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Después de Irán Foucault Se Vuelve de Derecha
Después de Irán Foucault Se Vuelve de Derecha
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periódico italiano Corriere della Sera. ¿Cuáles eran las coordenadas ideológicas
de esta figura antes de emprender su viaje? Cuando Francia fue liberada de los
nazis, Foucault tenía alrededor de 16 años, es decir, perteneció ya a una
generación que estaba llamada a renegar del marxismo "clásico" y que quedaría
alineada con la izquierda liberal impuesta desde USA luego del
Plan Marshall. A fines de los años 60, Foucault ya era un claro renegador
público de Marx: "¡Que no me hablen más de Marx! No quiero volver a oír
hablar de este señor nunca más. (...) Para mí, Marx es asunto concluido, se
acabó", gritaba ante la prensa Foucault. (Eribon, p. 328) Para ese momento ya
había coqueteado previamente con el modelo keynesiano de Estado de
Bienestar, del Welfare State, a la vez que rechazaba el modelo de "democracia
popular", concretamente luego de su estadía en Suecia: "He tenido mucha
suerte en mi vida: he visto un país socialdemócrata, Suecia, que funcionaba
bien y una democracia popular, Polonia que funcionaba mal..." (Eribon, p.
238) A su vez, a lo largo de su carrera fue adoptando una postura sionista pro-
Israel, lo cual lo enfrentó usualmente a los maoístas franceses, quienes
apoyaban la causa de Palestina. (Eribon, p. 297) En el plano filosófico,
recordemos que hablamos de alguien que, tal como sentencia al final de su
famosa obra "Las palabras y las cosas", auguraba la "muerte del hombre", es
decir, que el hombre -en tanto noción que proviene de la Ilustración- estaba
llamado a desaparecer tal como desaparece un rostro sobre la arena a medida que sube la
marea del mar. Curiosa afirmación. Arriesgada. Es decir, tenemos a un nihilista, a
un "nietzscheano de izquierda" (apelando al concepto del historiador Ernst
Nolte en el que no profundizaremos aquí), que perteneciendo a una generación
decepcionada del marxismo y de la democracia liberal europea a la vez, se irá
alineando lentamente con la alternativa que ofrecía el bloque capitalista liberal
en su versión keynesiana (Welfare State), así como una clara postura geopolítica
prosionista. Si bien rechazaba la noción de posmodernidad, claramente se
encontraba atravesado por sus principales lineamientos en el plano político y
filosófico.
Veamos cómo culmina esta "evolución mental" una vez que Foucault pisa Irán a
fines de los años 70. El 13 de febrero de 1979, Foucault entrega un artículo al
periódico de Milán Corriere della Sera donde menciona cómo millones de
iraníes aclamaban a Jomeini luego del retorno del exilio de aquel líder
espiritual: "¡Jomeini, por fin has vuelto!", gritaba el pueblo enardecido en
Teherán. (Eribon, p. 356) Desde principios del siglo XX, el petróleo persa iraní
estaba en manos de los británicos, y hacia mediados de siglo, era el país más
de minifalda en las calles. La figura del Sha había sido desplazada por
Mohammad Mosaddeq, líder nacionalista insurgente con ideas un tanto
socialistas, quien nacionalizó el petróleo persa, y quien era por tanto un riesgo
para la región (recordemos que estaba también el federalista Nasser en Egipto,
etc). USA inaugurará como reacción su gran maquinación de sabotajes e
infiltraciones en países de la periferia a través de la CIA (y con la ayuda del
M16 británico) por medio de la llamada "operación Áyax", golpe de estado
orquestado con la finalidad de derrocar al líder nacionalista Moahmed
Mosaddeq, reinstaurando la dictadura monárquica del Sha en 1953. Pero a fines
de los 70, el régimen del Sha se hizo insostenible, el cual fue cobrando cada vez
más cuotas de represión debido a las directrices norteamericanas, contando con
una terrible policía secreta del régimen, la SAVAK, la cual organizada y
adiestrada por la CIA cometió inefables crímenes y torturas contra la población
persa. El nivel de violencia de la SAVAK es perfectamente comparable al de la
CHEKA bolchevique o las SS.
