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Doctorado en Gestión Pública y Ciencias Empresariales

Nombre del curso: Competitividad y Adaptación al Cambio del Entorno Empresarial

Profesor: Phd. Alvaro Martín Parada Gómez


Tema: Ensayo Metodológico sobre Competitividad y el Entorno.

Alumno: Francisco Javier Alvarenga Melgar

San Salvador, 22 de Diciembre de 2017


1. Competitividad.

La competitividad tradicionalmente se ha referido a empresas del sector privado, sin embargo con
los avances tecnológicos, desarrollos de sistemas de administración, desarrollo de teorías como la
nueva Gestión Publica Privada y otros, es cada vez más común medir la gestión pública en
términos de competitividad también. La competitividad se refiere a la capacidad de dichas
organizaciones de mantener de forma sistemática, constante y sostenible, su propuesta de
diferenciación respecto de la competencia y garantizar el cumplimiento de sus objetivos
institucionales para el caso de los entes públicos, generando influencia en el entorno en que se
desempeñan.

Dichas características, son las que generan los cambios y evoluciones en el entorno con el paso
del tiempo. Por lo que es necesario no solamente la interacción con los factores exógenos de la
empresa sino generar una competitividad interna, esto pasa por la adecuada definición de
estrategias que logren alinear los recursos de la compañía que va desde la cadena de suministros,
el personal y equipo directivo capaz de hacer una lectura adecuada del entorno, los cambios en el
mismo y saber identificar las oportunidades de mediano y largo plazo para dirigir las
organizaciones hacia dichos objetivos estratégicos.

El estudio de la competitividad ha tenido diferentes enfoques, desde Adam Smith que en 1776
definió la teoría de la Ventaja Absoluta , planteando que los países debían especializarse en la
producción de aquellos bienes en los que tienen ventajas absolutas, exportar esos bienes y con los
excedentes generados, comprar los bienes de otros países cuya especialización es diferente y
contaban con otros tipos de ventajas absolutas, de esta forma se tendrían países especializados
cada uno en lo que más ventajas le planteaba y se llegaba a la eficiencia del comercio internacional.
La principal desventaja que mostró esta teoría es que algunos países se especializarían en productos
que no requerían mayor especialización, mano de obra calificada o bienes primarios, generando
gradualmente una separación importante en el desarrollo del mercado, industria y calidad de vida
de los empleados del sector.

David Ricardo planteo posteriormente la Ventaja Comparativa, refiriéndose a la capacidad de una


empresa o país para generar una producción de bienes o servicios, utilizando relativamente menos
recursos que otro. El principal enfoque de esta teoría está sobre los costes, donde cada país debe
producir lo que le represente un coste menor respecto de otros países del mundo, pero no se refiere
a un menor coste nominal, sino un coste comparativamente menor con el costo de producir el
mismo bien o servicio en otro país o competidor.

Michael Porter planteó la Ventaja Competitiva, definida como la cualidad diferenciadora que se
aplica en el proceso productivo o de prestación del servicio en una empresa o país y que le
posiciona de forma superior a la competencia, es decir, añadir un cualquier atributo que la haga
más competitiva que las demás. Para lograr este objetivo se tienen dos caminos excluyentes entre
sí a nivel de estrategia empresarial:

1. Competir en costes: esta estrategia se orienta a la máxima reducción de los costes de


producción y una estrategia comercial de guerra abierta en precios.

2. Diferenciación: nunca se competirá en precios, a partir del fundamento que el producto o


servicio ofrecido genera un valor agregado a quien lo consume o adquiere, de tal forma que dicho
bien o servicio, no podría obtenerse al menos en las condiciones más similares posibles con otro
proveedor.

