Como docente, me considero una persona cordial y cercana a mis alumnos,
capaz de poner límites cuando es preciso; con la paciencia necesaria para
respetar los diferentes ritmos de trabajo, consciente de que es la educación el camino que nos llevará a una sociedad más justa y equitativa.
¿Para qué educar?
Esta es la pregunta que me hago a la hora de preparar mis clases, pensado en
formar adolescentes críticos y creativos capaces de mirar el mundo queriendo mejorarlo.
Aportando conocimientos técnicos y científicos, con la intención de que puedan
aplicarlos en beneficio propio de la sociedad en la que viven.
Un libro que cambió mi forma de pensar la educación: La construcción de la
justicia educativa.: Criterios de redistribución y reconocimiento para la educación argentina. Autores: Axel Rivas, Cecilia Velada y Florencia Mezzadra