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OREMOS: Señor Santo, Padre omnipotente, eterno

Dios, que infundes bendiciones y gracias en nuestros


cuerpos enfermos y así muestras tu gran amor por
nosotros, escúchanos para que por intercesión de San
Ignacio nos confortes en el alma, nos des salud en el
cuerpo y así, fortalecidos y protegidos con tu poder, nos
hagas fructificar en tu Santa Iglesia.
Por Cristo, Nuestro Señor.

Se prepara una reliquia, medalla o imagen de San


Ignacio, lo cual ha de tenerse dentro del agua hasta el
fin de la siguiente oración:

Ben ✞✞ dice, Señor, esta agua para que sea remedio


saludable al hombre, y por intercesión de San Ignacio –
cuya medalla sumergimos en ella - (SE SUMERGE)
concédenos que todo aquel que la beba consiga la
salud del cuerpo y tu protección en el espíritu.
Por Cristo, Nuestro Señor.

Se saca del agua la medalla o la reliquia.

OREMOS: Señor, Dios nuestro, que has suscitado en


tu Iglesia a San Ignacio de Loyola para extender la gloria
de tu nombre, concédenos que, después de combatir en
la tierra bajo tu protección, y siguiendo su ejemplo,
merezcamos compartir con él la gloria del cielo.
Por Cristo, Nuestro Señor.

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