En una primera etapa, Foucault soñó con una quimera sociológica posible más
allá de las categorías modernas occidentales, quimera que no sólo se rebelaba
contra un régimen servil a potencias capitalistas extranjeras, sino contra la
Después de Irán: Foucault se vuelve de derecha – Andrés Irasuste – Fundación
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Ese fue el fiasco número uno. El número dos fue que Foucault no pudo digerir
los nuevos códigos implantados con el triunfo de la revolución islámica de
1979: el rechazo religioso a la homosexualidad. Este es el punto de giro, de
pivoteo ideológico mediante el cual Foucault cambia dramáticamente su
postura. Es necesario decirlo: la revolución fusiló a miles de homosexuales
debido a que, además del rechazo religioso, eran vistos como seres
influenciados por "vicios occidentales" de vida, propios de un régimen
condenable, el del Sha. De no haber existido un componente religioso en este
proceso revolucionario, cabe preguntarse si esto se habría vuelto
mediáticamente tan trascendente ante los ojos de la intelectualidad europea.
Recordemos que Ernesto Che Guevara fue partidario (y lo hizo) de enviar a
campos de trabajos forzados a los homosexuales, y sin embargo hoy podemos
ver el absurdo fenómeno de militantes que asisten a las marchas del gay Pride
vestidos con camisetas del Che Guevara. Es decir, ¿se rechaza a gran escala la
revolución iraní por "anti-homosexual" o por religiosa, anti-occidental y por
haber prescindido del evangelio marxista...?
ser gobernado'. Les pidió que leyeran con suma atención las obras completas de
Ludwig von Mises y de Frederick Hayek, distinguidos economistas austríacos,
estridentes y avisados críticos del marxismo, apóstoles de una tendencia
libertaria de pensamiento social afincada en la defensa del libre mercado como
ciudadela de la libertad individual y baluarte contra el poder del estado".
(Miller, p. 417)
Crea una noción sui generis de "modernidad" a la cual identifica con esa "razón
de Estado" que a él no le gustaba demasiado, y por corolario, efectuó el pasaje
intelectual de todos los liberales y progresistas. Allí donde hay una presencia
"fuerte" del Estado, ésta es interpretada como el fantasma del paroxismo
fascista. La revolución iraní habría sido, así, una suerte de “fascismo teocrático”.
Pero, Foucault parece olvidar que el liberalismo también es una emanación de
la modernidad. Como muchos franceses, identificó la modernidad con la
concepción jacobina y centralista del Estado, la modernidad con la revolución
francesa.
Francia del Plan Marshall, retornó a los brazos del mundo liberal y del Tío Sam.
No es casual que la izquierda academicista tenga a Foucault como santo
patrono: el itinerario ideológico de Foucault es perfecto reflejo y síntesis de la
situación actual de la izquierda academicista: un léxico vaciado y trasnochado
que conserva algunas tenues rémoras del marxismo clásico, que a la vez se
mezcla todo el tiempo con los lineamientos emanados de ciertas Universidades
de USA, como ser las de California y Chicago en lo que respecta a las "políticas
de género" y otras cuestiones. Al igual que Foucault, la izquierda academicista
y progresista está llamada a la mesa del progresismo en nombre de una lucha
contra la "razón de Estado-(nación)", al mismo tiempo que fortalece sus
mecanismos inherentes para la consolidación de su hegemonía cultural
Después de Irán: Foucault se vuelve de derecha – Andrés Irasuste – Fundación
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Fuentes:
Recuperado dehttp://www.youtube.com/watch?v=4eJGRrRwpXc
Dhx4
Andrés Bello.