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Personajes

En la obra de Ciro Alegría encontramos una gran variedad de personajes, tanto seres
humanos como animales (perros). Cada uno tiene relevancia, pero solo mencionaremos los
de mayor importancia en el desarrollo de los hechos del cuento.
Los hombres
 La familia Robles, gente típica de la serranía del norte peruano. Lo conforman los
esposos Simón y Juana, y tres hijos todavía menores que conviven con ellos y que les
ayudan a en las tareas del hogar, el cultivo y la cuida del ganado: Vicenta, Timoteo y
Antuca.
 Simón Robles, el viejo jefe de familia, hábil narrador de cuentos e historias, también
gusta tocar la flauta y la caja, además de poner apelativos a las cosas. Entre sus más
curiosos apodos está el dado a un caballo muy flaco: “Cortaviento”, y a una gallina
estéril: “Poniaire”.
 Juana, la esposa de Simón, ya entrada en años y con la experiencia y sabiduría
natural de las mujeres de su edad.
 Vicenta, la hija mayor, aún soltera, ágil y espigada, quien se dedica a tejer bayetas y
frazadas. El relato menciona también que, en una ocasión, durante una fiesta
celebrada en Saucopampa, la sacó a bailar el cholo Julián Celedón (luego célebre
bandolero), pero su padre se opuso a que la cortejara pues aquel ya tenía ya muy
mala fama.
 Timoteo, joven, muy robusto y empeñoso. Se enamora de Jacinta, hija de unos
emigrados indios y la lleva a su casa, luego que la muchacha queda huérfana de
padre.
 Antuca, muchacha de aprox.12 años, pequeña y lozana, que se dedica a pastorear
el ganado. Sale temprano de casa junto con los perros conduciendo las ovejas al
campo, para regresar al atardecer. A veces se encuentra con otro pastorcillo,
el Pancho, de su misma edad, con quien se entretiene contándose mutuamente
historias y cuentos. Con las penurias causadas por la sequía se vuelve muy delgada
y pálida, y lamenta que su desarrollo corporal se trunque de esa manera, a pocos
años de convertirse en una mujer casadera.
 Mateo Tampu, es un indio joven y fornido, agricultor muy laborioso, que tiene su propia
choza y su chacra. Aparece en el relato adoptando a un perrillo para que le ayudara en
el pastoreo de ovejas. Lleva la vida sencilla y laboriosa del campesino, junto con una
esposa amorosa, la Martina, que le da dos niños, pero todo se malogra cuando es
llevado por la fuerza a enrolarse al ejército. Su ida trastoca el hogar al dejar a su esposa
sola y con la inmensa responsabilidad de cuidar a su familia y sus tierras.
 Martina Robles, hija de Simón Robles, esposa de Mateo Tampu, madre de Damián y de
otro niño de meses de nacido cuyo nombre no se menciona en la obra. Cuando su
marido es llevado por los gendarmes entra en una gran desesperación, pero no pierde
la esperanza de que retorne. Al final, da la impresión de ser una madre irresponsable al
dejar al pequeño Damián, de 7 años, solo en la casa, mientras ella se lleva al hijo más
chico para ir a buscar alimentos donde los padres de Mateo, que vivían en un pueblo
lejano llamado Sarún. La razón que da para abandonar a Damián, es que alguien debía
esperar en casa la vuelta de Mateo. No se sabe más de ella luego de su partida.
 Damián, hijo de Mateo Tampu y de Martina Robles. Es un niño que sufre al igual que
toda la desgracia de la sequía. En su caso es abandonado por una madre que decide
partir en busca de alimentos. Junto con el perro Mañu y una oveja queda solo en casa.
Al final muere de hambre y sus restos, que son defendidos de los cóndores por el fiel
Mañu, son recogidos por Rómulo Méndez, quien lo lleva donde Simón Robles, el abuelo
que le da cristiana sepultura.
 Los hermanos Celedonios, Julián y Blas Celedón, bandoleros serranos, dedicados al