2. Factores del Entorno Empresarial que determinan la Competitividad.

Cuando nos referimos al entorno empresarial, este no debe entenderse como un factor dentro de
una fórmula, es más bien todo el sistema dentro del cual interactúa una empresa, siendo las
empresas los micro sistemas que integran un sector, una economía y finalmente un mercado global,
que ejercen recíprocamente una influencia e injerencia dinámica en el desempeño y evolución del
sistema global. Dicha interacción si está determinada por factores diversos que pueden afectar a
todo un sector o país (Entorno General) o directamente a un grupo de empresas (Entorno
Específico).

En el Entorno General o Macroentorno, se encuentran aquellos factores sobre los cuales las
empresas no pueden ejercer influencia alguna, al menos teóricamente no pueden, siendo:

 Factores económicos, ninguna empresa tienen o debería tener un poder tal de influir en el
desempeño de una economía, sin embargo, aunque hay casos particulares donde si lo hacen
como el caso de Microsoft en Costa Rica, sin embargo, son casos aislados. De otra forma
las condiciones macro económicas están dadas para todas las empresas de un mismo país
por igual.
 Factores socioculturales, este un aspecto importante donde cada empresa debe adaptarse a
su entorno, caso contrario se corre el riesgo de generar fuertes resistencias en el mercado
objetivo, como fue el caso de Wall-Mart en Alemania, cuyo modelo de un trato demasiado
cercano con el cliente y la cantidad de productos estadounidenses en los anaqueles, chocó
frontalmente con las costumbres de un trato distante y el orgullo nacional por productos
locales.
 Factores Políticos, en un mundo ideal, las condiciones políticas de un libre mercado deben
procurar un trato equitativo y justo para todos los competidores, sin embargo, hay casos de
multinacionales pero que se aprecian en circunstancias similares en otras economías de la
región centroamericana, probablemente no de una forma tan evidente, pero si grandes
corporaciones que logran incidir en la generación de políticas públicas. Por ejemplo en El
Salvador, las empresas embotelladoras de agua y gaseosas que tienen sus pozos extractores
de agua sin pagar una tarifa como la del resto de empresas y han generado una importante
influencia en el proceso de aprobación de la Ley del Agua, con un retraso de más de diez
años.
 Factores Legales, de forma similar a los factores políticos, estos deberían ser equitativos
para todos los agentes participantes. Es una medida indispensable para plantearse
factibilidades en la evaluación de escenarios de inversión privada. Un estado de derecho
confiable y eficiente es una condición sine qua non. Los estados procuran generar marcos
legales que atraigan la inversión extranjera directa, de tal forma que se logren desarrollar
clusters que aprovechen sus ventajas competitivas.
 Factores Tecnológicos, en condiciones normales las empresas deberían tener acceso a
recursos tecnológicos por igual, aún para las empresas en países en vías de desarrollo, el
acceso a la tecnología debería ser más fácil aprovechando que la investigación y desarrollo
en nueva tecnología que hacen los países desarrollados, disminuyendo la curva de
aprendizaje para alcanzar dichos desarrollos. Sin embargo, las asimetrías económicas de
las empresas y grandes corporaciones hacen de los factores tecnológicos un elemento
importante en la diferenciación para empresas que compiten en la generación de valor
agregado dentro de una industria o sector.
 Factores propios de cada sector, los factores de cada sector son relativamente exógenos,
sin embargo, estos son el resultado de la interacción entre todos los participantes y las
reglas del juego establecidas por los reguladores. Pero son importantes como elemtnos
diferenciadores entre una industria y otra. Por ejemplo, las ventajas arancelarias de las
zonas francas, las maquilas y tratados de libre comercio que dan ventajas específicas a
sectores en particular, en teoría en respuesta a la composición que se tenga en cada país
aprovechando sus ventajas competitivas respecto de otros.

