Se ha señalado que el nombre significa “el que vive en Salug”. Salug es el
nombre de un islote del Antiguo Egipto. Aje Saluga es por lo tanto la supervivencia de una antigua deidad egipcia.
En Yoruba es el dios de la salud. Comerciantes, y otros que activamente
buscan la salud le adoran como su patrón, pero le consideran lleno de antojos y caprichos. En su opinión, no es verdad el refrán “el pájaro madrugador caza gusanos”, ellos dicen que Aje Saluga favorece a veces a la persona que va detrás como contra un ambicioso precursor. De aquí el proverbio yoruba “Aje Saluga fi eni iwaju sile, o se eni ehin li oge” (“Aje Saluga con frecuencia ignora a la primera persona en llegar al mercado y colma al último de bendiciones”). Esto es, “la carrera no es para el más rápido”.
Se le considera también como un dios de buena suerte. El encontrar una
gran concha de caurí en el camino se considera un signo de buena suerte, así como una concha de caurí es el emblema del dios.
No es correcto describirle como dios del campo. Granjeros y comerciantes
en tintes y productos del campo le adoran, no como dios del campo, sino como el dios de la riqueza que también puede bendecirles con la buena fortuna de conseguir beneficios sustanciales de la venta de sus mercancías.
La civilización no ha conseguido borrar el último vestigio de la adoración
de esta deidad entre los cultos de Yoruba. En ocasiones importantes, cuando se han gastado grandes sumas de dinero, es corriente oír gritos de ¡Aje O! ¡Aje O! que implica que tal gasto o lujosa exhibición solamente es posible por la bendición del dios, y que en tales ocasiones da una demostración práctica de su generosidad.
Más todavía, si a un vendedor callejero le son rechazadas por alguien las
mercancías que ofrece, la respuesta corriente es “Aje”, que implica el deseo de que el vendedor pueda ser favorecido por el dios.