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ACTIVIDAD

Leer el siguiente texto y resolver las consignas que figuran a continuación.

¿El derecho al olvido en Internet? No tan fácil


Danny Hakim1

[1] Eoin Mckeogh sabe lo difícil que es hacer olvidar a Internet. Comenzó a librar una batalla
judicial contra Google, Facebook y Yahoo luego de que, en 2011, un chofer de taxi en Dublín
subiera un video que mostraba cómo alguien que se veía como él -pero no era- se escapaba de su
coche sin pagar. McKeogh, estudiante universitario que estaba en Japón en aquel momento, fue
atacado en Internet luego de que un usuario anónimo lo acusara falsamente de ser el fugado.

[2] Si bien el video original fue bajado hace mucho, McKeogh sigue batallando en la corte para
que se borre el rastro digital. Es uno de los miles de europeos que tratan de borrar sus historias
online. Pueden citarse varios ejemplos más. En Francia, una madre recientemente buscó eliminar
de un sitio fotos de su hija adolescente con poca ropa. En Rumania, una mujer trató de impedir el
acceso online a registros de su divorcio. En Gran Bretaña, un ex político quiso eliminar vínculos
de Google a un libro que considera difamatorio hacia él.

[3] Tales esfuerzos se han acelerado luego de una decisión que este mes tomó el Tribunal Europeo
de Derechos Humanos, la máxima corte de ese continente para la defensa de derechos y libertades
individuales fundamentales. La medida, que es un verdadero hito, requerirá que Google y otros
proveedores de búsquedas consideren los pedidos de individuos de eliminar vínculos que, según
ellos, violan su privacidad. Esos pedidos de remoción de enlaces en la web y la primera decisión
tomada al respecto abren el debate sobre el alcance de la medida impuesta por Europa para
restringir la visualización de contenidos no deseados. Respecto de ello, todo parece indicar que
conquistar el derecho al olvido en Internet no será una tarea fácil.

[4] En los primeros días después del dictamen, alrededor de 1000 europeos pidieron a Google que
eliminara vínculos. Los pedidos incluyen los de un actor que busca eliminar vínculos con artículos
sobre un affaire con una chica menor y los de un médico para que se borren críticas que varios
pacientes hacen sobre su práctica profesional.

[5] Las compañías de búsquedas enfrentarán un desafío considerable para responder a los pedidos.
Tratar con individuos que presentan quejas en Europa promete ser más complejo porque la tarea
probablemente requerirá contar con empleados adicionales para abordar los casos que resulten
poco claros o muy conflictivos. Google ahora tiene un formulario online para los europeos que
piden la eliminación de vínculos. La compañía también informó que piensa crear un comité asesor
para "desarrollar una conversación pública sobre estas cuestiones".

[6] La decisión de la corte deriva de un caso presentado por un abogado español, Mario Costeja,
al que le preocupó el modo como Google había destacado un aviso breve en un diario de la década

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Danny Hakim es un periodista estadounidense. Actualmente publica artículos en The New York Times.

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de 1990 en el que se lo mencionaba. En la publicación se explicitaba que una casa que era de su
propiedad había sido vendida para pagar deudas con el Estado español, lo que podía interferir en
su reputación. "Nunca me preocupó mi imagen online, siempre estuve a favor de la libertad de
expresión. No obstante, la publicación me intranquilizó por el impacto que podía tener sobre mi
trabajo", señaló Costeja en una breve entrevista.

[7] Por su parte, la industria tecnológica ha evaluado la decisión de la corte como un golpe contra
el libre flujo de información en la red y una victoria para quienes quieren ocultar crímenes
pasados, lo que incluye a pedófilos, políticos corruptos y empresarios inescrupulosos. Desde la
perspectiva de las empresas que brindan servicios de Internet, no resulta totalmente justificable
bregar por el derecho al olvido en la web.

[8] "Una manera simple de entender lo que sucedió aquí es que hay una colisión entre el derecho
a ser olvidado y el derecho a saber. Desde la perspectiva de Google, entre ambas alternativas debe
haber un equilibrio" dijo Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google en comentarios recientes
sobre la decisión. "Habiendo visto la decisión, Google cree que el equilibrio establecido por el
dictamen de la corte dista mucho de ser el correcto", refirió.

[9] Las empresas consideran que el dictamen también refleja la visión históricamente divergente
entre los Estados Unidos y Europa sobre la privacidad. En tal sentido, sostienen que la disposición
europea deriva de la profunda desconfianza hacia la tecnología estadounidense que se basa sobre
las revelaciones acerca de las prácticas de espionaje masivo del gobierno de Estados Unidos a las
que la información disponible en la red le resultaría útil.