En el Entorno Específico o Microentorno, se encuentran factores cuyos cambios pueden generar


un efecto directo de tal forma que pueden reflejarse en los estados financieros de una empresa, por
ejemplo:

 Los clientes, estos determinan la sostenibilidad en el largo plazo de cualquier empresa, al


encontrarse en un mercado globalizado se deben realizar segregaciones o segmentaciones
de mercado, a fin de definir claramente a los perfiles de consumidores que se dirigirá la
empresa, procurando la fidelización de los mismos y que opten por una empresa en
particular respecto del resto del sector.
 La competencia, dependiendo de la posición en el ranking del sector, determina las
estrategias a seguir para logra objetivos puntuales en la organización conforme lo definido
por los stakeholders. La entrada de nuevos competidores puede reconfigurar las reglas del
sector, por ejemplo la entrada de nuevos ofertantes en el sector de telefonía celular en El
Salvador, permitió que las tarifas, aparatos telefónicos, mensajería de texto y demás
servicios conexos redijeran de tal forma que se han disminuido de $1.00 por minuto hasta
$0.10 por minuto.
 Los proveedores, la continuidad de todo negocio depende de poder cumplir su propuesta
de valor agregado, esto pase en un punto crítico en garantizar su cadena de
aprovisionamiento en tiempo y calidad de los insumos utilizados, pudiendo ser materias
primas, tecnología, procesos especializados entre otros.
3. Métodos de análisis de la Competitividad y el Entorno.
a. Modelo de Competitividad de las Cinco Fuerzas de Michael Porter.

Este modelo surge en 1979, como una opción para realizar un análisis simplificado pero estándar
de un sector empresarial. Uno de los principales aportes de este modelo es el análisis a partir del
cual la empresa determina su posición actual en el sector y define su estrategia de competitividad.
Los componentes se identifican como cinco fuerzas que constituyen la estructura de una industria,
permitiendo identificar aspectos diversos que determinarán el atractivo de la industria a partir de
la rentabilidad a largo plazo que se pueda obtener en dicho sector.

Las fuerzas principales son: amenaza de nuevos competidores, poder de negociación entre los
clientes, amenaza de posibles productos sustitutos y poder de negociación de los proveedores, cuya
combinación determinará una quinta fuerza: el nivel de rivalidad entre competidores existentes.

Para realizar este análisis del sector, Baena et al, (2003) plantea que se debe reconocer que existen
dos dimensiones: el macro ambiente y el sector, donde se integran diversos factores que en
conjunto determinarán las fuerzas de competitividad en el sector. Esta perspectiva considera cinco
elementos que determinan las fuerzas: competidores directos, clientes, proveedores, productos
sustitutos y competidores potenciales.

Amenaza de entrada de nuevos competidores. También conocido como barreras de entrada, esta
fuerza evalúa los costos que tendría la incursión en un nuevo sector, la cual podría estar
condicionada por aspectos como: aprovechamiento de economías de escala, punto de entrada en
la curva de aprendizaje, condiciones a favor o en contra para el acceso a canales de distribución,
posicionamiento de la marca, marco legal, reacciones de competidores, entre otros. Esta fuerza es
una de las que mas limitaciones representa ya que generalmente son condiciones dadas y en un
mercado desarrollado, la posibilidad de nuevos y grandes competidores es mínima. Excepto
cuando se hayan dado cambios disruptivos que modifiquen el status quo del sector.

Amenaza de posibles productos sustitutos. Esta fuerza es una de las más básicas en cuanto al aporte
para el análisis de la competitividad, puesto que con el desarrollo de mercados y tecnologías,
existen productos sustitutos sino marcas alternativas para cualquier producto y servicio, además
de las diferentes posiciones de cada consumidor a partir de criterios como la pirámide de Maslow.
Poder de Negociación de los Proveedores. La importancia de garantizar la cadena de
aprovisionamiento se ha mencionado antes, en este punto se evalúan aspectos como la
concentración de los mismos, variaciones en la calidad de los insumos ofrecidos por cada uno, los
costos relacionados tanto económicos como cualitativos de un cambio en el proveedor, la
disponibilidad de proveedores alternos entre otros.