abigeato o robo de ganado. Julián es el que más destaca y tiene dotes de líder. Debido
a un conflicto que tuvo con su patrón, quien lo acusó sin pruebas de ladrón, Julián tuvo
que matarlo y así empezaron sus días de criminalidad. Ambos hermanos viven siempre
al filo del peligro, evadiendo las emboscadas que le tiende el Culebrón, el jefe
de gendarmes, su peor enemigo. Tienen su guarida o refugio en Cañar, cerca al río
Marañón. Al final sucumben tras ser acorralados por los gendarmes.
 Venancio Campos, amigo de los Celedonios y bandolero como ellos.
 Elisa, bella chinita (muchacha indígena) del pueblo de Sarún, amante de Julián Celedón,
de quien espera un hijo.
 El alférez de gendarmes Chumpi, apodado el Culebrón. Representa a las fuerzas del
orden. Es un cholo con bigotes, trigueño, alto y fornido. Tenaz perseguidor de los
Celedonios, solo logrará su cometido utilizando un ardid infame: envenena unas
papayas que los hambrientos bandoleros, acorralados en una cueva, devoran con
fruición.
 Don Fernán Frías y Cortés, subprefecto de la provincia, blanco y costeño. Es uno de esos
funcionarios que merced a sus influencias son enviados desde Lima a las provincias y
cuyo interés es solo hacer dinero de manera venal, para retornar luego a la capital con
el botín ganado. Ordena al alférez Chumpi a apresurar la captura de los Celedonios,
vivos o muertos, ya que necesitaba de un logro con que presumir antes de volver a
Lima.
 Don Cipriano Ramírez, es el patrón u hacendado, dueño de la hacienda de Páucar. Tiene
una esposa joven y un hijo, todavía niño, llamado Obdulio. En sus tierras trabajan los
indios o aldeanos de los contornos, contratados como peones. Don Cipriano es un
hombre generoso cuando le conviene, pero a la vez un patrón despiadado, que sabe
aplicar el látigo. Durante el periodo de sequía ayuda a sus peones dándoles alimentos,
haciéndoles creer a cada uno que únicamente con él se mostraba generoso. También
recibe a otros indios que vienen de lejos, dándoles parcelas de tierra y alimentos, a fin
de retenerlos para futuras siembras y cosechas. Pero la sequía se prolonga demasiado y
don Cipriano termina por suspender la entrega de subsistencias. Los aldeanos se
rebelan (entre ellos Simón), y don Cipriano no duda en ordenar dispararles para
hacerlos retroceder. Como consecuencia de ello mueren tres personas, hecho ante el
cual el hacendado se muestra indiferente.
 Don Rómulo Méndez, empleado de la hacienda de Páucar y brazo derecho de don
Cipriano.
 ""Don Roberto Poma"“, es quien regala a zambo y wanka a la familia Robles
 El indio Mashe (contracción de Marcelo) y su familia: su esposa Clotilde y dos hijas, de
las que solo se menciona el nombre de la mayor, Jacinta. Junto con otros comuneros
indígenas había sido expulsado de Huaira (comunidad lejana) por el terrateniente don
Juvencio Rosas. Mashe llega hasta la hacienda de Páucar, propiedad de don Cipriano
Ramírez, a quien ruega para que lo reciba como peón o trabajador de la tierra, aunque
tiene la mala fortuna de llegar en plena sequía. El hacendado le da una parcela y un
poco de trigo para que subsista mientras dure la sequía, pero esta se prolonga mucho y
al suspenderse la ayuda alimenticia, Mashe muere enfermo y agotado.
 Jacinta, la hija de Mashe, es una muchacha en edad de tener marido, pero por culpa de
la sequía debe postergar su deseo. Timoteo se fija en ella y tras la muerte de Mashe lo
lleva a casa de sus padres. Estos la aceptan y queda sobreentendido que terminarán
casándose y formando un nuevo hogar.
 El Narrador, es un ser omnisciente que no toma parte en la obra misma y relata en
tercera persona singular, pero a pesar de ello conoce cada aspecto de los personajes
incluyendo los pensamientos y emociones, así como los lugares en donde se realizan
las acciones.

