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¿Cómo entiende Preciado al género y el feminismo dentro del régimen

farmacopornografico?
El feminismo es un movimiento en el cual se busca que ciertos derechos que han estado
reservados para los hombres sean también dados a las mujeres buscando ´´equilibrio´´ e
´´igualdad´´. El género llega a ser construido según la diferencia social, política y cultural
que este atravesando la sociedad en un determinado momento. A diferencia, el sexo (que no
está sujeto ninguna de las variantes anteriormente presentadas) se entiende como la
designación biológica que cada individuo posee. Teniendo clara esta distinción se intentara
dar respuesta a como el feminismo y el género se ven inmersos en el régimen que tanto nos
implanta cosas por medio de diferentes dispositivos como los medios de comunicación, la
familia, la religión, etc.
Para empezar definamos la farmacopornografìa como una “máquina de representación
somática, donde un texto, imagen y corporalidad fluyen” (Preciado, 2008, p. 83) es decir que
es un mecanismo para que por medio de la belleza, la identidad y el cómo ser clasificado en
una sociedad, hagan al individuo seguir determinados parámetros impuestos y difundidos por
las tecnologías, el negocio de la estética (cirugías), entre otros. Así pues se distingue que
dentro de este régimen antes mencionado, fácilmente encontraremos el género, ya que, la
identidad (el reconocerse a uno mismo como hombre o mujer) juega un papel fundamental
para la creación de la llamada identificación personal, que lo único que hace es obligar de
una manera u otra al individuo a ceñirse a un conjunto de estándares establecidos, pues si se
quiere ser mujer se tendrá que hacerse una operación para ello, o si por el contrario (porque
si existe una bivalencia) lo que se desea es ser un hombre en todo el sentido de la palabra se
tratará con testosterona para lograr esa noción de masculinidad.
Con esta idea clara de género que se ha instaurado en la sociedad se crean discursos como
los de algunas feministas, que avalan el termino haciendo participes a todo el colectivo en lo
que se denomina como ideología, pero no cualquier ideología sino una creación para el poder
consumir más y respaldar todo aquello que se considera como bueno incluyendo en el mismo
hombres que quieren ser mujeres y no dejando encasillar el término “mujer” como algo
discriminatorio. Muchas veces se sabe que desde el momento que se le designa a un sujeto
la palabra hombre o mujer, se le está haciendo a un lado e imponiendo determinadas
conductas y características que se verán reflejadas en el momento en que se vuelva un
autónomo reproduciendo una y otra vez las mismas ideas.
Finalmente se ve clara la relación de la “economía política del sexo” (Preciado, 2008, p.88)
en toda la cuestión que concierne el verse involucrado en situaciones de “si soy” o no, “si me
ven como un hombre o mujer” o simplemente no tengo aquella identidad por la que tanto se
pelea en el siglo XXI haciendo a las empresas cada vez más lucrativas y al individuo más
inseguro de sí mismo y de lo que es.
Juanita Bahamon Feo
20191260095

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