Poder de Negociación de los Clientes. Este factor es cada vez mas evidente con el acceso a
tecnologías de información que aunque eventualmente sobre informan y como consecuencia,
desinforman, los clientes tienen cada vez una mayor capacidad de negociación sino de elección
entre los productos disponibles o sustitutos.

Rivalidad entre los competidores. Aunque en esta fuerza se pueden relacionar las actividades
internas que se determinaran para reaccionar o responder a las circunstancias determinadas en el
análisis de las otras fuerzas, siguen enfocándose en el posicionamiento a partir de las condiciones
de la competencia y el entorno. Siendo un planteamiento más reactivo que propositivo,
mencionando muy poco la innovación y la implementación de cambios disruptivos que modifiquen
las reglas del sector. En esta fuerza algunas de las condiciones que pueden darse son: la cantidad
de competidores existentes en el sector, niveles de diferenciación de los productos,
aprovechamiento de economías de escala por los grupos empresariales y costos de salida, que
podrían estar relacionados con aspectos del marco legal.

Este modelo evalúa el entorno generando un mapa completo a partir de las interacciones que se
dan en el desarrollo de las operaciones de las empresas, es una herramienta muy completa para
determinar un escenario de entrada en un nuevo sector por una empresa, pero se enfoca en las
condiciones que determinan la competitividad entre las empresas, con un énfasis excesivo del
entorno, dejando a un lado los aspectos como: la dinámica de cambios constantes en el sector y las
reglas del juego, para la época en que fue planteado no se contaba con tecnologías de información
tan avanzadas que permiten a los clientes una mucho mayor información de los productos así como
de productos alternativos, su planteamiento requiere de la identificación de factores críticos al
diferenciar la importancia entre las fuerzas y finalmente, relaciona en exceso las condiciones
externas con la rentabilidad, dejando un vacío muy grande en cuanto a los factores internos que
determinan la diferenciación y por tanto, la competitividad de cada una de las empresas, a saber,
la planificación, definición de estrategias, controles de calidad y fidelización de clientes.
b. Competitividad Neoestructuralista.

Este enfoque tiene sus orígenes en los ochentas, momento en que los países de la región
latinoamericana adoptaban programas de ajuste estructural, fuertes estancamientos y una de las
mayores crisis de la deuda de su historia, período que se denominó la “década perdida”, este
enfoque se plantea como una evolución al estructuralismo que estuvo vigente en la década de los
cuarenta y cincuenta. Este método de análisis incorpora los ciclos económicos, las asimetrías entre
los centros y las periferias, los diversos efectos de la globalización por el regionalismo abierto y
la desregulación; además, incluyó tres ejes relevantes: el económico, la equidad social y la
autonomía nacional, aunque su base analítica continuaba siendo estructuralista. En esta nueva
etapa se plantea el desarrollo desde la transformación productiva con equidad1.

Este enfoque cuyo principal planteamiento radica en que el desarrollo se da a partir de la


productividad con equidad, apoyado en diversos documentos emitidos por la CEPAL, contradice
en buena medida los planteamientos de ventaja competitiva, alejándose de la especialización para
procurar una ampliación en productividad diversificada para evitar problemas de concentración de
mano de obra poco calificada, incremento de las brechas tecnológicas que aumentan la
productividad, ralentización en las tasas de crecimiento y como consecuencia poca inversión
interna como externa por ser sectores poco complejos y de baja generación de valor agregado.

Según Fajnzylber (1990: 65), la competitividad de una empresa, sector o nación radica en la
capacidad de estos en generar una diferenciación suficiente en la propuesta de valor agregado en
los mercados donde participa, lo que resultaría en un incremento de las condiciones de los recursos
de capital. La carencia de esta perspectiva radica en la disparidad de las empresas o economías,
donde el mayor acceso a recursos generaría disparidades en las condiciones de competitividad que
en el mediano y largo plazo establecerían distancias incrementales en el tiempo en relación a las
capacidades de generación de valor agregado y competitividad.

