y lo entendemos, por cierto, cuando lo nombramos, y lo entendemos
cuando lo oímos en boca de otro.

¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicarlo al que
me pregunta, no lo sé; pero sin vacilación afirmo saber, que si nada pasase, no
habría tiempo pasado; si nada hubiera de venir, no habría tiempo futuro; y si nada
hubiese, no habría tiempo presente. ¿Cómo son, pues, aquellos dos tiempos, el
pretérito y el futuro, si el pretérito ya no es, y el futuro todavía no es? Y el presente,
si fuese siempre presente, y no pasase a pretérito, ya no sería tiempo, sino
eternidad. Si, pues, lo que hace que el presente sea tiempo, es que pasa a
pretérito, ¿cómo decimos que tiene ser una cosa, cuya causa de ser es que no
será; de suerte que no podemos decir con verdad que es tiempo, sino porque tiende
a no ser? (San Agustin, Confesiones, Libro XI, 14)

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2. El Mundo de Sofía, Jostein Gaarner

(…) tienes una serie de piezas del lego y construyes con ellas un caballo. Luego lo
deshaces y vuelves a meter las piezas en una caja. No puedes esperar que surja un
caballo completamente nuevo con sólo sacudir la caja que contiene las piezas.
¡Cómo iban a poder las piezas arreglárselas por su cuenta para volver a convertirse
en caballo! No, eres tú la que tienes que volver a construir el caballo, Sofía. Y lo
logras gracias a una imagen que tienes en tu cabeza del aspecto del caballo. Es
decir: el caballo de lego está moldeado según un modelo que queda inalterado de
caballo en caballo30.

3. La Alegoría de la Caverna, Platón


Sócrates: ...En una caverna subterránea, con una entrada tan grande como la
caverna toda, abierta hacia la luz imagina hombres que se hayan ahí desde que
eran niños, con cepos en el cuello y en las piernas, sin poder moverse ni mirar en
otra dirección sino hacia delante impedidos de volver la cabeza a causa de las
cadenas. Y lejos y en alto, detrás de sus espaldas arde una luz de fuego, y en el
espacio intermedio entre el fuego y los prisioneros, asciende un camino, a lo largo
del cual se levanta un muro, a modo de los reparos colocados entre los titiriteros y
los espectadores, sobre los que ellos exhiben sus habilidades.
Glaucón: Me lo imagino perfectamente.
Sócrates: Contempla a lo largo del muro hombres que llevan diversos vasos que
sobresalen sobre el nivel del muro, estatuas y otras figuras animales en piedra o
madera y artículos fabricados de todas las especies... ¿crees que los prisioneros
puedan ver alguna otra cosa, de sí mismos y de los otros, sino la sombra
proyectada por el fuego sobre la pared de la caverna que está delante de ellos? ...
¿y también de la misma manera respecto a los objetos llevados a lo largo del
mundo? Y si pudieran hablar entre ellos, ¿no crees que opinarían de poder hablar de
estas sombras que ven como si fueran objetos reales presentes? ...Y cuando uno de
ellos fuese liberado, y obligado a alzarse repentinamente, y girar el cuello y
caminar, y mirar hacia la luz... ¿no sentiría dolor en los ojos, y huiría, volviéndose a

30
(Gaarner)

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las sobras que puede mirar, y no creería que estas son más claras que los objetos
que le hubieran mostrado?... Y si alguien lo arrastrase a la fuerza por la espesa y
ardua salida y no lo dejase antes de haberlo llevado a la luz del sol, ¿no se quejaría
y se irritaría de ser arrastrado, y después, llevado a la luz y con los ojos
deslumbrados, podría ver siquiera una de las cosas verdaderas?
Glaucón: No, ciertamente, en el primer instante.
Sócrates: Sería necesario que se habituase a mirar los objetos de allá arriba. Y al
principio vería más fácilmente las sombras, y después, las imágenes de los hombres
reflejadas en el agua y, después, los cuerpos mismos; en seguida, los cuerpos del
cielo, y al mismo cielo le sería más fácil mirarlos de noche ...y, por último, creo, el
mismo Sol... por si mismo, ...Después de eso, recién comprendería que el Sol...
regula todas las cosas en la región visible y es causa también, en cierta manera, de
todas aquellas sombras que ellos veían... Pues bien, recordando la morada anterior,
¿no crees que él se felicite del cambio y experimente conmiseración por la suerte
de los otros?... Y considera aun lo siguiente: si volviendo a descender ocupase de
nuevo el mismo puesto ¿no tendría los ojos llenos de tinieblas, al venir
inmediatamente del Sol?... Y si tuviese que competir nuevamente con los que
habían permanecido en los cepos, para distinguir esas sombras, ¿no causaría risa y
haría decir a los demás que la ascensión, deslumbrándolo, le había gastado los
ojos?... Pero si alguno tuviese inteligencia... recordaría que las perturbaciones en los
ojos son de dos especies y provienen de dos causas: el pasaje de la luz a las
tinieblas y de las tinieblas a la luz. Y pensando que lo mismo sucede también para
el alma... indagaría si, viniendo de vidas más luminosas, se encuentra oscurecida
por la falta de hábito a la oscuridad, o bien si, llegando de mayor ignorancia a una
mayor luz, está deslumbrada por el excesivo fulgor.
La República. Platón. Libro VII, 1-3, 513-18. Trad. De R. Mondolfo31

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(La Alegoria de la Caverna)

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Área: Filosofía Alumna: Belén María Russo Profesor: Juan Pablo Pardías

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