 Los perros
 Wanka, la perra, madre de muchas camadas, animales que son muy apreciados por la
comunidad pues desde temprana edad son acostumbrados a vivir en el redil junto con las
ovejas y adiestrados para ser hábiles cuidadores de rebaños. Otros son criados para ser
guardianes de casa. “....¿Raza? No hablemos de ella. Tan mezclada como la del hombre
peruano...”, nos aclara el narrador. Entre los hijos de Wanka se cuentan Güeso, Pellejo,
Mañu, Chutín, etc. Wanka, como todo perro, es fiel al amo mientras éste le da comida y
abrigo pero cuando este vínculo se rompe a consecuencia de la sequía, pesa más el
instinto primario canino. Wanka mata a una oveja del rebaño y se lo devora; los otros
perros la imitan. Por tal falta es exiliada del hogar de los Robles, junto con los demás
perros. Finalmente cuando las lluvias regresan y finaliza la sequía, Wanka retorna y Simón
lo perdona.

 Zambo, hermano y pareja de Wanka. Le pusieron ese nombre por el color oscuro de su
pelaje. No tiene un rol muy llamativo en el relato. Sin embargo tiene un trágico final al igual
que el resto de los perros, pues muere envenenado y es devorado por el Pellejo (su hijo),
quien por ende comparte su triste final.

 Güeso, hijo de Wanka y Zambo, y hermano de Pellejo. En torno a su figura están sin duda
las páginas más emocionantes del relato. Tras vivir como un simple perro ovejero, de
pronto es apartado de su mundo por obra de unos bandoleros, el Julián y el Blas Celedón,
quienes le quieren convertir en perro conductor de reses robadas. Güeso se niega
rotundamente al principio, incluso es azotado y marcado con hierro como castigo. Tiene
también un intento frustrado de escape. Odia a aquellas personas que le arrebataron su
vida tranquila. Pero surge un cambio radical cuando ve que aquel “humano”, el Julián,
realmente se preocupa por él y lo atiende como a un miembro de su familia, curándole sus
heridas y dándole comida. Termina encariñándose con su nuevo amo, quien feliz, le
desata y lo junta con otro perro, el Güenamigo. Ambos perros se convierten en un gran
auxilio para los Celedonios pues aparte de ayudarles en el arreo de reses, sus ladridos
advierten las emboscadas de los gendarmes. Al final Güeso compartirá el triste final de los
bandoleros: morirá abaleado junto con el Julián y el Blas.
 Pellejo, hijo de Wanka y Zambo, y hermano de Güeso. Durante la sequía encabeza junto
con Wanka y Zambo la jauría de perros hambrientos que deambulan en busca
desesperada de alimento. Muere tras devorar el cuerpo del envenenado Zambo.

 Mañu, es hijo de Wanka y Zambo. Muy cachorro aún, es llevado por Mateo, esposo de
Martina y padre de Damián. Este último, todavía infante, en su media lengua llama “mañu”
al perrillo (en vez de decirle “hermano”), y así se queda con ese nombre. Cuando Mateo
es enrolado en el ejército, Mañu asume el gran compromiso de cuidar a la familia.
Demuestra su valor y fidelidad al defender el cadáver de Damián de las aves de rapiña.
Regresa al hogar de los Robles, enrolándose en las tareas de pastoreo, pero al ver que no
hay comida disponible huye y se une a la manada de perros hambrientos. Morirá víctima
del hambre, en una escena muy conmovedora, en donde la Antuca le acompaña en sus
últimos instantes.

 Shapra, el guardián del hogar de los Robles. Reemplaza en esa función al perro Tinto,
muerto de una dentellada por Raffles. Muere abaleado durante una incursión que hace
con otros perros en una chacra de maíz.

 Raffles, perro de raza fina, de pelaje amarillento, enorme y feroz, que junto con otros
similares guarda la casa-hacienda de don Cipriano. Durante la sequía, Raffles y su jauría
se dedican a despedazar a los perros chuscos y hambrientos que deambulan por los
contornos de la hacienda, pero ante el crecido número de estos, el hacendado prefiere
encerrar a sus canes en un cuarto, desde donde ladran cada vez que sienten cerca la
presencia de los perros vagos.

 Chutín, hijo de Wanka y Zambo, fue un obsequio que el hacendado don Cipriano le hizo a
su menor hijo, Obdulio, ante la insistencia del chicuelo de tener un perrillo a su lado, en
vista de no poder juguetear con el Raffles y los otros perros feroces de la hacienda. Le
pusieron ese nombre por ser chusco (chuto) pero se ganó la simpatía de toda la familia y
desplazó en las preferencias a Raffles.

 Güenamigo, perro de pelo lacio y amarillento, de propiedad de los Celedonios, entrenado


para la conducción del ganado mayor (vacas y toros) robado. Se hace amigo de Güeso,
de quien aprende el arte de arrear las reses. Ambos compartirán el mismo destino al morir
abaleados al lado de sus amos.

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