Así también se afirma que una economía es competitiva “si en un marco general de equilibrio
macroeconómico, ésta tiene la capacidad de incrementar o al menos de sostener, su participación
en los mercados internacionales, con un alza simultánea del nivel de vida de la población, CEPAL
( 1990: 70)”. Este planteamiento plantea de entrada una circunstancia bastante difícil de cumplir,

1
(Vindas, 2016)
ya que el equilibrio macroeconómico es prácticamente una utopía, así también el papel que le da
al gobierno como agente influenciador de procesos técnicos, cuando la realidad ha demostrado que
los gobiernos tienen un papel reactivo antes que propositivo ante los cambios en el mercado o
industria.

Uno de los aspectos destacables se encuentra en la apuesta por la innovación, generación de valor
agregado y calificación de la mano de obra, procurando en última instancia el desarrollo
económico de las naciones de forma gradual a través de la consecución de etapas.

c. Competitividad Sistémica.

El concepto de competitividad sistémica enfatiza la importancia de aquellos factores que


determinan la evolución de los sistemas económicos y que no son sistemáticamente tratados por
los enfoques convencionales de la macro y microeconomía. Distinguir cuatro niveles de análisis,
micro, meso, macro y meta e investigar la interrelación entre ellos no sólo tiene sentido a nivel de
economías nacionales. Pues este resulta ser también un ejercicio útil para comprender la evolución
de las economías locales y regionales y más aún nos ayuda a tratar los factores supranacionales.

Este sistema es el más completo, considerando desde la perspectiva interna (micro), a partir de la
cual una empresa depende de sí misma para garantizar la productividad suficiente y generar
ventajas competitivas que lo diferencien del resto de competidores. La perspectiva del estado
(meso), considerando las condiciones y garantías regulatorias y de incentivos para desarrollar un
sector, siendo uno de los aspectos más importantes para los inversionistas al decidir localizaciones
alternativas que correspondan a los objetivos de expansión y desarrollo. La perspectiva de la
competencia (macro), plantea las relaciones e interacciones de los diferentes actores en el sector.
La perspectiva de los patrones de organización (meta), analiza las condiciones jurídica, política y
económica, un enfoque mucho más amplio que el resto antes evaluadas.

La principal ventaja de este método, es la dinámica que conlleva, dejando de ser una evaluación
estática a diferencia de Porter con las Cinco Fuerzas, considerando las perspectivas que interactúan
en la realidad de una empresa, es un método multidimensional y que reconoce la interacción e
influencia de los agentes participantes en las actividades del mercado.

Una desventaja es su mayor aplicabilidad en economías desarrolladas, haciendo más evidente su


avance en crecimiento e innovación por los mismos recursos con que cuentan y la dispersión
sumada a la escases de los recursos en las economías en desarrollo que deben atender asuntos más
urgentes que importantes al implementar políticas públicas, que también tendrán una mayor
resistencia a partir de distorsiones estructurales como los grupos de poder y asimetrías de las
mismas economías.

Sin embargo, la apuesta a la perspectiva meso, haciendo énfasis en que el papel del estado como
garante de las condiciones para procurar la competitividad es clave para que un país pueda ser
atractivo a la inversión extranjera directa como una estrategia para importar innovación y
desarrollo, en resumen, al plantear que la institucionalidad es la condición mínima necesaria para
que las empresas sean competitivas, consecuentemente uno o varios sectores especializados
aprovechando ventajas competitivas llevarán a un país a que también sea competitivo, como una
etapa final esto llevaría una mejora en la calidad de vida de sus ciudadanos y se generaría un ciclo
de desarrollo sostenible, con ciudadanos más y mejores capacitados, las empresas incrementan su
valor agregado, luego el sector y nuevamente la economía global.

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