[10] Otros analistas se detienen en la importancia que el derecho al olvido asume para los
individuos particulares. En relación con ello, Isabelle Falque-Pierrotin, presidenta de la agencia
francesa de protección de datos, postuló que el dictamen de la corte "hace eco de lo que
identificamos como una tendencia social, que es la voluntad de los individuos de controlar su vida
online". Señaló que, en relación con este deseo de acceder al olvido en la web, su agencia ya
recibe alrededor de 2000 quejas al año de gente que quiere que se eliminen contenido o vínculos
de Internet. Falque-Pierrotin afirmó que el reciente dictamen fue casi inmediatamente citado en
quejas que llegaron a su agencia. "Es demasiado pronto para asegurar que la decisión de la corte
va a llevar a un incremento automático de demandas, pero me sorprendió que, antes de pasadas
24 horas, parte de la gente que se quejaba mencionara este dictamen", dijo.

[11] Sin embargo, una vez que un ítem cuestionado está online, el genio no vuelve fácilmente a
la lámpara. En el caso de McKeogh, un juez irlandés indicó que el video del taxi podía encontrarse
aún y ordenó a las compañías de tecnología que dieran pasos para eliminar "etiquetas, hilos y
otros medios por los cuales el material sigue accesible y visible". El caso ahora está siendo
considerado por la Corte Suprema Irlandesa. El juez Peart en uno de sus dictámenes señaló lo
complejo del cometido de McKeogh. "Esta corte no tiene una varita mágica", escribió. "El daño
ya fue hecho y es imposible 'deshacer el tañido de la campana' que sonó tan fuertemente".

[12] Los europeos tienen larga historia de tratar de recuperar su privacidad. Se puede tomar como
ejemplo el caso de Alexandre Dumas. En 1867, el autor francés de El Conde de Monte Cristo
posó a los 65 años para una serie de lo que se consideró fotos subidas de tono con Adah Menken,
una actriz estadounidense mucho más joven que se rumoreaba que era su amante. En algunas, ella
parece en ropa interior y en otras está abrazada con Dumas. Hubo escándalo cuando algunas de
las fotos fueron publicadas, y Dumas fue a las cortes francesas para tratar de recuperarlas.

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[13] "La privacidad está profundamente relacionada con la protección del honor personal en
Europa" dijo James Q. Whitman, profesor de derecho de Yale, que escribió un estudio detallado
en el que compara las políticas de privacidad europea y estadounidense. "Los europeos entienden
que la diseminación pública de hechos embarazosos acerca del pasado de uno pueden socavar el
sentido del honor y el lugar en la sociedad", agregó. "El derecho de privacidad estadounidense en
realidad no está orientado del mismo modo a proteger el honor personal o el status social". Estas
concepciones opuestas explican las diferencias con las que europeos y estadounidenses encaran
–desde lo individual, lo institucional y lo empresarial– sus políticas vinculadas con el derecho al
olvido en Internet.

[14] En 1867, las cortes francesas dictaminaron que el "derecho a la privacidad" estaba por encima
de los derechos de propiedad del fotógrafo y ordenó que las fotos fueran vendidas nuevamente a
Dumas. Aun así, algunas de ellas pueden verse hasta el día de hoy. En Internet.

Texto adaptado

Publicado en el diario La Nación el 8 de junio de 2014

1. En el inicio de su artículo, Danny Hakim hace referencia a una medida impuesta


por la corte europea para restringir la visibilidad de ciertos contenidos en Internet.
A partir de ello, el periodista plantea el problema sobre el cual presentará su propio
punto de vista: ¿la posibilidad de ser olvidado en la web resultará una tarea
sencilla?
Enunciar la hipótesis de Danny Hakim al respecto. Para ello, completar la
siguiente frase:

Danny Hakim sostiene que……………………………………………………………


…………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………….

2. Hakim despliega varios argumentos que le permiten fundamentar su postura. A


continuación se enuncia uno de ellos. Formular dos más:

- Desde el punto de vista de quienes defienden los derechos individuales, cada


persona debe tener la posibilidad de decidir qué información vinculada con
su privacidad puede resultar accesible en Internet. Caso particular que ilustra
esta afirmación: las declaraciones de Isabelle Falque-Pierrotin [Párrafo 10].

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3. Teniendo en cuenta lo resuelto anteriormente, escribir un texto que responda a la
siguiente consigna:

¿Cuál es la posición de Danny Hakim respecto del derecho al olvido en Internet?

Para elaborar la respuesta, tener en cuenta que su escrito debe ser autónomo del
texto fuente, esto es, la postura del autor debe ser comprendida por alguien que
no haya leído el artículo. Evitar la copia textual.

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