Está en la página 1de 2

“El amor es lo más bonito que tenemos para dar”

- “se llama Martha”-Era mi abuelita, una viejita muy tierna, todos los
días me enseñó que el camino correcto no es el más fácil, que las
cosas cuestan y que nada es gratis en la vida. Era esa típica señora
que sin importar de qué tipo de persona se trataba siempre daba su
saludo, le daba la mano y siempre estaba dispuesta a ayudar, es mi
segunda mamá me ha cuidado desde pequeña y yo soy su niña
consentida. –Todo iba bien hasta que un día una noticia inesperada
cambio mi vida por completo, era la 1:20 de la tarde, me dirigía a casa
de mi abuela para ir a almorzar, Me llamo mi tía.
-Ven a el hospital, habitación 304, estamos con tú abuela.
Al recibir la llamada me dirigí al hospital, tenía mucha angustia, sabía
que si le pasaba algo a mi abuelita mi vida acabaría.
- “entré” –no podemos hacer nada su diabetes empeoro es algo que
ya no podemos controlar (Dijeron los doctores), abrace a mi abuelita,
el ultimo abrazo de despedida, ya había perdido su color, ya no estaría
más conmigo.
-Han pasado 2 años después de la muerte de mi abuelita Martha,
recordé a mi abuelita como todos los días, tuve un sueño muy real, mi
abuelita me regañaba y me decía: “levántate de ahí y sal adelante no
te eduque para que te quedaras ahí sin hacer nada y dejes que la vida
pase, siempre te dije que el camino correcto jamás será el más fácil”.
Me había regañado en aquel sueño, pero me gustaba verla brava, los
regaños de ella sí que me hacían despertar era una gran mujer porque
tenía el ejemplo a seguir de mi abuelita, tome un baño me vestí y Salí
a presentarme en la universidad que mi abuelita siempre quiso que yo
estudiara, empecé a recordarla de la mejor manera, ella me enseñó a
que debía triunfar y no debía detenerme a pesar de los obstáculos que
se me presentaran.
Me aceptaron en la universidad que tanto quiso mi abuelita y empecé
a estudiar la carrera que siempre anhelé, medicina.
-Conocí un chico… Antes de conocerlo recordé las palabras de mi
abuelita, ella me decía: “Mi niña consentida, aunque te hagan daño,
siempre da lo mejor de ti”, Así fue, pero este chico era distinto,
también lo había dejado su abuelita cuando tenía 14 años de edad,
era quien lo cuidaba ya que sus padres habían fallecido cuando él
tenía 7 años, la abuela murió de cáncer, Dejo una carta donde decía
que todas las cosas de ella quedaban para él y así fue. Entonces por
eso eh decidido estudiar medicina y brindar mi ayuda a todas aquellas
personas que están luchando contra el cáncer.
Los dos teníamos algo en común y era que estábamos solos, pero al
parecer nuestras abuelitas nos habían educado tan bien que su
muerte con el tiempo nos fortaleció para salir adelante y alcanzar
nuestros sueños.
-hemos terminado nuestra carrera nos vamos a graduar, somos
grandes amigos, pero nuestro sentimiento va más allá de una amistad,
no hemos hablado de tener algo más que amigos porque no
queríamos distracciones en nuestra carrera, pero si nos ayudamos a
salir adelante juntos, desde que nos conocimos nos apoyamos el uno
al otro. Decidimos viajar juntos por el mundo hasta quedarnos en
algún lugar que nos gustara mucho. - Me case con él y hicimos una
fundación para todas aquellas personas que sufren enfermedades
como la diabetes, el cáncer entre otras.
Estoy feliz, logre lo que mi abuelita quería y sé que ahora ella está
tranquila porque tome muy en cuenta todos los regaños y consejos de
ella, Siempre recordare a mi abuelita Martha como la mejor del mundo.

También podría gustarte