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Un día el oso de anteojos estaba recorriendo los campos del bosque de Shollet,

él siempre fue muy tímido y es por eso que no tenía amigos. Aquella tarde salió
de la guarida donde él vivía llegó a un prado donde relucía el agua cristalina del
pantano donde se encontraban las ardillas, los monos, los venados y el cupte
bebiendo agua. En eso se acercaron todos los animales y dijeron ¡Esto es un
milagro, el oso de anteojos salió por fin de su guarida! ¡Y ese milagro! ¡Ya era
hora! El un poco asustado no sabia que decir, en eso todos los animales le
pidieron que sea su amigo y el acepto con una voz desanimada. Así todos los
días salía jugar por el bosque y poco a poco llego a perder el miedo. Juancito
era un niño que vivía por aquel lugar, siempre pasaba por las orillas del pantano,
para jugar con los animales y siempre el llevaba un poco de comida.
Cierto día el oso decidió salir a jugar con sus amigos, pero se dio con la sorpresa
que no estaban sus amigos, el muy triste decidió regresar a su guarida y en eso
escucha unos gritos ¡Ayudaa! ¡Nos tienen atrapados! Salió rápidamente y se guio
por el lugar de donde venían los gritos; al darse cuenta había tres cazadores, ahí
estaban todos sus amigos en jaulas a punto de ser llevados a la ciudad para ser
vendidos; el oso de anteojos no sabia que hacer por tal desesperación. Se fue
corriendo a su guarida a llorar en ese momento un loro aparece y le dice querido
amigo porque lloras, el levanta la cabeza y le dice unos cazadores tienen a mis
amigos necesito buscar a Juancito para que me ayude a salvar a mis amigos
antes de que sea muy tarde. Entonces el loro se fue volando hasta casa de
Juancito y le conto lo que estaba sucediendo, el salió corriendo a buscar a sus
padres para poder ir al bosque y enfrentarse con los cazadores.
Sus padres fueron con palos y piedras porque los cazadores tenían escopetas
que quizás podrían usarlo contra ellos, al llegar ahí sus padres empezaron a
gritar a los cazadores diciendo ¡Dejen en paz a los animales! ¡Ellos merecen una
vida, al igual que ustedes! ¡Poco hombres! Si siguen aquí y no dejan en paz a
los animales los denunciare ¡Larguensee! Y espero nunca más vuelvan, soltaron
a todos los animales y se fueron corriendo; el oso de anteojos muy alegre fue
corriendo y abrazo a todos sus amigos y en conjunto agradecieron a Juancito y
sus padres.
Al pasar los días todo era felicidad en el Bosque Shollet, todos salían a jugar sin
temor a nada ni a nadie, Juancito venia y llevaba comida para todos los animales.
Al siguiente día por la tarde regresaron los cazadores todos asustados se
escondieron, pero a pesar de eso los cazadores hicieron de las suyas,
empezaron a acorralar a algunos animales y meterlos en las jaulas; en ese
momento no había nadie quien pueda ayudarlos por mas que gritaron nadie los
escuchaba.
A la siguiente semana Juancito fue y ya no encontró a algunos animales habían
sido atrapados por los cazadores, el lorito muy triste le conto lo sucedido con
algunos animales que había sido atrapados por los cazadores minutos después
empezaron a llegar el oso de anteojo, el mono, el venado y los demás que
escaparon de los cazadores muy tristes cabizbajo con los ánimos por los suelos
hablaron que tienen que migrar a otra selva donde haya tranquilidad y no exista
la corrupción para que así puedan vivir en paz donde prohíban la caza de
animales, ellos pensaron en delegar a Juancito como intermediario para que les
ayude mediante sus padres acudir a las autoridades para que puedan migrar a
otra selva donde realmente haya paz y tranquilidad y así puedan vivir en
armonía.
Pero Juancito muy preocupado y triste fue donde sus padres y le conto lo que
pensaban los animales, el dijo ellos conforman nuestra “Reserva de biosfera
Oxapampa Ashanika Yanesha” y no podemos permitir que se vayan a otro lugar,
suplico a su padre que pueda pedir apoyo a las autoridades del Distrito de Villa
Rica y de la Provincia de Oxapampa para que haya más control, seguridad y
cuidado de los animales que son muy preciados en nuestro distrito entonces su
padre pidió apoyo al alcalde de la Municipalidad Distrital de Villa Rica, donde
tomo las acciones pertinentes ordenando seguridad para el Bosque de Shollet,
de inmediato Juancito y sus padres fueron a dar aviso a los animales sobre la
solución a su problema todo volvería a ser como antes se reunieron todos los
animales y escucharon y se alegraron principalmente el loro empezó a saltar de
alegría, el oso de anteojos, el venado y todos los demás animales el padre de
Juancito dijo: todos son criaturas de Dios y deben vivir según las leyes de Dios!
El loro grito “¡Viva seremos libres! Que se acabe de una vez el trafico ilegal y la
violencia! Contra nosotros el venado, el oso de anteojo y los demás animales
volvieron tranquilamente a comer el pastito y tomar el agua del manantial
cristalino sin ningún temor. Juancito y sus padres muy contentos de ver a todos
los animales felices los abrazaron a cada uno y dijo “¡Mira por fin todos unidos,
disfrutan de la tranquilidad y su naturaleza que les dio la vida!

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