La palabra fiscal deriva de la palabra fisco, que en México es sinónimo del
Estado, el que recauda los impuestos que la misma fija a sus gobernados con carácter unilateral y obligatorio.
Es de todos conocida la obligación que tiene todo ciudadano de cualquier país
tiene para con su estado, de proveerle de recursos monetarios para el sostenimiento de los servicios y funciones que presta y desarrolla el estado estos recursos se traducen principalmente en el pago de impuestos, aunque también existen productos, derechos y aprovechamientos que representan otros ingresos para el fisco.
La contabilidad fiscal puede diferir de la contabilidad financiera en
cuanto a la forma de presentar los datos así como los periodos de tiempo cubiertos, ya que en algunos países los periodos fiscales no coinciden con los periodos contables. La contabilidad financiera se utiliza para la toma de decisiones pero la contabilidad fiscal se utiliza para calcular el pago de impuestos.
En la contabilidad fiscal, por facilidad en su revisión y auditoria, se deducen
las compras al 100% en el cálculo del costo de ventas, en la contabilidad financiera se toma el inventario inicial más las compras menos el inventario final, para calcular los inventarios utilizados, siendo éstos los que se llevan al costo de lo vendido.
En la contabilidad fiscal, se imponen tasas de depreciación máximos por tipo
de activo, en la contabilidad financiera se utiliza como porcentaje de depreciación el 100% entre el numero de años estimados del valor del activo. (Ley del impuesto sobre la renta)
En la contabilidad fiscal, se deducen los intereses pagados de acuerdo al
calculo del componente inflacionario, en la contabilidad financiera normalmente se deduce el 100% de estos gastos.