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El primer paso para montar un riego automático es tener un dibujo o esquema a escala
de la superficie que queremos regar.
Ejemplo:
El segundo paso es saber el caudal que tenemos de entrada de agua. El caudal se mide
en litros por unidad de tiempo (segundo, minuto u hora). Una manera sencilla de saber
el caudal que tenemos es coger un cubo o algún recipiente que tengamos calibrado y
llenarlo durante por ejemplo 10 segundos. A continuación miraremos el volumen de agua
que ha salido en estos 10 segundos. Si multiplicamos este valor por 6, tendremos el agua
que sale por minuto; si multiplicamos este valor por 60 tendremos los litros por hora.
Este valor no será exacto pero es suficiente.
La próxima cosa que hay que hacer es decidir qué tipo de riego utilizaremos para regar
nuestra superficie. Básicamente existen tres tipos de sistemas de riego para el césped:
El primero serían los difusores: este sistema suele tener un radio de entre 2 y 5 m, este
sistema proporciona una pluviometría constante a toda la superficie donde alcanza (el
agua hace como uno paraguas). En función de los radios hay diferentes tipos de boquillas
o toberas (por ejemplo Nelson tiene 4 tipos si son de radios fijos y 5 más de boquillas
regulables, también existen con patrones especiales que riegan zonas rectangulares y
cuadradas), que son siempre intercambiables.
El segundo mecanismo sería el de los aspersores o turbinas. Este mecanismo lo que hace
es proyectar un chorro de agua que va girando siempre con el mismo radio y con el
ángulo que tú le has predeterminado. Este sistema tiene un radio máximo mucho mayor,
que puede llegar en casos profesionales a 20-30 m de radio; y el radio mínimo suele
oscilar entre 5-6 m.
Una vez hayamos decidido el tipo de sistema de riego que instalaremos, tenemos que
dibujar sobre el plano los difusores o aspersores que pondremos (eso se puede hacer de
manera sencilla con un compás fijando el radio que hemos escogido según el tipo de
sistema de riego). Un punto importante a la hora de hacer este esquema es el solapado
(eso es que los chorros de agua de un difusor tienen que tocar los difusores contiguos.
Todos entre ellos), el solapado en un riego tiene que ser del 100% con el fin de conseguir
una pluviometría lo más uniforme posible.
Ejemplo:
En este caso los difusores que se han puesto, calculando un radio medio de 3,5 m, son
los siguientes:
Una vez tenemos todos los difusores (o aspersores) situados en el plano, tenemos que
agruparlos en grupos en función del caudal que tengamos de entrada de agua. La manera
de hacerlo es la siguiente: todos los sistemas de riego tienen unos valores de consumo de
agua. Sumando el consumo total de agua de todos los difusores que hemos puesto a
nuestro jardín y dividiéndolo por el caudal de entrada obtendremos el número de zonas
(o estaciones) que tendremos (el número de grupos de difusores para que el rendimiento
de nuestro riego sea el óptimo).
Ejemplo:
Consumos: (ejemplo toberas fijas Nelson de radio máximo 4,6 metros, aunque el
rendimiento real suele ser un poco menos, y con una presión media de 1,4 bares)
Boquilla 90º 3 l/min
Boquilla 180º 5,7 l/min
Boquilla 270º 8,7 l/min
Boquilla 360º 11,4 l/min
Así, contando todos nuestros difusores, nos sale un consumo de 77,70 l/min. Eso supone
que para regar nuestro césped en condiciones tendremos que hacer 3 zonas (o
estaciones). Por regla general pondremos un programador de 4 estaciones (la estación
que nos sobra nos puede ser útil para poner una zona de goteo o por si más adelante la
queremos utilizar para otras zonas del jardín). Para separar las tres zonas utilizaremos
tres electroválvulas.
El programador será el que nos controlará la apertura de los grifos (electroválvulas) que
regulan cada zona. Los programadores de una cierta calidad suelen tener muchas
opciones de control de riego (días de riego, horas de inicio de riego, minutos de riego
por zona, porcentaje de riego, muchos ofrecen la posibilidad de poner sensores de lluvia
o de humedad...).
Ahora podemos ver la distribución de zonas y dibujar los tubos para calcular los metros
de tubo de PE (en nuestro caso será suficiente un tubo de PoliEtileno de 25 mm)
A partir de aquí y una vez tengamos el material, sólo nos faltará montar-lo.
Como resumen, mostramos un listado aproximado del material que hace falta por
montar un riego automático:
. Programador electrónico
. Arqueta de riego (donde van enterradas las electroválvulas)
. Colector (Zona donde el agua de entrada se separa hacia las diferentes electroválvulas)
. Electroválvulas
. Tubo de Polietileno (diámetros 20, 25 o 32 mm son los más corrientes)
. Conectores de Polietileno (Codos, Tes, Codos y Tes mixtas, enlaces,…)
. Difusores (o aspersores) con sus boquillas o toberas
. Sensor de lluvia
. Sensor de humedad